Digimon Mi heroe [oneshot]

He aquí un fic mas sencillito, donde se demuestra el valor de la verdadera amistad.

Mi Heroe

Ya habia caido la noche, se presentaba con su manto frio humedo y nublado. Habia ausencia de luz, ya que la luna era tapada por las nubes que amenazaban con descargar agua en cualquier momento.
Siempre habia tenido miedo a las tormentas, desde que era una niña, cada vez que tronaba se escondia debajo de la mesa, si estaba en su cuarto lo hacia bajo las mantas o incluso en el armario, si no estaba el...el panico se apoderaba de su cuerpo

Flashback

Hacia 14 años vivia en su casa de Odaiba, tan solo llevaba viviendo 4 meses, tan solo conocia a una persona que se habia encontrado en el parque, cuando intentaba jugar al futbol y unos niños le decian que no, porque era una chica.
Nunca se habia sentido una chica como las demas, ella preferia ensuciarse, pelear, jugar al futbol y ver animes como “ Captain Tsubasa” o “ slayers”, mientras que sus compañeras de clase se la pasaban jugando con las muñecas, vistiendo absurdos vestidos y viendo “ Doremi” o “ sailor moon”. Lo tenia bien claro desde el principio, para hacer amigas tenia que cambiar...pero ella se sentia agusto tal y como era y por nada en el mundo queria cambiar, era su decision y la respetaria..aunque se quedara sola.
Pero esa semana habia conocido a una persona que no la juzgaba por ser una chica, una persona que la habia aceptado tal y como era, un chico de su edad que no titubeo al ver su largo pelo rojizo y su...bueno....su apariencia de chica. La habia sonreido y la habia ofrecido jugar con ella a su deporte favorito, no habia tenido reparos en que era una chica y la habia tratado como una mas, incluso cuando el balon la golpeo y la tiro al suelo, el la levanto y la sonrio, mientras que sus otros amigos se burlban de ella..y de el por ayudarle, el seguia sonriendola y jugando con ella.
Un dia de esa semana le habia invitado a jugar a su casa, el dia estaba nublado y amenazaba con llover con fuerza, las nubes eran negras y estar en la calle no era aconsejable.

—Buenas tardes, soy Taichi Yagami, vengo a jugar con Sora – Habia escuchado desde la entrada de su casa. Su madre, tan sonriente y buena como siempre le habia invitado a pasar dulcemente a la casa y le habia indicado el dormitorio, donde ella le esperaba impacientemente.

—¡¡¡Tai!!! - grito al verle, y sin pensarselo se avalanzo hacia el abrazandolo.

—Ola Sora, que alegria estar en tu casa, muchas gracias, jugar en la calle con este tiempo no es muy divertido que se diga – se rio mientras se arrascaba detras de la nuca, era una faceta que siempre le habia gustado desde que lo conocio.

—Gracias a ti por venir – sonrio - ¿que hacemos? - pregunto mientras se sentaba en el suelo y el le acompañaba.

Esa misma tarde sobre Odaiba estaba diluviando. La brusquedad con la que impactaban las gotas en su ventana la asustaba, en tan solo 10 minutos se habia desatado una autentica ventisca, estaba muy asustada...y aun mas cuando se escucho el primer trueno. Habia pegado un gran bote y en acto reflejo se metio debajo de su cama, olvidando que esa tarde tenia a Tai justo al lado.

—Lo siento...esque...lo siento, que vergüenza – salio un poco, ya se imaginaba la cara de Tai, seguro que pensaria que era una cobardica y se iria para no volver jamas...pero...

—Tranquila – ahi estaba el, como un heroe de cuento, ofreciendole su mano y todo su encanto. Se la cogio como chiquilla que era y la ayudo a levantarse – No tienes porque temer, tan solo es un ruido molesto.

—Tienes razon – sonrio, pero el segundo trueno sono, mas fuerte que el primero, le solto la mano rapidamente y se metio en su armario, se puso en posicion fetal y se volvio a imaginar a un Tai pensando que era una niña cobarde y queriendo irse para no volver, pero al abrir la puerta del armario, se encontro con un barquito de papel enfrente de su rostro.

—Mira – le enseño el barco.

—Muy bonito – contesto, no sabia a que venia ese barco ahora.

—¿Sabes lo que hago yo cuando tengo miedo de algo, como por ejemplo, cuando me quedo solo en casa?, hago barquitos de papel, te concentras tanto en hacerlos bien, que te olvidas de todo, aveces me olvido hasta la hora de la merienda – Y hay estaba otra vez, arrascandose la nuca mientras se reia, con la mano izquierda sujetaba ese barquito de papel – Ademas Sora, si hacemos hoy muchos, mañana podremos hacer una regata en los charcos del parque...¿que te parece? - Sonrio de nuevo, mientras la daba un taco de folios y se sentaba en la mesa de el escritorio – venga, te enseñare a hacerlos – Le tomo la mano y sono un tercer trueno...pero esta vez, le agarro fuerte de la mano y cerro los ojos – no tengas miedo Sora...yo estare a tu lado.

—Muchas gracias...Tai – susurro mientras abrio los ojos y se encontraba con el fantastico rostro de su mejor amigo..tendria 7 años...pero ya sabia que el era su heroe de cuento.

Esa misma tarde Sora y Tai habian echo 30 barcos de papel, al dia siguiente se la pasaron juntos realizando regatas en la multitud de charcos grandes que habia en el parque.

Fin flashback

Sono el primer trueno y se encogio en el sofa.

—no tengo miedo...es tan solo un ruido..un ruido

Sono el segundo y puso la cabeza bajo sus piernas.

—Es tan solo un ruido molesto...no tengo miedo...no lo tengo

El tercero sono aun mas fuerte que los dos primeros, empezo a soltar lagrimas mientras su cuerpo temblaba de arriba a abajo.
Entre lagrimas maldecia su impotencia, encima de la mesa se encontraba un taco de folios...pero no podia moverse por culpa de esa cadena invisible que la retenia, su cuerpo no la respondia...y un cuarto trueno sono, haciendo que Sora Takenouchi lanzara un grito desgarrador, atado a una multitud de lagrimas que recorrian su rostro.

—¡¡¡TAI!!!

El grito hizo que una persona saliera corriendo desde el cuarto y se acercara a la pelirroja que lloraba en postura fetal en el sofa del apartamento.

—Sora...Sora...¿te pasa algo?, dime algo cariño, ¿te hace daño el bebe? - El moreno estaba muy preocupado, no le habia importado que su mujer le despertara, aunque en 4 horas se tuviera que levantar para ir a trabajar, a el solo le importaba una cosa, la salud de sus 2 niñas

—Tai...amor...siento haberte despertado – hablaba mientras dulcemente su marido le limpiaba las lagrimas.

—No te preocupes mi vida, ya estoy contigo.

La abrazo con fuerza, tal y como ella queria, se relajaba cuando la abrazaba de esa forma, pues sabia que estaba ahi y que nunca se iria, pues el...el era su heroe.

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Supongo que tengo alguna que otra falta de ortografia...
Gracias por leer!
DFA