Mi generación

Es una historia sobre un tema muy típico por favor me gustarían sus consejos.

Hoy es el primer día de vacaciones, para todos en la universidad, por primera vez un descanso después de tanto tiempo, el estrés ya estaba mostrando sus estragos en mi, me mire en el espejo, viendo las bolsas debajo de mis ojos, respire hondo al ver que tan terrible estaba.
Salí del baño a mi habitación desordenada, típica de un hombre soltero me coloque mis jeans, y me tire en la cama, no tenia muchas ganas de salir y recibir el devastaste brillo del sol sobre mi.
Mi celular sonó, era un mensaje, de mi mejor amiga Lena.

"Hola Rodri... ¿vendrás a Champotón?
Todos los chamacos vendrán estas vacaciones
:3"

Tome mi fon y lentamente mande un mensaje.

"¿Van a regresar Diego y Anna de Chile?"

" Ella ya esta aquí, Diego llega en una semana"

" Ok, Yo estaré ahí en un par de días"

" Claro va hacer genial, así buscamos donde salir"

"Ok"

La verdad no me apasionaba tanto la idea de viajar, pero quería ver a mi familia y a mis amigos, no me di cuenta y termine dormido, definitivamente la Universidad me había estresado tanto durante estos seis meses, cuando por fin abrí mis ojos me di cuenta que la noche estaba apunto de llegar, me senté frente a mi laptop, en la pagina de inicio del facebook me salio la imagen de unas nubes vistas desde una ventana de avión, eran de una de mis amigas de la universidad y colgaba un comentario de ella.

(llendo a París con mi hermanito querido :3 :) )

"Maldita" Pensé en mis adentros, divertido, justo en ese momento recibí un mensaje por el facebook.

-Hola, Soy Raul, ¿Podemos conocernos?
-Claro
-¿Quieres venir al hotel donde estoy?
-Primero manda una foto

La foto llego, era un tipo realmente bueno.

-Ok, podemos encontrarnos.- le mande.
-Claro te veo en una hora.

Esta rutina de citarme con chicos de Internet para tener sexo era muy típica de mi, era algo ya cotidiano, era genial, aun que aveces había hombres que se enganchaban y no dejaban de fastidiar, tome un baño, me aliste, y tome un taxi a la dirección que el tipo me había mandado.

Siempre eran las mismas preguntas típicas , ¿En que posición das?, ¿Tienes pareja?, Eres muy guapo ¿Por que todavía no tienes pareja?, ¿Quieres ser mi pareja?, ¿Cuanto te mide? etc...

Al principio admito que me fastidiaba un poco, mas por que no estaba preparado para una relación, después de la ultima, que me tomo tanto tiempo en superar, aun que admito que tal ves todavía no e superado, pero el había sido un maldito conmigo, pero como siempre el closed se interpuso, la familia y el que dirán, y el despecho me llevo a tener mi primera relación con un desconocido, luego el siguiente, hasta que fue la única manera en la que podía estar con alguien y claro aun que fuera solo una noche la disfrutaba bien.

Después de la rutina típica de las preguntas, y de que me percatara que el chico no era precisamente guapo como había pensado nos dedicamos hacer todo lo que correspondía a lo "normal", repitiendo casi tres veces, y la mañana nos llego todavía entrelazados.

Quería mas pero mirando mi reloj me di cuenta que era realmente tarde para la cita que tenia esta mañana, la verdad no se ni por que me interesaba, tenia varios días hablando con tipo por la webcam, uno que verdaderamente me gustaba, incluso con el quería hacer las cosas bien, trataría de evitar los impulsos que desde hace un tiempo me han arruinado cualquier posibilidad de considerar a alguien para tener una relación seria.

Pero por alguna razón, sentía que este tipo, verdaderamente me importaba, me despedí con una mala escusa del sujeto en la cama y me dijo que me llamaría, y lo iso, casi diez minutos después de marcharme.

En ese momento recibí dos fotos de mi amiga Paloma, que había viajado a parís, En una se veía la torre iffel detrás de ella, y en otro su hotel, que era muy bonito, su nombre era EIFFEL.

-Maldita.-Dije mandandole un mensaje-Te fuiste a París y no invitaste.
-Para que veas >.<- me respondió.
-¿Y eso?, si después ni dinero tienes para la gasolina.
-Pues ya ves, me invito mi hermano, el paga todo.
-jajajaja maldita Paloma, disfrutalo entonces, y hay me cuentas si te hechas a un francesito.
-jajajaja estas loco Rodri...
-:3
-¿Hoy te veras con el tipo de la cam?
-Si, por alguna razón estoy nervioso.- Y era cierto, en mucho tiempo no había estado nervioso de ver a nadie.
-¿Y cuando te iras a tu pueblo?
-Creo que tal ves mañana
-Bueno, disfruta tus vacaciones.
-Igualmente.

Llegue a mi casa, justo en el momento que los rallos mas luminosos del sol salían por el horizonte, me bañe lo mas rápido que pude y salí a la plaza, justo antes de llegar, recibí un mensaje de el.
-Ya estoy aquí.
-Yo llego en un momento.-Respondí.-¿Donde estas?
-Aquí cerca del elevador.
-Ya llego.

Mi corazón empezó a latir con mas fuerza, diablos ¿que me pasa? mis manos estaban sudando, le pague al taxi y baje tuve una pequeña sensación de tratar de huir, pero me contuve, entre a la plaza y lo vi, ahí parado junto al ascensor, era incluso mas guapo en persona de lo que imaginaba, me acerque y lo salude de la mano. tal ves yo era demasiado superficial.

-Hola.- Me dijo, Su voz era dulce y seductora al mismo tiempo.
Por un momento sentí que templaba, así que lo solte con rapidez y trate de no mirarle a los ojos, y con la mas brutal indiferencia le dije.
-Hola.
-Vamos.-dijo, solo lo seguí en silencio, hasta llegar a la puerta del cine que estaba en la plaza.-¿Cual quieres ver?
-Pues no se, cualquiera.-conteste viendo la cartelera.
Al final escogimos una película de terror. Pago las entradas y ambos entramos, yo todavía detrás de el.
-¿Quieres palomitas?-Me pregunto.
Yo todavía miraba al piso.
-Pues la verdad no se me antojan.
-Bueno.-dijo y ambos entramos a la sala.
Nos sentamos y sentí por un momento que mi pierna rozo la suya, el la separo inmediatamente.
-Te confieso que estoy un poco nervioso.-me dijo, y e volteo a ver sonriendo.
-¿A si?-le dije.-Pues para mi es normal, siempre me veo con muchos tipos.- mierda, pensé, ya la cague.
-Ha ok.-me dijo.-Sabes, tu realmente me gustas.
Sentí que mi corazón latió mas rápido.
-Llevamos mucho tiempo hablando, y siempre me aconsejaste cuando tenia problemas.-dijo, y mi corazón sentía que se detenía de lo rápido que latía.
-Solo era la por Cam, no hay nada implicado ahí.-Mierda, me dije a mi mismo, ¿que estoy diciendo? Mierda, mierda, mierda.
-Estas rojo.-me dijo
-Claro que no.-le conteste justo en ese momento sentí que me tomaba el rostro y de un momento a otro sentí que me dio un pequeño beso, definitivamente en ese momento mi corazón se detuvo, pero lo aparte.
-¿Que estas haciendo?-dije nervioso.-yo...yo... mejor, veamos la película.- no quería ni voltearlo a ver.
-Eres un menso.-me dijo
Yo solo le sonreí, la peli termino.
-¿Nos volveremos a ver?-pregunto.
-Solo si tu quieres.-le dije
-Si quiero.
-Sabes, no lo entiendo.-dije al recordar una charla que aviamos tenido.-Pero, tu dijiste que todavía estas en el closed, y me diste un beso en la sala de cine.
-Ya se, pero es que estaba oscuro, y en la mañana casi no hay gente.
-¿Y tu enserio quieres tener algo en secreto?
-Si, ademas a ti casi no se te nota ni a mi, podríamos intentarlo.
-Ya estuve con alguien así, y es muy doloroso para todos esa situación, creo.-sentí una punzada en mi pecho, la verdad era triste.-Te veré hasta que no te de pena ser quien eres en verdad.
-Pero.-dijo tratando de tomarme la mano para detenerme pero paso una pareja de ancianos y se abstuvo.-Yo de verdad, de verdad quiero volver a verte, me gustas enserio y siento algo que no se que es, y apenas te conozco lo se y puede sonar idiota pero es cierto.
Le di unos golpecitos en el hombro antes de suspirar y decirle.
-Ya estuve antes con alguien así, ya te dije las condiciones, no estoy dispuesto a estar con alguien que no puede aceptar quien es.
-Por lo menos dame un tiempo, por fa.-me dijo suplicante.-lo are, pero permiteme salir contigo.
-Ok.-le dije.-Pero espero y no tardes mucho.
-No.-dijo.-Solo permiteme.
-Claro.-le dije- si pudiera darte un beso, te lo daría ahorita.-por que tu también me gustas.
Ambos empezamos a caminar, no me di cuenta el momento en que salimos de la plaza y llegamos a mi casa.
-¿Estas solo?-Me pregunto, yo solo asentí con la cabeza.-¿Puedo entrar?
-No.-le dije, esta ves quería empezar bien, cuando vi sus ojos cafés sentí que mi cuerpo desistía ademas estaba muy cansando de la noche anterior.-Sera otro día, ahora solo quiero dormir.
-Claro.-Me dijo, miro a todos lados para ver si no venia nadie y nos dimos un pequeño y breve beso, antes de que entrara a mi casa, ese día estuvo bien, me hubiese gustado aprovecharlo al máximo, no sabia lo que me esperaba en unos días, yo no sabia lo que a todos nos esperaba en unos días.

 

Por alguna razón me levante muy temprano al siguiente día, mire mi celular para observar la hora, eran las ocho de la mañana, demasiado temprano para mí, tenía muchos mensajes en el móvil.

-Buenos días: P- ponía Miguel, el chico de la cam con el que me había encontrado el día anterior, por alguna razón me sentí sonrojado, nadie nunca me había mandado mensajes de buenos días, decidí responder con una carita sonriente.

-Hijo, ¿Cuándo vendrás? Te estamos esperando, ojala no tardes, ya te quiero ver, te amo.- Era un mensaje de mi madre, el resto eran de tipos que habían conseguido mi numero por la web, incluso el chavo de la noche pasada me había dejado casi veinte mensajes para quedar de nuevo, pero la verdad yo no solía repetir, al menos que el chico estuviera muy bueno.

-Claro mamá, hoy viajare, nos vemos, te amo también.-respondí al mensaje.

Empecé a hacer mis maletas, Salí y recibí directamente los rayos del sol, para mi verdaderamente era odioso, sentía que devastaba mi cuerpo sentir los rallos de la mañana, me dirigí hacia la estación de autobuses y compre un boleto a Champotón, que saldría en una hora, mientras tanto me entretuve un momento viendo la televisión que se encontraba en la sala de espera, la terminal de autobuses solo tenía ventiladores para sofocar el calor, estaba abarrotado de gente y yo me estaba adormitando cuando mi celular sonó sobre saltándome.

-¿Bueno?-Respondí, nadie decía nada, mire el número y era de mi amiga Paloma, que estaba en Paris.- ¿Hola?

-¿Quién habla?-Me respondió casi en un susurro mi amiga del otro lado de la línea.

-Rodrigo.

-Rodrigo, tengo miedo-empezó a llorar, escuche que había en el fondo unos gritos y unos sonidos extraños.-No sé qué pasa, Dios mío… RO…

-Deja de bromear Paloma.-Dije recordando las bromas de mal gusto que me había hecho antes que habían sido similares, pero antes de que me respondiera la llamada se cortó, trate de llamarla otra vez pero esta vez la llamada no entraba y me mandaba a buzón de voz, en ese momento me sentí frio al ver lo que estaban pasando en las noticias.

Mostraban un cerco, y un hotel llamado EIFFEL en la distancia, varios policías impedían el paso de los reporteros y muchas personas a la zona donde estaba el hotel, un pequeño anuncio debajo de la imagen expresaba,

“en vivo, ataque terrorista a hotel en Paris”.

Marque varias veces más nervioso, pero Paloma no me respondió, lo único que podía hacer era esperar a saber algo de ella después, en mis adentros deseaba que no le pasara nada

Tome mi autobús, y me la pase durmiendo las dos horas de camino. Cuando el autobús se iba acercando a mi ciudad, puede ver la hermosa playa azul, el faro y todo el pueblo que se extendía por la costa.

Mande un mensaje a mis amigos.

-Ya estoy aquí.

-Que bien, ¿Saldremos hoy?- Me respondió Lena casi inmediatamente.

-Claro. ¿Ya están todos los chamacos aquí?

-Bueno, Esta Kimi y Anna, Diego todavía no responde.

-¿Crees que venga?

-Según Anna si, dice que su avión sale mañana.

-Bueno, nos vemos en la noche.

-Ok.

Al bajar del autobús sentí la brisa golpear mi rostro, eso siempre me había encantado de mi pueblo, que no era precisamente un pueblo pequeño, en los últimos años había crecido, gracias al turismo, en ese momento, lo vi. La persona que menos me quería encontrar, ahí estaba el, todos mis recuerdos se agolparon en mi mente.

Trate de mirar hacia otro lado, y note que el hiso lo mismo cuando pasamos uno junto al otro, el iba hacia el mercado que se encontraba frente a la terminal, mientras yo iba a mi casa caminando en dirección contraria, mi corazón latió con fuerza, la necesidad de darle un golpe me llego y me contuve, ¿Por qué tenía que encontrarme con el precisamente cuando estoy llegando? Definitivamente alguien en algún lugar se había empeñado en arruinarme la existencia, desistí de irme caminando y para alejarme lo más rápido de él tome un taxi. Él era Jairo, un niño tonto que me había arruinado mi existencia durante cuatro años con una relación clandestina que al final resulto mal cuando mi esperanza de que saliera del closet se rompió cuando se buscó a su queridísima novia.

Cuando llegue a mi casa, me llene de felicidad, olvidándome de aquel detestable encuentro, abrase a mi hermana con fuerza y a mi madre, y tome en mis brazos a mi hermanito de un año, besándolo una y otra vez, él se reía, tenía varios meses que no lo veía y por un momento pensé que se iba olvidar de mí, le entregue el niño a mi madre y metí mi maleta a la casa donde me instale en mi cuarto, que bien se sentía estar sobre mi cama nuevamente y ese fue un pretexto para mi cuerpo para quedarme dormido.

Cuando me levante ya era de noche y tenía un mensaje de Lena.

-Rodri mis papas quieren ir hacer compras a Campeche, creo que hoy no se podrá. Será mañana. Ya les avise a Anna y a Kimi.

-Ok.-respondí, y fue mi pretexto para continuar durmiendo. Durante los primeros días de vacaciones me la pasaba enteramente en la cama, necesitaba recuperarme de todas las noches de insomnio de la universidad.

 

Día 3

Unos ruidos me levantaron, como a las ocho de la mañana mi mamá se había levantado a preparar el desayuno, mi hermana jugaba con mi hermanito tirada en el suelo.

-¿Qué haces?-pregunte soñoliento.

-Preparo Hot cakes.- dijo mi madre.

Mi celular vibro.

-Hola.-decía el mensaje de un número desconocido.-Soy activo, de Champotón, soy casado pero mi esposa no está en casa, está de vacaciones en Mérida, soy marino.

-Hola, también soy activo.-conteste mientras me sentaba en la mesa.

-Pues no hay problema, ¿Cuánto te mide?

-Como quince centímetros, creo, en realidad no me he tomado tiempo de medirme de ahí

-Ok, podemos vernos dentro de tres horas.

-¿En dónde?

-En el parque principal.

-Ok ahí nos vemos.

Después del desayuno, le invente a mi mamá que me iba a ver a mis amigos, y me fui al parque principal, el marino no era lo que esperaba, era gordo y chaparro, tenía una barba mal rasurada, después de hablar un rato, me llevo a su casa, observe los juguetes de sus hijos amontonados en un lado de la sala, y vi algunas fotos de su mujer, era muy bonita y por un momento me sentí mal por ella y por él, jamás me hubiera atrevido a vivir esa mentira, todavía no entendía que problema tenía la gente a veces para aceptar su sexualidad, entonces mientras él se marchaba a la cocina, encontré un altar con una gran cruz de madera y algunas veladoras encendidas, el tipo trajo un par de cervezas encendió la tv y se sentó a mi lado.

-¿Qué tal mi casa?

-Modesta, pero bien.-respondí, la verdad no era gran cosa estábamos un poco a oscuras ya que todas las cortinas estaban corridas, el tipo se había percatado antes de entrar que nadie nos viera.

En ese momento escuche que en las noticias decían algo de chile, justo en ese momento el tipo empezó a besar mi cuello y acariciarme la pierna, pero fije más mi atención en los que las noticias decían.

-Se han presentado varios casos de un nuevo tipo de rabia en varios hospitales, Chile, Uruguay, Brasil, Argentina, han registrado en total en América del sur ciento cincuenta y tres casos, la mayor cantidad de infectados se encuentra en Chile.

En ese momento mi celular sonó.

-Espera-dije mientras el viejo se disponía abrirme los pantalones.

-¿Bueno?-dije contestando mi celular

-Hola Rodri… soy Anna, te hablo para preguntarte si sabes algo de Diego, supuestamente su avión creo que salía hoy o ayer no estoy segura, pero tiene tiempo que no me responde las llamadas.

-No, de hecho no le he intentado hablar.

-Por fa si de casualidad sabes algo podrías avisarme, estoy un poco preocupada.

-Ok, voy para halla.-dije, fue lo primero que pensé para salir de los brazos del viejo que estaba frente a mí.

-¿Cómo?-pregunto Anna un poco confundida.

-Si mamá horita voy.

-Ha ya entendí.-dijo Anna, casi todos mis amigos ya sabían de mis aventurillas y en algún momento los había utilizado para zafarme de citas indeseables, no me gustaba rechazar a una persona directamente, ya que nunca me gustaba herir sensibilidades ajenas.-Bueno Rodri, nos vemos luego.

-Si.-conteste colgando el teléfono.-Lo siento me tengo que ir

-¿Enserio?-dijo el viejo no muy convencido.-¿Por qué no terminamos?

-Me tengo que ir, es urgente.-dije y el anciano me miro con una cara de capricho.

-Lo siento, será otro día.

-Está bueno.-dijo, soltándome.

Me puse de pie y me marche de la casa, aliviado de que la cosa no hubiera llegado más lejos, por alguna razón mientras caminaba, las noticias resonaban en mi cabeza, semanas anteriores recordé que en algún lugar había leído un artículo de una nueva enfermedad que se parecía a la rabia, y se habían presentado varios casos en Australia, Japón y en algún otro lugar de oriente.

Tome mi celular para llamarle a Diego, pero me mandaba directo al buzón de voz, luego trate de llamarle a Paloma, pero sucedió lo mismo.

-Ya estoy en Champotón.- me mandó un mensaje Lena.- ¿Salgamos a cenar hoy?

-Claro.-respondí.-¿Ya le avisaste a los chamacos?

-Claro, dijeron que haya estarán.

Cuando levante la mirada lo vi otra vez, a Jairo, caminando así mí. Sentí que mi corazón volvió a latir con fuerza, y paso a mi lado sin alzar la mirada.

-Oye.-le llame, el solo se detuvo pero no se dio la vuelta para verme.-Me gustaría hablar contigo.

-Yo no tengo nada que decirte.-me contesto dando la vuelta.-Rodrigo, ya, déjame en paz, ya supéralo, no hay nada más que decirnos entre nosotros.

-Conocí a alguien.-dije, por alguna razón tenía muchas ganas de decírtelo.

-Bien.-me dijo volteando a ver asía todos lado.-Felicidades por ti, yo voy a ver a mi novia horita.

-¿Sigues con ella?-pregunte, sintiendo una punzada extraña en mi pecho.

-Eso es algo que a ti no te interesa.-dijo dando la media vuelta y marchándose.

Sentí una extraña sensación en el estómago y unas fuertes ganas de golpear algo, ¿Por qué? Si lo odiaba tanto yo era el que siempre le hablaba, no me entendía y solo le hablaba para hacerme daño, respire hondo y preferí seguir de largo.

El resto del día me la pase con mi familia, en una comida preparada por mi madre y mi abuela, todo el tiempo tratando de no pensar en Jairo, la verdad ya habían pasado casi tres años pero por alguna razón cada que lo veía de nuevo sentía lo mismo, y siempre, me lo tenía que encontrar en la calle, era una especie de maldición cuando llegaba a Champotón.

En la tarde llego la salida con mis amigos, nos las pasamos hablando como siempre de mamada y media, cuando todos se hubieron ido me quede solo con Lena, recostado en el pasto viendo las estrellas.

-¿Cómo sigues con Jared?-Pregunte.

-Pues.-dijo después de un hondo suspiro.-No sé, pero la cosa sigue rara, me lo he encontrado a veces por la calle, es una desventaja de que no hay muchos lugares a donde ir aquí, pero dentro de lo que cabe todo esta raro, nos volvimos a ver, y me dio un beso, la verdad no sé lo que busca.

-Que malditos son los hombres.-dije sonriéndole.

-Claro que lo son, tú principalmente, siempre están rompiendo corazones.

-Claro, ya ves, uno que es irresistible.-respondí y ambos reímos.-recuerdas cuando empezó todo este drama, tú con Jared y Yo con Jairo.

-Sí, cuando fuiste mi novio.-dijo tomándome la mano.-Por tu culpa, empezó todo mi drama.

-Pero me lo agradeces todavía.-dijo sonriéndole y tocando la nariz con la mía.-Sin mi tu vida hubiera sido muy aburrida.

-Eres un maldito, Rodrigo.-dijo dándome una palmadita en la cabeza mientras reía.

-Pero me amas.-dije entre dientes tratando de darle un beso, pero ella se movía de lado a lado riendo.

-Eres un culero.-dijo Lena.-Pero tal vez si tuvieras los labios más gruesos me gustaría más darte un beso.

-Ya entonces no te daré nada.-dijo apartándome fingiendo enojo.

-Y tu ¿Cómo estás?-Pregunto

-Pues bien, conocí a alguien.-conteste

-¿Enserio? Y es alguien de los de siempre, o es alguien que vale la pena conocer.

-Pues tal vez si valga la pena conocerlo, se llama miguel.

-Ya era hora.-dijo sonriendo y sentándose inmediatamente.-¿Y cuándo me lo vas a presentar?

-Pues no se.-dije riendo.-Te ves más emocionada que yo.

-Pues.-dijo Lena.-Ya era de que tuvieras a alguien, después de lo último.

-Si ya se.-dije mientras ella checaba la hora en su celular.

-Ya me tengo que ir, ya se cumplió mi toque de queda.

-Ok, te llevo a tu casa.

Ambos caminamos a su casa hablando sobre cosas de la escuela, no estudiábamos en la misma escuela pero si la misma carrera, nos llamó la atención dos coches blancos y azules que tenía logotipos de la ONU que pasaron por la avenida, y se dirigían a la carretera tal vez hacia Mérida. Era raro porque nunca habíamos visto esa clase de vehículos aquí en el sur del país, por lo menos en Campeche jamás había visto ningún vehículo de la ONU. Pero rápidamente nos desinteresamos por el tema.

Cuando llegue a mi casa, mi madre tejía mientras veía las noticias.

La nueva Rabia llega a México, se han presentado más de veinte casos, muchos se han registrado en Veracruz, Monterey, México, y dos casos en Mérida, se aconseja a los ciudadanos mantener máxima higiene en sus alimentos.

Decidí irme a mi habitación y conectarme un momento al Facebook, después de un rato me puse a ver videos en YouTube y me quede dormido sin más, mañana sería el primer día que marcaría toda una generación.

 

El olor de la comida me levanto, mi estómago rugía, eran las doce del día, lo primero que hice fue checar si no tenía ningún mensaje en mi celular, me sentí un poco mal porque después de tanto tiempo Miguel no me había llamado, pero tenía un mensaje. De José Alberto. Desde hace un tiempo intentaba contactarme con él, sabía que era de Champotón y estaba muy bueno, desde hace un tiempo atrás tratamos de conocernos sin éxito.

-Hola, ¿Nos podemos ver hoy? Te invito a comer al mercado como a las dos de la tarde.-decía el mensaje, me senté en mi cama y respondí.

-Claro, ¿dime donde nos vemos?

-Por el mirador del malecón.-me dijo, el mirador estaba enfrente del mercado, era una sesión del malecón que estaba un poquito elevada que las demás, donde se podía observar parte del lugar donde los pescadores descargaban su pesca que se encontraba a un lado.

-Claro.-conteste.-Nos vemos ahí.

Encendí el televisor mientras mandaba mensaje a Anna.

-¿Ya pudiste comunicarte con Diego?

No me contesto, así que me puse a cambiar los canales, hasta que encontré una nota interesante en un noticiero.

“La nuevas vacunas contra la mutación de la Rabia serán administradas por las brigadas del sector salud durante toda la semana, con apoyo de la ONU y la OMS las vacunas serán distribuidas por todo el territorial Mexicano”

Curioso pensé, que los estadounidenses estuvieran interesados en la salud de los mexicanos, de seguro era una clase de conspiración.

-Ya me puede comunicar con el.-Me contesto Anna.-Dice que viene en camino, su avión sale en una hora, perdió el vuelo de ayer por que pensó que llegaría a tiempo, pero el trafico lo detuvo.

-¿Y eso que no midio el tiempo?

-Pues no se, dice que mucha gente esta viajando.

-Bueno, entonces hay que planear algo con los chamacos para salir todos juntos, podemos salir hoy, vamos al antro.

-Yo si voy, Kimi no creo ya ves que a pesar de todo la mamà la sobre protege demasiado y Lena esta en Campeche.

-¿Y eso?

-Su papá quiso ir a comprar ropa o algo asi, ya ves que el señor busca cualquier pretexto para irse a Campeche.

-Si ya se.

-Pero me imagino que hoy mismo regresan.

-Pues yo creo que sí.

Baje las escaleras y probé un poco de lo que mi mama estaba preparando, luego le dije que tenía que ir a ver a Leonor, y Salí a toda prisa para encontrarme con José, en mi camino hacia el mirador, observe un pequeño módulo de salud donde estaban aplicando vacunas, a su que rápidos, pensé se me hiso muy curioso que hubieran sacado una vacuna a solo unos días que la enfermedad había iniciado en México, pero si vi que el pequeño modulo tenia un logotipo de la ONU. Llegue al mirador del malecón, y vi que había mucha gente amontonada viendo hacia el mar.

-Hola.-le dije a un chavo que estaba apartado de la multitud, escuchando música de su celular.-Tu eres José, ¿verdad?

El asintió con la cabeza.

-Y tu Rodrigo, Hola.- me extendió la mano, eran manos toscas y duras como las de una persona que trabaja mucho, me agrado la sensación que medio al tocarlas.

-¿Qué miran?-Pregunte a José.

-Creo que otro borracho se cayó del malecón.

Eso era muy normal en Champotón, el malecón no tenía alguna especie de barrera o algo asi, solo una línea que servía como asiento, estaba un poco elevado y en la orilla donde las olas anotaban había piedras muy filosas, solo se podía acceder sin peligro por el lado donde desembarcaban los pescadores, a esa hora del día, ningún pescador se aparecía.

Me acerque un poco entre la multitud y alcance a ver un cuerpo que flotando en el agua, dos policías, se habían metido al mar para sacarlo, el hombre parecía ser Europeo o algo por el estilo, me quede observando más por nada por el morbo, lo llegaron llevar a la orilla a la pequeña plataforma de concreto donde se dejaba la pesca, en ese momento, el Europeo se movió rápidamente, y vi como mordía en el cuello a uno de los policías, la sangre empezó a brotar y la gente exclamo gritos sorprendida, el compañero del policía trato de separar a ambos hombres, los gruñidos del Europeo parecían más de un animal que de un hombre.

El policía lleno de sangre, trataba de taparse el hueco de la herida y quitarse al hombre al mismo tiempo hasta que quedó inmóvil, empezó temblar violentamente, justo en ese momento el policía ataco a su compañero mordiéndole del brazo y el Europeo a un lado en el rosto, la piel se arrancó inmediatamente del rostro del pobre policía que gritaba de dolos, la gente se empezó a marchar a paso veloz, alguien en la multitud exclamo “Es la Rabia” Mucha gente de las casas vecinas al malecón, observaban curiosas desde las puertas de su casa, mientras la gente se marchaba aprisa, en ese momento, ambos policías y el Europeo se lanzaron a la poca gente que quedaba, sentí que la sangre salpico mi rostro, no podía moverme, mis ojos estaban muy abiertos, mi respiración se había agitado y no sabía que hacer, el contacto de la sangre eso que mi cerebro se apagara, no vi cuando el Europeo venia corriendo hacia mí.

-¡HANDA MUEVETE!-Me grito José, yo lo vi como si estuviera muy distante, como si me hablara en cámara lenta, y me eche a correr al ver que ese hombre iba tras de mi pero se desvió y tomo a una pequeña niña de unos tres años de edad, el horrible grito de la madre, tratando de liberar a su hija erizo mi piel, un par de hombre se detuvieron ayudarla golpeando con fuerza a ese ser, en ese momento, mientras corría alce la mirada, las casas de dos pisos estilo colonial estaban repletas de gente que veían como los de abajo corríamos y señalaban con el dedo, un chico en una ventana gritaba como loco.

-¡ZOMBIES! ¡SON ZOMBIES!

El tráfico de los vehículos se había parado, por miedo a atropellar a alguien, vi como algunos conductores bajaban de sus vehículos, iba llegando al parque principal, aun lado del parque se encuentra la instalación de los marinos, dos combos se apartaron del parque cargados de marinos, otros iban a pie con armas y en un momento empezaron los disparos, me refugie en uno de los pilares del palacio municipal, tome la mano de José, las balas no solo mataban a esas cosas, si no también a gente sana, fue un momento fugas, lo vi como a cámara lenta, la cabeza de José estallo, la sangre salpico mi rostro y cayó al piso, yo todavía me aferraba a su mano, no pude evitar derramar unas lágrimas, mire a mi lado izquierdo, y vi a una de las amigas de mi hermana, tirada en el suelo, con una criatura mordiéndole el cuello, gritaba y estiraba la mano para que alguien la ayudara, llore aún más al recordarla, era una de las mejores amigas de mi hermana, la había visto desde niña, siempre con sus dos coletas, muy risueña, sus bromas y su actitud siempre eran positivas a pesar de las fuertes carencias económicas de sus padres, mire a mi lado derecho, una anciana que casi no podía correr lloraba, traía acuestas un montón de fruta que vendía, sus ropas eran humildes, su vestido blanco se llenó de sangre por las balas y cayó al suelo, vi un poco a la distancia, una mujer que abrazaba fuertemente a una pequeña niña y la apretaba fuertemente a su pecho.

-¡A MI HIJA NO! ¡A MI HIJA NO!- gritaba desgarrándose la garganta, varios seres que se habían multiplicado la rodearon.

Lleve mis manos a los oídos, la columna recibió todas las balas, y de repente todo quedo en silencio, en ese momento un soldado, apareció y yo me quise fundir con la columna para que no me viera, venía acompañado de un doctor, que se inclinó, me reviso la pupila de los ojos, y luego el soldado paso junto a mí su perro, me levanto y el doctor me dijo, vete a tu casa, camine, había varios cadáveres forrando el suelo, los soldados los revisaban, vi a varios caminar, unos cubiertos de sangre, niños que lloraban, otros heridos, varios tapaban las calles, y a fuerzas tenías que pasar junto a los soldados, parecía que esperaban que algo así sucediera, mientras iba caminando lentamente a mi casa, junto con toda esa gente que caminaba con la misma mirada perdida, derramando lágrimas, cubierto de sangre, un carro anunciaba, que del baluarte, que es un parque en Champotón que se encuentra sobre el malecón, a puesta del sol, un antro, y toda la región del centro de Champotón, que era, el mercado, palacio municipal, oficinas de gobierno y el parque principal, el paso quedaba estrictamente prohibido, mucha gente nos observaba desde sus casas cuando pasábamos, curiosas pero a nadie se le ocurrió preguntar, algunos de los que habíamos estado ahí empezaron a correr a sus casas.

-¿Qué te paso hijo?-fue lo primero que pregunto al llegar, no puede responderle, encendí el televisión por alguna razón, en un noticiero local.

Un reportero hablaba, decía que la gente se había refugiado dentro de las murallas del Campeche colonial, y mostraba escenas de personas tratando de entrar al Campeche colonial golpeando las puertas viejas de madera, había una fila enorme de automóviles, que trataban de salir de Campeche, esta escena de este Éxodo masivo entendemos que se está repitiendo en varias ciudades en el mundo, “¡AHÍ VIENEN! ¡AHÍ VIENEN!” grito alguien, la gente empezó a correr y se notó que el reportero también, la cámara logro captar algunos de esos seres bañados de sangre, que producían sonidos como de rugidos que se acercaban corriendo, la cámara se apagó, y por un prevé momento la transmisión se cortó, el programa regreso en el set, donde un hombre gordo vestido muy formal pedía oraciones por su compañero y calma a la ciudadanía.

-Lena.-empezó a mandarle mensajes, mi corazón dio un vuelco al recordar que estaba en Campeche. Lena, ¿Estas bien? ¿Dónde estás? Lena contesta

No recibí respuesta, empezó a llorar, mi madre se acercó y me abrazo.

-Hijo, hijito ¿Qué pasa?.-me pregunto pero yo no quería hablar, vi a mi hermana y fue peor.-báñate y nos cuentas luego.

Tome un baño, pero le dije a mi madre que de verdad no quería hablar de eso, subí a mi cuarto y me acosté en mi cama, llore hasta quedarme dormido cuando el carro que decía los anuncios en Champotón con una bocina enorme decía que todo había sido controlado por las fuerzas armadas, teníamos que irnos, pensé pero el sueño me gano, el llanto me canso y preferí dormir, me levantaba cada cierto tiempo al pensar que algún Zombi estuviera afuera pero esa noche fue tan tranquila como las demás.