Mi corazón lloró (UsCan, leve FrUk, RusCan)

Tema en 'Fanfics Abandonados de Temática Libre de Anime' iniciado por GAM, 8 Enero 2013.

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    GAM

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    Escritora
    Título:
    Mi corazón lloró (UsCan, leve FrUk, RusCan)
    Clasificación:
    Para adolescentes. 13 años y mayores
    Género:
    Drama
    Total de capítulos:
    1
     
    Palabras:
    7472
    Hola! Soy relativamente nueva por aquí jejeje.
    Espero que esto les agrade!
    Es de la pareja America x Canadá! (la conocían? A mi me fascina!)
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    Mi corazón lloró.
    By: G.A-motoharu.
    (OoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOo OoOoOoOoO)
    Declaimer: Los personajes de AP-Hetalia no me pertenecen sino a Hidekaz Himaruya. Mas sin embargo el Occ que sale si es todo mio.
    La historia es mía, aunque la canción en que me base no; la canción se llama 'Mi corazón lloró' y el autor es King Clave.
    Espero que les agrade.
    Luces...
    Cámara...
    ¡Acción! (^^)/
    (OoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOo OoOoOoOoO)
    Mi corazón lloró.
    PARTE I
    (OoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOo OoOoOoOoO)
    Estaba sentado en su escritorio personal en una de las habitaciones de la Casa Blanca. Hojeando y revisando papeles importantes sobre tratados y estadísticas del país.
    Estados Unidos de América, o mejor conocido como Alfred F. Jones, miraba nervioso el teléfono de su lado derecho. Estaba indeciso, ¿debía llamar o no?
    Después de todo, había pasado mucho tiempo desde...entonces. Y aunque había llamado en varias ocasiones (en muchas) podría ser que esta fuera la buena ¿no?
    Suspiro temblorosamente y pasándose los dedos por el cabello corto color arena, miro la fotografía que adornaba su escritorio de madera de roble.
    Sonrió nostálgico, en la foto aparecía él, con su chaqueta de bombardero y una playera azul celeste combinando con sus ojos. Estaba sonriendo felizmente, como un héroe. A su lado...
    A su lado, con esa sonrisa tímida pero dulce, vistiendo una camisa que decía 'I 3 NY' y que le había obligado a usar; con su cabello largo y color rubio pálido, con esos ojos color violeta mirándolo dulcemente mientras el miraba a la cámara, estaba 'el'.
    Ahí, rodeado con su brazo, estaba su hermano. Su gemelo, su amante, su complemento...
    Su Matthew.
    Su amado.
    El amado hermano a quién había abandonado y dejado solo cuando más lo necesitaba…
    Pero estaba asustado, por dios que lo estaba, fue algo realmente inverosímil, pero no imposible al parecer; había estado fuera de su mente e imaginación.
    ¡Era algo nunca antes visto ni oído ni sucedido!
    Por eso el enterarse fue un gran shock para el…para todos en realidad pero en ese entonces aun era egocéntrico y un maldito egoísta.
    Aun podía recordarlo…
    My God….aun podía rememorar cada detalle de todo.

    (OOoOoOoOoOoO Inicio de los FLASHBACK oOoOoOoOoOoOoOoOoO)

    USA estaba sentado impaciente en la sala de conferencias de la ONU en Londres, Inglaterra. Con sus notas garabateadas esperando que el alemán terminara su argumento y les permitiera retirarse así pudiera tirársele encima a su hermano, alejarlo del estúpido comunista psicópata 'amigo suyo', y llevárselo a su habitación de hotel para tener una noche R-18. Oh, yeah. ¡Sonaba taaaan cool!
    La verdad odiaba las tediosas reuniones pero ni modo, él era el héroe y debía ayudar a las demás naciones. Hahahahaha.
    Mirando fijamente a su hermano, y también su amante (en el buen sentido) que estaba cuchicheando con es ruso. Que novedad que el comunista no se había sentado encima de él de nuevo, y hasta parecía preocupado. Rolo los ojos ante esto, estaba que hervía de celos. Alemania dio por terminado su último punto, dejándolos irse en paz. Inmediatamente fue en pos de Canadá, quien no lo había mirado en toda la conferencia y se apoyaba en Rusia. Con el ceño fruncido y la ira recorriendo su cuerpo arrebató el cuerpo delgado de su hermano de las manos asquerosas del comunista psicópata provocando un quejido de Mattie; quizás fue muy brusco. Con la mirada azulada fija en los ojos fríos del ruso apretó más el agarre en el brazo izquierdo de Canadá. Quien se quejó de nuevo.
    "Auch. Al, you hurt me…" La voz baja y suave de su hermano hizo que desviara sus ojos y fijarse en su Mattie. Estaba un poco pálido, mas de lo normal, y se veía cansado. Sin quitarle la mirada oyó al ruso hablar.
    "Amerika, compañero, Matvey no se siente muy bien y lo llevare al baño, ¿da?…" Esa voz tan sedosa y esa sonrisa infantilmente tenebrosa le hicieron enfurecer.
    "¡De mi hermano me ocupo yo! ¡Para eso soy el héroe! ¡Así que aléjate, no te quiero cerca de Matthew!" Gritó causando que varias naciones, entre ellas Francia e Inglaterra, los miraran y se acercaran para saber que pasaba.
    Sin darle a nadie una explicación sobre nada, arrastro a Matt del brazo directo hacia el hotel; a pesar de las quejas de Matthew y sus regaños sumisos sobre la cortesía y la amabilidad. No tardaron mucho porque fueron en taxi, volvió a tomar del brazo a su hermano lo llevo a su suite. Cuando apenas iban entrando Matt corrió hacia el baño y ya ahí vomitó un gran rato. Confundido, desde el marco de la puerta del baño, U.S.A le pregunto que le pasaba o si había comido algo que le había hecho daño o algo si. Matthew respondió con voz ronca que no, nada de eso; pero ya estaba así desde hacia unas semanas. Sin embargo iría con doctor personal mañana para que le hicieran exámenes para saber que tenía. Esa noche y toda la tarde estuvieron acostados en la cama, dándose mimos y abrazados. América no tuvo su noche R-18 pero se la paso acariciando y mimando a un tembloroso y débil Canadá que le decía que quería comer jarabe de arce con helado y trocitos de tocino canadiense.
    (LOLOLOLOLOLOLO—Cambio de escena, días después—LOLOLOLOLOLO)
    Estaba sentado, nuevamente, pero ahora en su escritorio en la Casa Blanca en Washington DC, frente a montones de papeles de su trabajo acumulado. De pronto sonó el teléfono y contesto. Era su Mattie, pero se escuchaba un poco mal así que le pregunto que le sucedía.
    "Al, please…Necesito verte…es algo importante…Ven a mi casa lo mas rápido que puedas. Te esperare." Le dijo con voz susurrante por el teléfono, América dijo que iría de inmediato al primer vuelo y así colgó. No empacó nada, de todas formas tenia algunos pares de ropa en casa de su hermano. Tomó el primer vuelo y en unas horas estuvo frente a la puerta color café de la casa de su hermano. Sonó el timbre y Matt abrió la puerta, con voz febril le dijo que pasara. Alfred tenía el corazón en la mano pues sentía que algo no estaba bien. Canadá se sentó en el sofá de tres piezas y Estados Unidos lo imitó, sentándose cerca de él y tomándole de las manos.
    "Al… Oh Dios, Al…" Matt empezó a decir Canadá con voz vacilante y ligeramente frustrada.
    "¿Qué pasa, Mattie? ¿Qué esta mal?" Acariciando las mejillas pálidas de su hermano, América le habló con voz baja y suave.
    "Oh, Al…yo…-yo no s-se como e-empezar….yo…" Canadá parecía a punto de llorar y lo que menos quería América era tener a una nación en crisis, menos si era su hermano.
    "Tranquilo, Matt… Cuéntame qué pasa ¿Tiene que ver contigo?" Le preguntó y al ver asentir afirmativamente a su gemelo se aventuro más. "¿Tiene que ver con estar sintiéndote mal últimamente? ¿Fuiste al doctor? ¿Estas enfermo?" Bien, tal vez fueron demasiadas preguntas porque algunas lagrimitas se le escaparon a su hermano, limpiándoselas debajo los lentes lo animó a seguir.
    "O-oui…fui al do-doctor…y…n-no…." Respirando hondamente su hermano respondió. "N-no. No es una enfermedad…My God, Al… ¡no se como decirte esto! ¡Estoy tan asustado! Jamás pensé que…nunca yo creí que… ¡Somos hombres, maldita sea!" Asombrado por la erupción de Matthew, América le respondió.
    "Calma, brother. Me estas asustando, dime que sucede…I love you and I'm here…"Le consoló con ese tono de voz que solo usaba para su hermano.
    "Al…yo también te amo, mucho. Y te necesito más que nunca." Canadá le sonrió a su hermano. Matt alargo su mano y tocó las mejillas de su gemelo del sur. "Al…e-esto…esta situación es tan increíble que…Necesito que estés conmigo, Al…te necesito tanto…" La plegaria en la voz de Matt lo aturdió pero respondió fuerte y claro.
    "Mattie, si…Yo te amo y estoy aquí para ti…Pase lo que pase, no puede ser algo tan malo. Y si lo es, no me voy a ir de tu lado; sea lo que sea, my love"Le afirmó, sintiendo otra vez ese presentimiento de que algo sucedería.
    La voz de Canadá pareció adquirir ilusión y alegría. Sonrió ante el brillo en los ojos violetas de su hermano.
    "Al…seremos padres…por muy imposible que suene…" ¿Qué? Fue lo primero que pensó América. "Al...tu sabes que aunque parezcamos humanos y todo eso, no lo somos...sino esto no seria posible..." América estaba callado, sus ojos fijos en algún punto y su mente trabajando a mil por hora. "Fui al d-doctor...y no estoy enfermo, m-mas b-bien..." El apretón de manos que le dio Matt le bastó para mirar el rostro de su hermano gemelo. Sus ojos brillantes y abnegados de lagrimas, su sonrisa suave y tímida...y sus palabras… "Estoy embarazado" Tres segundos después de esa declaración soltó las manos de su hermano del sur como si le hubieran dado toque. Se paró del sofá de golpe y miró a su gemelo del norte con los ojos abiertos y la respiración trabajosa. "¿Al?" La voz de su hermano llamándolo lo desaturdió. "¿Al? ¿Alfred?" Su hermano del sur le llamó.
    "¿¡Qué!?...¿¡Qué estas diciendo, Matt!? Tú... ¡debes estar bromeando! ¡No puede ser verdad! ¡Somos hombres! ¡Matthew si es una fucking broma déjame decirte que es de muy mal gusto! ¡Es horrible!" Gritó más de lo que debió, tomándose los cabellos color arena entre sus dedos.
    "Al, n-no...¡Yo no b-bromearía con a-algo así!" Le intento gritar de regreso Canadá pero solo salió en un tono bajo. "Al...estoy esperando un bebe...estoy asustado...soy un hombre pero también soy una nación...son posible muchas cosas y-" Fue cortado por América.
    "¡No, Nononono! Por Dios Matthew, ¡eres un hombre! ¿¡Como podrías embarazarte!? ¡My God!" Estaba histérico, daba vueltas por la sala de la casa de Matt como león enjaulado, su respiración agitada y su cabeza punzando. "¡Esto es una mierda! ¡Jamás había oído algo así! ¡Debe ser mentira! ¡A fucking lie!" Su voz empezaba a tornarse desesperada.
    "Al, cálmate please...yo igual estoy confuso. Ayer hable con China y me dijo que vendría de inmediato para ver la situación y luego las demás naciones-"
    "¿¡Piensas decirlo!? ¡Matt, como piensas que lo tomaran! ¡You are a fucking man and you are pregnant!"Se tomó la cabeza con las manos, empezaba a perder el control de sus palabras.
    "L-lo se, Al...yo t-también estoy asustado, p-pero te t-tengo a ti...estamos juntos y-"
    "No" Susurró América. "No, Matt...C-como... ¿Como podría yo?..." América estaba frustrado, enojado y no sabia por qué. "¡Como podría yo con esto, Matt!?"
    "Pe-pero Al...Tu dijiste que estarías conmigo... ¿¡crees que no pienso que esto es tan inverosímil y extraño!?" Canadá hacía todo lo posible por levantar el tono pero siempre salía débil.
    "Yo te dije que estaría contigo pero...Pero esto me supera, ¡soy un héroe per no puedo con todo! Menos con...con ¡'eso'!" Dijo apuntando al, por ahora, plano estómago de Matthew. Eso fue el colmo para el canadiense.
    "¡No lo llames así, Alfred! Es tu hijo. ¡He's our baby! ¡Our son!" Gritó el canadiense con voz raramente alta que le desgarro la garganta.
    "¡NO! No, Matt...No." Negando con la cabeza empezó a retroceder. "No lo hare. Eso...eso no. S-soy el héroe pero no..." Divagaba y empezaba a temblar de rabia contenida. "Eso es tan extraño... ¡eso es...fucking raro! ¡¿Un hombre embarazado?! ¡No me jodas Matthew!" Miró a su hermano gemelo del norte levantarse con la mirada enojada y a la vez tan herida y sola. Acercarse a él y tratar de tocarlo. Pero América lo rechazó. "¡No me toques, maldita sea!" Gritó aun más fuerte. Sus hermano empezó a llorar y llamarlo por su nombre diciendo 'Please's. Pero él solo tenia atiborrada la cabeza de información y no podía pensar bien.
    Alfred, please, listen to me!...Te necesito...te necesitamos-" Alfred negaba con la cabeza.
    "¡No! ¡No Matthew! Estas solo en esto. I'm sorry" Dando un paso más hacia la puerta volvió a hablar. "Es tu problema...yo...no se...yo... ¡no me hagas esto!..." Susurró por lo bajo sin mirar el rostro tan herido de su amado hermano canadiense. "Yo... ¿¡como sé que es mio!?" Ya América no sabía las estupideces que decía.
    "¿Cómo?" Preguntó incrédulo Canadá. ¡¿Cómo fue posible que América hubiese dicho eso?!
    Incluso Alfred igual sabia que era una idea idiota. ¿¡Como no iba a ser ese bebe suyo!? Canadá había estado solo con él, ¡su primera vez había sido con el! ¡Estaba seguro! Su hermano era enteramente fiel...pero esta situación simplemente era extraordinaria.
    "I'm sorry Mattie...I can't with this...I can't..." Y dicho esto se alejó de ese lugar, se alejó de ese hombre...al que tanto decía amar. Salió de la casa ante las suplicas, sollozos y gritos de Matthew pidiéndole perdón y que se quedara.
    Corrió y corrió hasta que pudo tomar un taxi y se fue directo al aeropuerto, sin importarle nada, ni nadie. Ya ahí, tomo el primer vuelo aEngland y fue a casa de Arthur...tenia que olvidarse de todo y de todos. Tenia que sacar de su cabeza las palabras, las lágrimas y el rostro de su hermano.
    Tenia que olvidarlo todo y centrarse en el solamente.

    (LOLOLOLOLOLOLO—Cambio de escena, 2 semanas después—LOLOLOLOLOLO)

    América estaba sentado el sofá favorito que tenia en la casa de Inglaterra. Con aspecto desalineado, ojeroso y tomando la onceaba taza de café del día veía la lluvia caer desde la ventana. ¿Porque el clima en Londres era siempre tan nostálgico?
    Le hacía recordar cosas que no quería aun recordar, ni pensar. Quitándose los anteojos y pasándose las manos por los ojos cansado y opacos color azul oyó a Arthur llegar. Sin mirar al recién llegado, que venia acompañado de Francia, le dio un sorbo a su café negro.
    "América..." Lo llamó Inglaterra pero no respondió. "Tus jefes preguntan por ti...todos en la reunión lo hicieron..." La voz cruda pero vacilante del inglés le hizo recordar todas esas llamadas de sus superiores ordenándole que regrese porque había problemas en el país, problemas en la frontera canadiense más bien.
    "No me importa...por mi que se jodan..." Respondió América con la voz ronca y autómata.
    "Alfred...no puedes seguir así...You have to talk to him...Look..." Escuchó a England acercarse suspirando hacia el pero no hizo amago de nada. "Hoy lo vi..." Comentó el ingles al americano, quien se tenso pero lo miro a los ojos, a esos ojos verdes que mostraban tristeza, enfado y otro sentimiento que no pudo diferenciar. ¿Era ilusión? ¿O simplemente culpa? Quizás lo último, porque eso debía sentir las naciones europeas ahí presentes por dejar que su moral y educación predominara; adquiriendo la misma posición que Alfred; repudiando lo desconocido. Discriminando lo extraño y rechazando a un ser que aun crecía dentro de su gemelo. Entonces quizás si era culpa lo que sentían, y deberían sentir. "He is...good. Aun es increíble todo así que, las naciones están un poco sorprendidas...Los nórdicos están felices y emocionados...China no para de hacerle preguntas y Rusia lo cuida mucho." Apenas terminó de decir lo último, el anglosajón, se arrepintió porque los hombros de América se tensaron y apretó los puños.
    "¿Oh yeah?" Respondió con sorna el americano. Era de esperarse, ese ruso comunista era como un buitre.
    "Alfred...esto no les hace bien a ninguno de los dos..." Comenzó el ingles con ese tono de sabiondo."Maybe you should...-"
    "No" Respondió tajante el rubio americano.
    Inglaterra miro a Francia, que curiosamente estaba callado desde la llegada.
    "Estados Unidos. Tienes que hablar con Matthew. Hablar frente a frente y resolver esto...Sino él va a-" Nuevamente el inglés fue interrumpido.
    "Ya eh dicho que no, England" Respondió colocándose las gafas de nuevo.
    "Maintenant, j'ai erré gosse(Ya me cansaste, mocoso-en francés)" El grito de Francia alertó a los dos hombres rubios, pero no preparo al americano para ser levantado del cuello de la camisa y ser golpeado en la barbilla por el 'débil' país del amor.
    "¡Francis!" Le gritó alarmado Gran Bretaña a su amante, yendo a ayudar a Alfred quién sangraba por una herida de piel abierta en la quijada.
    "¡Ya me canse de estar escuchándote, grande crétin!" Gritó el galo al estadounidense aturdido en el piso. "¿¡Crees que eres único que sufre!? ¿¡Crees que eres el único afectado!? ¡¿Pues no, idiota!? ¡¿Sabes como esta mon petite?! ¿¡Lo sabes!?" Cuestionó en voz alta el país europeo al americano menor. "¿¡Sabes lo difícil que es para él!? ¡Mon Deiu! ¡Que es una nación hombre embarazado! ¡Algo jamás antes visto o sucedido! ¿¡Sabes cómo está!? ¡Está muerto de miedo, aterrado! ¡Se siente enfermo cada dos por tres y entra en crisis a cada hora!" Francia gritaba despotricando frente a un shockeado América y un sorprendido Inglaterra. "¡Él es apenas un niño! ¡Y esta enfrentando todo esto solo! ¡ ¿Por qué?! Porque el cobarde de su hermano, el que decía amarlo por sobre todas las cosas, ¡decidió ser un maldito bastardo y abandonarlo cuando mas lo necesitaban! Confié en ti, Amérique. ¡Te confié a mon petite Matthieu para protegerlo y cuidarlo! ¿¡Y qué hiciste!? ¡Lo abandonaste a su suerte cuando te topaste con algo desconocido!"Respirando agitadamente, Francis no parecía que pararía pronto. "¿Sabes?... ¿tienes una maldita idea de lo que mon Matthieu esta sufriendo? ¿¡Eh!? Luchando solo, ¿¡sin apoyo mas que el de los nórdicos y Russie!? ...Porque nosotros también fuimos unos bastardos y le dimos la espalda..."Francia soltó una risa amarga y se sentó pesadamente en una silla cercana.
    "Porque fuimos igual unos cobardes...Renegamos a nuestro Matthew" Murmuró Inglaterra aun parado cerca de Alfred, con desdicha y arrepentimiento.
    "Sabes, Amérique...él esta feliz...eso le dice a todo el mundo. Nadie sabe quien es el padre...sospechan de Russie, pero Matthieu no ha dicho nada...Sé que piensa que es mejor así...para no arruinarle la vida a alguien" Comenzó de nuevo a hablar el europeo mayor, pero ahora con voz baja pero dándole una mirada rápida pero penetrante mirada al americano. "Usa su capucha roja de siempre ahora...no sé si sea mi imaginación pero creo que ya se le puede notar la pancita..." Comentó con voz susurrante pero escuchada. "Siempre esta comiendo..." Francia soltó una risitas "Se acaricia despacito el estomago y bebe mucha agua. Baja con cuidado las escaleras y escoge el asiento más cálido. Ha dejado de cargar a su oso pero lo deja en su regazo cuando duerme en las reuniones..." La voz adquiría más y más tono de pesar. "El será una buena mama, Amérique...y ese bebe será el mas amado y afortunado por tener a Matthieu..." Francia se tapó el rostro con la mano en son de arrepentimiento e Inglaterra fue con él para ponerle una mano en el hombro.
    "Los Nórdicos no nos dejan acercarnos y Rusia a amenazado con romper relaciones si lo hacemos. Ese sujeto esta apoyando a tu hermano en todo momento" Espetó el ingles. Y su voz tomó más amargura. "Además...Canadá se saldrá de la Commonwealth y de otras agrupaciones." Afirmó el inglés. América sorprendido lo miró.
    "¿Q-qué?..." Cuestionó América con los ojos abiertos por sorpresa e incredulidad.
    "Lo que oíste. También, Canadá hará una alianza con Rusia y Dinamarca para crear una defensa armada en su tierra misma… Y restringirán el paso hacia la capital canadiense por cuestiones de seguridad...para Matthew y el niño" Le informó la nación inglesa.
    "¿Q-que? Pero si Matt y yo t-tenemos un tratado sobre la frontera y la circulación..." Trató de explicar el norteamericano.
    "Alfred." Advirtió el cejón "Canadá cerrara la frontera con Estados Unidos y desintegrara tratados contigo...Tiene el apoyo de Rusia, Dinamarca y Suecia. " Comunico secamente el rubio inglés. "Sera duro el cambio pero también tiene el apoyo de otras potencias así que..."
    América estaba que no podía creerlo ¿Su Mattie haciendo todo eso?
    "Eso no es todo..." Dijo Francia en tono frio, neutro. "Canadá no asistirá mas a las reuniones en las que todavía permanezca... Nombró a Ontario como su representante permanente. Él se encargara de las relaciones de comercialización internacional y todo en lo que Matthieu necesite estar presente. Solo se reunirá con sus jefes internos." Informo el galo mirando a la nada. "No volveremos a ver a tu hermano si no se nos esta autorizado. Matthieu lo tiene todo planeado, desaparecerá de la vista de las demás naciones, excepto Rusia, China y los Nórdicos. No correrá riesgos." Terminó de hablar el francés apretando su sedoso cabello amarillo entre sus dedos, frustrado.
    "No...¡Mattie no puede hacer eso! El no...Seguro que es ese ruso que-"
    "¿¡No lo entiendes, Amérique!? ¡Él no quiere saber nada de nosotros! No quiere poner en peligro a su hijo. Hará lo necesario para protegerse a él y su bebe. El seguro nos debe odiar..." Se lamentó el francés.
    "No, no...D-debemos hacer algo, Matt no puede esconderse y...¡y desaparecer!" América empezó a gritar, estaba asustado ahora. ¡Su Matt no puede desaparecer en la nada! ¡No puede hacerlo! No puede irse y alejarse de él, de alejarlo de esa pancita en crecimiento, sin dejarle ver los ojitos de cachorro que pone cuando quiere más dulce. Sin dejarle ver nunca mas, esos ojos violetas, sin dejarle sentir su esbelto cuerpo que pronto empezaría a crecer y cambia porque esta cargando a su...
    A su...
    A su hijo.
    Oh my God! His baby!
    Pero...pero su Mattie no lo haría, ¿verdad?
    No lo alejaría de su hijo, ¿cierto?
    Su Mattie no puede dejarlo solo, ¿¡cierto!?
    Oh, si puede. Porque eso había hecho el mismo con Canadá.
    "Fuck. ¡FuckFuckFuck!" Gritó jalándose los cabellos color arena al darse cuenta la gran estupidez que había cometido. Se levanto del suelo de un salto gritando insultos entre dientes.
    "Esta decidido, Alfred" Declaro levantándose de la silla el francés y caminando hacia las escaleras. "No hay nada que podamos hacer. Rusia lo apoya, China igual, los Nórdicos y algunas naciones mas estarán apoyándolo...podríamos entrar en conflictos si desacatamos las decisiones de Canadá" Sin decir nada mas, el francés subió a la habitación que compartía con Inglaterra y no salió en toda la tarde.
    América, a pesar de los gruñidos y advertencias de Gran Bretaña se vistió y salió en busca de Canadá. Para hablar, rogarle, suplicarle y pedirle perdón por haber cometido el peor error de su existencia: Abandonarlo y rechazar a su hijo.
    Fue al aeropuerto y regreso a su nación, de ahí quiso ir hacia las tierras de su hermano.
    Sin embargo no pudo. La ley de Restricción Capital Canadiense ya estaba entrando en vigor.
    Y no se le fue permitido pisar tierra canadiense.

    (LOLOLOLOLOLOLO—Cambio de escena, un mes después—LOLOLOLOLOLO)


    Había pasado 31 días desde que había sabido sobre las decisiones de su hermano. 31 días de 24 horas cada uno que se reprendía, se regañaba, se odiaba y se sentía la peor escoria; 31 días con 20 minutos desde que se había dado cuenta del terrible error, de la maldita equivocada decían que había cometido, el peor de los pecados. Había abandonado y dado la espalda a su amado hermano y a su hijo.
    Por todos los dioses, a su hijo, sangre de su sangre, fruto del amor que le entregaba Canadá y que el respondía.
    Pero por todos los santos, la noticia había causado estragos en su persona. No esta poniendo escusas, o tal vez si, porque lo que le hizo a su persona mas amada no tiene perdón. Sin embargo, ¿qué tan seguido un hombre pudiese quedar embarazado?
    Pero tal vez debió tener en cuenta que ellos no eran seres humanos en toda su regla, solo la apariencia, su tiempo de vida, su cuerpo incluso la mayoría de su sentir no eran tan humanos. Eran naciones. Y al parecer podían concebir.
    Se imaginan. Un hijo. Una familia.
    Pero el no podía tener todo eso ahora.
    No porque había sido el mas grande de los hijos de puta, el héroes que se volvió villano y dejo a su amado Canadá solo en esto.
    Y había sido tan estúpido que le había costado 31 días y 34 minutos darse cuenta de eso.
    Y ahora estaba aquí, en New York, su estado numero 32; en los límites que colindan con Ontario, del otro lado de rio St. Lawrence. No podía acercarse mas, estaba restringido. Podía ver a lo lejos casetas de ejércitos rusos y canadienses custodiando cerca de unos de los Grandes Lagos. Él se encontraba todavía con un pie dentro de su tierra así que no podían hacerle nada. Era un lugar hermoso, con uno de los lagos que compartía con su hermano.
    A lo lejos, Ottawa; podía ver una escuela, de pre-escolar al parecer, los niños corrían y jugaban ruidosamente. Sonrió ante la escena, aun de lejos aun podía apreciar los rostros y con sus agudizados sentidos, oír las risas y las voces.
    Pero lo que mas lo embelesaba era, el joven rubio, que había salido de una camioneta con bandera canadiense, y que hablaba con los directores sonriéndole a los niños y dejando que jugaran con su oso polar.
    Desde su lugar podía ver su cabellera rubia hermosa, su gran sudadera y el como se agachaba con cuidado para acariciar la cabeza de algunos infantes. ¿Tal vez Matthew se estaba imaginando a su hijo en los niños de ahí, como el mismo hacia, no?
    Hacia horas que estaba ahí observando cada interacción, cada movimiento cuidadoso que adquiría su Mattie. Matt siempre había sido precavido y ahora con su hijo no repararía en cuidados. Haa, Matt siempre tan tierno.
    Estados Unidos vio como otra camioneta con escudo de Rusia se estacionaba, esto basto para que el canadiense sonriera y despidiéndose de los niños de encamino hacia la camioneta.
    Alfred entro en pánico, no quería que Mat se fuera así que grito con todas sus fuerzas el nombre humano de su gemelo. Esperando que el pudiera oírlo y lo mirara.
    Y milagrosamente así fue, el canadiense giro hacia su persona, y a pesar de que estaban alejados por kilómetros, pudo ver los ojos violáceos y el rostro hermoso de su amado hermano del norte.
    Quiso gritarle tantas cosas, pedirle mil veces perdón pero el rostro de Matthew se lo impidió.
    La mueca de dolor, luego la frialdad en sus ojos, la cara que no mostraba ninguna emoción y por ultimo, la sonrisa triste y rota que le regalo. Conjunto con la despedida que le partió el alma.
    "GoodBye, Alfred" Y sin decir nada mas entro ayudado por una mano grande y blanca, que debía ser del ruso, a la camioneta y se perdió de vista.
    (OOoOoOoOoOoO Fin De los FLASHBACK oOoOoOoOoOoO)
    Esa fue la última vez que pudo ver a Matthew. No lo volvió a ver jamás. Ni siquiera en televisión o en reuniones. Matthew Williams había desaparecido del mapa. Se deprimió mucho y entró en crisis al igual que su país. Pero con ayuda de Iggy y Francia salió adelante, si el caía en crisis afectaba a las demás naciones y siendo el un héroe debía estar bien para todos quienes lo necesitaran.
    Además...él era la cabeza de la economía, si tenia problemas los demás lo tendrían y también Canadá indirectamente. Así que debía ser fuerte aunque sea para poder protegerlo de lejos...
    Escondiendo su cara entre las manos tomó una decisión. La misma que había estado tomando desde que se dio cuenta lo estúpido que fue, lo malditamente hijo de puta que había sido.
    Abrió el cajón del escritorio y saco un papel, algo arrugado y amarillento pero apreciado y cuidado por Alfred, quien ahora lo tomaba y acariciaba como un tesoro.
    Estados Unidos acaricio con los pulgares el papel que leía un número de teléfono. Un número que se sabía de memoria pero siempre acudía al papel porque se sentía como un consuelo. Porque Canadá ya no iba a las juntas de la ONU, ni nada. Enviaba a su Primer Ministro o a Ontario para el caso.
    Despacio y con dedos temblorosos marco el número. Le había costado mucho conseguirlo porque...
    Porque desde que se entero que iba a ser papa, la frontera con Canadá había sido restringida y estricta. Había mas seguridad y la que antes había sido la frontera menos vigilada de la historia ahora contaba con casetas de vigilancia las 24 horas. A el mismo se le había restringido el paso y prohibido acercarse a la capital Ottawa, no solo por autoridades canadienses ¡sino por las rusas y nórdicas maldita sea! Incluso cuando había intentado encontrar a Canadá, la Seguridad Nacional y el Departamento de Defensa Canadiense había intervenido. Hasta había intentado buscarlos por medio de la CIA pero la organización secreta de Canadá había enviado avisos de que cualquier movimiento mas y lo tomarían como una desacato a la nueva ley de Canadá. Y que si el o alguno de los agentes de la CIA seguía indagando sobre el paradero de Matthew Williams y su hijo, seria tomado como amenaza y atacarían, con armas o no.
    Así que mejor dejo las cosas así y nunca siguió investigando, por el bien de su nación. Aunque Ontario, un día, apiadándose de el después de un golpe a la barbilla, le garabateo un número de teléfono, le costó un poco descubrir que era de Mattie. Y llamó, llamó y llamó. Pero nunca tuvo avances realmente. Siempre llamaba pero nunca tenía lo que el tanto anhelaba y necesitaba.
    Y lo había sufrido, se había odiado y la ira se acumuló al principio porque ni siquiera pudo tener noticias o fotografías o contacto alguno con su amado hermano y con...
    Pero, como se dio cuenta luego, todo había sido su culpa. Su maldita culpa.
    Los sonidos de timbre del teléfono están acordes a su corazón latiendo en su pecho. Rogando para que esta vez la voz que le contestara de nuevo durara un poco más que un saludo.
    Y entonces paso. Oyó una voz del otro lado.
    "¿Hello?" Respondió una voz infantil, alegre pero suave, la voz de un pequeño que corría a responder el teléfono antes que sus padres. Sonrió quebradamente y se obligo a hablar claro.
    "Escucha, dime si tú mama hoy quisiera atenderme..." Le hablo con la voz calma que nunca utilizo jamás antes. Con sus manos apretando el teléfono miro de nuevo la fotografía frente a él.
    "¿Es el señor que hablo ayer?" Volvió a hablar la vocecita con toda la inocencia de su ser. "Yo le voy a avisar, pero creo que se está bañando y no sé si lo podrá atender..." Su corazón se estrujo, esa vocecita era tan cortes...con su Mattie.
    "Dile, por favor, que es algo importante y le quiero hablar..."Volvió a decir por el teléfono, siempre con esa voz que rogaba; no quería perder alguna oportunidad. Lo había intentado muchas veces antes que tal vez, tal vez esta vez si.
    "¿Le hiciste algo a mi mama? Él me hace siempre señas y me dice despacito 'dile que no estoy'..." Cerró los ojos unos instantes para que las lágrimas no escaparan. Le dolía. Le dolía en lo mas profundo de su ser saber eso...que su Mattie no quisiera saber de el...
    Pero no podía culparlo, no. Él fue el único culpable.
    "Y mientras dime si es que ya vas a la escuela, si cuidas tu lección..." Cambiando de tema. No siempre podía escuchar esa vocecita calma y dulce que le contesto hoy, quería saber todo lo que pudiera de ella. A veces era la nana o algún funcionario quienes atendían la llamada, otras el contestador y muchas mas veces nadie. Y solo últimamente, esa vocecita le atendía. Supuso que lo hacia desde que pudo alcanzar el aparato.
    "Oh si, pero como my mom trabaja la señora del vecino me lleva al colegio." Si, su Mattie siempre al pendiente de su tierra, no había cambiado nada. Pero por el tono de la vocecita parecía orgulloso de eso. "Mi boletín lo firma my momporque yo no tengo papa..." Dagas de fuego le desgarraron el pecho y tubo que apretar el porta manos de la silla ante esto...
    "Dile son seis años que sufriendo estoy, es justo tu edad..."Se atrevió a decir ante la voz que del otro lado le hablaba. Había estado contando los años, meses y días desde la noticia y la separación. Aun sentía coraje, ira y odio hacia el mismo por haber sido tan malditamente egoísta y cobarde en ese entonces.
    "Oh no, si solo tengo cinco años..." Oh, ¿cinco años? Era ya una personita definida físicamente. ¿Tendría su cabello? ¿Sus ojos? Esperaba que tuviera la sonrisa de Mattie y su personalidad. Que tuviera ese tono de piel que siempre le encanto. "Pero dígame¿Desde cuándo conoce a my mom?" La voz sonaba curiosa, río ante esto. Seguramente tendría más de él mismo de lo que imagino. ¿Desde cuando conocía a Matthew? Desde siempre, desde que era tierra de nadie. Desde que abrió sus ojos y los violetas de Matt le sonrieron cálidamente. Desde toda su vida...
    (((CORO: Mi corazón lloro y él no contesto,
    Pasan mis días sin fe con este amor quemándome...
    Mi corazón lloróy también se alegró,
    Al escuchar la voz que me atendió...)))


    "Dime, si vas de vacaciones, como el año pasado, las playas del mar..." Lo había oído de Ontario, cuando platicaba con Los Nórdicos, Francia e Inglaterra, los dos últimos a quienes también se les había restringido el acceso a Canadá; Nathan (Ontario) les contaba que fueron de vacaciones a Cuba y que la peque estaba súper emocionado.
    Ah. Porque su bebe era una niña. ¡Una nenita hermosa y delicada! Su princesita.
    "¡Oh si! ¡Me gustabañarme and now, I already swim!" Río ante lo emocionada que se escuchaba. Seguramente Mattie, en su paranoia de 'seguridad primero', la había enseñado a nadar. Y al parecer su bebita aprendía rápido. Que alegría. "Pero dígame, ¿Cómo es que usted sabeque hace un año que me fui de vacaciones?" ¿Como no saberlo si se había pasado todo el tiempo peleando con Cuba, Ontario y Rusia con tal de obtener aunque sea una pequeña noticia de su princesa y su amado hermano? El amado hermano a quien había ignorado, herido y abandonado. Por egoísta, a su amado Canadá a quien había hecho sufrir como a nadie...sin ser esa su intención jamás. Se trago un sollozo y dejo correr las lágrimas acumuladas en sus ojos azul océano. Volvió a hablar.
    "Dile a tu mama...que yo lo quiero mucho y también a ti..."Como a nadie nunca. Porque ellos eran la luz de su vida, la pureza de su sucia alma. El tesoro por el cual luchar. Sus dos amores más grandes del mundo.
    "But, if I don't know you." No, no lo hacia. Era de esperarse pero volver a oírlo era una tortura aun peor. Saber que el culpable de eso era el, solamente el. El estúpido de Alfred F. Jones. El mismo. "Ahora, dígame¿qué le pasa?¿Por qué ha cambiado su voz?¿Are you crying?" No my love, solo estaba dejando salir el dolor que se le atoraba en la garganta y le hacia querer gritar y llorar tan patéticamente. Pero no podía porque él era un héroe. Seguía siendo un héroe, un héroe sin nadie a su lado que lo pudiera amar.
    (((CORO: Mi corazón lloro y él no contesto,
    Pasan mis días sin fe, con este amor quemándome...
    Mi corazón lloroy también se alegró,
    Al escuchar la voz que me atendió...)))


    "Dile que atienda, dile que atienda..."Pedía, rogaba, imploraba con esa voz de héroe rota. Con esa voz de un estúpido solitario. Con la voz de un héroe que sin querer...había sido el villano y ahora pedía perdón.
    "But, he is done" La voz del otro extremo sonó lejana y no era porque le zumbaban los oídos. Además pudo escuchar una voz que llamaba al otro lado del teléfono. '¡Emi...ven a comer!' Y escucho la contestación de la vocecita con un '¡Ya voy Nanny!' Matthew ya se había ido, otra vez no pudo escuchar su voz, escucharlo decir su nombre. Aunque si pudo oír a su bebita.
    De nuevo volvió a perder una oportunidad de hablar con Mattie…Y quizás, si pudiera hablar con el y pedirle perdón…
    No. No podía. No tendría el valor para mirar a la cara a su hermano. Y su hermano quizás nunca lo pudiera perdonar.
    "Si se ha marchado...entonces, adiós..."No podía responder nada más. Canadá aun no quería saber nada de él. Las lágrimas empapaban sus mejillas bronceadas y se deslizaban calientes por el cuello, perdiéndose en su ropa. Apretó los ojos fuertemente y clavo sus uñas en la madera de la silla para no dejar salir lamentos de dolor.
    "GoodBye, sir" Se despidió esa dulce voz amable. Sintió su corazón apretarse en su pecho, quiso decirle tantas cosas mas pero...
    Ding. Ding. Ding. *Sonido de teléfono colgado*
    "Adiós hijita" Murmuró para luego colgar el teléfono y derrumbarse en lamentos y sollozos que se mezclaban con balbuceos entre nombres y 'Lo siento's. Que tenía llamados a Matthew, Canadá, su hermano, su hija, su bebé, su princesa, su familia.
    Su corazón lloró.
    Porque jamás recuperaría a su familia. La que alguna vez pudo tener pero que por idiota y cobarde se atrevió a perder.

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    *+ Parte I FIN +*
    (OoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOo OoOoOoOoO)
    Este es el final de la primera parte. Disculpen por la ortografía y la presentación, aun no controlo esto Dx
    La canción en que me base tiene dos partes así que pensé en dividirlo igualmente en dos.
    Así que como loca me puse a escribirlo.
    **Básicamente use los diálogos de la canción pero como el Señor se lo canta a una mujer y a su hija pues...tuve que adaptarlo al Yaoi jejeje. Pero la canción sigue sin pertenecerme como dije antes.
    Espero que se hayan dado cuenta que es un Canon, sin embargo todas las situaciones planteadas por la nación de Canadá son totalmente ficticias y la verdad como no soy buena en historia decidí no indagar mas...
    Hahn, simplemente el Americest me inspira...
    Además amo a esta pareja, es mi favorita!
    (Sin embargo Mattie se ve bien con todo el mundo! Muajajajaja)
    Gracias por leer! :'D
    Este fic ya lo había subido a otro foro, con el nombre de G.A. motoharu (no se preocupen, soy yo) pero lo dejo por aquí igual jejeje
    Espero que les haya gustado como a mí escribirlo.
    Sin nada mas por el momento...
    Se despide su servidora G.A.
    CAMBIO Y FUERA.
     
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