Pandora Hearts Mi conejo [One Shot]

Mi conejo [OzAlice- Pandora Hearts]

Disclaimer: Pandora Hearts no me pertenece. Todos los derechos le pertenecen a Jun Mochizuki y a XEBEC. Tome prestados a estos personajes para satisfacción mía y suya.
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*_Conejo_*​

Abrió los ojos de pronto y se levantó. Se sentó en la orilla de su cama. Sus ojos tardaron en acostumbrarse nuevamente a la luz que las lamparas de su habitación proporcionaban.

-¿Qué hora es?- se preguntó. Volteó hacia el mueble de noche donde se encontraba el reloj. Las 8: 30 pm. ¡Cielos! ¡Llegaría tarde a su propio festejo!

Se levanto completamente, su pequeña siesta de media hora se habìa alargado a tres horas. Se dirigió a su baño, después hacia la regadera y giro las perillas para que saliera el agua, tanto la fria como la caliente a la vez. Tenía que ducharse rápido.

Diéz minutos después salió del baño. Salió con una toalla sobre su cabeza, secandose el cabello. Ya traía puestos los pantalones, solo le faltaba la camisa y su saco, lo que dejaba ver el buen formado cuerpo del rubio hombre. Minutos después ya estaba listo. Como tenía prisa tuvo que cambiarse a la velocidad de la luz. Estaba terminando de arreglarse cuando escucho que alguien tocaba a su puerta, aunque un poco fuerte para ser alguien de la servidumbre.

-¿Quién? -preguntó al acercarse a la puerta.

-¡Abre de una buena vez estupido sirviente! -gritó desde afuera. Sonrió. Ya con esa simple forma de hablarle, podría saber con certeza quien era la persona que estaba detras de esa puerta. Toma la perilla y abre la puerta, dejando ver a una jóven que vestía de un vestido marrón de manga larga. El vestido le dejaba un poco descubiertos los hombros. La jóven de cabello negro y ojos violetas veía al hombre de ojos esmeralda y cabellera rubia un poco molesta. Él la veía asombrado, ella se veía realmente hermosa. Traía recogido su cabello en una coleta amarrado con su propio cabello, dejando unos mechones de su largo cabello a los lados, frente a sus orejas.- A.. Alice, hola. Ve.. veo que ya estás lista.

-¡Claro que estoy lista!- le grita recalcando lo obvio.- Estoy lista desde hace 3 horas. La "adorable" Señorita Kate hizo que me pusieran todo esto. -dijo viendo el vestido que traía puesto.- No sé como has podido sobrevivir con esa mujer por tantos años, Oz.- dijo esta vez viendo a su sirviente mientras entraba en su habitación.

-Jeje, es cuestion de acostumbrarse. -le dijo mientras cerraba la puerta.- Creéme, yo también huía de ella cuando era un niño, y más lo hacía cuando me preparaban para la ceremonia de mayoría de edad.-comentó mientras veía como Alice se sentaba en su cama.

-Esa mujer puede ser muy fastidiosa, tanto así como el payaso de un ojo.- comentó mientras veía a Oz acercarse y sentarse junto a ella.

-Bueno Alice.. ¿Què cosa no te fastidia a ti?- le pregunta Oz sonriendo.

-Tu compañia..-solto de repente. El heredero de los Vessalius abrio los ojos lo más que pudo. Alice intentaba ocultar el sonrojo que había aparecido en sus mejillas. ¿Porqué dijo eso?

-Alice.- él aún tenía los ojos fijos en ella pero después le muestra una tierna sonrisa.- A mi también me agrada mucho tu compañia Alice.

Ella seguía evadiendo su mirada, seguía muy sonrojada.

-Y.. ahora que hablamos de lo que te fastidia Alice.. ¿Qué otra cosa te fastidia además de la señorita Kate, aqui en la mansion de los Vessalius?

Se quedo callada un momento No quería responder, no tenía por que responder...

-Que me dejes sola...-dice sin más.

-¿Qué te deje sola?- preguntó Oz.

-Sí, que me dejes sola me molesta mucho. -aun evade la mirada.

-"Cielos, es verdad. Alice odia estar sola. Y creo que estos ultimos días la he dejado sola o con la señorita Kate, aunque para ella eso es estar sola, pues no la conoce."-pensó para sí viendola.- "Había olvidado que Alice odia estar sola. Eso me recuerda mucho a un.." conejo.. -lo ultimo lo dijo en voz alta, haciendo que ella voltease.

-¿Conejo? ¿Qué tiene que ver conejo en estos momentos? -cuestiona viendo de manera confusa a su sirviente.

-Ah...-se queda sin palabras un momento. Genial, eso ultimo seguramente lo dijo en voz alta.- Ah.. bueno.. -piensa bien lo que tenia que decir.- Es que.. esa actitud de no querer estar sola es similar a la de un ... conejo... jejeje.

-¡¿QUÉ?!- se levanta molesta poniendose frente a Oz y tomandolo del cuello del saco.- ¡¿ME ESTÀS COMPARANDO CON UN CONEJO?!

Oz reía nervioso

-Pe.. perdón-intentaba disculparse con su enfurecida compañera.

-¡NADA DE PERDÓN! ¡Que te quede claro, Oz.. NO SOY UN CONEJO!

-Bu.. bueno.. para mi eres un conejo.-le dice ahora si mas calmado, ya estaba empezano a acostumbrase a la brutalidad de ella.

-¡¿Qué...?!- estaba comenzando a molestarse más de lo que ya estaba.

-Sí, tú eres mi conejo... mi dulce y preciado conejo..-con una de sus manos toca el rostro de ella.- El conejo que no puedo dejar solo y el que me ha robado mi corazón.

Ante esas palabras se sonroja.- O..Oz...

Él únicamente se le queda viendo un momento. Ella no se movía y Oz suponia que no lo haría en un buen rato, pues estaba muy avergonzaa. Decide jalar de su brazo y pegarla a él.- Así es Alice.. eres alguien a quien ni por error puedo dejar sola. No lo hago por obligación, sino porque si te dejo sola... no me sentiría completo.. ¿Me entiendes?

El silencion prevalecio unos cuantos minutos, mientras ambos jóvenes se encontraban abrazaos, él sentado en la cama, y ella sentada sobre sus piernas. Se separan un poco, y en ese lapzo el jóven rubio le da un rápido beso en al mejilla a la chica, dejandola paralizada. Después de eso, él, aún con el peso de ella ensima se levanta.

-Bueno Alice.. -Ella lo ve.- Será mejor que nos vayamos. Aún tenemos un largo camino que tomar para llegar a la residencia Rainsworth, y creo que ya vamos tarde.

-Sí vamos tarde a tu propia fiesta, que es organizada por esa niña con la que te querias casar cuando niño, es por tu culpa.-le replicó ella.- Parece ser que aunque hayás crecido y alfin alcanzado los 27 años sigues teniendo la misma actitud de cuando eras niño, Oz.

-Jejeje, es probable.-la ve tiernamente. Se inclina un poco y alza su mano.- ¿Me haría el honor de acompañarme en esta noche, mi lady?

Los ojos violaceos vieron un momento la mano que estaba frente a ella, para después ver a quien pertenecía esa mano. Se perdió en esos bellos ojos esmeralda. Haía ya unos cuantos años que pasaba eso, que con solo ver esos ojos verdes se perdía por completo. Era un sentimiento extraño, uno que no había sentido antes, y por culpa de esos sentimientos no podía ocultarle nada a él, no podía no responderle a lo que le preguntara.-"¡¿Cómo es posible que mi propio sirviente me confunda?! ¡Esto es inaudito!" -pensó para si aún viendo los ojos esmeralda que ahora la veían confundido.

-¿Alice?

Alice salió de su mundo y solo se vió tomando la mano de él. Su propia acción la confundio, hizo el movimiento por innercia, a lo que contesto.- Bien, te haré el honor de acompañarte a esa ridícula fiesta.-le dice como buena ama que es.- Debería sentirte alagado.

Oz sonrió mientras apretaba gentilmente la mano para después hacer que ella sujetara su brazo con la misma.- Por supuesto que lo estoy. La mujer mas bella de todas me acompañara a la fiesta que es en mi honor.-le sonrie nuevamente, esque era imposible no sonreirle.- Muchos me envidiaran.

Nuevamente el sonorojo por parte de ella surgió. Desvía nuevamente la mirada.-¡Ya..ya no digas tonteterías!, ¡vamonos de una buena vez!

-Deacuerdo, vamonos.

Dicho eso, salen de la habitación para dirigirse hacia el carruaja que los llevaría a la mansion de los Rainwroth. Al estar ya dentro del carruaje...

-Oz.. -le dijo.

-¿Si? -le respondio

-....-volteó su rostro hacia él. Su rostro ahora se veía más tranquilo y sereno.- Feliz cumpleaños...

Oz que seguía con una mirada tranquila y alegre le contestó mientras tomaba la otra mano de ella y la besa, pues aunque estubieran en el carruaje ella seguia sujetando su brazo- Muchas gracias Alice...

Ah.. sí. Definitivamente. Ese lindo conejo le había robado el corazón y ahora sabía porque.

Fin​

Espero que les haya gustado. Es un poco corto, pero lo hice de corazón :)
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