"MI AMIGA"...(para los fans del KibaHina)*one-shot*

hola yo de nuevo...ahora con un KibaHina, pareja nueva para mi...espero les guste...
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Mi amiga​

— ¿te pasa algo Kiba?—pregunto mi hermana, que sin notarlo había entrado a mi habitación. Al parecer llevaba tiempo observándome, pero estaba tan ensimismado en mis pensamientos que no me había dado cuenta de su presencia hasta que se limito a hablar.​

— ¿Qué Hinata, que?—respondí sin pensar siquiera en la pregunta de mi hermana.

— ¿Hinata?, ¿Quién está hablando de ella?—me dijo con una expresión en su rostro que no pude definir del todo, era un gesto de, entre sorpresa y ¿picardía?, ¿acaso era eso? ¡NO! Ella no puede estar pensando que Hinata y yo…no claro que no, o ¿sí?

— ¡No! ¿Por qué hablas de Hinata?—grite bajito, y un poco enfadado. Como se atreve a mencionarla, odio que hagan eso, que no se dan cuenta que me sonrojo, espero que no. Se que solo es mi amiga, pero pensar en ella…me cambia y me hace sentir diferente.

—Yo no estoy hablando de ella, tú lo haces—

—Claro que no—mencione volteando la cara para otro lado. No quería que viera mis mejillas y mucho menos el ruborcito que había aparecido en ellas.

—Está bien, nadie habla de Hinata, pero ¿Qué te pasa?—

Ahí está de nuevo, volvió a mencionarla.

—No me pasa nada, ahora, ¿puedes dejarme solo?—dije en tono arrogante, básicamente corriéndola de mi habitación. Quería estar solo, tenía tantas cosas en las cuales pensar, y mí one-chan, aquí complicándome más mis ideas. Sé que su intención no era mala, al contrario, supongo que se preocupo al verme tan callado, y solo quería ayudarme. Pero ¡por favor! Necesitaba pensar por mí mismo, esto que me pasaba era delicado y muy serio, no quería que los demás se enteraran y mucho menos que trataran de ayudar.

—Está bien Kiba, me voy, pero sabes que algún día tendrás que contarme—dijo saliendo del cuarto—se que algo paso en la práctica—finalizo azotando la puerta, creo que se molesto por no haber escuchado el chisme.

Pero justo como lo dijo, algo pasó en la práctica. Por eso mismo, hoy no dejo de pensar en mi y en ella juntos.

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.-*Flash-Back*-.
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Llegue solo al campo de entrenamiento, pues a Akamaru, le tocaba su chequeo medico, y mi madre no me dejo quedarme con él, me sermoneo que los dos ya estábamos bastante “grandecitos” como para estar siempre juntos, aparte de que, según ella, no podía faltar al entrenamiento, yo trate de defenderme diciendo que Akamaru es parte del equipo, pero no funciono. Llegue un poco tarde, pues quede de pasar por Shino, pero su madre me dijo que estaba en un entrenamiento especial con su padre, y sin Akamaru el camino se me hizo largo.
Cuando llegue, el campo estaba vacío, al menos eso parecía. Se me hizo extraño Kurenai-sensei no llega tarde y mucho menos Hinata. Quizás mi sensei este con Asuma ¡pero qué irresponsabilidad de su parte! ¿Cómo pudo olvidarse del entrenamiento? Bueno así es el amor. ¿Pero Hinata? Por alguna razón sentí que la sangre me hervía al imaginarme a mi amiga, caminando y tomada de la mano con quien sabe que idiota. Pero ¿por qué sentí eso? ¿Acaso eran celos? ¡No!, no es posible, Hinata, como ya dije es “mi amiga” solo eso. Porque no puede haber algo mas, casi estoy seguro, después de todo ella está enamorada de Naruto, y para mi es… ¿Qué es ella para mí?
Trataba de resolver esa preguntita. En mi cabeza se formaba un especie de debate, entre, si la quería como amiga, o como algo mas.
Pero fui sacado de mi dilema al escuchar un leve sollozo, que provenía del bosque. Impulsivamente me adentre a este, no sabía el por qué, solo lo hice, como si la persona que produjo ese ruido me estuviera llamando. Salte sobre varias ramas, buscando el lugar de donde provenía el llanto, y me aterre al notar de quien se trataba, me asuste, mi corazón se acelero al igual que mi respiración. ¡No podía creerlo era ella MI Hinata! Estaba ahí, sentada en el suelo, abrazada a sus piernas, y con el rostro bañado en lágrimas. “Naruto usuratonkachi, me las vas a pagar”. Me acerque a ella despacio, no quería asustarla.

—Hinata—hable suave, verla así me rompió el corazón.

— ¿¡Kiba-kun!?—me contesto sorprendida, mientras inútilmente trataba de limpiarse las lagrimas.

— ¿Estás bien Hinata?—pregunte de la mejor forma que pude, no quería incomodarla ni mucho menos lastimarla más.

Me sorprendí al ver como ella en lugar de hacerse la fuerte y responderme que estaba bien, escondía su cara entre sus rodillas y apretaba más sus piernas contra su pecho. Las lágrimas volvieron a correr por sus pálidas mejillas, pero esta vez con más intensidad que antes. Verla en ese estado me preocupo, sentí la necesidad de protegerla, así que me arrime y me senté a su lado. Pose mi brazo sobre su espalda, y la abrase, quería que sintiera mi presencia, que entendiera que la quiero, y que me importa lo suficiente como para estar siempre con ella.

—el…n-no…me…qui-quiere—me dijo en un sollozo apenas audible.

¿Él?, ¡Naruto!, que rayos había hecho ese dobe, para que lo quisieras tanto, ¿Por qué tenias que enamorarte de ese imbécil, Hinata? De ese, que con su torpeza lo único que hace es herirte. Como me encantaría que me quisieras a mí y no a él.
Al sentir que su llanto seguía aumentando, no lo dude y la abrase aun más fuerte, colocando su cabeza en mi pecho.

—Tranquila Hinata, no vale la pena que llores por él—le dije—Naruto es un imbécil que no se merece a una niña tan hermosa como tú— ¿Cómo es posible que esas palabras se escaparan de mi boca?

—Kiba-kun—se levanto y me miro con duda.

Me alegre al ver que las lágrimas dejaron de salir por sus bellos ojos perlados. Me miraba confundida, tal vez por lo que dije, y otra vez sentí que apareció en mi ese molesto sonrojo, que solo ella podía provocar. No sabía qué hacer, solo pase mi mano por sus mejillas y limpie un poco el resto de las lágrimas que aun quedaban en su cara, mientras le dedicaba una sonrisa que nació en mí, solo con mirar que se encontraba mejor.

—Gracias, Kiba-kun—me dijo devolviéndome la sonrisa, de la manera más inocente y calmada que he visto en mi vida. ¡Por Kami! eso es lo que más me encanta de ella, su personalidad tan tímida.

Y al notar un rubor en su carita, ese rubor que solo aparece con Naruto cerca, y que ahora lo estaba provocando yo, comencé a reír como idiota, igual o más torpe que el Uzumaki. Pero podía sentir que esta vez ese sonrojo la hacía lucir mucho más hermosa, que antes, y todo por una sencilla razón, este era solo por y para mí.

—Hinata es tarde, te acompañare a casa—al fin pude hablar después de tranquilizarme de mi ataque de nervios.

—Hai—me contesto.
Increíble que esa respuesta tan simple, pueda hacerme tan feliz.
Me puse de pie, y luego le extendí la mano para ayudar. Comenzamos a caminar a través del bosque, llegamos al campo de entrenamiento y ni polvo de Kurenai-sensei. Seguimos hasta llegar a la aldea y nos detuvimos al fin en frente de la mansión Hyuuga. Tonto camino justo ahora se tenía que hacer tan corto.

—Kiba-kun…gracias—

—Hinata…yo…fue un gusto acompañarte—

—Hinata-sama, ¿ya termino su entrenamiento?—pregunto el molesto y protector primo que quien sabe de donde apareció.

¿El entrenamiento?, lo olvidamos, después de todo o fue nuestra culpa, Kurenai-sensei, nunca apareció.

—no hubo entrenamiento Neji—conteste molesto.

—entonces creo que ya es hora de entrar a casa Hinata-sama—dijo con su tono arrogante y mirándome feo.

—hai Neji-san…—
Ambos dieron la vuelta y avanzaron hasta la puerta. Antes de entrar “mi amiga” me miro y se despidió con la mano, yo hice lo mismo.
Después de eso me dirigí a mi casa.

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.-*fin del flash-back*-.
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Ahora, ¿lo que paso hoy con Hinata, que rayos fue?, ¿me quiere?, ¿estamos enamorados?...o sigue siendo solo “MI AMIGA”. Al menos yo se lo que siento y estoy seguro de eso…LA AMO.
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gracias por leer...dejen post...onegai!!!:oops:
espero les haiga gustado...
sayo...