Hi! Inauguro mi inicio aquí con esto…;D Metamorfosis Dormía, acostado y enredado en las sábanas, dormía. Con la mente llena de imágenes vívidas, o por vivir, de ficción o de otro estilo. Inconsciente, luchaba contra las terribles efigies, su cuerpo entero se movía inquieto casi expectante, en la espera de un final al dolor imaginario y de las pesadillas. Un susurro y un caminar pausado. De puntillas. Despertó sobresaltado. Cubierto de sudor y malos recuerdos, su mente oscura recuperó lo perdido en tan angustioso sueño. Observa su alrededor, la habitación en penumbras, con los muros repletos de historias pasadas de encuentros fortuitos, prohibidos y oscuros. Un latido constante y doloroso golpeaba su pecho mientras sentimientos adversos, como placer y culpa, embargaban su cuerpo. Observó sus manos, callosas extremidades llenas de sufrimiento, sufrimiento que otorga y que no padece. Había tocado y mancillado tantas cosas en su larga, libre y sin culpa vida. Sonrió, sus dientes blancos brillaban en medio de la oscuridad y adornaban un rostro apuesto, atractivo. Máscaras de un engaño. ¿Necesitas ayuda? Ensanchó la sonrisa al recordar hechos anteriores. Ella había sido dulce y tierna, de aroma indescifrable pero igual de parecido a todos los olores de todas, adictivo. Recordó el goce de tener una presa en las manos, el movimiento constante y desesperado de sus extremidades bajo su cuerpo; los murmullos o gritos de auxilio que no llegaban a ninguna parte. La fuerza de sus muslos apretando a la dulce presa queriendo escapar de su agarre. Excitante, apasionante. La búsqueda de un amor recíproco. Una carcajada salió de sus labios, sus manos apartaron las aromáticas sabanas manchadas de su cuerpo, y en medio de la oscuridad sorteó el camino cuidando de no tropezar con su invitada. En el baño del motel, aun en medio de las sombras, lavo su rostro y sus manos. Agua oscura y mal oliente. Volvió a la habitación pero se encontró sin querer seguir su camino, paralizado en medio de la nada. Se sentía estúpido, como si una soledad infinita le recorriera el cuerpo. No estaba solo, nunca estuvo solo y menos en esa noche. Extrañado sacudió su cabeza y siguió moviéndose, de nuevo esquivando el cuerpo junto a su cama. No había ningún cuerpo. ¿Qué estás esperando? ¿Es él…? Susurros. ― ¿Quién esta ahí? ― exclamó, sin embargo su voz surgió muy distinta a lo acostumbrado. Quebrada y aguda. Corrió hacía la cama y se subió en ella. De entre las almohadas tomo en sus manos la daga ensangrentada. Alguien pareció disfrutar su angustia. Está asustado. Aun hay tiempo para asustarse… ― ¡Responda! ¡¿Quién anda ahí?! De pronto, comenzó a gritar. Un grito desgarrador de dolor, como si quisieran arrancarle la piel a jirones. Ardía, ardía tanto que se hizo un ovillo en medio de las sabanas húmedas. Sin parar de gritar auxilio, sentía como poco a poco algo se adentraba, maligno, vengativo, en su interior, enterrándose punzante y removiendo su interior. Absorbiendo lo inimaginable. Minutos que parecieron horas pasaron con una aterradora lentitud, y vino el silencio. Sin poder respirar, todos sus sistemas se negaban a cooperar, a funcionar luego de tan escabroso ataque. Con el cuerpo entumecido y oloroso a salitre, se levantó tembloroso y notó con pánico lo liviano que se encontraba. Un jadeo agudo alarmó a sus sentidos; un gemir lastimero y frustrante, el mismo que disfrutaba sacar a la fuerza de los labios que obligaba a besarle. En su búsqueda de amor recíproco. Otro nuevo jadeo… el mismo que provenía de sus propios labios. Tú búsqueda ha terminado. Padecerás el sufrimiento que otorgas cada noche… Dos sombras vacilantes se cernieron rodeándolo. Una de ellas desapareció luego. Solo quedamos tú y yo… Apretó las sábanas con sus manos, manos huesudas y delgadas, y las llevó lentamente al centro de su cuerpo. Vacío, sus dedos resbalaron por una textura suave y tibia. Un nuevo jadeo salió de sus labios. La cama se hundió a su lado y se rehusó a voltear la mirada, no estaba seguro de si en verdad se encontraba en una de sus muchas pesadillas, pero de una cosa si estaba seguro: ahora estaba completamente solo…solo con él. ---- Soy una persona persistente. Este cuento, -el cual aun yo lo llamo “tarea”-, fue una trabajito para una clase de redacción de la universidad. La calificación fue pésima porque lo entregué tarde, y la profesora es una GRAN arpía que jamás de digna a decirme algo que yo no sepa: que soy una irresponsable, y bla bla bla. Así que, qué tal estuvo? Aclaro que la “tarea” era hacer un cuento de terror, uno que no tuviera sangre, ni sangre…ni sangre. Nada gore, porque eso es muy fácil. S'il vous plaît, agradecería cualquier comentario :D Chiao! Wish…
El principio me pareció un poco vago y sin tanta consistencia , pero conforme avanzaba la lectura, me enganché. A la parte en la que los pensamientos entran sin permiso(lo de cursiva) me parece que pudiste sacarle mayor provecho, pero aprate de eso no tengo otra sugerencia. Me gustó la forma de mostrar la desesperación y la ansieda del pata, hiciste que la lectura se agilizara en esa parte logrando que entendiéramos el pánico que rodeaba al ptrotagonista. En esta parte creo que hubieras podido perfeccionar lo que te puse en negrita que, en mi opinión, pudiste tirar para más: La última frase me deja mucho con que explayarme como no sé...que el pata está sólo con un demonio o alguna entidad maligna con poderes sobrenaturales, o hasta el diablo, quien de cierto modo va a hacerle pagar por lo que hizo. Te quedo muy paja, espero que más personas comenten y te digan que les parece. .. .