Digimon Mesmerized [Drabble]

Mesmerized [Digimon]

Ah, qué rayos. Y lo hice, ni idea de qué salió pero, tenía que.

Título: Mesmerized.
Summary: Cuando suspiras y me das de tu aliento...
Pareja: Taito, implícito Taiora.
Clasificación: T, supongo.
Advertencias: BL, atenerse a las consecuencias que eso, reggaeton y mi mente retorcida traigan.
Género: Romance
Cantidad de palabras: 397.

Ya lo saben, correcciones y críticas serán bien apreciadas; y vaya que sí, tengo la impresión que esta vez habrán muchas correcciones. Juzguen ustedes. ;)

Mesmerized​

Loco, era la única palabra que podía atreverse a usar en este momento.

Desquiciado, maniaco, eufórico. Su cordura rompía las barreras de lo correcto instando a sus manos a recorrer la piel de porcelana sin sentido ni concierto; el alcohol disperso en su sangre lo manejaba a su antojo, hirviendo el deseo impaciente de capturar su boca deliciosa y arrancar desesperados gemidos de la delicada garganta.

La melodía desesperada causaba un vaivén frenético en las caderas pálidas, jugando insolente con los suspiros quedos e infundiéndole un desvariado placer; no sabía por dónde empezar, qué hacer o porqué lo hacía. Al diablo. La figura derretida en las furiosas caricias incitaba anhelos olvidados a la superficie y dejarse llevar resultaba sencillo; importaba muy poco sentir sus manos desaparecer bajo la inmaculada camisa de la preparatoria.

Lento y torturándolo. Gruñía en la pequeña oreja, repartiendo inocentes mordidas en su cuello y la división invisible que marcaba el hombro de porcelana del muchacho. Quería escucharle gritar su nombre, aferrarse a su cabello y gritar hasta que su voz se perdiese en la profundidad de besos desgarrados. Reprimió un alarido de impaciencia, atrayéndolo contra sí mil veces al borde de la demencia.

¿Cómo es que aquellos endemoniados ojos azules podían echar al tacho su control así?

Pensar con su aroma cerca era imposible. La extraña euforia en su sonrisa ida podía decirle claramente que no iba a recordar ni aprobar ninguna de las peticiones hechas; era seguro que –de acabar todo como necesitaba que acabase –el angélico ser lo odiaría. Pero, ¿No era más adictivo su desprecio, más delicioso el rechazo que terminaría en un torbellino de arrumacos?

—Bésame…

No sería él la primera persona en rechazar tal exigencia en condiciones como esta. Olvidar el cuidado, marcar cada centímetro de piel como suyo hasta que pudiese saborear la textura salada de sus lágrimas: lo deseaba, ahora. Sora no volvería a hablarle y Takeru querría asesinarlo de cualquier forma pero…

Ellos no tienen idea el tiempo que llevo esperando esto.

Pasa de largo el rostro desencajado de su novia, los ojos encolerizados del portador de la esperanza y a su propia hermana. Ellos no lo detienen, no gritan por él ni lo golpean hasta cansarse; probablemente han caído en la cuenta de que es inútil. Preferiría perder el corazón allí mismo.

Besarlo, la única orden que se atrevería a cumplir esta noche.
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