Memorias [Sessho&Kago]

Tema en 'Fanfics Abandonados de Inuyasha Ranma y Rinne' iniciado por LucyDei, 4 Mayo 2012.

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    LucyDei

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    Memorias [Sessho&Kago]
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    Romance/Amor
    Total de capítulos:
    6
     
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    Si algunos habrán leido mi One-shot "Abrazando un adiós" sabrán él porqué en esta parte Kagome esta muerta' y quizá también adivinen la trama que seguirá la historia. ¡Pero no se me adelanten! :p que quizá al final haya una sorpresa esperando.
    Si no han leido Abrazando un adiós les invito a que lo lean, para que estén más informados de la trama de la historia, porque este Long-fic, es una secuela de esa. Espero que la disfruten, iré colocando los capítulos lo más seguido que pueda, sino una vez a la semana la tendrán :)

    Sin más por el momento les dejo el prólogo, prontpo vendré con el primer capítulo.
    ------------------





    Memorias
    [Secuela del fic: Abrazando un adiós]





    Prólogo.




    Habían pasado tres años desde el sacrificio que Kagome había hecho para acabar con Naraku. Las cosas eran relativamente normales, desde su muerte el pozo devora-huesos se selló impidiéndole el paso a Inuyasha. El cuerpo de la miko del futuro se había quedado en la época antigua debido a que el pozo se había sellado, fue sepultada en un templo construido sobre el mismo —que era el mismo que estaba en la época de Kagome—, dicho templo fue construido en honor a ella, que habían comenzado a llamarla “La Miko de los tiempos”. Tanto Kikyo como Inuyasha visitaban frecuentemente dicho templo para dejarle flores, la antecesora de Kagome había revivido gracias a su sacrificio y había vuelto a ser una mujer como la que solía ser antes de la llegada de Kagome a la era feudal.



    Sango y Miroku pronto se casarían, aunque a ella le hubiese gustado que su mejor amiga estuviese presente en su futura boda con el hombre de sus sueños. Shippo aun estaba triste por la muerte de Kagome, a quien siempre había considerado como su madre, Kikyo le recordaba a ella, más porque había vuelto a ser la misma mujer dulce de antes, la que se parecía más a Kagome que cuando solo era un cadáver hecho de barro y huesos.

    Por otra parte, Rin había estado viviendo en la aldea con la anciana Kaede, visitada una vez a la semana por Sesshomaru quien tan solo iba a dejarle Kimonos nuevos para irse nuevamente por donde había venido.

    Koga, al no estar más Kagome ya no pudo evadir más su compromiso con Ayame e igualmente pronto se casarían, ya que ella estaba esperando un cachorro. Koga había estado vagando por la era feudal al enterarse de la muerte de Kagome, no podía creer que la mujer a la que él mas amó este muerta y sin duda él no podía dejar de recriminarle a Inuyasha de lo que había pasado, Ayame se acercó poco poco a él y este en un intento de borrar a Kagome de su corazón y su mente hizo lo que el dicho “un clavo saca a otro clavo”, y lo que obtuvo a cambio de eso fue que pronto sería padre. Ayame estaba muriendo de tristeza, porque había estado con ella una noche y la había llamado ‘Kagome’ mientras la hacía suya.

    La era feudal había vuelto a ser lo que era antes de la llegada de Naraku. Obviando claro a algunos Youkais de clase media y baja que algunas veces atacaban a las aldeas. Kikyo e Inuyasha se la pasaban viajando por la región ayudando a los aldeanos que más lo necesitaban. Esto hacía que Inuyasha comenzara a ver a Kagome en kikyo. Era muy curioso, porque el dicho dice uno cosecha lo que siembra y kikyo estaba comenzando a vivir opacada por el recuerdo de Kagome, comenzaba a sentir lo que ella sentía cuando él iba a verla y la dejaba por ella. Ella, cuando había resucitado creyó que Inuyasha sería solo para ella y no tendría ya que compartirlo con nadie más, pero resultaba que esto no era del todo cierto, porque él estaba ahí físicamente, pero su corazón y su mente se habían ido con Kagome al otro mundo.

    Él no había querido casarse con kikyo y cuando ella se lo propuso le dijo un rotundo e inminente NO. Excusas que le dijo y que quedaron grabadas en la mente de Kikyo: “No es justo para Kagome, ella me amó y no puedo ser feliz ahora sin sentirme culpable”. Todos de cierto modo vivían infelices, porque una parte de ellos se había ido con Kagome. Kikyo no podía ser feliz con el hombre que amaba porque él comenzaba a ver en ella a su rival, porque al parecer Inuyasha se había enamorado del recuerdo de Kagome, lo cual era curioso y la hacía rabiar porque él jamás la amó cuando estuvo con vida. La odiaba, sí, la odiaba y ella sabía que no debía pero no podía evitarlo, odiaba a Kagome porque a pesar de estar muerta aún le quitaba al amor de su vida.

    No podía evitarlo, intentaba pensar en Kagome de forma diferente pero estaba aún llena de odio hacía ella y su propio corazón le decía que si la odiaba, se estaba odiando así misma.



    Inuyasha era testigo del comportamiento de Kikyo cuando él mencionaba a Kagome en su presencia y era cierto que él no había querido casarse con ella, porque aunque sonara ridículo, él tenía la esperanza de que así como había pasado con Kikyo, Kagome regresaría a la vida y así las tendría a ambas juntas de nuevo. Era egoísta de su parte, pero él sentía que ambas eran parte de su vida y sin una no podía amar a la otra. Las dos juntas hacían —a opinión de él—, a su mujer perfecta.

    Pero como dicen, la vida te cobra el dolor que causaste. E Inuyasha tarde o temprano pagaría lo que hacía, porque eso era jugar con fuego.







    ---
    Pronto próximo capitulo :D
     
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    Ámbar

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    Hermoso!!, sin duda me encanta tu forma de narrar, es hermosa tu historia, me pareció egoista los pensamientos de Inuyasha en querer a las dos, en Kikio me pareció muy mal en que odiara a kagome, ella nunca la odio y veo que su amor por Inuyasha, se sacrifico para que el fuera feliz, pero kagome jamas odio a kikyo, pero como se dice" moneda con moneda se paga" y lamentablemente ahora le toca a kikyo sufrir tal como lo hizo kagome:cool:, en koga u.u!! como se atreve aconfundir a Ayame con kagome, pobre me da penita, pero bueno ahora viene la parte en que te presiono!!

    ¡¡pido una continuación!!, me encantan los sesshXkag, los adoro y conservo la esperanza que ella resucite............ pero que no sea de barro y huesos, por favor y en tu One-shot "Abrazando un adiós", fue muy hermoso y en forma en que sesshomaru dice que ella se a gando su respeto, me encanto!!
    estare pendiente de tu historia, si no es mucha molesta me avisas cuando continua

    atte: tu nueva y fiel lectora: Seishira
     
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    LucyDei

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    Capítulo 1.- Orígenes.



    —¡Ya estoy harta! —Los gritos se oían desde fuera de la cabaña en donde una pareja vivía desde hace más de tres años—. ¡Eres un completo idiota! ¡¿Cómo te atreviste?!


    Inuyasha trataba de abrazarla para calmarla, sin éxito alguno—¡Kikyo déjame explicártelo por favor! ¡Si te pones así no puedo hablar bien contigo!

    —¡No te atrevas a ponerme un dedo encima y mucho menos cuando acabas de confundirme con ella mientras estábamos juntos! ¡Eres un maldito idiota, lárgate en este mismo instante!

    —¡Pero kikyo…! —Inuyasha estaba atónito, jamás la había visto tan furiosa—. ¡Fue un accidente, es solo que extraño a Kagome!

    —…Y todavía te atreves a decirlo en mi cara… —susurró intentando controlarse—. ¿La extrañas?.... ¡Si no te vas ahora mismo haré que te reúnas con ella en este instante!


    Kikyo apuntaba una de sus flechas purificadoras a Inuyasha, quien no pensó que un simple nombre la pondría así. Esto se estaba saliendo de control. Sango y Miroku entraron al oír los escándalos que aquellos dos comenzaron a armar, los aldeanos reunidos a las afueras de la cabaña de la sacerdotisa Kikyo, preocupados por su seguridad. Miroku hizo que se fueran del lugar, Sango retuvo a Kikyo haciendo que esta bajara la flecha con la que apuntaba al hanyou mientras Miroku sacaba del lugar al peli plateado obstinado que insistía en aclarar las cosas y reclamarle a Kikyo su actitud. Cuando el hanyou se fue, la sacerdotisa rompió a llorar a mares en los brazos de Sango, llevaba cargando esto desde hacía años y ahora era cuando explotó por completo.

    Sango no le deseaba mal a la miko, pero ahora veía lo que esos dos pagaban por todo el daño que le habían ocasionado a la pobre de su amiga, Kikyo le caía bien ahora y no deseaba verla sufrir y mucho menos por un tonto como Inuyasha que aún a pesar de todo no se decidía.

    Inuyasha estaba algo abrumado por todo lo que estaba pasando en su relación con Kikyo y admitía que él tenía la culpa por no poder decidirse aún a pesar de que una de las mujeres a las que él amaba ya no estaba. Miroku miraba a su amigo sentado a lado de él bajo el árbol sagrado, aquél que ahora tenía mucha historia, ese mismo árbol había visto muchas cosas a través de los años y fue el testigo de aquella charla de Kagome y Sesshomaru antes de la muerte de esta. Solo que los que ahora lo contemplaban no lo sabían.


    —No te logro entender del todo, Inuyasha…. —habló el monje mientras se sentaba en una posición más cómoda—. Cuando la señorita Kagome aún estaba aquí la hacías sufrir cuando te ibas y ahora que no está y te dejó ser feliz con la señorita Kikyo, estás haciéndole lo mismo que le hacías a ella.

    —Es sólo que…. —no sabía si decirlo o no—. Supongo que me di cuenta de lo que perdí demasiado tarde. Ya no se lo que siento por Kikyo.

    —¿O sea que no amas en realidad a la señorita Kikyo? —Dijo algo molesto mirando a su amigo—. Inuyasha no me agrada a lo que estás jugando, hiciste sufrir a la señorita Kagome y ella se sacrificó porque estabas o más bien todos te vimos muy enamorado de la señorita Kikyo…para que ahora vengas a decir que no sabes lo que sientes. No hagas que la muerte de la señorita sea en vano.


    En la cabaña Kikyo intentaba controlar sus lágrimas. Siendo consolada por Sango que se preguntaba que haría Kagome en una situación como esa.


    —¡No es justo lo que hace conmigo, Sango! —Lloraba en el regazo de la exterminadora—. ¡No logro entender que está pasando! ¡Creí que me amaba!

    —Él te ama y de eso no hay duda —le dijo intentando animarla—. Pero creo que ambas coincidimos en que Inuyasha es un completo tonto. Hizo sufrir mucho a mi amiga y no me agrada que esté haciendo lo mismo ahora, eso es…una falta de respeto a su memoria, está haciendo que su sacrificio sea en vano.


    —Él la ama a ella…no a mí….

    —¿Acaso él te dijo eso?

    —Es que… me llamó Kagome justo cuando estábamos juntos. Eso es injusto para cualquier mujer, Sango.

    —Dale tiempo, aún está muy afectado por todo lo que pasó y no es que lo esté defendiendo, pero cada corazón necesita tiempo para sanar.

    —Me duele mucho más por lo que estoy pasando ahora —dijo mientras calmaba sus lágrimas.

    —¿De qué hablas? —preguntó la exterminadora curiosa—. ¿Te pasa algo malo?

    —Estoy embarazada.

    —¿Có..cómo? ¡¿Hablas enserio?! —dijo sorprendida—. ¡Esa es una gran noticia! ¿Ya lo sabe Inuyasha?

    —He estado ocultando mi olor para que no lo note. Además aún es muy pequeño como para notar que está ahí. No quiero que se entere y mucho menos si tiene dudas de su amor por mí. No le digas nada por favor.


    —No lo haré, cuenta con ello. Pero tú debes decírselo.


    Kikyo había estado ocultando el olor de su estado con la ayuda de sus poderes espirituales. Al principio cuando había sentido ese pequeño ser dentro de ella se había alegrado, porque pensaba que ese bebé sería la salida a las dudas de Inuyasha, porque por más que había intentado que él se casara con ella no lo había logrado y la única opción que le había quedado era embarazarse para asegurar el lugar de Inuyasha junto a ella. Lo admitía, tenía miedo de perderlo contra el simple recuerdo de Kagome, tenía miedo de que ella se lo quitara aunque estuviese muerta. Y eso era claro que no lo iba a permitir. Tenía que hacer algo para que él la marcara como suya porque así ella también podría buscar una manera para marcarlo y no dejar que nadie lo tocara jamás.

    Eso la hacía ver como una loca obsesiva, pero amaba a ese hanyou y no quería perderlo ante un simple recuerdo.

    Inuyasha caminaba hacía el templo del pozo devora-huesos que los aldeanos habían construido en memoria a Kagome, miró una foto de Kagome ahí, una que se había robado de su cuarto días antes de ella morir. En todo ese lugar se sentía un poco de su esencia que se había ido apagando a través de los años. Le extrañó sentir igualmente el aroma de Sesshomaru en ese lugar ¿Qué hizo ahí Sesshomaru? Si el jamás tuvo sentimiento alguno por algún humano salvo Rin, eso lo molestaba, porque él sentía que nadie más que él tenía derecho a pisar ese lugar, ese lugar era sagrado para él.


    En la época actual, la madre de Kagome había sufrido mucho cuando pasaron tres años sin saber de ella. Y ese lazo de madre le decía que algo le había pasado a su hija. Ese lazo le decía que estaba muerta. Estuvo deprimida mucho tiempo, incluso el abuelo había enfermado debido a la tristeza, Sota ya no era el niño carismático que solía ser. Ya no estaba su hermana.

    Sonomi se la pasaba en su recámara llorando sin parar, porque su hija mayor se había ido antes que ella, porque no la había visto casarse, ni tener hijos, ni nada, cada noche soñaba con ella y ella le decía que no se preocupara, que en el lugar en el que estaba la trataban bien y que ya no sufría. Siempre que la soñaba la soñaba junto a otra mujer idéntica a ella, pero con el cabello más largo y lacio, con una armadura también.

    Era la legendaria sacerdotisa Midoriko quien acompañaba a Kagome siempre que ella la soñaba. Hasta que un día que tuvo un sueño extraño, en el que Sonomi de pronto se paró dejando atrás su tristeza y se le veía animada, esperanzada y feliz. Desde que había tenido ese sueño que la había alegrado, se la pasaba arreglando el templo del pozo devora-huesos. Sota y el abuelo creían que el dolor la había vuelto loca, hasta que ella misma les contó sobre aquél sueño que había tenido y que tenía que ver con Kagome.

    Meses después de ese sueño, una noche en una de las vísperas del aniversario de la muerte de Kagome, en la era feudal, un visitante nocturno llegó al templo del pozo profanando la tumba de Kagome y colocando sobre el cuerpo —que se había mantenido intacto, parecía que ella estuviese dormida—. Un extraño objeto de color blanco perla de forma circular, parecida a la perla de shikon. El visitante dejó el objeto ahí mismo y se marchó no sin antes ocultar su olor para que nadie más supiera de lo que en ese lugar iba a ocurrir.

    La extraña perla comenzó a emitir un brillo extraño de color blanco casi rosa que poco a poco fue absorbiendo el cuerpo de Kagome y toda la esencia de ella que estaba regada por el lugar convirtiéndose nuevamente en otro objeto de pronto desapareció en lo profundo del pozo emitiendo una onda expansiva al atravesar la barrera del tiempo. Un pequeño temblor se sintió en la aldea de la anciana Kaede, levantando al hanyou de su letargo al sentir que ese temblor provenía del pozo devora-huesos. Al llegar al lugar observó atónito que el templo había explotado dejando nuevamente al aire libre el pozo, que ahora estaba rodeado de una barrera impenetrable.

    En la época actual, la madre de Kagome esperaba impaciente algo a lado del pozo, hasta que vio salir un pequeño destello de luz que reconoció como algo relacionado a su hija. Dicho brillo se posó en los brazos de la madre, convirtiéndose enseguida en un pequeño bebé.



    Una pequeña luz de esperanza había vuelto a nacer.








    --
    Espero que les vaya gustando :)
     
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    Ámbar

    Ámbar Rey

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    Hermoso!!, aunque estuvo un poco dramatico, pero hermoso
    sin duda alguna me has dejado con la boca abierta, e incluso me dio miedo ver
    a una Kikio medio loca, pero tmb me dio mucha pena que la confundieran
    y peor que esta esperando un bebe, que penita:cool:, esperare con ancias la conti!!
    y como que mi sesshi va a visitar a kagome ehh??, no me digas que ya se enamoro,me parecio
    buena la idea que kag, se convierta en un bebe, pero crecera rapido?

    ashh ya no aguanto!!, la curiosidad me sega, te imploro que pongas una conti!!, o si no voy a morir
    de aburrimiento, te deseo suerte y espero que la tengas pronto;)

    atte: tu fiel y malvada lectora Seishira
     
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    LucyDei

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    Sí! No pude esperar para publicar otro capítulo a este paso terminaré rápido la historia xD creo que me lo tomaré con calma :) para que también se queden con ganas de seguir leyendo la historia, déjenme decirles que cuando escribí este capítulo una visión vino a mi xD y el final tendrá un ligero cambio pero les prometo que no los descepcionará. ¡Viva el Sesshkag! xD y... Kikyo ya no me cae tan mal como antes, así que bueno no la haré quedar mal :) cada personaje tiene lo suyo, lo que pretendo demostrar aquí con su actitud obsesiva es lo que algunas mujeres pueden llegar a hacer con tal de tener al amor de su vida.
    Sin más por el momento los dejo con el siguiente capítulo :) y gracias a ls dos lectoras que me han dejado comentarios, este capi se los dedico :D




    Capítulo 2.- Retazos de recuerdos.


    —¡Shinju Chan*! —Se oyó una voz desde el vestíbulo de la casa—. ¡Apúrale que se nos hace tarde!

    —¡Ya voy! —dijo una pequeña niña de unos 5 años mientras se colocaba los zapatos y la mochila en su espalda y salía corriendo hacía una joven madre que la esperaba sonriente—. ¡Vamos ya quiero llegar!

    —¡Tranquila pequeña, el prescolar no se irá de ahí! —dijo riendo la mujer mientras agarraba de la mano a su hija—. ¡Ya nos vamos Papá, hijo, vuelvo en un rato!

    —Iré por ella en la tarde, Mamá… —dijo un joven de casi 15 años—. No te preocupes por Shinju chan.

    —Gracias Souta, te lo agradezco —dijo Sonomi mientras caminaban hacía las escaleras del templo—. Tengo que ir por lo de los papeles de Kagome y no podré pasar por Shinju chan a tiempo.

    —¡Vamos! —ansiosa la pequeña tiraba del brazo de Sonomi, mientras se alejaban a su destino.

    ¿Quién era esa pequeña niña? Todos conocían a la familia Higurashi porque vivían en uno de los templos más famosos de Japón y conocían a los dos únicos hijos de Sonomi; Souta y Kagome Higurashi. Las malas lenguas decían que Kagome se había casado y se había ido a vivir al extranjero y que esa pequeña niña era la nieta de Sonomi porque era idéntica a Kagome. Sonomi nunca desmintió esto, prefería que los demás pensaran que Shinju era hija de Kagome y que estaba de visita por trabajo de esta y su esposo, así no tendría que revelar la verdad, que era increíble en verdad por lo que muchos no comprenderían que Shinju era en realidad su amada hija Kagome, quien había renacido hace apenas algunas noches. Midoriko la visitó hace semanas en sueños, diciéndole que los espíritus más grandes del otro mundo habían discutido el destino de Kagome y que viendo todo lo que hizo y todo lo que sufrió, decidieron devolverla a la vida para darle la oportunidad de volver a vivir, de amar y ser amada, lejos de la era feudal.
    Así fue como su hija había vuelto a nacer, en una pequeña bebé recién nacida, que con el paso de las noches fue creciendo más y más rápido cada vez. Según Midoriko—que había estado pendiente desde los sueños de Sonomi—, era normal que creciera así, ya que el objetivo era regresarla a la edad que ella tenía antes de morir.

    En la era de las guerras civiles, Inuyasha había intentado por todos los medios destruir la barrera espiritual que rodeaba el pozo, incluso Kikyo lo había intentado sin éxito alguno. Sango estaba preocupada y con una pequeña esperanza a la vez, porque sentía que esa barrera tenía algo que ver con su amiga. Y si esa barrera no podía ser penetrada, quería decir que aún no era tiempo, lo sentía, más no dijo nada a nadie. Algo dentro de ella le decía que su amiga había vuelto a la vida.
    Kikyo tuvo un sueño premonitorio del que no dijo nada, porque lo que había visto no le había gustado nada, si todo lo que había visto se cumplía, volverían las guerras de nuevo, la maldad, incluso perdería algo muy valioso para ella, Inuyasha. No, no debería permitir que esa persona volviera para destruirle la vida.

    Mientras tanto Sesshomaru miraba el horizonte desde una de las habitaciones de la casa de la luna. En donde habían regresado hace apenas algunas noches. Era extraño porque el gran hijo del general Inu no Taisho no había ido jamás a parar a la casa de la luna desde hacía siglos. Era extraño volver incluso para él, pero aun así solo él sabía que tenía poderosas razones para regresar, como esperar aquella señal de parte de esa persona para hacer su siguiente movimiento.


    Flashback

    Era muy extraño que sintiese deseos de ir a ese lugar. No había ido desde hace años y era porque no le gustaba lo que sentía cuando se paraba bajo ese árbol. Le hacía recordar a esa mujer que se sacrificó por otra de barro y huesos y por el inútil de su medio hermano. Ese sentimiento le hacía sentir débil, como otro humano más.
    Dejó a Jaken y Rin en la casa de la luna hace dos noches para hacerle caso a eso que lo llamaba a gritos y que le decía que fuese al árbol sagrado. Cuando fue a ese lugar, se sorprendió de ver que aquél árbol parecía brillar con un tipo de energía espiritual, y debajo de él había una mujer o más bien un espíritu porque era casi transparente. La conocía, era esa miko legendaria de la que muchos han hablado, Midoriko.

    —¿Se puede saber que haces tú aquí? —le dijo como si la conociera de hace años y es que en verdad sentía que lo hacía—. ¿No se supone que deberías estar en el otro mundo?

    —Debería, es cierto —le contestó ella sonriéndole—. Pero antes de regresar tengo cosas que hacer aquí, como hablarte de algo importante.

    —¿Y de qué? No creo que tengas asuntos conmigo —dijo para darse media vuelta e irse volando.

    —Yo no, pero Kagome si —Ese nombre lo hizo detenerse en seco, volteando a ver al espíritu de esa mujer que le sonreía como si hubiese descubierto algo importante.

    —¿Y Yo que tengo que ver con esa humana? —Preguntó desinteresado, aunque por dentro se moría por saber que le diría sobre esa mujer que años atrás se había ganado su respeto—. Que yo recuerde no tengo ningún lazo que me ate a ella.

    —Yo sé que si te interesa… —le dijo sin miedo sin dejar de sonreírle—. Sino, no visitaras su tumba en el templo del pozo devora-huesos cada noche de luna creciente.

    —….

    —Mira, Sesshomaru, no tengo mucho tiempo por lo que seré lo más breve posible —le dijo Midoriko mientras se volteaba a mirar el árbol que brillaba con una luz muy blanca pero que no lastimaba los ojos—. Los espíritus más altos del otro mundo han estado decidiendo el destino del alma de Kagome, por lo que su alma ha estado suspendida entre el otro mundo y este. Desde el mismo día en que murió los Dioses del otro mundo discutían si hacerla una diosa por su alma pura o devolverla a la vida y darle la oportunidad de vivir nuevamente….

    —¿Porqué harían algo así por el alma de una simple mujer?

    —Es que Kagome no es una simple mujer. Su alma y su corazón son los más puros en este mundo, incluso Kikyo no cumplía con esa expectativa siendo una sacerdotisa que protegía la Shikon no Tama. He ahí la diferencia entre Kagome y Kikyo…

    >>Kikyo no aceptaba del todo su destino, ella deseaba ser una mujer común más que nada y eso la llenó de un sentimiento negativo, incluso deseaba convertir a tu hermano en un humano, cuando Kagome a pesar de saber que no era tan poderosa como Kikyo porque no llevó un entrenamiento adecuado, aceptaba su destino e incluso aceptaba a Inuyasha tal cual era. Incluso sacrificó su propia vida por la felicidad de Kikyo y la de Inuyasha.
    Todo eso hizo, que los mas altos del otro mundo fijaran su interés en ella. Su alma es muy preciada como para desperdiciarla o devolverla al mundo humano, de hecho ellos no iban a devolverla, pero logré convencerlos para que le dieran a Kagome la oportunidad de vivir su vida nuevamente porque en realidad lo merece. Así que vengo a pedirte que me ayudes a reunir la esencia y el cuerpo de Kagome en el templo para que yo pueda mandarla a través de la barrera del tiempo, con su familia.

    —¿Cómo pretendes devolverla con su familia? ¿Muerta? Porque te recuerdo que tiene más de tres años muerta. Su cuerpo ya se ha de haber hecho polvo.

    —Para eso es la esencia, Sesshomaru —le dijo ella mientras ante la sorpresa de Sesshomaru, esta le entregaba la Shikon no tama—. Pon esto sobre el cuerpo de Kagome, cuando lo coloques ahí, el alma de ella entrará en la perla y absorberá el cuerpo y la esencia para devolverle la vida en el futuro.

    —Creí que esta perla había desaparecido ¿Cómo pretendes traer esta maldita cosa aquí sabiendo que muchos desean su poder?

    —Calma. No soy una tonta ¿Sabes? —dijo indignada para luego sonreír—. Nadie más puede ver ni sentir esa perla, porque esa perla ya forma parte del otro mundo, cuando hagas lo que te digo, la perla desaparecerá devolviéndole la vida a Kagome. Tú la puedes ver, porque colmillo sagrado te está ayudando en eso y porque eres quien hará esta misión.

    —¿Cómo sabes que aceptaré?

    —Sé que lo harás, después de todo ella te interesa.

    —No juegues con fuego, mujer —dijo mientras se dirigía al pozo devora-huesos—. ¿Vendrás o te irás?

    —Estaré esperando, tengo que ir por el alma de Kagome.

    Era más de medianoche y Sesshomaru llegó al templo ocultando su olor para evitar visitas indeseables que le impidieran realizar su tarea. Desenterró el cuerpo de la miko sorprendiéndose al ver que permanecía intacta, como en un estado suspendido, incluso un poco de su poder emanaba del cuerpo. Se hincó observando sus facciones, sacudiendo un poco su cabeza al sentirse débil ante aquella mujer, que a pesar de estar muerta le causaba tanta curiosidad y otro sentimiento que no era capaz de diferenciar. Colocó la perla de shikon en el pecho de Kagome, observando como este pequeño objeto comenzaba a absorber el poder que había estado emanando del árbol sagrado y poco a poco absorbía el cuerpo de Kagome convirtiéndolo en energía espiritual. La perla se tornó más grande y de color blanco perla, que comenzó a flotar en el lugar dirigiéndose al pozo devora-huesos. Esa señal le decía al Youkai que debía salir de ahí o sería purificado, se alejó corriendo y volteó a lo lejos a ver como el templo del pozo explotaba por la energía de la barrera del tiempo, mientras Midoriko colocaba una barrera espiritual sobre este para que nadie pasara. Ella no debía regresar, al menos no durante algún tiempo. Midoriko miró a lo lejos al Youkai, sabiendo lo que le deparaba el futuro y de pronto desapareció también a través del pozo.

    Fin flashback.

    En la época actual, en una escuela para prescolares, muchos niños rodeaban a una pequeña niña mientras jugaban sin preocupaciones. Minutos después llegó Souta, quien al ver a la pequeña sonrió sabiendo que tenía de nuevo a su hermana, más pequeña, pero la tenía.

    —¡Souta Kun! —dijo una joven maestra—. ¿Vienes por Shinju Chan?

    —Sí, mi mamá no pudo venir por trabajo —le dijo sonriendo.

    —¿Y la madre de la pequeña? —preguntó curiosa—. ¿Se llama Kagome, no?

    —¿Cómo? —la miró curioso y de pronto recordó lo que le dijo su Mamá—. ¡Ah, si! Mi hermana Kagome, ella no está aquí, está con su esposo en el extranjero por trabajo y Shinju chan se está quedando con nosotros un tiempo.

    —Es una niña muy linda, y los demás niños se han encariñado mucho con ella.

    —¡Shinju! —Le llamó Souta mientras la pequeña corría a los brazos de su hermano—. Tenemos que irnos.

    —¡Souta niichan! ¿Me compras un helado? —dijo mirándolo tiernamente.

    —Arruinarás tu apetito y mamá me regañara a mí por eso.

    —¡Por favor! —le dijo sonriendo.

    —De acuerdo… —dijo suspirando—. Pero no le comentes a mamá.

    Mientras caminaban hacia la heladería de pronto la pequeña recordó algo.

    —Souta niichan….ayer tuve un sueño muy raro, creo que fue una pesadilla.

    —Haber cuéntame que soñaste —le dijo mientras la sentaba en una mesa y se comía su helado

    —Es que soñé con un señor muy alto y su cabello era muy largo también pero tenía un color muy blanco —Souta la miró sorprendido, acaso….—. Era gracioso porque tenía orejas de perro y otra señorita de cabello negro le gritaba algo así como ¡abajo! Y comenzaban a pelear, peor luego la soñé llorando, fue muy triste porque a mi también me dieron ganas de llorar.
    Souta no sabía ni que decir, eso quería decir que había soñado con Inuyasha y se había soñado así misma también, eso quería decir que estaba comenzando a recordar. Tenía que decírselo a su mamá. No sabía si eso era bueno o malo.

    —Tranquila Shinju, solo fue eso, un mal sueño —dijo mientras se paraba de la mesa—. Mejor ya vámonos porque mamá se preocupará.

    —Sólo espero no volver a soñar con ese señor de cabello blanco….

    —¿Porqué dices eso? —le preguntó interesado.

    —¡Es una mala persona! Hizo llorar a la señorita de cabello negro.

    Tan sólo espero que no recuerde todo, o tendrá que volver a esa época —. Pensó Souta mientras caminaban hacia el templo.








    --
    Gracias por leer! :)

    Shinju: en Japonés es Perla. Le puse así porque quería que fuese un apodo especial que tuviese relación con la perla de Shikon :)
     
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    Ámbar

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    Bien, bien, se que.... no aguantastes continuar la historia, pero, me diste mucha curiosidad a mi!!
    pero mi querida escritora, es k te gusta hacerme sufrir, entiendo que quieres tenerme atrapada,
    pero creo que por tu culpa voy a desarrollar una enfermedad, la curiosidad me sega y no se que hacer para quitarmela, pero bueno, ahora la parte de tu cap. :

    Me encanto!!, y me parecio lindo el nombre, no sabia que sesshy puso la perla sobre kag, y ella se
    volviera una hermosa niña en pocas noches, kiaaaa.... que mente!!, ni yo puedo imaginarme
    tanto y peor que la flojera y la falta de tiempo, son mi peor enemiga....:cool:, pero
    en el caso de ti, tendre que bajarme de mi linda nube de orgullo y rogarte nuevamente que continues!!

    ¡¡pido una conti!!, mmmmm bien ia no tengo en minimo orgullo por tu culpa:eek:, pero almenos lo pierdo por una buena casusa;), esperare con ansias la conti y me avisas...
    con cariñó, tu fiel y malvada lectora

    Seishira
     
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    LucyDei

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    Memorias [Sessho&Kago]
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    Romance/Amor
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    Bien ,bien :D he aquí otro capítulo recíen salido del horno xD anoche se me vino la inspiración y antes de que me abandonara decidí escribirla. Hay muchas dudas en este capítulo que sin duda se irán aclarando poco a poco, espero que disfruten la lectura y no se olviden comentar :)

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    Capítulo 3.- Heridas de un pasado.


    —¡Maldición, maldición, maldición! —Gritaba desesperado el hanyou mientras empuñaba su espada e intentaba destruir la barrera que se había formado ‘misteriosamente’ alrededor del pozo devora-huesos —. ¡¿Qué pasa con esta cosa?! ¡¿Por qué no se destruye?!

    Inuyasha de pronto había caído hincado de la furia, sin soltar a colmillo de acero ante la mirada triste y sorprendida de Kikyo y los demás presentes. Miroku miraba decepcionado al hanyou, mientras Sango miraba a Kikyo quien se daba media vuelta y se iba del lugar dejando a Inuyasha mirando impotente aquél pozo.
    Todos estaban de acuerdo en que eso tenía algo que ver con Kagome, ninguno de los presentes había podido destruir la barrera, lo único que el hanyou había logrado era que la espada estuviese a punto de romperse, ante lo que Miroku tuvo que detener al peli blanco antes de que sucediera algo más grave, porque si Inuyasha se convertía en demonio, Kagome ya no estaría ahí para detenerlo.

    —Inuyasha… —Llamó Miroku mientras se paraba a su lado y posaba su mirada en el pozo—. Deberías fijarte en lo que dices y lo que haces, por si no lo sabías hay una persona que te ama y que acaba de irse decepcionada.

    Inuyasha enseguida volteó a sus espaldas, observando que Kikyo se alejaba hacía la aldea en compañía de Sango, quien al parecer iba consolándola —Miroku, yo… no sé que hacer, sé que esto tiene algo que ver con Kagome, porque no es coincidencia que esta barrera haya aparecido de pronto y que el cuerpo de Kagome haya desaparecido, tienes que entenderlo, ella era muy importante para mi.

    —Y lo entiendo, lo que no entiendo es lo que estás haciéndole a la señorita Kikyo —dijo mientras le daba la espalda a su amigo—. Se supone que la amabas a ella y por eso fue que la señorita Kagome se sacrificó por su felicidad, te lo repetiré una vez más, no hagas que la muerte de la señorita sea en vano, porque si lo haces… te juro que te mataré.

    Inuyasha de pronto miró atónito al monje, estaba hablando en serio —Miroku, ¿Qué rayos dices?

    —Muchos apreciábamos a la señorita Kagome —Miroku intentaba controlarse, las ganas de golpear a Inuyasha eran enormes —. Al morir ella, Shippo perdió a su madre, Sango a su hermana y Yo a una de mis mejores amigas, pero sé que lo hizo por ti y por la señorita kikyo. Como sus amigos respetamos su decisión, sin embargo muchas veces me he detenido por ella, porque si fuese por mi, ya te hubiese matado por dejarla morir.

    Inuyasha miraba sin decir nada a Miroku, quien comenzó a caminar alejándose de lugar, dejando a un hanyou sumido en sus pensamientos, siendo observado a lo lejos por Sesshomaru quien intentaba no matar en ese momento al inútil de su medio hermano. Admitía que aquél monje tenía razón, ese tonto estaba haciendo que el sacrificio de esa miko fuese en vano, y eso…no lo iba a tolerar. Él se iba a encargar, de que Inuyasha no volviese a ver a Kagome nuevamente. Esta noche sería, tenía que esperar a Midoriko para el siguiente paso.


    —Ya no lo tolero, Sango —Kikyo miraba en dirección al pozo por una de las ventanas de la casa de Sango y Miroku —. Ya no lo esperaré más. Debo admitir que en este aspecto admiro mucho a Kagome, porque ella si tuvo la fuerza de voluntad para aguantar todo el daño que él y yo le hicimos.

    —Mi amiga tenía un corazón muy grande. En él no había odio —dijo mientras miraba al cielo melancólicamente —. ¿Qué harás?

    —Me iré, junto con mi bebé.

    —Sé que no debo meterme porque no es mi asunto, pero creo que Inuyasha tiene derecho a saber que esperas un hijo de él.

    —Se lo diré… —dijo ella mientras caminaba hacia la salida—. Pero no ahora, no quiero verlo más. Esta noche me iré, sé que él no regresará esta noche a nuestra casa, porque se quedará en el pozo, lo sé, lo conozco más que nadie.

    —No me agrada la idea de que te vayas en el estado en el que estás, podría pasarte algo.

    —No te preocupes tanto por mí, cuando una Sacerdotisa esta embarazada sus poderes se incrementan considerablemente debido a la pureza del ser que habita en nuestro interior. Iré a una aldea que está lejos de aquí, no le digas a Inuyasha por favor…si te pregunta dile simplemente que no sabes en donde estoy.

    —..De acuerdo… —respondió no muy convencida.

    Esa misma noche, Kikyo partió de la aldea sin decirle nada a nadie más que a Sango. Mientras tanto en otro lugar de la región, cerca de las tierras del Oeste, Sesshomaru esperaba impaciente a que Midoriko se presentara. Ella llegó minutos después con su sonrisa en su rostro, obviamente le traía noticias de Kagome.

    —Ella actualmente tiene 6 años —comenzó a hablar—. Y al parecer comienza a recordar vagamente en sueños, su destino en este lugar ya terminó con la destrucción de Naraku, así que no debe regresar es por esto que coloqué la barrera en el pozo.

    —Si ella ya no tiene asuntos aquí entonces ¿Porque el portal sigue abierto? —Preguntó el Youkai—. Obviamente no se ha cerrado porque colocaste esa barrera en ese pozo.

    —Eso es cierto. No se ha cerrado pero lo hará. Se cerrará cuando el futuro y la felicidad de Kagome estén asegurados. Ese portal no se ha cerrado porque está en espera de ese lazo que mantiene a Kagome unida a este lugar.

    —¿Acaso te refieres al inútil de Inuyasha? —dijo molesto, aunque no supo por qué.

    —Déjame mostrarte algunos recuerdos para que sepas de una vez, por qué te escogí a ti para esta misión…. —dijo mientras comenzaba a emitir de sus manos un resplandor rosa que cegó a Seshomaru, y al abrir los ojos…se dio cuenta de que había regresado mucho más en el tiempo….

    Japón feudal. Varios años antes del nacimiento Kikyo y la creación de la perla.

    —Era una época de hambruna y guerras… —dijo Midoriko mirando con melancolía a los aldeanos que arreglaban sus casas debido a los constantes ataques de demonios, volteó a ver a Sesshomaru que parecía un poco confundido.

    —¿Para qué me trajiste aquí?

    —Tan solo observa. Y si lo reflexionas…lo entenderás…

    Sesshomaru volteó a ver de nuevo la misma aldea en la que vivía Rin, solo que varios años más atrás. Miró a una mujer de largos cabellos negros y armadura que resultaba ser Midoriko, quien corría rápidamente hacía las afueras de la aldea.
    Algunos de los aldeanos estaban siendo atacados por demonios de alto rango, por lo que Midoriko corrió en su auxilio, atacando con cabeza fría a los Youkais que amenazaban a la aldea que protegía. Midoriko era la sacerdotisa más poderosa de todo el Japón feudal, siendo temida por muchos demonios por su gran poder, porque era capaz de purificar a cientos de demonios con solo agitar su espada. Sesshomaru observó a un joven que no supo por qué se le hizo muy familiar, siguiendo siempre de cerca a Midoriko y esta al parecer sabía que ese hombre la seguía.

    Era una tarde hermosa y cerca del lago cercano a la aldea, reposaba Midoriko, sentada a un lado observando el agua de una cascada correr, había descubierto a ese misterioso joven escondido detrás de algunos árboles por lo que ahora platicaban amenamente desde hacía varios minutos.

    El Youkai de cabellos blancos observo muchas escenas parecidas con esta pareja. Y cada vez más se sentía muy familiarizado con esas y eso no le estaba gustando nada. Miró la escena en donde Midoriko y ese joven llamado Shiromaru compartían un beso, ella había estado enamorada en el pasado.

    —No quiero ponerte en peligro, Midoriko…. —dijo el joven mientras la abrazaba—. Si esos demonios se enteran, podrán hacerte daño.

    —Mi amado Shiromaru. No sabes cuanto deseo que el mundo se entere de nuestro amor, pero mi destino es peligroso y tampoco deseo ponerte en peligro.

    —Por el momento vivamos nuestro amor a espaldas de todos. Tan sólo para nosotros dos —dijo mientras volvía a besarla con ternura infinita.

    —Tengo que irme… Debo cuidar de la aldea, nos veremos mañana aquí mismo, estaré esperándote.

    Ese amor escondido no duró mucho tiempo, ya que varios Youkais se enteraron de esto y secuestraron a Shiromaru, tomándolo como presa para asesinar de una vez por todas a Midoriko, esta al enterarse fue en su búsqueda. Lo que siguió esa noche fue una batalla de siete días y siete noches ya que esos demonios habían penetrado en lo más profundo del alma del joven, fundiéndose con él, formando a un Youkai muchísimo más poderoso. Midoriko lloraba mientras luchaba contra el que fue el amor de su vida, viendo que estaba por ser devorada por él, utilizó las útimas fuerzas que le quedaban para arrancarle el alma a ese demonio para unirla a la suya y forzarla a salir nuevamente de su cuerpo. Provocando la creación de la perla de shikon y la muerte de ambos amantes. Sólo quedó la tumba fosilizada de Midoriko junto al amor de su vida. Sesshomaru miró a Midoriko y vio en su mirar un profundo dolor, ella realmente amó a ese humano. Entonces comenzó a comprender la situación.

    —No es posible…. —dijo sorprendido al darse cuenta del por qué estaba ahí y en su rostro se notaba la incredulidad —¿Acaso…él…?

    —Así es Sesshomaru, Tú y Kagome son nuestras reencarnaciones. En el pasado tú fuiste un humano. Dentro de ti está el alma de mi amado Shiromaru.

    Sesshomaru estaba atónito. Mientras la miko regresaba al demonio a su era actual, Sesshomaru la miró nuevamente y después de comprender todas esas series de imágenes la puerta del pasado se abrió para él, haciendo que los recuerdos de su vida pasada se fusionaran y recordara de pronto todos los acontecimientos vividos siglos atrás.

    —Kagome es mi reencarnación, es cierto que muchos confundieron los hechos y creyeron que ella era reencarnación de Kikyo, pero no es así. La familia de Kikyo pertenece a una rama secundaria de mi familia por lo que ella es pariente lejana mía. La perla apareció dentro del cuerpo de Kagome porque ese era su destino, porque ella es mi reencarnación y porque soy la creadora de la perla, ella tenía la misión de terminar con lo que yo empecé. Todo lo que pasa tiene un propósito, Sesshomaru; y ella llegó a esta época para acabar con Naraku y resucitar a Kikyo.

    El youkai no aceptaba que en su vida pasada fuese un simple humano. Pero ahora comprendía porque esa mujer llamada Kagome le provocaba un sentimiento desconocido, que lo hacía sentirse débil ante ella, como si fuese…un humano.


    500 años en el futuro, templo de la familia Higurashi. Varios días después.

    La ahora pequeña Kagome dormía plácidamente en su cama, se removía mucho en esta, al parecer estaba teniendo una pesadilla. Se levantó gritando y llorando desconsolada, Sonomi entró rápidamente para calmarla.

    —Tranquila… tranquila… —dijo su madre mientras la abrazaba—. ¿Tuviste un mal sueño, Shinju?

    —Soñé con monstruos, Mami fue muy feo… —la pequeña Kagome abrazaba a su madre muy fuerte—. Había una señora muy alta con una espada y peleaba contra un enorme monstruo, fue feo porque al final ella murió.

    Sonomi de pronto recordó una historia que Kagome le había contado antes de morir. La historia de la creación de la perla y su creadora, Midoriko.

    —Midoriko…. —susurró Sonomi mirando preocupada a su hija —. Calma hija, todo está bien, solo fue eso, un sueño.

    —¿Puedo dormir contigo, hoy?

    —Claro que si mi amor —le sonrió mientras cargaba a Shinju en sus brazos y la llevaba a su recámara.

    Desde ese día la pequeña Kagome de seis años procuraba siempre dormir con su madre. Pasaron alrededor de tres días y en la época actual solamente hubo una novedad y era que Inuyasha se había enterado de la partida repentina de Kikyo. Por lo que este había salido a buscarla y no había regresado en tres días.
    En la época actual, Sonomi ya había platicado muchas veces con Midoriko en sueños y le había explicado muchas cosas que pasarían pronto y que debía dejar que las cosas siguieran su curso.

    —Gracias por llevar hoy a Shinju chan al colegio, Souta —le dijo su madre mientras arropaba a Kagome con un pequeño sueter amarillo, ya que hacía un poco de frio.

    —No hay de qué, Mamá… —dijo mientras salía de la casa y fijaba su vista al frente —… Parece que alguien se va a mudar.

    —Eso noté, apenas ayer terminaron de construir esa casa…

    —¡Casa, eso parece un castillo! —dijo de pronto el abuelo que había salido con escoba en mano —. Oí que un empresario se mudará pronto.

    —Mejor nos vamos o se me hará tarde a mi —dijo Souta para irse junto con Shinju, pero se asustó al ver que esta no estaba, se asustó más al ver que la niña perseguía su pelota que se le había escapado y estaba por cruzarse la calle, ante la mirada atónita de su familia que de pronto comenzaron a correr para intentar detener a Shinju —¡Kagome!

    La pequeña se detuvo en medio de la calle para voltear a ver a su familia que venía corriendo hacía ella, mientras que una camioneta estaba apunto de atropellarla. La camioneta pasó derrapando intentando detenerse, se oyó un sonido seco de algo que había sido aplastado, los presentes no evitaron taparse los ojos ante lo que ya creían un trágico accidente. Sonomi corrió al lugar con lágrimas en los ojos, dándose cuenta después de que su hija de hallaba a salvo en los brazos de un joven. Lo que yacía aplastado, era la pelota de Shinju.

    —¡Por Dios, Kagome! —Gritaba la madre mientras se acercó al joven quien miraba con una delicada sonrisa a la pequeña ya que esta lo miraba fijamente también con una sonrisa en su rostro —¡Muchas gracias, por salvarla!

    —Debería tener más cuidado, señora —dijo el joven entregándole en los brazos de la preocupada madre a la pequeña niña que no dejaba de mirarlo —. Y tú también pequeña.

    —¿Usted es quien se mudará a esta casa, joven? —preguntó Sonomi más tranquila.

    —Así es. Disculpen, tengo que retirarme, tengo asuntos pendientes.

    —¡Cuando pueda venga a nuestra casa, en agradecimiento por haber salvado a Shinju! —le gritó ya que este se subido a un coche y se alejó —. Pero que tonta soy, no le pregunte su nombre.

    —¡Y usted, señorita! —le reprendió el abuelo a Kagome quien lo miraba apenada —. ¿Qué le he dicho sobre cruzarse la calle sin un adulto?

    —Perdón, abuelito….

    —Cuando veamos al joven que salvó la vida de Shinju habrá que invitarlo a cenar, hija… —dijo el abuelo—. En agradecimiento por lo que hizo.

    Mientras tanto, en un automóvil, en la parte trasera iba el joven que le había salvado la vida a la pequeña Kagome, era de cabello corto negro y con una mirada seductora, iba vestido de traje negro. Recordaba el rostro de esa pequeña niña y sonrió para sus adentros.

    —Esa niña…. —susurró mientras llegaba a su destino.

    —Hemos llegado, joven Sesshomaru.










    ---
    Gracias por sus comentarios, nos veremos quizá mañana si termino el otro capitulo a tiempo xD
     
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    Ámbar

    Ámbar Rey

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    queeeeeeeeeee.................!!, como es posible, yo kiero que se kede con el sesshomaru de la epoca antigua, ami me cae mas, por que tiene el cabello plateado, malvada kiero saber mas!!, estaba tan feliz por saciar mi curiosidad con tu nuevo capitatulo y me dejas con mas!! grrrrrr......1 ..... 2 .... 3....me calme, bien mi querida escritora as llegado ami limite, por favor no me hagas sufrir:cool: , esk no te basta verme asi como una lokita, nooooo mi sessho de la epoca antigua se keda sin kagome o no se, pero que kagome viaje a la epoca antigua por fa....!!, o no se, la cosa esk esta bien hermoso, hermosamente curioso, por quee, cuanto apuesto que en el otro me dejas con mas:rolleyes:, pero algo es algo, esperare con ansias la conti....!!

    con cariño tu malvada y fiel lectora;)

    Seishira
     
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    Dark Moon

    Dark Moon Iniciado

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    Primero que nada: Muchas gracias por invitarme:)
    Segundo: ME ENCANTÓ LA CONTI!!!!!!!!!! y en especial... ME ENCANTÓ EL FINAL!!!!
    NO PUEDO CREERLO!!!!!
    Sinceramente espero que sea él, SESHOMARU, encima SONRIÓ... Amo cuando sonrie porque siempre son momentos muuuuuuuuuy especiales, y esta ves no fue la excepción. Le acaba de salvar la vida *u*

    FUE INCREIBLE!!!!!!!!!!!!!!!! :D

    POR FAVOR!!!! NO TARDES MUCHO EN SUBIR LA CONTI!!!! >.<
    Estaré esperando....

    DarkMoon~
     
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  10.  
    LucyDei

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    ¡Lamento que sea tan corto! D: pero ahora sí no tuve tiempo de agregar más, prometo que la próxima sera larga :) gracias por sus comentarios, difruten la lectura! :D







    Capítulo 4.- Convivencia.


    —Hemos llegado, joven Sesshomaru.

    —Ven por mi dentro de dos horas, Ioga —ordenó el apuesto joven, bajándose enseguida del coche polarizado mientras se adentraba a un alto edificio y los guardias le mostraban mucho respeto saludándolo cortésmente.

    Sesshomaru entró al edificio, mirando casi sin interés cada rincón de la empresa automotriz del cual ahora era el dueño. Recordó de pronto como fue que todo eso había llegado a sus manos para luego sonreír casi imperceptiblemente, era un joven apuesto, alto y seductor que se robaba los suspiros de muchas de las jóvenes que trabajaban para él en la empresa. Entró a su oficina para pararse directo en la gran ventana que daba a una hermosa vista de la ciudad, y en lo más alto un poco lejos se veía el templo Higurashi, no dejaba de mirar aquél lugar y recordar a Kagome a quien había salvado de morir atropellada.
    Era increíble si uno se ponía a pensar en todo eso. Él era aún un Youkai y era claro que ese no era su tiempo, pero se comportaba como tal e incluso lucia como un humano, como si él hubiese ya tenido mucho tiempo de vivir en esa época, recordó la proposición de Midoriko y en cuanto tiempo le tomó darle una respuesta…

    Flashback

    Le tomó mucho asimilar todo lo que Midoriko le había mostrado. Entonces lo que esa mujer le provocaba cuando le veía, la curiosidad, ese sentimiento extraño no era solo una coincidencia pero lo que más le molestaba era…que a pesar de que ahora había renacido como un Youkai, en su pasado ¡fue un humano!, él que tanto los odia por lo débiles que son.
    En ese momento estaba tan consternado mientras algo dentro de él se removía al pensar que en el pasado él y Kagome estuvieron enamorados. Era…algo inconcebible y humillante para él mismo.
    Midoriko miraba la lucha mental del demonio para luego sonreír, sin duda tenía mucho de su amado Shiromaru, él también solía ser muy orgulloso y obstinado, estaba decidida en que no dejaría que el futuro que había visualizado para Kagome se fuese a la basura. Era claro que el demonio delante de ella si sentía algo por Kagome, ese sentimiento entre los dos permaneció oculto por mucho tiempo, era hora de que ambos pudiesen ser felices.

    —No sé porque lo piensas tanto, Sesshomaru, porque si me permites decirlo se nota que si sientes algo por Kagome.

    —Si estuvieses viva, te hubiese matado aquí mismo por decir una tontería como esa —contestó el Youkai para darle la espalda e irse a su castillo, siendo detenido al instante por la miko —. Yo ya cumplí con el trato, no veo porqué he de aceptar tu propuesta, el pasado es pasado y así se quedará.

    —Sesshomaru no seas tan orgulloso, te conozco desde hace mucho tiempo y sé que no será fácil que admitas la verdad, pero hago esto por Kagome sino no te insistiría. No es solo por ella, también es por tu felicidad. Te dejo que pienses las cosas un tiempo, aunque si esto dependiera de Inuyasha él hubiese aceptado el trato de inmediato… —A Midoriko no le gustaba recurrir a eso, pero era necesario abrirle el corazón al cabeza hueca de Sesshomaru.


    Sobraba decir que el youkai se había ido sin darle una respuesta a Midoriko, aunque ella sabía que debía dejar que las cosas siguieran su curso, él tarde o temprano terminaría por aceptar. No sería fácil para él abrir el corazón a otra y mucho menos cuando eras el gran Sesshomaru Taisho.
    Sesshomaru regresó a la casa de la luna y estuvo dos días meditando la situación en su habitación, no tuvo contacto con nadie ni siquiera con Rin. Si uno no conociera al Youkai no habría visto esto extraño, pero todos en el castillo se habían dado cuenta de que algo extraño atormentaba a su amo. Sesshomaru no era alguien quien se paraba a pensar en el bienestar de un humano y tampoco le interesaban temas relacionados a estos por eso era extraño incluso para él sentir esa clase de cosas cuando toda la vida jamás ha mostrado amor por nadie. Midoriko le había hecho una proposición que en su momento le había sorprendido tanto que se había notado en su rostro…

    —…ese es el destino, sus destinos. Están enlazados aunque a ti no te agrade o no lo quieras aceptar del todo. Si la amas, aceptarás venir conmigo al futuro.

    Quien iba a decir que después de pensarlo tanto, se detuvo a darse cuenta de que esa mujer de extrañas ropas llamada Kagome le provocaba un sentimiento extraño pero que no le era desagradable, se dio cuenta de que esa curiosidad que sentía hacia ella no era otra cosa mas que… amor. Es que eso no era algo fácil de decir. Y como si de un espia se tratase, después de admitir internamente de que sentía algo por ella, Midoriko apareció con esa sonrisa en su rostro que ya comenzaba a molestarle al Youkai.
    Ella le explicó que irían al futuro, pero no precisamente a la actual época de Kagome sino muchos años antes. Fue así como Midoriko lo llevó a esa época en la cual se encontró con otro Youkai que había sido amigo de su padre siglos antes en la era feudal. Su nombre era Kageromaru. Este Youkai había ido a parar a la época actual mucho antes de que naciera Kagome, le había confesado a Sesshomaru que él había ido a parar accidentalmente a esa época aunque nunca supo como, simplemente un día había caído en el pozo. Tiempo después se enteraría de que poseía un don especial que le permitía viajar raramente de época en época cuando se necesitaba y decía raramente porque no lo podía hacer constantemente, sino solo cuando algo o alguien decía que era necesitado en otra época y ahora estaba ahí, enterándose de que su misión consistía en ayudar a Sesshomaru para que tuviese una vida en lo que cabe normal como otro humano más.

    Midoriko le había dicho que él mismo tenía un poder especial que le permitia cambiar de apariencia cuando quisiera, el mismo Inu no Taisho empleaba este poder para atacar a sus enemigos de cerca. Sesshomaru había quedado sorprendido de esto, ya que su Padre jamás le dijo sobre esto.

    Los días pasaron en la época actual y Sesshomaru en apariencia se veía como un humano más cuando en realidad no lo era, lo único que no había cambiado eran sus hermosos ojos color ambar. Kageromaru en esa época era un distinguido empresario de la misma empresa automotriz del a cual Sesshomaru sería el dueño en otro tiempo. Haciéndolo pasar como su hijo, le enseñó todo lo que había que saber sobre los humanos, su historia y todo lo necesario y no podría decir que no era el gran Sesshomaru Taisho sino aprendiera increíblemente rápido todas las cosas relacionadas a los humanos, lo único que nunca terminó de agradarle era la cantidad de humanos que habían, pero lo hacía por ella, por Kagome aunque no iba a admitirlo en frente de Kageromaru.

    ¿Por qué Midoriko no había llevado a Sesshomaru a la misma época de Kagome, sino algunos años más atrás? Era porque el Youkai, ante la sorpresa de la miko, no quería volver por ahora a la era feudal, había dado la casualidad de que un día mientras pasaba al hospital a visitar a Kageromaru que había estado enfermo, de algo que ahí le llamaban cáncer, había coincidido con una mujer que se parecía a Kagome pero esta estaba embarazada, era la Madre de Kagome que pronto daría a luz a la que más en el futuro salvaría de morir atropellada. En la era feudal jamás se enteraron de su ausencia, salvo Jaken y Rin que solo sabían que su amo se ausentaría por largo, largo tiempo.
    Mientras pasaban los días, Sesshomaru vigilaba de cerca el crecimiento de Kagome y había sido testigo del día en que ella había cumplido quince años y había viajado por primera vez a la época feudal. Para esto, el Youkai ya tenía un trabajo establecido, por lo que ahora que sabía prácticamente toda la vida de Kagome, viajó nuevamente al futuro, esta vez a la época en la que Kagome había renacido como bebé. Consiguió mudarse frente al templo Higurashi, quería vigilar constantemente a la que el ya llamaba su futura esposa. Para esos momentos, Kageromaru, recién recuperado le había dejado la empresa al Youkai para luego regresar a su época después de tanto tiempo.

    Fin flashback.



    Era hasta ese mismo día en que por fin había tenido contacto directo con Kagome, la había salvado de morir nuevamente. Sesshomaru de pronto recordó a Rin y al inútil de Jaken y pensó en la manera de traerlos ahí a ese lugar, porque siendo sinceros ya no deseaba regresar a la era feudal.
    Por la tarde el Youkai había salido de la empresa para dirigirse a su nueva casa, estando en las puertas de su mansión volteó ante el llamado de la madre de Kagome que al parecer lo había estado esperando. Después de pensarlo tan solo un momento, decidió aceptar el ofrecimiento de una cena en casa de Kagome, al entrar en el lugar se dio cuenta de que todo el lugar tenía impregnado el olor de Kagome. Esa pequeña niña al verlo desde la parte de arriba de las escaleras, salió corriendo a sus brazos como si lo reconociera de toda la vida, ante esto no pudo evitar tomarla entre sus brazos y sonreírle, sonrisa que solo ella vio.
    Lo único que no había previsto fue lo que ocurrió cuando él la cargó en ese momento: Kagome nuevamente había crecido. Sonomi miró la escena con extrema preocupación y no evitó darle una fugaz mirada a su invitado, ante esto Sesshomaru la miró y supo lo que la preocupada madre pensaba en ese momento, bien... era hora de revelarles quien era, porque por medio de Midoriko, sabía que ellos estaban enterados de todo lo relacionado a la era feudal y a lo que había pasado con Inuyasha y Kikyo.

    —yo… yo... —la madre no lograba articular palabra alguna, no dejaba de mirar a la ahora Kagome de 12 años que de pronto se había desmayado en los brazos del hombre.

    —No se preocupe… —le dijo el Youkai—. Estoy enterado de todo.

    En ese momento Sesshomaru procede a explicar el motivo de su estancia ahí y todo lo que le había dicho Midoriko, que quien lo viera no hubiese creido que ese hombre fuese el gran Sesshomaru Taisho, conviviendo amablemente con una familia humana. Sonomi aceptó contenta a Sesshomaru, sabiendo la verdad era más fácil para ella sobrellevar todo lo que pasaba con su hija. También había dejado claro, que Inuyasha ahí ya no era bienvenido, ante lo cuál, el Youkai atinó a sonreír imperceptiblemente.
    Todos los días desde ese momento, convivía con Kagome que cuando podía iba con él a la empresa o a la casa del Youkai, cabe mencionar que Kagome era una niña demasiado extrovertida para su edad, ya que constantemente le decía que cuando creciera se casaría con él.

    Lo que no sabían era que llegaría el momento en que Kagome recuperaría su edad normal y los recuerdos de un pasado doloroso llegarían nuevamente, tendrían que luchar con los recuerdos de un antiguo amor y los confusos sentimientos de Kagome.

















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    ¡Listo! :D Ayer ya no pude publicar porque tuve mucha tarea pendiente, pero hoy dejo el capi esperando que les guste :)
     
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    liisseth

    liisseth Entusiasta

    Capricornio
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    Sabia que no había pasado por aquí, pero ver tu historia tan avanzada me impresiono xD
    Konichiwa!
    Woow, woow, Espera, espera, espera, acabo de leer bien o mis lentes ya están mal e.e Kagome-chan y Sesshoumaru-san son las reencarnaciones de Midoriko-sama y Shiromaru-kun o.o Ahh! Que bonita impresión me dejaste °w° Estoy feliz porque ambos puedan a volver y vivir lo que se merecen, pero nunca todo es de color rosa... Espero que los hagas sufrir un poquito, solo poquito. En cuanto Inuyasha... Naaa, a él si quieres mándalo a un manicomio o con un psiquiatra, esta loco y es tan estúpido. Espero continuacion :b Esta chica dice:

    -Cambio y Fuera
    L. A. M. P.
     
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  12.  
    LucyDei

    LucyDei Usuario popular

    Leo
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    Memorias [Sessho&Kago]
    Clasificación:
    Para adolescentes. 13 años y mayores
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    Romance/Amor
    Total de capítulos:
    6
     
    Palabras:
    97
    ¡Lo siento! No lo he poidido continuar D: Ya tengo algunos capistulos listos, pero tengo mucha tarea encima y ya no puedo ni con mi alma ._. cerraré el tema temporalmente al menos una o dos semanas para cuando ya salga de la universidad y pueda continuar libremente sin tener uqe preocuparme de que mañana o pasado tenga que entregar una revista, un cartel o x cosa D: ¡Juro que nos veremos de nuevo en unas dos semanas o un poco antes! :)

    Les pasaré a avisar cuando tenga lista la continuación, prometo que las próximas serán largas :D
     
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