* Media noche * (Jacob-Reneesme) (Edward-Bella)

* Media noche * (Jacob-Reneesme) (Edward-Bella)

La historia continua... ;)

Hola a todos !!!

Antes que seguir con esta historia que habia dejado incoclusa, me disculpo por eso y les agradezco por sus correos, por insistir que siga con esta vampirica historia de amor, gracias por sus lindas palabras costantes y llenas de motivacion, por ustedes que lo piden seguire con la historia.​

Cada semana puntual veran capitulos ;)​

Reseña de esta historia :​

Diez años han trancurrido en la vida de los Cullen ​

Mi Long- Fic se tratara de la vida que se quedo inconclusa en AMANECER. Estara escrito en primera persona con Reenesme y Bella, pues seguira habiando historia de amor y problemas entre Edward y ella. ​

Se tratara aparte de la vida amorosa de las dos parejas protagonistas de su amor, como llevarlo entre humanos y entre inmortales. Tambien como enfrentar al clan mas viejo, los Vulturi y como querran ellos conseguir a cualquier consta (trantages, guerra) las personas que quieren por sus valiosos dones. Reenesme por su belleza y dones sin duda sera otra nueva tentacion aparte de sus padres para tenerla de su parte, de su coleccion.​

Espero que lo disfruten !!! ​

Y espero sus comentarios y apoyo !!​

* Media noche * (Jacob-Reneesme) (Edward-Bella)

Prologo

Nueva Vida

Era complicado pensar solamente como mi vida iba a cambiar. Vivir tanto tiempo fuera del pueblo que me vio naceren y viajar por todo el mundo y estar en mis cultimos cuatro años de existencia en Alaska, en donde me acostumbre a un estilo de vida muy diferente a lo que esperaría de Forks. No tenia que tener los dones de mi tía Alice para saber como iba a cambiar todo de mi. Desde mi alimentación hasta mis amistades. Ya no podría comer y divertirme como cuando iba a la punta del norte del país para jugar con la comida. Siempre los osos polares demostraron saber que a mi lado esa iba hacer su última pelea por que lo demostraban con estruendos sonidos saliendo de su pecho.
Eso como era grandioso!

No me gustaba convivir con humanos, no porque se me antojaran, yo como mi familia estaba más que controlada a cualquier sed referente a las personas. Pero una cosa no podía todavía tolerar después de diez años y era la forma en que mis compañeros de la universidad veía a mis padres, mis padres.
¿Qué eso no lo podían entender?
No, obvio que no. Como explicarle a esos mortales que las personas con las que vivía, que aparentaban como yo la edad de veinte años, eran las personas que me dieron la vida. No eran los celos que me ganaban que no aguantaba estar tanto con los mortales, si no que era sufrible las discusiones de mis padres por sus celos. Celos que mi padre muy bien guardaba, su templanza siempre la he envidiado, pero mi madre…
De verdad que es cierto cuando dicen que las pasiones se intensifica cuando se es vampiro. Pues mi padre me ha comentado en varias ocaciones (después de una pelea entre ellos) que cuando mi madre era humana no era así, se guardaba todo y ahora... Solo teníamos que preguntarle que le había pasado al refrigerador, la mesa...

Vaya que mi madre tiene su caracter !


Nunca faltaba día que un admirador me esperara en mi Porshe rojo para tener su oportunidad de ser galante y abrirme la puerta. Ahí estaban tres y un profesor, recargados en mi flamante carro. Suspire. No quería ser grosera, pero cuatro años de la carrera a muchos no era suficiente para que se dieran cuanta que solo eran buenos amigos.

¾ Señorita Cullen ¿ya es seguro que se va del país? – preguntó el que era (hasta ese día) mi maestro de filosofía.
¾ Si, profesor Scott. Mis primos se regresaran a los Estados Unidos y yo al igual que ellos que termine mi carrera vemos el momento perfecto de regresar a nuestro país.

El profesor Scott siempre demostró un gran respeto hacia a mi, si no me hubiera dicho mi padre que el profesor no veía nada mas en mi como una alumna, "nunca" me hubiera dado cuenta. Esas eran las veces que el don de leer la mente de mi padre era como una maldición, pues desde entonces no pude ver al profesor Scott como maestro, si no como amenaza amorosa.
¾ Nees, esto es para ti – Dijo un amigo al entregarme una rosa -- Me hubiera encantado verte en el baile de la graduación, pero entiendo que te tienes que preparar todo para tu regreso.
¾ Si, ya vez, recién casados quieren su vida aparte – Sonríe al ver al tercer admirador abrirme la puerta de mi carro. Me subí y di marcha – gracias, Bill.
¾ Me imagino, ¿Cuánto llevan de casados tus primos?
Levante mi rostro para ver a esos jóvenes insistentes, hasta en los últimos momentos. Me decidía a contestar pero uno de ellos se me adelantó.
¾ ¿No recuerdas? Exactamente hace un año fue la boda de Edward y Bella, que boda, ¡eh! – Comento alegre Steve mientras que veía yo distraída como el profesor Scott cabizbajo se alejaba.
¾ Muchachos, muchas gracias de verdad por todos sus detalles, pero es hora de irme – Dije al fin con una bella sonrisa de agradecimiento para mis ex compañeros de carrera y uno que otro anexado.

Se despidieron los tres de beso en mi frente o mejilla y se marcharon entre empujones y frases en susurro pero que yo podía oír bien como: ¿Cómo se puede ir?. O el que haría caos en la casa: Hay que mandarle flores a Bella, ya que no vino hoy para despedirla.


Tome la carretera y por el retrovisor vi por ultima vez el imponente edificio que era la universidad que asistí por cuatro años. Estaba emocionada, pues era la primera vez de las infinitas veces que terminaría una carrera, y como sabía que iba a ser la primera carrera de muchas quise que fuera Psicología, para poder dar terapia a todos los de mi casa. Supongo que vivir mas de cien años de un modo tiene que afectar. O no?


Al dar la última vuelta en la esquina de lado izquierdo, vi mi casa, en el centro de la calle, siendo vecina de imponentes casas como la casa de la familia Cullen. Casa que a pesar de mi madre era muy grande, pero era de imaginar si el regalo era de mi tía Rosaline a la supuesta nueva pareja Cullen. Casarse por cuarta vez con la misma persona puede quitarle emoción, bueno es de lo mas lógico para cualquiera pensar igual que yo y mas al ver tantos divorcios. Pero eso no aplicaba a mi familia y mucho menos a mis padres. Al contrario, parecía que mi madre en cada boda la disfrutaba mas. Y todos sabemos que eso es mucho decir al ser Isabella Cullen tan antipática para eso de las celebraciones, no importan si son grandes o pequeñas fiestas, ahí estará Bella, maldiciendo por tener una familia que le gusta festejar a lo grande.
Aunque con eso que ya empezaba a perderle miedo a bailar hacia que no se aburriera en su propia boda y fingir y actuar cada vez se le daba mejor, bueno, no tanto, y menos para mentir.

Tome el control de la guantera para abrir la puerta eléctrica. Al abrirse lo primero que vi fue a Stefan que al segundo se acomodo en el asiento del copiloto.

¾ Hola, preciosa – Me dio un beso en la frente. Era un simple beso en un lugar tan simple como la frente, pero viniendo de Stefan siempre una muestra de cariño estaba cargada de sensualidad que hacia olvidar por unos segundos algo tan vital como respirar – ¿Hoy a donde iremos a celebrar que eres toda una egresada?
¾ No podemos ir a cazar – Dije al bajar del coche, con algo de dificultad porque estaba tratando de recordar llenar mis pulmones de aire. Salir de mi Porshe y tomar aire me costo una milésima de segundo, pero para ser semi vampira era mucha perdida de tiempo.

Como siempre, Stefan me abrió la puerta con maravillosa galantería.
-- ¿Por qué no? Mañana te iras y no me puedes inventar que es porque tienes que empacar.

Sonríe sonrojada. Ese “era” justamente el pretexto que daría. Había veces que por error a Stefan lo trataba como humano. Sus ojos dorados y su cabello rizado rubio a veces no era suficiente para recordar que él era vampiro y vegetariano como mi familia.

¾ Detesto cuando te sonroja – Espetó algo contrariado, pues su voz era tensa pero su rostro perfecto presumía una bella sonrisa.
¾ Lo se y perdón – Me reí con malicia.

Supongo que él como los demás vegetaríamos detestarían que mis mejillas tomaran un color de un rosado tan apetitoso, pues era semi- vampiro, mi cuerpo circulaba sangre y al parecer deliciosa al ver los ojos de Stefan en este momento.

¾ Bueno, te salvaste de mi. Por desgracia me dio mas sed al verte – Sonrió con un toque sensual que me detenía el corazón y desapareció como magia de mi presencia. Claro, antes sintiendo como sus fríos labios se posaban sobre los míos, me estremecí como siempre que Stefan tenia la valentía y el control de besar a alguien como yo, una posible comida como plato fuerte.


Me gustaba mucho Stefan, era muy guapo, una belleza mayor a todos los vampiros. Excepto mi familia, ellos sin duda seguían en la lista de los vampiros mas seguimos por los humanos.
Me reí. Me reí de todo.
Mañana en la tarde estaría en Forks, en un lugar donde un licántropo me esperaba que después de siete años no pudiera ver. Yo muchas veces quise ver a Jacob, ir a la Push, saber como estaba. Pero me tuve que limitar con correos muy esporádicos. Y todo por orden de mi padre. Me molestaba que se metiera de esa forma en mi vida, pero lo entendía. Mi padre lo hizo para que decidiera si realmente mi deseo era estar con Jacob o era pura presión de estar con él porque el por ser lobo se había… mmm… no me gustaba pensar esa palabra, me gustaba mas pensar que se había enamorado de mi. Era una recién nacida cuando pasó eso. Pero ahora todo había cambiado, era una mujer, de diez años de vida que parecía de veinte, pero decía que tenía veintidós para seguir estudiando.

¾ Bella, Edward, ya llegué – entre a la casa gritando al cerrar la puerta detrás de mi con llave.
¾ Nessie, estas castigada – Dice mi madre apenas me vio. Levanté la mirada y estaba en el segundo piso. Se tomó del barandal de fierro de las escaleras y cayó a unos metros de mi lado – Sabes que en casa no tienes permitido dirigirte así, aquí somos tus padres...
¾ Lo se, pero es divertido, mamá – La abrace con fuerza.
¾ ¿Lista? – Pregunto mi padre al tomar a mi madre de la cintura en el instante que la solté– Pensé que estarías con Stefan.
¾ Se fue a cazar – Les informe aunque sabia que eso no era necesario para mi padre.
¾ Es el último día para decidirte – me advirtió mi progenitor con tono severo.
¾ Lo se, se que este viaje mas que nada fue para que conviviera con vampiros, humanos y saber si realmente quiero estar con Jacob – Conteste algo harta por ese tema.
¾ ¿Ya decidiste? – Hablo la señora Cullen, algo preocupada.
¾ No – Negué sin tardar en pensarlo – Siento que ahora es momento de darle tiempo a Jake – Dije sin tanta convicción.
¾ Por eso no te preocupes, princesa – Esa sonrisa malévola del señor Cullen solo aparecía cuando hablaba no a favor de Jacob – Podemos irnos a Europa, que pacen otros diez años, aparentar que tenemos diecisiete y…
¾ Prometiste que no te iba a meter después de este tiempo – Le reproché mientras caminaba hacia la cocina y los Cullen me seguían.
¾ Si, mi amor – reafirma Bella. < Eso de decirle Bella es divertido> Pensé mentalmente.
Mi padre se río.
<¿De nuevo metiéndote en mi mente?. Mmm, no te rías tanto, EDWARD > Le recomende en mi interior.
- ¿Me perdí de algo? – Pregunta molesta Bella -- ¿Por qué esa cara, amor? ¿Nessie de que te ríes?
¾ Nada, mami. ¿Decías? – Le regale la sonrisa de “yo no fui”.

Bella serie me ve. Suspira.

¾ Bueno como iba diciendo – Sacó del horno algo que no entendí que era. Yo tome asiento en el banco de la barra des ayunadora – Este tiempo diste – Se dirigía a mi padre – para que Nessie supiera que era lo que quiere y si era posible enamorarse de alguien aquí, humano, vampiro.
¾ Cosa que no dejó – recalque cuando tome un pedazo de ¿pavo? – Stefan te sigue teniendo miedo.
¾ No me tiene miedo a mi – Se defiende – Si no a mi don. El muy lujurioso no se puede esconderse de mi don.
¾ ¿De verdad? ¿Tan malo es lo que piensa? – Dije poniéndome de pie emocionada – Eso cambia las cosas, nos quedamos.
¾ ¡Reneesme Cullen! – En unisonó me censuraron mis padres.
¾ Es broma.
¾ ¿Es broma? – Pregunto Bella a su esposo.
¾ Es malo no haber privacidad mental – Me tire de nuevo en el banco refunfuñando.
¾ Los padres pagarían por poder leer la mente de sus hijos – Cruza los brazos Edward y me ve con los ojos dorados entrecerrados.
¾ Bueno, ¿ya me pueden hacer caso? – Bella grito pero presumía su bella sonrisa – Lo que quiero decir es lo siguiente – tomo aire – Mi amor, prometiste que regresado a Forks no iba a meterte entre nuestra hija y mi amigo.
¾ Lo se, lo se – Desganado mi padre pone los ojos en blanco.
¾ ¿Qué diremos allá? – cuestione en mitad de un beso apasionando de mis padres. Cuando voltearon ya no había pavo. Me limpie los dedos con una servilleta. Cocina mi madre demasiado bien para ser alguien que no le gusta la comida.
¾ ¿Ahora que seremos? Esta vez primos ¿y ahora? – las cejas de mi madre se hicieron una.

Mi padre la tomo de la cintura y le susurro algo en el odio. Gracias a Dios eso no oí, porque por la sonrisa de Bella era algo que una hija nunca quería enterarse de sus padres.
¡Repúgnate!

¾ Tu serás nuestra prima – Me dijo Edward – Y tu madre y yo, esposos. Eso diremos si es necesario. Espero que no duremos mucho en Forks. Porque como justificaremos que seguimos igual que hace una década y además no tenemos a una hija de diez años.
¾ ¿Nessie será tu prima o la mia? – Mi madre pensativa me ve – Mía, por mis ojos chocolate. Bueno, los de antes, ustedes entienden -- Hizo una mueca.
¾ ¡Genial! – Exclame contenta – Seré una Swan.
--- Eres una Swan -- Me dijo la mujer de ojos dorados con cariño.
¾ ¿Y que le diremos a Charlie sobre, Nessie? – Mi padre endureció su rostro.
¾ ¿Le dará gusto ver a su nieta? – Inquirió mi madre si fuerzas.

Mi abuelo Charlie no tenía ni idea que clase de familia eran los Cullen. Aunque sabia muy bien que no era normal, después que diez años atrás mi madre hizo este cambio físico y de voz, era mas que obvio que no éramos de todo normales al ser yo una niña que en tres meses crecí lo de una niña de un año.
Pero definitivamente el regreso a Forks seria un gran cambio para todos. Para la familia Cullen, la familia Swan y los licántropos.

< Jacob, mi lobito, ¿todavía te acordaras de mi? > Las palabras que le decía de niña me llegaron al corazón.

 

Re: * Media noche * (Jacob-Reneesme) (Edward-Bella)

Capitulo corregido y cambiado al anterior. Kiss :P

 

Re: * Media noche * (Jacob-Reneesme) (Edward-Bella)

Malas distracciones​

No tenia mucha idea porque todavia no queria llegar al aeropuerto de internacional de EUA, no sabia si era porque el trato que recibo de las sobrecargos es tan maravilloso que el viaje se me hace corto, por los maravillosos asientos de piel de primera clase en los que estaba sentada, o realmente las ganas de no llegar a Forks era por los nervios que me consumian de no saber que iba a ser de mi vida ahora. Pero no queria pensar en las ultimas dos horas que nos quedaba de viaje, no queria angustiarme, de nada servia. Y como me conozco mas que bien sabia que asi estaria durante el vuelo, pues asi estuve en los ultimos meses. Por eso estoy preparada para una mente tan torturante que ahora tengo, aqui estoy, con mis fieles compañeros, los libros.​

Era un poco incomodo y gracioso como los pasajeros como la tripulacion del vuelo se me queda viendo, me ven como una joven desquisiada mutante. ¿ Es tan raro que una mujer cargue para todas partes unos quince libros de matematicas, fisica y quimica, de quinientas hojas cada una, para un viaje de horas?
Al parecer, si, y mas cuando mi bibliotca personal estaban junto a mi asiento, el 4A, como un buen acompañante de viaje. Todos esos ridiculos temas de los libros que llevaban a bordo eran de lo mas patetico, lo se, mis padres me lo dijeron (aunque con tacto, evitando lastimar mis sentimientos "filosoficos"), como tambien mi sentido comun, pero de verdad ahora mas que nunca temas tan rebuscados de ciencias exactas en lo que necesito en estos momentos, cuando mi mente tiene que estar completamente llena, ocupada.​

Pero no, lo cierto era que toda esa ridicules de genio Einsten que hacia creer a los demas, no servia de nada. Pues los 158 problemas matematicos que llevaba resueltos no eran lo suficiente para distraerme. Por desgracia mi parte vampirico estaba 100% activado, tanto que mi cerebro podia pensar en cientos de las cosas a la vez sin ningun problema.​

Jacob, Jacob, Jacob, mi Jacob !​

Era lo unico que nunca podia salir de mi mente. Por que ese es el problema, ¿era todavia mi Jacob? ¿Queria yo que lo fuera? ¿Seria un alivio que lo fuera o una triste desgracia? La duda me estaba matando. Y como las peliculas que tenia en mi DVD portatil tambien me estaban matando. Eran buenas las peliculas que podia escoger (pero para no este momento tan estresante de mi vida) para pasar el rato, decidi estirar el cuerpo, ojalá que eso sirviera de algo. ​

Tomando un suspiro como para tener mas animos, levanté la tapa de la evilla y el cinturon me dejó tan libre como lo necesitaba. Eran los momentos que ser humana lo disfrutaba y lo agradecia. Puesto que que podia utilizar el baño para mis necesidades humanas, como lo llamaba mi padre.​

Por suerte el baño de mujeres de la zona premier estaba disponible, entré y por un momento olvidé para que servia el baño. Eso de no saber que seria lo que me encontraria en Forks me estaba volviendo loca.​

* * *​

Limpiandome las manos con unas toallitas humedas me disponia a abrir la puerta del baño cuando unas risas nerviosas me llamaron la atencion.

• Yo quiero atenderlo.​

Oí que decia una mujer, que por la voz estaba segura que era joven. ​

• Pero tu eres casada, danos la oportunidad a las demas -- Una mujer un poco mas joven que la primera dijo a la defensiva.​
• Pero no por estar casada no puedo deleitarme de las creaciones de Dios.​
• ¿Saldrias con él si te lo pidiera? -- Comentó fingiendo perplegidad otra dama.​
• ¿Que pregunta tan absurda es esa? -- La mujer casada dijo, parecia terriblemente ofendida -- No todos los dias, ni siquiera una vez al año tenemos la oportunidad de intimar con hombres de ese tipo.​
• A mi me corresponden esos asientos, fin de la discusion, ese caballero será mio -- Una mujer que se unia a la pequeña discusion intervino.​
• Eso no es justo...​

No alcanzó la mas joven de las cuatro a protestar porque llegó una persona que por los pasos que escuché al acercarse, era un hombre delgado.​

• Es ridiculo que se pelén por un hombre que ni las voltea a ver y que ademas es casado.​
• ¿Casado? -- Casi gritaron estuperfactas las mujeres presentes.​
• Imposible -- COntradijo una.​
• Creame que soy el primero que se lamenta de algo tan terrible como esto, pues la esposa de ese es una mujer bellisima -- Confesó el hombre sus sentimientos con un toque sensual de frustracion en su voz -- Son de esas mujeres que merecen que un hombre les de todo solo por una minuto de su atencion -- Era pateticamente soñador.​
• Es cierto -- Reconoció a su pesar la mujer casada. Ahora que la voz se me hace familiar estoy segura que se trataba de una sobrecargo rubia, alta, con ojos obscuros, que fue afable conmigo al llegar, segun su jafete decia que se llama "Sra. Howard" -- Es muy bella. Yo creo que han de ser modelos. ​
• Seran modelos sin duda, pero no por eso son casados -- Esa persona femenina deseaba con el corazon que tuviera razon.​
• Estan demasiado jovenes para quererse casarcuando tienen a los amantes que desén -- Convinó la mujer mas joven, "Srita. Summer"​
• Me costó aceptarlo, pero un anillo que ha de ser el diamante mas grande que he visto en mi vida, me refiero uno de no menos de cinco quilates... creo yo que eso dice mucho -- El hombre "Capitan de tripulacion Sr. Motgomery" dijo con gran asombro todavia por aquel anillo. ​

Anillo que sin duda se lo vio a mi madre. GRaciosamente empecé a resar en mi interior, pues si Bella oia lo que decian sobre su anillo de compromiso termianria usando uno de esos nefastos anillos que te regalan en las maquinitas de dulces. Mi madre hoy y nunca seria cariñosa y mucho menos amante de las joyas, la moda y las cosas costosas. Y muchisimo menos si esas cosas venian de manos de mi padre. ​

• Eso solo dice que son ricos.​
• O mafiosos, narcotraficantes.​
• Son muy jovenes para eso -- Descartó esas ideas el capitan de la tripulacion un poco serio por aquel comentario.​
• Tienes toda la razon -- Estuvo de acuerdo Howard -- Entonces trabajan para alguien y asi pasan la drogan al engañar por esas perfectar caras que presumen. ​

Escuché como su corazon se aceleraba al recordar los pasajeros de los asientos 9A y 9B.​

• Eso explica todo -- Dijo de repente Summer -- No son casados, solo lo hacen para aparentar.​
• Seran lo que quieras, pero si son personas que les gusta ese tipo de vida, no pienso ni tratar de intervenir -- El corazon de Montgomery se aceleró, tanto era así que temí que se le saliera del pecho -- Por eso pretendo hacer un perfecto acercamiento con nuestra pasajera del 4A, viene sola y es tan hermosa y sofisticada como la otra.​
• Pues suerte, capitan -- Desanimada dijo una de las mujeres -- Lastima que no podemos decir lo mismo al no estar otro dios disponible.​

Tomé aire, era gracioso que mis padres siendo los hombres mas honestos del mundo ahora fueran unos jovenes mafiosos, traficantes de drogas, pues era de lo mas normal que pensaran eso, no era la primera vez que me tocaba oir algo así y menos a Edward, que seguido de leia algo muy parecido en otras mentes. Pero si era fastidioso para mi que los demas no vieran la manera de hacer un acercamiento para llamar la atencion de la joven pareja Cullen.

Pateticos!​

Sin querer escuchar mas, pues el tema peligrosamente se dirigia a mi, abrí la puerta y los empleados estaban tan absortos en su platica que no notaron mi presencia hasta que les pedí con mi educada voz cantarina:​

• Perdon, ¿seria alguien tan amable de regalarme un vaso de agua?

​

Los cinco voltearon con grandes sonrisas, pero desaparecieron en el momento que me vieron, ¿sospecharian que escuché por lo menos lo que diceron de mi?

Por sus caras palidas como muertos estoy muy segura que si.​

• Señorita... -- El capitan que era un hombre que para los humanos tenia sus encantos con sus ojos negros y pelo del mismo color, cambió por todos los tonos de colores humanamente posibles, blanco al rojo intenso, apetecible! LAstima que tartamudiera demasiado. Se aclaró la garganta para hablar con margnifica propiedad -- Señorita...​
• Cullen -- Lo saqué de la duda.​
• Gracias, señorita Cullen -- Sonrio algo mas calmado el hombre -- Claro, pero no era necesario que se parara, con gusto la hubieras atendido de inmediato si hubiera apretado el boton amarillo que esta arriba de su asiento.​
• Oh -- Fingi estar avergonzada -- Lo se, lo que pasa es que vine a lavarme los dientes.​
• ¿Estuvo en el baño este tiempo?​
• ASi es -- COn una sonrisa amistosa le conteste a la sobrecargo con el nombre Summer -- Y pienso lo mismo que ustedes, esa pareja son algo inusual -- Volté en direccion, de lado derecho, de donde estaban la pareja en cuestion, pero no los pude ver porque una cortina color azul marino me lo impedia -- De hecho, me atreveria a decir que son participantes de un cartel de las drogas de Texas que son buscados, se parecen mucho, segun recuerdo -- Dije eso ultimo con rostro pensativo.​
• ¿De verdad? -- Las cuatro trabajadoras gritaron, llenas de perplegidad.​

Asentí haciendo mi mejor actuacion de mortificada.​

• No se preocupe por favor, señorita Cullen, al llegar a tierra llamaremos a las autoridades del aeropuerto y los agarraran al llegar a la aduana -- Quiso confortarme el señor joven tomandome de manera protectora de los hombros.​
• Se que sabra que hacer, capitan -- Luché por ocultar mi risa burlona.​
• Tome asiento y disfrute del viaje. En hora y media llegamos -- Me recomendó Howard algo tensa. ​

AL parecer tener dos profugos de la justicia en su vuelo a la señora la angustiaba de verdad, como si fueran unos terroristas que en cualquier momento sacarán la bomba que tienen pegada en su pecho.​

• Eso haré -- Dije viendo a los cinco.​
• Ahora le llevo su agua -- Se ofreció la joven, Summer.​
• Gracias -- Agradecí con una cara de pesar como si estuviera segura que me iba a la muerte inminente.​

Esa cara mia hizo que los tripulantes se tensaran mas.

Humanos !!!​

HAce solo unos minutos esa pareja de "modelos" era lo mejor que habian visto y ahora... ​

REcorri la cortina y levanté un poco el rostro para ver a mis padres. Edward fingia como siempre en estos viajes tan largos, dormir. Estaba recargado en el hombro de su esposa. Y mi madre como era su costumbre estaba leyendo, ¿era su centesima vez? A lo mejor si, eran yo creo mas de cien veces que lei ese libro que yo nunca volveria a leer en mi vida, "Romero y Julieta"
< Ustedes estan para los "Oscares", actuan tan bien... > Dije en mi interior en medio de unas discretas risitas cuando vi que mi progenitor hacia lo mismo, sonreir.
< Yo que tú no me reia tanto al tener en menos de dos horas policias esperandome >
Edward se rió aun mas, como si estuviera contando un chiste, bueno, si era un chiste, una broma, para mi, no era para que el señor Cullen lo disfrutara.
Bella prestó atencion a mi charla mental y levantó su mirada de su libro que obvio no leia al saberse la obra de Shakespeare de memoria. La verdad que flojera, para estos ultimos diez años mi madre tenia la capacidad de recitar completo y con perfecta entonacion y emocion el libro, y como todos los demas que ha leido. < Sin duda nuestro futuro es en Hollywood con tan magestuosas actuaciones >
Quedando parada fingiendo, de nuevo, que estaba buscando algo en mi maleta de mano, que estaba arriba del compartimento, seguí pensando todas estas ridiculeses y Edward no pudo mas, se rió por fin abiertamente abriendo los ojos y acomomandose en su asiento.
< ¿Mucha risa, Edward? Espera el saqueó que recibirá tu esposa, en donde los policias se aseguraran que ese cuerpo de la señora Cullen es natural y no lleva nada maligno entre el brassier y entre las piernas >​

Como estaba segura, adios sonrisa de mi progenitor, escuché como los dienstes de mi padre por milagro no se rompieron. De reojo ví como Edward abrazaba posesivamente a su esposa. Y Bella, como siempre, con gran amor tomó el rostro de su esposo y lo besó con un incomodo interambio apasionado. Incomoda por ver eso, tomé por fin mi asiento y divertida por estar desprocupada y divertida por las ultimas horas tomé el vaso con agua que la mujer me ofrecia por fin.
Vaya, estas ultimas horas serian de lo mas interesante, me puse en mi regazo uno de mis libros de quimica y empecé a dar lectura, pero por desgracia me di cuenta que tanta broma patetica con la tripulacion y con mis padres no serviria de nada al pasar lo que queria evitar y lo que provocó que me portara de lo mas malvado y era algo tan simple como... Jacob Black, otra vez en mi mente.​

Jake...​

 

Re: * Media noche * (Jacob-Reneesme) (Edward-Bella)

Que lo disfruten.... Kiss

“Mi familia… y alguien más”​

​

La voz del piloto por fin se escuchó por en el alta voz, para anunciarnos que este pájaro con alas de hierro nos dejaba en tierra firme.
Esto estaría de maravilla solo si fuera mi tía Alice y supiera que sería de mí en Forks. ¿Y si le llamo y que me cuente todo? Siempre esa duendecita que sabe el futuro le encantaba que le llamara y así tener el pretexto de sugerirme, a su manera un poco chantajista, que debía lucir de ropa ese día para verme increíble. Pero no, no siempre estaría Alice para sacarme de mis tormentos y miedos. Tenía que comportarme como toda una mujer de diez años de edad, con mente superior a las de mi edad, enfrentar los cuernos del toro como vengan. Todo era un torbellino en mi ágil y evolucionada cabeza, pues no solo mi corazón estaba en juego en Forks, sino que también el de mi lobo y el de mi abuelo. ¡Pobre! Todo esto era tan desconsiderado. Charlie era de corazón y cuerpo fuerte, muy sano y por incomodidad mía, también apetitosa, pero ver a su nieta después de tres años si era brutal. Si los cambios eran estos, de una niña con apariencia de doce años, en solo tres años parecía la compañera de cuarto de su hija en la universidad y no la hija de su hija.
Si tan solo el abuelo Charlie aceptara saber todo, sería más fácil para él, que fingir que los Cullen son una “demencia”. Curiosamente en la cabeza de mi abuelo, decía mi padre que en la lista de “dementes” no estamos incluidas mi madre y yo. Bueno, mi madre solo un poco, por cuestiones que ni el propio Charlie se entendía porque debía Bella también estar en tal lista.
Al oír que todos se desabrochaban el cinturón de seguridad, volteé haber la pantalla y lo que supuse, el símbolo de abrocharse los cinturones, seguía encendido. ¿Por qué la gente tenía esa pésima costumbre de pararse de sus asientos, si el avión todavía no se detenía? Era ridículo eso, pero bueno, que le voy hacer. Solo si puedo hacer una cosa, divertirme y ver como los pasajeros reniegan un poco en bajar sus maletas del compartimiento de arriba por el movimiento del avión intentando estacionarse en la terminal.
Dejando que el transporte aéreo esté en su totalidad vacio, me paree y en un segundo, tomé en mis manos mi biblioteca personal y oí los pasos ligeros de Bella.
¾ Deja te ayudo con esto – Me quitó unos cuantos libros y Edward como todo caballero y consentidor padre, hizo lo mismo. Dejándome a mí con una cantidad considerable de lectura en mis manos.
¾ ¿Listo para bajar, Edward? – Pregunté con toda una postura casual. Como si temiera que dejáramos una maleta abordo. Pero mi padre sabía que significaban esas despreocupadas palabras.
¾ Serio por una milésima de segundo me vio mi progenitor, pero fue más que suficiente para que Bella lo notara.
¾ ¿Qué pasa? – Exigió saber en voz baja.
¾ Nada, si es que tal personita valora su libertad – Esa voz de advertencia del señor Cullen me alcanzó a ruborizar.
¾ ¡Sí! – Con gran descaro y sin remordimiento, aseguré con una muy convincente sonrisa – Nada, mi querida señora Cullen – La tranquilicé – Solo una pequeña broma que su esposo no está dispuesto a tolerar. Que poco humor, Edward – Levanté una ceja, censurándolo.
Bella volteó a ver a mi padre y tenía peor semblante y juro no saber por qué. Y noté que ya solo faltábamos nosotros para bajar. Mis padres se me adelantaron y yo camine detrás de ellos sin entender porque esa cara de mi progenitor. Reconozco que no era muy agradable y si no fuera su hija, juraría que me quería cortar el pescuezo, ¿Pero porque?
Al pasar por la cocina, ahí vi el problema. Una de las sobrecargos estaba colgando el teléfono, que sin duda comunicaba al este aparato aéreo a torreo de control y seguridad del aeropuerto.
¾ Buena estancia, señorita Cullen – Se despidió cortes y claro que coqueto, el capitán de las sobrecargos.
¾ Me desidia a contestar cuando Bella se voltio en la puerta del avión y dijo:
¾ Muchas gracias, capitán. Pero soy señora, estoy casada.
La respiración se detuvo de los siete de la tripulación que estaba presentes, ahora más que hace unas horas en la reunión de chismosos. No sé si fue porque una mujer te semejante hermosura se dignó amablemente a hablarle a ese joven o fue porque mis padres supuestamente eran buscado por la FBI.
¾ ¿Señora Cullen? – Se le soltó sin querer a la más joven de los trabajadores de esa compañía.
¾ ¡Ah, sí! – Intervine antes que mi padre terminara ahora si decidiéndose a matarme – Ellos son mis primos.
¾ ¡Pero… pero…! – La señorita Summer no supo que decir estaba mas pálida que los Cullen.
¾ Fue una pequeña broma, para que comprendan que hablar de la gente antes de conocerla no es correcto – Lo dije como si fueran todos aquellos alcahuetes niños de kínder, que estaba educando.
¾ Y si no quiere consecuencias, por su bien – Decia Edward todo serio al capitán, que era el responsable de toda esa divertida comedia – Que arregle esto o los demandaré por acusaciones sin fundamento.
¾ ¡No, no señor Cullen! – Me vio el capitán y ya en sus ojos no había coqueteo alguna hacia mi persona. ¡Si las miradas mataran! – Le ruego nos disculpe.
¾ Lo dudo si somos molestados – Fue lo único que dijo el señor Cullen antes de bajar las escaleras con Bella en a su lado.

* * *

¾ No estuvo tan mal – Avergonzada le dije a mis padres al estar en el taxi.
¾ De verdad, Ness, no puedo creer que juegues así con la gente – Bella estaba más sorprendía que haya hecho esa broma, que estar enojada porque la terminaran mareando haciendo cientos de preguntas la policía del aeropuerto – Ese comportamiento tan infantil y bobo no es costumbre tuya – Se corrige: – "Nunca" lo habías hecho.
¾ Lo siento de verdad – Me giré en el asiento a lado izquierdo que estaba Bella en medio y luego el vampiro, serio, viendo atreves de la ventana – Lo único malo de toda esta tonta broma, es que perdimos casi dos horas, pero no pasó lo que mi padre tanto temía: que te terminara un hombre revisando de arriba abajo y de mas.
¾ Eso es cierto – Trató tora ser piadosa conmigo – Ya olvidémoslo, amor.
¾ Ya lo olvidé – Le aseguró Edward seguido de un beso, de esos asquerosos que sin duda alguna se compartían hasta las anginas.
¾ ¡Dulce Dios! – Exclamé horrorizada y un tanto molesta – Ya entendí, pero no me castigues viendo ese intercambio tan… -- Hice cara de asco.
¾ ¿Entonces si ya lo olvidaste, porque sigues con esa cara? – Bella le acarició el marmoleado rostro a su joven esposo.
Mi padre de una manera muy extraña me vio por varios segundos que fueron incómodos para mí, ¿qué me quería ver si leer mi mene creo yo, es más que suficiente? Y por fin confesó:
¾ No me gusta el motivo que hubo para que Ness hiciera semejante teatro.
¾ ¿De qué hablas? – Preguntó Bella a su esposo pero teniendo una ansiosa mirada sobre mí.
¾ Nada – Mascullé alejando mi mirada de ellos, hacia la calle, que tenía su característico día nublado y lloviznoso.
¾ ¿Cómo que nada, Ness? – Sentí como la mano helada de mi madre sobre la mía – Si no quieres decirme está bien, prometo no insistir, pero recuerda que puedes confiar en nosotros.
A veces detestaba que Bella siempre supiera que decir con referente a mí. Esas actitudes de mamá cariñosa, preocupada, hacia que la descuidada, torpe ser humano, que un día fue, ya no existiera en absoluto. Ahora comprendo cuando decía que muchas veces con Renee la tenía también, aparte de hija responsable, de mama. A Isabella Sawn se le facilitaba eso.
Suspiré y encare a mis padres.
¾ Es que no se que va hacer de Jake y yo.
¾ No tienes por qué preocuparte, princesa – Mi padre me aseguró con una bella voz cristalina y suave – Jacob no sabe que regresamos. Tendrás tu tiempo para adaptarte a Forks, a la demás familia y a la gente. Será poco a poco. Y si es nunca referente a ese… amigo de la familia, tendrás mi apoyo incondicional.
¾ Edward – Bella lo censuró arrugando la frente y después de olvidar esas palabras, me miró como si en mi siguiera viendo a una creatura de meses de nacida – Mi niña, lo que tu padre no supo explicarse muy bien fue…
¾ Por supuesto que supe explicarme – El hombre en cuestión dijo a su vez.
¾… es que tienes todo el tiempo que necesites – Sin hacerle caso a su marido, Bella me dijo con una linda voz tierna – Y…
¾ Y solo tienes diez años, y no debes pensar en esas cosas que no son propias de tu edad – Terminó diciendo mi progenitor como fin de la discusión.
Bella ni yo dijimos mas, pues la mirada del taxista entre el retrovisor era inquisitoria y a la vez como si estuviera viendo entre el vidrio, especies raras en el zoológico. Que cierta manera, el señor no estaba tan mal.

* * *​

Ahí estaba la casa que me vio nacer y fue testigo de la pesadilla que provoque cuatro meses por mi venida: Rompiendo costillas, la cadera de mi madre. Eran las seis de la tarde y con este día tan nublado, ya se veía la entrada de la noche. Bajamos del taxi cuando se estacionó enfrente de la casa y el señor con ayuda de Edward bajaron las medianas tres maletas negras de llantitas.
¾ Todos saben que no me agrada las fiestas ni nada por el estilo – Dijo mi madre caminando junto a mí a la casa – Pero que Alice no haya hecho todo un espectáculo por nuestra llegada – Se encogió de hombros y arrugó la frente – Reconozco que me ofende que sea tan desconsiderada hermana y tía.
¾ ¡Ay, mamá! – Me reí – Ya contigo no se sabe.
¾ Eso es lo que me gusta de esposa, siempre sale con cada sorpresa, que es difícil hasta para Alice saber que hará.
¾ El taxista ya había desaparecido por el camino, cuando un silencio sepulcral llamó de toda mi atención.
¾ ¿Están en casa? – Al parecer no era la única que tenia esa duda, cuando Bella cuestionó a su marido.
¾ Parece que no conocen a Alice – se burlo Edward y dejó caer con suavidad las maletas enfrente de la puerta. La abrió y con una gran sonrisa divertida, nos dijo: -- Bienvenidas.
Me sentí por un momento en el paraíso. Cuando mi padre dejó ver adentro de la casa, vi una mezcla de naturaleza y tecnología, tan maravilloso, tan bello, que no pude imaginar algo mas perfecto que ese ambiente tan armonizo y aromático.
¾ ¡Bienvenidos! – Esa entrañable vocecita cantarina se oyó desde lejos y en el acto ya tenia esa duendecita juntos a mi, abrazándome – Ness, estas igual como la ultima vez que te vi.
¾ Hace un año que no nos vemos, tía – La abracé feliz – Y desde entonces he tenido muchos visibles cambios.
¾ No. Cuando yo me refiero a mi última visión de hace dos minutos – Alegre bromea.
Se fue a saludar a mis padres y yo recibí los demás abrazos y besos del resto de la familia. La primera en darme la bienvenida después de un año de no vernos, que había sido en Alaska, en la otra boda de mis padre, fue mi abuela, Esme, que de abuela no tenia nada, mas que en consentirme con su dulce trato y amorosas palabras. Mi abuelo estuvo después de ella, Carlisle, que como su esposa, se veía increíble y atractivos. El tío Emmet me estuvo a punto de romper las costillas por ese gran abrazo de oso, con un fuerte tronador beso en la frente. Mi tia Rosalie, bellísima. Y detallista como siempre me entregó una caja envuelta en papel rosa y moño plateado.
¾ Por favor no te vayas a cortar como tu madre – Bromeó Emmet con su conocido sentido del humor.
¾ No hay problema – Dijo el tío Jasper al abrazarme y darme también un beso en la mejilla – No es nada personal, Ness, pero tu sangre no se compara con lo delicioso de Bella. Por lo menos no es apetecible para mí.
¾ Eso me tranquiliza saber, tío – Me reí y abrió el regalo rompiendo con velocidad, pero sin destruir, la linda envoltura -- ¡Tía, wow! Es bellísimo, de verdad no tenias que molestarte – No pude quitar mis ojos de esos bellos aretes pequeños con incrustaciones de exquisitos diamantes.
¾ Sabes que me gusta consentirte, Ness – Me dio un beso Rosalie y en mis besadas mejillas – Me alegra que si te hayan gustado.
¾ ¡Oh, Ross! – Se acercó Bella a mí, estrechándome por los hombros – Son hermosos, que lindos.
¾ No te sientas mal -- Interviene mi tía Alice – A todos nos trajo algo de su viaje. Pero nada comparado a esas bellezas. Si que te luciste Ross.
¾ Ya saben porque – Dijo la vampira rubia.
Se quitó mi tía Ross de mi camino al decir eso y pude otra vez contemplar la otra belleza instalada en la casa. Esas rosas de un color tierno rosa y lamparitas por todas partes de neón de color plata alumbrando sutil el lugar. Era un mágico mundo el que había adentro de esta casa. Como la belleza de la naturaleza con lo moderno hacia un toque perfecto. Las flores en floreros de cristal por todas partes, esas luces platinadas en todo el piso. Y sabia cual era el motivo de algo tal paraíso terrenal.
¾ Muchas gracias a todos, es maravilloso, mil gracias – Dije dirigiéndome en especial a mi tía Alice, que sin duda era ella la que fomento tal mundo mágico.
¾ Es un pequeño detalle por terminar tu primer carrera universitaria – Habló el doctor de la familia, el responsable que existiéramos todos – Muchas felicidades, Ness. Nuestro regalo te espera afuera.
¾ ¿Mas regalos?
¾ Tenemos que desquitar con alguien, ya que Bella, es tan amorosa y entusiasta con los regalos – Con sarcasmos habló Alice viendo a mi progenitora – Pero como siempre te ignoramos y sus regalos – Dice refiriéndose a mis ambos creadores – Está en su casita.
¾ Gracias, Alice – Agradeció con una gran sonrisa conspiradora Edward. ¾ Para eso estoy – Hace una teatral reverencia la pequeña duendecilla.
¾ Les parece que si vamos a ver el regalo de Ness.
¾ Te va a encantar – Me tomó del brazo Alice y todos nos siguieron al garaje.
Sin tener idea de que se trataba me detuvo la pequeña vampiro. No era tan pequeña, pero me gustaba así referirme a ella, pues yo siendo una niña de diez años, era más alta que ella por casi diez centímetros más. Yo era de la estatura de mi madre. No alta, ni estatura baja, éramos según mi padre decía: Perfectas.
¾ ¡Toma! – Gritó desde atrás Emmet y con mis reflejos de rayo, tomé las llaves que me lanzaba.
Las observé. Tenía un control remoto que tenía en plateado el logo de cuatro círculos únicos en lo largo y decía abajo en diminuto: Audi.
¾ ¿Es… es un carro? – No lo podía creer.
¾ Compruébalo – Me animo con un pequeño empujón Esme.
Eso hice sin perder el tiempo y en último lugar, de la fila de tres carros lujosísimos, estaba el Audi, blanco. De dos puertas, y de lado izquierdo del pequeño spoiler, estaba igual, con plata brillante, las dos letras: T T.
¾ ¡Wow! – Grite muy emocionada -- ¿Es también mi regalo?
¾ De todos nosotros – Me dijo mi madre – Sabíamos que extrañarías tu primer carro -- ¡Y vaya que si! Ese hermoso Porshe era capaz de salirse de mi corazón solo de recordarlo – Y para visitar a Charlie, debes tener un carro. Entonces a tus tíos se les ocurrió este regalo.
¾ Yo hubiera preferido una verdadera belleza – El que habló con su voz burlona fue este Emmet – Pero Edward nos advirtió que querías un carro discreto. Sin tanto lujo para viajar por el pueblo y no llamar la atención. Pues Alice nos contó esa travesura que hiciste en el aeropuerto. Y pues para evitar eso – Su carcajada llenó todo el garaje, zumbando mis oídos.
Me sonroje en extremo. ¡Qué vergüenza! ¿Qué pensara mi familia de mí? Que de mujer no tengo nada. Que realmente en esta cara de joven cerca de los veinte. Un poco más un poco menos., había una niña nada bien celebrada de diez años. ¡Eso yo misma lo creía!
¾ Pero anda, a estrenarlo – Jasper en un segundo me cargo y me acomodó en el asiento de mi impecable carro blanco con asientos de piel beige.
No sé quien abrió las puertas automáticas metálicas del garaje. Metí la llave, que no era metálica como todos los demás carros más sencillos, era de color negro. Sabía por mi Porshe, que era así porque se manejaba por códigos electrónicos. Y ese pequeño hizo un suave rugido de poder al pisarle el pedal. Y cuando me disponía a ponerme el cinturón, como toda buena ciudadana, vi parado al hombre que me provocó un acelere de pulso, corazón y respiración, que no comprendía.
Estaba parado debajo de la puerta eléctrica que se acababa abrir por completo, como lo recordaba, alto, fuerte y sin camisa. Eso me aceleró no nada más el corazón, también la sangre. Los dientes de mi padre me torturaron los oídos con un agudo crujir, que por supuesto oídos humanos no estarían ni por enterados. Y sin saber que hacer me aferré a algo seguro como el volante de mi carro.
Y sin hacer nada más, Jake con sus pantalones verde olivo, gastados y rotos, con tenis negros, dijo viéndome de manera penetrante con sus ojos negros:
¾ Hola, Ness. ¿Por qué no me avisaste que llegarías?
No supe que decir.

 

* Media noche * (Jacob-Reneesme) (Edward-Bella)

Hola:

Me disculpo de todo corazon por mi falta a la promesa que les di al ser costante en esta historia que varios de ustedes me pidieron, perdon. :(

Pero ya, ahora si tengo mucha inspiracion, ya se como seguire la historia y espero que les guste y les distraiga tanto como a mi. jajaja.
En esta semana estare escribiendo el siguiente capitulo, pero necesito su ayuda. Por que me gustaria que esta historia no fuera mia, si no de todas nosotras, por eso, me encantaria que todos participemos, quiero consentirlas. Y como pretendo que sea:

• Si tienen idea de nuevos personajes o narracion que hagan mejor y mas apasionante la historia. Yo les hare caso y tomare de lo mejor.

MEDIA NOCHE ya esta, solo falta escribirla, pero por favor, lo que si me urge es que me ayuden a buscar nombre para un personaje importante en la historia.

Ella sera una joven humana, que es prima de Emily. Sera de parte de Jacob la discordia de Jacob y Ness, porque ella estara profundamente enamorada de él... (quien no? jaja). Pero me gustaria que participaran pensando en:

• Nombre de la joven humana.
• Edad.
• COstumbre (lo que le encanta hacer, una caracteeristica en su comportamiento)
• Como quieren que sea su caracter?. Dulce, sinverguenza, enojona, honesta, tramposa... etc
• Su fisico (alta, baja, morena, ojos de color...)
• Y su secreto... todos tenemos algo que guardamos y no nos permite ser completamente felices, cual sera el de ella....

Ojala que quieran participar. Y si no pues me dejaran el trabajo sola, pero en estos dias sin falta tendran el prox capitulo.

No se lo pueden perder !

Jacob y Ness juntos por primera vez, como bella joven. Sera la 1 vez que los dos intentan expresar lo que sienten...
Y lo que los lobos y humanos pensaran por el regreso de los Cullen Swan.
Y el nuevo poder de Bella, que solo junto a su hija puede funcionar... como cuando estaba embarazada... que sera?

Los quiero y gracias.

Y no les vuelvo a fallar

Kiss

 

* Media noche * (Jacob-Reneesme) (Edward-Bella)

Amigas les agradesco muchisisisisisimo, como no tienen ni idea que estan en párticipando en tiempo record, apenas lleva unos dias que les pedi de su ayuda y apoyo y no tardaron en escribir, falta algunas, pero las perdono porque estan de vaaciones. Espero que esas vacaciones paradisiacas seas tan buenas que vengan con buena imaginacion. jajajaja.
Yo tambien me voy unos dias de vacas de nuevo y por lo mismo no podre subir el capitulo como les prometi, pero pues como siempre hago de una u otra manera cumplir lo que prometo, pues esta la primera parte de esta linda historia, que GRACIAS ustedes sigo aqui.

Las quiero mucho y espero disfruten "el torbellino de mis sentimientos" esta primera parte (como su nombre lo dice) es de lo que sintieron en verse por 1 vez, por eso la narracion de su sentir es larga, no se asusten, la segunda parte sera mas activo con dialogos.

Espero les guste...

P.D: SUs ideas me han gustado mucho usare las de todas :p. Son buenas escritoras. :) Gracias de nuevo ;)

Kiss

"El torbellino de mis sentimientos"​

Tenerlo ahí, de esa manera tan hipnotizadora fue tan fuerte que con solo verlo fue bastante para sentirlo, saber que ese lobo no nada mas firmó con una fuerza inhumana mi pasado, siempre estuvo en mi presente y amenazaba como tormenta mortal para sellar para un infinito y complicado futuro.
La complicidad existe porque Jacob Black esta en él, prometiendo con esa bellísima mirada de noche turbulenta que me entregaba toda una existencia que aun no era fuerte para elegir.
¡Cobarde!
Mi corazón iba a salir de mi pecho, por eso temiendo morir en ese momento, como instinto de sobre vivencia me puse las manos en la boca. Pero mi traicionero corazón se agitaba tanto como mi respiración. Lo creía traicionero porque todos estaban enterándose lo que estaba sintiendo, como mi cuerpo estaba racionando por la presencia de ese joven.
¡Como mi alma exigía tanto como mi cuerpo, privacidad!
Sin tampoco poderlo evitar, mi respiración se acelero, las manos me sudaron. Era como si el potente cuerpo, calor corporal de Jacob pudiera emanarme por completo, reclamándome suya a distancia.
He de haber tenido una cara de estupida, porque en este largo segundo nadie digo, ni hizo nada. Como si temiera que cualquier movimiento o palabra fuera suficiente para desmoronarme por completo.
Y lo peor que así me sentía, que el mundo en que siempre viví con tanta seguridad y en mis tiempos se me iban por un espacio terrenal que aun no existía, que una fuerza Black había creado ese espacio para mi, para mis emociones.
¿Cómo podía estar comportándome así?
Es solo Jake, un amigo.
¿Cómo una mente tan compleja y perfecta no podía actuar de lo mas normal?
Tensa vi como Jacob se acercaba, lento, como si me tuviera miedo, como si le fuera hacer daño.
¿Cómo podía creer eso de mí?
Yo nunca, pero nunca le haría daño a nadie y menos a alguien que no era simplemente alguien. Era más importante de lo que diez años me quise engañar.
Comprendí en ese momento que él era MI TODO.
Pero esas emociones inmensas de poder tempestuoso, que se estaban centrando en lo mas bello dulce y tierno, desapareciendo de golpe cuando con voz temblorosa mi lobo abrió la tentadora boca, que a mi corta edad me provocaban sentimientos nuevos, vergonzosos.
— Ness, ¿Estas bien?
Y me dolió profundamente ver como sigilosamente se me acercaba, temiendo lo peor…

NARRACION DE JACOB BLACK.

Me sentí lo que muchas veces he sido: Un grandísimo idiota.
¿Pero porque ser exactamente el más idotas de todos mis idotas ahora con la mujer más bella, tentadoramente perfecta, que tanto había esperado?
¿No podía por lo menos unos instantes comportarme como alguien civilizado y no como la bestia que aparecía constantemente como mi enemigo?
Por fin que tengo en casa al ser que le dio motivo de vivir a mi insatisfecha y vacía vida, tenia que salir con arrebatos de niño y salir corriendo a lo mas que pudieron dar mis cuatro patas para estar ahora en el mejor momento.
Verla ahí, parada, con el corazón tan desbocado como el mió me dejó feliz saber que era donde debía estar.
Pero si así era, si mi llegada inesperada la hizo tan locamente feliz a ella de verme como lo soy yo, ¿Por qué parecía que iba a desmayarse?
Estaba pálida. Terriblemente pálida.
¿Estaría enferma?
Pero de niña nunca se enfermó, al contrario, ella con su lado chupa sangre mataba sin dificultades a los ridículos virus que entraban a su cuerpo.
Mi alma, mi vida exigía que llegara a ver a mi Ness, ¿pero, por que yo lo pidiera era lo correcto?
Al parecer no, porque Ness interpretaba el mejor papel de estatua que el “David” de Migue Ángel. Axial estaba mi pequeña, del color del marfil. No estaban las mejillas regordetas con hoyuelos rozados que tanto que fascinaban.
En lugar de eso parecía del mal fino y pálido mármol, con los ojos igual de bellos, aunque mucho mas que mi mejor amiga, Bella. De un chocolate que hipnotizaban, enseñando que estaba conociendo más de mí de lo que quería con una sola de su profunda mirada. Sus pestañas largas, abundantes y negras no hicieron tampoco ningún movimiento.
Por eso temiendo lo peor, lo que me destrozaría mi alma llena de ilusiones y amor, me acerque lentamente a ella.
Temía lo que me mataría, una negativa: Un “no” en su vida, y un “nunca en su corazón.
¿No seria yo el elegido?
¡Quien habría sido el estupido que selló su sentencia de muerte!
¿Haría eso?
¿Destrozaría el futuro de mi Ness por mi egoísmo de vivir?
¿Enviaría al infierno al hombre o ser que me robó con crueldad mi vida?
Me di miedo, porque me sentí capaz de eso y más, todo por ser “yo” quien haga infinitamente feliz a mi pequeña.
Di unos cuantos pasos más y sin saber que más decir le dije en su susurro, aterrado de escuchar un “nunca” de sus bellos y generosos labios:
— Ness, ¿Estas bien?
Esperaba que estuviera mejor que yo, porque estaba apunto de caer en un precipicio sin fondo.
— Si, Jake – No me importó que tardara casi un siglo en contestar porque era la voz mas bella, cristalina, mas dulce que había escuchado en mi vida. Ya no era una niña, era una joven que lo demostraba desde aquel magnifico cuerpo hasta su dulce mirada. No podía creer que algo tan bellísimo era la primera vez que escuchaba – Perdón por no avisarte…
Sabiendo que estábamos desde hace varios segundos solos, sin perder mas el tiempo, pues diez años eran una vida, con el gran anhelo desesperado de convencerla que yo la podía ser feliz que el idiota que quería o idiotas, sin pesarlo más para ganar por lo menos esta partida en el corazón de mi pequeña. Le bajé las manos tibias de su hermoso rostro y dejándolas a su costado… la bese.