Me he tragado una canción.... aquella que guardaba los recuerdos de tí, aquella en la que me diste tu primer beso... después de todo, tú me has matado, y para mí estás muerta ; y contigo, todos tus recuerdos y tus huellas. Destrozo todo lo que me recuerde a tí, y elimino lo que me demuestra que has vivido en mi hogar... Y me emociono, se me va de las manos, ¡¡Todo me recuerda a tí, todo huele a tí, todo está lleno de TÍ!!... Así que decido barrer todo aquello de un plumazo, y prendo fuego a tu ropa, y a tus fotos, y al tocadiscos que gimotea tu canción... ¡¡maldita canción!! Dejo que las llamas purguen tu recuerdo, y observo cómo alrededor de mí las lágrimas ígneas te devoran... Pero entonces me doy cuenta de que también estás dentro de mí, que no he hecho más que atesorarte, y en un arranque de cordura me prendo fuego a mí mismo, porque sé que el ardiente calor te arrastrará al infierno al que me desterraste... Y sólo escucho tu risa, tus gemidos y aquella horrible canción, que me sentencia en mi muerte y me sigue... allá donde ahora voy.