Mary Service En la región Kanto, más allá del puerto de Ciudad Paleta, esta la gran Isla Rosa donde las familias más ricas de la región disfrutan de los placeres de su entorno. Estas familias como muchas otras, conviven en diversas actividades dentro y fuera de la isla, disfrutando sin restricciones todas las comodidades de su dinero. Debido a ello, son incapaces de cuidar de sus mascotas, también llamados pokémon. Sintiéndose culpables al ver a sus pequeñas mascotas aburrirse en los jardines de las mansiones, deciden contratar el Servicio Pokémon, para que estos puedan tener un cuidado exclusivo hasta su regreso. —Mary, tienes un pedido— Se escuchó en el altavoz del teléfono. —Gracias. Colocó la llave en la cerradura del closet y la giró, haciendo que este se abriera. En cada uno de los ganchos había vestidos de colores distintos, todos en tonos oscuros. Escogió el vestido negro de manga corta. Se quitó la ropa que traía puesta y se puso el vestido, se miró frente al espejo y se ató el blanco delantal. Se observó una vez más en el espejo, y observó fijamente sus vacios ojos azules. —Tan vacios e infinitos, como el mismo cielo—. Susurró, su largo cabello negro caía como cascada tras su espalda, siempre liso. Agarró un broche que tenía como adorno una rosa blanca, y agarró una parte del lado derecho de su cabello. —Buenas noches, Noemí— Acomodó las medias negras en sus piernas, y se cerró la puerta tras de si. —Buenas noches, Mary— Respondió el Umbreon, recostándose en la cama de su dueña. La característica más importante de la Isla Rosa, era sus jardines. Todos ellos llenos de rosas de diferentes colores. Incluso en los alrededores de la Isla se podían observar los rosales, de ahí el nombre de esta. —Es bella— Comentó el piloto, tratando de sacar la inquietud que le daba la presencia de la chica. Otra característica de la Isla, era que solamente puedes llegar a ella vía aérea los que intentan alguna otra forma de entrar, simplemente no llegan a puerto. Ella no respondió y siguió bebiendo su Martini. El piloto se encogió en hombros y suspiró aliviado al ver la entrada de la Mansión Hamilton. Mary bajó del helicóptero, mirando la Mansión. Era enorme y de confección Inglesa, el jardín estaba lleno de dorados rosales, y la gran fuente de cristal brillaba por los reflejos del sol. — ¿Usted es Mary Service? —Asi es. —Pase por favor. ]Siguió al mayordomo hasta estar en la sala principal, donde mullidos sillones la esperaban. Se sentó en uno de ellos, frente a sus clientes. Una pareja de ancianos, con ropas finas y cadenas de oro. — ¿Cuántos son? —Supongo que te refieres a nuestros pokémon. Son seis, nunca los dejamos solos pero esta vez tenemos que hacer un viaje urgente a Johto. Cuida bien de ellos por favor. —No se preocupe, sus pokémon nunca más estarán tristes— No sonrió o hizo alguna reverencia, simplemente se levantó e instaló seis veladoras azules sobre la chimenea. — ¿Para qué las veladoras?— Preguntó el señor Hamilton. —Por si el calor de la chimenea no es suficiente. Dándole las ultimas indicaciones, salieron de la casa junto a su mayordomo. Mary encendió la mecha de cada una de las veladoras, sonriendo por primera vez. — ¿Hace frio aquí? Días después, al regresar de su viaje. Los señores Hamilton comprobaron lo que decían todos. Los pokémon ya no se veían tristes al estar solos. Ya no dormían simplemente, ahora buscaban y exploraban el lugar, como si nunca hubieran estado ahí. —Buenas noches, Mary— Saludó Umbreon desde la cama. —Buenas noches, Umbreon. Miró el cielo nocturno atravez de la ventana, y observó el rio, donde las veladoras separadas una de la otra, viajaban en pequeñas hojas verdes, perdiéndose en la infinidad del rio. Notas: Solo quería hacer una introducción pero si ponía la introducción pequeña D: me lo borrarían así lo que lo tuve que hacer más grandecito el escrito. LOL no tengo nada que decir realmente, pues en si lo bueno está en el siguiente capitulo. [ De Chef Nana pondré el capitulo mañana o bien esta noche, al igual que el Drabble de los hermanos x3. Bue, nos vemos.