Mariposa Negra SeshhKag

Mariposa Negra SeshhxKag

Mariposa Negra​

Ella quien me saca de casillas, solo la he visto unos pequeños momentos, su alegre mirada me hace temblar el corazón, su infantil forma de actuar, me causa diversión, y por esa razón debo de mantenerme alejado, ella es un ser alegre; para colmo una simple humana, una estúpida humana. La mujer de ese estúpido hanyou.




Soy un ser frio, los sentimientos son para los débiles, por eso mi rostro jamás reflejara una pisca de ningún sentimiento, por alguna razón me convertí en un Daiyoukai temido y respetado.




Junto a mi viaja mi fiel sirviente Jaken, un asqueroso sapo youkai, un inútil, ni siquiera se porque lo dejo viajar junto a mi; también esta Rin ella se parece mucho a aquella humana, no solo porque ella también sea humana, sino que su alegría es...





Hace poco deje a Rin y a Jaken en el castillo, y viajo solo esta vez, está lloviendo, no para de llover, es fastidioso, por eso espero bajo un árbol, bajo sus hojas, bajo su sombra a que la lluvia acabe, de ese estúpido poso, siento una gran magia salir de él, no importa sigo con mis ojos cerrados y mis sentidos alerta, de repente la lluvia que sobre mi caía se detuvo, abrí mis ojos y me encontré con esos ojos chocolate.




-Te enfermaras- me dijisteis colocando sobre mí un extraño bicho.
-Los youkai no somos tan débiles como lo humanos, no nos enfermamos con tanta facilidad- vi tus ojos abiertos de ¿sorpresa? Y luego me sonreíste infantilmente
-No importa, tome Sesshoumaru-sama hay gente que se preocupa por usted- por mi?, quien se preocuparía por mi? Además de Rin- no solo rin, también inclúyame a mi si?- vi tu sonrisa y al dejarme este extraño objeto en mis mano te fuisteis sin más.





Han pasado dos años desde que me dio ese extraño objeto, y desde ese momento no la he visto, y ese hanyou no sabe tampoco nada de ella, extraño se sonrisa, y aunque fuera solo de lejos la podía ver, y de una forma u otra tranquilidad sentía, nunca lo aceptare pero por ella siento más que repulsión.


Naraku fue derrotado, en la extraña unión de ese hanyou y yo, ¡es algo que no volverá a ocurrir jamás!



Rin tiene 9 años y en tres días cumplirá los 10, y lo que ella quiere de regalo es ver de nuevo a la señorita Kagome como ella le llama.



Me encuentro en este lugar, en el pozo donde ella salió aquella vez, todavía no entiendo que es lo que ella hace para pasar a ese lugar de tan asqueroso y repulsivo olor.



Llego al palacio y Rin me mira, sabe que no la conseguí y sale llorando a su habitación.


Detrás de la puerta la oigo llorar, mientras dice: -“Kagome no está muerta, Mamá no está muerta”
Qué? Rin dijo ¿Qué Kagome era su madre? ¿Por eso lloraba? Maldita humana, ¿por qué tiene que ser así?




La noche llega y con ella el sueño, subo a la habitación de rin, quien ya dejo de llorar, pero dentro de su habitación esta una presencia muy poderosa, corro y entro en su habitación con mi mano en el mago de la espada, listo para atacar; pero lo que veo me deja estupefacto.




La veo a ella, con rin en sus piernas, a quien le sonríe tiernamente, mi cuerpo congelado ante ella, quien voltea sus rostro y me mira con sorpresa, se levanta de la cama de rin y se dirige hacia mí, pasos elegante, sencillos, armoniosos y ligeros.





Quedo a poco menos de un metro de mi, la luna se reflejaba en ella, haciéndola lucir ¿preciosa? Sus cabellos negros hasta medio muslo, sus ojos ya no eran chocolates sino violetas, su rostro más fino y estilizado, una piel blanca como la nieve, su rostro poseía unas marcas como las mías en cada mejilla, y en su frente cuatro marcas, que parecían una mariposa, llevaba un kimono de sacerdotisa, pero la parte que debía ser blanca era negra, y la roja no era separada, sino seguía como un vestido.




-Tanto tiempo sin vernos Sesshoumaru-sama- me dijo y avanzo más hacia mí.
-Que haces aquí humana?-le pregunté y ella solo sonrió.
-Mami vino a verme porque yo se lo pedí- dijo Rin quien se levantaba de la cama, y te abrazaba.
-Gracias por cuidarla Sesshoumaru-sama- no entendía como podía ser su hija.
-Tu hija?- te pregunte, tu solo sonreíste- Ella es ya grande, tu eres 7 años mayor que ella ¿Cómo es posible?- pregunte, ambas sonrieron.
-Mami, Papa perdió la memoria?- Rin le pregunta a su “mama”.



Te me acercaste, tomaste mi rostro en tus manos y me besaste, y a mi mente imágenes llegaron.



-Ahora si recuerdas?-me preguntaste.
-Creo que les debo una disculpas mis Himes-Te bese de nuevo, haciendo que Rin se sonrojara y volteara- Mi Mariposa Negra…




No sé cómo te olvide, como las olvide… A mi Sacerdotisa mitad Youkai, y a mi pequeña Rin, una Daiyoukai, no sé cómo pude olvidar el momento que te hice mía, el momento, que supe que sería padre, el momento en que te conocí y te comencé a amar.



Fin

 

Re: Mariposa Negra SeshhKag

jejejejeje bueno si creo que esta un poco enredado, pero eso es lo que sucede cuando escribes a las 3 de la mañana... Jijjijiji, me alegra que le alla gustado pues es el primer one-shot que hago se Inuyasha, siempre hago es de Naruto.

Sayo!