de Inuyasha - Mar y sangre [short-fic](Inuyasha y Kagome)

Mar y sangre [short-fic](Inuyasha y Kagome)

Amor es un sentimiento; un sentimiento que actúa por dos bandos.Por amor se puede vivir, pero también dicen, que por amor, las personas pueden morir.
Por amor se consigue todas las cosas bellas que poseemos, pero por un miserable error o confusión, todo lo que tienes se puede perder y hacer que muera este sentimiento quedando solo un dulce veneno.
Hace unos años, dos personas pudieron comprobar que lo que anteriormente he dicho, es verdad...

La batalla contra Naraku ya había acabado e Inuyasha decidió quedarse junto a Kagome, por eso decidieron ir a vivir en la aldea de la Anciana Kaede.Pasaron algunos días y Kagome se entregó en cuerpo y en alma a Inuyasha, rebosaban amor por todos los costados y su relación era perfecta.
Si, los dos se amaban.Pero un día Inuyasha recibió un mensaje de una persona que solo él, sabía quien era, pero arrugó el papel y lo tiró entre las llamas del fuego.
Un día Inuyasha se despertó por la madrugada porque escuchó a Kagome vomitar, llebava varios días que ella se comportaba con un extraño comportamiento cosa que hacía que se preocupara por eso, se levantó de su futón y la intentó ayudar a que caminara para el futón para que desacansara.
A la mañana siguiente, Inuyasha se despertó y vió a los cazadores de almas de Kikyou.Tenía que decirle una cosa urgentemente.Miró a Kagome tiernamente mientras que está descansaba; despúes de depositó un beso en la frente y salió de la cabaña mientras que Kagome dormía tranquilamente.

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Abrió los ojos lentamente mientras estiraba su cuerpo.Buscó a Inuyasha con la mirada, pero no le encontraba.Se levantó con cuidado, decidió vestirse para ir a hablar con la anciana Kaede.Hacía días que se encontraba mal, la comida le daba naúseas y vomitaba muy a menudo.
-Depués buscaré a Inuyasha.-pensó.
Se encaminó hacia la cabaña donde descansaba la pobre anciana.
-Buenos días Kaede.-le saludó Kagome mientras entraba a la cabaña.
-Hola mi niña.-le saludó Kaede mientras se sentaba.- ¿Qué es lo que te trae por aquí?
Kagome le contó a Kaede lo que le sucedía.
-¿Lo sabe Inuyasha?-le preguntó la anciana preocupada.Al ver que Kagome asintió con la cabeza, siguió.-Creo que ya sé lo que te pasa, pero aún así te haré algunas pruebas para comprobarlo.
Kagome la miró confundida.¿Qué era lo que pensaba la anciana?
-Busca a Sango para que me ayuda.-le dijo la anciana mientras que Kagome asentía.-Los años ya no perdonan....

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Inuyasha iba corriendo entre los árboles mientras se confundía con las sombras de los grandes pinos.
Sabía que estaba cerca, podía oler el aroma de Kikyou.
-Se lo tengo que decir...-pensó en voz alta Inuyasha mientras corría.-Tengo que decirle que quiero ser feliz junto a Kagome...que me he dado cuenta que es la única persona que amo...
Entonces, pudo divisar la silueta de Kikyou en el bosque...

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Kaede terminó de hacerle algunas pruebas a Kagome.Kagome tenía los nervios a flor de piel.Entonces la anciana le sonrío con su rostro que a pesar de haber pasado tantos años, transmitía cálidez.
-Mi niña felicidades...-le dijo sin borrar la sonrísa del rostro.Kagome no entendía nada.-Estás embarazada, vas a ser mamá.
Kagome abrió los ojos y sus púpilas se dilataron por la sorpresa.Entonces, no pudo evitarlo más, y abrazó a la anciana con todas sus fuerzas mientras lloraba de emoción.Iba a ser madre, era la mejor noticia que le habían dado en su vida.
La anciana le correspondió al abrazo.
-Vamos, busca a Inuyasha y díselo.-le dijo la anciana en modo maternal.-Conozco muy bien a ése muchacho, y sé que le va entusiasmar la noticia.
Kagome asintió con la cabeza mientras se secaba las lágrimas y después se fue a buscar a su amor para decirle la noticia.

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-Inuyasha...-susurró Kikyou emocionada mientras iba a abrazarle.-Que bueno que has venido.
-Kikyou, necesito hablar contigo sobre algo importante.
Kikyou le miró confundada pero asintió.
-Kikyou, quiero confesarte...-iba a continuar pero no pudo porque Kikyou le calló mientras posaba sus finos dedos níveos sobre los labios de Inuyasha.
-Ya sé lo que quieres decirme...-le dijo Kikyou en un susurró.
-No es lo que estas pensando.-le dijo Inuyasha mientras quitaba los dedos de Kikyou sobre él.-No quiero que intervengas en mi vida...no quiero que me vangas a buscar más, me he dado cuenta que yo solo estaba enamorado de tu recuerdo, del recuerdo de como eras hace cincuenta años atras; y que a la persona a la que realmente amo es Kagome...
Kikyou lo miró sorprendida por lo que acababa de decirle.
-Quiero que nos dejes en paz para que podamos ser felices.
-Esta bien...-dijo Kikyou con voz apenada y triste.O al menos aparentemente.-Pero...pero antes tendras que hacer una cosa a cambio.
-¿Una cosa?-le preguntó Inuyasha confundido.¿Qué era lo que tenía que hacer, para conseguir la felicidad y la paz que tanto deseaba con la persona que amaba?
-Quiero que me des un beso...un último beso...-dijo Kikyou mientras posaba sus manos sobre el pecho de Inuyasha.
-Lo hago por tí Kagome, para poder ser feliz contigo...-pensó mientras inclinaba su rostro para acercarse al de Kikyou.
Al rato rompió el beso, porque pudo oler en la brisa, el olor salado de unas lágrimas, cual olor conocía muy bien...
-Kagome...-susurró al reconocer el olor a sus lágrimas.Su voz sonaba llena de dolor pensado lo que acabaría de ver su amada, y sin pensarselo dos veces, empezó a correr para buscarla.
-Sufre Inuyasha por lo que me acabas de hacer...-pensó Kikyou con una sonrísa pintada en su rostro mientras se marchaba por otro camino.

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Salió corriendo llena de felicidad de la cabaña y se dirigió al bosque.Iba caminando entre los espesos árboles verdes.
No sabiá por donde ir, ni que camino coger.
-¿Dónde estará Inuyasha?-pensó.
Entonces agachó su mirada y pudo ver huellas sobre la hierba.Reconoció las huellas y decidió seguirlas.
Seguió siguiendo las huellas, hasta que pudo divisar dos figuras juntas detras de un matorral mientras se besaban.Abrió los ojos mientras algunas lágimas caían sin cesar.
Sin querer ver más ni aguantar, salió corriendo mientras lloraba.No sabía por donde iba, pero eso no parecía importarle.
Tropezó con una rama y cayó al suelo, pero no quería estar ahí, por eso se levantó y continuó corriendo.
Sin darse cuenta llegó a la aldea, Sango y Miroku se acercaron a ella preocupados nada más verla, pero ella siguió corriendo hasta que llegó al pozo tragahuesos.
Una vez que llegó al pozo tragahuesos, se tiró por él para ir a su época.

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Inuyasha corría desesperado mientras seguía el rastro de Kagome, el cual lo condujo a la aldea, donde se encontró a sus amigos que estaban enfadados, pero no le dió importancia, lo más importante era encontra a Kagome, a su Kagome.
-¿Y Kagome?-preguntó Inuyasha preocupado.
-¿Se puede saber qué le has hecho?-preguntó enfadada Sango.
-Por favor, decidme dónde está necesito aclarar algunas cosas.-dijo Inuyasha mientras intentaba buscar a Kagome con la mirada.
-¿Amigo qué le has hecho?...-dijo Miroku preocupado.-Ella llegó llorando sin dar ninguna explicación a nadie, y eso no es bueno para ella...y mucho menos en el estado en el que está...
-¿De qué hablas Miroku?-le preguntó asustado Inuyasha.-¡No me digas que está enferma!
-No, ella no está enferma...-dijo Miroku.
-Ella está esperando un hijo...un hijo tuyo, Inuyasha...-aclaró Sango.
La noticia impactó a Inuyasha.Kagome estaba esperando un hijo, fruto de su amor...
-Ahora comprendo varias cosas...-dijo Inuyasha en un leve susurro al recordar cuando la vió vomitar esa noche.
Sin pensarselo más, empezó a correr.Tenía que encontrarla.

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Yacía sola en silencio en una playa mientras derramaba miles de lágrimas que quemaban como las llamas del infierno.Su corazón estaba roto en millones de pedazos, quería morirse.
Se agachó y cogió un piedra afilada.¿Qué sentido tenía vivir cuando los latidos de tu corazón no tenían sentido?Sabía que su hijo moriría, que lo único que tenía y amaba, moriría junto al amor que santía a Inuyasha; pero no deseaba atar a Inuyasha a ella cuando él amaba a otra persona.
-Te amo mi vida...desapareceremos de tu vida, para que seas feliz...-dijo llorando mientras acariciaba su vientre.
Se acercó a la orilla del mar con la piedra en ambas manos.
-Te amo...Inuyasha.-dijo mientras alzaba la afilada piedra y la dirigía a su muñeca izquierda para cortarse.
Notó como su piel era rajada por aquella basta, dura y afilada piedra que después la dejó caer; abriéndose así una herida profunda.La cálida sangre bañó su brazo a los pocos segundos.
Veía las cosas borrosas por culpa de las lágrimas que se juntaba con el mareo que estaba sintiendo por la perdida de sangre.Notaba naúseas por el fuerte olor a oxído y a hierro de la sangre, pero eso no evitó que se metiera en las aguas bravas del mar...

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Inuyasha llegó a la época de Kagome y empezó a correr sin parar sobre todos los edificios, casas y coches que pasaba enfrente de él mientras seguía el dulce olor de Kagome.
Entonces, notó un dolor en el corazón mientras que veía a Kagome entrar en el mar enbravecido...
Sabía a la prefección que quería decir lo que acababa de ver...No quería perder a la persona que más amaba y por eso corrió como nunca había corrido, tenía que encontrarla, aunque fuera lo último que hiciera en su vida.

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El agua estaba helada, y no sentía sus pies descalzos a causa del frío.Una ola la tiró.Intentó abrir los ojos, pero le era imposible, el agua salada se lo impedía.
Notaba que el poco oxígeno que tenía sus pulmones, se extinguía lentamente.
Sentía miedo, y sabía que su fin pronto estaría...
-Te amo...Inuyasha...y siempre te amaré...-fue su último pensamiento de la joven, que murió ahogada en el interior del mar que estaba lleno de furia...

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Paró en una playa desierta y un tanto rocosa al ver que el olor de ella lo había llevado allí.
Inspiró profundamente, y notó la sangre de ella en el aire.Corrió preocupado hasta que la localizó.Kagome se encontraba dentro del mar flotando, se metió y nadó lo más rápido que pudo y agarró el cuerpo que flotaba para que las olas no se la arrebataran.
Salió lentamente con el cuerpo sin vida de Kagome en sus brazos.
La tumbó cuidadosamente como si de una muñeca de porcelana se tratase, sobre los chinorros y las pequeñas piedras de la playa.
Observó el rostro de Kagome, y le destrozó el corazón.Sus ojos acultaban restos de lágrimas que estaban mezcladas con las gotas salinas de agua de mar, su cara tan blanca como pálida, una sonrísa caída, unas mejillas encharcadas por el agua y frías, una expresión que mostraba dolor.
La había perdido, había perdido a la persona que más amaba.Abrazó el cuerpo de Kagome mientras lloraba desconsoladamente.
Quería irse con ella, quería irse con ella y con su hijo para poder estar con ellos y así poderles amar en un mundo donde no hubiese nadie que los hicieran sufrir, sin nadie que los quisiera separar.
-Kagome...me quiero ir contigo...-dijo entre lágrimas de dolor.
Entonces, pudo ver la piedra con la cual Kagome se había cortado sus venas.
Cogió la piedra y la observó con detenimiento.
-No vale la pena vivir en un mundo en el que tú, mi amor, no estás...-dijo mientras repetía la misma acción que Kagome.
Inuyasha se tumbó, y débilmente cogió a Kagome para tumbarla sobre él.
-Pronto estaré otra vez contigo...-dijo mientras cerraba sus ojos para no volverlos abrir nunca más...

Al día siguiente, hubo un reportaje donde salía la noticia donde aparecieron los cuerpos de Inuyasha y Kagome abrazados, pero sin vida alguna.
Dos jóvenes, que por amor se entregaron...y por amor murieron...

Espero que os haya gustado!
Bsos!

 

Re: Mar y sangre [short-fic](Inuyasha y Kagome)

hola!
me alegra mucho que os haya gustado! :llorar1:
no sabeis la alegria que me da! =)
puede que pronto haga otro!
Cuidense!
Bsos!