de Inuyasha - Manzanas Rojas

Manzanas Rojas

Manzanas Rojas​

Los domingos en las mañanas , nunca encontraba nada bueno en la televisión.

Uno, dos, tres… cuarenta y nueve, cincuenta. ¡grr!, nada… definitivamente no había nada bueno en la TV; lo único que había eran películas en blanco y negro, y unas caricaturas sumamente aburridas, llamadas “Pinki y Cerebro”, raro nombre ¿no?.

Pero, viendo el lado bueno, estaba ejercitando muy bien mi dedo pulgar… sonreí para mis adentros; ahora si le podría pedir una revancha a Sango.

Hubo un canal que me llamó la atención, para ser específica el 34.

Era un canal de cocina. Una señora de no más de 40 años, pelo rubio, que a fin de cuentas se notaba que era teñido: las raíces las tenía negras. Un mandil rojo como la sangre, y una blusa de manga larga, amarillo fosforescente… “rara combinación” pensé.

Puse mis cinco sentidos en la TV. Creo que iba a explicar el procedimiento de cómo hacer un delicioso “pastel de manzanas”.

No puse atención en los ingredientes que mencionó la señora.

Lo único que mis ojos veían, lo único que me dejaron observar, y lo único que me dejaron desear… fueron unas ricas y jugosas manzanas rojas.

No me había dado cuenta , que, inconscientemente me había acercado demasiado a la TV, en tal grado de arrodillarme frente a ella, y solo quedar a una distancia de 5 cm. Entre mi cara y la pantalla.

Cuando desperté de mi “trance por las manzanas” tenía una mano puesta en la televisión. Bajo mi mano se encontraban aquellas hermosas manzanas.

-¡ah! – me asusté. Todo lo que esas deliciosas manzanas me hacían hacer.

Así que me decidí a cambiar el canal y regresé a mi aburrimiento de antes.
Pero no antes de ir a la cocina y comerme una jugosa manzana roja.