Simplemente hoy no queria irme a Venecia, dejar la calidez de mi hogar en Japón en definitiva no quería. Pero era huerfana y mi mejor amiga Himiko quería que pasara Navidad y Año Nuevo con ella en Venecia. Tener que empacar y hacer los quehaceres de mi casa antes de partir era definitivamente agotador. Yo me llamaba Kagome Higurashi tenía 22 años y era fotográfa por así decir, en sí no era profesional lo hacía por gusto. Tomé mis maletas y marqué a un sitio de taxis para que me llevara al aeropuerto. Entré con mis maletas y me senté en las sillas a esperar mi vuelo, cuando subí al avión, iba en clase turista, me senté junto a la ventana y dejé que el sueño me venciera. Me desperté a causa de la voz que decía en español que habíamos aterrizado y comenzó a hablar en diferentes idiomas, llevé mis puños a mi cara y froté mis ojos. Toda la gente salió con sus maletas en mano y había personas esperandolas con carteles que tenían sus apellidos, me giré y había un hombre que traía el mío en un cartel. -¿Señorita Higurashi?- dijo extrañado, sonreí. -Si soy yo- el hombre me guió afuera del aeropuerto. -La señorita Himiko me pidió que la llevara a su apartamente, bienvenida a Venecia- solté un suspiro cansado y me subí al taxi. Cuando el señor me dejó a las afueras del edificio, entré la tarjeta que me había enviado Himiko decía que su apartamento era el 302, había un ascensor. -Genial- mascullé, metí mis cosas y presioné el botón que tenía un 3, cuando las puertas se abrieron salí en busca del departamento. No fue gran cosa, tenía la puerta un enorme 302 pintado en negro. Saqué las llaves que me había dado el taxista, por así decir, era solo una. Contenta por haber llegado y por mi futura siesta que tomaría, fui casi corriendo a la puerta, metí la llave que hizo un >click<. La giré pero no abría. -Maldición- susurré, seguí dando empujones a la puerta a ver si abría, escuche que una puerta se abrió. -¿Podrías dejar de hacer ruido?- una señora que calculo yo de 70 años con unos lentes en su nariz alargada , me miró feo. -Disculpe es que...- le intenté decir pero me interrumpió. -No me importa, deja de hacer ruido- azotó la puerta y el viento que hizo esta me alborotó mi cabello. -Ya casesé- escuché una risa, me giré y lo que vi juró que casi me desmayo -Hola- dijo ese chico con una sonrisa. -H-Hola- tartamudeé, ese chico era extremadamente apuesto, su cabello era negro y tenía unos ojos dorados que derretían mi corazón. -Debes de ser Kagome- dijo aún con una sonrisa perlada de unos blanquecinos y perfectos dientes. -Amh, sí soy yo- extendió su mano y la miré confusa. -Me llamo Inuyasha- tomé su mano- ¿Porqué no has entrado a casa de Himiko?- abrí los ojos ¿La conocía? ¿Será su novio? ¿Amigo? Miles de preguntas pasaron por mí cabeza- ¿Kagome, te sientes bien? - parpadeé un par de veces. -A es que me dio la llave incorrecta- dije mostrandole la llave, el se rió. -Esta bien, esperemos a que llegue Himiko, ¿Quieres sentarte?- dijo palmeando el suelo. Me senté y saqué de mi bolso unas galletas, mi estómago rugía por comida, eso me avergonzó. -¿Quieres galleta?- dije ofreciendole timidamente mi paquetito de galletas. -No, gracias- tenía sus ojos cerrados, este chico era definitivamente atractivo. -¡¿Kagome?!- escuché esa voz femenina que tanto extrañaba. -¡Himiko!- me levanté y ella corrió a abrazarme. -Kagome, me alegra que ya estes aquí- seguía abrazandome con fuerza. -Mis...costillas...Himiko- las palabras salieron entrecortadas por la falta de aire. -Lo siento- dijo sonriendo. Escuchamos el raspar de una garganta. -Inuyasha, espera- se me quedó mirando confusa- ¿Porque no han entrado?- puse los ojos en blanco y le mostré la llave. -Me diste la llave incorrecta- ella rebuscó en su bolso y sonrió apenada. -Sí, lo siento soy una tonta- se acercó , abrió la puerta y se metió. Iba a tomar mis maletas, cuando una mano me detuvo. -Yo las llevo- dijo Inuyasha con su voz aterciopelada. -Gracias- dije y me metí a la casa. Himiko salió y me senté en su sofá. -Espera ahorita regreso- salió y escuché que hablaba con Inuyasha. Intenté poner más atención a lo que decían. -Ok amor, vete con cuidado- y escuché el sonido de sus labios chocando. ¿Amor? ¿Es su novio? Sentí como la fierecilla se removía en mi interior incomóda ante lo que acababa de escuchar. Y la pregunta que más me importo fue esta ¿Porqué rayos me incomoda el hecho de que sean novios Himiko e Inuyasha? Hola mucho gusto mi nombre es Fernanda, soy de México y como verán yo no escribía fanfics, escribía novelas basadas en libros o películas o simplemente me inspiraba en canciones que escuchaba. Este foro me lo recomendaron y pues yo amo a Inuyasha y a sus personajes. Por favor si les gusto esto que es como un prológo por favor denle click en me gusta. Consejos son admitidos. No publicaré en modo de capitulos si no sera en continuaciones. Aún así espero que lo disfruten y haré mi mejor esfuerzo por el respeto que ustedes como lectores merecen. Saludos! Feliz Navidad y Año Nuevo!
Continuacion. Cuando Himiko entró de nuevo a la casa, fingí seguir comiendo mis galletas. Escuché un suspiro, se sentó a mi lado. -¿Llegaste bien?- le hice seña de que esperara a que pasara la galleta. -Sí, gracias por el taxi- dije mordisqueando otra galleta. -Al menos ya conociste a Inuyasha- dijo sonriente, intenté no toser debido a que me estaba ahogando con la galleta. -Parece un buen chico- musité, ella dio unos pequeños aplausos, ella era así como una niña ensoñadora e inocente con un cuerpo de una mujer de 21 años. -Y si no, él es simplemente perfecto- su sonrisa se hacía cada vez más grande ¿Como es posible eso?. -¿Ya olvidaste a ...Naraku?- ella me miró, su mirada se entristeció. -Por supuesto, Inuyasha es demasiado amable y atento, no le gustan mucho las demostraciones de afecto en público, pero es un pequeño defecto- dijo feliz, traté de calmar a la fierecilla que se movía enloquecida en mi interior. -¿Comó lo conociste?- inquirí con curiosidad. -Pues estaba en una cafetería leyendo y él se cayó justo a lado de mi mesa ¿Puedes creerlo? Fue como...destino, algo así, yo intenté con todas mis ganas no reírme, primero se hizo el ofendido y después se unió a mis risas- la fierecilla exclamaba enloquecida "maldición, maldición" me moví repentinamente incomóda. -... Nos seguimos riendo y me pidió mi número y nos enamoramos- costoun enorme esfuerzo no hacer una mueca ante el "nos enamoramos". -Parece un cuento de hadas- dije sin emoción alguna. -¡Sí! Es como un sueño del que no quiero despertar- mi corazón se oprimió, yo no comprendía el porque de todas estas emociones. -Pero ya no hablemos de mí , cuentáme ¿Qué sucedió con Touja? - supuse que mi mirada se entristeció. -No...no funcionó- sentí mis ojos arder. -¿Porqué?- dijo en un susurro preocupado, talvez por las lágrimas que amenazaban asomarse. -Soló..elme engaño realmente no quiero hablar de eso Himiko- ella asintió y palmeó mi rodilla. -Vamos te llevaré a cenar a un restaurante muy rico. Salimos juntas, con nuestros brazos enlazados, esto fue lo que soñamos desde los 6 años vivir juntas y ser felices, al menos una parte se había cumplido. Llegamos a un restaurante que difícilmente podría decir el nombre. Tenía que aprender italiano, decía en letras realmente estilizadas "Bon journo" supongo que era el nombre del restaurante. Un mozo nos asignó una mesa, dejo las cartas para ordenar y desapareció, abrí el menú,nombres raros por doquier. -Sarò il vostro cameriere- miré alarmada a Himiko, con una pronunciación exquisita. -Grazie , per il mio uno di spaguetti e il suo...- Himiko y el mozo me miraron, rápidamente abrí el menú y elegí la comida que reconocí. -Lasagna por favor- ella asintió y miró al mozo. -E il suo uno di lasagna- el mozo anotó rápidamente en su libretita. -Ad un certo punto io porto- y se fue hacia la cocina. -Creo que necesito aprender italiano si quiero estar aquí,hasta año nuevo- Himiko se rió. -Sería buena idea- el mozo llegó con los platos, puso cada uno en el lugar y se retiró. -¿Y sigues siendo fotográfa?- me preguntó mientras picoteba su spaguetti. -Sí, oh ahora que lo dices, ¿Podrías llevarme al Puente de los Suspiros?- Himiko me miró extrañada. -¿Porqué no mejor al Palazzo Ducale?- la miré casi riendome. -En español, no sé italiano- ella soltó una risita. -Al Palacio del Duque, es un hermoso lugar y además tomarías muy buenas fotos- la miré como niña haciendo berrinche. -Quiero ir al Puente de los Suspiros- ella me miró, e hizo muecas,supé que lo había conseguido. -Está bien, lo haré- alzé los brazos en forma de victoria. Terminamos de cenar y nuestra conversación se lleno de cosas triviales, pagó la cuenta y nos retiramos. Cuando llegamos a la casa me tiré en el sillón. -¿Dondé dormiré?- dije bostezando, miré el reloj eran las 8:30 de la noche. -Tu habitación es esa frente a las escaleras- ¿Mi habitación? Era agradable tener mi privacidad. -Me iré a dormir- dije bostezando, ella me miró haciendo puchero. -Es muy temprano- replicó, le sonreí. -Sí pero viaje más de 10 horas hasta aquí, ten piedad- supliqué. -Está bien pero mañana te levantare temprano bestia- me reí, ese apodo me lo puso cuando teníamos 13 años. -De acuerdo, de acuerdo- refunfuñe y me subí a mi habitación, me lanzé a la cama, seguía pensando en Inuyasha, cada vez que mi mente recordaba sus ojos unas burbujas se inflaban en mi estomágo y se liberaban en todas direcciones, sacudí mi cabeza evitando los recuerdos, de su voz, sus ojos. Era rídiculo, totalmente ilógico esa repentina atracción que sentí hacia él, me recordé durante toda la noche que era el novio de Himiko y eso hacía que mi fierecilla interna se agitara gritando "Mío, mío". Apreté los dientes e intenté dormir.
Continuación "Hola, Kagome" supuse que era un sueño porque me estaba viendo a mi misma hablandome. "¿Quién eres?" mi reflejo sonrió, y caminó sobre la escena oscura que soñaba. "Soy tu otro yo, el que admite que te gusta Inuyasha" me reí nerviosa. "A mí no me gusta" la fierecilla se removió en mi interior, inquieta. "Exacto, yo soy tu otro yo, el que admite que te gusta Inuyasha" apreté los dientes y fruncí el ceño, mi otro yo, solo sonreía burlonamente. "¿Dejarías mi sueño en paz?" dije conteniendo esa ola de furia que amenazaba estallar. " Deberías conquistarlo" dijo mirandose las uñas arrogante, obviamente esta no era yo. "Aparte de tonto ¿Eres malvado?" la risa que produjo fue estruendosa. "Yo digo lo que tú deseas, pequeña Kagome" fruncí los labios. "Yo deseo estar con Himiko, ahora ¡Largo de mi sueño!" Cuando ordené esto, me levanté de la cama empapada de sudor, los golpes en la puerta eran fastidiosos. -Bestia, levantate hay muchas cosas que hacer- me froté los ojos, abrí la puerta y Himiko sonreía, miré hacia la sala y parecía que lo había invocado. Ahí sentado en el sillón, yacía la perfección encarnada...Inuyasha. -Hola Kagome- su voz aterciopelada, erizo mi piel. -Hola- me obligué a responder. -Cambiate, iremos al Puente de los Suspiros- dijo Himiko emocionada. -Espera, Himiko ¿Tu entrevista de trabajo? - Himiko miró a Inuyasha confusa y después su rostro pareció sorprendido. -Lo olvidé, lo siento Kagome no podré llevarte- le sonreí y palmeé su brazo. -No te preocupes, iremos después- dije amable. -Espera, Inuyasha puede llevarte- dijo mirando sonriente a su novio. -Por mí no hay problema- dijo el tiernamente. La fierecilla interior parecía ronronear de placer. -Pero...Himiko...no yo...- empezé a tartamudear, ella miró a Inuyasha. -Si me dan el trabajo llegare como a las 5 de la tarde, me tengo que ir- se levantó acelerada, tomó su bolso y salió. No sin antes darle un beso a Inuyasha en la frente y uno a mi en la mejilla. La fierecilla gruñó. -¿Quieres irte ya?- el tenía las manos en sus bolsillos. -Tengo que cambiarme la pijama, está bien que me guste desayunar en pijama pero...-el se rió- ¿Qué?- dije viendo su expresión de ternura. -¿Te gusta desayunar en pijama?- asentí lentamente, confundida- A mí también. Me le quedé mirando fijamente, Himiko tenía suerte. Inuyasha es respetuoso, sencillo y se preocupa por ella. La fierecilla araño una de las paredes de mi initerior. -Iré a cambiarme- subí corriendo las escaleras y cerré la puerta, me quedé unos segundos recargada en ella. Mi corazón bombeaba a una velocidad que sentía un infarto futuro si seguía así. Tomé un pantalón, una bufanda, una blusa, una chamarra y unas botas; tomé mi camára y la eche en mi bolsa. -¿Lista?- asentí. Cuando llegamos abajo, salimos a la calle, me sentía muy bien ahí a su lado como si estuviera protegida. -¿Iremos caminando?- el se rió- ¿Podrías dejar de reírte de todo lo que digo?¿Comó nos iremos? ¿En autobús? ¿Taxi?- el asintió con ganas de reír. -Para llegar al Puente de los Suspiros tienes que tomar 4 autobuses y despues un taxi, iremos en mi auto- miré hacia todos lados, sin encontrar su auto, él me dio un leve empujón. Su auto era una camioneta Hibryd negra. -Sube- ordenó. Una vez dentro, miré su perfil, resultaba absurdo su atractivo, sus ojos dorados brillaban como si fueran soles y su cabello negro era como la noche. -¿Quieres hablar de algo?- inquirió con suavidad. -Uhm no sé que hacer, ¿De qué hablamos?- el miró concentrado, mientras maniobraba para dar una vuelta-Juguemos a las 10 preguntas- dijo emocionado, como un niño pequeño. Eso me hizo reír, me acomodé en el asiento. -Empieza tú- me dijo. -Ok, ¿ De qué trabajas o qué haces?- esperé su respuesta ansiosa. -Escribo canciones o hago el intento- lo miré sorprendida. -¿Porqué dejaste Japón?-de repente me arrepentí, sus ojos se entristecieron y recordé que en nuestra plàtica en el restaurante con Himiko, ella me había dicho que él había dejado por una razón Japón pero que nunca le había querido decir. -Por...una novia- de repente el pulso me palpitó ¿Me lo diría a mí? Me sentí emocionada- Tuve una novia ella se llama Kikyo- la fierecilla se agitó- duramos un año y ya vivíamos juntos-rió sin ningún rastro de felicidad- un día llegué y mi madre me dijo que ella se había marchado y que en mi cuarto dejó una carta para mí. Recuerdo que subí corriendo y abrí la carta desesperado, decía que no había funcionado y que ella...y que ella- se aclaró la garganta- ella merecía algo mejor- su silencio me hizo saber que no hablaría más. -Que estúpida- dije sin pensarlo, el me miró sonriendo. -¿Qué?- dijo con una sonrisa. -Que es una estúpida, ¿Algo mejor que tú? Obvio no hay, es una tonta. Himiko es muy afortunada- la fierecilla bramó enloquecida. -Wow, que linda eres- sentir el rubor en mis mejillas- Gracias- musitó. -¿Un día me enseñaras una canción?- dije curiosa, el asintió. -Tú, ¿Porqué te fuiste de Japón?- dijo con una curiosidad que me causo risa. -No tenía mucho que hacer para Navidad y Año Nuevo- dije sin emoción. -¿Y tus padres?- sentí un nudo en mi garganta, ya eran tres años desde su muerte y yo no lo superaba. -Ellos murieron en un accidante, yo todavía no lo supero- dio otra maniobra al auto. -Lo lamento, ¿Quieres dejarlo o hablarme de ello?- suspiré, él, me había contado su historia y una forma de ¿Pagarle? Haría lo mismo. -Ellos iban de regreso a la casa, habían ido al súper- mi voz sonaba apagada,así que me aclaré la garganta- en un cruce de calles , un señor venía ebrio y se estrelló con el auto de mis papás. Ellos fueron los que pagaron el error. Desearía haber viajado con ellos y morir con ellos- dije llorando. -¡Hey! - sentí el carro frenar, su mano levantó mi barbilla pero no lo miré a los ojos-Miráme- lo miré, mis ojos estaban borrosos por las lágrimas- No digas eso, nunca, si estás aquí es porque Dios te quiere aquí, no digas eso de nuevo. Muy bien,vamos al puente- miré por la ventana y vi ahí el puente, sonreí tendría muy buenas fotos.
Hola Querida :) Gracias por invitarme !! Como "Lo prometido es deuda"[Frase de honor] estoy aqui... Pues la trama me gusta bastante, no soy muy buena en lo tecnico, pero veo algunos errores...por ejemplo te falta un poco en la parte de descripción... hubo un momento (una pequeña parte) en la que leí y vi que saltabas a otra acción, tambien te sugiero que cambies el guion por el guion largo (−)... De mas ya! , Saludos y me avisas la contii, la espero ansiosa :)
¡Hola! Finalmente me paso a comentar en este fic. Me gustó mucho el tema, me parece original y bastante prometedor. No puedo dejar de preguntarme: ¿qué pasará cuando Kagome se decida a luchar por Inuyasha? Porque sabemos que, si es la Kagome que conocemos, lo hará y estará su amiga de por medio. A mí personalmente nunca me ha gustado el novio de una amiga, pero puede pasar, ¿no? Supongo que las cosas que piensa Kagome deben acercarse bastante a las que siente cualquier persona en esa situación, con esa «fierecilla» luchando por imponerse a la razón. Bueno, espero la continuación. Saludos.
¡¡Konichiwa y Bienvenida al foro y a FFL!!...Estaba en una de tantas en mi PC (Como siempre tratando de vencer mi aburrimiento leyendo, Chismoseando, Creando, Jugando...Haciendo cualquier tipo de cosas que me distraen y hacen que pierda mi tiempo U,U) Y me tope con tu Fanfic que sinceramente me llamo mucho la atención. Me gusta la Trama y también me gusta como narras; claro como cualquier persona tienes que mejorar un poco la narración y estar pendiente cuando tecleas ya que salen muchos errores gracias a eso. Ehmmmmm...Sería mejor que uses el Guión largo "—" Como dijo la Compañera Nicolle; ya que Mejoraría la calidad de tu escrito y lo hace más pulcro... Espero la continuación y estoy pendiente cualquier cosita...¡¡Saludos de tú amiga María Gabriela (MariPezTaisho)!!...
Hola, pasaba por los finc de inuyasha y el tuyo me llamó mucho la tensión. Me gusta muchísimo tu historia, realmente esta muy interesante desde el comienzo hasta lo que yabas echo:D , un error que tuviste (no me siento con el derecho pero lo voy a hacer) es el siguiente -Kagome ¿Quieres salir mañana con Justin, Koga y conmigo a comer pizza?- Justin la miró sorprendido. -¿Con Koga?- dijo el con el ceño fruncido. -Sí, ambos estan solteros y harían una bonita pareja- dijo Himiko emocionada, yo estaba en shock. Era totalmente ilógico, el intento de Himiko de emparejarme con alguien y lo peor con alguien que no conocía. -¿Quién es Koga?- dije entre la histeria y la cordura. -El hermano de Inuyasha- dijo Himiko- así que mañana te levantas temprano que tendremos cita doble- y rió. Sus intentos de emparejarme con alguien y más si ese alguien era el hermano de Inuyasha me volvería loca. El error acá fue el siguiente: tú en ningún momento mencionaste que Himiko entrara con un tal Justin, y de pronto ese tal Justin aparece de la nada y hasta opina, debiste hacer que cuando Kagome narro digiera lo siguiente -Hola chicos- miré hacia la puerta y Himiko, la fierecilla gruñó quería más tiempo con Inuyasha. PERO ESPEREN UN MOMENTO, QUIEN ERA ESE HOMBRE QUE ACOMPAÑABA A HIMIKO. Debiste ponerlo así, pero realmente estuvo muy bueno te felicito y no te molestes con migo:(, besos
Ay como crees que me iba a enojar, lo contrario gracias por correjirme lo volvere a repetir xP gracias
Mirar a Inuyasha a tráves de las lágrimas que mis ojos querían derramar, no sabía como podría llamarle ¿Fantasía? A pesar de ver borroso sus ojos dorados tenían ese impresionante poder de calmarme a pesar de todo. —Si estoy aquí es porque soy una cobarde— el miraba atento al suelo. —Ya llegué— la voz de Himiko me sacó de la plática, rápido me sequé las lágrimas—¿Comó les fue?— Inuyasha se levantó y le dio un leve beso. La fierecilla rasguño el interior de mi corazón "su jaula". Me levanté del sófa y la abrazé. —Nos fue muy bien—hasta yo me di cuenta del tono de mi voz, se notaba que había llorado. —¿Lloraste?— negué con la cabeza y sonreí. —Luego te cuento ¿Ok?— me alejé de ellos y tenía la idea de irme a mi cuarto. —¿No vas a cenar?— me obligué a mirar atrás, Inuyasha miraba al suelo y Himiko se veía confundida. —No tengo hambre— mi estomágo en réplica rugió, agradecí que lo hizo quedito, no quería cenar con ellos. Para mí era incomódo, solo quería dormir.