Man's best friend

Man's best friend​

Es un día como cualquier otro en la ciudad de Yomaito.Por lo menos eso pensaba.
Hola mi nombre es Souta Asari, tengo 16 años, mi cabello es corto y gris, soy bastante delgado y no tengo gran estatura. Voy a un colegio muy cercano a mi barrio. Aparte de estudiar también ayudo a mis padres en su panadería. Mi vida parecía común y corriente, en realidad lo era, pero eso estaba a punto de cambiar, el día que conseguí ese raro objeto.

CAPITULO I: EL DIA QUE CAMBIO MI VIDA

Eran casi las siete de la mañana y la casa de la familia Asari parecía estar muy tranquila. El único hijo de la familia, Souta, se encontraba descansando tranquilamente en su cama hasta que…

— ¡Ring! – El horrible sonido que hacia el despertador del joven Souta era verdaderamente insoportable.

— ¡Aaah!, ¿Qué paso?, Ah el despertador. ¡Oh no! ¡Llegare tarde a la escuela rayos! – El chico dormilón se había asustado con semejante bullicio. Pero se puso aun mas alterado cuando vi la hora que era. Una vez más llegaría tarde a la escuela.

— ¡¿Mamá por qué no me despertaste antes?!

—Lo siento Souta, creí que tu padre te levantaría hoy. – La amable señora Asari era muy atenta en varios aspectos. Al único que solía descuidar en ciertas ocasiones era a su propio hijo.

— ¡Maldición!, a veces pienso que quieres que me echen del colegio.

— ¿Vas a desayunar Souta?

— ¡Pero si ya estoy llegando tarde! ¡No tengo tiempo para eso!

Corriendo a una velocidad maratónica, el joven se dirige hacia su colegio. Pero de repente se le aparece una persona en su camino.

— ¡Auch! , pero que golpe me di. Discúlpeme yo no quise…eres tu.– Souta estaba por disculparse, pero se detiene cuando ve a la otra persona con la que había chocado.

— ¡Oye Asari ten cuidado!

— ¿Y tú que hacías entorpeciendo el camino Furusawa? – Souta respondía con un claro enojo al muchacho que tenía en frente.

—Cálmate, mejor démonos prisa que llegaremos tarde. – El otro muchacho no parecía importarle los reproches que le hacia Souta. Este chico es Yuto Furusawa, este chico es el mejor amigo de Souta, por no decir el único que tiene. Si bien se llevan muy bien, en ocasiones Furusawa suele hacer desesperar a Souta. El joven Yuto es un poco más alto que su amigo, y su cabello aun más corto de color negro, y suele usar gafas oscuras. – Tienes que relajarte hermano, porque no corremos ambos. A que yo te gano.

—Déjate de idioteces, nos expulsarán del colegio si seguimos llegando tarde.

—Lo siento no te oí. Nos vemos en el salón, bye. – Ya Yuto se había marchado hasta la escuela, corriendo como el mejor de los velocistas. Sin duda alguna él no había escuchado los reclamos de su amigo.

—Diablos, siempre me va a pasar este tipo de cosas. ¡Espérame Yuto!

Las clases ya habían comenzado en el colegio donde asistía Souta. Para su desgracia, el profesor de su clase no era muy permisivo con sus alumnos.

— ¡Asari, ¿Acaso sabes la hora que es?! – El profesor Hagino tenía fama por su potente voz. En todo el colegio se lo conocía por ese motivo.

—Perdóneme usted profesor Hagino. Lo que paso fue que…

— ¡Basta!, no quiero escuchar sus escusas. ¡Siéntese en su lugar ya mismo!

— ¿Y usted señor Furusawa que está esperando?, ¡vaya también a su lugar!

— ¡Sí!, pero a lo mejor tendría que escuchar nuestra historia. Yo venía caminando como siempre hasta que…

— ¡Que no me importa sus escusas! ¡A su lugar! – Era increíble la facilidad que tenia Furusawa para enloquecer a los maestros y el profesor Hagino no era la excepción.

—Vaya que día malo debe tener el profesor, no lo crees my brother.

—Yuta no quiero escuchar tu voz durante un tiempo, por favor cierra la boca me haces doler más la cabeza, este es un pésimo día para mí. ¿Quisiera saber que va a pasarme ahora? – No alcanzo a decir esto Souta que el escucho el sonido de algo que se había caído al lado suyo., Era una lapicera con una cinta rosada pegada en su extremo. Él ya iba a entregársela al propietario, hasta que vio quien era. – M-Miyu, ¿Cómo estás?

—Bien, Souta-kun, gracias por alcanzarme mi lapicera. – Miyu Ichigawa es la chica más popular del colegio. Souta hace tiempo que está enamorado de ella, al igual que los otros alumnos de la escuela. Pesé a esa virtud, Miyu no presume para nada de esa fama, es una chica muy amable con todos y buena compañera. Tiene un largo cabello azul y unos hermosos ojos verdes esmeralda, que hacían derretir a cualquier chico que la viera. – Eh, Souta-kun, creo que deberías mirar hacia el frente, me parece que el profesor esta algo enojado.

—No te preocupes Miyu, si yo no estoy haciendo nada malo. Además el profesor no es tan m….

—Asari después que llega tarde interrumpe mi clase, ¡Afuera! – El pobre chico no se dio cuenta de que el profesor estaba delante suyo, así que con resignación tuvo que irse de la clase.

—Definitivamente este no es mi día. – Suspiro Souta mientras estaba parado afuera del salón de clase. El joven estaba acostumbrado a que lo regañaran y sacaran de todas las clases. Igualmente no podía dejar de sentirse algo frustrado. No era un buen estudiante, sus notas eran pésimas y su conducta aun peor. Quizás en gran parte esto se debía a no tener ningún tipo de contención de ningún lado. Sus padres generalmente trabajaban muchas horas en la panadería y no le dedicaban mucho tiempo, tampoco se preocupaban por sus estudios, ni por su conducta. Mientras que Yuta, si bien el era su amigo, tampoco le serbia como un buen ejemplo para tener un futuro prospero, porque no con la mujer de sus sueños, Miyu.

Ya terminado el día de clases, Souta estaba por irse a dormir a su casa. Fue en ese momento que vio una feria gitana, en un parque muy cercano a su barrio.

—Guau, una feria. Podría echarle un vistazo al lugar, total es temprano.

El estudiante estaba muy entretenido viendo las distintas actividades del lugar, fue ahí donde vio a una gitana muy solitaria en su puesto de trabajo.

—Disculpe señora, ¿acaso nadie viene aquí? – él logró divisar alrededor de la gitana unos cuantos adornos que no llamaban mucho la atención. Parecía que la gitana no había logrado vender nada.

—No, casi nunca vienen a esta parte a comprar recuerdos. A nadie parece gustarles.

—¨Pobre señora. Debe sentirse frustrada, creo que le compraré algo para que levante su ánimo, pero que compro, todo se ve como chatarra vieja.¨ – ¡Voy a comprarle algo!

— ¿Lo dices en serio?

—Si por supuesto. Bien, veamos que puedo llevar…

—Me gustaría recomendarle algo muchacho.

— ¡Claro!, ¿qué me recomienda?

—Esto. – La gitana le muestra un extraño objeto. Era como un especie de adorno de madera que de un lado tenia la imagen de una hermosa mujer y del otro la de un perro durmiendo.

—Umm, se ve algo raro. ¿Y a cuanto me lo vende?

—Por ser mi primer venta en años puedes darme lo que quieras, pero déjame advertirte que…

— ¿En serio lo que yo quiera pagar?, gracias tenga. – Souta feliz le deja unas pocas monedas ala gitana, por miedo a que le pida más dinero se marcha con prisa. – ¡Adiós señora, gracias!

— ¡Oye jovencito espera!, uf me rindo. No me dejo decirle sobre la maldición de ese adorno, bueno creo que se dará cuenta en carne propia, he, he, he. – Al parecer lo que se había llevado Souta escondía un misterio, ¿de qué hablaría la gitana cuando dice sobre una maldición?

Souta ya estaba en su casa y se había acostado para dormir. El extraño objeto que compró en la feria lo había dejado sobre su mesita de luz. Al parecer no le daba ninguna importancia al mismo, solo lo quería comprar para hacer sentir bien a esa amargada gitana. La noche paso volando y ya casi era hora de levantarse pero…

— ¡Ring! – De nuevo sonaba la escandalosa alarma del despertador.

—Otra vez ese ruido infernal, dios porque ¡eh!

—Hola amo

— ¡Aaaaaaaaaaaaah! – Grita con un susto inmenso al ver que en su habitación se encontraba una hermosa mujer totalmente desnuda. – T-Tú, Q-¿Quién eres?

—Pues mi nombre es Tania, y tu eres mi nuevo amo.

—Tú, Tu, Tú, Ah. – El pobre Souta no pudo contenerse y cayó desmayado chorriándole sangre de su nariz al ver el sexual y desnudo cuerpo de aquella chica.

— ¡Amo!, ¡Amo!, ¿Qué le pasa?, ¡Amo! – Por más que lo llamara el estaba totalmente inconsciente.

Al parecer la vida de Souta va a dar un giro inesperado. ¿Que irá a suceder con el ahora? Lo sabrán muy pronto.
Hasta el próximo capítulo. ¡Adiós!

PROXIMO CAPITULO: UNA VISITANTE INESPERADA

 

CAPITULO II: UNA VISITANTE INESPERADA

Souta, era un joven estudiante común y corriente que llevaba su vida de la forma más tranquila posible, él no se esperaba lo que le iba a ocurrir esa mañana, el día que aparecería ella en su vida.

El joven estudiante estaba durmiendo tranquilamente, se sentía tan bien cuando dormía que ninguna cosa podría hacerlo incomodar, bueno….casi todo.

—Uh, Qué… ¿Qué me paso? – Se preguntaba el joven mientras de a poco se levantaba de su cama. – JaJa, seguramente estaba soñando, casi hubiera jurado que había una chica desnuda en mi cuarto.

—Ya se ha despertado amo.

—Sí, ya me he….t-tu, sigues…aquí, y aún estas…sin ropa. – Fue grande la sorpresa de Souta al ver q esa hermosa muchacha seguía ahí en su cuarto, él estaba por perder el conocimiento de nuevo cuando la joven se pone detrás suyo para evitar que él se caiga, Souta termina apoyando su cabeza entre las piernas de la chica.

—Joven amo, ¿se siente bien? – La bella chica mostraba su preocupación por el bienestar de Souta.

—Pero… ¿Qué haces tú aquí? – Preguntaba muy avergonzado Souta al seguir esa joven chica sin ropa, a lo que él inmediatamente le alcanza un pijama color azul, que tenía acomodaro en el suelo debajo de su cama. – Ponte esto por favor.

—Está bien amo. – La chica misteriosa toma el pijama y se lo pone tranquilamente, sin dar importancia a Souta que estaba al lado de ella.

—Amo, Amo, ¿Por qué me llamas así?

—Es que eres mi amo, cualquier persona que toma posesión sobre mí, automáticamente se convierte en mi amo.

—Tomar posesión sobre ti, ¿Pero en qué momento hice eso?

—Pues… ¿usted acaso no compro esto? – Le dice ella al mostrarle el adorno de madera que Souta le había comprado a la gitana.

—Esa cosa…

—Es una larga historia amo, pero se la contare si usted desea.

—Claro que quiero escucharla, antes que nada déjame presentarme, mi nombre es Souta Asari. – Dice el joven mientras hace una reverencia como saludo, a lo que la chica le responde igual, copiándole su gesto. Si mal no recuerdo me dijiste que te llamas Tania, ¿verdad?

—Así es, mi nombre es Tania Pairish.

—Que nombre raro, ¿no eres de aquí verdad?

—Justamente mi nombre se debe al lugar de donde provengo, y esa también es parte de la historia de este objeto.

De esa forma la chica comienza su relato de la historia, a lo que Souta le da una especial atención desde que empieza a hablar ella.

—Se que le va a parecer rara toda mi historia, pero es la verdad. Yo solía ser la princesa en un reino llamado Valrya, es mis tiempos allí tenía una feliz vida junto a mis padres. Los aldeanos eran muy felices con el rey de turno, mi padre, no había ni hambre, ni abusos de los nobles en contra de los plebeyos, era todo una total armonía, pero eso cambio cuando llego un nuevo consejero al reino de mi padre.

— ¿Qué fue lo que paso? – Pregunta asombrado el muchacho.

—Este nuevo consejero se gano la confianza de mi padre, pero a sus espaldas estaba tramando la manera de cómo derrocarlo del mando, fue entonces que con la ayuda de algunos caballeros traidores al rey y también con el apoyo del hechicero que quería realizar artes oscuras en el reino, que lograron arrebatarle el poder a mi padre.

— ¿Acaso asesinaron a tu padre?

—No, no lo hicieron, si bien estos sujetos no tenían escrúpulos, ellos no se animaron a matar a mi padre, según lo que se dice, un rey es un elegido de Dios y en nuestras costumbres esas cosas son muy serias y las tomamos muy en serio, así que ninguno se atrevió a derramar sangre que proviniera de un elegido de Dios.

—Fue por eso que a ti tampoco te hicieron daño, ya veo. – Souta se había quedado impactado por el relato de Tania.

—Sí, eso me salvo, inclusive pude escaparme del castillo, yo tenía intención de escaparme para idear algún plan para liberar a mi padre, pero entonces…

— ¿Qué paso entonces?

—El hechicero llamado Orius, el que fue parte de la conspiración contra mi padre, me localizo en medio del bosque y lanzo un conjuro contra mí, de ese hechizo dio como resultado este objeto de madera.

—Ya veo, ahora entiendo todo un poco mejor, pero dime, ¡Cómo harás para volver a la normalidad y poder recuperar tu reino?

—Yo…no lo sé, en realidad no tengo idea de que puedo hacer para solucionar todo esto. – Tania demostraba con su gesto de tristeza que era muy difícil lograr romper ese hechizo y salvar a su padre.

Los chicos seguían charlando, mejor dicho, Tania seguía contando lo que había sucedido con ella, hasta que el sonido de alguien que golpeaba la puerta de la habitación interrumpe su charla.

—Souta – Kun, es hora de desayunar, levántate de una vez.

—Oh, no, es mi madre, que hago contigo Tania, donde te escondo.

Muy nervioso el joven busca de un lugar a otro un buen escondite para la chica, hasta que se le ocurre esconderla debajo de su cama.

—Ven rápido, escóndete aquí abajo.

—Pero amo, quisiera conocer a su madre, seguramente es muy linda.

—Que tonterías dices, que explicación le voy a dar a mi madre si te encuentra acá, mejor metete debajo de la cama que hare que se vaya rápido.

Sin estar muy convencida de hacerlo, la chica le hace caso a Souta y se esconde debajo de la cama, luego de eso Souta hace ingresar a su madre que seguía detrás de la puerta.

— ¿Por qué no me contestabas Souta – Kun?, hace rato que estaba esperando, ¿te pasa algo?

—Eh...n-no, no me pasa nada madre, es que cada vez me cuesta más levantarme, estaba durmiendo plácidamente, jajaja. – Reía muy nervioso tratando de hacerle creer ese cuento a su madre.

—Mmm, bueno, si eso es todo, entonces apresúrate a bajar a desayunar. Te espero Souta – Kun.

—S-Si madre, enseguida bajo. – Ni bien su madre cierra la puerta, Souta suspira con alivio el haber salido de esa situación. – Phew, eso estuvo cerca, oye muchacha, ya puedes salir.

— ¡Si amo! – La chica sale de inmediato, a ella le había parecido divertido estar escondida debajo de la cama. – Me gusta jugar a las escondidas, tendríamos q repetirlo amo.

—Ni lo sueñes, es un milagro que no te haya descubierto, escúchame bien, yo voy a bajar a desayunar, mientras tu quédate aquí, ¿de acuerdo?

—Claro amo, lo que usted ordene. – Tania acepta feliz y se queda en el cuarto que es cerrado con llave por Souta por si las dudas.

—Vaya problema en el que estoy metido, ¿qué voy a hacer con esta chica? – Souta se había involucrado con una extraña chica que apareció como por arte de magia en su cuarto, de todas formas él creyó toda la historia que ella le había contado, ¿Qué raras experiencias le espera a nuestro joven amigo?, muy pronto lo sabrán

PROXIMO CAPITULO: JUGANDO A LAS ESCONDIDAS.

 

CAPITULO III: JUGANDO A LAS ESCONDIDAS






De un día para el otro, Souta se había encontrado en su habitación con una misteriosa chica llamada Tania. La jovencita le explico que ella en realidad era una princesa que provenía del reino de Valrya. La desdichada chica debido a un hechizo del malévolo Orius, fue encerrada en un extraño adorno de madera, cuyos lados tenia impregnados la imagen de un perro durmiendo, y del otro la de una hermosa joven. Gracias a que Souta consiguió dicho objeto en una feria gitana, la joven despertó en el cuarto del asombrado estudiante, los mismos casi fueron descubierto por la madre del chico, que con rapidez logro esconder a la princesa debajo de su cama, antes que la dueña de casa la viera. El susto momentáneo había pasado, pero… ¿Por cuánto tiempo podrá esconder a Tania?


— Por poco y mi madre descubría a Tania, aaah, ¿Qué haré ahora?, no sé ni por donde debo empezar a averiguar sobre lo que le paso a esta chica. — Dijo preocupado Souta mientras subía a su cuarto luego de desayunar.


El joven llegando a su habitación abrió su puerta, luego de abrirla una inesperada sorpresa lo esperaba.


— ¡Hola amo!, ¿no quiere bañarse?, si quiere le puedo lavar su espalda. — Con su cuerpo totalmente desnudo y recién bañado, Tania salió a recibir a Souta con los brazos abiertos.


— P-Pero… ¿Por qué sigues desnuda?, te dije que estuvieras vestida por la casa. — Dijo el estudiante sintiendo más vergüenza que la misma niña sin ropa.


—Es que me estuve bañando Souta – Kun, ¿no desea pegarse una ducha?, el agua que sale de esa cosa que tiene en su baño está bien caliente. — Haciendo referencia a la ducha que había en el cuarto.


—No Tania, yo ya me bañe, pero olvida eso, quieres cubrirte con algo por favor.


— ¡Como usted ordene! — Replicó ella muy obediente.


Mientras Souta se daba vuelta para que ella se vistiera, la chica tomo un uniforme de la escuela que el chico ya no le quedaba.


— ¿Cómo me queda Souta – Kun?


—Eh…pero ese, es mi antiguo uniforme…


— ¿Me queda mal acaso?


—Oh no, para nada, todo lo contrario, te queda muy bien…Tania. — Dijo con algo de sonrojo mirándola detenidamente, si que era bella la muchacha. — Bueno, ya tengo que irme a la escuela, quiero que te quedes aquí y te portes bien durante mi ausencia, ¿De acuerdo?, ten mucho cuidado, mi madre podría descubrirte.


—Está bien, tendré cuidado, y lamento mucho causarte problemas Souta – Kun. — Mencionó apenada por las molestias que creía que le causaba.


—Descuida, en el fondo me provocó algo de emoción la situación, te veré luego, adiós Tania. — Él se despedía para dirigirse a la escuela, mientras la princesa hechizada quedo sola en su cuarto pensando en su problema y también en que haría para pasar su tiempo mientras estaba en este lugar tan desconocido para ella.


Souta iba en dirección a la escuela, muy preocupado por tratar de solucionar el problema sobre su extraña visitante.


— ¿Por qué me pasan estas cosas a mi?, yo solo quiero tener una vida tranquila, vaya lio en el que me metí.


Distraído en sus asuntos, el estudiante fue despejado por un momento de sus temores gracias a un amigo bastante alborotador.


— ¿Cómo has estado mi hermano? — Le grita apareciéndose por sorpresa Yuto.


— ¡Aaaa!, tonto, no te aparezcas gritando de esa forma, por poco y me das un infarto.


—Jajaja, tranquilízate Souta, ¿En dónde está tu sentido del humor?


— ¡Obviamente ahora no estoy de humor para tus tontas bromas Yuto! — Respondió alterándose aun más.


—Vamos, vamos, estoy seguro que te alegraras después de escuchar las novedades que tengo.


— ¿Novedades?, ¿De qué se trata?


—Ja, sabía que te interesarías mi hermano, te conozco como la palma de mi mano.


— ¡¿Vas a hablar ahora o seguirás haciéndote el tonto?!


—Está bien, no te enojes. — Trataba de calmar la ira de su amigo. — Escucha bien, unos alumnos de la escuela de Nishirama me ha informado que acaban de transferir a nuestro colegio a una estudiante muy especial.


—Una estudiante especial… — No entendía demasiado bien del porque sería especial esa persona.


—Como escuchaste, se trata ni más ni menos que de Kaede Hikera. — Dijo emocionado Yuto.


—Kaede Hikera… ¿Y quién es ella? — Pregunto sin darle demasiado interés al tema.


— ¡Como que quien es ella!, ¿Acaso no sales de tu casa?, ¿No me digas que nunca escuchaste sobre la famosa modelo Kaede Hikera? — Interrogo algo molesto por la ignorancia de su compañero.


—Pues la verdad jamás escuche hablar sobre ella.


—Aaah, que persona más desinformada eres Souta – Kun. Tratare de explicarte, Kaede Hikera es una chica muy famosa en el mundo de la moda, que desde que tiene 13 años de edad se a dedicado a desfilar. Ahora ella es una personalidad internacional, y apenas tiene 17 años. Te lo imaginas, una verdadera celebridad ira a nuestra misma escuela, ¿Qué acaso no te emocionas con la noticia?


Pese al argumento expresado por Yuto, Souta seguía sin mostrar demasiado interés, lo que puso de los pelos a su amigo.


—Que bueno Yuto, supongo que la escuela se hará más famosa ahora. — Pronuncio Souta desganadamente.


—No puedo creer que muestres tan poco interés Souta, ¿dime te ocurre algo?, no pareces ser el mismo de siempre. — Comenzaba a sospechar que Sota tenía algún problema que no quería decirle.


—Nada de eso Yuto, yo estoy bien, quizás este solo un poco cansado, eso es todo.


—Mmmm, si tu lo dices…en fin, vámonos en seguida, no podemos perder ni un minuto más aquí. — Dijo apresurado empujándole para que se moviera.


—Espera, no seas tan apresurado, además, ¿tú desde cuando eres tan puntual?


—Desde hoy seré la persona más puntual del mundo querido amigo, así que andando. — A toda velocidad y llevando a Souta como si fuera un cargamento, Yuto fue a toda prisa hacia la escuela.


En tanto en la habitación de Souta – Kun, Tania buscaba la forma de pasar su tiempo sin aburrirse, lo cual era bastante difícil ya que el chico no tenía más que un par de juegos de mesa y unas barajas para que ella pudiera entretenerse allí.


—Que aburrido, ya no aguanto más este encierro, quiero salir a pasear un rato. — La mañana se le estaba siendo demasiado larga para a ella debido a su aburrimiento. — Tal vez podría salir por un momento sin que nadie me viera.


Tania salió del cuarto de Souta y haciendo pequeños pasos para evitar hacer demasiado ruido, iba encaminándose hacia la puerta de salida de la casa. Pero de repente vio que la misma se abrió y enseguida el dueño de casa ingresaba a su hogar.


— ¡Mi amor ya vine! — Dijo ni bien entro a su casa el señor Asari.


—¨ Cielos, por poco y me veía, soy una tonta, casi meto la pata.¨ — Tania se había agachado, intentando ocultarse del señor Asari.


—Cielo, te ves muy cansado, estas demasiadas horas en la panadería, te vendría bien tomarte unas vacaciones no lo crees. — Le dijo afligida la señora Asari, notando el estado en el que estaba su marido.


— ¿Pero qué dices mi amor?, sabes bien que no podemos darnos el lujo de descansar, eso es para los ricos únicamente. Aparte, debes recordar que Souta siempre me da una mano en la panadería, debo confesar que él me está siendo de mucha ayuda, es un chico muy trabajador.


—Lo sé mi vida, por eso mismo creo que no te vendría mal unos días de reposo, después de todo no solos los ricos tienen derecho a descansar. Vamos, prométeme que al menos lo vas a pensar.


—De acuerdo mi cielo, lo pensare, ahora quisiera tomarme un baño, avísame cuando este la cena.


—No te preocupes yo te avisaré ni bien este lista, haré tu platillo favorito querido.


—Gracias linda, soy un esposo tan afortunado.


Lentamente el señor Asari se dirigió al cuarto de baño, pero para desgracia de Tania, este se encontraba en el piso de arriba de donde ella se escondía.


—¨ Oh no, viene hacia acá, ¿y ahora qué hago? ¨ — La princesa no sabía para donde ir, se veía totalmente acorralada, con sumo cuidado volvió agachada al cuarto de Souta, antes de que el padre del estudiante la viera. Gracias a su rapidez, ella logro llegar a tiempo al cuarto del joven, finalmente el susto había pasado. — Que alivio, me salve por poco. Vaya, casi he sido descubierta en tres oportunidades en un mismo día, no sé como hare para no causarle ningún inconveniente a Souta – Kun.


Ella había logrado zafar de la situación, pero seguía con el mismo inconveniente de antes. Como haría para pasar tantas horas sin poder hacer nada, de verdad eso era casi imposible para Tania, quien siempre estuvo acostumbrado a estar en amplios espacios en su mundo.


— ¿Qué debo hacer?, si sigo haciendo estas tonterías meteré en aprietos a Souta, y no quiero hacerlo. Pero, en realidad me siento tan aburrida como podría… — Viendo la ventana del cuarto, Tania se le ocurrió un nuevo plan para escaparse. — Eso es, la ventana, puedo irme por la ventana, claro, porque no se me habrá ocurrido antes.


Poniendo en práctica su nuevo plan de fuga, Tania abrió la ventana del cuarto de Souta y comenzó a salirse por la misma, pero con bastante cuidado, ante cualquier tropiezo ella podría ser víctima de su propia idea.


—Ay no, tengo miedo, no pensé que estuviera tan alto. — La chica inevitablemente observo hacia abajo, ella se había olvidado por completo que tenía vértigo a las alturas, lo cual le provoco que empezara a temblequear sus piernas por el miedo a caerse. — No podre hacerlo, tengo mucho miedo, ¡Auxilio, que alguien me ayude por favor! — Ya no podía resistirlo mas, Tania no tuvo más remedio que pedir ayuda a los gritos, ya no podía hacer nada para evitar que la descubrieran.


Rápidamente los dueños de casa escucharon los gritos que provenían del cuarto de Souta, la primera que acudió allí fue la madre del estudiante.


— ¿Que sucede?, ¿Quién anda ahí? — Preocupada y con un poco de miedo por no saber con que se iba a encontrar, la madre del joven Souta abre el cuarto, pero al entrar no observa a nadie dentro del mismo, lo único que le pareció raro fue ver la ventana abierta. — Que extraño no hay nadie, sin embargo hubiera jurado que escuche unos gritos salir de esta habitación.


Al no ver a nadie, la señora Asari cerró la ventana del cuarto sin prestar atención si había alguien allí afuera. Una vez más la princesa Tania había estado al borde de ser descubierta, sin embargo…


—Soy una tonta, tonta, tonta, tonta. — Se recriminaba así misma mientras se golpeaba su cabeza con la mano, lo cual casi provoca que cayera por perder un poco el equilibrio. — Como se me ocurre pedir ayuda a los gritos, no se me hubiera ocurrido nada para justificar mi presencia con los padres de Souta – Kun, yo no puedo hacerle esto.


Decidida a arreglársela como pudiera, Tania comenzó a bajar desde la habitación de Souta. Mas allá del temor que le generaba las alturas, ella misma quiso hacer un esfuerzo por sobreponerse, no quería causarle ningún inconveniente al joven estudiante quien le había prometido ayudarla a solucionar su problema. Luego de mucho temblequeo de piernas y de sudar como una condenada por el miedo a caer, finalmente Tania lograba bajar en perfectas condiciones a la entrada de la casa. Por fin conseguía estar afuera. Ahora era su oportunidad de recorrer un poco este extraño mundo a donde había parado ella.


— ¡Lo hice! — Dijo con felicidad. — Pero como me costo. Bien, es tiempo de echarle un pequeño vistazo a este lugar. Seguramente debe haber lugares grandiosos para conocer, no puedo esperar a verlos. — Sin tiempo que perder, Tania salía feliz en su recorrido, sin tener la mas mínima idea de que sería lo que le esperaba allí afuera.






PROXMO CAPITULO: ALERTA, PRINCESA SUELTA EN YOMAITO