Mirai Nikki Mamá [One shot]

PUEDE CONTENER SPOILERS.​

Fanfic sobre Mirai Nikki, narrado por Yuno Gasai y ambientado un poco antes de que esta matara a sus padres.

Escrito con motivo del Día de la Madre.


Mamá siempre me cantaba una nana antes de dormirme.

Recuerdo escuchar sus pasos avanzar por el pasillo, abrir la puerta y su sombra, esa que me daba tanto miedo, reflejada en la sucia pared.

Recuerdo sus zapatillas de casa arrastrarse lentamente por el tatami y recuerdo ver como se sentaba de rodillas, dándome la espalda, siempre mirando hacia un punto fijo en la pared.

Yo siempre estiraba mi mano, tratando inútilmente de agarrarle del hombro y hacer que me mirara, que sintiera compasión por mi.

Y, acariciando suavemente los barrotes de la jaula, susurraba hermosas melodías, con la mirada perdida.

Yo gritaba y lloraba, queriendo salir de aquella pequeña prisión. El sonido de mis chillidos se alzaba por encima del murmurllo de mi madre, que aún así nunca dejaba de cantar.

Cuando yo me calmaba y aceptaba, resignada, el hecho de que nunca saldría de allí, ella se reía y giraba hacia mí su rostro, lleno de lágrimas y aún así sonriente, y seguía cantando mientras me observaba sollozar.

Y cuando terminaba su pequeño numerito me daba las buenas noches y salía de la habitación cerrando la puerta, sumiéndome en aquella horrible oscuridad en la que vivían mis peores pesadillas.

Sé que tras eso ella se sentaba en el rellano de la escalera y esperaba a mi padre, que a veces llegaba, a veces a tiempo de darle las buenas noches, a veces no, pero ella siempre se dormía en las escaleras, con la cara mojada de lágrimas y los brazos llenos de cortes que se hacía ella misma para matar esas largas horas antes de que su esposo volviera.

Yo deseaba tener una madre verdadera.

Una madre que me levantara chillando que iba a llegar tarde al colegio, que me hiciera el desayuno, que me abrazara antes de que me fuera. Una madre que me cantara nanas por placer y no para sentirme menos mala madre, no una madre que llorara mientras la sangre fluía de sus auto lesiones, no una madre que me obligara a comer.

No una madre que me privara de amor.


Con el tiempo, mis lágrimas se secaron y mis gritos cesaron. Aprendí a escuchar esa nana, esa dulcísima nana, hasta que un día escuché una estrofa de esta, que decía así:

「ドリフトオフ、美しい少女、王女になっています。 無料で飛ぶとは、誰もあなたの翼を切断音が聞こえます。 しかし、あなたはまだ若いと私は 眠っていた、美しい少女、秋姫」になることができ

("Duérmete, niña hermosa, conviértete en una princesa. Sueña con volar libre y que nadie corte tus alas.
Pero todavía eres joven y puedo quererte
Duérmete, niña hermosa, conviértete en princesa")

Esa noche, volví a llorar.

Porque mi madre me amaba y sufría por mí. Porque la locura había cegado su corazón, pero me quería.

Porque yo no podía devolverle ese amor.

Y ese día, comenzé a soñar con mi venganza.

Sufrirán por lo que me han hecho.