Mí princesa: Este collar atrapo nuestro amor /¡Ohaioo! Quiero presentarles mi primer fanfics... sobre una de mis parejas preferidas de crossover... Itachi/Kagome... y como por la web no pude encontrar ninguno escrito en español me enpeñe en escribir uno yo misma (Mí princesa: Este coyar atrapo nuestro amor)... ¡espero que les agrade!/ Capitulo I: En la base de Orochimaru Dentro de la guarida oculta de los ninjas de sonido, en la oficina principal se encontraban Orochimaru el causante de tantas desgracias, muertes y principal enemigo de la mayoría de las aldeas ocultas, con su fiel lacayo Kabuto. Tramando sus siguientes planes para lograr capturar el nuevo “recipiente” para la serpiente, y atrapar los demonios de los buques para utilizarlos… cuando de pronto fueron interrumpidos por uno de sus oficiales entrando bruscamente. Doblegándose comenzó su perturbador relato - Orochimaru-sama venia de camino con mi equipo cuando en el bosque próximo nos encontramos con una niña que iba solitaria pero al tratar de atraparla e interrogarla de cómo fue capaz de llegar hasta allí, solo nos contesto “Váyanse y no morirán” – comenzaba sintiendo un escalofrió – por supuesto solo la ignoramos y procedimos pero uno de mis hombres al tratar de tocarla lo asesino en cuestión de segundos, asiendo que los demás comiencen a luchar y vayan muriendo rápidamente en lo que pude escapar para informarle – pauso unos segundos para despejar su mente. - Pero lo mas aterrador es que no utilizaba ningún tipo de chakra, ni señales, ni jutsus, sino solamente su velocidad y… garras como los demonios buque – finalizo su experiencia sin poder recuperarse. Al terminar de contar su relato el hombre temblaba prácticamente al recordar, dejando a Orochimaru muy interesado y ansioso en conocer a aquella niña que su capitán había asegurado que se trataba de un demonio como los mismos demonios buque. - Kabuto-kun, será mejor que no demoremos en ver a esta niña, lleva el invento preparado para el buque – ordeno con seriedad, después de todo sería una buena oportunidad para ponerlo a prueba, pensaba con una sonrisa cruel - ¡ah! y llama a Kimimaru-kun junto con sus hombres – término profundizando su sonrisa con burla. - Hai, Orochimaru-sama – respondió este neutro, sin demostrar el rencor que sentía por aquel nombre, después de todo era muy bien conocido en la base del sonido el detesto y odio que existía entre Kabuto y Kimimaru (aunque no las razones de la misma) Doblegándose ambos desaparecieron en un abrir y cerrar de ojos, tendrían que ser rápidos para lograr alcanzar antes que se escapase su “presa”. En el bosque conectado a la base Una pequeña niña de unos catorce años se encontraba en plana lucha contra unos diez ninjas, pero a diferencia de lo que esperaban encontrar Orochimaru y sus cómplices al llegar vieron a estos muriendo uno por uno a manos de la pequeña por sus propias… garras. Tanto la serpiente ninja, Kabuto y Kimimaru observaban con algo parecido a la incredulidad y admiración como esa pequeña niña destrozaba con tanta facilidad a aquellos fuertes hombres del sonido con lo que parecía ningún esfuerzo y a una velocidad sobrenatural, cuando era imposible hacer tal hazaña para la mayoría de la población ninja. - “Este… poder es similar al del kiubi, será… un demonio” – se confirmo el cruel Orochimaru renaciendo en su rostro su retorcida sonrisa, tenía que lograr que se uniera a él o por lo menos capturarla para poder experimentar con sus asombrosos poderes. Cuando había acabado con todos sus débiles subordinados, decidió hacer conocer su presencia, así que salto hacía el suelo seguido de los otros, quedando a una distancia tanto prudente por si desidia atacar y suficiente cerca para poder “conversar” con ella – Disculpe por mi descortesía joven, pero ¿podría decirme quien es? – pregunto simulando en su voz confusión. De nuevo se prolongo un sordo silencio, hasta que la misteriosa chica comenzó a girar hacia ellos lentamente haciendo que el aliento de los tres se detenga. Se trataba de la niña más hermosa y delicada que hayan visto antes, por su estatura se podría decir que era de unos catorce años, con cabellos negros con pequeños reflejos plateados que llegaban a su cintura. Vestía un kimono blanco muy delicado con flores de sakuras en su hombro izquierdo y mangas, estas eran largas hasta sus rodillas, su obi era un color lila, todo parecía del más fino de las sedas; y sandalias con tiras blancas. Pero lo que más les llamo la atención fueron sus inusuales características, como la estola color negro que colgaba de su hombro derecho, las garras en lugar de uñas, sus orejas que tenían formas puntiagudas, las dos rallas violetas que poseía en cada mejilla y la medialuna azul índigo en su frente. O lo más sorprendentes ojos color azul oscuro con pigmentos plateados que mostraban su ferocidad y confusión, en puro contraste con su lindo rostro libre de emociones. Con todo esto solo pudieron observar cautelosos cualquier reacción de ella, teniendo varias cosas presentes, primero que la niña no era para considerarse a la ligera teniendo en cuenta la batalla que habían presenciado segundos antes; segundo que no parecía asustada por ellos; y tercero (tal vez el más importante) que definitivamente no era humano, pero tampoco… un buque. Durante esto la pequeña había examinado cuidadosamente a estos nuevos ningens, él que se encontraba frente suyo parecía el líder, con cabellos negros hasta debajo de la cintura, piel enfermizamente pálida, sus ojos eran amarillos con bordes verdes que ahora mostraban incredulidad y ansiedad que no entendía, pero lo que más le llamo la atención fue que sintió que se trataba de un descendiente de hanyou serpiente. Y por su aura una serpiente traidora y corrupta, para su terrible fortuna. Al de su izquierda lo ignoro rápidamente al notar lo débil que su aura era, en cambio el de su derecha el más alejado de los tres llamo su atención dirigiendo su mirada a este se sorprendió. Traía lo que parecía un kimono violeta, con pantalones negros y sandalias negras, era también muy alto tal vez de unos dieciséis años, su piel era casi tan pálida como la suya, su cabello era plateado hasta centímetros debajo de sus hombros con mechones atados con cintas carmesí. Su rostro tenía dos lunares carmesí en su frente del mismo color que las marcas debajo de sus ojos bellos de color verde azulados, de verdad muy bonitos. También pudo notar en su aura mucho poder (mucho más que los otros dos, incluyendo la mestiza), también sintió bondad y asombro. Tenía la esperanza de que este humano la ayudase con sus dudas. Así que yendo con su rápida velocidad se situó delante suyo para hablar con él. Kimimaru había observado asombrado como la pequeña niña había llegado a unos centímetros de él a una velocidad antinatural, sin posibilidad de si quiera poder reaccionar, esperando un ataque quedo confundido al solo verla observarlo con melancolía y un poco de angustia en sus ojos. Esto lo perturbo mucho, era la misma mirada que él tenía al encontrarse solo luego de la destrucción de su clan. Esto hizo que su corazón dé un apriete. Unos segundos después sintió como tanto Kabuto como Orochimaro-sama se acercaban para lograr colocarle (como el bastardo de Kabuto había dicho) ese collar para someterla debido a que creían que se trataba de un buque. - Debes irte, sino podrías lastimarte – escucho la suave voz de la pequeña advirtiéndole haciendo que ampliara de incredulidad sus ojos al ver como tomaba una posición defensiva y protectora para con él. ¿Por qué trataba de protegerlo?, ella no lo conocía y por una razón estaba seguro que sus intenciones eran buenas… pero ¿Por qué lo hacía? Solo pudo quedar extático viendo la batalla que se mantenía, pero justo cuando parecía que ella iba a matarlos, Orochimaru-sama utilizo su jutsu para inmovilizarla permitiendo que Kabuto lograra colocarle aquel collar y entre los dos citaran un antiguo juramento con señales muy complicadas y largas, mientras la pequeña gritaba de agonía. Kagome sentía que pronto desfallecería, era como si todo su cuerpo se adormeciera y su poder no respondiera a sus órdenes. Además que este collar le proporcionaba cientos de descargas eléctricas, haciendo que cállese de rodillas por lo cansada que se sentía al tratar de repeler aquella extrañas cadenas que encarcelaban su youki. De pronto dejo de escuchar los extraños cantos que aquellos ningens realizaban y vio como se acercaban a ella, - Suéltame serpiente hibrida… juro que te matare - dijo con la poca energía que le quedaba antes de caer desmayada al suelo, con varias quemaduras y raspones en todo su pequeño cuerpo. Quedando tanto Orochimaru como Kabuto muy agotados al haber utilizado casi toda su chacra en aquel antiguo jutsu fue Kimimaru quien sujeto a la pequeña niña antes que se estrellara en el duro suelo. Quedo observándola con culpa al ver las terribles heridas que poseía aquella niña que segundos antes había sido tan fuerte. Minutos después fue sacado de sus pensamientos por la voz de la serpiente – Kimimaru-kun dámela – exigía observando fijamente la pequeña figura en sus brazos, haciendo que él muchacho inconciente refuerce su agarre – Dámela – ordeno nuevamente esta vez con más severidad a lo que este obedeció lentamente. Por primera vez el peliplateado dudo en seguir una orden de Orochimaru-sama, viendo la locura en sus ojos mientras observaba a la pequeña niña mientras tocaba con suavidad grotesca su rostro – Regresemos a la base – ordeno reconociendo la presencia de sus subordinados con una cruel sonrisa en su rostro. Kimimaru observo con pena y un raro brillo de arrepentimientos en sus usuales fríos ojos esmeraldas a la niña, pues había escuchado lo que harían al lograr capturar un buque y aunque ella no parecía exactamente ello no dudaba que sufriría igualmente de alguna manera. Rápidamente llegaron a la oficina a la base, entrando a la espaciosa oficina de su jefe tanto los tres como los sobrevivientes de la batalla, observando con brillo malicioso a aquellos hombres – Pueden retirarse de mi vista – los desestimo a los que estos se inclinaron rápidamente e hicieron como les ordenaba. Luego se giro su rostro – Kabuto-kun, no necesitamos que divulguen lo que ocurrió recientemente ¿me entiendes verdad? – cuestiono con inusual seriedad a lo que este asintió acomodando sus gafas para luego desaparecer; con una clara orden “no habría testigos” aparte de ellos tres. Kagome estaba comenzando a abrir lentamente sus ojos sintiendo como la luz la molestaba, al despertar totalmente dio cuenta que no tenía idea de donde se encontraba, rápidamente toco su cuello sintiendo la gargantilla que le impartió una descarga haciendo que la soltara. No había sido un sueño. - No deberías hacer eso – escucho una sedosa voz a su lado, girando su rostro se encontró nuevamente con aquel detestado ser, - ¿Qué me hiciste serpiente? ¡Suéltame! – exigió con voz ronca debido a que seguía debilitada, ni siquiera sus sentidos le respondían. - Dime ¿Cuál es tu nombre? – siguió sin dar caso a que exigía y acercándose lentamente a ella mientras la niña trataba de alejarse con sus escasas fuerzas haciendo que sonriera, - vamos, si me lo dices consideraría tu petición – dijo confundiéndola, ¿de verdad la dejaría ir de aquí? - Kagome – fue todo lo que dijo haciendo que ampliara su horrible sonrisa - ¡ahora suéltame! – exigió nuevamente viendo que solo seguía acercándose. - Pero Kagome-chan, solo dije que lo consideraría – se burlo llegando a su rostro y tratando de acariciarlo sin obtener éxito debido a que lo esquivaba hasta que agarro dolorosamente su barbilla – y he decidido que no – concluyo pasando su larga y pegajosa lengua por su mejilla haciendo que la pelinegra se retuerza y logre darle un arañazo con sus garras en el rostro a lo que este se retiro largando un gruñido de ira para luego colocar otra vez su sonrisa burlona. - ¡Ah! con que tienes aun muchas energías Kagome-chan – se reía abiertamente haciendo que la youkai de gruñidos. - Juro que te matare serpiente, te lo prometo – repetía entre amenazadores gruñidos haciendo que este suelte una loca carcajada. - Lo dudo Kagome-chan, es más puedo asegurarte que al final me adoraras – replico con un poco de enojo en su voz, mientras se dirigía a la salida girando su rostro a su subordinado – Kabuto-kun será mejor que tranquilices a nuestra permanente invitada – le ordeno a lo que este simplemente respondió “Hai Orochimaru-sama” para luego acercarse a la niña sonriendo maliciosamente con una afilada aguja y paralizándola para inyectarla. Ante esto la niña comenzó a desesperarse, girando su vista hacía el joven humano que había visto anteriormente y viendo en lo profundo de sus fríos ojos un poco de arrepentimiento. Kimimaro también miraba fijamente a sus ojos sintiendo ese dolor en el pecho al ver la angustia en ellos, - Vamos Kimimaro-kun – mando la serpiente, siguiéndolo luego de echar una ultima mirada a la pequeña. Kagome quedo con un ultimo pensamiento – “su nombre es Kimimaro” - antes de sucumbir finalmente al sueño. Al salir de la habitación, Orochimaru se dirigió nuevamente a su oficina quedando sentado en el enorme sillón que se hallaba allí en silencio hasta aparecer en escena Kabuto que se inclino ante el; - Orochimaro-sama ella es perfecta, al parecer no es humana sino un demonio completo si comienzo mis investigaciones… - ¡NO! – dijo parando la palabrería de este que lo observo confundido – una criatura tan valiosa y hermosa como Kagome-chan se desperdiciaría con ello… no, no, tengo otros planes para ella – decía con una mirada lujuriosa que no paso desapercibido para ninguno de los dos. - Pero el experimento… - trato nuevamente el ninja, el simplemente no podía contener las ansias por realizar sus experimentos con ella. - Para ello tenemos a los buques… seguiremos nuestros planes originales, averiguando todo sobre su paradero… mientras nadie puede saber sobre ella ¿entendido? – repitió fríamente a lo que este rápidamente asintió, definitivamente no era bueno hacer enfadar a Orochimaru – pueden retirarse – ordeno colocando nuevamente esa sonrisa llena de locura, desapareciendo ambos en una bocanada de humo. Pasaron unos días y las cosas se complicaban, la ya identificada youkai no comía lo que Kabuto llevaba y apenas bebía un poco de agua, si seguían de esta manera seguramente moriría de hambre y deshidratación, que definitivamente no entraba en los planes de la serpiente. Al parecer Orochimaru se había dado cuenta del particular resentimiento y (hasta podría atreverse a llamarlo) odio que la pelinegra sentía por su subordinado, haciendo que en consecuencia… se negara a siquiera probar lo que este le ofreciese. Así que recurriendo a otra opción decidió enviar a Kimimaro-kun que según observaba cuidadosamente sus acciones hasta las más pequeñas (como la culebra que era) había visto pestañeos de afinidad con su pequeña Kagome. En la habitación Kagome se encontraba sentada en un almohadón ubicado en el piso, traía puesto un kimono púrpura un poco demasiado largo en las mangas y el largor, manteniendo su rostro neutro se perdía en sus pensamientos, ella últimamente había rechazado todo alimento que la sucia rata “Kabuto” le traía (incluso muchas veces se lo había tirado sobre el) no se confiaría para probarlos, pues por su olfato había sentido olores raros semejante al de la inyecciones que ese desgraciado le daba cuando se encontraba “activa”, era más estupido (o ignorante) si pensaba que no se daría cuenta (aunque estaba segura que la serpiente si lo hacía) al parecer el mediocre “medico” tenía una cierta obsesión con ella… que no entendía. Aunque ya sentía las consecuencias de su negación, pues sus fuerzas desaparecían más rápidamente, ella nunca había hecho esto… pero había escuchado que un youkai como ella podía aguantar mucho más, pero aun así solo haría más difícil su huida de allí. Tampoco había sido capaz de ver nuevamente a “Kimimaro” que la ponía muy triste, suspiraba para luego colocarse rígida repentinamente al ver la puerta abriéndose en ella vio entrar a la rata junto con la persona que había pensado… el muchacho de cabellos blancos. Vio mover los labios de Kabuto con un gesto de burla captando lo ultimo que dijo - … si no lo logras Orochimaru-sama no será feliz – con una sonrisa cruel para luego girar su rostro a ella e irse cerrando la puerta detrás suyo. Si entendió bien es que si no lograba que comiera… lo castigaría la serpiente venenosa. Kimimaro solo dio una mirada asesina al idiota, girando su rostro a la niña se sorprendió de verla observándolo con curiosidad, así que acercándose con cautela con la bandeja en sus manos lo coloco en la mesita de allí mientras se sentía que lo seguía con la mirada. - Tú sabes que yo no comeré nada – dictamino con su suave voz la niña haciendo que este la observa con su fría expresión pero con curiosidad leve en el fondo. - ¿Y por que no lo haces? ¿acaso no tienes hambre? – cuestiono permitiéndose un poco de emoción en su voz, no entendía el porque no comía ni porque el se preocupaba de que no lo hiciera solo era una desconocida para el ¿no? Kagome no respondió solo se acerco cuidadosamente al ninja que ahora se encontraba tenso por el movimiento, ignorándolo agarro el plato con la sopa en ella, la olio para luego arrugar ligeramente su nariz y dejarlo nuevamente con un gesto de disgusto - Lo ha hecho nuevamente – murmuro, tal parece que esperaba que sucumbiera por el hambre… idiota. - ¿Qué sucede? – pregunto el peliblanco un poco confundido, ella solo lo observo con comprensión – Los humanos no tienen el sentido desarrollado como los youkais… - dijo mirando aburrida para ver como su confusión aumentaba – la rata de Kabuto coloco nuevamente polvos de adormecimiento en ella – dijo como si fuera lo más obvio. Kimimaro amplio ligeramente sus ojos, ese infeliz aun cuando Orochimaru lo había amenazado al parecer no había desistido de la creciente obsesión que tenía (al igual que la serpiente, el mismo lo había notado) por la niña. Observándola comprendió por que de su comportamiento, el no iba a obligarla a comer, menos con lo que ese bastardo planeaba… solo le quedaba recibir el castigo que estaba seguro sufriría. Kagome vio levantarse al muchacho con una expresión de serenidad - ¿No vas obligarme a comer? – pregunto con escepticismo pues ella escucho que si no sería castigado; solo lo vio negar con la cabeza – No, no lo haré – dijo recogiendo la bandeja para luego salir por la puerta. La niña solo quedo mirando nuevamente el cuarto vació con tristeza, nuevamente se encontraba sola, unos segundos después vio entrar nuevamente al ojiverdes con una bolsa en la mano, observándolo con confusión inclino levemente su cabeza. Kimimaro sonrió levemente ante la linda imagen que daba la niña acercándose a ella saco una manzana de la bolsa, - Toma es para ti – dijo dándoselo a lo que ella la recibió para luego dar una tímido mordisco y sonreír contenta. - Arigatoo gozaimasu – le agradeció comiendo contenta la manzana mientras el peliblanco volvió a sonreír y sentándose a su lado procedió a probar una para el. - Me llamo Kimimaro Kaguya – se presento el peliblanco de repente inclinando la cabeza ligeramente mientras observaba de reojo a la pequeña… quizás averiguaría un poco más de ella. Kagome proceso la información para luego sonreír y levantarse, - Watasi wa Kagome desu, soy una inu y la princesa de los youkais, hazime masite doozo iorosiku – dijo con una cortes reverencia, contenta de por fin conocer a alguien confiable en esta prisión (ella misma podía asegurarlo ya que su aura no transmitía engaño hacía ella) Kimimaro la observo con abierta incredulidad, - ¿Una hime? – cuestiono escéptico a lo que la niña solo sonrió y asintió, dejándolo confundido entonces además de los buques… ¿había aun más demonios que ella? ¿era de sangre noble? Después de unos segundos de silencio cuando el ninja iba a seguir sus preguntas, vieron tensos abriéndose nuevamente la puerta entrando esta vez la nin desaparecido con una sonrisa socarrona en su rostro, haciendo que Kimimaro se ponga de pie - ¡Oh Kagome-chan! Veo que as comido – dijo en un tono de satisfacción, a lo que esta gruño. - Bueno, bueno no tienes que ser tan hostil – la regaño sonriendo mientras se acercaba a ella para tocar su rostro; haciendo que Kagome se alejara de el, – Aléjate de mí serpiente idiota – dijo en un tono peligroso a lo que este llego en un segundo a centímetros de ella para tomarla dolorosamente del rostro – No mi Kagome, es poco inteligente tratarme de aquella manera – le susurro en su oído a lo que esta intentaba alejarse. Kimimaro solo observaba imponente la escena, no lograba entender la creciente necesidad de protección que crecía en él por la niña que unos segundos antes había estado con tanta comodidad hablando… pero también enojo por Orochimaru por siquiera acercársele, el nunca había cuestionado ninguna acción de este no importa lo cruel e inhumano que había sido, entonces ¿que ocurría con el? Después de todo solo consistía en el juego diario que parecía ser el favorito de Orochimaru, provocar a la inu, jugar con su mente y emociones y luego retirarse con una sonrisa satisfecha dejando a la niña atrás con una pequeña dosis para calmarla. Siempre finalizaba de esa manera. Había pasado un año desde que tuvieron su pequeña conversación Kimimaro y Kagome y ambos habían llegado a lo que parecía una creciente amistad, ya que este había sido asignado como permanente acompañante de la inu (para gran disgusto y odio de Kabuto) Durante este tiempo había aprendido mucho de la pequeña inu, aun recordaba cuando ella le había contado la manera en que había llegado a su “mundo” /Flash Back/ Kimimaro se encontraba contando sobre que se trataban los ninjas y como se conformaban los pueblos y territorios mientras observaba el choque con que Kagome-sama (como había comenzado a llamarla por respeto) al escuchar esto. - Al parecer estoy en otro mundo o tiempo – dijo colocando sus manos en su cabeza de la desesperación – lo único que recuerdo es que en un viaje que daba con mi otou-san, llegamos a un templo abandonado cuando fuimos atacados… - contaba mientras su respiración se aceleraba – luego comenzaron a atacarme y al caer en un pozo vació me desmaye y al día siguiente desperté en un bosque… - finalizo cayendo pequeñas lagrimas, mientras giraba su rostro. Ella no podía permitirse que la vieran llorar, sería mostrar su debilidad. El peliblanco dándose cuenta de ello la abrazo levemente para darle confort, a lo que la niña se tenso al principió sorprendida para luego corresponderle con necesidad, se sentía tan perdida. /Fin del Flash Back/ Desde ese momento se había hecho más inseparable de su lado, no solo por las ordenes de Orochimaru por desconfianza que quisiese escapar (después de todo se trataba de un demonio) sino que al ver la misma fragilidad y solitariedad que el había sufrido sentía la necesidad de cuidar de ella. Descubrió muchas cosas de su mundo como las clases de demonios, en la que ella pertenecía en la de inu (perro) una de las cuatro más fuertes, como eran sus tierras y sus costumbres, siempre contándolas con una sonrisa melancólica. Subiendo a una rama de un árbol que pensando en la conversación que tuvieron hace un mes. /Flash Back/ Ambos se encontraban en un cómodo silencio cuando de pronto Kagome hablo – Aun no lo entiendo ¿Por qué no escapaste? – cuestiono observándolo con su expresión fría, quedando este mirándola un momento, aun cuando era una pequeña niña podía esconder perfectamente sus emociones como todo un asesino profesional. Unos segundos en silencio – Yo se que no te gusta este lugar, ni a aquella serpiente… - escupió la palabra asiendo que sonriera internamente, aun así sus emociones podían cobrar lo mejor de ella – lo se por tu aura, entonces por que no huiste… dudo que no sepas tu alcance – dijo a la ligera, si, el sabía que su poder era mayor que el de Orochimaru razón por la que este lo quería como su buque… a no ser por su enfermedad. - No es tan simple – contesto fríamente, y Kagome asintió a lo que se refería su “deuda” con el nin por haberlo rescatado al haber muerto su clan… si el le había dicho su historia unos meses luego que ella le contó la suya. - No importa, porque cuando me valla de aquí te liberare de aquel hibrido y te llevare conmigo… te lo prometo – hablo con seriedad y firmeza en cada una de sus palabras haciéndole sonreír levemente y que sus ojos tengan un pequeño brillo. Tal vez para la mayoría era solo palabras pero para él que se consideraba inútil por no poder ayudar por su condición a su “salvador” le producía una felicidad que nunca había sentido, por no dejarlo de lado y por la firmeza de sus palabras no dudaba que lo cumpliría. /Fin del Flash Back/ Ella no se había equivocado en su predicción, luego de su llegada había reflexionado sobre si mismo y no encontraba ningún respeto sobre el nin Orochimaru que antes sentía, es más cada vez se encontraba soportándolo menos en sus crueles caprichos. Es verdad que el lo había rescatado de aquella desolación, pero el le había dado a cambió su confianza ciega y lealtad absoluta desde ese instante sin cuestionarlo nunca. El mismo se había enterado del próximo buque que la serpiente tenía en mira para si mismo (la misma serpiente se lo repetía con burla en su cara casi con continuidad) pero ya ni siquiera llegaba a afectarlo, pero en cambió se sentía furioso cuando el o el idiota de Kabuto se acercaban o tocaban a Kagome-sama viendo la lujuria o la obsesión malsana en sus ojos hacía la pequeña niña hacía a veces imposible contenerse de alejarlos… por cualquier medio. También se encontró siendo más suave y brotando su respeto hacía ella, al ir conociéndola y ver todo el honor y la inocencia que guardaba dentro de ese bello rostro frío, prometiéndose que nunca permitiría a nadie quitársela. Hasta cuando ella misma pregunto el porque la llamaba “sama” el solo respondió con naturalidad “no merece menos Kagome-sama” Pero sin duda lo que más apreciaba era la conversación que había tenido con la pequeña inu. Al principio la había visto nerviosa haciendo que sintiera un poco de preocupación por ella, para luego sorprenderse por lo que sucedió. /Flash Back/ Estando en el pequeño jardín donde se le permitía además de su habitación estar a la youkai, Kimimaro observaba a la niña torcer la manga de su bello kimono celeste con nerviosismo. - ¿Sucede algo malo Kagome-sama? – cuestiono con un poco de preocupación en su normal voz fría de emociones, la niña giro su rostro mirándolo con dolor en sus ojos azul plateados. - ¿Acaso no me ibas a decir que tienes que ir a una misión? ¿o es que tu también me consideras como algo sin importancia? – hablo con un poco de enojo y dolor en su voz, confundiéndolo ¿de donde había sacado esas tontas ideas? - El idiota de Kabuto – dijo contestando la pregunta muda – dijo que te irías en pelea contra un “buque” y que estaba planeado por aquella serpiente que morirías debido a… la enfermedad que posees – aclaro a lo que el ninja solo apretó los puños, dando un silencioso juramento de muerte hacía ese inútil intento de lacayo por decírselo a Kagome-sama ¡se suponía que no debía saberlo! Sería… - Yo jamás la consideraría de esa manera, tu fuiste la que me devolvió mi libertad y me dio una nueva razón de vivir – contesto con suavidad, si su nueva razón era protegerla de todo mal -hubiera sido mejor no decírselo, no quería preocuparla con ello… - respondió girando la mirada avergonzado, a lo que Kagome suavizo su mirada levantándose suavemente y tocando su rostro con sus suaves manos. - Si… hubiera una manera para curarte ¿aun así te ofrecerías como buque a Orochimaru? – cuestiono neutramente a lo que este negó rápidamente; - No, ya no le debo nada – afirmo mientras Kagome estudio sus ojos viendo la veracidad de sus palabras en ellos, haciendo que sonriera. - Kimimaro ¿quieres ser mi hermano mayor? – pregunto suavemente de repente haciendo que los ojos del peliblanco se ampliaran ampliamente, de verdad alguien como ella… ¿quería que fuese parte de su familia? No pudo más que sonreír con felicidad, - Sería un verdadero honor Kagome-sama – contesto colocando suavemente su mano en su cabeza como muestra de cariño haciendo que ella también sonriera encantada, - ¿Tu sabes que me refiero por sangre no? – aclaro haciendo que este la mire incrédulo, la única manera que lo creía posible era a través del “Lazo de sangre”, el ritual que la inu le había contado en una ocasión… pero se decía que solo había funcionado una vez con un poderoso youkai, debido al gran poder tanto físico como espiritual (del aura) que drenaba. - No, Kagome no debes arriesgarte en ello, prefiero morir que el que tú lo hicieras por mí – dijo con firmeza levantándose de repente, haciendo que la inu se vuelva seria. - Es mi propia desición – se defendió también poniéndose de pie - además no me subestimes Kimimaro, después de todo soy la princesa inuyoukai – dictamino con voz de hielo, abriendo con sus pequeños colmillos su muñeca saliendo de la herida sangre – bébelo – dijo acercando su herida a lo que este se agacho, acercando su muñeca a la boca y la tomo lentamente, la hime sin demostrar ningún dolor por ello, para luego ella haga el mismo corte en su muñeca y beba la sangre del muchacho. Kimimaro comenzó a sentir arder todo su cuerpo, mientras la hime daba el ultimo paso morder su hombro donde se hallaba aquella maldición que la serpiente había colocado en el para controlarlo – Resiste aniki – le susurro consolador en el oído para luego clavar sus colmillos con suavidad en su hombro derecho purificando de apoco aquella maldición aumentando el doble el sufrimiento de ambos. Kagome por gastar la poca energía que tenía por aquel hechizo en el collar al que la encadenaron y para purificarlo y Kimimaro por el cambio que su cuerpo estaba sometiéndose. Retirando su colmillo tenuemente fue desapareciendo la marca quedando una leve media luna celeste en ella, como prueba de la adopción de el como su familia, - “Una familia” – pensó antes de sucumbir al agotamiento y caer hacía el suelo, siendo atrapado por el ojiverdes que se encontraba agitado pero el dolor iba disminuyendo de apoco. - Kagome… - exclamo preocupado acostándola en la cama para que descansara; a lo que esta sonrió mientras salía una pequeña línea de sangre de sus labios que él limpio con un paño – No te preocupes esto no significa nada para mi… - le afirmo para luego sonreír – te dije que te liberaría de él… - dijo observando su hombro, siguiendo su vista se sorprendió al no ver aquella marca sino una bella media luna en su pálida piel. - Arigatoo gozaimasu Kagome – le agradeció sinceramente con una dulce sonrisa que esta correspondió, sucumbiendo al agotamiento cerrándose sus parpados – Doo itasi masite onii-san – respondió quedando profundamente dormida. Kimimaro solo se quedo observándola con cariño, sentándose en el piso del lado de la cama de su “onee-san”, aunque también se sentía cansado quedaría cuidando sus sueños, después de todo luego que ella le otorgase una nueva oportunidad de vivir y buscar la felicidad lo menos que podía… era velar por ella. /Fin del Flash Back/ Retirando su manga toco levemente su nueva marca, pero esta significaba un nuevo inicio y la calidez de una familia, pensaba con una sonrisa. Tampoco sentía esos infernales dolores en sus huesos, ni la sangre cobriza en su boca luego de realizar cierto esfuerzo… se había curado de su enfermedad (aunque los únicos que lo sabían era Kagome-sama y el mismo, nadie más si quiera lo sospechaba) Acababa de despedirse de su onee-san, y aunque el había dicho que regresaría luego para sacarla de la prisión que la condenaban a permanecer, ella se había negado rápidamente diciendo que “El que volvieses solo me haría quedar como un ser débil e indefenso… solo me deshonrarías”, “además no quiero que vuelvas a este lugar onii-san” susurro tal vez sin creer que el lo había escuchado, pero luego de su nuevo lazo como hermanos todos sus sentidos mejoraron y agudizaron (demasiado era decir que el mismo se seguía sorprendiendo de esto) La única petición que le había dicho es que “espérame… no te olvides de mí” con un poco de melancolía y tristeza a lo que el lo juro firmemente, sacándole una verdadera sonrisa y despidiéndose con un tierno abrazo. El jamás siquiera pensaría en olvidarla, el la esperaría toda su vida si fuera posible… creía que ella lograría escapar también como el lo haría hoy. - ¿No es hora que te vallas Kimimaro? – cuestiono con burla Kabuto a lo que el nombrado solo le dirigió una mirada fría – como dijo Orochimaru-sama no hace falta un “nos vemos” ¿no? – siguió observándolo con una socarrona sonrisa. - Deja de decir estupideces – hablo en un tono frío haciendo que este sienta ira pero mantenga una fachada de burla, - No te preocupes, cuidare bien a Kagome-chan – susurro, haciendo que el peliblanco abriera milímetros sus ojos. Lanzando un shuriken a una velocidad que Kabuto apenas esquivo haciendo que se sorprendiera y se atemorizara – Si tocas a Kagome-sama juro que te matare de la manera más dolorosa – amenazo con la voz más mortal que la rata de Orochimaru había escuchado haciendo que de inconciente un paso atrás del temor ¿Cuándo se había vuelto tan fuerte? Según lo que dijo Orochimaru-sama debía estar agonizando por su enfermedad… una de las razones por lo que lo enviaba a esta misión, le era inservible. Kimimaro desapareció de aquel lugar dejando atrás al atónito Kabuto. Ahora se dirigía a su batalla contra el buque Garaa del desierto, había planeado muy bien sus planes y estrategia que utilizaría para lograr que lo considerasen “caído” y lograra su desaparición, por suerte nunca fue un derrochador y logro juntar bastante dinero para su supervivencia. Parando en medio de un descampado, tomo un sorbo de aire puro y observo embelezado la luna, ahora solo faltara esperar que su Kagome onee-san escapara de aquella serpiente… Un año después Kagome ya contaba con dieciséis años de edad, actualmente seguía encerrada en aquella habitación (más considerada para ella la “prisión” en la que intentaban retenerla). Siendo acompañada por su nuevo escolta el frío Sasuke Uchiha. Aun podía recordar cuando llego allí, ya cumplían medio año de conocidos. /Flash Back/ Hace dos semanas que Kimimaro onii-san había ido en aquella misión y se había despedido de ella, quedando la niña a cargo de la despreciable mascota de la serpiente, Kabuto. Y esto trayendo como consecuencia que ella se negara a salir a sus escasas visitas a aquel jardín y no durmiera en las noches para no bajar su guardia. Aunque tuvo de bueno que por alguna razón aparente las visitas de aquel hanyou también disminuyeran, sin duda un aspecto positivo. Fue sacada de sus pensamientos al abrirse la enorme puerta entrando en ella los dos seres que más odiaba más uno que desconocía dejándola extrañada. Orochimaru no dejaba que nadie si quiera se enterase que existiera, sin que este muriese un segundo después. - Mi Kagome-chan ya que tu buen amigo Kimimaro-kun no podrá presentarse nuevamente por los alrededores… - comenzó con una sonrisa socarrona; si ella había recibido la noticia de su “muerte” cortesía del estupido Kabuto; - y no sientes gusto con la compañía de Kabuto-kun… - dirigió su mirada a este al sentir su furia – traje a mi aprendiz en su lugar Sasuke Uchiha – presento mientras Kagome sonreía internamente, nadie reemplazaría a su aniki. Dando una mirada al joven humano, era un muchacho bien parecido de unos dieciséis años como ella misma, era tal vez media cabeza más alta que ella, con el cabello azulado parado en puntas y los ojos ónices fríos que la observaban impasible. Traía puesto la parte superior de un kimono blanco, unos pantalones azules y sandalias negras, muñequeras en sus brazos que llegaban hasta sus hombros, con la insignia en ellos de una hoja con una línea en medio, de lo que aprendió gracias a Kimimaro onii-san, es que se trataba de un renegado de la aldea que se llamaría Konohagakure. Interesante. Sasuke al ver que la muchacha hacía un examen cuidadoso de su persona también comenzó el suyo propio. Tuvo que admitir que era verdaderamente hermosa, con su frío rostro de porcelana, su largo cabello ébano y su kimono violeta, pero con una piel un poco exageradamente pálida y ojos que parecían muertos. Viendo la interacción entre los dos objetos de su obsesión Orochimaru sonrió - ¡Oh! Ya tendrán tiempo de conocerse, después de todo tenemos tiempo de sobra ¿iee watasino Kagome-chan? – dijo con burla a lo que la muchacha lo observo con odio en sus ojos que no paso desapercibido para ninguno de ellos. La mente de Sasuke trabaja procesando los hechos, tal parece ser que la muchacha que tanto Orochimaru que tenía en cautiverio y había advertido antes de traerlo no debía salir la información de ellos, lo detestaba… es más por sus ojos lo odiaba (si se atrevía a arriesgarse el mismo tipo de odio que sentía el por Itachi) Sería interesante investigar más sobre esta extraña niña. Con estos pensamientos procedió a retirarse junto a la serpiente nin de aquel cuarto. /Fin del Flash Back/ Desde allí cada día se presentaba aunque no sabía la razón, quizás por obligación con su “maestro” o solo curiosidad, ya que la observa como ahora mismo lo hacía… - Dime de una vez ¿Qué eres? – repitió nuevamente Sasuke con su tono indiferente, tratando de esconder su curiosidad por la niña que la serpiente trataba como una joya intocable. Lamentablemente no podía sacarle a la fuerza la información por las constantes silenciosas amenazas; y también su instinto le gritaba que tuviera cautela con ella… que no le gustaría estar en su lado equivocado. Y hasta ahora si había logrado sobrevivir en este lugar siniestro fue gracias a su agudo instinto. ¡AH! curiosidad, se decía la inu mirando de reojo sus ojos rojos, esa pregunta la repetía desde meses de conocerse, al parecer el hanyou no le había informado nada sobre su persona, y se cansaba de esperar, tampoco quería que se fuera ya que aunque no hablaran mucho (nótese el sarcasmo) seguía siendo mejor que ese idiota de Kabuto, y que se odiasen eran puntos extra. Y aunque tuvieron leves conversaciones de vez en cuando nunca respondió a ninguna de las preguntas que el sugería sobre ella. No ella no tenía ningún interés en contar nuevamente toda su historia… al menos por ahora. - ¿De verdad quieres saber? – hablo suavemente recibiendo una mirada molesta del pelinegro ¿acaso era tonta? - ¿sabes utilizar esa espada? – pregunto observando la katana que el muchacho tenía asegurado en su cinturón. Ahora consideraba la posibilidad que en el aislamiento haya perdido su mente, para que cree que la traía ¿de adorno?; - Si me muestras te responderé – insistió la inu, estaba harta del aburrimiento en este lugar. - No creo que pueda demostrar mucho aquí – se refirió burlonamente a la habitación que aunque fuese bastante amplia no podría realizar el acto que deseaba. - Entonces llévame al jardín, allí si podrás ¿no? – replico levantando divertida al ver como aumentaba su molestia, sorprendiendo un poco por la propuesta a este, después de todo ella no visitaba aquel jardín desde que Kimimaru se había marchado. Y también como “extra de precaución” le habían colocado unas cadenas en sus muñecas. Los tan ignorantes creían que eso la detendría. Al llegar a aquel pequeño parque artificial (según el punto de vista de Kagome) ella solo se acomodo debajo de un árbol, observándolo mientras el Uchiha arrogantemente se colocaba en posición de ataque y realizaba unos movimientos con su katana mientras se movía con una increíble velocidad, parando luego de un momento girando con una sonrisa arrogante a ella pero con una leve aceleración en su respiración que ella pudo captar. Aunque Kagome le dio puntos por su gran velocidad aun así la altanería de este ningen lo llevaría a su perdición - ¿Es todo ningen? – cuestiono permitiéndose poner desilusión en su voz, haciendo que el muchacho ampliara ampliamente sus ojos de incredulidad… la mayoría estaría admirando y temblando ante su demostración de adiestramiento. - ¿A que te refieres “es todo”? – cuestiono con enojo en su voz ¿Quién se creía esa niña? Kagome solo suspiro interiormente, - Mira ningen… - lo llamo confundiéndolo ¿Por qué le llamaba humano? – solo te daré un consejo, tu te confías excesivamente en tus sentidos sobre todo en tus ojos… - comenzó sorprendiéndolo ¿Cómo pudo averiguarlo tan pronto? – esa es tu mayor debilidad y segundo… tu arrogancia algún día podría matarte – hablo con una sonrisa divertida al ver como hervía de ira. - ¿Y porque crees que seguiría tu consejo? Solo eres una débil niña – la discrimino furioso, a lo que Kagome cambió su rostro a uno frío – Es tu elección hacerlo o no, después de todo es tu problema no el mió – lo desestimo levantándose con gracia encaminándose hacía la puerta dispuesta a volver a su aburrida habitación. - No deberías confiar en todo lo que aquella serpiente te diga, siempre esfuérzate el doble de ello – le aconsejo por ultimo sinceramente no podía evitarlo, el no se sentía ser una mala persona sino… solo alguien muy confundido; - ¡ah y por cierto! – dijo girando su rostro hacía él que solo la observaba con cierto shock por sus anteriores palabras – No soy una débil niña, sino Kagome una youkai inu – aclaro con pura diversión en sus ojos hacía el estupefacto altivo Sasuke para luego terminar yendo. Sasuke Uchiha quedo como nunca antes sin una palabra ni un pensamiento más que las palabras que repetían en su mente “un demonio perro”, no sabía cuanto la culebra le había estado ocultando, tendría que averiguar si lo que decía era verdad o no. Pasaron dos días desde que Kagome revelo su identidad al joven ninja y ahora que había confirmado con Orochimaru que sus palabras eran ciertas Sasuke aun recordaba lo que el nin le había dicho “Era información sin verdadera importancia para ti Sasuke-kun” con burla y desestimarlo como si fuera nada. Maldito Orochimaru, como si tener un verdadero y fuerte demonio a tu lado fuera simple habitualidad. Desde ese entonces el Uchiha había tragado todo su orgullo y había pedido por “casualidad” algunas técnicas con los que podría mejorar sus sentidos con lo que la hime había accedido dando uno que otro que ella misma utilizaba para entrenar… antes de esto. Y quería ayudarlo un poco pues había desarrollado cierta amistad por Sasuke, antes de salir, pues por alguna razón presentía que sería… muy pronto. Era casi el amanecer cuando algo despertó de repente a Kagome, el sonido de fuertes alarmas de lo que su hermano le había explicado solo se activaba cuando se trataba de intrusos o amenazas que eran de mayor peligro. Levantándose de repente su mente proceso todas las probabilidades, esto nunca había ocurrido antes, haciendo que sonriera complacida. Esta era una única oportunidad que se le presentaba para escapar de esta jaula. Al sentir pasos acercarse con rapidez hacía la puerta volvió a su estado de aparente sueño, según recordaba debía colocar las esposas hasta la mañana pero al parecer las circunstancias cambiaron… perfecto. Kabuto entro en el cuarto encontrando a la youkai durmiendo, pero sin hacer caso a la voz que le decía que no debía acercarse lo hizo cauteloso con la inyección en su mano, para luego encontrarse con una mano en su garganta, haciendo que abriera ampliamente sus ojos ¿Cómo podía ser posible? ¡Se suponía que ante cualquier intento siquiera de ataque debía electrocutarla! La muchacha solo sonrió cruelmente haciendo temblar de miedo a su presa – Pisaste mi trampa ¿no pequeña rata? – susurro riendo maliciosamente mientras ignoraba la electricidad que recorría su cuerpo por esto, Kabuto comenzó a palidecer – N-no me mates por favor – y a suplicar piedad para que lo dejase con vida, - ¿Quién dijo que si quiera eres digno que te mate? - susurro para luego la muchacha lo atravesó con su garra en su costado, dejándolo desangrándose lentamente en el frío piso aunque sin matarlo. Saliendo velozmente de aquella habitación se dirigió sigilosamente hacía donde se encontraba aquella serpiente… debía pagar todo lo que le había hecho. Llegando a donde su hedor era más fuerte (su oficina personal) encontró unos rollos antiguos en el escritorio, echando un breve vistazo vio a los youkais de aquí quien su onii-san comento. Y adjunto a ellos el ¡hechizo que le habían impuesto! Agarrándolo lo llevo con ella… tal vez Kimimaro podría desactivarlo… Con la mayor velocidad que podía salio de aquel lugar, no podía dejar de gruñir las fuerzas que tenían eran mínimas de lo que poseía, pensaba esquivando sigilosa algunos nin del sonido que se le cruzaban, ella no tenía suficientes energías para pelear ni con aquellos débiles ningens. Llegando al bosque adjunto a la base quedo recostada contra un árbol, quedando media inmovilizada por las corrientes eléctricas que salían de aquel collar, tocando jadeante levemente alrededor de su cuello bajo su mirada cerrando sus ojos ¿acaso sería imposible para ella obtener su libertad?, pensaba con pesar para luego abrirlos y quedar muy sorprendida por la figura que la observaba con cierto shock en sus fríos ojos. Frente suyo se hallaba el muchacho más bello que había visto, de tal vez unos diecinueve años, en altura quizás le llegaría a su barbilla. Su cabello largo atado en un bajo moño con flequillo que llegaba a su barbilla se sorprendió al ver que era tan negro como el suyo. Su piel era pálida pero saludablemente. Traía puesto un manto negro con nubes rojas que se encontraba desgarrado, revelando una camisa negra con franjas azules y pantalón negro junto con unas sandalias ninja del mismo color. Pero sin duda lo más impactantes fueron sus ojos rojos como la sangre con pequeñas perlas negros en ellos que mostraban recelo y shock en sus profundidades. Junto con una franja negra con una hoja partida por una línea en su frente, ¿otro renegado de Konoja? Saliendo rápido de los desvíos de mis pensamientos analice profundamente esta vez su aura, y me impacte realmente era sumamente poderoso, hasta tal vez mucho más que Kimimaro, y por lo visto era la amenaza que Orochimaru temía. No pude contener una leve sonrisa en mi rostro… era simplemente perfecto. Reaccione pues se acercaban muchos nin del sonido centrándose todos donde nos encontrábamos, lo vi dudando en sus ojos sobre si darme la espalda o no. Al parecer el tampoco estaba seguro si sobreviviría o no a esto, y por sus múltiples heridas yo también lo dudaba. Colocando el rollo enfrente y medio de ambos lo observe seriamente – Realiza el jutsu de este rollo si no quieres morir ningen – le exigí a lo que el solo endureció desconfiado sus ojos. Bien, quizás lo había planeado demasiado… sencillo. /Bueno... ya edite mi primer capítulo... aunque se que debo mejorar mucho, realmente espero que les haya agradado... y hayan sentido un poco de emoción al leerlo (como yo misma al escribirlo), tratare de terminar lo antes posible el capítulo dos... ¡mata otode! Sacura/
re: Mí princesa: Este collar atrapo nuestro amor ¡Wau! ¿Sabes?Para serte sincera,no quería leerlo,pero cierta personita que está a mi lado me desafió a leerlo entero en menos de una hora.Adivina:¡lo logré!Me gane una cena y $500,¡bien por mí! Lo siento,me desvié del tema. Tu Fic es muy largo pero valió la pena leerlo.Es una creación sumamente fantastica:desde la narración(que tiene algunos errores de ortografía)hasta las acciones que los personajes realizan(pero no me gustó que limpiarán el suelo con el orgullo de Sasuke,metaforicamente). En verdad me has dejado intrigada y te juro que estaré esperando por la continuación. Me he vuelto una fiel seguidora de tu Fic,como algunas/os de aquí dicen... Pon la continuación pronto(no te lo tomes como una orden,es que en verdad soy impaciente)que yo lo leeré el mismo día que lo hagas y comentaré con mis opiniones. Por cierto,¿te molestaría traducir las cosas que escribes en otro idioma?Es que no sé lo que significan... ¡Muchas gracias y muchos besos!
re: Mí princesa: Este collar atrapo nuestro amor ¡Muchas gracias UsumakiBelu! De verdad ya me estaba poniendo un poco triste al no recibir ninguna respuesta (y es que yo también note que era un "poco" largo al editarlo) pero solo es el primer capítulo donde quería colocar muchas cosas... como el inicio de la relación de hermanos de Kimimaro y Kagome... y terminarlo con la primera impresión de ella hacía Itachi... Perdon si no coloque los significados de las palabras escritas en nihongo (idioma japonés) ¡Aqui estan! Traducciones: Ohaioo (Hola/Buenos días) Hai (Si) Ningen (humano) Hanyou (hibrido) Youki (energía youkai) Youkai (demonio) Arigatoo Gazaimasu (Muchas gracias) Watasi (yo) wa (nexo que identifica el tema) desu (es) (Yo soy Kagome) Hazime Masite (saludo por 1° vez) Doozo iorosiku (mucho gusto) Hime (princesa) Otou-san (padre) Inu (perro) Aniki (hermano mayor/Se utiliza cuando hablas a los demás de tu hermano mayor) Doo itasi masite (De nada) Onii-san (Hermano mayor/Se utiliza cuando hablas con tu familia) Onee-san (Hermana mayor//Se utiliza cuando hablas con tu familia) Iee (No) Watasi (Yo) no (nexo que indica propiedad) Watashino Kagome (Mi Kagome) Katana (Espada) ¡Si tenes alguna otra duda solo pidela! Muchos besos y saludos. Sacura.
Re: Mí princesa: Este collar atrapo nuestro amor ¡Aquí traígo para publicar el segundo capítulo!, es este en especial tuve muy buenos consejos de parte de una muy buena amiga de cenzoo... ¡espero que les agrade! Capitulo II: Con Itachi Itachi se hallaba luchando en lo que parecía ya una batalla interminable. Realmente todo había sido un fracaso… y por alguna razón él había presentido que esta misión no sería buena del todo. Se suponía que debía ser sencillo, tenía que encontrarse con un espía del akadsuki que se había infiltrado en la guarida de Orochimaru pues hubo lejanos rumores que la serpiente había encontrado algún “tesoro” raro que guardaba con el mayor recelo; y Pein quería saber que era. Incluso lo habían enviado sin su compañero Kisame ya que el akatsuki últimamente sufría de ejem… problemas económicos (monetarios) y no podía pagar a ambos, enviándolo el líder con la tonta excusa que “Con usted Itachi-san es suficiente para interrogar al espía”. ¡Oh! Como quería burlarse de aquello, claro si realmente pudiera. Pues al parecer el traidor de Orochimaru, su espía, los había traicionado tendiéndole una emboscada. Bueno al parecer llego muy lejos las noticias de su actual situación, y no quiso seguir arriesgando su vida gratis (aunque dudaba que igualmente la serpiente lo dejara con vida luego de descubrirlo) Corriendo en el bosque siguió lanzando sus shuriken y kunais no pudo evitar regañarse mentalmente por su descuido, cada vez sus ojos perdían más su visión quedando casi ciego consecuencia del abuso que había exigido con su sharingan. Los bastardos habían logrado herirlo bastante y no podía evitar ser acorralado más contra la secreta base del nin. Por fin pudo perderlos, aunque no dudaba que seguían buscándolos, escondiendo su chakra se movilizaba lentamente ya que pronto amanecería y sería más sencillo el hallarlo, cuando de pronto sintió un par de ojos sobre él, girando su rostro observo con shock (por no haberlo sentirlo) cruzando su vista con una muchacha que lo examinaba municiosamente. Era de un aspecto pálido enfermizo con cabellera negra y ojos celestes pálidos que parecían muertos. Aunque no dejaba por ello de ser muy hermosa. Al instante sus ojos se endurecieron, podía afirmar que ella por su demacrada y agitada apariencia no se trataba de un miembro del sonido. Ni siquiera parecía un ninja. Si no que parecía escapar de ellos como él… Salio de sus pensamientos cuando la niña de repente coloco un rollo en frente suyo, con una expresión muy seria - Realiza el jutsu de este rollo si no quieres morir ningen – le escucho exigirlo haciendo que surgiera la desconfianza en él - ¿Qué es lo que pretendes? – le reclame a lo que por un momento jure ver exasperación en sus ojos, - Es para liberarme de este collar – me explico a lo que comencé a dudar si esta chica no estaba fuera de sus cabales ¿me pedía que la ayudase a sacarse un “collar”? de pronto acerco su mano a este colgante en su cuello y me sorprendí al ver que desprendía chispas eléctricas y un gran chakra, impactándome. Al parecer era un tipo de restricción para ella ¿pero porque se lo habrían puesto? ¿Quién era esta muchacha? Pensaba cuando sentí acercarse rápidamente a los nin donde nos encontrábamos, haciendo que me agite internamente ¿sería acaso esta la hora de mi muerte que el destino me había preparado? - Apresúrate deshaz el conjuro ¿o es que quieres morir? – nuevamente hablo pero esta vez con un tono urgente. Dude por un segundo, podría ignorarla y alejarme enfrentando casi una segura muerte en una batalla; o ayudarla con su extraña petición y arriesgarme con un inesperado resultado. Alarmado por la creciente cercanía de los ninjas Itachi asintió firmemente su cabeza. Tomando rápidamente el rollo en sus manos comenzó analizarlo con una velocidad sorprendente, absorbiendo cada detalle que descubriera la manera de romper aquel antiguo y poderoso jutsu. No por menos fue considerado el mayor prodigio en la historia del afamado clan Uchiha, y uno de los más temidos y respetados ninjas de los países. SEISHUN KYOUSOUKYOKU Hikarabita kotoba wo tsunaideSore demo boku no shinpuru na Podía sentir a la niña exasperarse – Rápido… - murmuro a lo que el muchacho solo apresuro su búsqueda, - rápido… - repitió con más volumen a lo que Itachi gruño, - ¡rápido! – grito a todo voz, haciendo un milímetro más amplio los ojos del usuario del sharingan… por fin lo había hallado. omoi wo tsutaetai dakenanoFukinukeru kusunda ano hi no kaze waKinou no haikyo ni uchisutete Comenzó a realizar complicados y veloces movimientos con sus manos, mientras concentraba todo su chakra en ello. Sintiendo como su energía era rápidamente drenada logro decir el conjuro a la perfección. Diciendo la última palabra y contemplándolo, por alguna razón dio un paso hacia atrás, para luego sin poder evitarlo caer en una de sus rodillas jadeante. El collar también había caído al suelo. Kimi to warau ima wo ikiru no da Levantándose con gracia pude ver como su apariencia cambiaba, su piel se volvía más saludable aunque seguía siendo pálida, en su frente aparecían una media luna celeste índigo y dos rayas en púrpuras en cada una de sus mejillas. Una cola peluda salía de su espalda situándose automáticamente en su hombro, orejas puntiagudas, al igual que garras en sus manos, y su sedoso cabello negro crecía hasta sus rodillas. Como una bella imagen que nunca podría ser alcanzada. Sore demo kono dekigoto ga kimi wo kurushimeru daro Pero lo más cautivador de la escena frente a mis ojos fueron sus ojos azul plateados, que me observaban con frialdad y calculo en ellos. Simplemente no había palabras para describir la irreal figura frente a mis ojos. Dakarakoso sayonara nanda Desvié unos segundos mi vista de la muchacha frente mío para ver que los nin del sonido habían llegado, observando con temor a la chica y su tremendo poder, - Si quieren vivir váyanse ahora – dijo en una voz que me helo los huesos. El líder tontamente dio un paso adelante – No nos iremos hasta entregar sus cabezas a Orochimaru-sama – exclamo sacando kunais en sus manos. Konomama nani mo nokorazu niAnata to wakachiau dakeyagate bokura wa sorega subete dato kigatsuite Ella comenzó a reír despiadadamente mientras tronaba los huesos de sus garras, al parecer complacida con la respuesta. Reapareciendo al lado de aquel nin en un segundo abrí mis ojos con impacto descrito en ellos, viendo como una masacre se presentaba frente a mí. Cada uno de los sonidos fue cayendo rápidamente por las garras de aquella mujer, oyéndose en el viento solo gritos desesperados. kanashimi ga hoho wo tsutatteNamida no kawa ni narudakeYureru omoi wa tsuyoi uzu ni natte Por ultimo caí casi en la inconciencia antes de verla por última vez girar hacía mí con aquella sonrisa fiera en su hermoso rostro, quedando un último pensamiento en mi mente… “he puesto en libertad al mismo diablo”. Tokeau no yo tokeau no yo… Y así nuestro Uchiha sucumbió a un profundo sueño con la idea que no despertaría nunca más. Sin sospechas que el infierno tendría que esperar más para tenerlo en él. Con Kagome Kagome luego de deshacerse de esos estorbos y lograr librar un poco de tensión de su cuerpo, no podía dejar de sonreír al sentir que regresaba todo su youki a su cuerpo. Luego cuando dio la vuelta, se encontró con aquel ningen desmayándose asiendo que frunciera su ceja. Se había olvidado de él. Ahora que lo pensaba no sabía que debía hacer, tal vez debería dejarlo donde estaba después de todo seguramente se las apañaría para arreglárselas ¿no? Observándolo de reojo, suspiro por las heridas tal vez no lograría sobrevivir… si ella se fuera. Además de que había utilizado toda su energía para deshacer aquel conjuro. El la había liberado, por lo que tenía una deuda con él. Si lo dejará abandonado y muriera solo la convertiría en alguien sin honor. Decidida acomodo al joven muchacho en su hombro sujetándolo con su brazo. Olfateando los alrededores se concentro en encontrar un sitio en específico. Después de todo habían pasado dos años desde que estuvo allí. Dio un sonido de triunfo al encontrarlo, yendo con una velocidad demoníaca llego en unos cuantos minutos. Llegando a una parte de la profundidad del bosque quedo observando los alrededores, sería un buen lugar para descansar. Recostando al ningen en un árbol procedió a recorrer unos pasos hasta que hallo lo que buscaba haciéndola sonreír. En medio del lugar con un campo rosa a su alrededor, había una hermosa espada hecha de un colmillo de su padre, era con una empuñadura de plata con delicadas inscripciones de zafiros en forma de luna, mientras que su hoja era casi de su misma altura. Al sentir su aura de alguna manera la barrera rápidamente se disipo como si la reconociera. Tomándola en sus manos la observo con melancolía – “Ohaioo Hana no Tsuki (Flor de la Luna) y gomennasai” pensaba, después de todo había llegado apegada con el único recuerdo de su otou-san, la espada pareció entender por que le dio un calido brillo antes de volver a la normalidad, dando “arigatoo” la acomodo en su cintura Luego recogió un colgante que contenía un perla violeta en su centro “La Shikon no tama”, una reliquia familiar que había heredado para darle protección. Pues como la leyenda lo describía debía ser resguardada en respeto por la sacerdotisa que había sacrificado su vida al juntar sus fragmentos luego que se quebrase y librar al mundo de un malvado hanyou que intentaba utilizarlo para esparcir la maldad. Suspirando también la coloco en su cuello. Por ultimo se coloco dos collares con delicadas cadenas de plata entrelazadas y en el centro de cada uno un dije con una luna negra girando a la derecha y otra blanca girando a la izquierda. También tenía un mediano bolso con hilos de oro, pues cuando ocurrió el desastre y termino en este mundo había estado viajando por lo que llevaba lo necesario, dinero, paños y pañuelos, junto con una pequeña daga que había adquirido de recuerdo en un mercado. Curiosa encontró un paquete al lado de sus cosas, agarrándolo se dispuso a ver la nota que esta allí, lo acerco desconfiada abriendo los ojos de sorpresa, ¡era el aroma de lluvia silvestre de su onii-san! La nota decía lo siguiente: Kagome-sama sigo en espera para que nos volvamos a encontrar, por ahora daré un pequeño viaje en busca de datos de importancia que han llegado a mis oídos. He dejado algunas prendas para su disposición, espero que te agraden. Kimimaro Kaguya Al terminar de leerlo Kagome sonrió contenta, estaba muy feliz que estuviese bien y con vida, ya pronto se encontrarían. Desenvolviendo el paquete vio con aprobación la vestimenta que le había elegido. La verdad es que ahora mismo se sentía muy sucia y siendo sincera no le agradaba de ningún modo seguir utilizando el kimono que aquella serpiente le había entregado, no importa lo muy fino que fuese. Pero primero… giro su vista al inconciente ninja tendría que tratar de curarlo. Después de todo no lo había traído para dejarlo sangrar allí… así que siguiendo su nariz encontró un pequeño lago, recogiendo agua en un pequeño envase se acerco al hombre mal herido. Procedió a desatar y sacar el desgarrado y sangriento manto del muchacho, tirándolo de costado con la nariz arrugada de puro disgusto… ella nunca pensó que algunos de los humanos tuvieran tan mal gusto. Mojando el paño limpio la sangre que se encontraba su demacrado brazo derecho, de verdad la sorprendió mucho que pudiera moverse con una kunai clavado en ella. Sacándolo se preparo y limpio la hemorragia para analizarlo, así que centrando su youki en su mano la coloco en la herida y desprendió una luz celeste que fue curándola hasta que solo quedo la piel un poco rojiza en la zona. Ahora el muchacho solo sufría de fiebre, haciendo que Kagome riera irónica, ¿Cómo de débil eran los ninges? Así que colocando un pañuelo húmedo con agua helada en su frente, fue agarro sus nuevas ropas y se dirigió al río. Desprendiéndose de sus cosas y de aquel lujoso kimono lo coloco en un costado lejos de ella, adentrada en el agua suspiro complacida, podría darse el lujo de relajarse un poco se decía cerrando los ojos. Saliendo feliz de la vida del baño comenzó a colocarse su nueva ropa. Se trataba de un kimono hasta la mitad del muslo blanco con mangas largas hasta sus rodillas, debajo de esta usaba una pequeña calza negra para darle modestia, también usaba vendas como los ninjas ya que había notado que los protegían de posibles lesiones en las piernas casi debajo del final de la falda y unas sandalias ninja negras. Realmente era muy bonito y cómodo (que era lo más importante) Colocando su espada, sus collares y su bolso en el hombro dio un último vistazo al ninja que se encontraba en mal estado, antes de darse vuelta y marcharse caminando. Ella había curado lo más mortífero ahora solo dependía de su propia voluntad para sobrevivir, pensaba cerrando los ojos, sintiendo una punzada de culpa por abandonarlo, - ¿Pero que me pasa? – susurro deteniéndose y suspirando, por alguna razón no quería dejarlo así. “¿No será que te sientes culpable?” pregunto de repente una voz varonil haciendo a Kagome tensa, observando los alrededores no había nadie, - ¿Será mi imaginación? – susurro para sí misma. “No lo creo” contesto nuevamente la voz atada con diversión, Kagome se molesto - ¿Quién eres y donde estas? – ordeno mirando frenética en los árboles. “Mira hacia abajo”, la muchacha lo hizo viendo a la Shikon estar en un color rojo puro en vez de su natural violeta, haciendo que ampliara sus ojos – L-la perla… - dijo entrecortada, casi podía sentir la diversión de ella. “Hai, ¿Quién mas?” se burlaba, recuperada Kagome gruño, perla o no, no permitiría que se burlara así de ella, - ¿Por qué puedes hablarme? – exigió mentalmente la muchacha, oyendo una risa. “Bien sabrás la historia de la creación de la Shikon ¿no?” Kagome asintió “bien como esta conformada por almas de demonios… y siendo una de ellas se me ha dado la oportunidad de redimirme y liberarme si te ayudara en esta pequeña aventura Kagome-sama” explico con tono aburrido, sin mostrar ningún respeto aunque utilizara el sama. El ojo de Kagome temblaba ¿su pequeña aventura?, de repente sus ojos se abrieron en realización – “Entonces ¡ustedes me metieron en este lugar!” – grito mentalmente escuchando otra risa – Ya mismo me dirás por que estupido motivo lo hicieron – amenazo en voz alta debido a la ira que sentía ¿Cómo se atrevían? “Lo siento princesa, pero es sumamente clasificado” se burlo oyendo un profundo gruñido de la inu, para luego suspirar derrotada – “Bien porque dices que no debo abandonarlo…” - comenzó mientras trataba de calmarse, refiriéndose al ninja. “Me llamo Kuronei” se presento a lo que Kagome asintió, no podía decir que estuviera encantada, porque ciertamente no lo estaba… aunque por alguna razón su nombre le sonaba familiar “y no deberías alejarte de él, en especial si quieres volver con tu onii-san” advirtió casualmente. - “¿Por qué?” – exigió Kagome, “No tengo porque decírtelo… si quieres aceptarlo o no es tu problema… después de todo la perjudicara serás tú” se rió a lo que Kagome cerro los puños ¡esas eran sus palabras! - Bien entonces… - gruño bajo acercándose a lo de Itachi y apoyándose en el árbol de enfrente, el idiota debía de saber el porque así que confiaría en esto… aunque si la engañaba juraba tirarlo en medio de un río cuesta abajo. Pensaba mientras cerraba sus ojos cruzada de brazos, le haría bien tomar un descanso… además la brisa era refrescante. Es el numero 2, escribiendolo me causo mucha diversión y risa (de hecho cuando lo repasaba me seguía riendo, je, je, je) ojala también le agrade a los lectores pues puse más empeño que en el primero (y muchisimo menos largo) ¡saludos y hasta pronto!
Re: Mí princesa: Este collar atrapo nuestro amor Tal y como lo prometí aqui estoy ;) La historia me parece bastante original, tus capitulos son bastante largos, si no quieres que se vea tan extenso te recomiendo hacerlos maximo de 6 o 7 paginas en Word, tambien hay que dejar un poco de intriga a veces XD La narración tiene algunos errores, tambien escribiste algunos nombres mal, como Akadsuki en vez de Akatsuki, veo que en este fic aparecen desde Itachi y Sasuke hasta Kagome, sinceramente no se que esperar, es la segunda vez que leo un fic donde se mezclan dos animes, estaré pendiente de ver tu progreso. De seguro vienen mas lectoras a visitarte así que no desesperes, :cool: