El pequeño pokémon se encontraba contemplando la luna en mitad de la noche, no podía dormir debido a su gran sueño de evolucionar y convertirse en ese ser que vuela libre por los cielos dejando tras de si su belleza. Su entrenador duerme placidamente junto a sus compañeros de viaje, él pequeño pokémon mira al cielo con suspiros constantes, algún día, piensa él, la luz de la luna le pega en pleno rostro destacando su diminuta figura en el bosque. De repente siente la compañia de alguien, se gira unos segundos y luego vuelve a mirar al cielo. Se trata de su amigo Pikachu, un roedor de color amarillo que es su compañero de viaje el cual se sienta a su lado para admirar la belleza de las estrellas y la luna. Sin hacerle el menor caso, fija sus ojos en esa luna tan grande y redonda, imaginandose volando hacia ella la cual estaría siempre fuera de su alcance, pero un día volaria por los cielos y eso si era posible. Algún día...