Explícito Ludwig y la Orden Escarlata Capitulo I Ludwig y la novia de la convencion

Advertencia: en la presente novela hay sexo explicito y fetichismo de los pies

Capítulo I Ludwig y la novia de la convención

En la ajetreada ciudad de Berlín, la capital de Alemania se encuentra un centro de convenciones donde se reúnen los fanáticos de la animación japonesas, de comics, de películas de guerras especiales y otras comunidades frikis. Siendo el día un sábado al mediodía un hombre de treinta y seis años de edad, cabellos y ojos negros, vistiendo una camiseta negra con un Phoenix anaranjado, pantalón bluejean y zapatos deportivos blancos, camina en medio de los fanáticos y los cosplayers fijándose en las preciosas chicas que exhiben sus bonitos trajes y peinados. En medio de las mesas del comedor ve una mujer de cabellos dorados con un peinado retorcido y una penetrante mirada de ojos verdes, quien viste un atuendo de satén dorado y botas cerradas del mismo color. Ludwig la mira de pies a cabeza emocionándose por su belleza y aquella mujer quien ya había terminado de comer al notarlo se levanta de la mesa blanca, camina hacia el y deteniéndose enfrente del adulto, le dice – Dime tu nombre –

- Soy Ludwig Krauss –

- Mucho gusto, mi nombre es Katherine Rozen – Responde la mujer de treinta y cuatro años dándole la mano. El adulto estando muy emocionado le estrecha la mano, diciendo.

- Katherine, es muy lindo nombre –

- Gracias – Responde amablemente la chica.

Al adulto le suena el estómago rugiéndole por el hambre. Al escucharlo Katherine dice

- Estas hambriento, ven te invito un perro caliente con salchicha alemana y papas fritas -

- Yooo –

- No me dirás que eres vegano o alérgico al gluten –

- No, es solo que recién te conozco –

- Tranquilo los fanáticos del anime debemos ser buenos el uno al otro –

- Gracias –

Katherine se dirige al puesto de comida y le pide al señor del mostrador que le prepare un perro caliente con la salchicha alemana y las papas.

Ludwig lo come con avidez mientras la chica le sonríe amablemente.

Al terminar de comer el adulto dice – Muy rico, me salvaste de pasar hambre –

- De nada, me gusta como me miraste el rostro y las tetas –

- Es que todo en ti es precioso – Responde el chico mirándola a los ojos.

- Incluso me miraste las piernas, eres todo un acosador pero eso no me importa –

- Que agradable eres señorita Katherine –

- Vamos a ver las figuras japonesas y me dirás ¿Cuál te gusta? –

El adulto mira entre las figuras puestas en los anaqueles la figura de una atractiva mujer de cabellos negros, cuerpo delgado y voluptuoso y ojos rojizos, que luce un precioso kimono rojo, medias negras en las piernas y zapatos de tacones rojos y cerrados.

- Me gusta esta figura – Dice Ludwig señalándola.

- Te la compro como símbolo de nuestro noviazgo -

- Vas muy rápido –

- Así te gusta ¿No? – Responde la chica pagándole al vendedor con billetes de euros y dándole la figurita a su nuevo amigo.

- Ni me has preguntado donde trabajo –

- No seas tímido, es un obsequio por tu amistad –

- Muchísimas gracias – Responde el adulto sonriendo emocionado y tomando la figura.

- ¿Cuál es tu signo zodiacal?

- Es géminis –

- Excelente, Mi signo también es géminis -

- ¿Cuándo cumplís años?

- El 19 de junio –

- Yo el 14 de junio – Responde la chica preguntándole.

- ¿En que trabajas? –

- Soy empleado de una tienda de pinturas que es propiedad de mi hermano Karl –

- Interesante, yo soy empresaria – Pensando…Es un hombre poco adinerado…

- ¿Has tenido novia? –

- No realmente –

- He notado que me miras con pasión y lujuria, si quieres podríamos ser novios -

- Acepto encantado –

- Quiero sentir tus labios cariño – Responde la ardiente chica y tomándole el rostro le da un beso en la boca jugueteando con su lengua y pensando…Eres solo mío…

Ludwig sintiendo mucho placer le corresponde tiernamente el beso.

Dejándolo de besarlo Katherine sonríe maliciosamente pensando…Este tonto no sabe ni quien soy realmente y ya ha caído en mis redes…

Antes de despedirse Katherine y Ludwig se pasan sus números de teléfono móvil anotándolos en sus respectivos móviles y tras ello la chica lo abraza calurosamente diciéndole – Cuídate mi caballero –


El martes por la noche Katherine invita a Ludwig a comer en un restaurante típico alemán un apetitoso Strogonoff, es decir, una vianda de carne con salsa de champiñones siendo la guarnición de papas asadas. Al probarlo el comensal dice – Esta muy rico –

- Si es uno de mis platillos favoritos, come cuanto quieras –

- Gracias, eres muy amable señorita –

- Dime cariño – Responde Katherine acariciándole el cabello a su novio.

- ¿Cuál es tu empresa cariño? –

- Soy accionista de una empresa farmacéutica muy poderosa llamada Revolter – Miente Katherine ya que dicha empresa no existe y ella es accionista de una corporación farmacéutica cuyo nombre no puedo mencionar para no correr riesgos de ser demandado.

Fijandose en las manos de su novio dice – Las tienes un poco ásperas –

- Trabajo limpiando el negocio y las paletas con tiner –

- Con el tiempo te daré un mejor trabajo como mi secretario –

- Eres tan bella y bondadosa como una valkiria – Dice alegremente Ludwig halagándola al compararla con las doncellas de pies alados que buscan a los guerreros caídos en batalla para llevarlos al Palacio de Freya en el Valhalla.

- Gracias cariño, aunque a diferencia de ellas yo soy ardiente en la cama – Responde Katherine acariciándole suavemente la ingle con la mano derecha.

- Aaah –

La chica sonriendo pícaramente al notar la excitación de su compañero le acaricia suavemente la oreja. Ludwig la mira perdidamente. Katherine le pregunta - ¿Vives solo o con tus padres? –

- Vivo con mi madre –

- Mis padres murieron en un accidente de automóvil – Le cuenta Katherine obviando el hecho que a ella le alegró que esto ocurriera ya que heredo de sus difuntos padres una cuantiosa fortuna.

- Lo siento mucho –

- Eso ya paso hace años aunque siempre los extrañare – Miente la chica, ya que no los extraña porque sus padres le imponían muchas reglas de pequeña y la hicieron crecer en un internado.

- Entiendo, deben estar en el cielo –

- ¿Cómo es tu madre? –

- Es buena madre aunque muy quejona y mandona –

- No le hagas mucho caso, nos divertiremos mucho juntos –

- Seguiré tu sabio consejo –


El miércoles al mediodía Katherine lo invita a un restaurante de comida italiana y comen pasta napolitana con queso parmesano. Luego de la deliciosa comida hablan un rato.

- Ludwig el sábado pasare por ti en mi camioneta y te llevare a conocer mi casa –

- Eso me contenta mucho –

- Esfuérzate en tu trabajo, yo le pongo mucho empeño al mío –

- ¿En que trabajas? –

- Soy accionista en una compañía y he invertido en negocios, administro y recojo mi parte desde mi laptop –

- Excelente –

- El dinero mueve al mundo –

- Si y también lo hace Dios –

- Tienes que aprender a ser realista –

- El hombre propone y Dios dispone –

- Interesante frase, eres inteligente para ser un poco vago –

- Gracias –

- Con el tiempo te buscare un empleo más renumerado para que no dependas tanto de tu hermano –

- Muchas gracias señorita –

- Eres lindo para ser un acosador, el sábado podremos intimar eso te gustaría no -

- Si mi cielo –

- Tranquilo solo faltan tres días y seré tuya – Responde Katherine dejando a Ludwig mudo de asombro.

- ¿Sabes que animal representa la pureza? – le pregunta la chica.

- El cisne blanco –

- Exactamente, y es precisamente lo que no soy así que no seas tímido, no soy una aburrida mojigata ni una frígida –

- Me alegra mucho saberlo –

Katherine se acerca a Ludwig y tomándolo del rostro le da un largo beso jugueteando con la lengua dentro de su boca y brindándole un placer indescriptible a su compañero.

- Eres casi vegetariano por los platos que pides – Le dice la chica.

- Evito el pescado porque contiene mercurio y rara vez como carne por la grasa y para evitar el sufrimiento animal –

- A mi me da igual, los animales son para ser comidos –

- Que dura –

- Es la cruda realidad de la evolución, los humanos estamos en la cima –

- Es cierto pero hay que tener conciencia –

- No me aburras con esa filosofía si quieres que sigamos siendo novios –

- De acuerdo señorita Katherine –

- Así está mejor –

- Te gusta tener mascotas –

- No –

- A mi tampoco, me alegro que estemos de acuerdo, me despido mi caballero vendré a por ti el sábado espérame en tu casa – Le recuerda Katherine, a quien por supuesto Ludwig ya le ha dado la dirección de su casa.



A las una de la tarde del sábado la atractiva mujer conduciendo una camioneta blanca pasa a buscar en su casa a Ludwig. El adulto está usando una camiseta blanca con una aurora boreal, pantalones jeans negros y los mismos zapatos deportivos. Katherine empleando su teléfono móvil lo llama para avisarle que viene a por el. Ludwig sale a su encuentro y al ver la camioneta blanca abre la puerta y se sube. La chica que luce un vestido color crema con zapatillas del mismo color, dos pulseras de plata y una cadena de oro decorada con un búho, le dice en tono pícaro.

- Te llevare a conocer mi mansión –

Llevándolo a una mansión de planta rectangular y de tres pisos protegida por rejas blancas, con portones y un cerco eléctrico, en la redoma de la entrada hay una fuente de piedra decorada con una sirena, siendo la fastuosa vivienda de blancas paredes bastante gruesas, pequeñas ventanas con cristales transparentes blindados y dos balcones en la fachada, teniendo el techo revestido de tejas de pizarra.

El vigilante con traje negro saluda a la mujer – Buenas tardes Señorita Katherine, le doy la bienvenida a usted y al caballero invitado –



La dama se baja del carro seguida por su novio, Katherine tomando de la mano a su novio entra a la casa por la puerta principal. Ludwig aprecia que la sala esta amoblada con un gigantesco sofá blanco con diez asientos, pinturas renacentistas, un gran televisor inteligente de pantalla de plasma y dos esculturas de mármol. Katherine le dice – Vamos te mostrare mi habitación – Jalando al adulto de la mano hace subir a Ludwig las escaleras hasta el segundo piso, luego caminan por un corto pasillo hasta llegar a la puerta de la habitación de la chica.


Al abrir la puerta Ludwig ve una cama grande de madera de roble tendida con un edredón rojo, una mesa con una computadora portátil, un cuadro con un búho dorado, un extraño escudo familiar desconocido para el, un retrato al óleo de Katherine colgado en la pared opuesta a la cama, un espejo con marco dorado y dos armarios de madera de roble. Katherine cierra la puerta con seguro, se quita los zapatos de tacón cerrado y el vestido color crema, quedando tan solo vestida con solo un sostén y unas bragas blancas. Ludwig al mirar el precioso cabello de la chica, sus senos medianos, sus delgadas y bien formadas piernas y lindos pies medianos se excita. Antes que pueda reaccionar Katherine se acerca a su pareja y le dice – Vamos desnúdate –

Ludwig dejándose llevar, obedece la orden al punto quitándose incluso la ropa interior. Katherine se termina de quitar la ropa y relamiéndose los labios empuja a su novio a la cama, le pone un preservativo en el pene y se abalanza encima de el mordisqueándole suavemente el cuello. Ludwig gime suavemente y entonces la lujuriosa mujer se arrejunta a él, haciéndole sentir los senos y tomándole el pene a su novio lo introduce en la vagina. Ludwig sintiendo mucho placer comienza a penetrarla, mientras su compañera mueve rítmicamente las caderas. El adulto y su novia gimen fuertemente y va penetrándola más profundamente, Katherine le dice al oído – Eres mío por siempre – Moviendo las caderas tal como lo haría una zorra experta, haciendo que prontamente Ludwig se corra entre fuertes gemidos. Los dos compañeros quedan rendidos de placer y dejando de hacer el amor se recuestan en la cama.

Mientras Ludwig aun jadea de cansancio, su novia se baja de la cama y tomando una lata gris spray de un armario se acerca de improviso a su compañero y le rocía el rostro con el contenido de la misma. Diciéndole burlonamente.

– Dulces sueños – Puesto que la lata contiene un poderoso gas somnífero.

 

Capitulo III La psíquica y el científico depravado


En un laboratorio en un sótano de Berlín ubicado bajo una fábrica abandonada vive un científico que investiga los dones psíquicos en las personas, este hombre ha obtenido como espécimen a una talentosa mujer de cabellos rubios pálidos que le llegan a media espalda y una bondadosa mirada de ojos grises. La chica viste una chaqueta, pantalones y botas blancas que le llegan hasta la rodilla. El nombre del científico es German Karst siendo no muy alto y con unos cuarenta y dos años de edad, teniendo cabello rubio, corto y peinado y despidiendo de sus ojos azules una seria mirada. Dicho científico viste una chaqueta gris, pantalones marrones y botas de cuero sintético del mismo color.

La mujer sentada en una mesa que tendría unos veintiocho años come su cena, dos sándwiches con queso amarillo gouda saboreando cada bocado y diciéndole – Germán este queso es el más delicioso –

- Yo encargo el mejor queso para mi hija –

- Danke, te quiero mucho padre – Responde la mujer diciendo “gracias” en alemán.

- No olvides Hilda que eres mi tesoro – Dice el científico pensando…La habilidad de leer los sentimientos de Hilda Richter es formidable y cuando se volvió adulta adquirió una irresistible belleza…Con tales pensamientos German come su pan con queso amarillo, tomate y lechuga.

Habiendo terminado de comer los panes, la chica se come una jugosa pera amarilla disfrutando su dulce sabor. Luego se levanta de la mesa del comedor y va caminando a su habitación, al entrar en su cuarto camina hasta un escritorio, pone a sonar “La Cabalgata de las Valkirias” en su computadora personal de color negro, se sienta en la cama tendida con sábanas blancas y estando allí se quita las botas blancas. Al lado de la cama hay una mesita de noche que sostiene un globo terráqueo y en la pared una foto retrato de la chica.



Al cabo de media hora el científico toca la puerta de la habitación de Hilda, quien le dice.

- Adelante, pasa –

Germán abriendo la puerta entra y le pregunta a la chica – Princesa ¿Quieres un masaje en los pies? -

- Si, mis pies me están matando –

El científico acercando el rostro al pie derecho de la atractiva chica que está cubierto por un calcetín blanco, le masajea firmemente la planta del pie. Hilda gime un poco por el delicioso masaje, diciéndole – Ah tus manos son mágicas, sé que te gusta olerme los pies y aunque no seas mi verdadero padre es raro.

- Si lo consientes te comprare un gran pastel con crema chantilly –

- Acepto - Responde Hilda – Continua el masaje –

El científico prosigue masajeándole los dedos del pie y olisqueando el penetrante aroma a sudor, el cual le parece agradable porque es un fetichista de los pies.

Empero la chica estaba muy indignada porque hace unas semanas había sentido que el científico le había echado un somnífero en la bebida y la había violado, lo cual corroboro al limpiarse en el baño y hallar algo de semen en su vagina. Hilda podía ser compasiva y burlona, atrevida y hasta liberal, no es del tipo de mujer orgullosa que se enseñaría con un acosador y que German le oliera los pies para ella no era tan grave y se lo habría consentido. Pero que la violaran era demasiado y ella estando muy dolida trama huir, denunciar a su degenerado padrastro a las autoridades competentes y ser al fin libre de vivir recluida en ese laboratorio. Al cabo de cientos de intentos fallidos de ingresar la contraseña de la puerta de salida de emergencia del laboratorio, siendo dicha puerta metálica, Hilda finalmente averiguó la contraseña que es 124567$ y una noche en lugar de dormirse, se puso una chaqueta blanca, pantalones blancos y sus botas del mismo color y caminando sigilosamente se escurrió por la salida de emergencia y caminando por un corto y estrecho pasillo se encuentra con unas escaleras estrechas, al subir las escaleras llega a un callejón corto. Al seguir caminando Hilda sale del callejón, encontrándose en una acera de cemento de una calle asfaltada de la zona industrial de Berlín. Sin saber a quién pedir ayuda camina por la noche alejándose del laboratorio. Al pasar las horas sale de la zona industrial contempla un bonito amanecer y viendo caminando entre los comercios a un hombre de cabellos negros, Hilda se arma de valor y le dice.

- Chico necesito ayuda, me persigue un violador –

- Vamos a la estación de la polizei para que formules la denuncia – Responde Ludwig a quien los preciosos cabellos rubios pálidos de la chica y su hermoso rostro lo han impresionado.

Mientras caminan a la parada del autobús. Hilda le pregunta.

- Como te llamas –

- Me llamo Ludwig Krauss y tu –

- Soy Hilda Richter –

- Es un bonito nombre –

- Vives cerca de aquí –

- No, vine a este sector comercial a comprar un gran paquete de los que contienen doce bolsas de papas fritas –

- Ludwig, necesito tu ayuda para denunciar a un secuestrador que me ha tenido recluida muchos años en un laboratorio secreto.

El adulto la mira muy sorprendido, pero acordándose que el mismo ha vivido experiencias raras y pareciéndole sincera la chica le dice – Te ayudare, vamos juntos a la polizei a denunciarlo -


Ludwig e Hilda tomando el bus llegan a la estación de la polizei más cercana y allí Hilda denuncia a su padrastro. La policía revisando los archivos policiales no consigue hallar el paradero de German Kartz y entonces la chica les indica que en la zona industrial hay un laboratorio oculto. La policía se dirige a investigar por si las dudas acompañados por la chica quien acciona la contraseña abriendo la puerta. German quien se ha despertado y ha visto que su hija adoptiva se ha escapado, tomando un fusil de asalto se posiciona tras la salida de emergencia mientras piensa…Hilda Richter que traidora resultaste, te advertí que jamás salieras al exterior, puede que ya sepa todo sobre mi y en ese caso llamara a la polizei…Estando más que dispuesto a morir antes que ser arrestado.

El primer policía pone la clave en la puerta de la salida de emergencia que se abre automáticamente y al entrar exclama.

- German Kartz es la polizei, está acusado de mantener recluida a una chica, entréguese pacíficamente o abriremos fuego –

El científico malvado quien había descubierto el escape de Hilda por las cámaras de seguridad, estando armado con un fusil de asalto no responde a la advertencia y en su lugar sostiene el arma apuntando hacia la entrada secundaria. Un policía de cabellos negros al asomarse por la puerta de emergencia cae abatido por una certera ráfaga de fusil y el segundo agente quien es Herminio Romero apunta a la cabeza del científico y lo neutraliza de un disparo en la cabeza. La muerte de German Kartz es instantánea desplomándose en el suelo. Cabe destacar que Herminio es el mejor disparando de la comisaria donde trabaja.

Los agentes de la polizei al examinar las grabaciones que tiene el científico se quedan helados, el científico era miembro de la Orden Escarlata teniendo el título del Caballero de la Serpiente Dorada, para rematar literalmente estaba obsesionado con Hilda Richter a quien le había matado a su madre y de paso secuestrado y recluido durante unos veinticinco años en dicho laboratorio que contaba era con una potente computadora secreta y un cómplice que le traía las provisiones al científico. Además había unas grabaciones en video que prueban que el científico había violado a Hilda mientras estaba durmiendo.

El cómplice quien logró darse cuenta de la redada a tiempo no fue capturado Además German había violado y filmado a la chica en al menos una decena de ocasiones mientras ella dormía bajo el efecto de un sedante. Al haber muerto el perpetrador en el intento de arresto el caso es cerrado.

En la comisaria de la polizei el agente Herminio Romero se presenta ante su jefe cuyos cabellos son castaños claro con canas visibles y sus ojos almendrados, estando sentado frente al escritorio de su despacho que es de madera de pino. Herminio expone su queja – Hemos perdido dos agentes luchando contra la Orden Escarlata y va a cerrar la investigación –

- Es por órdenes superiores, no puedo hacer nada, No tenemos pruebas concluyentes de que hayan más miembros de esta Orden y si los investigo nos despedirán -

- Entonces allí muere la verdad –

- Precisamente, el trabajo de un policía es obedecer órdenes y salvar a las personas –

- Y dejaste libre a la psíquica –

- Ella lo denuncio, vi sus ojos es una persona bondadosa –

- Deberíamos interrogarla –

- Ya fue suficiente con su valiosa colaboración, ya la señorita Hilda Richter tuvo suficiente con las violaciones que le hizo German Kartz . Además entre los drones de Hilda Schwarzschild y el despreciable de German Kartz lograron matar a dos de nuestros bien entrenados agentes, son bien peligrosos –

- Tiene razón jefe, me atormenta no poder hacer nada –

- Agente Herminio ve a tomarte un café expresso y a hablar con tu novia, por derrotar al científico pervertido le daré vacaciones pagadas y un bono equivalente a un mes de sueldo –

- Muchas gracias jefe -

- Y nada de investigar por tu cuenta –

- Lo recordare jefe – Exclama Herminio saliendo fastidiado de la oficina, pensando en irse de vacaciones con su novia de turno Andreina, chica de la cual tiene una foto en su cartera teniendo los cabellos negros y siendo de grandes pechos y un poco gordita.

 

Capitulo IV Ludwig y la psíquica se enamoran

La polizei alemana le da la fortuna del científico a Hilda Richter y le ayudan a abrir una cuenta bancaria en un importante banco alemán para que ella la administre y pueda montar un negocio con el cual sustentarse. Hilda alquila un apartamento e invita a Ludwig a visitarla porque ella con su poder psíquico ha sentido que el chico es buena persona.

Ludwig Krauss quien viste una camiseta anaranjada, pantalones de mono blancos y zapatos deportivos negros al entrar al apartamento de Hilda que se encuentra en un segundo piso la saluda – Guten tag – Frase que significa buenas tardes en alemán.

- Guten tag – Responde Hilda quien viste una camiseta blanca, una falda color crema y sus botas blancas de cuero sintético.

- – Toma asiento – Agrega la chica. Ludwig se sienta en el único sofá de la reducida sala-comedor en el cual también hay una pequeña mesa de cristal y una mesa de madera de roble con cuatro sillas de madera. Dicho sofá es de color negro, la chica le dice amablemente.

- – Debes estar sediento por la caminata, te traeré un

- jugo –

Yendo a la cocina, abriendo la nevera blanca saca una jarra de limonada, la sirve en un vaso y se lo trae a Ludwig, el adulto le da las gracias y lo bebe con avidez, diciendo.

- Gracias señorita Hilda esta delicioso -

- Qué bueno que te gusta la cantidad de azúcar –

- ¿Cuándo cumples años? –

- El 6 de febrero y tu–

- El 19 de junio –

- Géminis y acuario es compatible, podríamos ser novios –

- La ultima chica que quiso ser mi novia intento sacrificarme a Satanás –

- Tranquilo yo soy una psíquica amable y te juro que me cae mal Satanás –

- Lo sé, los policías me dijeron que eres inocente –

- Confía en mí, dime no tienes algún secreto –


- Me atraen las cosplayers, las chicas que se disfrazan e interpretan un personaje –

- ¿Qué es una cosplayer? –

- Una chica que se disfraza de un personaje y copia sus acciones y diálogos, es decir, que actúa como el personaje –

- Ahora si entiendo, no hay problema con tu gusto mientras me seas fiel – Responde Hilda mirándolo alegremente y agregando –

- A mi me encantan los sándwiches con queso amarillo y las peras con crema chantilly –

- Suena sabroso –

- Se cocinar –

- Qué bueno, yo también se cocinar – Responde Ludwig sonriendo, preguntándole.

- ¿Cuántos años tienes? –

- 27 Años –

- Yo tengo 36 años -

- Eres viejo no es que eso me moleste –

Ludwig se pone algo nervioso.

- Tranquilo aun quiero ser tu novia –

- Me alivia mucho saberlo, ¿Cuál es tu religión? –

- Creo en Dios –

- Yo soy cristiano –

- Me alegro, el científico que me tenía secuestrada era ateo –

- Ya no pienses en ese hombre –

- Tienes razón Ludo, es solo que era atento en mis cumpleaños y traía una torta bávara rebosante de velas y me compraba la comida, ropa y perfumes que querías– Responde Hilda derramando unas cuantas lágrimas.

- Ah comprendo si actuó como un padrastro –

- Casi, el quería demostrar que la telepatía existe pero no soy una telepata solo percibo los sentimientos de otras personas y si dicen la verdad o si mienten –

- Son dones maravillosos que Dios te concedió –

- Tienes razón Ludwig – Dice Hilda mirando fijamente a Ludwig - No entiendo porque la gente tiene que herirse los unos a los otros –

- Porque hay personas que en lugar de luchar contra el mal lo abrazan y se dejan engullir por la oscuridad, no dejes que tu buen corazón sea empañado por sus palabras y acciones, perdona a quien te hizo mal -

- Ya no importa, lo perdonare – Dice la chica rompiendo a llorar, Ludwig la deja apoyarse en su hombro.

Al rato Hilda se calma enjugándose las lágrimas y abrazando al adulto, dice cariñosamente.

- - Presiento que tu y yo seremos una buena pareja –

- Me complace mucho, prometo que te protegeré –

- Heredé una fortuna de mi padrastro así que podrás mudarte conmigo –

- Oh que bien –

- ¿Sabes? No quiero tener hijos –

- Yo tampoco –

- Estupendo, tenemos otro punto en común -

- Así es, ¿En que trabajas? –

- En una tienda de pinturas que es propiedad de mi hermano, solo dos días por semana, es decir, los jueves y los viernes –

- ¿Tu hermano te paga bien? –

- Me paga lo justo –

- Yo abriré una venta de pasteles de crema por encargo y en los días que no trabajes con tu hermano, serás mi asistente –

- Eres tan emprendedora, acepto encantado tu propuesta –

- Claro y yo seré la jefa – Exclama Hilda riendo un poco.

- Si eres mandona – Responde Ludwig sonriendo. Entonces Hilda tomándolo de la mano con su mano derecha le pregunta.

- No bebes alcohol –

- No tomo ni una gota –

- Me alegro que seas abstemio, yo también lo soy porque el alcohol deprime el sistema nervioso y pone a las personas agresivas –

- Y además disminuye la libido –

- Si eso es verdad - Responde Hilda sonriéndole, entonces le pregunta.

- Por curiosidad, ¿No tendrás un fetiche raro? –

- Me gusta olerle los pies a las chicas que me gustan –

Hilda ríe un poco planeando luego dejarle que le masajee los pies ya que ella siendo liberal, le gusta que la mimen.

- ¿Y te gusta que estén limpios o sudados? –

- La verdad un poco sudados –

- Lo tomare en cuenta conejo blanco –

- Que amable eres, ¿Por qué me dices conejo? –

- A mí mi German me decía lechuza blanca, todos tenemos algo de animal –

- Que graciosa, casi parecería que eres otra loca -

- Pero no lo soy, yo era un conejillo de indias y nunca me enseñaron que hacia realmente la Orden Escarlata – Responde Hilda siendo sincera.

- La Orden Escarlata es una organización de villanos que quieren el poder por el poder, Una malvada mujer de dicha Orden llamada Hilda Schwarzschild me hizo creer que me quería, se volvió mi novia, intento sacrificarme al diablo y fui salvado por la polizei que entro en la casa de esa loca psicópata a investigar –

- Ya entiendo porque estas traumado con ellos – Responde Hilda dándole unas palmaditas – Tranquilo yo nunca mataría a alguien, ahora entiendo porque mi padrastro era tan malvado, solo espero que Dios lo perdone –

- Si no hay que desearle mal a nadie –

Ludwig la abraza cariñosamente e Hilda le corresponde con calidez diciendo – Te protegeré mi querido Ludo –

- Te protegeré mi amada Hilda –

Los novios siguen abrazándose e Hilda tomándolo del rostro lo besa apasionadamente. Ludwig le corresponde jugando con la lengua dentro de la chica que sigue besándolo con muchas ganas.

Una vez que dejan de besarse, la chica mirándolo fijamente con sus ojos grises le dice – Hay algo que no te he contado, no vayas a burlarte –

- ¿Es algún miedo extraño? –

- Soy una psíquica, percibo los sentimientos, las intenciones y conflictos en la mente de las personas –

- ¿Lo dices en serio? –

- Si, lo digo muy en serio, percibo que estas lastimado pero eres una buena persona que necesita cariño –

- Te creo Hilda –

- Percibo que si me crees – Responde alegremente la chica.

- Voy a casarme contigo si aceptas -

- Me llenas de felicidad, Claro que acepto casarme contigo –

- Por fin conseguí a mi compañero, para la boda usare un vestido blanco como la nieve, hagámosla sencilla y solo invitemos personas que aprueben nuestra relación –

- Hare como digas –

- Yo comprare el vestido y los anillos de compromiso –

- Usare el traje negro de mi abuelo –

- Perfecto, la torta será un delicioso pastel que encargaremos en una panadería, de aquellos que tienen dos pisos con fresas y mucha crema chantilly –

- Excelente –

- ¿Cuál es tu fruta favorita? –

- La manzana –

- Son sabrosas, mi fruta preferida es la fresa –

- Deliciosas –

- Por pura casualidad, ¿Tuviste sexo con Hilda Schwarzchild? –

- Si, ella me engatuso y tuvimos sexo, luego me durmió con un somnífero y me iba a sacrificar al diablo–

- Pobrecito que mujer más cruel, era peor que German Kartz –

- Ya estoy a salvo –

- Eres rápido para confiar en la gente, por fortuna para ti no tengo malas intenciones –

- Contigo me siento tranquilo, me gusta tu mirada –

- Ven a mis brazos cariño – Responde Hilda abrazándolo, Ludwig le corresponde al abrazo y le acaricia suavemente los cabellos del color rubio pálido.

- Hilda hueles a rosas –

- Es mi perfume favorito, me lo compraba el científico –

- Era un villano refinado –

- Si, sigue abrazándome y prométeme que nunca me dejaras –

- Te lo prometo mi querida Hilda - Responde Ludwig sonriendo radiantemente y manteniéndose abrazado a su novia, sintiéndose los dos muy a gusto.

 

Capítulo V El amor y la pasión de la lechuza blanca y el conejo

En una semana Hilda Richter tramita una renovación de su documento de identidad alemán y compra su vestido de novia, Ludwig se prueba el traje de su abuelo asegurándose que le quede bien, contrata por una módica suma al pastor evangélico Victor Agüero y deciden celebrar la ceremonia en la iglesia de dicho pastor que esta más que dispuesto a ayudar a casarse a la feliz pareja.

El dia de la boda Hilda pone en una mesa blanca el pastel con capas de tarta y crema chantilly adornado con fresas que tiene un letrero decorativo que reza “Recién Casados¨ y de pasa palos unos tequeños de queso, galletas de soda con salsa de ajo y boles con palomitas de maíz. Comida que le toco cocinar a Ludwig. Luego el pastor recita una breve plegaria ante los novios, Hilda viste un atuendo de novia blanco y Ludwig el flux negro de su abuelo y pantalones y zapatos de vestir. Los invitados incluyen a Delia la madre de Ludwig, a Karl el hermano menor del susodicho y otros familiares de Ludwig. El pastor Víctor sosteniendo un micrófono bendice la unión de los novios con las siguientes palabras.

- Damas y caballeros estamos aquí reunidos para unir a Hilda Richter y al señor Ludwig Krauss en santo matrimonio, quien se oponga que hable o calle para siempre –

Nadie se atreve a hablar, ni siquiera Karl el hermano de Ludwig quien se queja de la psíquica porque la considera una bruja.

El pastor pregunta – Ludwig Krauss, acepta a Hilda Richter como esposa hasta que la muerte los separe –

- Si acepto – Responde decidido el novio.

- Hilda Richter, aceptas a Ludwig Krauss como esposo hasta que la muerte los separe –

- Si Acepto – Responde decidida la novia.

Los esposos se ponen los anillos y entonces el pastor dice – Hilda Richter, Ludwig Krauss con la autoridad que me confiere El Padre, el Hijo y el Espíritu Santo los declaro marido y mujer, puede besar a la novia.

Ludwig besa tiernamente a Hilda siendo correspondido por su fogosa compañera. Luego van a la mesa de pasa palos y comen algunos de los refrigerios y finalmente reparten la torta ayudados por Delia, la madre de Ludwig cuya piel es blanca y sus cabellos y ojos negros. Karl cuyo cabello es castaño oscuro se sirve discretamente unos tequeños en un plato y la tía de Ludwig quien es morena y de cabellos negros se come unas galletas con salsa de ajo. Cabe decir que el hermano y la madre del recién casado son hinduistas y por lo tanto no comen ajo ni huevos ni carne.

Luego de la ceremonia los recién casados se retiran de la iglesia hacia la privacidad del apartamento de Hilda Richter. Ludwig al entrar ve que en la habitación hay un retrato con una foto de Hilda, una cama matrimonial, un escritorio con cajones, un globo terráqueo y sus otras cosas traídas del laboratorio donde la chica vio confinada muchos años. A continuación Ludwig se desnuda ante la mirada de su esposa y se va al baño a tomar una ducha, en cambio Hilda no lo hace todavía puesto que quiere dominar a su esposo. Ella se quita las botas, se desnuda y lo espera sentada en la cama tendida con sábanas blancas.

Su esposo se seca con una toalla blanca y saliendo del baño, entra a la alcoba. Su compañera, habiéndose tomado una píldora anticonceptiva le ayuda a ponerse el preservativo en el pene. Luego tomándolo del rostro lo besa apasionadamente, Ludwig le corresponde con pasión.

Entonces Hilda le pregunta – ¿Quieres oler mis pies? –

- Si quiero mi cielo –

- Eres un cochino, vamos hazlo – Responde la chica sonriéndole.

Ludwig se arrodilla junto a los pies de ella que son blancos, bonitos y medianos y acercando la nariz a los dedos del pie derecho de Hilda aspira profundamente el potente aroma a sudor. La chica le pregunta.

- Te gusta mi aroma –

- Si, es muy rico – Responde Ludwig comenzando a excitarse.

Hilda deseando dominarlo le atrapa juguetonamente la nariz entre los dedos del pie derecho, obligándolo a respirar su aroma. Ludwig gime débilmente tornándosele la mirada perdida. Al notarlo la chica sonríe pícaramente.

Al cabo de treinta segundos la chica le deja de apretar la nariz y entonces Ludwig le recorre los dedos del pie con la nariz deleitándose con el aroma de su esposa. Al cabo de un rato Hilda le dice.

- Hagamos el amor –

Ludwig estando muy excitado besa a su amada en el cuello arrejuntándose a ella al tiempo que comienza a penetrarla lentamente. Hilda gime suavemente e instintivamente mueve las caderas. Su esposo gime fuertemente y pasa a besarle los bien formados senos medianos sintiendo su suavidad. La chica sigue moviéndose al tiempo que su compañero, mientras gimen profusamente. Hilda besa a su compañero en el cuello y sigue moviéndose rítmicamente no tardando en llegar al orgasmo y sintiendo un placer indescriptible Ludwig se corre. La pareja gime fuertemente quedando rendida de placer.


Ludwig estando muy cansado abraza a su esposa quien le acaricia el cabello y lo abraza. Ellos se quedan dormidos cariñosamente abrazados.

Hilda es la primera en despertarse diciendo.


- Despierta dormilón –

- ¿Ya amaneció? –

- Hace rato, cuando me desperté ya eran las ocho de la mañana –

- El desayuno –

- Si, hoy te toca hacerlo a ti –

El adulto se levanta de la cama, va al baño a enjuagarse la boca y después va a la cocina poniéndose a preparar unos panes con tomates y queso blanco, sin lechuga porque a ninguno de los dos les agrada dicho vegetal. Hilda lo ayuda hirviendo el agua para el café y luego preparándolo echando el agua en un colador al que previamente le echo el polvo de café.

Una vez la comida está servida en la mesa de madera de la sala-comedor, ellos se sientan a comer. Ludwig le echa un buen mordisco a su pan diciendo – Delicioso – Y tomando un sorbo de café con leche dice.

- Preparas el café mejor que yo –

- ¿Qué esperabas?, por algo seré la maestra pastelera –

- No puede ser mitad y mitad –

- No, tu eres el asistente –

- Acepto – Responde Ludwig con resignación.

Hilda le acaricia el cuello y lo mira con amor, diciéndole – Te amo Ludwig –

- Yo también te amo Hilda – Responde su compañero mirándola tiernamente.