Luces en la ciudad

Tema en 'Novelas Terminadas' iniciado por VJSR, 22 Agosto 2014.

  1.  
    VJSR

    VJSR Espada de Hielo y Escudo de Fuego

    Sagitario
    Miembro desde:
    5 Noviembre 2011
    Mensajes:
    129
    Pluma de
    Escritor
    Título:
    Luces en la ciudad
    Clasificación:
    Para adolescentes. 13 años y mayores
    Género:
    Romance/Amor
    Total de capítulos:
    1
     
    Palabras:
    2101
    Luces en la ciudad

    Caminando entre las iluminadas aceras de la ciudad, rumbo a su hogar, un joven hombre meditaba sobre las cuantas asignaturas que tenía que entregar para el día próximo. Tenía mucho trabajo pendiente y poco tiempo. Su trabajo de medio tiempo le consumía bastante sus tardes, y en cada momento la carrera de ingeniería demandaba más entrega y dedicación.

    El estilo de vida que había elegido no era fácil, pero estaba conforme con ella.

    En mitad de su caminar recordó que tenía que parar a comprar unas provisiones para su casa, así que tras un suspiro se dirigió al colmado más cercano. Se tardó menos de 15 minutos en elegir todo lo necesario, y con un poco de esfuerzo, siguió hacia su destino.

    Su humilde hogar se encontraba entre un pequeño callejón y una tienda de relojes, vio salir al italiano relojero que al verlo le saludó con una amistosa sonrisa. El joven le devolvió el saludo, y con una corta despedida el relojero de edad madura partió con alegría hasta su propio hogar.

    Con un poco de incomodidad debido a las bolsas, el joven de gran estatura abrió la puerta de su casa. Se sorprendió un poco al verlo todo apagado, pero prosiguió hasta la cocina/comedor para dejar los alimentos comprados.

    Cual gran sorpresa fue ver a una hermosa joven vestidas elegantemente junto a una cena iluminada por la luz de las velas.

    Fue una preciosa vista para su corazón.

    – Feliz aniversario, mi amor. – sonrió con dulzura la hermosa joven.

    Inmediatamente el joven había caído en cuenta del día que era, se sintió muy torpe el haber olvidado la ocasión tan especial e importante. El día a día lo tenía atrapado en su afán.

    – Yo… – trató de disculparse.

    – No te preocupes, amor, yo entiendo la situación. – le habló la joven mujer sin quitar su sonrisa dulce. – Déjame ayudarte con esas bolsas.

    La luz de la cocina fue encendida, ella se acercó hasta él para tomar las bolsas e ir acomodando las compra en sus lugares.

    En ningún momento el joven de cabello azabache dejó de sentirse avergonzado, esa hermosa mujer delante de él se veía radiante, y él no había sido lo suficiente atento para recordar un día tan especial. Bueno, claro que sabía que ese era su día especial, solo que no se acordaba que ya había llegado ese gran día.

    Se sentía tan estúpido, ni siquiera le trajo algo en su honor.

    – Amor, deja de preocuparte, sé que has estado muy ocupado. Ayer en la noche llegaste muy tarde y estabas muy cansado. – se acercó a él al terminar de guardar todo. – Sé que apenas sabes en que día vives.

    Ella rió tras su comentario, con una risa melodiosa y un gesto elegante.

    – No te preocupes, habrá otra ocasión.

    – Pero, Lina… En otra ocasión no será nuestro primer año de casados…

    – Pero en esta ocasión eres cabeza responsable del hogar que trabaja por los dos y a penas puedes vivir como hombre de tu edad… – habló seriamente la joven castaña. – Amor, lo que vale es que uno de los dos se haya acordado.

    – ¿Por qué no me lo recordaste? – preguntó frustrado.

    Decepcionado consigo mismo.

    — Iván… No quería que me hicieras nada. – se sinceró ella. – Has hecho muchas cosas por los dos, has estado trabajando sin descanso, y estudiando. Conociéndote habrías querido hacerme algo, y esta vez quería ser yo quien hiciera algo para ti.

    — Princesa, te lo mereces… Y con que tan solo estés aquí haces muchas cosas por mí. – la abrazó el joven esposo. – Yo quería hacerte algo especial.

    – Mañana tienes mucho trabajo pendiente en la Universidad, y te falta estudiar unas materias. No tienes tiempo que perder, yo solo te hice una bonita cena para que ambos compartamos un tiempo en este día tan especial. – y al instante le besó dulcemente.

    El joven esposo correspondió el beso, su esposa era lo más dulce que haya conocido en la vida. Al separarse de los labios de ella, Iván posó su frente en la frente de su mujer.

    – Princesa, me siento mal.

    – No deberías sentirte así, mi amor.

    El joven volvió a besar a su esposa con todo el amor que tenía. Pero aun así se sentía algo frustrado.

    – Me iré a cambiar, quiero estar bien vestido.

    – Estás perfecto tal y como estás. – ella rió suavemente.

    – No es justo que tú estés tan hermosa y yo no haga lo mismo. – le acarició el rostro a su esposa. – No pude darte un digno aniversario, pero al menos deja que me ponga guapo para ti.

    – Ya lo eres…

    – Tú lo eres más. – la volvió a besar. – Te amo, princesa.

    Su esposa le correspondió de la misma manera que él lo hacía, al separarse Elina le respondió con un “también te amo” y un beso más dulce que el anterior.

    El joven Iván fue a darse un rápido baño, tras un rato logró elegir un buen conjunto de ropa que le luciría a su amada esposa.

    Llegando hasta la mesita de noche al lado de su cama y tomando su celular, marcó el número de su amigo más fiel.

    – Buenas noches, Marcos le habla… – contestó la voz al otro lado del celular.

    – Buenas noches, Marcos soy solo yo.

    – ¡Oh, Iván! Perdona, no miré el identificador. – se disculpó con una risa el chico.

    – No te preocupes, amigo.

    – Bien, ¿a qué debo el honor de tu llamada? – preguntó con amabilidad su mejor amigo.

    – Es que… Hoy es mi aniversario con Elina… Y bueno, fui tan estúpido que no me fije que ya el día había llegado. Y bueno, quería pedirte un favor.

    – El que quieras.

    El joven hombre de estatura alta se mantuvo en silencio un segundo. Tenía que poner en orden sus pensamientos.

    – Mañana estaré muy ocupado, pero aun así quiero darle un lindo detalle a mi esposa. – suspiró Iván. – ¿Te acuerdas de aquella hermosa cadenita que vimos la otra vez? Quisiera regalársela junto a un ramo de lirios.

    – No te preocupes, amigo. Yo las compraré por ti y te las entregó antes en tu trabajo. – habló mansamente el chico de cabello largo. – Con mucho gusto lo haré.

    – Gracias, amigo. La verdad no sé cómo agradecerte todo lo que has hecho por mí, has sido más que un amigo. – sonrió sentimentalmente Iván. – Siempre nos has apoyado, gracias.

    Marcos rió al otro lado de la línea.

    –No tienes que agradecer, Iván. Para mí es un placer, y como has dicho, eres más que un amigo para mí, eres mi hermano. – dijo el más bajo de los amigos con afecto. – Sé que las cosas no han sido fácil para ti ni para Lina, pero aun así han seguido para adelante, sin rendirse. Eso es admirable y lo mínimo que puedo hacer es apoyarles.

    – Gracias, hermano. – agradeció el joven. – Mañana te pagaré, te deseo una muy buena noche.

    – No te apures, yo igual te deseo una excelente noche. – se despidió el joven con una sonrisa. – Hasta mañana, hermano.

    – Hasta luego, Marcos.

    Colgando el teléfono, con una sonrisa aliviada, el joven Iván se miró en el espejo de cuerpo completo, Estaba agradecido, y se sentía complacido al verse bien para su amada esposa. Sabía que era lo mínimo que podía hacer por ese día.

    Al entrar nuevamente a la cocina, se quedó contemplando el panorama de su humilde hogar. Un pequeño edificio con un baño, una habitación, el comedor/cocina y la sala/entrada era lo que llamaba hogar de su esposa y suyo. A pesar de lo estrecho que era, estaba orgulloso de poder darle un lugar a su amada mujer.

    Su esposa notó que estaba contemplando su morada, y con una sonrisa se acercó hasta él rodeando con sus brazos su cuello.

    – ¿En qué piensas, amor?

    – En que te amo con todo mi corazón.

    – Yo también te amo. Más de lo que puedas imaginar. – le respondió Elina con sinceridad.

    Iván la besó con mucha ternura, y tomándola de la mano se dispuso a sentarse a cenar junto a su esposa para celebrar su primer año de casados.

    La joven Lina y su mejor amigo Iván se conocieron en octavo grado en una institución especializada de bellas artes. Desde el primer momento que se conocieron se enamoraron, pero no fue hasta muchos años después que se formaron como pareja. La familia de Elina es algo adinerada, en cambio la familia de Iván tenía mala reputación. Al principio de su romance ninguna de las dos familias se interpuso, pues pensaban que sería algo pasajero. Pero cuando notaron que las cosas se habían puesto serias, y que al tercer año de Universidad Iván le propuso matrimonio a Elina una vez terminaran los estudios, ambas familias pegaron el grito en el cielo.

    La familia de Lina la hizo escoger entre Iván o ellos, a lo que con el dolor en el alma ella eligió al amor de su vida constándole el estilo de vida al que estaba acostumbrada.

    La familia del muchacho lo rechazó y lo desalojaron de su casa sin impórtales el destino del mayor de tres hermanos.

    Estos acontecimientos apuraron los planes futuros de nupcias, a lo que la pareja se casaron a la temprana edad de 23 años. Solo unos cuantos amigos, los verdaderos, estuvieron ahí para ellos y los ayudaron en lo que podían. Fue el tiempo más difícil, pero más feliz para la joven pareja.

    Gracias a Dios Iván sabía trabajar desde los 16 años y el conseguir un trabajo para el sustento de su nueva familia no fue tan difícil. Lina notando el sobreesfuerzo de su esposo también decidió aportar al hogar con un trabajo, pero tras varios fracasos, un acoso y la negativa de su marido, ella solo se dedica al hogar y a su carrera de Leyes.

    En momentos como esos, Iván reafirmaba que la decisión tomada fue la correcta. Al ver a su bella esposa sonriendo para él mientras le hablaba de su día era una de las maravillas que se sentía bendecido de tener. Eran un matrimonio joven con muchas limitaciones, pero se sentía completando, como sí ese es el lugar indicado por el cual nació y debía estar. Junto a su amor eterno, su adorable y dulce Elina.


    Cenaron, hablaron y se recordaron lo mucho que se amaban. No pudieron compartir luego de eso mucho tiempo, pues Iván tenía que estudiar para el próximo día. Lina se ofreció ayudarle, él no se negó y en lo largo de la noche la pareja se limitó a estudiar hasta que el cansancio los arropó. Se acostaron a dormir, no sin antes compartir un largo y pausado beso de buenas noches.

    – Buenas noches, mi amor. – le abrazó la esposa.

    – Dulce sueños, mi princesa. – le deseó con tono amoroso el caballero de brillante armadura.

    – Te amo… – dijeron al mismo tiempo esposo y esposa.

    Y la noche fue testigo del fuerte abrazo lleno de ternura compartida por los dos amantes, que durmieron uno al lado del otro compartiendo aire, calor y una vida entrelazada desde hace más de un año. Desde el primer día en el que se conocieron, con el mismo pensamiento en sus mentes; su matrimonio es la mejor decisión que habían tomado en sus vidas.

     
    Última edición: 22 Agosto 2014
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    Marina

    Marina Usuario VIP Comentarista Top

    Tauro
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    Escritora
    Waooo, creía que yo era romántica, pero esto me superó. Qué bonito relato, pues nos muestra ese intenso y dulce amor que hay entre los jóvenes esposos. Y es ese amor el que hace sentirse mal a Iván por no percatarse que el día de su primer aniversario había llegado, sin embargo me encantó la compresión de Elina, quien hizo todo lo posible para reconfortarlo, mostrándole con sus hechos y palabras que comprendía el olvido de él.

    La ternura entre ellos fue evidente desde que se encontraron xD
    Escribes muy bien. Saludos.
     
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