A Good Girl's Guide to Murder Lovers and partners in crime [Drabble | Ravi x Pip]

SPOILER del tercer libro (Venganza para víctimas | As good as dead) y del final de la trilogía, basically.

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You'll never take us alive
We'll live like spoiled royalty, lovers and partners
Partners in crime

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| Ravi Singh |
| Pippa Fitz-Amobi |

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Por supuesto que la había esperado hasta el último día.

Ravi lo tuvo claro desde aquel día en el bosque; desde el mismo instante en el que su vista cristalina se fijó en el horizonte y descubrió que, efectivamente, la menuda figura de Pip había desaparecido, dejándolo atrás. Pero él sabía que solo era cuestión de tiempo que volviesen a estar juntos, porque ellos estaban destinados el uno para el otro, igual que Max estaba destinado a acabar entre rejas.

Y él iba a esperar el tiempo que hiciese falta.

No fue fácil, aunque con el pasar de los días, el dolor se fue haciendo cada vez más llevadero. Habían sido los seiscientos noventa y siete días con tres minutos más largos de su vida, y posiblemente el juicio que más ansiedad le iba a crear nunca, aunque al final resultó ser el más satisfactorio también.

No se arrepentía en lo más mínimo de disfrutar de la decadencia que Max iba mostrando con cada día que pasaba.

Era lo que se merecía.
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Había sido doloroso estar separado de Pip, no saber qué tal le estaba yendo en Cambridge, y había sido especialmente difícil controlar el impulso de mandarlo todo a la mierda e ir a visitarla. Sabía que no podía, claro, que no era eso lo que ella deseaba y él, por encima de cualquier cosa, siempre cumpliría los deseos de Pip.

Incluso uno tan doloroso cómo aquel.

Se lo había preguntado muchas veces también, si ella había rehecho su vida sin él. Si había encontrado a alguien que la hiciese sonreír después de todo lo que había tenido que pasar; alguien que le pusiese apodos originales y que la ayudase a pensar con más claridad cuando no sabía dónde conseguir la respuesta.

Seguramente lo aceptaría, por mucho que le doliese.

Pero no había manera de que eso fuese cierto, no realmente, porque nadie la iba a querer tanto como él y, quizás fuese delusión o quizás no, pero estaba convencido de que ella tampoco podría querer a nadie como lo había querido a él.

Y cuando le habló aquella mañana, tras haber escuchado el veredicto del juez y saber que estaban a salvo, supo que estaba en lo cierto. Porque él tardó tres minutos en buscar su chat y hablarle, pero ella tardó menos de uno en entrar para responderle.

Imposible olvidarte, agente.
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Dios, cómo la quería.

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