Los señores de la noche (naruhina),(sasusaku),(nejiten)

Capítulo 01. El recién llegado
Era una noche oscura, la luna llena estaba en la cima, nadie salía a las calles todos estaban escondidos en sus casas, las puerta serradas, solo una presencia no humana rondaba por las calles buscando en donde podía entrar un lugar que no esté protegido que lugar podía entrar sin preocuparse, sin darse cuenta había llegado el día esa noche no había comido, los ciudadanos por fin salían de sus casas, asían su mis rutina todos los día, hasta que una mañana del día 21 de agosto del 1965 llegan dos personas la cual una de ellos cambiaría la vida de esa aldea, para bien o para mal, las personas que llegan a ese pequeño pueblo eran bastante misteriosa, se llamaban Uzumaki Naruto de 16 años y Uzumaki Minato de 27 años, pero Minato se había quedado en aquel pueblo, sino que al instante que llegaron Minato dejo a Naruto vivir solo en una casa grande de cuatro pisos, tenía bastantes habitaciones, Naruto se había inscrito en el instituto Konoha.
En el colegio
Era las 07:00 am. Todos los jóvenes se alistaban para ir al colegio, todos incluso el que recién había llegado al pueblo.
Cuando todos estaban ya en el sus salones respectivo, el maestro de turno de la primera hora entra.
-Buenos días alumnos-dijo haciendo que todo el aula le prestara atención.
-Buenos días Azuma-sensei-dijeron todos en coro.
-Bueno les voy a presentar a un nuevo estudiante-dijo abriendo la puerta-pasa porfavor y preséntate ante la clase.
Un joven rubio de ojos azules entro al salón se quedó parado en medio del salón.
-Buenos días me llamo Naruto Uzumaki, espero que nos llevemos bien-dijo sin ninguna expresión en su rostro.
Después de su presentación se dirigió a un lugar desocupado a lado de una ventana, después de la presentación el profesor empezó con la clase, ningún alumno ni el mismo profesor prestaban atención solo se quedaban pensando en el chico nuevo, en los pensamientos de los alumnos y en profesor se preguntaban ¨porque estará aquí¨, ¨no sabe la historia del pueblo¨, ¨quiere morir, por eso ha venido¨, y cosas por el estilo, pero el rubio solo le interesaba una cosa la cual era a qué hora seria el descanso, después de que toda la mañana se la pasaron pensando, toco el timbre era hora del receso, todos salieron del aula menos una persona, si era aquel rubio de ojos azules el que no salía del aula se había quedado hay sentado, en la hora del recesó todos buscaban a Naruto con la mirada pero nadie podía encontrarlo, toco el timbre que significaba que era hora de regresar al salón, cuando entraron se tomaron con una sorpresa, era el rubio que estaba sentado en su lugar mirando hacia la ventana, dos personas se le acercaron para preguntarle porque había venido a este pueblo sin nombre.
-Hola mi nombre es Sasuke Uchiha-dijo con tono serio, sus ojos de color negro y de pelo azabache.
-Y el mío es ¡Rock Lee!-dijo gritando y muy animado, pero sus cejotas fue lo primero que le llamo la atención al rubio.
Pero al rubio no le importaba sus nombres porque no quitaba la vista de la venta, para ser especifico no quitaba la vista de un pequeño lobo color plomo.
-¡Wua! Mira ese lobo está sentado en la entrada del colegio-dijo el cejon gritando.
Todos los demás que no estaban prestando atención voltearon al escuchar el grito, y acercándose a la ventana vieron al pequeño cachorro que estaba sentado en el portón esperando, todos se preguntaban de quien era, porque estaba ahí, en eso entra el profesor de historia, después de cuatro horas de historias, las clases se habían terminado y todos estaban cerca de la entrada viendo al pequeño lobito, todas las mujeres de ahí querían correr y abrasarlo por lo tierno que se veía pero ninguna se movía porque pensaban que podría atacarlos, pasaron unos quince minutos y todos seguían en su lugar hasta que aquel rubio se acerca al lobo le acaricia la cabeza y ceban los dos juntos perdiéndose de vista. Todos incluyendo a los profesores se habían quedado con la boca abierta.
-Pero, no me digas que es suyo.
-Pero parece sí, sino el pequeño lobito lo habría mordido y no se iría con él.
-¿Quien será ese chico?
Todos y cada uno se preguntaban quien seria ese rubio de ojos azules, ¿Por qué vendría a este pueblo que nadie quiere visitar?, ¿seguro no pasa de esta noche?, ¿si lo hace mañana se irá corriendo del pueblo?, esos eran los pensamientos de los estudiante.
Al día siguiente
Todos estaban entrando al salón pero se mantuvieron parados sorprendidos porque el rubio que pensaba que no dudaría, pues ellos se equivocaron el estaba sentado en su lugar mirando la ventana, después de unos minutos todos entraron torpemente ya que no lo dejaban de ver, en los pensamientos de todos se preguntaban ¿Quién es él?
-Hola me preguntaba si me puedes decir de dónde vienes-pregunto una chica de cabellera color rosa.
-Ah? Hola pues yo vengo de Roma-dije el rubio con un tono algo serio.
-Vienes de Roma-dijo algo alterada una peli azul de ojos color plateado-ah?? …….. dis.. cul.. pa.. por ser tan imprudente-dijo con la cabeza agachada.
-No te preocupes de eso-dijo el rubio con una gotita cayendo por su rostro, por ver la reacción de la peli azul que seguía con la cabeza abajo-en verdad no tienes que preocuparte.
-Es cierto Hinata no te debes preocupar por estar sorprendida, todos nos sorprendió lo que dijo-la peli rosa estaba tratando de consolar a la peli azul.
-Es verdad Hinata-chan no te preocupes por eso-dijo un chico de cabello largo y de mismos ojos que la de Hinata.
-Oh gracias Neji-san-dijo un poco tranquilizándose.
Las clases, bueno no hubo clases porque el profesor no había llegado, pero a los chicos no le importaba, pues parecía que era una costumbre del profesor no llegar a clases o si llegaba, llegaba muy pero muy tarde, toco el timbre del recesó todos salieron del aula menos la persona que ustedes ya saben, si no lo saben era el rubio, pero una chica de pelo azul se quedo parada en la puerta mirándolo, y decide acercarse a el para preguntarle porque no salía al comedor.
-Ahh me preguntaba si me puedo sentar a tu lado-decía con la cabeza baja y toda roja.
-Si claro adelante siéntate-el rubio le indico una silla a su lado.
-Me… preguntaba porque no sales al patio con los demás-estaba muy nerviosa por hablar con aquel rubio.
-Pues veras no me gusta mucha la gente.
-Pues.. yo … lo ciento… mucho por interrumpir tu tranquilidad-estaba roja y un poco triste por la respuesta del ojiaazul.
-uhn jaja que dices, tu no me estas interrumpiendo yo dije que no me gusta mucha gente, pero tú no me molesta para nada en serio.
-Enserio-dijo con una sonrisa la ojiazul.
-Si-dijo el rubio devolviéndole la sonrisa.
Pero todas las cosas buenas siempre son arruinadas, llega una persona inesperada al cual no le agradaba que el ubio y la ojiazul estén juntos.