de Inuyasha - Los Elegidos

Los Elegidos

Bueno aqui, mi long-fic, por favor necesito sus criticas para mejorarlo, o , para tomar la desicion de que la escritura no es lo mio. gracias.

Vigila​

Vigila tus pensamientos, se convierten en palabras​

Vigila tus palabras, se convierten en acciones​

Vigila tus acciones, se convierten en hábitos​

Vigila tus hábitos, se convierten en carácter​

Vigila tu carácter, se convierte en tu destino​

Frank Outlaw​

Prólogo​

“Profecía”​

Hace muchos siglos atrás, cinco jóvenes lucharon contra el mal que reina la tierra, desafortunadamente fracasaron. Perdieron.
Con tal de salvar a la tierra, los cinco jóvenes se reunieron. Cuatro de ellos tenían encomendado ayudar y proteger al líder, mientras que, el que tuviera en el hombro derecho una rosa con dos estrellas, sería el elegido que podría acabar contra el mal.

Ya los cinco se encontraban reunidos en una cabaña, justo en el centro del bosque, junto a esta se encontraba un riachuelo donde abundaban muchos arbustos, en su mayoría helechos.
Ellos se hacían llamar “los elegidos”, en aquellos tiempos se decía que sólo cinco jóvenes serían elegidos, sin importar su nacionalidad, o color; serían identificados con dos estrellas en la parte superior del hombro izquierdo. Mientras que su líder seria identificado con dos estrellas y una rosa debajo de estas, en la parte superior del hombro derecho.

Uno de ellos se levantó de su silla, traía consigo, puesta una capa muy larga, llegaba hasta el suelo. Alzó las manos con un gesto veloz y se retiró la capucha hacia atrás. Era una mujer. Tez blanca, cabello azabache y ojos chocolate.

-bueno, como ya han visto, no logramos acabar con el mal- los observaba fijamente en especial a uno, que todavía traía puesta su capucha.
- he tomado una decisión, pero primero necesito su aprobación- levantando la mano derecha, al pronunciar “pero”, y moviendo disimuladamente sus dedos de la mano izquierda bajo la extensa capa blanca-
-bueno, te escuchamos- dijo tomando la palabra, la extraña persona a quien curiosamente, la joven lo miraba.
- como ya todos sabemos, no logramos extinguir el mal, sólo temporalmente- inhaló, lo retuvo por un tiempo y exhaló- así que decidí elegir a nuestros sucesores de la 10º generación, que para eso ya habrán pasado 6 siglos, justó el tiempo en que tardará en llegar el mal- dejó de hablar esperando, críticas de sus aliados.

La silla que se encontraba a su lado derecho, se movió, dejando más a la vista a una extraña persona, que al igual que ella traía consigo una extensa capa, pero la capucha ya la había retirado. Era otra mujer, con cabellos sumamente rojizos, y extremadamente lizos como la seda. Habló.

-tengo que aceptar que es una magnífica idea, pero para poder hacer eso, debemos crear una profecía- la última palabra la dijo muy lentamente, poniendo sus manos sobre la mesa redonda, viendo a la joven de tez blanca-
-¿¡QUÉ!?- vociferó uno de los jóvenes. Tez morena. Ojos azules. Pelo cobrizo.
- que rápido captas las cosas Ayame- admitió la hermosa joven, de ojos achocolatados-
-¿eh?... muchas gracias, Kagome- haciendo una reverencia, hacia aquella joven-
-¡PERO EN QUE ESTAS PENSANDO KAGOME!- gritó el extraño joven de ojos azulados mientras se levantaba de su silla-
-no te exaltes Kouga, ¿quieres salvar la Tierra?- interrogó Catherine-
- ¡Pero qué pregunta tan más tonta!- desviando la mirada, y cruzando los brazos-
- pues, no lo parece- cruzando los brazos- es la única forma que nos queda, para poder extinguir por completo el mal- afirmó.
-yo estoy de acuerdo contigo, Kagome- dijo, la extraña persona, que se encontraba a su lado izquierdo. Era un hombre. Pelo sumamente rubio. Ojos dorados. Tez nívea.
Mostró una pequeña sonrisa
-gracias InuYasha- respondió-. Bueno es hora de hacer la profecía.

Ya todos y todo estaba preparado. El ambiente era de nerviosismo y temor. Debía de funcionar, si no, sería el fin para la humanidad. Funcionaría.

-muy bien, ya todo está listo. Tómense de las manos.- ordenó muy nerviosamente Catherine-
- Kagome…¿crees que funcionará?- cuestionó la ultima de los elegidos-
Suspiró.
-debe funcionar- “por el bien de la humanidad debe funcionar, InuYasha perdóname por lo que estoy a punto de hacer” pensó aquella joven mientras, inconscientemente, sostenía con fuerza la mano nívea de aquel joven llamado InuYasha.
-bueno, empecemos- dijo Ayame

“Dentro de seis siglos, nacerán 4 elegidos. Destinados a proteger, a una joven marcada con dos estrellas y debajo de estas una rosa. Se enamorará. Pero este amor será incorrecto. Sólo ella podrá tomar la decisión. Salvar a la humanidad o salvar a la persona que robó su corazón. Ella representará la luz. La esperanza, pero sólo, con la decisión … correcta. Para poder lograrlo deberán estar los cinco reunidos, para bien, o, para mal.”


- Pequeña ¿te gustó la historia?- cuestionó una anciana, pelo sumamente grisáceo.
Era una recamara pequeña, esta se encontraba pintada de rosa. Juguetes por doquier. En el regazó de esta anciana, una pequeña niña dormía. Piel sumamente clara como la nieve. Pelo de un tono azabache. Y unos curiosos caireles caían por su cuello.

- Oh… te quedaste dormida- susurró la anciana- Kag. espero y cuando crezcas, y yo ya no me encuentre, recuerdes la historia.
La anciana llevó a la pequeña niña, hasta su cama. Toda de un edredón rosa. Y la deposito con sumo cuidado en esta.

Suspiró

- Kag , debes ser fuerte, y recordar la historia- acariciaba la mejilla de la niña- de esto depende tu destino… tú eres nuestra esperanza.

Le besó la mejilla y caminó muy lentamente hacia aquella puerta. Mirando a su pequeña nieta, con una mirada llena de tristeza.