Prólogo. Viendo la amenaza que la existencia de Sirio suponía para el mundo y sus habitantes, el gran demonio perro que guardaba el viento del oeste, Inu no Taishö, había decidido viajar a su hogar en las heladas tierras del lejano norte para derrotarle, pues el único demonio lobo de las nieves que quedaba vivo amenazaba con establecer el invierno eterno bajo su dominio. Mientras las poderosas tormentas de hielo devastaban la tierra a su paso, los dos poderosos demonios luchaban en un uno contra uno tratando de desarmarse mutuamente. — ¡Viento cortante! — gritó el demonio perro al tiempo que blandía a Colmillo de Hierro con una sola mano. Okami no Yuki clavó su espada, un arma de larga hoja completamente plateada, en el suelo y desvió las cuatro ráfagas de energía demoníaca gracias a su poder para desviar los ataques. Acto seguido blandió la espada y una gran nube de afiladas agujas de hielo salió disparada contra Inu no Taishö, que salió ileso gracias a la barrera de la vaina de Colmillo de Hierro. — Tu Colmillo de Hierro no es rival para mi Colmillo Nevado. — declaró Sirio mientras continuaban entrechocando sus armas. — Eso ya lo veremos. — replicó el demonio perro. Sin embargo, el guardián del viento del oeste se encontraba en serios apuros. Sirio, más conocido como “Colmillo Blanco”, tenía el poder de absorber el calor de los cuerpos y de congelar cualquier cosa, habilidad que se acrecentaba en aquel páramo helado; el demonio lobo tenía la ventaja de jugar en casa, donde su energía se veía notablemente amplificada. Al comprobar que ni siquiera la Onda explosiva podía derrotar a su enemigo, Inu no Taishö no tuvo más remedio que desenvainar la más poderosa de sus espadas: Colmillo Nublad, la espada que dominaba el infierno. Sosteniéndola en alto y haciéndola girar en el aire, el demonio acumuló una gran cantidad de energía en una esfera púrpura que pronto se rodeó con un gran torbellino de aire oscuro. — ¡Torbellino del dragón! El torbellino, acompañado por la imagen de los dragones del infierno, avanzó desatando toda su fuerza destructiva contra Sirio, cuya espada no tenía suficiente poder como para detenerlo. Con un gran rugido de dolor y furia, el demonio lobo de las nieves desapareció dejando atrás a Colmillo Nevado, que quedó profundamente clavado en el hielo. Incluso con la muerte de su propietario, la espada todavía emitía una gran cantidad de energía helada que hacía que el hielo se volviese más espeso por momentos. A pesar de sentirse agotado por la dura batalla, Inu no Taishö adquirió su forma verdadera e incrustó tres de sus garras alrededor de Colmillo Nevado para sellar su energía. Después empleó su inmensa fuerza física para sepultar el sello bajo una gran montaña de escombros de hielo y dedicó un minuto de silencio en honor a Sirio, quien había sido el rival más duro contra el que había luchado en los cientos de años que había vivido. Tras haberse ocupado de borrar las huellas de aquella batalla, el demonio perro inició el viaje de regreso a Japón, donde la mujer humana a la que amaba aguardaba un hijo suyo. Mientras tanto, en una cabaña construida en lo más profundo de un bosque, una mujer se esforzaba en soportar el dolor que sentía para traer a su hijo al mundo. Todos sus padecimientos se vieron recompensados al ver el precioso rostro del pequeño hanyö que lloraba para respirar por primera vez el aire por sí mismo y extendía sus manos para buscar el calor de su madre. — Sirio. — susurró la mujer al sentir la fría energía que el pequeño había heredado de su padre.
koni!! como te dije me paso por aca a chusmear un rato =D bueno el fic esta bueno, se entiende la trama y narras bien, sobre ortografia no tengo mucho para decirte ya que para eso soy un desastre jeje una pregunta... en tu pais se le da ese nombre a las espadas??por que, que yo sepa solo se le dice colmillo de acero o tessaiga, y la otra colmillo sagrado o tensseiga... peor bueno el fic esta bueno...es super que mi lindo hanyuo ya haya nacido*inu-sama*... cuando subas la conti avisame vale?? sayo!!
En realidad, el hanyö que ha nacido no es Inuyasha, sino el hijo de Sirio, al que le han puesto el mismo nombre que su padre. En cuanto a las espadas, las tres espadas del padre de Inuyasha se llaman: Colmillo de Hierro. Colmillo Sagrado o Colmillo Celestial. Colmillo Nublado (sólo en la tercera película) El Colmillo Nevado me lo he inventado yo y pertenece a Sirio. Gracias por leer la historia.
Hola lupus-san, como siempre llegas con una historia innovadora, y con una trama excelente y mnuy bien desarrollada, de verdad alabo tu capacidad de crear tramas tan complejas. Me ha gustado mucho, aunque, de haber sido más largo hubiera llamado mucho más mi atención. Ahora tengo varias incógnitas vibrando en mi mente, por ejemplo, ¿Qué protagonismo tendrá ese pequeño Hanyo? Bueno, esperaré la continuación, cuidate.
Holis! Primera vez que te veo por este foro y me alegra enormemente ^^. Te vi en crepúsculo y me encantó. Títeres en la sombra, lo adpro, apenas lo vi hoy pero bueno. Al verte aquí me alegre mucho. Tienes una forma de escribir superior a lo que he visto. Hechiza y envuelve y tienes la temática de traer nuevos personajes que le complican la vida a los personajes. Tienes una fluidez sorprenderte a escribir.... Si te comparars cn alguien sería con meyer. Supongo que ese medio demonio se enfrentará al nuestro no? Sera un problema que quiero ver o leer con gusto. Sayo.
Capítulo 1. El grupo de demonios que se había acercado a la aldea con la intención de masacrar a sus habitantes observaron con horror como las primeras filas de monstruos eran purificados por una única flecha disparada por una joven que vestía las ropas tradicionales de las sacerdotisas. No podían creerse que una única flecha hubiese purificado a un grupo de veinte demonios; aquella sacerdotisa era demasiado poderosa como para poder enfrentarla cara a cara. Las esperanzas de los atacantes se vieron renovadas cuando el segundo grupo descendió del cielo pillando desprevenida a la sacerdotisa, que no tenía posibilidades de derrotar a dos ejércitos demoníacos provenientes de dos frentes diferentes. Sin embargo,... — ¡Viento cortante! Engullidos por una brillante luz doradas, los demonios que pretendían atacar a la muchacha por la espalda fueron destruidos por las ráfagas de energía demoníaca de la espada de Inuyasha. — ¡¿Estás bien, Kagome?! — le preguntó el medio demonio a la sacerdotisa. — ¡Sí, gracias! — respondió la joven mientras le disparaba una flecha a los pocos supervivientes del viento cortante y los hacía desaparecer en un estallido de luz púrpura de gran pureza. Aterrorizado por el gran poder de la pareja, el ogro que estaba al cargo de todo aquel grupo de demonios ordenó la retirada inmediata; debían reunirse inmediatamente con el hombre que les había encargado destruir el poblado, pues éste no les había hablado de la sacerdotisa ni del hanyö. — ¡Eso, huid como los cobardes que sois! — les gritó un orgulloso Inuyasha al verles escapar. — ¡Como se os ocurra volver, seréis víctimas de mi espada! — Siéntate. — susurró Kagome, que se frotaba los oídos por el escándalo que estaba montando su compañero. El collar de Inuyasha lanzó su conocido destello, seguido por el conocido quejido del hanyö al verse estampado contra el suelo. — ¡¿Se puede saber por qué me has hecho esto?! — le gritó el indignado medio demonio a la joven, que le lanzó una dura mirada. — ¡Porque necesitas una lección de humildad! “Algunas cosas nunca cambian.” pensó Kaede, que lo había visto todo desde el templo, donde se había encargado de proteger a los demás habitantes de la aldea. El ogro y sus seguidores se dirigieron a lo alto de una montaña cuya cima estaba cubierta de nieve; allí, meditando bajo la fría corriente de una cascada, se encontraba el apuesto joven de largos cabellos que les había pedido destruir la aldea pagándoles con la carne de una gran multitud de víctimas. — Veo que no os ha ido muy bien. — comentó el peliazul abriendo los ojos, opacos debido a su ceguera. — ¡Tú sabías que ese pueblo estaba protegido por una sacerdotisa y un hanyö! — gritó el ogro con furia; no era una pregunta. El joven se incorporó de la roca donde había estado meditando, dejando que el agua se deslizara por su bien formado torso. A pesar de su ceguera, todo su cuerpo decía que era un hombre seguro de sí mismo y que los demonios que le rodeaban no le inspiraban ningún miedo — Por supuesto que lo sabía. — respondió con total tranquilidad, como si fuera la cosa más lógica del mundo. — Por eso os pedí este pequeño favor; para comprobar la fuerza de esos dos a los que habéis mencionado. A la hora de entrar en una batalla, lo mejor es conocer la fuerza de los enemigos con antelación. El ogro y los demonios rugieron llenos de ira al comprender que habían caído en la trampa de aquel hombre, al que no le habría importado que todos ellos hubiesen muerto. Justo cuando el líder del grupo estaba a punto de abalanzarse sobre el peliazul para matarle, percibió un extraño aroma que no había podido captar en el primer encuentro: un olor humano mezclado con el olor a demonio. — ¡Tú no eres más que un miserable medio demonio! — gritó el ogro, cada vez más humillado, mientras alzaba los puños para aplastar la cabeza del hanyö. La pétrea expresión del joven se vio destruida por la furia al tiempo que una fuerte energía demoníaca helada surgía de su cuerpo. Demostrando una velocidad difícil de seguir con los ojos, detuvo el ataque del ogro tomándole por los brazos, congelándolos simplemente con el contacto físico. — Soy un medio demonio y estoy orgulloso de ello. — declaró el hanyö antes de que la congelación se extendiese y todo el cuerpo del ogro quedase convertido en una estatua de hielo. — Y a todo el que hable de mis origen humano como de algo ofensivo... ¡le haré pedazos! Y redujo al ogro a simples fragmentos de hielo de un puñetazo. Los demás demonios, viendo a su líder asesinado, se arrojaron sobre el peliazul pero pronto se vieron atravesador por miles de estacas de hielo surgidas repentinamente del suelo. — Que humillación más grande habéis sufrido, ¿verdad? — les preguntó el hanyö con sorna mientras sus cuerpos se congelaban al entrar en contacto con el hielo demoníaco. — Primero os vencen una humana y un medio demonio y después sois asesinados por otro medio demonio. ¡Menudo historial! Lejos de allí, manteniendo su habitual actitud altiva y su inmutable frialdad, Sesshömaru se enfrentaba a tres gigantescos demonios, los cuales habían decidido desafiarle tras escuchar los rumores de que el poderoso demonio perro se había encariñado de una niña humana y pensar que eso era un signo de debilidad en el anteriormente despiadado demonio perro. No hay que decir que no tuvieron ninguna posibilidad ante Colmillo Explosivo, la poderosa espada nacida del propio poder demoníaco de Sesshömaru, cuya energía destruía todo lo que entraba en contacto con ella; los tres demonios desaparecieron en un abrir y cerrar de ojos tras el veloz movimiento del daiyokai. — ¡No podía esperarse menos de usted, señor Sesshömaru! — exclamó el pequeño Jaken, siempre idolatrando a su señor. El demonio simplemente ignoró las alabanzas de su siervo, pues su atención estaba centrada en Colmillo Celestial, la espada salvadora que había heredado de su padre, la cual temblaba de un modo que no lo había hecho en mucho tiempo. “¿Estás tratando de decirme que algo malo va a pasar, Colmillo Celestial?” se preguntó mentalmente a la vez que comenzaba a caminar hacia el poblado donde había dejado a Rin para llevarle el nuevo kimono que había conseguido para ella. Mientras tanto, en el tiempo originario de Kagome, Souta regresaba del instituto al templo donde vivía con su madre y su abuelo, a los que encontró limpiando una espada envainada en el patio. — ¿Qué estáis haciendo? — les preguntó acercándose a ellos. — Cuidando esta antigua reliquia familiar. — respondió su abuelo, que observaba el arma con ojos brillantes de admiración. “Esto me da muy mala espina.” pensó el miembro más joven de la familia Higurashi, pues recordaba lo ocurrido cuando su abuelo sacó del almacén la espada llamada Colmillo Nublado pensando que se trataba de una espada legendaria. Sus ojos se posaron en la inscripción de la vaina, hecha de un material de color azul eléctrico, traduciéndola rápidamente como Colmillo Relámpago. El mal presentimiento que sentía se acrecentó seriamente. — Tal vez deberías guardar eso donde estaba. — le recomendó a su abuelo, que acababa de desenvainar el arma y de revelar una larga hoja del mismo color que la vaina. — Tranquilo, Souta. ¿A qué parezco un guerrero ancestral? — les preguntó el anciano a su hija y a su nieto mientras blandía la espada en el aire. Para sorpresa de la familia, la hoja del arma se iluminó y arrojó una intensa descarga eléctrica sobre un coche aparcado en la acera de enfrente haciéndolo saltar por los aires. La explosión fue de tal magnitud que hizo reventar las ventanas y cristales de todo el barrio y provocó accidentes de tráfico por toda la zona. Inmediatamente después de esa exhibición de poder demoníaco, la espada, Colmillo Relámpago, saltó de las manos del abuelo de Souta y se elevó para dirigirse al edificio donde se encontraba el pozo sagrado. Su energía demoníaca invocó una poderosa tormenta eléctrica que comenzó a descender sobre el pozo, que volvió a ponerse en funcionamiento un año después de que Kagome lo atravesase por última vez para quedarse para siempre al lado de Inuyasha. “Está viajando a la época antigua.” comprendió el hermano pequeño de Kagome al ver que Colmillo Relámpago desaparecía en el interior del pozo junto con la tormenta que había invocado. Inuyasha soltó un suspiro de alivio al sentir las manos de Kagome deslizándose por sus hombros, pues la fuerza del collar de la sumisión dejaba agarrotado los músculos del hanyö; tenía que reconocer que la chica era delicada cuando quería. Por desgracia para él, la delicadeza del momento acabó repentinamente cuando Kagome se detuvo, se incorporó y se acercó a la ventana para observar el cielo con expresión preocupada. — Noto una presencia demoníaca poderosa. — le explicó la joven al chico de pelo plateado, que se vistió y tomó su arma para buscar la nueva amenaza. En el exterior de la cabaña, el despejado cielo había desaparecido con la llegada de una fuerte tormenta eléctrica combinada con una intensa aura demoníaca, la cual tenía su origen en... — ¡El pozo! — exclamaron Inuyasha y Kagome al ver las intensas descargas que nacían del bosque donde Kikyö había sellado al pimero por culpa de la trampa de Naraku. El pozo, que había permanecido dormido desde que Kagome decidiera quedarse en el pasado junto con Inuyasha, volvía a funcionar y algo había llegado a ese mundo con su poder.
me gusto la continuación debo decir que me pareció algo raro las expresiones tan inusuales por estos lares donde la lengua se a distorsionado mucho por lo que me quedaba medio confundida pero luego me encanto realmente y más que hagas alciones a la película de Inushaya espero que me avises la próxima vez que subas otro capitulo
hola amigo!!! como te dije aqui me tienes comentando... bueno sinceramente me sorprendiste, primero pense que era kikyo por la ropa de saserdotiza pero despues me alegre porque era kagome, es que me encanta esa pareja, por otro lado el hecho de que la espada sea una reliquia de los higurashi, eso si es raro... despues me dio un poco de pena del hanyou que era ciego, pero se me fue enseguida porque ataco a inu y a kagome, bueno para ser mas presisa a la aldea jeje y ahora que el pozo se volvio a activar, y la espada volvio al pasado si que se va a poner bueno jeje lo que si me gusto y mucho fue que el piliazul(es que nose como se llama, pero es el hijo del youkai que inuno derroto no?)se enorgullesca de ser un haynou, eso es tener autoestima... bueno cuando lo actualises avisame si, quiero saber como sigue... sayonara!!! psd: te quedo muy bueno el capitulo:)
hola me tarde un poco pero ya estoy aqui gracias por la invitacion la trama empieza a tomar cierto dramatismo que es lo que me tiene en duda tienes habilidad para redactar solo note qe d repente se te va una letrita o dos de mas nada d qe preocuparse avisame de la contii pues me dejaste intrigada