Saint Seiya [Longfic] Saint Seiya The Lost Saints

Saint seiya the lost saints
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Todos conocemos a los 5 famosos caballeros que han luchado por Athena, el pegaso: Seiya, dragon: Shiryu, Cisne: Hyoga, Andromeda: Shun y Fenix: Ikki, todos siendo los fieles protectores de Athena pasaron por grandes pruebas para lograr obtener su armadura, pero alguna vez se preguntaron… ¿qué habría pasado si aquellos que fallaron en el camino lo hubiesen logrado? Nuestra historia se centra en 5 caballeros que intentaron con todas sus fuerzas obtener las armaduras de nuestros protagonistas.

Capítulo 1 Torneo de Pegaso.

Las finales del torneo de Pegaso habían llegado, los dos finalistas estaban listos para afrontar aquel difícil desafío, el joven aprendiz de la santa del águila, Seiya un joven poco conocido con grandes deseos de lograr su objetivo contra el aprendiz de la santa de Ofiuco, Cassius un hombre de enorme estatura capaz de aplastar a cualquiera para lograr su objetivo. Ambos en la arena preparados para luchar, los rumores corrían por cada una de las gradas del coliseo.

—Oye ¿Quién crees que gane? —

—Es obvio que Cassius ese mocoso no tiene oportunidad—

—Pero dicen que ha pasado por un duro entrenamiento con su maestra—

—Pero estamos hablando del sujeto que acabo con todos sus oponentes fácilmente—

El patriarca del santuario se coloca en medio de los dos contendientes haciendo que todos guardaran silencio.

—Es momento de la batalla final del torneo donde tenemos a los peleadores Seiya y Cassius aquellos que han enfrentado a 9 guerreros y a todos los han vencido, de aquellos 24 poderosos luchadores solo restan ustedes 2 , ha llegado la hora de que luchen el uno contra el otro el vencedor será merecedor de la armadura de bronce de Pegaso como prueba de que es uno de los caballeros de Athena— Dijo el patriarca.

—La armadura de pegaso, no voy a irme sin ella— Dijo con animos el joven Seiya…

Un fuerte golpe de las manos de su contrincante basto para ser arrojado al suelo, teniendo solo escasos segundos para evitar un fuerte pisotón de parte del mismo. Siendo sujetado de forma veloz y levantado sin dificultad por las manos de Cassius.

—Crees que voy a permitir que te la lleves Seiya—Dijo confiado aquel hombre que lo apretaba con fuerza…

A lo lejos se escuchaban las quejas de la maestra del joven…alegando aquel ataque a traición por parte de Cassius, pero siendo ignoradas por la santa de ofiuco y los espectadores el guerrero continuaba con su ataque.

—Ahora veras como te trituro inútil…pero estoy seguro que la gente se divertirá más si te trituro lentamente… ¡comenzare con tu oreja!— Dijo aquel sujeto preparado para azotar un fuerte golpe para cortar la oreja del menor.

Escasos segundos bastaron…para ver que dicha extremidad había caído al suelo…pero algo extraño había ocurrido, Seiya se encontraba de pie y preparado para su ataque, mientras que aquel amenazante sujeto estaba arrodillado cubriendo una herida sangrante a su costado…el había perdido su oreja, Seiya la había cortado

—Cómo es posible que ese enano me arrancara la oreja— se quejaba una y otra vez desde el suelo

Seiya miraba a su rival a la vez que hacia señas para que lo atacara liberando la ira del segundo que se arrojó con todas sus fuerzas contra aquel chico.

Un salto basto para evadirlo lanzando una poderosa patada contra el rostro de su oponente arrojándolo al suelo nuevamente…

— ¡Es muy fuerte…! —Decían con impresión los espectadores al ver tal hazaña.

—¡No se atrevan a elogiarlo! —Grito desde atrás la maestra de Cassius Shaina.

—Saben lo que sucederá si Seiya gana—

— ¡No permitiré que ganes la armadura, es el tesoro sagrado de Grecia y tú eres un simple invasor! — Dijo Cassius arrojando un golpe con todas sus fuerzas al joven quien lo bloqueo con facilidad.

—Tu eres el que no la merece, eres fuerte solo superficialmente, pero ¿alguna vez has sentido la fuerza del universo recorrer cada célula de tu cuerpo? —Dijo Seiya

—¿Del universo? —Se preguntaba aquel sujeto.

—Así es, aquella fuerza conocida como cosmos…y con ella sere capaz de derrotarte— Dijo aquel joven a la vez que saltaba nuevamente por los aires tomando distancia de Cassius

— ¡Meteoros de pegaso!— Dijo el joven lanzando numerosos meteoros impactando en el cuerpo del gigante arrojándolo fuertemente contra el suelo…

¡El combate había finalizado…Cassius había sido derrotado, al fin el joven lo había logrado! El patriarca se acercaba preparado para hablar.

—Felicidades joven Seiya has ganado el derecho de…—

—¡No! — Una voz con fuerza interrumpió al patriarca.

—Cassius no puedes perder…has ido demasiado lejos, no entrene a un debilucho, vamos… ¡levántate! — Gritó Shaina desde las gradas.

—Suficiente Shaina, Cassius está muy herido para levantarse— Habló Marin la santa del Águila.

— ¡Eso no es cierto…levántate de una vez!… —

*Con cassius*

Aquel guerrero se encontraba herido en el suelo, debatiendo consigo mismo lo que acababa de suceder…

*Ya es momento de rendirse, aquel renacuajo se volvió más fuerte el merece la armadura más que tu* hablaba una voz en su cabeza.

*Eres una vergüenza para todos los guerreros, vencido fácilmente por Seiya*

—Era el momento de que calleras derrotado como nosotros— se oía mientras poco a poco aparecían los guerreros a quien Cassius había derrotado.

—Us….ustedes— Dijo Cassius al reconocerlos a todos.

—Eres solo una bestia sin habilidades…depende solo de la fuerza bruta para ganar— Dijo uno de aquellos guerreros.

—No mereces misericordia, así como no la tuviste con ninguno—

—Tal vez sea cierto, aplaste a cada uno de ellos sin la más mínima compasión, yo…merezco ser derrotado— Dijo con resignación Cassius…

—¡No! — oyó a la distancia esa voz

— Cassius no puedes perder…has ido demasiado lejos, no entrene a un debilucho, vamos… ¡levántate! —

Era su maestra…estaba alentándolo a seguir.

—Shaina…yo no puedo terminar así, debo obtener…la armadura, por el honor de Grecia, por mi honor… ¡por el honor de Shaina! — dijo Cassius con determinación.

Pronto sus ojos se fueron abriendo y ante el asombro de todos fue capaz de colocarse de pie.

—¡Cassius!— Dijo Seiya con impresión.

—Seiya, no puedo permitirme perder aquí…no puedo deshonrar a Shaina— Dijo colocándose en posición de combate mientras una misteriosa energía blanca lo envolvía.

—Cassius… ¿Cuándo aprendiste a dominar el cosmos? — Dijo impresionada Marin.

—Has comprendido lo que es luchar por alguien más, veo que te has hecho más fuerte Cassius, es el momento de saber…quien debería portar la armadura de pegaso— Dijo Seiya corriendo a toda velocidad contra su oponente.

—¡Meteoros de Pegaso! — Un fuerte grito vino de aquella ráfaga de meteoros que se aproximaban velozmente ante el mayor.

*Puedo verlos…al fin los veo claramente*

Fácilmente usando sus manos, Cassius bloqueo aquel ataque.

—No caeré en el mismo truco dos veces— Dijo con seriedad Cassius.

—¡Es imposible! — Exclamo con asombro el caballero de Pegaso.

—Ahora es mi turno—

Imitando aquellos movimientos de su oponente Cassius concentro su poder en sus manos.

—¡Meteoros de pegaso!— Exclamo el gigante, lanzando colosales meteoros de sus puños sorprendiendo al público.

—¡Que!— Dijo Seiya con impresión evadiendo con dificultad los meteoros que se aproximaban, siendo el ultimo el que impactara contra el joven arrojándolo al suelo.

—Me has enseñado mucho Seiya, comprendí que no puedo depender de mi fuerza física y a no despreciar a mis oponentes, te estoy agradecido enano, pero no puedo permitir que te quedes con la armadura…sé que algún día podrás convertirte en caballero…—Dijo Cassius que luego de un destello apareció tras del joven Seiya…lo había golpeado a gran velocidad haciéndolo caer derrotado…

—¡Seiya!— Dijo la santa del Águila mientras corría en su ayuda.

Cassius había ganado…había derrotado a Seiya después de todo.

—Cassius, gracias a tu fuerza y habilidad, me honra nombrarte, caballero de Athena, Cassius de Pegaso— Dijo el patriarca mientras la caja de pandora se abría liberando la armadura que de un momento a otro se desarmaba vistiendo el cuerpo del nuevo santo de Athena, quien orgulloso miraba hacia las gradas hacia su maestra que…pese a estar cubierta por una máscara, el sabía que ahora estaba orgullosa por su hazaña.

Y asi…la leyenda de los Lost Saints comienza…