Evangelion [Long fic] Cuando shinji conoció a lain o "el aleph perdido"

Cuando Shinji conoció a Lain o "El Aleph perdido"

<table id="post1229254125" align="center" border="0" cellpadding="6" cellspacing="0" width="100%"><tbody><tr><td class="alt1" id="td_post_1229254125">"Esta es la historia de personages que quisieron ser reales, y de autores que quisieron ser historias."
Aran



Capítulo 1: Utopía

Es una mañana perdida, en una ciudad casi desconocida, llamada "Ciudad Destello". Una vagoneta negra se estaciona en una calle cualquiera, y un niño es obligado a bajar.

Chofer: dentro de un mes, en este mismo lugar.
Shinji (cabisbajo): hi

La puerta se cierra, y la vagoneta se retira. El joven mira a todos lados. Jamás había oido siquiera el nombre de la ciudad, no tenía ninguno de sus documentos de identificación consigo, y no tenía ninguna referencia sobre adonde ir.

Shinji (pensando): ¿y se supone que este es mi castigo?, ¿dejarme más perdido de lo que ya estaba?, ¿se supone que debo sobrevivir un mes aquí?...bueno, quizá me lo meresco...

*Flashback*

Está lloviendo, el polvo envuelve las calles, y los escombros dejar salir esporádicas llamas. El eva 01 acaba de destruir otro edificio de un par de puñetasos; ya le cortaron su cable de energía e incluso han enviado a las defenzas a contenerlo y a evacuar a la gente, el solo ha destruido edificios que sabía estaban vacíos, más aun así su furia amenaza con agravar la situación.

Gendo: para esta estupidez, no ganarás nada destruyendo la ciudad.
Shinji: ¡¡yo soy el que está cansado!!, ¡¡estoy cansado de matar a seres que no entiendo!!, ¡¡estoy cansado de llenar mis manos de sangre sin siquiera entender por qué!!, ¡¡nada de esto tiene sentido!!, ¡¡nada!!

El robot toma los escombros de un edificio, y los arroja a solo metros de las fuerzas de autodefensa, en señal de amenasa.

Shinji: ¡¡qué importa si hago cosas sin sentido!!, ¡¡si al final nada lo tiene!!
Gendo: ¿qué quieres?, ¿una explicación para tu existencia?...eres patético
Shinji: estoy cansado de ser lo que soy...
Gendo:.............
Shinji: de no ser nada...
Gendo: ......retiren el LSD y llenen la cabina con agua...

*fin flashback*

El comienza a caminar por la ciudad, la niebla es omnipresente, al igual que los cables, y las pantallas anunciando toda clase de publicidad. Curiosamente, todo lo anunciado en afiches y pantallas muestra personas y familias estereotípicamente felices, y mensages un tanto...extraños:

"¿triste?, ¡tome nuevo dietril 60, 24 horas de alegría garantizada!"
"libere su mente de esos molestos pensamientos, ¡haga deportes!"
"Jesucristo usa pastas de dientes Nomin, ideal para una vida cristiana, y una sonriza feliz"
"Mi padre tenía depresión, lo denuncié al 138, y salvé a mi familia =D"

Shinji (pensando): ¿qué clase de lugar es este?

De pronto, un camión de bomberos pasa justo frente a el, y se estaciona en una casa como cualquiera (de hecho, casi todas las casas eran exactamente iguales); rápidamente un escuadrón de bomberos armados con...lanzallamas, derriba la puerta y entra a la casa violentamente. El joven se acerca a ver, sin atreverse a entrar. Luego de un par de minutos, el grupo sale con una mujer de edad mas o menos avanzada y varios sacos. Los sacos son vaciados en medio de la calle, y de estos caen kilos y kilos de libros.

Shinji (pensando): ¿la están apresando...por tener libros?

El capitán saca un radio.
Capitán: material infeccioso localizado, procediendo a su eliminación inmediata.

Los bomberos rodean el montón de libros, y sin siquiera leer sus títulos, proceden a incinerarlos con sus lanzallamas lo más rápido que pueden. Mientras, otro par de oficiales somenten a la mujer a chispazos eléctricos, y la meten al camión igual que a una criminal. Ella no puede hacer más que llorar mientras mira fijamente los textos quemándose. La gente de la calle pasa observando aquella escena con algo de curiocidad, pero en ningún momento sus sonrizas forzadas se borran de su cara, y una vez el vehículo se retira, ellos simplemente se van, como quién acaba de ver un espectáculo.
El joven, horrorizado por lo que acaba de ver, comienza a caminar a toda velocidad alejándose de aquel lugar. Sin embargo, a solo un par de cuadras de andar, es detenido por dos hombres vestidos con terno y lentes negros.

Shinji: eh...¿sucede algo?
Agente 1 (hablando or radio): tenemos un código 36, procediendo a su detención.
Shinji: pero...¿qué hice?

Antes de siquiera poder reaccionar, una aguja ya se estaba enterrando en su cuello. En pocos segundos sus párpados comenzaron a cerrarse, mientras sus recuerdos y sus sentidos se desvanecian. El cae inconciente, los agentes, en total frialdad, lo suben a su vehículo de patrulla y se llevan<!-- google_ad_section_end -->
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Capítulo 2: distorción
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[SIZE=]<font]Voz: ayúdame… ayúdame[/SIZE]
Shinji: ¿ah?, ¿quién es?

Se ve a si mismo, en una especie de sala llena de cables y maquinaria, todo lleno de un vapor neblinoso, con una gran sensación de encierro y ahogo.

Voz: ayúdame…ayúdame.

El se acerca a la voz, viendo con dificultad una especie de una gran cápsula de vidrio, y en su interior, una sombra…

Shinji: ¿quién eres?, ¿Dónde estás?

Su mano toca el cristal, y otra mano trata de alcanzar la suya desde el otro lado.

*Despierta*

Se encuentra a si mismo dentro del vehículo en el cual los oficiales se lo llevaban luego de inyectarle aquel somnífero. Estaba aislado de los conductores, por lo cual ni siquiera podía preguntarles nada.

Shinji (pensando): ¿por qué me enviaron a este lugar?, ¿acaso solo querían deshacerse de mi?, en fin, no soy más que un número para ellos ¿no? Quizá quería que terminara como esa gente, convenciéndome de que puedo vivir con una sonrisa forzada, pero, ni siquiera para eso sirvo, hasta ellos me están condenando. Soy un estorbo para todos.

El vehículo llega al gran juzgado de la ciudad, lo bajan, y luego de los procesos de rutina, lo llevaron ante el juez: un tipo vestido con un terno azul estilo siglo 19, y un enorme sombrero de copa, el cual tenía escrita la palabra “Sombrerero”.
Sombrerero: nombre
Shinji: Ikari Shinji
Sombrerero: número
Ikari: no tengo señor
Público (horrorizado): ¡ahhhhhh!
Sombrerero: quinto decreto de la cláusula 36, se le acusa violar deeee, con los agravantes del decreto 20 cláusula 18 ir contraaa, más cláusula 15 código 8 sobre vía pública violado haber.
Shinji: pero…¿de qué se me acusa?
Sombrerero: ¿qué, ignorancia alega?, su crimen señor más eso agrava, violar acaba de la cláusula 4 código 1 del.
Abogado: protesto, apelo a la forma 26 del decreto 15
Sombrerero: ¡denegado!, el apartado ffice:smarttags" /><st1:metricconverter w:st="on" productid="13 a">13 a</st1:metricconverter> las acusaciones razón les daaaaa.
Abogado: pero, ¿y qué pasa con la forma 19?
Sombrerero: eso contra tenemos pruebas.

El juez muestra una foto, en donde sale el joven contemplando horrorizado los sucesos de la quema de libros.

Shinji: pero, ¡¿de qué se me acusa?!
Sombrerero: ¡silencio! Por cargos los mencionados ya, agravantes más los y por tener no un número identificación de, sentencia te corte esta, ¡al CUBO!, ¡Viejo del Saco el entre que!, ¡jiaaaaaajiajiajiajiajia!
Abogado: lo siento hijo, no pude salvarte, permiso, voy a cobrar mi sueldo.
Shinji: ¡¡¿pero cual fue mi crimen?!!

Se abre la puerta, y un hombre vestido con un sombrero de paja, un gran poncho y un enorme saco, entra al lugar, los guardias sujetan al joven mientras el viejo lo cubre con su saco, se lo hecha al hombro, y se lo lleva en medio de los aplausos del público, directo a lugar más temido dentro de toda la ciudad:...el cubo...<!-- google_ad_section_end -->[/size]
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Capítulo 3: interior

Los ojos del niño vuelven a abrirse, al parecer una vez más había sido sedado.

Voz: hey, ya despertó, ¿chico, estás bién?
Shinji: ¿ah?, ¿donde estoy?

El mira en todas direcciones, notando que ahora se encuentra en una habitación perfectamente cúbica, con unas especies de compuertas en cada una de sus caras. A su alrededor hay tres personas. El primero, un hombre de 50 años o más, calvo, vestido con un uniforme militar estilo camuflaje, de semblante muy serio; la segunda, una joven, un par de años mayor que el, de uniforme de colegio, cabello corto, mirada un tanto asustada y ocupando un collar con un pequeño cristal; el tercero, un adulto joven, vestidote forma casual aunque un tanto a la europea, su mirada está totalmente perdida.

Shinji: ¿que es…?

¿¿??: Calma hijo, creo que estamos en lo que ellos llaman “el cubo”, ya eché un vistazo, para todos lados hay habitaciones como esta, algunas tienen trampas, de hecho una cuchilla casi me rebana la cabeza. Esos malditos quieren divertirse con nosotros, viéndonos enloquecer y morir uno por uno, pero no lo lograrán, no mientras yo esté aquí.

????: Disculpe, ahora que estamos todos despiertos, ¿no sería mejor presentarnos?

¿¿??: Bien. Kurts, Coronel Kurts, veterano de Vietnam, especialista en misiones de infiltración y supervivencia.

????: ah ^^U, soy Hitomi, yo, solo era estudiante de cuarto año

Shinji: eh, yo soy Shinji, también era estudiante

Kurts: bien, y tu, cual es tu nombre, … ¡hey, responde!

¿¿¿¿: …Mersault

Shinji: ehm, esto es algo así como una cárcel ¿no?, yo, solo presencié cuando quemaban los libros de una casa, y me encerraron sin ninguna explicación.

Kurts: seguramente fue por la misma razón que a mi, hijo, yo me negué a sonreír y a seguir su ridícula utopía de “ser feliz”. Quizá vieron tu cara de tristeza cuando viste esa mierda.

Hitomi: yo venía de intercambio, me dijeron que no se podían traer libros, pero los intenté infiltrar, además pusieron una cara re horror cuando vieron de qué eran los libros.

Shinji: ¿que cosa?

Hitomi: adivinación, en mi ciudad les leía el futuro a mis amigos.


Kurts: …¿y tu?, ¿no vas a hablar?

Mersault: yo… maté a un hombre

Hitomi y Shinji: O.O!

Kurts: yo maté muchos por mi nación y nadie me encerró, anda, ¡se más explícito!

Mersault: el sol me molestaba y me enojé.

Hitomi: ¡por dios!…estás…

Kurts: silencio, si algo estoy seguro es que todos aquí estamos enfermos de algo, no me interesan sus crímenes mientras sean útiles. Ahora somos una unidad, y nuestra misión es salir vivos y completos de aquí.

Mersault (irónico): ¿realmente crees que halla una salida?

En eso, Hitomi se quita su collar, y comienza a hacerlo girar como un péndulo, mientras cierra sus ojos y se concentra.

Hitomi: la puerta de nuestra derecha, esa es la salida, pero hay un enorme vacío entre la puerta y el exterior, no llegaríamos a nada amenos que supiéramos volar.

Shinji: ¿puedes saber eso?, ¿puedes saber donde hay trampas también?

Hitomi: creo que hay una abajo, y otra arriba.

Kurts: niño, ¿realmente le crees?

Shinji: eh…yo…

Mersault se levanta y abre la puerta de la derecha, descubriendo efectivamente un enorme vacío oscuro.

Mersault: curioso, todos quieren salir, pero no hay nada allí afuera

Hitomi: ¡por lo menos intento ser útil!

Kurts: ¡ya basta!, ¡alguna manera tiene que haber!

Los tres e ponen a discutir, mientras Shinji, sentado en su lugar, simplemente piensa:

Shinji: el francés tiene razón, no hay nada allá afuera, todos ellos lo saben, ¿pq se esfuerzan por creer que vale la pena salir?

Voz: ayúdame….ayúdame

Shinji (pensando): ¿ah?, ¿quién es?

Voz: por favor… estoy atrapada…me están… drenando

Shinji: ¡¿donde estás?!

Voz: abajo… en lo más profundo… por favor… ayúdame

Shinji: pero… yo… ¿Cómo?

Voz: por favor… por favor……

La voz desaparece. El joven observa una vez más a los demás discutiendo por una esperanza cada vez más lejana.

Shinji: eh…creo que… debemos bajar

Todos siguen discutiendo.

Shinji: eh…. Eh….¡tenemos que bajar!

Todos: ¡¿ah?! O.o

Kurts: ¿porqué?, ¿qué lograremos con eso?

Shinji: eh… por que abajo… está la computadora principal del cubo… si llegamos allí… podríamos controlarla, en serio, el sombrerero, o sea, el juez que me condenó lo mencionó.

Hitomi lo mira a los ojos por un instante, de forma bastante inquisidora, una de sus cejas se levanta, y luego ella le sonríe.

Hitomi: dice la verdad.

Kurts: bien, es lo más cuerdo que he escuchado en mucho rato, así que iremos allá. Niño, tú nos guiarás, tu niña, nos indicarás las trampas, y tú…me encargaré de que hagas algo útil. Bien, ya tenemos nuestra misión. ¿Alguna pregunta?

Mersault: si, ¿porqué estamos luchando?

Kurts: simple, por que somos humanos.<!-- google_ad_section_end -->
</td></tr></tbody></table>

 

Re: Cuando Shinji conoció a Lain o "El Aleph perdido"

wiiiiiiiiiiiiiiiiiii!!!, les gustó *-*

mi feliz ^///^

por supuesto, mañana mismo pondré la conti

 

Re: Cuando Shinji conoció a Lain o "El Aleph perdido"

Q bueno q te gustó, por supuesto que habrá conti ^^, mañana eso si, que ahora estoy q me duermo en el teclado D:
Gracias por creer en mi esfuerzo escritor

 

Re: Cuando Shinji conoció a Lain o "El Aleph perdido"

Capítulo 4: Rugido

Y así el grupo comenzó a avanzar. ffice:office" />
El CUBO, una gigantesca construcción con la forma de un cubo perfecto, subdividido en miles, si, miles de habitaciones más pequeñas, cada una con una puerta por cada una de sus caras, y algunas de estas, con mortales trampas, las cuales no podían ser vistas o adivinadas, hasta que ya era demasiado tarde. El grupo parecía tener al menos una pista de adonde ir, y parecía tener las armas para enfrentar tan siniestro lugar, sin embargo, este infierno de metal les tenía preparadas aun más sorpresas.

Hitomi: AHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHH!!!!!

Todos: ¿qué pasa?

Acababan de abrir la puerta de una nueva habitación, la cual según el péndulo de Hitomi parecía segura, sin embargo, adentro se encontraba la figura de un hombre, en un gesto de total desesperación, convertido en una especie de estatua de sal, o de polvo.

Kurts: ¿que clase de trampa pudo hacer esto?

El arroja un zapato, haber si la habitación reacciona, pero nada ocurre. El entra valientemente y se acerca a la figura del hombre. La toca con una mano, y esta se desparrama como un montón de polvo.

Mersault (irónico): parece que no estamos solos

Hitomi mueve su péndulo y se concentra.

Hitomi: siento dolor…tristeza…vacío…desesperación…y se acerca.

En eso, se escucha un horroroso rugido a la distancia, lleno de un bestial dolor.

Kurts: …¡cambio de planes, hay que redoblar el paso, hay que llegar abajo si o si!

Comienzan a bajar lo más rápido que pueden, dándole apenas tiempo a la chica de confirmar si hay trampas. Habían bajado solo unos tres pisos, dando los pertinentes rodeos, cuando el rugido se sintió aun más cerca. Kurts abre la siguiente puerta y ante de que la chica pudiera decir nada el arroja un zapato el cual enseguida es deshecho por un chorro de ácido.

Kurts: bien, este es el plan, tomé los zapatos del tipo hecho polvo. Esa cosa debe entrar y salir de la pared cada vez que dispara, eso nos dará 4 segundos para lanzar un zapato como señuelo y pasar.

Shinji: ¡qué!, ¡no puedes hablar en serio!

El militar toma los hombros del niño.

Kurts: el miedo siempre ha sido tu amigo ¿cierto?, ¡pues aquí y ahora el te pide que lo enfrentes!

El tira el zapato, y en el momento en que el lanza ácido sale de la pared a asestarle un tiro, el se arroja por la habitación abre la puerta de en frente y entra dejando el paso abierto.

Mersault: …total este lugar no es más real que de donde venía…¡jerónimoooooooo!

El corre con una sonrisa en la cara y, casi jugando con su destino, logra pasar.

Hitomi: mi destino no es morir aquí…no es morir aquí…¡no lo es!

Pasa.

Todos: Shinji, ¡rápido!

El observa la habitación, temblando de miedo. En eso se oye otro rugido aun más cerca.

Kurts: si hay algo al otro lado por lo que debas cruzar… entonces algo…sino, quédate allí.

El recuerda la voz que le pedía ayuda, recuerda lo suave y sincera de aquella voz, de alguien que lo llamaba, no para sacar alguna ventaja de el, como todos los de Nerv lo habían hecho, sino, porque simplemente, lo necesitaba.

Shinji: mierdaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa!!!!!!

Lanza la bota, pero en su desesperación corre antes de tiempo, y el disparador le apunta directo. Está a solo pasos de llegar, cuando se da cuenta. Aquel segundo se vuelve interminable, e incluso comienza a ver escenas de su vida ante sus ojos…por dios…que vida más vacía era la suya, ¿será por eso que lo habían enviado a un lugar con personas aun más vacías? Ni siquiera fue capaz de parpadear, sino solo de mirar directo a aquella arma que lo apuntaba, y en el último instante, el arma, inexplicablemente, desvió su mira, lanzando el asido hacia el techo. El logra pasar, mas nadie se preocupa de lo recién ocurrido, más bien todo siguen corriendo por sus vidas, pasan una habitación, y otra, y otra más. Pero inesperadamente, cuando había dos a un lado de una puerta y otros dos al otro lado. Las paredes comienzan a temblar y a moverse. El CUBO gira sobre sí mismo, igual que uno de estos juguetes que mezclaban sus colores, y el grupo queda separado en dos.

Shinji: oh por dios… ¿y ahora qué?, no podemos avanzar sin Hitomi

Mersault (recostándose): ellos se preocupan por el resto ¿no?, quedémonos aquí, ellos sabrán llegar.

Shinji: como puedes estar tan tranquilo en esta situación, quién sabe qué nos está persiguiendo ahora, y como sabemos si estamos en lo más alto de esta cosa, ¡podríamos no llegar abajo nunca!

Mersault: ¿qué diferencia hay si morimos o vivimos?, todos están desesperados buscando un motivo y un sentido para lo que hacen.

Shinji: bueno…ellos desean creer en algo.

Mersault: si, Hitomi lo llama destino, Kurts deber, tu, quién sabe, ¿Dios?, y a quién le importa, ¿Qué importa lo que hagamos hoy o mañana?, ¿qué importa el legado que dejemos?, ¿qué importa si hay algo antes o después de la muerte?, será lo mismo.

Shinji: por eso mataste a ese hombre…por que no tenía ningún valor…

Mersault: ¿quieres saber cual es la única cosa verdadera y real?

El se levanta y abre una de las puertas de la pared, al otro lado…la nada…solo oscuridad y vacío.
Shinji comienza a temblar, y a caminar hacia atrás.

Shinji: no…no puedo creer eso… ¡no!

Mersault: ¿creerlo?, creo q siempre lo has sabido, siempre lo has sentido, pero por supuesto, has sido débil, y has sido incapaz de aceptarlo. ¿En qué más querías apoyarte?, ¿razón?, ¿fe?, ¿ilusión?, ¿amor?, al final todo eso es efímero, y se convierte en nada.

El niño se tapa la cabeza con las manos, sin saber que hacer. Una puerta lo llevaba a esas trampas llenas de dolor, y la otra lo llevaba al vacío.

Voz: no lo escuches

Shinji: ¿ah?, ¿quién es?, ¿eres tu?

Voz: por favor no le creas, yo no quiero creerle… no quiero desaparecer…ayúdame

Shinji: yo…yo…¡por dios jamás he creído en nada!

Voz: …¿y entonces por qué bajaste hasta aquí?

Con el sonido de esas palabras en su mente, las pupilas del niño se dilataron, todo el temblor se concentró en sus manos, y en un solo movimiento, corrió hacia Mersault, y lo empujó por aquella puerta hacia el vacío.

Mersault (cayendo): ………….¡no podrás huir por siempre, no podráaaaaaaaas!

Shinji: guíame tú por favor, sé mis ojos ahora.

Voz (tono lloroso): lo intentaré…

 

Re: Cuando Shinji conoció a Lain o "El Aleph perdido"

Capítulo 5: latido

Lejos, muy lejos de aquella terrorífica cárcel, algo más se estaba gestando.
En el palacio de gobierno de ciudad Destello, conocido como <st1>La Torre</st1> de Marfil.
Una gran cohorte de soldados entraba escoltando a un hombre de brillante armadura, el cual usaba un antifaz, y llevaba consigo una imponente espada, la cual en ocasiones brillaba con un rojo incandescente. Este hombre, y todos aquellos que lo seguían se presentan ante una enorme puerta de metal, ante la cual se inclinan.

Voz: por fin has vuelto, gran Cid

El Cid (levantándose): su excelencia, he cumplido la misión la cual me habéis encomendado

El caballero muestra un cuadro en blanco

El Cid: decidme mi siguiente encomienda, y con gusto la cumpliré para vosotros

Voz: donde están mis otros súbditos

Soldado: El Sombrerero se encuentra en el juzgado señor, el Viejo del saco salió a cazar niños soñadores, y <st1>la Llorona</st1> protege El Cubo en este instante.

Voz: que todos salgan, menos El Cid

Todos se retiran

Voz: tu siguiente misión será llevar aquel retrato, hasta la niña. Ella se ha negado a cooperar con nosotros, sin embargo, quizá la otra si esté dispuesta. Esta misión será de carácter secreto, ningún otro de mis súbditos debe enterarse.

Cid: vuestros deseos son órdenes mi señor, cumpliré vuestra encomienda sin aplomo

El Cid se retira llevando el retrato, sin embargo, segundos después, aparece el Sombrerero, quién estaba oculto tras una cortina. El observa por un instante aquella enorme puerta de metal.

Voz: dime, ¿qué te dice tu ojo de vidrio?

Sombrerero: mucho tiempo más no podrá el seguir engañado, rápido debemos actuar, su fe y sus sentimientos cuestionar nuestra visión podrían llevarlo ha.

Voz: los sentimientos…no han sido más que un estorbo para la humanidad durante milenios, una ves acabemos esto, lo único que existirá, será el ORDEN, reinante, y perfecto…ORDEN.

Sombrerero: por supuesto mi señor, y a su servicio yo estaré para ello, jejejejeeeeeeejejejejeje


Mientras, en el lado externo del CUBO, Mersault trata de levantarse después de una caída de unos cuatro o cinco pisos.

Mersault: uhhh… niño tonto…

Todo su cuerpo cruje, al parecer se ha quebrado varias costillas y tiene varias hemorragias internas. Se hecha en el suelo en medio de aquella oscuridad, riéndose de todo y esperando su muerte, sin embargo…

Voz: donde están, mi hiiiiiijooooooooos

Se oyen pisadas, y ante el aparece una mujer terriblemente delgada, llevando un vestido blanco, una máscara que expresaba un horrosoro grito, y una linterna y una os en sus respectivas manos.

Mersault: jm, hazlo ya, hace tiempo que me aburrí de todo esto

Llorona: realmente crees que descansarás en paz, ¿que abrasarás a esa nada que tanto amas si mueres aquí?

Mersault: la nada…es el único lugar hermoso al cual desearía ir

Llorona: para ti será imposible, para todos nosotros lo es, ¿no te has dado cuenta?, este no es el mundo en el cual te han enseñado que estás.

Mersault: ¿ah?

Llorona: tú y yo somos personajes, creados para la diversión de autores en un mundo que no podemos alcanzar. Somos símbolos, no importa cuantas veces muramos dentro de nuestras historias, pues eternamente estaremos viviendo aquello que representamos, una, y otra vez, en este lugar… solo habría una forma de alcanzar el fin de nuestras historias.

Mersault: …matando al personaje principal…antes de que cumpla su destino

Conciente de que su realidad no era más que un sueño, sus huesos empiezan a repararse, sus músculos a retejerse, y sus puños a apretarse de ira. El se levanta…

Llorona: …exacto…

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Shinji había corrido ya varias habitaciones, haciendo su máximo esfuerzo para vencer sus miedos y tratar de oír aquella débil voz que se esforzada por guiarlo. Por fin, luego de casi caer en una trampa por el camino, llega a la habitación que parece ser el centro de la parte baja del Cubo.

Shinji: dios…

En frente de el se encontraban otras dos estatuas de polvo, esta ves de un anciano y una niña, y en el centro, un disco brillante. El camina lentamente hasta el disco, respirando fuerte, sin saber si seguir o dejarlo todo en ese instante. De pronto se oye el sonido de una puerta abriéndose, y algo golpeando el suelo.

Shinji: ¡ah!

Hitomi: calma…somos nosotros.

Kurts: así que aquí es donde deseabas llegar, dime ¿qué te impulsó realmente a venir aquí?

Shinji: ¿ah?

Hitomi: cuando dijiste que abajo estaba la computadora principal, tus ojos me revelaron que estabas mintiendo, sin embargo me quedé callada, por que noté que también había esperanza en ellos.

Shinji: la verdad…sentí una voz…hay alguien allí abajo, que me ha estado llamando todo este tiempo, pensé que no me creerían si lo decía.

Kurts: ese disco parece ser un ascensor, ¿vas a bajar o no?

Shinji: yo…tengo miedo…

Kurts: …aun recuerdo una vez en Vietnam, que nos ordenaron vacunar a un pueblo de nativos contra la polio, llegamos, inyectamos a todos los niños que habían allí, y nos fuimos pensando que habíamos hecho todo bien. Pero, uno de mis soldados llegó corriendo horrorizado, y nos llevó de vuelta. Lo que vimos fue increíble: los padres de aquellos niños, les habían cortado a todos el brazo por el cual los habíamos vacunado…
Al principio lo vi como algo, terrible, salvaje, inhumano, pero después comprendí, que aquello era en realidad algo, hermoso, puro, cristalino, un acto de amor de aquellos padres por sus hijos, ¿Quién sabe que les decía su religión o sus creencias sobre que sus hijos fueran inyectados?, pero lo vieron como una amenaza, y quisieron salvarlos.
Escucha hijo, el horror, es algo que todos tememos, pero jamás ha sido nuestro enemigo, siempre ha sido un sentimiento igual que cualquier otro, que ha estado allí para ayudarnos a vivir esta vida. Le tememos al horror, porque nos duele, nos hace sangrar, llorar, y pensar que dejamos de ser humanos. Pero en realidad, lo único que desea, es que por una vez lo miremos de frente, y comprendamos lo que nos quiere decir.

Shinji (impresionado): ah…

Kurts: Estoy seguro en que algún momento el horror en persona aparecerá ante ti en persona. Cuando lo haga, solo míralo a los ojos, y sonríele.

Shinji: …eso haré…señor…

El trío baja por el ascensor, lo primero que encuentran abajo, es un calabozo, lleno de huesos y figuras de personas convertidas en polvo, rodeadas de enormes huevos, que habían eclosionado hace poco. Lo siguiente, fue un impresionante puente, desde el cual podía verse, kilómetros más abajo, algo que no se sabría decir si era un núcleo de lava, o el fuego de un gigantesco sol sepultado bajo la tierra. Finalmente, una gran puerta de metal, abierta para recibirlos.

Hitomi: nosotros nos quedaremos aquí, es contigo con quién ese ser quiere hablar ¿no?

El entra, el lugar es una cueva, decorada con marañas interminables de cables, tubos con líquidos de enfriamiento, y placas de metal cada vez más abundantes. El avanza, hasta llegar a algo que a la primera vista, hizo su piel temblar, y su corazón latir más rápido que nunca antes en su vida:

Encerrada en una caja de vidrio, atravesada y conectada por cables a grotescas computadoras, se encontraba una niña, mirándolo fijamente a los ojos, con una expresión que el jamás olvidaría. Un poco más abajo, se encontraba una placa, con una sola palabra:

……………………………………………..LAIN………………………………………..

 

Re: Cuando Shinji conoció a Lain o "El Aleph perdido"

Capítulo 6: confrontación

…………………………silencio………………………..

Ambos niños acercan sus manos uno al otro, solo separados por aquel frío cristal, la mirada de ella evoca una impresionante tristeza, temor, vacío, igual o mayor que la de el, ambos se sienten pequeños frente a la mirada del otro, como si todo su sufrimiento hubiera sido un chiste frente a lo que el otro a vivido.
El contempla su delgado y frágil cuerpo, atravesado de lado a lado por esos grotescos cables manchados de grasa e incluso sangre.
De un instante al otro, sus emociones cambian, toma el objeto contundente más cercano, una silla, y en un solo furibundo golpe destroza el cristal. Acto seguido comienza a arrancar los cables con ambas manos y a soltar las ataduras de la niña. Ella cae encima de el, ¡pero que ligera era!, era…casi como un sueño…sin embargo, el sueño es interrumpido por un frío y mecánico sonido justo después de sacar el último cable.

Computadora: alerta, alerta, memoria sistema operativo central desconectado, iniciando programa de autodestrucción en: 8:00; 7:59; 7:58…

Shinji: mierda… (La mira), te sacaré de aquí, no temas

Ella apenas tiene la fuerza para asentir. El la toma en sus brazos y la lleva fuera de aquel cuarto, afuera sus compañeros lo esperaban nerviosos.

Shinji: hay que salir de aquí ahora ya!

Kurts: wow, y de donde salieron esas ganas de vivir

Hitomi (concentrándose): hay una habitación que se mueve por todo el exterior del cubo y lleva hacia la salida…pasará por el otro lado de esta cosa en 4 minutos, ¡síganme!

Pero no llevaban ni dos pasos corriendo por aquel puente, cuando una bala dio justo frente a sus pies. Era Mersault…

Kurts: ¡¿que demonios haces?!

Mersault: jm…, cumplo mi propósito, llevarlo todo, a <st1:PersonName productid="la Nada" w:st="on">la Nada</st1:PersonName>

Agita su otra mano, e increíblemente, una segunda arma se materializa en ella.

Mersault: ¿por qué desear vivir?, todo esto no es más real que…

No alcanza ni a terminar la frase cuando Kurts ya le está saltando encima. Una bala atraviesa su torso, pero el alcanza a atrapar a su enemigo en una poderosa llave.

Kurts: ¡váyanse!, ¡yo los alcanzo después!

Hitomi: ¡no sea idiota, no nos podrá alcanzar!

Kurts: ¡entonces usted será la oficial al mando señorita!, ¡es una orden!
Ambos miran al oficial, sin poder entender lo decidido que está, sin embargo, Hitomi se despabila, toma al chico de una mano y lo tira.

Hitomi: vámonos

El carga a la pequeña en su espalda y comienzan a correr lo más rápido que pueden, hasta tomar el ascensor y perderse de vista. Mientras, ambos hombres siguen forcejeando.

Mersault: ¡tonto!, ¡tu has vivido lo peor de las raza humana!, ¡tu has vivido en medio del vacío!, ¡del horror!, ¡¿crees que vale la pena luchar por algo ahora?!

El francés comienza a reír, de forma irónica y sínica, y su cuerpo, junto con el de su captor comienza a elevarse.

Mersault: ¿no lo entiendes?, puedo quebrar las reglas del mundo, ¡por que el mundo no existe!, ¡no somos nada!, ¡y jamás seremos nada!

Se eleva hasta quedar en posición, y luego se arroja a gran velocidad hacia los filosos bordes del acantilado, de forma que su enemigo reciba el golpe.

Kurts: tu eres el que no entiende, este mundo parece irreal y vacío…y ese es el mayor regalo que tenemos, ¡por que somos nosotros los que debemos moldearlo!, ¡nosotros creamos nuestro propio destino!

El logra voltear justo en el último instante, de forma que Mersault recibe todo el golpe y se incrusta las rocas en la espalda. En un último movimiento, el militar golpea a su rival y se impulsa para alcanzar a colgarse del puente.
Mersault, inconciente, cae por el abismo hasta pulverizarse en las llamas del ardiente sol, encontrándose con la nada que tanto deseaba hallar. Kurts camina lentamente por el puente, con un pulmón llenándose de sangre y su vista desvaneciéndose. Se sienta en un rincón, recordando todas las cosas vividas, y finalmente sonríe, pero no es la sonrisa irónica de aquel que se encuentra con el vacío de su propia existencia, sino al contrario, es la sonrisa calida, de aquel que sabe que su existencia, por fugaz que fuera, valió para otros, y que pudo dejar huellas en sus futuros.

Kurts: ….oh…el horror…el horror…

Cierra sus ojos, y sus manos y cabeza caen, inmóviles.

Hitomi: ¡ya vamos a llegar!

El trío llega justo a la puerta que daba al exterior del Cubo. La chica mayor sale y se sujeta de una esquina, mientras el niño trata de salir y sujetarse en el poco espacio que queda.

Hitomi: allí viene, pasará justo debajo de nosotros, salta exactamente cuando yo te diga.

Shinji: por favor, sujétate con todas tus fuerzas.

Lain asiente. Pronto se ve una habitación deslizándose tal cual un vagón de tren por las paredes de Cubo.

5

4

3

2

1

Hitomi: ¡¡AHORA!!

Ambos saltan y caen justo en el techo del artefacto. Este rápidamente empieza a subir hasta llegar a la esquina de una de las paredes del complejo, para luego ensamblarse y abrir sus puertas.

3: 35

El grupo entra y comienza a pasar habitaciones desesperadamente.

Hitomi: ¡esta es una trampa!

Lain: pasen

Ambos: ¿ah?

Lain: pasen

Shinji: ….mierdaaaaaaaaaa…

El reúne valor, cree en la niña, y pasa. Apenas entra una reja hecha de barras filosas intenta desprenderse del techo, sin embargo la pequeña niña levanta una mano en un gran esfuerzo y la detiene. Los tres pasan. Ella mira al chico a los ojos agradecida de su confianza.

2:00

Hitomi: ¡es la última pieza!

Abren la puerta de la última habitación antes de la salida, emocionados se lanzan pensando en la libertad y en cuanto deberían correr para salvarse de la explosión, pensando en qué nuevos desafíos les traería el futuro, y que nuevas esperanzas.

Sin embargo…

Apenas traspasan la puerta, su piel palidece, su sangre se hiela, y sus huesos se paralizan. En frente de ellos se encontraban tres criaturas, enormes, monstruosas, dotadas de garras que partirían fácilmente un humano a la mitad, colmillos en forma de tubo que arrancarían sus cabezas de un solo mordisco, y sus ojos, cada uno de los cuatro ojos de aquellos seres, reflejaba el terror y desesperación de sus víctimas antes de haber sido aniquiladas. Los jóvenes recordaron entonces a aquellas personas que encontraron convertidas en polvo con expresiones de pavor, estirando sus manos pidiendo una ayuda que jamás llegó. En los últimos minutos, de un instante al otro, todo pasó de una luz al final del túnel, a la más terrible oscuridad. La criatura más imponente acercó sus manos a Shinji, lo agarró en estas, y el comenzó a sentir como poco a poco su energía vital abandonada su cuerpo. Su mirada cayó, y pudo ver una especie de inscripción grabada en el costado del ser: Omega Metroid.

Shinji (pensando): omega…el fin de todo…que apropiado nombre.

De pronto el siente que la mirada llena de dolor del ser busca la suya, ¡y entonces!, como un chispazo dentro de su mente, llegaron a el las palabras de Kurts. Y así, el niño levantó la su rostro, miró a aquel monstruo a los ojos…y le sonrió…
Lo ultimo que recordó, fue como uno de los monstruos le entregó una especie de huevo a Hitomi, como cada uno de estos seres tomo a uno de los chicos en sus garras, y como, segundos antes de la gran explosión, los Omega Metroid, nacidos originalmente para destruir, salvaron las vidas de los jóvenes, usando toda su fuerza para arrojarlos fuera del Cubo, de vuelta a la libertad.

 

Re: Cuando Shinji conoció a Lain o "El Aleph perdido"

Gracias ^^, acá va la conti, jamás decepcionaría a mis lectoras :)
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Capítulo 7: reflejos

Dos ojos se abren en medio de la llanura. Se escucha el sonido de la lluvia y algunos motores a la distancia.

Lain: ahhhh, ¿hay alguien allí?

Ella levanta su débil cuerpecito. A su alrededor están sus amigos inconcientes, y aquel huevito verdoso depositado en los brazos de la chica. Ella los zamarrea, y lentamente empiezan a despertar.

Shinji: ahhh…¿estoy muerto?

Hitomi: ¿quién anotó la patente?

Lain: no…estamos vivos

El chico abre los ojos de golpe, la ve, se asusta terriblemente y retrocede.

Hitomi: si niño…no fue un sueño, todo esto es real

Lo pellizca

Hitomi: y ella tb lo es ;)

Lain: lo siento…no quise asustarte

Shinji: eh…no…discúlpame tu °////°, eh, esto, soy Ikari Shinji ¿Cómo te llamas?

Lain (mirando al suelo): ah!, eh, Iwakura, Lain

Hitomi (pensando): cual de los dos es más tímido ¬¬

En eso ocurre un chispazo en los ojos de la chica mayor, como si hubiera tenido una visión.

Hitomi: alguien con malas intenciones viene hacia acá, ¡vayámonos!

Pero era tarde, 5 hombres en moto y un blindado rápidamente los rodean y les apuntaron sus armas. El gran vehículo abre sus puertas, y de el baja un gran hombre en una armadura que combinaba diseños medievales y mecánicos. Era el Cid.

El Cid: rendíos, en el nombre de todo lo que es bueno y justo, he venido a arrestaros, y a darles su merecido castigo por sus actos terroristas.

Hitomi (concentrándose): este hombre…no es como los otros de la ciudad…

Shinji: ¡no es justo!, ¡nosotros solo deseamos vivir!, ¡¡no tenemos nada contra ustedes!!, ¡¡solo déjennos ir y no sabrán más de nosotros!!

El Cid: ¿y que vosotros habléis sobre nuestra ciudad en el mundo exterior?, lo siento, pero no os puedo permitir eso.

Hitomi: claro…saben que afuera los castigarían por sus crímenes.

El caballero la toma del cuello y la levanta.

El Cid: nuestra ciudad es una luz en medio de la oscuridad, los de afuera son los que no soportarían la pureza y verdad de nuestro pueblo. No os permitiré destruir el sueño de nuestro rey.

Uno de sus soldados saca del blindado un objeto tapado con un paño y se lo da al general. Cada soldado sujeta a uno de los jóvenes, mientras el Cid se dirige hacia Lain, y descubre el objeto. Este resulta ser un retrato en blanco, en el cual, lentamente, comienza a dibujarse la expresión tímida y triste de la niña, mientras que la cara de la niña real, empieza a cambiar su expresión, por una de confianza y malicia.

Shinji: ¡¡¿qué le hacen?!!, ¡¡déjenla!!

Lain: no…tu no…solo hay una Lain, no aparezcas de nuevo, por favor

Su expresión cambia de un estado al otro varias veces, como si ella estuviera luchando contra si misma.

Shinji: niña… ¡tu me ayudaste allá abajo!, ¡por favor no me dejes ahora!

Lain: ¡ah!

Por un momento el cambio se detiene, segundos justos y suficientes para que una ráfaga de disparos derribara a un par de soldados y obligara al resto a moverse.

El Cid: ¡quién osa!

Prácticamente de la nada aparece un grupo de hombres y mujeres vestidos de forma demacrada, y armados hasta los dientes. A la cabeza de ellos, viene un hombre de larga barba negra, pies descalzos y una túnica aun más austera.

Tzarathustra: márchate fanático, ellos están con los libres ahora

Su tropa apunta a los soldados del Cid.

El Cid: ¡ni diez mil hombres podrán contra el que lleva la verdad en su espada!

Su espada de pronto arde en llamas, y su dueño la levanta en señal de un inminente combate, sin embargo, una voz sale del vehículo que lo transporta:

Sombrerero: ir déjalos ya, una orden es de nuestro señor.

El caballero frunce el seño.

El Cid: al final el bien triunfará sobre vuestra corrupción.

Tzarathustra: el bien está en los ojos del que mira, no en la palabra del que impone.

El Cid: ¡¡callad!!, vuestra rebelión será aplastada, ¡es mi palabra!

El general y sus soldados se suben al vehículo llevando el retrato, y se retiran.

Shinji se acerca a la péqueña.

Shinji: Lain, estás bien, ¡responde por favor!

Ella lo mira a los ojos, con una expresión de sadismo.

Lain: jamás he estado mejor…

 

Re: Cuando Shinji conoció a Lain o "El Aleph perdido"

Capítulo 8: decisión

La niña mira al joven con un gesto sádico. Inesperadamente toma el cuello de la camisa de el, y acerca sus labios a milímetros de los suyos. El joven se asusta y se hecha para atrás, ante lo cual ella simplemente lo empuja y lo suelta.

Lain: jm…no eres más que un pobre iluso

La gente alrededor suyo se extraña.

Lain: ¡¿y ustedes qué miran?!

De la nada comienza a sentirse una gran presión alrededor de ella, y de pronto todas las armas y objetos metálicos tratan de abandonar a sus respectivos dueños para ir hacia ella.

Shinji: ¡¿qué haces?!

Lain (sarcástica): lo que yo quiera, ¿soy libre no?

Hitomi: doble personalidad…¡no disparen solo está…

Pero ni termina la frase cuando una descarga la impacta y la arroja lejos. Los rebeldes tratan de apuntarle para disparar a la señal de su líder. Shinji se interpone y una bala pega a centímetros de su cara. En ese instante ocurre un chispazo en la cabeza de Lain, y su expresión cambia.

Lain: ¡no, déjenlo!

De unos postes cercanos se corta una maraña de cables y empieza a envolver a los rebeldes y a apretarlos.

Shinji: ¡detente!

Lain: no…¡no puedo!

La situación parece incontrolable, sin embargo, algo aun más inesperado sucede. Golpeado por las descargas de energía de la niña, el huevo comienza a trizarse, hasta que de el sale una criaturita no más grande que una cabeza humana, de apariencia similar a una medusa, pero con cuatro colmillitos en lugar de tentáculos, y algunos destellos rojizos en su interior los cuales parpadean cada cierto tiempo. El ser despreocupadamente flota hasta la niña y empieza a absorber todas las descargas que salen de ella. Los rebeldes aprovechan para levantarse y tomar sus armas.

Shinji: por favor, no disparen

Tzarathustra: ¡no me hacen falta balas para vencerla!

De un solo combo la deja inconciente en el piso. Todo queda en silencio por un instante. Hasta que la atención general se centra en la criatura.
Larvita: rrriiiiiiiiiii

Tzarathustra: parece inofensivo…manténganlos vigilados, y a los heridos, tráiganlos.

El grupo es llevado a un gran campamento, en donde se concentraban todos los rebeldes a la dictadura se Ciudad Destello. Allí curar las heridas de los jóvenes y les dan algo de comer, llevaban casi dos días sin hacerlo. Sin embargo, Lain en mantenida bajo vigilancia, y las horas que siguen ella tiene terribles convulsiones y dolores de cabeza, como si luchara contra si misma sin descanso. Cuando por fin Shinji y Hitomi son dejados entrar a ese lugar, el trata de ir a ayudarla, mas es detenido por el mis Tzarathustra.

Shinji: déjeme ayudarla, ella está sufriendo

Tzarathustra: ¿la ayudarás a qué?, ¿a sentirse más miserable?

Shinji: ¿ah?

Tzarathustra: ¿es que acaso nunca has sentido verdadero amor?, el amor pide sacrificios niño, si realmente ella te importa, déjala, deja que se levante sola.

Hitomi: ¡qué!

Tzarathustra: si ella es incapaz de controlar su mente y sus poderes, tendrá que morir, amo demasiado a mi pueblo para dejar que ella les haga daño.

Hitomi: ¡pero ella necesita ayuda!

Tzarathustra: la mejor ayuda que pueden darle, es confiar en ella, sacrifiquen su deseo de ser un bastón para ella, ella debe levantarse sola, sino, será un lastre para si misma y para ustedes. Retírense.

Ambos salen de la carpa, cabizbajos.

Shinji: tiene que haber algo qué podamos hacer.

De pronto, una persona encapuchada se les acerca.

¿???: si necesitan ayuda, vallan a ver al sabio, el podrá darles una pista, está en esa tienda de allí.

La tienda afuera tenia un pequeño letrero con el nombre “Séptimus”. Ambos miran a la tienda, y cuando vuelven a ver al encapuchado, este ya no está. Aun más confundidos que antes, se dirigen a la vivienda. Allí encuentran a un hombre de no más de 30 años, mirando las estrellas por una ventana de su carpa, con un traje medio manchado con te y una tetera en una cocinilla.

Hitomi: ehm, buenos días, venimos por un consejo…nos dijeron que usted…

Séptimus: oh!, el aleph, el aleph está perdido, por eso nada encaja
Shinji: eh…señor, podría decirnos

Séptimus: el escritor está buscando su ojo, alguien se lo robó, por eso ya no puede predecir lo que pasará, esta historia podría tener cualquier final…

Hitomi: ni siquiera se ha dignado en mirarnos…

Séptimus (cerrando los ojos): siiiii, el retrato, el retrato se llevó un pedazo de ella

Shinji: el retrato…es cierto…vi cuando el retrato empezó a dibujarla, señor, ¿si recuperamos el retrato, ella volverá a ser como antes?

Séptimus: un punto, un lugar, donde se concentran todas las cosas, todos los tiempos, todas las historias…¡qué hermoso!

Shinji: -__________________-

Hitomi: señor….¿los cangrejos son inmortales?

Séptimus: si el retrato se quiebra, la otra parte será libre.

Shinji: ¿en serio?

Séptimus mueve una piedra de un rincón del suelo al otro.

Séptimus: si, si son inmortales, cualquiera que pueda hacer esto lo es.

Hitomi: ehm….muchas gracias señor, su ayuda fue muy valiosa.

Ambos se voltean para salir.

Séptimus: de nada niños, vuelvan cuando quieran.

Ambos: o_OU

Larvita: rrriiiiiiii ^^

Pasan las horas, y ambos discuten una y otra vez como hacer para entrar a la ciudad y recuperar ese retrato, sin embargo parece imposible. De pronto suena un cuerno, y la gente se empieza a reunir en el círculo interior del campamento. En una especie de tarima hecha con piedras, aparecen los líderes rebeldes.

Tzarathustra: hermanos...hemos investigado las ultimas pistas traídas por nuestros compañeros sobre el imperio, y hemos logrado deducir cual es su terrible plan.

Público: o.o!

Tzarathustra: la información extraída de la niña a través de interrogatorio, revela que el imperio estaba buscando una fuente de poder para enlazar sus computadoras a las redes globales de comunicación, incluyendo esto satélites, y la red digital.
Shinji: ¡¿qué, la interrogaron?!

Tzarathustra: los nuestros que han logrado escapar de la torre de marfil, han denunciado que allí poseen un sistema, capaz de dividir el alma de una persona, y extraer sus sentimientos. ¿Saben lo que esto significa?

Público: o.o?

Tzarathustra: ellos desean un mundo feliz, según SUS definiciones, lo que ellos pretenden, es usar ese artefacto a nivel global, y quitarle a la humanidad toda su capacidad de sentir dolor, pena, tristeza, y angustia.

Público: Ah!!!

Tzarathustra: exacto…¡¿quieren que el mundo entero se convierta en zombis?!

Público: NOOOOOOOOOOOOOO!!!!

Tzarathustra: hermanos, el tiempo se nos acaba, la ciudad de donde venimos cada vez sufre más, pero sus fuerzas se han debilitado, el CUBO ya no existe, y su red de computadoras ha perdido su soporte principal, el cual era esa niña, que ahora está con nosotros. Mañana señores, será nuestro gran día, mañana es nuestra última oportunidad de acabar esta tiranía para siempre, mañana, ¡¡¡ATACAREMOS <?xml:namespace prefix = st1 ns = "urn:schemas-microsoft-com:office:smarttags" /><st1:PersonName w:st="on" ProductID="LA TORRE DE"><st1:PersonName w:st="on" ProductID="LA TORRE">LA TORRE</st1:PersonName> DE</st1:PersonName> MARFIL!!!, ¡¡¡¿ESTÁN COMNIGO?!!!

Publico: SIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII!!!!!!

Pero antes que el terminara su discurso, Shinji tomó del brazo a su compañera y la sacó de allí.

Hitomi: ¿qué pasa?

Shinji: tenemos que sacar a Lain de aquí, y llevarla a esa torre antes que ellos lleguen, sino, jamás podrá recuperar la parte de ella que está en el retrato.

Hitomi: pero…

Shinji: no, ellos no escucharán, ya he escuchado bastante de sus definiciones sobre el amor y la hermandad, y créeme,… (Acumula valor y toma aire)…no es lo que yo siento ahora…

 

Re: Cuando Shinji conoció a Lain o "El Aleph perdido"

Es como decir, que el que escribe la historia siempre sabe como deberia terminar, pero, el escritor, osea yo, ahora está tuerto, ni el mismo conoce el final de la historia.

 

Re: Cuando Shinji conoció a Lain o "El Aleph perdido"

Oki, tomese todo el tiempo del mundo ^^

 

Re: Cuando Shinji conoció a Lain o "El Aleph perdido"

<SPAN lang=ES-CL style="FONT-FAMILY: Arial; mso-ansi-language: ES-CL">Capítulo 9: viajehttp://foro.cemzoo.com/ /></SPAN><P class=MsoNormal style=
El primer paso, fue acercarse a la tienda donde se encontraba Lain. 8 guardias armados la rodeaban. Y desde afuera se oía el llanto de la pequeña. Hitomi mueve su péndulo y se concentra.

Hitomi: en 10 segundos las luces se apagarán por 3 segundos más…¡ahora!

Los jóvenes se escabullen adentro. Allí la niña estaba amarada de pies y manos y, aunque cansada, de pronto aun le llegaban espasmos desde su mente.

Shinji: tranquila…te sacaremos de aquí

Lain: …viniste…

Shinji: ehm!, bueno yo…no soportaba que te trataran así

Ella sonríe tiernamente, y el se pone aun más nervioso, sin embargo.

Guardia: ¡hey!, ¡¿qué hacen ustedes aquí?!

Hitomi saca una daga que había robado unas horas antes y la pone en el cuello de la chica.

Hitomi: sé que ella es indispensable para uds. Déjennos salir de aquí, o se muere.

Los jóvenes logran desatarla y avanzar fuera de la carpa, sin embargo poco después llega el líder. Sujetando en sus brazos a la pequeña larva de metroid contenida en un frasco.

Tzarathustra: ¿qué creen que están haciendo?

Hitomi: ¡nos vamos!

Tzarathustra: no podrán huir de esta guerra, no con lo que la dictadura pretende con ustedes. Si se van tarde o temprano atraparán a esa niña, y tu estúpido egoísmo nos pondrá en peligro a todos, solo por que creías que podías salvarla.

Shinji: ¿y si realmente creemos que podemos salvarla?, la solución está en esa torre, y en el momento en que la tengamos podremos ayudarles.

Tzarathustra: no puedo dejar que arriesguen a todo mi pueblo solo por una ilusión vaga. Mi ilusión es algo real, y es que mi pueblo viva, lo siento, pero a veces hay que sacrificar a algunos para que vivan otros…así funciona el amor.

Las armas de los guardias les apuntan.

Hitomi: todo en la vida comienza con una ilusión ¿no?
Tzarathustra (cerrando los ojos):…mátenlos.

Las balas salen de los cañones, sin embargo se detienen en el aire frenadas por una especie de campo electromagnético.

Lain: …la verdad está en la palabra que impone, sino en el corazón que cree

Todas balas salen expulsadas asustando a los rebeldes y de paso quebrando el frasco de la larva. Los jóvenes acto seguido salen corriendo, perseguidos por cuanto guerrero logra verlos. Hitomi mueve una vez más su péndulo y los guía hasta un hangar lleno de motos y otros vehículos pequeños.

Hitomi: ¿sabes manejar una moto?

Shinji: no ¿y tu?

Hitomi: tampoco, ¡genial!

Ella se sube a una moto con carrito y recordando lo que vio en películas la hecha a andar. Los niños se suben, y salen a toda máquina. El escudo magnético de Lain logra hacerlos pasar por el campamento hasta que salen perseguidos por unos cuantos guerreros en moto.

Lain: no aguantaré mucho más.

Larvita: riiiiiiiiiiii!!!

La criaturita se lanza y rápidamente se posa en la cabeza de uno de los conductores enemigos, en pocos segundos este cae cansado y sin fuerzas. Luego esquiva fácilmente una que otra bala, y repite la operación con los otros.
Cuando llega al último, este frena la moto y dispara rozando el blando cuerpo del ser, este se enoja y empieza a absorber su energía más rápido, hasta que el cuerpo del tipo empieza a palidecer y enflaquecer.

Shinji: ¡no!, ¡no lo mates!

Larvita para, suelta al hombre y va con los jóvenes, aunque no tiene sangre en su cuerpo, la herida se ve seria.

Hitomi: ven aquí, yo te cuidare.

Larvita: riiiiiiiii ToT

Shinji: parece mentira que el valla a convertirse en esas cosas tan horribles cuando crezca. Recuerdo la expresión de terror de los adultos.

Hitomi: quizá no conocieron nada más en esa cárcel.

Lain: los metroid… todos los días sentía sus rugidos…y sus emociones me llegaban desde lejos…cuando nacían todos eran puros, pero mientras más gente mataban para vivir, más feroces y destructivos se volvían.

Hitomi: ¿tú no serás así cierto?

Larvita: rrriiiiiiiiiiii

Shinji: quizá ellos sean como nosotros, se convierten en lo que ven y asimilan… ¿son absorbedores de energía no?

Lain: = que nosotros absorbemos los sentimientos que nos dan.

Hitomi (picarona): y qué sentimientos de ti crearon a esa otra Lain, ¿eh?

Lain: O/////O ….bueno…yo…no sé, a veces ella aparecía y hacia cosas malas, y después yo no recordaba nada.

Ambos: o.o

Lain: ella tiene cosas buenas…pero malas también.

Shinji: ¿cosas buenas?

Lain: ….

Hitomi: se atreve a hacer cosas que tu no ¿cierto? ;)

Lain: >////<

Shinji: O//////O

Hitomi: saben, todos acá han tenido su oportunidad de dar su charla filosófica y creo q este es mi turno. Saben cuando niña mi madre me regaló este péndulo, y me dijo que lo agitara cada vez que deseara que el destino me ayudara, y hasta ahora, siempre lo ha hecho. No les voy a decir que sus vidas estén escritas y que el futuro sea inevitable, por que eso nadie lo sabe, pero, creo que las cosas pasan por algo. Que si uno desea algo ese algo se cumple, y las oportunidades nos llegan cuando las merecemos. El destino no está para enjaularnos en una historia, sino para dar justicia a nuestras acciones, y para hacer que pase la cosa exacta, en el momento oportuno ^^.

Ambos: o.o

Hitomi: el destino te regala las oportunidades cuando cree que las mereces, o las necesitas, sin embargo, es tu responsabilidad decidir si las tomas, o las dejas ir, quién sabe, quizá una vez que se vallan, ya no regresen.

Instintivamente Shinji y Lain se miraron a los ojos, parpadearon sin saber por qué lo hacían, y miraron a otro lado.
Larvita: rriiiiiiiiiiiii

Pasó el rato en relativo silencio, mientras avanzaban en aquella moto, poco a poco, un sonido cada vez más fuerte se empezó a oír a la distancia tras ellos. Cuando subieron a una colina, por fin pudieron darse cuenta. Los rebeldes habían adelantado su ataque, habían sacado todas sus fuerzas y armamento y venían en un enorme convoy directo a la ciudad.

Lain: saben q si soy capturada la dictadura ganará así que están urgidos por destruirla antes.

Shinji: no te conectarán a esas computadoras de nuevo.

Lain: claro -_-

Hitomi: tengo el presentimiento…de que se acerca la batalla final.

Aceleraron el paso, y por fin, luego de varias horas de viaje, lograron llegar a la entrada de la ciudad. Sus edificios eran gigantescos, y se imponían aun más con el brillo de las gigantescas pantallas y altavoces. En el centro, se encontraba su desafío, <?xml:namespace prefix = st1 ns = "urn:schemas-microsoft-com:office:smarttags" /><st1:PersonName w:st="on" ProductID="la Torre">la Torre</st1:PersonName> de Marfil…

Voz: tu profecía se ha cumplido, ellos vinieron a nosotros primero.

Sombrerero: por supuesto mi señor, lo sabe todo ojo de vidrio este.

Voz: entonces, te lo encargo, confío en ti, y en los otros inmortales.

Sombrerero: jejejejejeeeeeeejejejejeje