[Long fic] Cuadro Nocturno

Tema en 'Historias Abandonadas Originales' iniciado por Vientchat, 18 Septiembre 2010.

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    Vientchat

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    [Long fic] Cuadro Nocturno
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    [Long fic] Cuadro Nocturno

    Cuadro Nocturno
    Capitulo 1
    Todas las familias son distintas una de otra; en unas todos los integrantes son muy unidos, otras son familias muy grandes y otras muy pequeñas; todas tienen problemas distintos, diversiones distintas. La familia de la que voy a hablar no se diferencia de lo normal: una pareja que a los treinta tuvo su primer hijo y dos años después su segundo hijo; ellos le daban lo más que podían a sus hijos y los amaban, al contrario de la relación de los hermanos, quienes se peleaban por cualquier cosa, no tenían ni una sola cosa en común y cada uno tenía sus planes para el futuro.

    El mayor tenía un plan muy simple: estudiar, graduarse, encontrar trabajo, comprarse una casa y si había tiempo se casaría, hijos no eran algo que de verdad esperara. Mientras que el menor tenía un plan más normal: él quería tener un buen trabajo donde pudiera ayudar a la gente, eligió ser abogado, tener una linda casa, una esposa e hijos.

    El hermano conoció a una chica, mantuvo una relación de sólo novios por tres años; los padres de ambos fueron los que insistieron en que se casaran, con tal de que sus padres ya no los molestaran lo hicieron; se casaron sólo por el civil, con una fiesta chica y de pocos invitados. Tres meses después fue la boda de su hermano menor, esta si fue por iglesia y por el civil, con fiesta grande y mucha gente; lo que hacía aún más notorias las diferencias de los hermanos.

    Para cuando el menor cumplió veintiocho años al igual que su esposa, nacieron sus hijos; fueron unos mellizos completamente sanos: una niña y un niño de ojos café claro, el poco cabello que tenían era de color negro y brillante. Los consentían sin llegar al extremo, cada dos semanas iban a visitar a sus abuelos, eran unos chicos alegres y extrovertidos hasta cierto punto, eran buenos en la escuela y eran muy unidos, su vida era normal y tranquila hasta que cuando cumplieron trece años, una tragedia sucedió.

    Sus padres salieron en la tarde a cenar para celebrar su aniversario de casados, les habían insistido a sus hijos que los acompañaran, pero estos les cedieron la noche para ellos dos solos. A la media noche los mellizos se fueron a dormir ya que sus padres aún no llegaban, durmieron tranquilos esperando que al despertar sus padres ya hubieran vuelto. Las diez de la mañana dieron, los chicos se despertaron, fueron a la habitación de sus padres y la encontraron vacía, bajaron al otro piso, pero los resultados no cambiaron; la sala estaba vacía, la cocina tal y como la dejaron la noche anterior, el coche no estaba en su lugar; los chicos se preocuparon.

    Justo cuando el hermano había agarrado el teléfono llamaron a la puerta, su hermana fue a abrir.

    Las personas que habían tocado el timbre eran sus tíos, el hermano mayor de su padre que sólo habían visto dos veces en toda su vida; les permitió la entrada y sin más tiempo por esperar, el tío habló.

    —Tenemos algo importante que decirles— los chicos comenzaban a presentir lo peor —sus padres no volverán, fue un accidente provocado por un camión, sus padres no fueron las únicas víctimas— los chicos no dijeron nada, sólo se agarraron de las manos.
    —Sus padres hace tiempo dejaron dicho que si algo les sucedía, nosotros nos convertíamos en sus tutores, así que por favor, vayan a su cuarto y arreglen una maleta con su ropa, la casa siempre será de ustedes, pero vivirán aquí, si lo desean, hasta que cumplan dieciocho años, mientras vivirán con nosotros.

    Los mellizos sin decir nada se fueron a su habitación y cerraron la puerta, los tíos mientras comenzaron a preparar lo demás y a hacer llamadas.

    Los tíos hicieron lo que pudieron para consolar a los mellizos, no porque se la pasaran llorando o quejándose, si no porque se veían tristes, pero eso sólo duró dos meses y medio. Los chicos se acostumbraron a su nuevo hogar y su nueva vida, pero cambiaron de ser esos chicos alegres y extrovertidos, a unos serios e introvertidos. Ya no tenían tan buenas notas, no tenían ni un solo amigo, con los que solían juntarse para trabajos en equipo, eran personas que los soportaban sólo para tener equipo. No trataban bien a nadie, si alguien intentaba ser amable con ellos, ambos ignoraban a esa persona, no permitían a nadie interferir en el mundo en el que se habían encerrado, un mundo sólo para ellos dos.

    Su tío los llevaba todos los días a la escuela porque él entraba a trabajar a las nueve y salía a las seis al igual que su esposa; les dejaban la comida hecha y lista para calentar. Siempre que llegaban a casa, ambos hermanos estaban en su cuarto viendo televisión o haciendo tarea; de la pensión que recibían, sólo usaban una parte para la comida de los chicos y la demás se las daban para que ellos la usaran en lo que necesitaran.

    Era miércoles, los mellizos ya tenían quince años, su tío, ese día llegó temprano a la casa, a las cuatro. Los chicos estaban en su habitación, trabajando en el mismo escritorio y libro; hacían una investigación para historia. Su tío se detuvo en la puerta de la habitación, observó a los chicos, quienes no quitaron su vista del cuaderno.

    — ¿Cómo les fue en la escuela hoy?— No era común que sus tíos les hablaran o les preguntaran acerca de la escuela, sin embargo, los chicos no respondieron, pero el tío no se fue, permaneció ahí de pie, lo que a los chicos no les gusto.
    —Como siempre, bien— respondió el chico sin quitar la vista del cuaderno y con voz tajante
    —Creo que eso no es cierto —el tío puso su mano derecha sobre su cadera y la izquierda en la cabeza —Su tía y yo nos hemos enterado que no son muy sociables en la escuela, no son buenos tratando a la gente y creemos que eso puede ser culpa nuestra porque no estamos siempre aquí como antes sus padres…
    —No socializamos porque no es necesario y no nos interesa, tampoco nos molesta que no estén aquí siempre —interrumpió la chica a su tío
    —Bueno… aún así, para arreglar o no arreglar esto, el sábado los llevaremos aun restaurante a comer por su cumpleaños ¿A dónde quisieran ir?
    —No tienen porque molestarse, no es necesario eso
    —Bueno si ustedes no quieren decidir, su tía y yo lo haremos— su tío se fue a la sala de la casa sin dejar a los chicos protestar, ellos se vieron entre sí, pero no dijeron nada.

    El dicho sábado llegó, la mañana fue como siempre, la tía hizo el desayuno, todos comieron juntos y luego cada quien se dedicó a sus propias actividades. Fue hasta que estaba atardeciendo que su tía se paró en la puerta de la habitación de los mellizos y examinó su ropa, al ver que estaban bien vestidos les anunció que ya era hora de irse; los chicos no parecieron tener ganas de moverse, por lo que su tía los agarró de las manos y los llevó a jalones hasta el coche.

    El restaurante no era ni muy lujoso ni muy pobre, había algunos lugares vacios. Les llevaron la carta, ordenaron y unos minutos después comieron. Para antes de que les trajeran el postre, los tíos decidieron que era hora de entregar los regalos. Primero la tía le dio una caja pequeña de color dorado a la chica y el tío le dio una caja café un poco más grande que la de su hermana. En el interior de la caja de la chica, había un collar plateado, el dije era una flor de color vino, la chica agradeció; entonces fue turno de su hermano para abrir el regalo. En la caja de él había una navaja de mango rojo, era de esas que tienen mucho utensilios aparte del filo, él también agradeció y guardo la navaja.

    —Este segundo regalo, más que de nosotros, podríamos decir que es de sus padres, es algo que a ellos les pertenecía, pero que seguramente algún día les heredarían— comentó la tía, después le entregó al chico una cajita pequeña de terciopelo negro, y el tío le entregó, una cajita un poco más grande pero del mismo material, a la chica.

    El regalo de la chica era un brazalete plateado de cinco centímetros de ancho, era dividido horizontalmente por una línea ondulada de oro; de esta línea salían pequeñas hojas hechas de esmeralda y en medio del brazalete, en la parte superior, tenía una rosa negra hecha de obsidiana. Mientras que el regalo del chico era un reloj plateado de cadena, la tapa era bordeada por una línea de oro; en el centro había un relieve de un tren, se veía el frente de la máquina y unos vagones saliendo de una curva, en el foco de la locomotora había incrustado un diamante. Lo que más les gustó de los regalos fue lo que ambos tenían en la parte interna; tenían grabado ambos nombres de sus padres, arriba de estos la fecha de su boda, debajo de cada uno estaba su fecha de nacimiento; a los lados estaban los nombres de sus hijos con su fecha de nacimiento. Los chicos volvieron a agradecer, sus tíos se dieron cuenta que esta vez el agradecimiento era sincero.

    En ese momento llegó el mesero con los postres, los mellizos agarraron sus regalos para que no estorbaran, entonces, ambos chicos desaparecieron, en sólo un segundo los chicos ya no estaban frente a sus tíos; sin embargo, el mesero como si nada hubiera ocurrido, colocó los postres en la mesa, los tíos no se movieron y sólo dijeron:

    —De verdad no regresarán.
     
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    Re: [Long fic] Cuadro Nocturno

    Hola...

    Acabo de leer el primer cap, está super.

    Me encantó la forma en la que lo narraste y se ve que va por muy buen camino, aunque el final me dejó bastante intrigada, ya quiero saber que va a pasar...

    Espero que no tarde.

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    Re: [Long fic] Cuadro Nocturno

    CAPITULO 2
    En un bosque de árboles grande, cuyas copas evitaban el paso de un noventa porciento de luz, se encontraban dos chicos de diecisiete años, uno estaba sentado sobre una roca, con la sien sobre las manos y los codos sobre sus muslos; vestía una camisa sin mangas de color verde olivo, un pantalón de color café medio y zapatos del mismo color, sobre los hombros traía una capa color azul marino, al final de esta, tenía pintados unos destellos blancos que representaban estrellas. La capa tenía gorro, pero el, chico no lo estaba usando; traía, su largo cabello verde azulado, medio alborotado, le llegaba un poco debajo de los hombros; sus ojos eran de color azul turquesa, su piel no era ni muy morena ni muy pálida.

    El otro chico estaba a unos pasos adelante, estaba de pie con su mano izquierda sobre su cintura y la derecha con los dedos, índice y medio, sobre el labio inferior. Este segundo chico usaba guates negros, vestía una gabardina negra con costuras blancas, tenía puesta el gorro a la mitad de la cabeza; el gorro tenía una franja gris de seis centímetros de ancho, que terminaba en el inicio de los brazos; su pantalón era negro, en cada pierna tenía un cierre en espiral que iba de extremo a extremo, usaba zapatos negros. El cabello del chico era de color gris, sus ojos eran gris azulado y su piel era clara.

    — ¿Eso fue todo? Eres un fraude, no te salió bien— reclamó luego de unos minutos, el chico de cabello verde azulado
    —Yo te dije que podría no salir, sólo tengo diecisiete años y esperas que sea un maestro
    —Tú me dijiste que podías hacerlo, Iker
    —No es cierto, te dije que sabía como hacerlo, mas no que me saliera— respondió el chico de cabello gris —ni siquiera se porque te escu… — se interrumpió al ver la mirada sorprendida del su amigo, su amigo observaba detrás de él, así que volteo lentamente para darse cuenta que lo que había dejado sorprendido al otro chico. Iker, el chico de cabello gris, sabía lo que estaba viendo, su hechizo sí había funcionado.

    Lo que había frente a los chicos, eran una siluetas humanas de color gris con unas delgadas líneas negras. Tardaron unos segundos en dejar de ser siluetas y tomar forma de un humano. Era una chica y un chico; la chica tenía cabello negro y ojos cafés, de tez clara; vestía una sudadera violeta de cuello alto, el cierre lo traía de lado izquierdo; también traía un pantalón de mezclilla; con la parte trasera de cada pierna, deshilachada. La otra persona era un chico de la misma edad que la chica, su cabello, color de ojos y piel eran, también, iguales a los de la chica. Vestía un suéter de líneas horizontales, negras y grises, debajo traía una playera negra con gorro; su pantalón era de mezclilla, sus tenis, eran iguales a los de la chica. Cada uno traía dos cajas en las manos.

    —Te dije que serviría— exclamó Iker y dio unos pasos hacía el par de chicos, el otro chico se levantó e hizo lo mismo que su amigo.
    —Claro, lo que digas— se dirigió a los chicos aparecidos —él es Iker, quien los trajo aquí a petición mía, yo soy Lían, ¿cómo se llaman ustedes?— los chicos sólo retrocedieron un paso
    —Ni siquiera sabes si pueden entendernos— le reclamó Iker
    —Sí los entendemos, y no estamos interesados en nada de lo que digan— contestó el chico, para después dar la vuelta y alejarse al igual que la chica; pero rápidamente, Lían se situó frente a ellos, en un movimiento tan rápido que hizo detenerse a los chicos, Iker también se colocó frente a ellos pero trotando.
    —Él es el único que los puede regresar—les dijo Lían
    —No estamos interesados en volver
    —Bueno, entonces él los hará volver
    —Nos da igual, tampoco nos importa
    —Sí eso quieren, entonces… —Lían volvió a correr y se situó detrás de los chicos, Iker con un pequeño hechizo, les quitó las cajas de las manos, después, el otro chico les ató las manos a la espalda con una cuerda a cada uno y los hizo sentarse —será por la fuerza— terminó su frase mientras su amigo abría las cajas; las mantenía en el aire mientras intentaba abrir una. La primera que abrió fue la de la navaja del chico.
    —Mira que cosas tan interesantes hacen en su mundo— le dijo a Lían
    —Déjame verla— Iker le arrojó la navaja a su amigo y este la atrapó sin problemas y la comenzó a ver. El joven hechicero abrió las otras cajas y le puso mayor atención al reloj y al brazalete, ambos chicos no dejaban de ver lo que le pudiera hacer a sus pertenencias.
    —Mira, Lían, por estos nos deben de dar mucho dinero, son raros y lindos— le arrojó ambos objetos al chico.
    —Cierto, se ven de buena calidad, venderlos hoy estaría bien
    — ¡No! Por favor, devuélvannos eso— la chica no pudo resistir más y por eso habló
    —Lo haría… pero sólo si prometen ser mejores personas
    —Nunca prometeríamos eso— protestó el chico e intento darle una patada al hechicero, pero este salto fácilmente y esquivó.
    —Como quieran— respondió Lían y ambos chicos se disponían a irse con sus objetos.
    —Está bien… mi nombre es Lydia y él es mi hermano Erick, ese reloj y el brazalete son objetos que pertenecieron a nuestros padres, son importantes para nosotros, por favor devuélvannoslos
    — ¿Acaso extrañan a sus padres? Si ni tienen una hora desde que llegaron aquí, aparte podrán volver
    —Nuestros padres murieron— respondió fríamente Erick
    —Bueno, si prometen portarse bien los soltaremos— los hermanos no dijeron nada, así que los extraños chicos los desataron y les devolvieron sus cosas.
    —Ahora que nos harán caso, les diremos el porque los trajimos
     
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    Florentina

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    Re: [Long fic] Cuadro Nocturno

    OwO

    Este capitulo me llena de intrigas... ¿para que quieren ese hechizero y el otro a los gemelos? ¿donde llegaron los hermanos? ¿cuanto tiempo estaran ahi? Quiero leer la conti cuanto antes... espero que no tardes.

    Como siempre un buen capi... n_n espero que no tardes xD

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    Vientchat

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    CAPITULO 3
    —Conocí a Iker hace siete meses, nos veíamos dos veces al mes. Un día él me avisó que viajaría con su maestro por unos días. Esos días fueron un mes y medio; cuando volvió me explicó que su maestro hace tiempo había escuchado rumores de gente que desaparecía por lo que fue a investigar y al llegar al norte, de donde los rumores procedían, y descubrió que la información que les había llegado no estaba completa, ya que sí habían desaparecido personas pero no de una en una sino que habían desaparecido familias completas o grupos de más de cinco. Y en el este y oeste las desapariciones habían sido mayores, ya que habían desaparecido pueblos enteros. El día que me lo contó nos quedamos varias horas indagando en lo que podía estar sucediendo y quedamos de vernos el siguiente día.
    —Al despertarme ese siguiente día, descubrí que mi maestro se había ido y sólo me dejo una nota que decía “No me busques, mejor ocupa tu tiempo en buscar otro maestro si te interesa”, cuando se lo dije a Lían, sólo me respondió que pasada la media noche fuera a su aldea. Eso hice, al llegar este no me dijo nada, caminamos en silencio hasta la que era casa de mi maestro, ahí me dijo que no pensaba volver a su aldea hasta que resolvieran el problema.
    Como es obvio las ganas de golpearlo no me faltaron, y trate de hacerlo cambiar de idea, pero él me gano y me hizo a mi cambiar de idea. Toda la noche leí los libros de mi maestro y él me ayudó, al final encontramos un hechizo que traía de algún lado a una persona que según lo que deseáramos, nos serviría de ayuda
    —Y así llegaron ustedes, y nos ayudaran ¿verdad?- Lían les sonrió como un niño pequeño
    — ¿Por qué deberíamos hacerlo?— preguntó Erick de forma bastante fría
    —Porque no les vamos a dar otra opción, no seas tan frío, de seguro que tu hermanita no es así ¿o sí?
    —No soy su hermanita
    —Está bien, veo que son iguales, en fin, es hora de irnos
    — ¿Adónde vamos?
    —Al sur, ¿a dónde más?

    Los primeros en caminar fueron el hechicero y su amigo, los hermanos no se movieron hasta que Lían los amenazó. Fueron cinco días de viaje, Lydia y Erick no soportaban un día entero de caminar, por lo que para comer se detenían por una hora y media y cuando comenzaba a anochecer buscaban donde dormir, que usualmente era en alguna casa en la que pedían asilo.

    Los mellizos pudieron ver que el mundo en el que estaban era muy diferente al suyo; en este no había grandes ciudades, sólo pueblos chicos a pueblos medianamente grandes, ninguna tenía ni un poco de tecnología, los animales eran iguales a los que ellos conocían, las casas en su mayoría estaban hechas de piedra y los habitantes vestían ropas de colores cafés a grises, ninguno parecía odiar las condiciones en las que vivían y se notaba como todos en el pueblo se conocían.

    Al quinto día llegaron a un pueblo que estaba vacío, las casa habían sido abandonadas por las desapariciones que habían ocurrido. Caminaron hasta donde debería encontrarse la última de las casas. En vez de la casa, sólo estaba el espacio y un humo rojo, que como había descrito en el camino Iker, el humo salía de algún lugar e iba a algún lugar, nunca abandonaba el lugar donde había estado la casa.

    —Bueno ¿ahora qué?—preguntó molesto Erick al ver que nadie decía nada ni hacía nada
    —Pues… hay que ver que pasa si tocamos el humo— exclamó Lían
    —No pasa nada, mi maestro ya lo hizo— mientras Iker lo decía, Lían se acercó hacía el lugar donde estaba el humo, estaba por colocarse en medio del espacio, cuando Lydia y Erick lo detuvieron agarrándolo de ambos brazos.
    — ¿Estás loco?—le reclamó Lydia —Te vas a caer
    — ¿Caer? ¿Adónde?— preguntaron al unísono ambos chicos
    —Al agujero ¿a dónde más?— dijo molesto Erick
    —Ahí no hay nada…
    —No, espera, de seguro ellos ven de donde sale el humo rojo
    —Claro que sí ¿ustedes no ven? Hay agujeros en el suelo, en donde debió estar el techo de la casa y las paredes
    —Así que aquí estás y aparte de no haber permanecido donde te deje, hiciste un hechizo sin saber de él— todos se sorprendieron al escuchar la voz de un hombre, que sólo Iker reconoció, los cuatro se giraron para ver al hombre. Este era como de cuarenta años, su cabello era negro al igual que su barba, sus ojos eran rojos brillantes, vestía una gran gabardina café oscura que le cubría hasta arriba de los pies.
    —No vine a buscarlo, vine…
    —No me interesa a qué viniste— lo interrumpió su maestro —Lo que me importa es el daño que pudiste causarle a esos chicos y a su mundo
    —No es como si nos interesara mucho, pero allá de donde venimos no creen en magia, ¿se pusieron como locos al vernos desaparecer?— preguntó Erick al maestro de Iker
    —El hechizo cubre todos los aspectos, si allá no creían en magia, simplemente en las memorias de la gente que los vio desaparecer se guarda un recuerdo falso de que ustedes se fueron como normalmente lo hacen y después de un tiempo, si así ustedes lo desean, los olvidaran los que los conocían
    —Lo siento, eso no lo sabía, creo que lo mejor sería que los regresara— Iker puso cara de preocupación, los mellizos sonrieron
    —No tenemos a nadie que queramos que nos recuerde, creo que lo mejor fue desaparecer de ahí
    —Aparte, para que los puedas regresar es imposible para ti, y sólo los que los invocó los puede regresar, otra cosa que no sabías, tonto aprendiz

    Jejeje gracias florentina por seguir leyendo, tardo porque no siempre me da tiempo de escribir, tratare de no tadar demasiado
     
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    Vientchat

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    Re: [Long fic] Cuadro Nocturno

    CAPITULO 4

    —Bueno, este hechizo trae a personas según tu necesidad, estés consiente de ella o no, siempre traerá a gente compatible con el invocador, así que, por favor permítanme sus manos— los mellizos estaban agarrados de las manos cuando el hombre se acercó a ellos. Se soltaron y cada uno puso su mano derechas sobre una palma del maestro, quien cerró los ojos, para unos minutos después abrirlos y regresar a donde había estado —Para que sus poderes se muestren no usaremos la forma tradicional porque eso nos llevaría meses o años, hare una poción, Iker, ayúdame, mientras ustedes tres buscan una casa, limpian una mesa que haya en la casa y consiguen agua ¿entendido?

    El maestro se fue sin esperar respuesta, su aprendiz lo siguió lo más rápido que pudo, ya que el señor caminaba velozmente. Lían era el que buscaba la casa buena, mientras que los mellizos sólo lo seguían. Encontró una buena casa, era de dos pisos, estaba bastante limpia por fuera, y por dentro estaba llena de polvo, tenía raíces por las paredes exteriores y algunas ventanas rotas; Lían les indicó que limpiaran la mesa que había en la primera habitación mientras él buscaba el agua, los chicos no se negaron.

    En una hora los tres chicos estaban sentados en las pequeñas escalera de fuera de la casa, fue después de ese tiempo que el maestro llegó con su alumno, de inmediato entraron en la casa y cerraron la puerta. Los tres chicos tuvieron que esperar otra hora hasta que salieron. El maestro traía dos vasos de cristal con un líquido violeta, se los ofreció a los mellizos

    —Bébanlo, ahora— los hermanos sólo vieron el líquido por unos minutos, después cada uno agarró un vaso y lo bebieron todo sin mostrar disgusto o agrado —Bien ahora, tú Masen, ayuda al chico y tú, aprendiz inútil, ayuda a la chica
    —Me llamo Lían… no Masen
    — ¿Y crees que me importa? Apúrense

    Los chicos se alejaron a un lugar abierto, al principio los mellizos no querían separarse, pero al ver que no tenían otra opción, lo hicieron, sin dejarse de ver cada minuto.


    —Bien… lo que debes hacer es concentrarte, tú poder saldrá lentamente, lo único que necesitas hacer es darle forma, después de sentir cual es tu poder— Lydia lo observó inexpresivamente, a lo que el hechicero suspiró —bueno observa lo que hago, la forma de mi magia es de esfera— el chico de cabello gris cerró ambos ojos, estiró sus brazos y puso las palmas arriba, en unos segundos se formó en cada mano una esfera, en la izquierda fue una esfera roja y en la derecha una azul, después abrió los ojos sin hacer desaparecer las esferas, Lydia se asombró —Ahora hazlo tú— las esferas desaparecieron, la chica cerró los ojos y puso las manos iguales a él, se sintió tonta haciéndolo, pero no dijo nada, pasaron diez largos minutos y no le pareció que funcionara, estaba por abrir los ojos y protestar cuando sin pensarlo colocó las palmas hacía abajo y comenzó a sentir algo que nunca antes había experimentado. Frente a ella, sin que se diera cuenta comenzó a formarse algo, era de color amarillo muy claro, casi llegando a blanco, poco a poco tuvo forma de un animal mediano con pelo. Al minuto doce ya tenía la forma casi completa de un zorro, lo que le faltaba era la cola, pero ya no salió porque Lydia abrió los ojos, el zorro no se movía y no parecía vivo. —Vuelve a concentrarte, ya lo estabas logrando— la chica volvió a cerrar los ojos, esta vez se concentró más y poco a poco, al zorro se le fue formando la cola, pero no una cola normal, su cola en vez de estar cubierta de pelo, era sólo fuego, después el zorro se movió, se sacudió y luego volteo a ver a su creadora, ella abrió los ojos.

    Se quedó sorprendida al ver como aquél zorro caminaba hacía ella y se acariciaba a su pierna, Lydia se agachó y pasó la mano por la cabeza del animal hasta acercarse a la cola.

    —Es tú magia, sólo los que no saben controlarla son lastimados por ella— Iker había retrocedido unos pasos. La chica acercó lentamente la mano a la cola del animal hasta que la tocó por completo, no le quemó, no lo sintió como fuego ni nada parecido, lo único que sintió fue una cola común y corriente de zorro.


    Lían y Erick estaban lejos de los hechiceros, Erick no había dejado de ver a Lydia, y Lían le había dado tiempo, así que cuando ya habían terminado los otros, Lían carraspeó.

    —Bueno ya que viste que ella está bien y pudo, es tu turno— le dijo en cuanto Erick volteó —Yo, y supongo que tú también ya que te mandaron conmigo…
    —Antes que eso, ¿por qué te llamó Masen?— lo interrumpió Erick
    —Ah… eso fue porque mi raza o mejor dicho, la gente conoce a los de mi aldea como Masen, no es nada importante
    —Está bien, ¿ahora qué?
    —Bueno, como decía, mi especialidad no es la magia, yo me especializó en armas— el chico estiró su mano derecha y sobre esta se fue formando algo blanco, al inicio era una esfera, pero después tomó la forma de una lanza, el mango de esta era roja y con algo parecido a alambres del mismo color, sujetaba una navaja negra y filosa —No las creo, las invoco, eso debes poder hacer tú
    —…. Aja
    —Tu hermana pudo, así que debes poder, aparte, si no puedes hacer algo como lo que hice, no podrás defender a tu hermana
    —….— lo mira con furia, entonces alza las dos manos y sin pensarlo demasiado salieron dos destellos blancos que rápidamente se transformaron en dos pistolas plateadas con una parte negra en el mango, apuntó hacía Lían, para después disparar a una casa vacía que había a unos pasos de distancia, seguido del primer disparo, dio un segundo en el mismo lugar, Lían se sorprendió.
    —Eres bueno, increíble… pero esas armas son para larga distancia, ¿qué pasa si debes pelear una batalla de corta distancia?
    —Esto— amabas pistolas se transformaron en una espada de cuarenta centímetros, completamente de plata
    —Ahora pelea conmigo— la lanza de Lían se transformo en dos dagas de mismo aspecto que su lanza.
     
  7.  
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    Re: [Long fic] Cuadro Nocturno

    CAPITULO 4

    —Bueno, este hechizo trae a personas según tu necesidad, estés consiente de ella o no, siempre traerá a gente compatible con el invocador, así que, por favor permítanme sus manos— los mellizos estaban agarrados de las manos cuando el hombre se acercó a ellos. Se soltaron y cada uno puso su mano derechas sobre una palma del maestro, quien cerró los ojos, para unos minutos después abrirlos y regresar a donde había estado —Para que sus poderes se muestren no usaremos la forma tradicional porque eso nos llevaría meses o años, hare una poción, Iker, ayúdame, mientras ustedes tres buscan una casa, limpian una mesa que haya en la casa y consiguen agua ¿entendido?

    El maestro se fue sin esperar respuesta, su aprendiz lo siguió lo más rápido que pudo, ya que el señor caminaba velozmente. Lían era el que buscaba la casa buena, mientras que los mellizos sólo lo seguían. Encontró una buena casa, era de dos pisos, estaba bastante limpia por fuera, y por dentro estaba llena de polvo, tenía raíces por las paredes exteriores y algunas ventanas rotas; Lían les indicó que limpiaran la mesa que había en la primera habitación mientras él buscaba el agua, los chicos no se negaron.

    En una hora los tres chicos estaban sentados en las pequeñas escalera de fuera de la casa, fue después de ese tiempo que el maestro llegó con su alumno, de inmediato entraron en la casa y cerraron la puerta. Los tres chicos tuvieron que esperar otra hora hasta que salieron. El maestro traía dos vasos de cristal con un líquido violeta, se los ofreció a los mellizos

    —Bébanlo, ahora— los hermanos sólo vieron el líquido por unos minutos, después cada uno agarró un vaso y lo bebieron todo sin mostrar disgusto o agrado —Bien ahora, tú Masen, ayuda al chico y tú, aprendiz inútil, ayuda a la chica
    —Me llamo Lían… no Masen
    — ¿Y crees que me importa? Apúrense

    Los chicos se alejaron a un lugar abierto, al principio los mellizos no querían separarse, pero al ver que no tenían otra opción, lo hicieron, sin dejarse de ver cada minuto.


    —Bien… lo que debes hacer es concentrarte, tú poder saldrá lentamente, lo único que necesitas hacer es darle forma, después de sentir cual es tu poder— Lydia lo observó inexpresivamente, a lo que el hechicero suspiró —bueno observa lo que hago, la forma de mi magia es de esfera— el chico de cabello gris cerró ambos ojos, estiró sus brazos y puso las palmas arriba, en unos segundos se formó en cada mano una esfera, en la izquierda fue una esfera roja y en la derecha una azul, después abrió los ojos sin hacer desaparecer las esferas, Lydia se asombró —Ahora hazlo tú— las esferas desaparecieron, la chica cerró los ojos y puso las manos iguales a él, se sintió tonta haciéndolo, pero no dijo nada, pasaron diez largos minutos y no le pareció que funcionara, estaba por abrir los ojos y protestar cuando sin pensarlo colocó las palmas hacía abajo y comenzó a sentir algo que nunca antes había experimentado. Frente a ella, sin que se diera cuenta comenzó a formarse algo, era de color amarillo muy claro, casi llegando a blanco, poco a poco tuvo forma de un animal mediano con pelo. Al minuto doce ya tenía la forma casi completa de un zorro, lo que le faltaba era la cola, pero ya no salió porque Lydia abrió los ojos, el zorro no se movía y no parecía vivo. —Vuelve a concentrarte, ya lo estabas logrando— la chica volvió a cerrar los ojos, esta vez se concentró más y poco a poco, al zorro se le fue formando la cola, pero no una cola normal, su cola en vez de estar cubierta de pelo, era sólo fuego, después el zorro se movió, se sacudió y luego volteo a ver a su creadora, ella abrió los ojos.

    Se quedó sorprendida al ver como aquél zorro caminaba hacía ella y se acariciaba a su pierna, Lydia se agachó y pasó la mano por la cabeza del animal hasta acercarse a la cola.

    —Es tú magia, sólo los que no saben controlarla son lastimados por ella— Iker había retrocedido unos pasos. La chica acercó lentamente la mano a la cola del animal hasta que la tocó por completo, no le quemó, no lo sintió como fuego ni nada parecido, lo único que sintió fue una cola común y corriente de zorro.


    Lían y Erick estaban lejos de los hechiceros, Erick no había dejado de ver a Lydia, y Lían le había dado tiempo, así que cuando ya habían terminado los otros, Lían carraspeó.

    —Bueno ya que viste que ella está bien y pudo, es tu turno— le dijo en cuanto Erick volteó —Yo, y supongo que tú también ya que te mandaron conmigo…
    —Antes que eso, ¿por qué te llamó Masen?— lo interrumpió Erick
    —Ah… eso fue porque mi raza o mejor dicho, la gente conoce a los de mi aldea como Masen, no es nada importante
    —Está bien, ¿ahora qué?
    —Bueno, como decía, mi especialidad no es la magia, yo me especializó en armas— el chico estiró su mano derecha y sobre esta se fue formando algo blanco, al inicio era una esfera, pero después tomó la forma de una lanza, el mango de esta era roja y con algo parecido a alambres del mismo color, sujetaba una navaja negra y filosa —No las creo, las invoco, eso debes poder hacer tú
    —…. Aja
    —Tu hermana pudo, así que debes poder, aparte, si no puedes hacer algo como lo que hice, no podrás defender a tu hermana
    —….— lo mira con furia, entonces alza las dos manos y sin pensarlo demasiado salieron dos destellos blancos que rápidamente se transformaron en dos pistolas plateadas con una parte negra en el mango, apuntó hacía Lían, para después disparar a una casa vacía que había a unos pasos de distancia, seguido del primer disparo, dio un segundo en el mismo lugar, Lían se sorprendió.
    —Eres bueno, increíble… pero esas armas son para larga distancia, ¿qué pasa si debes pelear una batalla de corta distancia?
    —Esto— amabas pistolas se transformaron en una espada de cuarenta centímetros, completamente de plata
    —Ahora pelea conmigo— la lanza de Lían se transformo en dos dagas de mismo aspecto que su lanza.
     

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