Lo Siento, No Puedo. Me Enamore [SasuSaku/NaruHina]

Lo Siento, No Puedo. Me Enamore [SasuSaku/NaruHina]

Ohayo!!
Otro ff!! Espero que lo lean :P
bn Kurosawa-san aqui esta el desafio que pediste ;)
Historia original y SasuSaku & NaruHina.
Bien, me diverti algo haciendola espero que lo disfrutes.
Buehno sin más!

Ready...Set!...GO!!

Lo Siento, No puedo. Me Enamore
Capitulo #1 "Nuestro nuevo trabajo"​

Estaba bastante oscuro apenas y se podían ver las formas de las cosas. Era una bodega, al menos el interior de ella, era amplia y era fácil albergar en ella gran cantidad de cosas; sin embargo estaba casi vacía. La puerta del lugar comenzó a abrirse dejando entrar la tenue luz de la Luna llena, continuaba abriéndose hasta llegar a ser abierta por completo y pronto apareció una silueta delgada y esbelta frente a la puerta. Era una sombra de una mujer que parecía llevar un kimono y un abanico en su mano. La forma en la que se mantenía en pie y miraba hacia el interior de la bodega daba la impresión de desbordante delicadeza y por consiguiente debilidad. La idea de que aquella silueta tan femenina y delgada hubiera abierto la pesada puerta de aquella bodega por si misma era casi inaceptable; pero así había sido y ahora esa misma mujer cerraba la puerta, con solo una de sus manos. Se escucharon sus pasos en la profunda oscuridad hasta que se detuvieron justo en el centro del lugar.

—Bien— dijo la mujer para sí misma y en medio de un suspiro. Su voz era dulce y un tanto altanera, más sin embargo ningún sonido de miedo o sorpresa habitaba en su voz; no por lo menos en aquel corto discurso. — ¿Ya estoy aquí, podemos dejar ya este ridículo escenario? — preguntó a la oscuridad.

Las luces del lugar se encendieron, allí solo habían contenedores, ella, él y una cantidad innumerable de guardaespaldas. La bodega era bastante amplia, ella, una mujer de extraños cabellos rosas estaba parada justo en el centro de esta mirando con precaución delante de ella; aproximadamente a cinco metros estaba él, un hombre de tez pálida y cabellos blancos que junto a unas cuantas arrugas delataban su edad. Aquel hombre estaba sentado en un sillón marrón de cuero y detrás de él todos sus escoltas. Parecía ser un hombre bastante serio aunque una mirada pervertida no tardo en aparecer en su rostro y pronto su manera seria de sentarse cambio a una indiferente. Su rostro estaba apoyado en una de sus manos y continuaba mirando a aquella mujer de la misma manera.

Aquella silueta que hacía poco solo era delicada y frágil ahora era una mujer semejante un enorme tigre que no bajaba la guardia, ni por un instante. Su kimono era color rojo y su obi era amarillo, el estampado de su vestido estaba inundado de pétalos de cerezo que iban a la perfección con su cabello rosa. El kimono era cuello de bandeja y tenía un escote pronunciado, lo mismo ocurría con el escote de su pierna derecha. Su rostro estaba debidamente maquillado y su cabello perfectamente arreglado, sus ojos miraban fijo a aquel hombre; más sin embargo el abanico rojo con bordes dorados nunca subió o bajo de donde lo tenía, no podía dejar que su cliente dejara ver su cara de disgusto.

—Eres una joven bastante perceptiva—dijo el hombre dejando la posición de prepotencia en la que se encontraba para sentar adecuadamente en la silla. — ¿Comenzamos? — preguntó.

—Bien. Nos hacemos llamar La Servidumbre, toda orden la cumplimos pero el precio es bastante alto— decía la joven de cabellos rosas casi aprendido de memoria —Hasta ahora hemos tenido doscientos cincuentaiocho mil quinientos sesenta trabajos con un régimen de fallo del 0%. Nunca ha hemos tenido un cliente insatisfecho con nuestro trabajo, solo necesitamos la orden y los detalles y el trabajo será cumplido— terminó bastante seria mirando fijamente a aquel hombre.

Pareció haberse convencido con aquella introducción pues aquel hombre llamó con una de sus manos a uno de sus empleados y este le entrego a la joven de ojos verde jade frente a él un pequeño portafolio. La cabellos rosas lo recibió con calma y espero a que aquel hombre hablara.

—Allí están todos los detalles de su trabajo, solo deben asesinar a dos molestias—comentaba el hombre con naturalidad —Si cumplen este trabajo con éxito la paga será bastante buena. Hablamos de más de un millón de yenes—

La joven mujer hizo una leve reverencia y se dispuso a irse, caminaba con tranquilidad como si para ella fuese normal quitarle la vida a alguien. Como si aquellas misiones de asesinatos fueran en realidad las más sencillas. Caminó con la misma regularidad hasta llegar a la puerta y por primera vez en su larga estancia en aquella bodega cerró su abanico y con una mano abrió la puerta sin problema alguno.

Fuera de la bodega había un auto, al parecer último modelo, esperando por ella. Se dirigió con paso tranquilo hacia el auto y abrió la puerta trasera y con un fuerte movimiento lanzo el portafolio dentro del auto haciendo que con este se tambaleara. Cerró la puerta y con ira soltó su cabello, le daba hasta los hombros, luego golpeó el auto con ira haciendo que esta vez las ruedas del lado derecho se despegaran del suelo por unos instantes. Luego abrió la puerta del conductor y subió, a su lado había una joven que miraba hacia otro lugar, no parecía sorprendida para nada. Su compañera tomo la bebida frente a ella y se la paso a la joven quien la recibió y dio un gran sorbo, se veía bastante enojada.

— ¿Cuál es nuestro siguiente trabajo? — preguntó la joven a su lado. Tenía una voz dulce y delicada como si siguiese siendo una niña. Su pregunta fue respondida por el movimiento de la mano de su compañera, su mano iba de derecha a izquierda y pasaba justo en frente de su cuello. Lo dedujo rápidamente y en su rostro se reflejo algo de inconformidad —Pensé que sería divertido, algún robo o búsqueda de un tesoro…— decía la chica.

La joven de cabellos rosas estaba cambiando su ropa mientras todavía tenía la bebida en su boca.

—Ese maldito viejo está ofreciendo mucho dinero— dijo entre dientes mientras sostenía la bebida por el pitillo.

— ¿Qué viejo? — pregunto la joven.

— ¡El Pervertido, Hentai, Viejo Verde que me miraba con esos descarados ojos! ¡Quién sabe pensando que cosas! —Gritaba eufórica su compañera hasta que dejo caer su cabeza en el timón— Quería romperle su enorme y arrugada cara, — decía mientras sostenía en alto su puño— lo mismo paso la ultima vez ¡Hinata no sirvo para estas cosas! — decía la joven con tono de reproche tomando las manos de su compañera mientras sus ojos se cristalizaban y estaba a punto de llorar.

—Umm… Sakura-chan si…— balbuceaba la chica jugueteando con sus dedos— bueno si tú no te vistieras de esa manera…t-tan provocativa muchos de los hombres dejarían de mirarte así— dijo la joven sacando a relucir toda su timidez —A-además si yo tomara tu trabajo muchos de nuestros clientes no me creerían, tú tienes la suficiente confianza para pararte frente a ellos… recibir ese t-tipo de miradas y seguir actuando con normalidad—

—Que linda eres Hinata— decía la cabellos rosas mientras la abrazaba —Pero mis vestidos no son provocativos— dijo retomando la seriedad* —Bien, vamos a cantar karaoke y conocer los detalles del trabajo— dijo Sakura bastante alegre.

La joven de cabellos rosa encendió el auto y salió de aquel lugar con gran velocidad. Mientras manejaba por las calles de Tokio su humor cambiaba, parecía que correr a esa velocidad sacaba toda esa ira. Sakura tenía veinte años, su cabello era de un extraño color rosado acompañado de unos hermosos ojos verde jade, su piel era blanca acompañando perfectamente su color de ojos y pelo. Su compañera, Hinata, era poseedora de unos hermosos ojos perlados que se asemejaban a la luna; su cabello era también de un extraño color azul noche con un tono de piel más blanco que el de Sakura. Hinata también tenía veinte años.

Continuaron corriendo por las calles de Tokio hasta llegar a un barrio comercial, allí la actividad era deslumbrante la cantidad de carros, los sinnúmeros de personas andando de un lugar a otro y la cantidad de parejas buscando un lugar donde cenar. Sakura miraba con detenimiento cada uno de los avisos de la calle a la que habían entrado, nada podía escapar a aquellos ojos jade totalmente concentrados en los avisos. ¡Y allí estaba! El lugar que buscaba, estaba abierto y parecía ser muy popular. Sakura llevó el auto al parqueadero subterráneo del lugar y ambas bajaron. La joven de cabellos rosas ahora llevaba una blusa blanca y una falda negra de oficina, mientras que Hinata llevaba una falda bastante corta y bajo esta leggins y una chaqueta algo ancha. Se dirigieron al elevador hasta llegar al primer piso.

— ¡Bienvenidas al Karaoke Senju! — dijo una mujer de tez blanca y cabellos negros con una sonrisa algo fingida. La mujer estaba entre molesta, preocupada, alterada y asustada, la razón: La incómoda situación en la que se encontraba, pues quien era su jefa, un ejemplo a seguir y motivo de toda seriedad en el trabajo, estaba sentada sobre un hombre de cabellera blanca ambos en un terrible estado de embriaguez. Y peor, quien sabe jugando a que, con un dulce entre sus bocas.

—Esto… s-si venimos en mal momento podemos ir-irnos—balbuceo Hinata poniéndose más nerviosa al ver como aquellas dos personas comían del dulce acortando más la distancia entre ellos. La mujer era joven y de cabellos rubios y una figura bastante hermosa, el hombre parecía tener una edad mayor y sus cabellos eran blancos, pero sería mentir decir que no hacían buena pareja.

— ¡Eh! No, no, no. Pasen, pasen*—dijo la mujer llevando a las jóvenes a una de las salas de karaoke —Si cada persona se fuera al ver situaciones como esa nunca tendríamos clientes— se decía a sí misma la mujer de cabellos azabaches sacándole una risa a ambas jóvenes. Ella las llevo a lo que parecía ser la última sala del lugar, allí las chicas se instalaron y se sentaron —Bien ¿Se les ofrece algo? —preguntó la mujer mostrado una hermosa sonrisa.

—Una botella de Sake y una cerveza— dijo la chica de cabellos rosas. La mujer azabache asintió con la cabeza y dejó a ambas solas. Sakura se acomodó y puso el portafolio a su lado, de él sacó una carpeta bastante gruesa.

Mientras Sakura sacaba todo lo que había dentro de aquel portafolio Hinata buscaba alguna canción que cantar. Todas las conocía sin embargo le daba mucha vergüenza cantar alguna de ellas. Puso el control remoto del DVD sobre la mesa y se dispuso a esperar con paciencia que Sakura articulara palabra.

—Bien— suspiró —Nuestros objetivos son dos niños ricos, viven en el sector más caro de todo Tokio. No es nada fácil llegar a ellos de manera secreta pues tienen numerosos escoltas y las instalaciones de seguridad de su mansión es bastante alta. La mejor manera es llegar directamente y encubiertas como una de sus “Numerosas enamoradas” — decía todo esto mientras pasaba la información a su compañera.

—Pero… Sakura-chan, tienen novias— murmuró Hinata mientras leía lo último que había recibido.

Un suave golpe en la puerta las saco de su rápida lectura. Aquella mujer azabache entró después de oír el “pase” traía consigo una botella de Sake y la cerveza que habían pedido. Y así como entro se marcho.

—Ah sí, — dijo con alegría después de llevar aquella copa a sus labios — necesitaba un buen Sake— articuló la joven de ojos jade. Hinata tomaba con bastante elegancia su cerveza mientras seguía leyendo la información. —Bien, con respecto a lo de las novias dice que están a punto de terminar. Solo necesitamos crear la situación adecuada para acercarnos a ellos—

—Como ser la ayudante personal de cada uno de ellos— dijo la ojos perla mientras daba otro sorbo a su bebida y era mirada con sorpresa por su amiga —Esto… e-eso dice aquí*, que buscan ayudantes personales— balbuceaba con nerviosismo.

—Vaya, es una lástima tener que llevar a mejor vida estas caras tan bellas— dijo mientras mostraba a su compañera las fotos de aquellos a quienes debían matar—

— ¿Nombres? — preguntó la joven de cabellos azules casi sin mostrar emoción.

—Uchiha Sasuke y Uzumaki Naruto—
------ :3 --------
Hasta aqui el primer capi!

Posteen ;)

Kurosawa-san siento no aberla hecho en 1ra persona, pero siento que esa narración me dificultaria un poco las cosas.

Proximo capi: Capitulo #2 "Pautas, Datos, Todo Lo Que Necesitas Saber Para Obtener El Disfraz Perfecto" xDDD un poco largo
​

 

Re: Lo Siento, No Puedo. Me Enamore [SasuSaku/NaruHina]

Ohayo!!
Gracias por los comments.
Kurosawa-san me alegra que te guste ;)
Bien se revelan algunas cosas.
Al final quedan OMFG
Disfrute escribiendo esta conti, sin embargó no se si el capi este muy bien.
Denme su opinión ;)
Bien sin más...
Ready...Set!...GO!!

Capitulo #2 “Pautas, datos, todo lo que necesitas saber para obtener el disfraz perfecto”

Se encontraban en una sala pequeña, tenía lo que toda sala en Japón debía tener: Una mesa de té, un televisor y un pequeño sofá además de los cojines para sentarse frente a la mesa. Allí dos jóvenes sentadas, frente a la mesa, tomaban su té mientras que una tercera hablaba con ellas con una sonrisa reluciente. La joven, poseedora de unos hermosos ojos chocolate acompañados de una cabellera de la misma tonalidad sacaba de su bolso una gran cantidad de cosas. Entre todo eso había maquillaje, tinte para el cabello, lentes de contacto y un sin número de identificaciones todas con nombres distintos pero con la misma joven en la fotografía, ella. Las dos jóvenes sentadas en frente de ella la escuchaban con atención, sin que ningún detalle se escapara de sus oídos.

—Primero que todo tienes que crear el personaje en quien te quieres convertir, su pasado, su presente, su personalidad, su
comportamiento, como viste…— decía la joven de cabellos castaños mientras enumeraba con sus dedos cada cosa que decía.
Sakura y Hinata parecían estar en un trance donde desconcentrarse les era imposible; tal vez era tanta la pasión con la que la joven de dos chonguitos hablaba que para ellas poner atención era lo único posible. Ambas tomaban de su té acompañándolo de galletas, pero sin dejar de escuchar todas las indicaciones de esta. La joven ya había terminado la larga de detalles sobre su personaje y le dio un gran sorbo a su té.

— ¿Y bien? ¿Ya lo tienen? — preguntó la joven de ojos cafés esperando una respuesta positiva. Sus compañeras apenas y se miraron entre ellas, no tenían ni el nombre. Ella cruzó sus brazos y guardo silencio, solo con ver el rostro de sus amigas había comprendido.

La cabellos rosa y la joven de cabello azul se miraban extrañadas, sabían que a su amiga le fascinaba el tema pero nunca imaginaron que su amor a este fuera tal. La castaña de los chonguitos que se encontraba sentada con sus brazos cruzados frente a ella, ya había estado callada por un buen tiempo algo bastante raro en ella, parecía pensativa.

Ambas esperaban con ansias que su amiga dijera algo, ya habían acabado su té y Hinata empezaba a servir la otra taza, tomó la tetera con mucha delicadeza y refinamiento y vertió el líquido verde en ella sobre la taza, puso la tetera sobre la mesa y le entrego la taza a su amiga. Tomó de la misma manera que antes la tetera y siguió su camino hacia su propia taza y comenzó a servir su té.

— ¡Bien, lo tengo! —gritó la castaña con emoción acompañado del sonido de la caída de la taza de té sobre la mesa. Haciendo no solo que Sakura se asustara y de un salto llegara hasta la pared de la habitación. Hinata apenas y había dejado su cara de espanto y había ido por una toalla para limpiar la mesa.

— ¡Tenten! — Gritó histérica la mujer de ojos jade— ¿¡Como nos asustas así?! — preguntó la cabellos rosa con una mano en su corazón e intentando abrazar la pared con su otra mano. Hinata se encontraba limpiando cuidadosamente la mesa.

Suspiró— ¿Bien, que es lo que tienes Tenten-chan? — preguntó Hinata sentándose en el cojín después de haber limpiado el té que había derramado por tal susto. Sakura también había vuelto a su lugar y ya estaba más relajada, ya esperaba con ansias la respuesta de su amiga. Después de todo Tenten era la persona más divertida que habían conocido y cuando “Tenia algo” siempre era algo interesante.

—Lo que tengo es a su personaje— dijo con una gran sonrisa en su rostro y tomando otro sorbo de la taza frente a ella; todo con mucho orgullo.

Sakura y Hinata no lo creían, en unos segundos ya tenía el personaje del cual no pudieron inventar ni el nombre. Ya tenía listo el personaje de ambas con un pasado, su presente, su personalidad, su comportamiento, su vestimenta y todo lo demás. Sin duda aquella joven frente a ellas era la conocida “Dama del Disfraz: Tenten Ama”. Ambas la miraban esperando los detalles de quien a partir del día siguiente pretenderían ser. Tenten bajo la tasa y la puso en la mesa luego tomo una galleta y la comió.

—Empecemos con Sakura— dijo mirándola y llevando otro pedazo de galleta a su boca —Serás Kotomi Kamiya, naciste en América pero tus padres, ambos, son japoneses. Tus padres siempre hablaban japonés en casa por eso no tienes un acento americano. Siempre quisiste conocer Japón por eso acabas de llegar y vives en un apartamento arrendado, estas buscando ese trabajo porque para ti sería más fácil entrar en la clase alta de Japón. Kotomi es alegre pero sabe guardar la compostura y no es fácil que se enoje, allí es donde tenemos que trabajar más ¿No, Sakura? —Dijo para ver en el rostro de su amiga un puchero y dejar escapar una sonrisa burlona de sus labios— La ropa de Kotomi es la última moda y suele haber muchos elementos americanos en su vestimenta. Su sueño es ser dueña de su propia empresa de ropa por eso quiere entrar en la clase alta de Japón— terminó, dejando a sus acompañantes totalmente sorprendidas, en tan solo unos minutos había creado tal personaje, una persona totalmente distinta a Sakura; que por el contrario se enojaba bastante fácil y no le agradaba el tema de la moda.

— ¡Tenten eres increíble!— dijeron al unisonó Sakura y Hinata sorprendiéndose entre ellas y dejando a una joven castaña sonrojada por el alago. Tenten tomo otra galleta y la llevo a su boca, por la expresión en su rostro debieron estar buenas.

—Bien, en segundos pensé el personaje de Hinata, pero cuando la vi sirviendo el té me pareció imposible que ese comportamiento fino y educado sea suprimido. Entonces luego pensé: Hinata serás Mikuru Saíto, eres adoptada y fuiste criada por tu “tía” en una casa de té. Por esa razón sabes de etiqueta y todo lo relacionado con eso— dijo para tomar otro sorbo de su té y continuar— Siempre quisiste salir de aquella casa de té por lo que estas intentando otra cosa, eres muy apegada a los horarios y nunca dejas un cabo suelto, todo debe ser cumplido. Aunque Mikuru es obsesiva con el trabajo es tímida ¿Parecida a alguien? Y siempre logra lo que quiere. Su sueño es superarse a sí misma y ser importante para alguien. Se viste como cualquier joven— terminó.

Sakura estaba con su boca abierta, todavía le sorprendía la facilidad con la que Tenten había creado los dos personajes. Por otro lado Hinata apenas acababa de escribir todo sobre quien sería para realizar la misión. La castaña al ver que su amiga había terminado prosiguió:

—El segundo paso es el cambio de “look”— dijo Tenten mientras sonreía angelicalmente y estiraba su dedo índice — ¿Porque no queremos que las herederas desaparecidas sean reconocidas, verdad? — agregó acabando con toda la alegría que había en la casa. Hinata que antes de escuchar aquellas palabras había alcanzado a tomar su taza de té ahora jugaba nerviosa con sus pulgares en ella, su mirada se torno triste. Sakura solo bajo su mirada se sintió bastante incomoda, el silencio se apodero de la habitación— Chicas…chicas ¿Hice algo malo? — preguntó la castaña preocupada por la reacción de sus amigas, no era algo muy normal en ellas siempre reían o al menos sonreían.

—No. Esta bien, déjalo— dijo Sakura mientras alzaba su mirada y fingía un sonrisa.

—S-si, no te preocupes Tenten-chan—agregó la de ojos perla, simulando que nada había pasado.
La castaña no quedo muy convencida, sin embargo prefirió enterrar el tema y ojala a cien metros bajo tierra. Esa había sido la primera vez que había visto a sus amigas de esa manera y en verdad se había preocupadao.

—Esto… pensé que para Hinata sería buena una peluca corta y de color negro, acompañado de ojos verdes. Creo que de esa manera no será fácilmente reconocida— dijo algo incomoda sus amigas estaban todavía pensativas por lo que había dicho— Y…y para ti Sakura pensé que sería buena una peluca de cabello largo castaño y utilizaras lentes de contacto azules… ¿Les parece bien? — preguntó intentando sacar a sus amigas de esa aura pensativa en la que las había metido.

—Ah… hai*— alcanzó a musitar Hinata.

—Y el tercer paso es crear las identificaciones falsas y toda la información adicional. También deben tener nuevos celulares creados con su nueva identidad, pero creo que eso se lo dejaremos a Ino— bromeó haciendo que sus compañeras sonrieran.

—Chicas me tengo que ir, espero que logren otra misión cumplida—dijo mientras guardaba el celular que hacía poco había mirado.

—No lo esperes. Es seguro que la cumpliremos— afirmó Sakura con alegría haciendo el símbolo de victoria con su mano.

—Esta bien. Perdón si les hice pasar un mal rato— se disculpó la castaña mientras cerraba la puerta de la casa. Con su salida las sonrisas de ambas se borraron y un aura de tristeza se apodero de ellas. No se miraron y se mantuvieron sentadas por un buen tiempo. La joven de cabellos azules quien miraba hacia debajo de repente comenzó a temblar. Sakura que estaba su lado lo noto e intento ayudarle.

—Hinata…— dijo con un aire de comprensión en su voz— Recuerda que eso ya lo habíamos olvidado, t-tenemos que superarlo— su amiga apenas alzo la mirada, sus ojos se cristalizaron y pronto por ellos comenzaron a salir lagrimas. Sus lágrimas eran gruesas y frecuentes, persistentes parecía que una fuerte llovizna hubiese entrado a la casa— Sabíamos que no podíamos hacer nada más, ni yo seguiría tranquila. Por favor no llores…

—Sakura-chan…— apenas logro decir para comenzar a llorar en el regazo de la joven cabellos rosa. Lloraba fuertemente, sus sollozos eran audibles y era como tratar con un bebe inmenso, hicieras lo que hicieras no dejaría de llorar. Sakura solo fue capaza de llevar su mano a la cabeza de su amiga e intentar consolarla, casi podía comprender su dolor. La poseedora de los ojos verde jade intentaba evitar que las lágrimas escaparan de sus ojos. Haciendo todo ese esfuerzo en vano pues de sus ojos también comenzaron a bajar lágrimas, lágrimas que caían en el cabello de su amiga y se desvanecían poco a poco. Eran lagrimas que intentaba reprimir con todas sus fuerzas sin lograr algo.

— ¿Sakura-chan estas segura de que aceptar este trabajo estuvo bien? — dijo ya después de haber hallado la calma, estaba todavía sobre el regazo de Sakura pero miraba a lo largo de la sala. No se movía para nada y solo miraba por debajo de la mesa, sus ojos reflejaban mucha tristeza y odio.

—Ya no estoy muy segura de eso— respondió limpiando las ultimas lagrimas que se avecinaban por sus ojos —Ven, vamos a dormir mañana es la entrevista— dijo mientras se ponía en pie y recogía la tetera y las tazas de té. Hinata se puso en pie al igual que Sakura y se dirigió a las escaleras, allí espero que Sakura volviera.

—Sakura-chan. Creo que esta vida es mucho mejor que esa— dijo para luego subir y entrar a su habitación.

—Yo también lo creo Hinata— dijo para sí mientras seguía a su compañera.

La sabana color rosa estaba envuelta por toda su cintura, sus piernas estaban estiradas a lo largo y ancho de la cama, sus brazos estaban al nivel de sus ojos, uno a cada lado y su boca balbuceaba una serie de palabras incomprensibles. Su cabello rosa estaba totalmente desordenado sobre la almohada, y dañando su apacible y cómodo sueño Hinata estaba golpeando la puerta. La joven de ojos perla la llamaba desde afuera, también decía que ya era tarde y tenían que prepararse rápido o perderían la entrevista, más sin embargo no hubo cambio en la posición de Sakura. La perilla de la habitación de la chica comenzó a girar y ya sabía que esperar. La joven de ojos verdes abrió súbitamente sus ojos y en sincronía a la apertura de la puerta lanzo una almohada que cayó en toda la cara de su compañera; pero increíblemente al mismo tiempo el agua que había arrojado desde donde se encontraba había caído justo en el blanco, la peli rosa.

Ambas se miraron dispuestas a matar a la otra pero solo se sonrieron y poco a poco comenzaron a reír. Rieron por mucho tiempo hasta que Hinata le regreso a Sakura su almohada, de la misma manera en la que la recibió.

—Mi blanco será el Uchiha, ¿Te parece Kotomi-chan?*— bromeó Hinata.

—Bien, yo tomare al cara de tonto. Mikuru-chan—respondió para que ambas volvieran a reír.
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Neeeh! Apuesto a que quedaron con las bocas abiertas.

Como se conoceran las parejas?!
Dejenmelo a mí.
Capitulo #3 "¡Sera Un Gusto Matarte!"

 

Re: Lo Siento, No Puedo. Me Enamore [SasuSaku/NaruHina]

Ohayo!!
Bien siento la tardansa, corregia y corregia la misma parte xD
bn, aui tengo la conti
Un encuentro no muy grato, razones para terminar el trabajo rapido y poco a poco reconstruyendo el confuso pasado de nuestras chicas :P
Bno Sin más...
Ready...Set!...GO!!
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Capitulo #3 “¡Sera Un Gusto Matarte!”
Suspiró — ¿Qué diablos paso? — Escuchó la pregunta del joven de cuya boca salían palabras llenas de calma y frialdad, ella tenía la misma pregunta— ¿Cómo que a qué me refiero? — preguntó esta vez con evidente molestia — Pedí explícitamente una chica que pudiera mantener la boca cerrada y cumpliera a cabalidad mi agenda y lo primero que encuentro cuando abro la puerta es una tonta castaña que no deja de hablar y en su presentación dura cinco minutos— explicó el joven frente a ella. Ahora sí que estaba molesta ¿Había escuchado todo el parloteo de aquel idiota y ahora le decía tonta?, sin poder evitarse tras ella apareció una sombra con un semblante lleno de rabia mientras que ella se mantenía sonriente frente al chico.

— ¡¿A quién llamas tonta pedazo de idiota?!*— dijo aquel de existencia extraña mientras levantaba su puño — ¡¿Qué tal si te golpeo tan fuerte como para que atravieses la pared?*!— decía la sombra con su semblante bastante molesto. Sakura continuaba sonriendo intentando controlarse. Ya era un costumbre, contenerse, de ahí la aparición de aquel ser que podía decir cualquier cosa sin ser escuchada. Aquella sombra tenía su misma forma y su misma voz, su única diferencia era que en la frente de aquel ente decía claramente “inner”.

Sakura recibía todo tipo de miradas de sus clientes aquellas molestas palabras que continuaban saliendo de la boca del joven no era nada, podía controlarse. Y si tras ella estaba aquel ser, desahogándose, no había ningún problema.

— ¿Cómo que no puede hacer nada hasta hablar con Naruto? *— Preguntó de nuevo el joven — ¿Entonces tendré que conformarme con ella? Pero…— bajó la bocina del teléfono y miró a la joven frente a él un rato. Estaba extrañado. *—Si, sin duda eres torpe— se dijo así mismo mientras subía de nuevo la bocina del teléfono *—Si, si. Esta bien, hasta luego— colgó y luego suspiró..

Aquella peli rosa disfrazada de castaña apenas y podía contenerse, apenas y podía evitar lanzar un golpe que dejara a aquel joven en una camilla de por vida. Mientras ella se mantenía sonriente, con unas cuantas venas hinchadas sobre su cien iban apareciendo, aquel muchacho que hace poco estaba al lado del teléfono se dirigió a la cocina.

— ¿Entonces Uchiha-san, trabajare o no con usted?— preguntó con la vena en su frente, todavía estaba enojada — ¿Ahora qué diablos haremos? — pensaba la joven. El joven salió de la cocina comiendo un pan y con este en su boca se dirigió al perchero de donde tomó un abrigo. La volvió a mirar subiendo una de sus cejas y ella solo sonrío.

—Si, cada vez me convenzo más de que eres estúpida— afirmó mientras le daba la espalda y se dirigía hacía la cochera. Sakura, tal vez, alentada por el enojo y que realizaría su misión rápidamente saco un puñal de su bolso y se dispuso a clavárselo en la espalda; pero justo antes de realizar cualquier movimiento el joven giro haciendo que Sakura guardara con gran rapidez aquel puñal —No tengo tiempo para que el baka de Naruto responda así que serás mi asistente el día de hoy— dijo fríamente haciéndolo, según Sakura, mucho más sexy.

Si, así era. Algún idiota de la empresa de empleo había cambiado las direcciones y Sakura había terminado con ese egoísta, egocéntrico, ególatra y más que todo apuesto chico, Uchiha Sasuke. Sus cabellos eran azabaches, que se asemejaban a la más pura oscuridad y sus ojos eran de igual tonalidad. Su tez era de un color piel pálida y tenía un buen cuerpo, podría haber sido perfecto de no ser por su horrible personalidad. A Sakura parecía serle imposible el hecho de que tuviera novia, aquella desafortunada debía de estar muy enamorada o solamente ser tonta para poder soportarlo.

— ¿Trabajaras de interna no es así?*—Preguntó a lo que ella respondió moviendo la cabeza— Entonces deja tu maleta sobre el sofá— dijo con la misma frialdad en su voz.

—Pero si n…— Sakura obedeció después de recibir la mirada del joven. Aquella mirada estaba llena de rabia y agresividad así que ella solo pudo obedecer con algo de miedo. Sakura se veía bastante molesta, sus clientes eran algo pero este era otro tipo de mal, un mal que tenía una terrible mirada y una lengua aun peor. Cada vez se convencía más que trabajar con él sería un dolor de cabeza.

El joven la miró de nuevo con un gesto de extrañez. Sakura solo sonrío falsamente pues los escalofríos que aquella mirada había causado no se detenían — ¿Qué-qué sucede? — preguntó Sakura con nerviosismo, la mirada fría e insensible que habitaba en su rostro había cambiado a una algo alterada.

—Nada, es solo… que tu rostro… no es nada. ¿Podemos irnos ya? — preguntó con un extraño sarcasmo en su voz.

—Ha…hai—dijo Sakura siguiendo por la puerta hacía la cochera mientras jugaba con uno de sus mechones cafés. En frente de ella se encontraba un hermoso auto negro último modelo. El joven azabache siguió y abrió la puerta del pasajero e invito a pasar a Sakura, ella solo siguió y entro en el auto* —Vaya parece que por lo menos modales si tiene—pensó mientras miraba al joven y en ella aparecía un sonrojo, sonrojo que hizo desaparecer al instante.

El Uchiha pasó por el frente del auto y subió a este, no dijo ni una sola palabra. Abrió la puerta de la cochera y salió. Frente a Sakura ahora estaba la imponente mansión Uchiha, era una enorme casa con varios balcones y un hermoso color rojo opaco; le parecía algo muy ostentoso para que en ella solo viviera una persona él, claro que para su gran ego esa casa era chica.

—Iremos a mi oficina— dijo mientras que la mirada de Sakura se perdía fuera del auto. Le parecía extraño todo lo que veía pues como solo ella manejaba, solo veía la vía. Sasuke la miraba extrañado como en las tantas veces lo había hecho ese día— ¿Por qué entre todas me mandaron a la tonta? — se preguntó a si mismo acabando con la poca paciencia que le quedaba a Sakura.

La poseedora de aquellos cabellos rosados escondidos bajo esa larga peluca castaña lo miro con sus ojos llenos de ira —Tal vez le cuesta tanto trabajar con gente tonta porque…— calló, sabía que no era inteligente responderle, solo se trago todo lo que estaba a punto de decir. *—Vamos Sakura tu puedes, ten calma. — Pensaba— Después de todo será todo un placer ser la responsable de que esa linda boca no se vuelva a mover— se dijo a sí misma mientras sonreía para luego voltear a mirar hacia el otro lado.

El Uchiha no se inmuto. Desde aquel punto el silencio se apodero del ambiente y ninguno de ellos se esforzó en esbozar palabra. Sakura miraba continuamente fuera del auto, en realidad quería dejar de compartir el mismo aire que aquel joven. Aquella persona sentada a su lado le parecía tan molesta, tan grosera y tan engreída que no soportaba verle, sin duda era una persona a la que nunca le aceptaría un trabajo.

No paso mucho tiempo para que aquel Uchiha bajara la velocidad del auto y estacionara cerca de un enorme edificio, que a juzgar por cómo se veía estaba lleno de gente ocupada y engreída. Sasuke apagó el auto y salió, Sakura hizo lo mismo no quiso ser “ayudada” por aquel ser, que para ella, era totalmente insoportable. Entraron por la puerta trasera como suele hacerlo siempre la gente importante en una empresa y al pasar por la recepción Sakura descifró donde diablos estaba; ahora se encontraban en la estación televisiva UB, una de las más importantes y con más peso en todo el Japón. Siguieron avanzando, ella siguiendo a Sasuke, hasta llegar al elevador que se encontraba bastante lleno. El elevador realizo varias paradas donde entraban y salían personas, así llegaron hasta el piso treinta y siete.

Sasuke salió del elevador y continuo su camino hasta el final de un largo corredor, extrañamente nadie subía al piso treinta y siete, y Sakura abandonó el elevador dejándolo vacío. Ella miraba con atención cada cosa en sus ojos había mucho asombro, aquel corredor tenía el más fino alfombrado y una sala de espera inmensa. La decoración del lugar era fina y elegante, una decoración que se veía bastante costosa. Sakura corrió hasta alcanzar al joven que ya le llevaba bastante ventaja y camino tras él hasta llegar al final del corredor; allí había una gran puerta que el joven abrió con lentitud y algo de cautela.

— ¡Vaya! —dijo un joven rubio tomando a aquel azabache por su cuello —Quien diría que cubito de hielo me robaría a mi chica bonita. Teme te recuerdo que tienes novia— decía el joven mientras cerraba los ojos— Pero si quieres me la puedes dejar a mí-dattebayo— terminó para comenzar a reír por sus “ocurrencias”

—Dobe, suéltame ya— dijo el Uchiha en un claro estado de sofocación al que el rubio respondió con sorpresa y preocupación mientras lo soltaba. La chica de cabellos rosa que miraba expectante aquella escena, sus ojos se llenaron de luz esperando no ser ella quien matara a ese cruel ser humano.

—Bien, ¿Entonces qué haremos? — preguntaba el rubio mientras Sasuke avanzaba hacía su escritorio.

—Nada— dijo dejando a ambos espectadores sorprendidos —Lo pensé un buen rato y ¿Quién es el que más necesita alguien que cumpla con todo lo que dice la agenda? — Preguntó retóricamente el azabache —No puedo dejar que mi periodista estrella llegue tarde a todas sus citas por estar ligando con chicas—decía mientras en Naruto había una sonrisa de satisfacción y en Sakura aparecía una aura sombría— Así que por favor señorita realice su trabajo a la perfección—dijo Sasuke mirando a la joven sentada en uno de sus sofás.

—Ha…hai— dijo la joven de cabellos azabaches y ojos verdes que al ser reconocida por Sakura, cómo su mejor amiga y compañera pudo relajarse un poco más.

—Los métodos de Naruto no son los mejores, ni los más regulares, ni los debidos, ni los convenientes, ni…—fue interrumpido por el nombrado.

—Pero aun así es uno de los mejores reporteros del canal y siempre da los resultados esperados— decía el joven rubio de ojos azules bastante seguro de sí mismo. Era cierto, normalmente aquel joven de apariencia despistada y cara de tonto salía con las mejores historias; hasta ahora había encontrado dos grandes redes de narcotráfico en el Japón y estaba investigando a la mafia, tal vez de ahí las razones para su asesinato. Aunque Naruto no era de los periodistas que respetaran sus límites todo lo que hacía terminaba saliendo bien.

—Con los que apenas y podemos cubrir todos los daños que deja después de utilizar sus “métodos” — dijo el Uchiha haciendo que en ambas jóvenes apareciera una sonrisa y que de sus bocas saliera una risa floja.
Aquel comentario no le agrado nada, se había molestado —Tal vez “tu periodista estrella” se marche a otro canal— dijo Naruto amenazando al joven frente a él.

—No creo que todos te tengan la paciencia que te he tenido yo—dijo el Uchiha para que aquel rubio activo y hablador cerrara la boca. —Bien, hoy cubrirás unas cuantas entrevistas
y veras a algunos testigos del caso Hisagi. Aquí está tu horario— dijo alzando unos papeles que Naruto intento tomar pero fueron retirados—Son para la chica—

—Hai— dijo Hinata poniéndose en pie y tomando los papeles.

—Les sugiero se vallan ya— dijo y en acto seguido el rubio y la joven azabache se retiraron.

Sakura-chan no soporto a este chico decía el mensaje de texto enviado por su amiga poco después de dejar la oficina. Yo tampoco Hinata fue la respuesta.
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Bien espero que les haya gustado

Sayo!

Capitulo #4 "Te amo"

 

Re: Lo Siento, No Puedo. Me Enamore [SasuSaku/NaruHina]

Ano nee~
Ohayo!!
Perodn la horriblote demora xD
lo siento en vvd
hasta ahora termine de arreglar todo.
Bien espero que les guste.

Ready...Set!...GO!!
Capitulo #4 “Te amo”
— ¡No lo soporto!—gritó. Grito tan fuerte como para que se escuchara casi por toda la ciudad pero lo que evito que todos, incluyendo su jefe la escuchara fue la almohada que puso frente a su boca. Ni siquiera se tomo la molestia de alejarse de la puerta para emitir aquel grito; tan pronto como cerró la puerta cayó sentada sobre sus piernas y grito con todas sus fuerzas.
¿Cómo podía hacerlo? ¡¿Cómo podía tomar los sentimientos de las mujeres tan a la ligera?! Se preguntaba desesperada todavía tras la puerta. ¿Cómo podía hacer algo tan horrible como eso? ¿Cómo se atrevía a recordarle ese pasado que tan desenfrenadamente intentaba borrar? Lo odiaba, odiaba a ese joven de apariencia tan perfecta, a ese joven de cabellos dorados que sin ningún problema permitió que ella viera como el traicionaba a su novia. Que le permitió ver como él la besaba sin que ella quisiera, como la obligaba a hacer lo que no quería.
Se limpiaba sus brazos con fuerza como si volviera a sentir sus dedos en su piel, como si los dedos de aquel hombre una vez oculto en la oscuridad volvieran a tocarla. Volvía a ocurrir, el entumecimiento de sus músculos por donde aquellas manos de recuerdos pasaban; pasaban dejando gélido camino sobre su piel que no podía ver. Estaba gritando, gritaba por auxilio, porque quería que alguien la ayudase a dejar de sentir aquellas manos sobre su cuerpo. De sus ojos comenzaron a caer lágrimas; grandes y gruesas lágrimas y sus manos que ya habían dejado de intentar alejar aquella sensación se encontraban inmóviles. En sus ojos ya no había brillo, se había rendido. Había dejado que los dedos de aquel hombre del pasado la continuaran tocando, no había nada que hacer, como aquella vez.
—Mikuru-chan— dijo el joven tras la puerta claramente preocupado, intentaba abrir esta con todas sus fuerzas — ¿Te encuentras bien?— preguntó después de entrar a la fuerza. Ella solo lo miro ¡¿Cómo podía el hacerle recordar todo eso?! ¿Cómo se atrevía? ¿Por qué esa escena era tan parecida con el pasado? ¿Por qué eso que intentaba borrar la seguía donde fuera?
No resistió más y se desmayó.

— ¡Pero te amo! ¿Acaso tu no?— preguntaba alterada. Estaba llorando, pero cada lágrima que salía de sus ojos era simultáneamente limpiada por ella. Ella se encontraba frente a él, él la miraba con sus ojos fríos y Sakura intentaba buscar una manera de escapar de la incómoda situación. Aunque lo intentaba no encontraba forma, la joven que hacía poco habló estaba frente al corredor; el único lugar que le permitía ir a su habitación.
—Karin yo…— esbozó después de un largo silencio —Karin, lo siento. Pero las cosas ya no son iguales— dijo con frialdad, sus manos se encontraban ocultas en sus bolsillos y sus ojos veían a un punto indefinido de la pared. Solo con escuchar eso el corazón de la cabellos rosas entro en gran alegría y al mismo tiempo molestia ¿Cómo alguien podía ser tan frío?
— ¡¿Pero…Pero por qué un acto tan cobarde?! ¿Por qué enviarme un mensaje con palabras tan crueles?— preguntaba sollozando — ¡Al menos se valiente y dímelo en la cara!— gritó.
El joven frente a ella la miró fulminante. En sus ojos había furia, ira y repulsión — ¿Quieres que lo diga?— preguntó mirándola enojado—Te odio. No quiero creer que la mujer a la que tanto quise me haya engañado, pero no puedo—
—Sasuke yo…— dijo llevando una de sus manos a su boca. Bajó su mirada indignada, miraba el piso intentando cavar cabos sueltos, no dijo más; la joven limpió las ultimas lágrimas que salieron de sus ojos, tomo su bolso y se marcho del lugar.
El Uchiha de mirada fría se veía dolido. El tampoco dijo una sola palabra, solo comenzó a caminar torpemente hasta llegar a su habitación. Sakura miraba con tristeza su espalda, de la misma manera extraña en la que la había agradado saber que él y su novia ya no estaban más juntos; se entristeció con fuerza al ver el estado de tristeza del joven que según ella tanto odiaba.
Sakura tomo su maleta y siguió al joven Uchiha. Este frenó, abrió la puerta de una de las numerosas habitaciones en aquella mansión y encendió la luz. Sakura no dijo nada hasta que este salió de la habitación y avanzó por el corredor hasta llegar a la última habitación y abrir la puerta —Hasta mañana Uchiha-san— dijo —Espero que duerma bien— término e inmediatamente entro en su habitación.
La joven que acababa de cerrar la puerta y que ahora estaba sonrojada realizo la misma acción que su amiga, solo se dejo caer tras la puerta. Allí, sentada en el suelo de la habitación puso una de sus manos sobre su pecho y miro hacia arriba. — ¿¡Por qué quiero salir y verlo?! ¿Por qué me entristece tanto el verlo así? Es solo un odioso— se preguntaba pensativa, mientras intentaba liberar esa presión anidada en su pecho. Esa presión entre molesta y divertida pero más que todo asfixiante, presión que aumentaba con tan solo ver a ese odioso joven en su mente.
Sin quererlo cayó dormida pensando en él. En quien menos quería pensar, en quien le había hecho pasar tan malos ratos; pero dormía con una sonrisa en sus labios. Aquellos sentimientos que habían atravesado su corazón hace poco habían sido tan nuevos, tan dolorosos y tan agradables. Nunca había tenido la oportunidad de sentir algo así por alguien, y menos si los únicos hombres que conocía la miraban de una manera tan descarada.
Victima del frió despertó. Ella se puso en pie y al ver la oportunidad de terminar con su trabajo no dudo en ir hacía la habitación de su jefe. Salió de su habitación con sumo cuidado, sin permitirse producir un solo sonido y así rápidamente llego a aquella habitación al final del corredor. Allí parada frente a la puerta subió a su mano el nivel de la perilla y puso esta sobre ella. Su cabeza le decía que abriera la puerta, que hiciera su trabajo, hasta su “inner” estaba decidido a hacer que aquella joven de cabellos rosados abriera la puerta. Pero quien ahora controlaba su cuerpo era su corazón y este, que latía desesperadamente, hacía que poco a poco su mano fuera retirada de la perilla.
— ¿Qué diablos está pasando?— se preguntaba mientras apoyaba su ahora pesada cabeza sobre la puerta que tanto quería abrir; pero que su cuerpo le impedía. ¿Por qué, por qué no podía abrir esa puerta? Si tanto era su odio ¿Por qué no podía abrir la puerta para acabar con su sufrimiento? Se continuaba preguntando. La puerta frente a ella comenzó a abrirse poco a poco y sin saber qué hacer solo se mantuvo en pie esperando la pregunta a la cual todavía intentaba hallar alguna respuesta.
— ¿Qué haces aquí?— finalmente escucho aquella pregunta.
— ¡¿Eh?! ¿Ah? ¡Ah!—grito fuertemente mientras giraba sonrojada, no era algo que una asistente debiera ver. Su fornido y blanco pecho estaba desnudo. Sakura solo intentaba borrar aquella imagen de su cabeza, no porque le hubiera desagradado sino porque sería algo más para la lista de aspectos positivos de alguien que debía matar. Sakura solo seguía volteada intentando acabar con las ganas de voltear para comprobar si todo lo que había visto era real.
—Es cierto— dijo con pena, algo que aquella sonrojada cabellos rosa no vio —Hay una mujer en la casa— dijo tomando una de las camisetas sobre la silla que se encontraba a su lado. Se colocó aquella camiseta blanca y salió de la habitación.—Bien, ahora…¿Qué haces aquí?—
—Ah… — No sabía que decir, de suerte que se encontraban en la oscuridad y el no podría ver en detalle su rostro nervioso— Ha…hasta hace poco desperté y pensé que sería mejor preguntarle a que ho…hora estaría bien levantarme; pero solo hasta llegar a su puerta caí en cuenta que debía ser tarde— dijo.
—Bien— dijo.
Para ser un antipático, egocéntrico y grosero joven confiaba mucho en la gente. Para ser sincera a Sakura le había agradado mucho aquella actitud, más sin embargo le pareció cruel pues de ella era quien más debía dudar.
—Entonces Uchiha-san ¿A qué horas estaría bien?— preguntó la chica de escondidos ojos jade. El Uchiha después de una largo bostezo comenzó a caminar hacía la cocina.
—No lo se, tengo que salir de aquí a las siete y treinta de la mañana. Calcule usted, recuerde que tengo que desayunar— dijo dándole la espalda y hablando tan fríamente como le era posible.
—Hai— dijo la joven con varias venas hinchadas sobre su cien — ¡¿De que dudas tanto Sakura?! Le harías un favor a la humanidad eliminando a ese ser— Se decía Sakura entrando a su habitación.

— ¿Despertaste, Hyuga Hinata?— preguntó el joven rubio a su lado.
¿Qué diablos estaba pasando? ¿La habían descubierto? ¿No había sido extremadamente cuidadosa? Hinata que apenas había abierto los ojos se exalto demasiado. Hasta el punto de sentarse y mirar a quien le había hablado. El se encontraba sentado sobre una silla, esta estaba volteada y sus brazos se apoyaban sobre el espaldar de esta y su cabeza se apoyaba en ellos.
— ¿Co…como?— preguntó la joven muy extrañada.
El rubio que apreciaba cada parte de su rostro con deleite, que miraba con cuidado sus cabellos azulados como si fueran algo que nunca había visto; se limitó a mover los dedos de sus manos, sobre ellos estaba aquella peluca de cabello corto negro que Hinata atesoraba tanto. La vista de la joven se dirigió hacia aquella cosa que se había movido e instantáneamente llevo sus manos a su cabello.
— ¿Si tienes un cabello tan bello, por qué lo escondes, Hyuga Hinata?— cada vez que él repetía ese nombre una daga entraba en su corazón. Quería tanto dejar gritarle que dejara de decir ese nombre, que dejara de recordarles a esas personas que la habían llevado a todo eso. Quería con tantas ansias decírselo.
— ¿Acaso soy muy parecida a ella?— Preguntó intentando esconder su identidad.
—No. Tu eres ella señorita heredera— dijo, la Hyuga lo miraba sorprendida y al mismo tiempo pedía una explicación — Soy reportero, lo que más miro son los detalles. Desde el momento en el que pasaste por la puerta de mi casa te detalle, sabía que tu rostro lo había visto antes. Algo con lo que no puedo vivir es quedarme con las dudas, lo investigue, lo único que no coincidía era tu cabello y tus ojos. Pero cuando lloraste note que tenías lentes de contacto y con esa aterradora lucha contra enemigos invisibles fue imposible que no desordenaras tu cabello o tu peluca; cuando te levante calló al piso— terminó dejando a aquella Hyuga en silencio.
—Bien, Hinata Hyuga ¿Qué haces aquí? — preguntó.
—¡¡Deja de decirlo!!— gritó cerrando sus ojos para contener las lágrimas — Deja de decir el nombre de ese maldito viejo y todos los que lo siguen— dijo con nuevas lágrimas asomándose en sus ojos y retirándolas de sus ojos con fuerza…
De algo que se enorgullecía aquel rubio era de su gélido corazón para ese tipo de cosas, de ver llorar a una mujer. Pero esta era la única vez que veía a una mujer llorar y no era su culpa y de alguna manera se sentía mal. Y ese lado suave y dulce que no conocía de él salió a flote.
—Shhh shhh— hacia intentando alejar los brazos de la joven de sus ojos — Te vas a lastimar, déjalo ya—decía mientras llevaba las manos de la joven a su regazó.
—Los odio, son supuestos familiares que solo me traicionaron y me dieron la espalda—
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Bueno espero que les haya gustado
espero que hayan quedado WTF??xD
Sayo!

 

Re: Lo Siento, No Puedo. Me Enamore [SasuSaku/NaruHina]

Ohayoooo!!
Buenoh.
Me inspire y aquí les traigo la conti...
Es corta lo sé. Pero estoy segura de que estaran felicies con lo que les traigo.
Se desenmascaran secretos, surgen unos nuevos y se incrementa el odio pero surge el amor ;)
Bien Sin más....
Ready...Set!...GO!! [FONT=&quot]
Capitulo #5 ¿La verdad?[/FONT]
— ¡Venganza!— fue lo único que pude atinar a decir.

Sus ojos azules me miraron impresionados. ¿Qué más pude haber dicho? Decir que solo me acercaba a ese mundo por una misión, la misión de matarlo, era algo imposible. Sus ojos azules estaban clavados en los míos, me sentí algo incomoda; pero por una razón extraña mi corazón latía muy seguido y con fuerza. Intente calmarlo sin moverme, no quería que él supiera lo que me estaba pasando.

— ¿Qué te hicieron?—preguntó casi con preocupación.

Apreté mis puños tomando gran parte de la sabana sobre mí. Él lo notó. ¿Por qué pensaba que debía decirle? ¿Por qué me gustaba que le interesara? Me sentía…bien con su interés. Mi corazón comenzaba a latir a mil por segundo y sentía como el calor se apoderaba de mis mejillas. Sin mirarme en un espejo supe que me había ruborizado y bastante.

Baje mi cabeza para ocultar ese pronunciado sonrojo, algo que no funciono pues su rostro apareció justo frente al mío. Solo con ver sus hermosos ojos azules el color rojo que cubría mis mejillas se expandió por todo mi rostro.

— ¿Qué me hicieron?— pregunté al joven con sarcasmo. — ¿Te parece que estoy desaparecida? ¿Qué cualquiera dejaría una vida de lujos por ir directo a la calle?— las lágrimas comenzaron a salir con más fuerza — ¡¿En serio crees que desaparecí?! ¡Que me buscaron exhaustivamente! ¿Qué mi padre me quería? ¿Qué iba a ser la heredera de los Hyuga? ¿En serio lo crees?— él me veía entre preocupado y asustado, sonreí con decepción en sus ojos estaba claro que eso era lo que el creía — ¡Vaya! No pensé que el gran reportero Uzumaki Naruto se quedara con esa falsa información. ¿Quieres la verdad?— le pregunté entre gritos.

— ¡La verdad es que el maldito clan Hyuga vendería hasta sus hijos por su dinero y su dignidad! Y adivina cual fue el hijo que vendieron…— le pregunté para cubrir mi rostro con mis manos mientras contra mi voluntad mis sollozos se hacían más fuetes.

Él no dijo nada, se mantuvo en silencio mirándome con sus ojos azulados.

— ¿Cómo planeas vengarte exactamente?— ¿Por qué no dejaba de hacer preguntas y se iba de mi habitación? A lo mejor no me creía pero sus ojos tenían una curiosidad infantil que fácilmente mostraba su ingenuidad.

—Me volveré mucho más poderosa que ellos. Comenzare desde abajo, y lograre forjar una gran empresa, les robare todos sus inversionistas, pagare mejor a todos sus empleados, les quitare su posición en el mercado y cuando finalmente estén en bancarrota revelare mi identidad. La heredera “desaparecida” a quien dieron por muerta después de no encontrarla será más poderosa que ellos, aquella que creyeron que no era capaz de manejar el gran Imperio Hyuga será capaz robárselos. Y entonces Hiashi, Neji y Hanabi sentirán el golpe de mi venganza— le respondí con ira y malicia, sus ojos mostraban lo incomodo que se sentía. ¡Era el plan perfecto! Que lastima que la Hinata Hyuga que estaba frente a él no era la misma asesina que buscaba su vida, esa asesina solo buscaba el momento más indicado para matar a su blanco y alejarse de ese mundo lo más rápido posible. Ese plan que yo había creado para mentirle jamás se cumpliría, sé que no tengo las agallas para hacerlo. No tengo el valor para hacerlos sufrir.

— ¿Ahora me dirías la verdad, grandiosa actriz?— me dijo. Yo lo mire sorprendida, mis ojos por los que todavía salían lágrimas lo miraban fijamente. ¿Era algún tipo de brujo?

—…— no dije palabra alguna. ¿Qué podía hacer ahora? No me creía. Mire hacia la pared con ira, quería asesinarlo ya, odiaba a ese joven de hermosos ojos azules y gloriosos cabellos dorados. Odiaba su mirada de preocupación del principio; odiaba sus ojos que se mantenían fijos en mí, examinándome. Odiaba que el tonto que yo creía que él era, en verdad era una persona inteligente. Pero como me gustaba que hiciera todo eso, me encantaba que me preguntara por qué sufro, me gustaba que me mirara con preocupación, me alegraba que sus ojos no se despegaran de mí que yo fuera su centro de atención.

Pero debía matarlo. Aunque me gustaran sus ojos, su preocupación, sus preguntas, su físico, ¡todo él! debía matarlo, debía hacerlo. Pero no podía hacerlo ahora, estaba pendiente de cualquier movimiento si intentaba cualquier cosa perdería todas las oportunidades futuras; esa fue una noticia que me alegro el corazón, que permitió que este volviera a latir, que el dolor de mi pecho que había iniciado con tan solo pensar en matarlo había cesado.

—Si no quieres creerme, no tengo el más mínimo problema— dije limpiando las lágrimas de mi rostro. — Solo le pido un favor Uzumaki-san: No le diga a nadie mi identidad, menos a un Hyuga.

Después de decir eso salí de mi cama y me dirigí hacia el baño de la habitación tomando también la ropa para dormir. Me demore todo lo que pude, me puse aquella ropa y recogí mi largo cabello azul. Limpie mi rostro después de todo había llorado demasiado y salí del baño. El todavía estaba allí, para mi sorpresa. Se encontraba en pie frente a la puerta abrió su boca para decir algo, me fije bien en sus labios, eso labios morenos bastante tentadores que se movían diciendo las siguientes palabras:

—No los culpo, después de todo el dinero es lo más importante— el estado de hipnotismo en el que me encontraba al mirar sus labios se desvaneció, la ropa que llevaba en mis manos cayó al piso y yo con ella. Las lágrimas comenzaron a salir de nuevo de mis ojos, en los ojos de el vi dolor… no sé porque vi esa emoción en alguien que había acabado de decir esas palabras.

Y yo pensando que estar junto a esa persona no era tan malo…— ¡Te odio!— lloré aun más fuerte que antes, me aferré al borde de la cama intentando decir algo, intentando calmar mi enojo lo suficiente para decirle algo más. No quería ni siquiera verlo —¡Como alguien que se preocupa por otros puede decir lo mismo que esas personas!— le grité. Justo cuando él había logrado captar mi simpatía. —¿Cómo…?—

—Yo…— no escuche más —No tengo razones para opinar lo contrario— fue lo último que me dijo ese veintiocho de febebro.
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Bien si es corto!
Pero no les agrada saber todo lo que paso con Hinata y los Hyuga. Lastimosamente así es el capi de corto
Pronto.... o eso espero traere la conti ;)
Sayo!
Posteen ;)