One-shot de Naruto - Lo que llaman vivir [Nejiten/Au]

Subgénero: Ciencia ficción
Tema: Futuro
Advertencias: La personalidad de los personajes puedes verse afectadas acorde a las condiciones del mundo alterno en el que se desarrolla, de igual manera se a buscado que esto sea de manera coherente y no afecte su escencia.


Me sonreía como siempre al despertar, me gustaba que fuera lo primero que viera al reactivarme. Permanecía estático e inmóvil mientras que ella despertaba, de acuerdo a mi lógica, si ella no se encontraba, para mi no había razón para hacer lo que los humanos llaman vivir.

— Buenos días, Neji-kun— saludó cordialmente acariciando mi mejilla.

Yo permanecí inmóvil e inexpresivo, aunque podría jurar que piel artificial casi podía sentirla.

—¿La señorita Tenten gustaría de desayunar?— pregunte mientras con agilidad y rapidez lanzaba varios utensilios al aire, los atrapaba y con una serie de maniobras los ponía en la mesa.

Ella aplaudía divertida y se sentaba en la mesa relamiéndose.

—Me encanta que hagas cosas así, eres sorprendente— indicaba y yo en mis adentros sonreía poco— Quisiera algunos waffles con un de fruta y yogurt, por favor.

— Excelente elección señorita, en un momento.

A finales del 2030 los androides comenzaron a transformarse en algo común en los hogares, se les otorgo una inteligencia artificial sofisticada que les permitía tomar ciertas decisiones con autonomía, yo soy de los modelos mas recientes, hecho específicamente para compañía, un empresario que pasa demasiado tiempo en el trabajo al ver a su hija abrumada por demasiadas responsabilidades me obsequió a su hija, soy un GLT-11, ella me nombró Neji.

Satisfecha relamió sus labios rozados mientras que masticaba el ultimo trozo de pan del plato dando un sorbo al yogurt que le había dispuesto en el vaso, sonrió de nuevo, en ese instante dos pequeños hoyuelos se formaron en sus mejillas, guardé esta imagen en mi memoria; en ocasiones a la señorita Tenten le apetecía publicar en sus redes sociales algunas imágenes de su vida y era bueno que yo contara con estas en mi basta memoria, aunque generalmente por alguna razón, lo hacia para mí.

—Tengo que irme a trabajar, cuida la casa por mi, te lo encargo mucho—declaró la chica tomando un bolso en sus manos.

Vestía un pantalón de mezclilla y una playera de tirantes color rosa, además de un sutil maquillaje coloreando sus labios rosados y la linea sobre sus párpados superiores, lucia su pelo castaño en una coleta. Decidí almacenar dicha imagen también en mi memoria.

— Y no me esperes despierto, probaré algo de suerte esta noche— declaró Tenten mientras salía corriendo—¡mira la hora llegaré tarde!

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Pasaron varias horas mientras realicé el aseo general de la casa: recogí los trastos sucios, la mesa y su habitación; me extrañé al permanecer observando una blusa roja que se encontraba en mi memoria, rememorando las imágenes en mi memoria de todas aquellas ocasiones donde la había lucido esa prenda, sus ojos resaltaban de una forma especial.

Escuché entonces la puerta, me levanté para recibirla adecuadamente de acuerdo a mi programación servicial y me acerque dando una reverencia.

Tenten pasaba la puerta sujetada por otro hombre apenas de pie, ella sonreía alegremente pero perdiendo la conciencia a momentos, mis sistemas indicaban que había ingerido cantidades altas de alcohol.

— Señorita Tenten

— ¿ Está es mi casa?— preguntó la chica adormilada— muchas gracias, quisiera seguir hablando contigo pero creo que ahora mismo, quiero dormir.

— Claro, estamos en tu casa, ahora puedes dormir— declaró el joven ignorando mi presencia.

— Yo nunca tomo ¿ sabes?, tengo demasiado sueño...

Su voz se perdió hasta quedarse dormida, aquel hombre permaneció observándola un momento, me dispuse a despedirlo según el protocolo, pero algo más ocurrió. Éste comenzó a aproximarse a ella, tomó su cabello y comenzó a olerlo, la movió un poco comprobando que estaba dormida, una sonrisa extraña se formó en su rostro y deslizó sus dos tirantes por sus brazos, sujetó su blusa en su pecho y se dispuso a bajarla. Antes de que siquiera lo intentara, mi mano lo sujetaba con fuerza.

El hombre me observó con rabia y su instinto le dictó intentar golpearme, mi vista de 360 grados y reflejos inmediatos detuvieron su golpe con mi otra palma, lo que pareció enfurecerlo más.

Acto seguido lo empujé hacia atrás alejándolo de la señorita Tenten, sus pies se enredaron y cayó sobre una silla provocando un gran escándalo, ella despertó sobresaltada, observó la condición de su ropa, al sujeto en el piso y a mi interponiéndose entre los dos, no le llevó mucho adivinar la situación y defensivamente cubrió su cuerpo.

— Tu androide, ¡esa cosa intentó atacarte!—mitió.— mi padre, los odia y yo también, no se puede confiar en esos monstruos sin alma.

Ella se levantó, aun se miraba algo mareada, su rostro estaba molesto y observando hacia mi.

¿Acaso le había creído?

No debería de ser extraño para mi. No podía olvidar mi posición, era un mecanismo artificial con el único propósito de servirle, no era humano, no era su amigo, ni mucho menos algo más, mientras él si.

Ella levantó su brazo, esperé un golpe aunque no debería tener sensaciones, sabría que me dolería. Sin embargo, me abrazó, se aferró a mi como nunca lo había hecho, lloraba en un principio de rabia y pena, la rodeaba yo con mis brazos de manera expontanea, no había nada en mi que me indicara era la acción correcta, un algoritmo que me dictara era lo mejor, era algo que quería, que podía sentir, quería hacerla sentir segura, protegerla y que nadie le hiciera daño.

Recordé entonces al hombre que todavía se encontraba allí, con un rostro asqueado y molesto ante su limitada mentalidad y la escena frente a sus ojos que se contraponía por completo a esta.

Lo fulminé con la mirada.

— Tenten, jamás creí que tu...— escupió burlonamente.

— Pues es así. Ambos estamos decepcionados del otro, creí que eras una buena persona.

— ¡ Es una maquina!

— Tiene mas humanidad que tu, ¡largate de mi casa o llamare a la policía!.

Aquél tipo lanzó un bufido, atravesó el umbral de la puerta y salió cerrándola con fuerza.

Ella me observó sonriendo secando lo poco que había llorado, odiaba sentirse débil.

— Lo siento mucho— murmuró mientras se acurrucaba en mi pecho cerrando los ojos.

— Señorita Tenten...

— Por no darme cuenta, mi lugar siempre a estado aquí, contigo.


De acuerdo a mi lógica, si ella se encontraba frente así, para mi había mas de mil razones para hacer lo que los humanos llaman vivir.