Mira sus ojos claros gastados por las lágrimas. ¿Puedes ver el dolor en ellos? Ella solo entiende de sueños y versos. En ocasiones entorna sus labios desquebrajados, pero no dice nada. Le susurra al viento muy despacio, cautelosa y callada. Le cuenta los secretos que duermen en lo más profundo de su alma. Ah, a veces desearía tanto meterme en su mente para saber qué es lo que calla. Anhelo perderme entre la musicalidad de las palabras cuando nacen de su boca, acariciar su piel suave y albina. Cuando la miro veo un rostro frágil apunto de romperse, débil y añorado. Siempre está viajando de acá para allá. En ocasiones se pasea en barca por los ríos de Venecia, y otras nada entre las estrellas. Vuela entre mariposas y se deja llevar por la suave brisa a reinos lejanos de cuento de hadas. Viaja allá a donde sus sueños la lleven. Cuando despierta se funde con la noche entre palabras que serán quemadas. Las escribe en hojas viejas ya gastadas para luego enfundarlas entre llamas. Suspira contemplando las cenizas de su corazón y le desea a las estrellas que nunca amanezca. La cafeína corre por sus venas, mas ella solo se preocupa por clavar sus ojos en la luna de aquella noche enamorada. Grita versos de dolor al silencio aunque sabe que no hallará ninguna respuesta. En los días nublados sale a dar un paseo. Deja que la lluvia limpie sus lágrimas envenenadas, y se pregunta si algún día podrá escapar de los rayos de sol que habitualmente queman sus mejillas. Sonríe. Una tímida sonrisa en su inánime rostro. Sabe que no son más que fantasías. Y por eso jamás se cansará de pintar con palabras en el cielo los secretos de su alma, de viajar a lugares que solo ella puede ver, de soñar para escapar de la realidad. ¡Quién pudiese ser lluvia para fundirse con su alma!
Que escrito tan lindo :) Volé con tu descripcion, imaginando y sintiendo lo que ella hacia. Hasta me dio curiosidad saber más de aquel personaje un poco misterioso.