Disclaimer: Fairy Tail y sus personajes son propiedad de Hiro Mashima. Advertencia: Lo he clasificado como “para adolescentes” por un par de juegos de palabras al final, pero es una inocente historia. Sin más dilación: —¡Luce! —gritó Natsu cuando el mago perteneciente al gremio oscuro que acababan de desmantelar se giró y lanzaba un último ataque contra la rubia, antes de seguir siendo empujado por el miembro del ejército del consejo que se lo estaba llevando. El pelirrosa corrió hasta la nube de polvo violeta que le ocultaba la visión y se introdujo de lleno buscando a la rubia. Bajo un montón de telas encontró unas manitas braceando para ponerse en pie. Cuando el humo se disipó en el airé a todos los miembros del equipo se les escapó el alma por la boca: una pequeña Lucy se aferraba a unas ropas que le quedaban enormes y trastabillaba al caminar. —Chicos...—susurró, y luego, el llanto. —¿Qué hacemos?, ¿¡¡Qué hacemos!!? —berreaban Gray y Natsu corriendo en círculos y tirándose de los pelos. —Erza nos va a matar cuando se entere. —el peliazul se rodeó de un aura de depresión mientras Wendy se acercaba a la niña y la cogía en brazos junto con todas sus pertenencias. —Hay que llevarla con el viejo. —comentó el exceed azul, que sobrevolaba a sus compañeros. —Vamos, Lucy, deja de llorar.—Natsu intentó remediarlo cogiendo a la pequeña por un pie y sacuediéndola mientras ella se esforzaba por taparse. Como siempre, sólo lo empeoró. ~~~ —Así que un hechizo que la hizo volver en el tiempo. —comentó Makarov al tiempo que giraba alrededor de la butaca donde la rubia estaba sentada.— Está bien, creo que junto con Levy podemos encontrar algo que la devuelva a su estado normal. —miró a la peliazul, la cual tenía a la pequeña Lucy en sus piernas y asintió. Cuando Levy la había visto así, casi mataba a los dos magos a guantazos. Y eso que ella no era partidaria de ellos. Y estos no saben la suerte que tenían de que Erza estuviese en una misión de clase S.— Mientras tanto alguien tiene que cuidarla. Natsu, fue tu culpa así que tú te encargarás. —¿¡¡Natsu!!? —gritaron todos. —¿¡Cómo que fue mi culpa!? —se defendió el pelirrosa echando fuego por la boca. —Pero maestro, —intervino Gray— creo que es mejor que Wendy y yo nos ocupemos de esto. —He dicho Natsu. —alegó el viejo, y luego miró al pelirrosa.— Natsu Dragneel, si esta pequeña sufre algún daño te arrepentirás de haber dejado la cueva de donde sea que sales, ¿me has entendido? —gruñó el gigante provocando que el dragon slayer hiciese el saludo militar con su respectivo ‘sí, señor’ para luego salir con la Lucy de cinco años bajo el brazo. ~~~ Lucy se encontraba sentada en la hamaca de Natsu mientras este, con las piernas cruzadas sobre el sillón, la miraba sin cesar. Ella deseaba darle un par de "Lucy kicks" pero sabía que con esa estatura y esa edad sólo lograría hacerle cosquillas. Además, sus antiguas preocupaciones de adulta estaban empezando a ser reemplazadas por unos incesantes deseos de jugar, saltar y hacer cosas peligrosas; los cuales palpitaban fervientemente en su cabeza. Al mismo tiempo el pelirrosa se preguntaba como iba él a cuidar a una niña. Y más a una como Lucy. Quería de todo, menos que se echase a llorar otra vez. Y aún por encima Happy, al ver el marrón que el maestro le había echado encima, se escaqueó completamente alegando que debía ayudar a los otros a encontrar una solución al problema. ¡Maldito gato azul volador! El silencio de la habitación fue roto por la vocecita de Lucy. —Natsu...¿podemos jugar a algo? El muchacho tragó saliva. —Cla-claro. A todo lo que tu quieras. Pronto descubriría cuán arrepentido de esas palabras podía llegar a estar. La niñita pegó un gritito de emoción y saltó de la hamaca, a lo que Natsu se lanzó a cogerla antes de que llegase al suelo. Ella terminó sentada en su espalda y él lamentándose por su dolorosa caída en el parqué del suelo. —¡Pilla-pilla, Natsu, pilla-pilla! —reía ella y, de repente, echó a correr por toda la casa, a lo que el dragon slayer no tuvo más remedio que perseguirla. Pero la condenada niña de escurría por entre cualquier esquina, recoveco o agujero por el cual él no cabía y debía hacer números para dar con ella. —¡Argh! —gritó frustrado y escupió un rugido del dragón.— ¡Estoy encendido! ¡Ahora sí, Luce, no te escaparás! Oyó la risita de la niña en la cocina y corrió hasta allí, ella estaba al otro lado de la mesa e intentó despistarlo pasando de lado derecho a izquierdo, pero él se avalanzó con un salto, consiguiendo atraparla. —Te pillé. —dijo él, con la sonrisa de un niño.— ¡¿A qué jugamos ahora?! —Quiero un helado. —musitó la niña, juntando sus manitas. Natsu la miró confuso. —No tengo helados pero, —sonrió maliciosamente— sé cómo hacernos con unos. Y luego subió a la niña sobre sus hombros y echó a correr hacia el gremio. Cinco minutos después los dos críos, -sí, Natsu también considerado como uno- se encontraban sentados en una mesa con un par de grandes cubitos de hielo delante de ellos, cortesía del Fullbuster, y dos botes de sirope al lado. —Bien, little Luce, a ver quién machaca antes. —el dragon slayer y su compañera rieron. —¡Sí! Y luego empezaron a asestar golpes a los duros trozos de hielo. Natsu con sus manos desnudas y Lucy con un martillito que Mirajane le había dejado. Todos los demás miembros del gremio los observaban reír en silencio. Porque no parecían Natsu y Lucy, parecían Natsu y la hija que todos sabían que en un futuro tendría con la maga celestial. E iba a ser un buen padre. —¡Gané! —gritó la rubia luego de echar el sirope sobre su hielo picado. — Chúpate esa, Dragneel. El dragón gruñó furioso. —Este juego estaba trucado, Gray no jugó limpio. —se cruzó de brazos, con un puchero. La rubia se colgó de su cuello mientras tragaba el granizado. Luego, le sacó la legua con molestos ruiditos. —¡Qué mal perdedor eres, Natsu! —Te daré una paliza en el siguiente juego, ¡ya lo verás! Y ambos volvieron a salir, uno sobre el otro, por las puertas mientras los miembros del gremio los miraban sonrientes. ~~~ Ambos entraron jadeantes por la puerta de la casa del pelirrosa. Llevaban toda la tarde corriendo por el parque, picándose y compitiendo hasta por ver quién aguantaba más tiempo la respiración en la fuente. —¡Último desafío! —lo señaló ella, y luego saltó sobre él.— ¡Llévame al caballito! Natsu echó a reír y empezó a gatear y saltar por toda la casa, con la rubia en la espalda fingiendo ser amazona. —¡Arre, arre! —rió ella y siguieron brincando hasta acabar molidos sobre la áspera alfombra del salón. Como si lo programasen, bostezaron al mismo tiempo. —Natsu... Nuevo juego, la siesta. Y el dragon slayer se arrastró junto con ella a la hamaca y, tan pronto se tumbaron, cayeron como niños. ~~~ —¡Natsu! —gritó Happy entrando de golpe en la casa. Se llevó las patitas a la boca para susurrar un “se gusssssssstan” tan típico de él, al ver a los dos magos abrazaditos el uno al otro. Lo que el gato venía a decirle al dragon slayer era que el hechizo que le habían lanzado a la maga era temporal, duraba doce horas. Pero Happy se fue sabiendo que cuando el pelirrosa despertase, se daría cuenta por él mismo. ~~~ La maga celestial abrió los ojos para toparse con la cara de Natsu en frente de la suya. Se dio cuenta de que estaba abrazada a su torso y con las piernas entrelazadas con las de él. Dormía apoyada en su brazo, y con el otro Natsu le rodeaba la cintura. Y estaba muy a gusto. Porque Natsu le había dado algo que ella nunca había tenido. Una infancia feliz. Alguien con quién jugar y pasarlo bien. Alguien que la hiciese reír. Lucy le acarició las mejillas al dragón para luego verlo abrir los ojos lentamente. —Buah, ¡Lucy! ¡Ya vuelves a ser tú! —Él le sonrió y le devolvió la sonrisa. — Jugar contigo fue increíble, pero no pasa nada porque ahora estés más gorda, ¡vamos a seguir jugando! Y con un movimiento rápido sentó a Lucy sobre sus caderas. —¡Vamos Luce, monta, juguemos al caballito, así como ayer! Y Natsu, inocentemente asexuado, empezó a mover las caderas. Lucy, la cual flipaba por colores y creía seguir soñando, cambió el color de su piel por uno rojo escarlata. —¡Monta como lo hacías ayer, Luce! —Rió. —¡Kyaaaaaa! —Lucy le plantó la mano en la cara para que dejara de moverse.— ¡Natsu, idiota! __________________ Bien, ya estoy aquí otra vez. No quería subir esto tan pronto porque acabo de publicar el de la operación rescate pero no podía resistirme Espero que os haya gustado la inocente y aniñada forma que tiene Natsu de cuidar a little Luce. Hasta la próxima <3
Los niños se entienden entre ellos. x3 Me recordó al omake de Natsu y Asuka jaja. No sé, es una ternura. Sin duda el maestro sabe lo que hace BD. Jaja, fue muy lindo y gracioso. Natsu será un buen padre. Me lo imagino jugando todo el día con su futura y hija y Lucy enojándose con ambos por hacer tonterías. Es adorable. Me encantó. :)
¡me alegro de que te haya gustado! Sí, sí recuerda al omake porque es inspirado en él y en una foto de Natsu que vi con una mini luce sobre sus hombros. Tan monos En fin, gracias por leer <3
Me gustó bastante tu ficc, los acentos están colocados correctamente. Pero te descuidas con las comas y los signos de interrogación y exclamación, por ejemplo: —¿¡¡Natsu!!?— gritaron todos. Cuando en realidad debería ser... — ¿¡Natsu!? Y recuerda que cuando poned una coma y luego una pregunta esta no va con minúscula, de esta forma: — ¿¡Que hacemos!?, ¿¡que hacemos!? Creo que eso es todo, nos leemos.
¡Hey! Gracias por pasarte y leer <3 Lo de los signos de interrogación lo sé, simplemente quería enfatizarlo más y de hecho, creo que se pueden utilizar más de uno, o eso recuerdo haber leído. Y lo de las comas, supongo que un despieste, pero sí, tienes razón. Me alegro de que te haya gustado, bye~