Explícito de Naruto - Limpieza y venganza

Personajes: Hidan, Suigetsu
Género: horror, policíal
Extensión: one shot
Actividad: ¡Una imagen, una historia!

Contenido oculto

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Advertencia: el siguiente fic contiene escenas gráficas de violencia y muerte. Personas sensibles abstenerse de leer. En caso de proseguir con la lectura, no me hago cargo de traumas (?)

Limpieza y venganza
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Sí, no había forma de que lo relacionaran con ellos. El último movimiento de la guadaña cercenando parte de su mano, dedo por dedo los iba a ayudar a eso. ¿Ellos los perpetradores de semejante crimen? No, no tenía su firma, su estilo peculiar. Éste era un descuartizamiento sin antecedentes.

Todo, brazos, piernas,hasta las costillas, se podía ver divididas; lo que quedaba del torso estaba en finas tajadas como si fuera la presentación de una comida gourmet. La cabeza, reposaba a un lado. Murió gritando y así quedó marcada la expresión en los labios semiabiertos. Los ojos, mejor dicho, sus cuencas vacías, chorreaban sangre que se extendían a lo largo de las mejillas como lágrimas.

La saña marcada en los restos de lo que alguna vez fue un hombre se notaba en cada uno de sus cortes y quemaduras. Porque no era sólo uno el que se divirtió con él, no: eran dos. Y podrían haber sido más si no hubiese resultado demasiado sospechoso.

Hidan, ahora llamado Shinsuke junto a Suigetsu, alias Kuronosuke, citaron a Uchiha Sasuke, jefe de la investigación de la mafia Akatsuki, a la vera del camino, allá en la ruta 56. Ambos, dos jóvenes temerosos y cobardes como para ir a la ciudad a sentar la denuncia y brindarle información sobre la policía, citaron al Uchiha ahí. Decía Suigetsu, con su voz temblorosa y al borde del llanto, que sólo hablarían con él por miedo a que alguien más los viera.

Sasuke, con su afán de autosuficiencia y orgullo como para pedir refuerzos o que lo acompañasen, fue solo.

Su último error.

El punto de encuentro estaba vacío y oscuro. Diez de la noche y en medio de la nada, hasta la gabardina le era poco para pasar el frío. Sin embargo, pronto no lo necesitaría.

El disparo le dio en el omoplato izquierdo y en menos de lo que tardó en levantarse rabiando intentando sacar de la sobaquera su arma, un golpe en la cabeza lo dejó sin sentido.

Al despertar, estaba atado y adolorido. Justo en el hueco que había dejado la bala, Suigetsu metió un hierro caliente.

Al principio, el Uchiha se negaba a gritar, pero al subir la intensidad de las torturas, hasta lloró.

Justo cuando Suigetsu y Hidan se dieron por satisfechos, le cortaron la cabeza y desmembrados su cuerpo.

Del jefe de investigación no quedaba nada más que diversas tajadas esparcidas por aquí y allá.

—Ya no hay nada de qué preocuparse —dijo Hidan saliendo de la pocilga en donde habían llevado a cabo la limpieza.

—Aun falta una explosión.

Hidan lo detuvo antes de que hiciera una estupidez.

—Nada de nuestros habituales juegos. Les darás una razón para matarnos.

Su compañero gruñó frustrado. Odiaba dejar un excelente trabajo sin firmar. Pero tenía razón. Itachi, su hermano mayor hilaría cabos con facilidad si eran demasiado obvios. Por eso, habían elegido las identidades falsas y un punto al azar en la ruta, hasta sus métodos para deshacerse de él eran diferentes. Todo para no dejar huellas.

Akatsuki era rápido, desaparecía a sus víctimas sin que nadie encontrará una falange si quiera y si lo encontraban, es porque les dejaban una advertencia. Sasuke era su piedra en el zapato desde hacía seis años. Pero ya no lo sería más. Con Sasuke morian todas las pruebas para incriminar los en la muerte del presidente Hiruzen.

—¿Qué haremos si Itachi toma el caso?

—Seguirá a su hermano —se río Hidan.

Se acercaron al auto de alquiler y abrieron las puertas, más Suigetsu lo detuvo.

—Espera, al menos, una foto para recordar este día —dijo sacando el celular.

Hidan no pudo más que aceptar.
Sería su trofeo a guardar.