Death Note Libre [One Shot

Libre [Death Note]

Libre.
Un delirio un tanto forzado, hecho para un concurso.
Ojala les agrade ¡Es la primera cosa que escribo de DN!
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Había vencido.

El cambiar la Death Note antes de que la robaran había sido demasiado fácil ¿Quién sospecharía de un Shinigami? Esa era una cosa fácil de solucionar. Siempre había sido consciente de que llegaría un día en el que tratarían de robarla, y él siempre iba un paso por delante de los demás.

Había una réplica en ese maletín, el original siempre se encontraría en un lugar totalmente seguro.

Light miró por la ventana de la Torre de Tokio con una sonrisa satisfecha. Lo sucedido ese día le había demostrado al mundo que Kira era imparable.

Totalmente indestructible.

De hecho, un verdadero Dios.

Un año se cumplía ese día de su victoria contra esos simples y patéticos humanos, al igual que su exposición al mundo. Todos lo conocían, muchos admirándolo, otros solamente temiéndolo por completo. Eso era lo que buscaba. El mundo estaba prácticamente limpio, un par de estúpidos seres que aún se creían capaces de hacer el mal y engañarlo.

La suciedad en el mundo había sido erradicada. Todo gracias a él. Su mano acarició el cristal mientras observaba la perfección que había logrado crear, en su ciudad, en su país, en su mundo.

− ¿Light? –llamó una voz a su espalda y él se giró con rapidez, despegando la mano y solo después de reconstruir una mueca de serenidad en su rostro. Miró a la chica rubia frente a él. Realmente nunca había sentido nada por ella, quizá solo algo de pena y compasión. Era demasiado crédula y soñadora para llegar a creer que él la amaba de veras.

Sonrió ligeramente.

Demasiado estúpida quizá, pero era la estúpida que había llegado a ser parte fundamental de su éxito como nuevo gobernante total.

Además, ya era notorio sí llegaba a poner atención en cómo le quedaba esa ajustada blusa. Ahí, en medio de sus caderas se encontraba un pequeño bulto. Asesinaría por él, de hecho, moriría por él.

Un vasallo fiel en su cruzada contra la maldad llegaría al mundo. Alguien que no pondría en entredicho ni una de sus palabras, que jamás dudaría de él, porque sería criado para amarlo como padre y alabar a Kira como rey.

Fue consciente de cómo Misa se estremeció ligeramente y un suspiró de exasperación salió de lo más profundo de su ser mientras se tragaba las reprimendas que moría por darle.

Se quitó la chaqueta que llevaba y se la colocó en los hombros logrando que una radiante sonrisa se colocara en los labios de su esposa.

−Misa quiere volver a casa –suplicó ella haciendo un puchero que cualquiera podría haber encontrado malditamente adorable, mientras se colgaba por completo de su brazo derecho.

Light se pasó una mano por el cabello sintiéndose molesto. Ella había sido la que le había rogado prácticamente de rodillas el que la llevara a la Torre, pero recordó. Todo lo que hacía no era por ella, todo era por él y por su futuro.

Asintió ligeramente, soltándose de su agarre y rodeándole los hombros con el mismo brazo.

Entraron al elevador y cuando las puertas se cerraron pensó que todo apenas comenzaba. Él ya era totalmente libre de hacer lo que quisiera con él mundo y demostraría que podría moldearlo a su manera, sin que nadie se opusiera jamás.

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Sin verdadedros comentarios sobre esto u.ú-.