Drabble de Naruto - Las mujeres son de venus y los Narutos son del ramen

Después de tanto vuelvo con un pequeño fic de uno de mis animes favoritos, con mi pareja favorita de este y no solo por que es el principal, la verdad me identifico mucho con el Uzumaki, bueno espero les guste :P.

La observó atónito, no podía dejar de verla, su rostro brillaba de una manera singular, sus labios tiernos y a la vez un tanto provocativos sonreían tímidamente mientras esos dulces ojos perla lo observaban de reojo y cuando no resistía su mirada clavada en ella así completamente perdida y enamorada, se mordía el labio inferior, sus mejillas, si no es que todo su rostro se tornaba carmesí y sentía el impulso de desmayarse, pero se ponía firme, daba un suspiro y continuaba.

Ella no podía creerlo, era parte de un sueño o una ilusión, se avergonzó más al pensar por cuantas ocasiones había fantaseado con que la observara justo así, de pronto dejo de ser una niña rara para él y reconocía todo lo que había hecho por él, cuanto se había esforzado cuanto le importaba y lo quería.

Naruto se aproximó hacía ella, se recargó en su hombro, ella abrió más sus ojos perlados y sacó un suspiro ahogado, él envolvía sus manos en su brazo y cariñosamente le besaba la mejilla, ella apenas resistía el desmayo.

—Na-na-rato-kun— apenas surgieron palabras en su garganta cerrada.

— Hinata-chan— sonrió, soltó su brazo y la abrazó con amor por la espalda.

Ella se recargó en él pero porque estaba apunto desmayarse, volvió a lo que hacía, surgió vapor y un exquisito aroma surgió del estofado que preparaba, esto hizo que el joven rubio solo abrazara más y la besara de nuevo. Hinata dio una pequeña risita no creyó que fuera tan sencillo conquistar el corazón del Uzumaki.

— Ese es el mejor ramen que he probado jamás, cocinas riquísimo— el Uzumaki prácticamente babeaba— ¿ya está listo, podrías servirme un plato por favor?.

Ella dio una pequeña risita de satisfacción sin hablar le sirvió un plato y él la tomó del rostro y para su sorpresa unió sus labios con los de ella, ella casi se desmaya estaba demasiado feliz, sonrió nerviosa, quiso llorar al mismo tiempo, quedarse quieta y saltar, le pareció increíble que todo hubiera comenzado de la siguiente manera. Con Naruto hambriento, un Ichiraku Ramen cerrado por remodelación y una afortunada coincidencia de que ella supiera cocinar ramen y que lo hubiera hecho justo cuando el Uzumaki pasaba por allí, en definitiva ese viejo adagio que le dijo su maestra algún día era cierto “al corazón de un ninja se llega por el estómago”.