Las luces

Era un Domingo por la noche, estaba dándome los últimos retoques antes de ir a la fiesta de cumpleaños de mi novio, aquella iba a ser la mejor fiesta del año, y todos en la universidad lo sabían, iban a ir todos los alumnos importantes a su fiesta: Miembros de clubes deportivos, las chicas más populares y los chicos más sexys del campus, y yo, iba a estar ahí como la reina de la fiesta, junto a mi rey.

No obstante, mi compañera de piso, Jane, no estaba interesada en la fiesta, ella siempre fue una estudiante modelo, quien quería sacar siempre las notas más altas en todos los exámenes

-¿Estas segura de que no quieres venir, Jane? Con lo lista que eres no necesitas estudiar hasta última hora para aprobar el examen.-Pregunté en un intento de convencerla para que viniese a la fiesta conmigo.

-Ese tipo de ambientes no van conmigo, gracias por la oferta, Mei, pero prefiero quedarme aquí estudiando.-No obstante, fue una causa perdida, llevaba días tratando de convencerla, era evidente que no iba a cambiar de parecer en el último instante.

-Bueno, yo me voy ya, llegaré tarde, de modo que no me esperes despierta.-

-Que te lo pases bien.-Respondió sin quitar los ojos de sus libros. ¡Que chica más aburrida!

Salí del dormitorio y bajé las escaleras hasta la entrada, ya fuera del campus, me dirigí hacia la casa de mi novio, la cual solo estaba a dos calles de distancia, desde el campus la podía ver, podía ver la ostentosa iluminación del jardín y las luces rave de dentro de la casa, aquella iba a ser una fiesta genial, esta claro.

Al llegar a su casa, fui recibida por el rey en persona, Raúl, mi novio.

-¡Mei! ¡Por fin has llegado!-Me dijo con una cálida sonrisa

-Lo siento, me demoré tratando de convencer a Jane para que viniese, pero es cabezota como ella sola y decidió quedarse estudiando.-

-¡Dejala ser! Tu y yo hoy nos lo pasaremos genial.-Mientras Raúl decía eso, revisé mi bolso, en ese momento me di cuenta de que...

-¡No llevo las llaves del dormitorio!-

-¿Las llaves?-Preguntó Raúl extrañado

-Si, le dije a Jane que volvería tarde y que no me esperase despierta, sin las llaves luego no podre volver.-

-¡No las necesitas! Puedes quedarte a dormir aquí.-Respondió.-Aun que no se si vas a poder dormir mucho.-

-No, hoy es imposible, mañana tenemos un examen, tengo que estar en los dormitorios a primera hora de la mañana o me meteré en un lío. ¡Ahora vuelvo!- Dije mientras me dirigía corriendo al dormitorio

-¡Pero...!-Raúl intentó replicar, pero le corté

-¡Volveré enseguida. ¡Lo prometo!-

Fui hasta el dormitorio lo más rápido que pude, subí las escaleras hasta el segundo piso y traté de llamar a la puerta.-¡Jane! ¿Estas ahí? ¡Me he dejado las llaves! ¿Puedes abrirme?- Al no haber respuesta alguna de parte de Jane, traté de abrir la puerta, mi sorpresa fue mayúscula al ver que no estaba cerrada con llave y que podía abrirla sin más.

-Que raro, Jane nunca deja la puerta abierta.-Pero el encontrarme la puerta abierta no fue la única de las sorpresas con las que me encontré, las luces, estaban todas apagadas.-¿Quizás ya se haya ido a dormir?-Pensé.-Bueno, trataré de no despertarla.-

Conocía el dormitorio como la palma de mi mano, de modo que no encendí las luces, para no despertar a Jane, y también procuré caminar con el mayor sigilo posible, hasta dar con el llavero, cogí mis llaves y salí con el mismo sigilo con el que entré. Al salir, me aseguré de cerrar la puerta con llave y me dirigí a la fiesta.

La fiesta, no tengo palabras para definirla, decir que fue genial no sería justo, fue mejor que genial, me lo estaba pasando como nunca, sin embargo, no pude quedarme hasta el final, tenia que volver, pues a la mañana siguiente había un examen.

A las dos de la mañana, volví al dormitorio, al poner la llave en la cerradura, me llevé una sorpresa...La puerta estaba abierta.-¿Uh? Que raro, Juraría haber cerrado con llave.-

Al entrar, noté un olor intenso, un olor nauseabundo, que me estaba provocando mareos.-¿Jane? ¿Que es ese olor? ¿Se te ha caído una bolsa de basura en medio del dormitorio o que?-Pregunté en voz alta mientras encendía las luces.-J...-Al hacerlo, me quede congelada de miedo.

El cuerpo de Jane estaba completamente ensangrentado, tenia varios cuchillos clavados en diversos lugares de su cuerpo, los brazos, el estomago, la cabeza, las rodillas...Estaba completamente clavada sobre la mesa del dormitorio. En una de las paredes de este, había un mensaje escrito con la sangre de Jane

"¿Verdad que te alegras de no haber encendido las luces?"