Las Cartas de la Vida [CCS/TRC]

Holaa!, este es mi primer fanfic (aahh nervios! xD), espero sinceramente que les guste!!! Es basado en Sakura Card captor pero con elementos de Tsubasa Chronicles, pero eso vendría mas adelante… este sería el primer capítulo por ahora. =D…
Saludos a todos! ;)

Título: Las Cartas de la Vida
Resumen: Han pasado 8 años desde la captura de la última Carta Clow y la vida en Tomoeda ha vuelto a ser normal, pero, la llegada de una estudiante a la universidad hace que la Sakura pierda lo mas preciado para ella. Solo una persona podrá ayudarla a descubrir lo que realmente pasó, pero ¿cómo hacerlo si ni siquiera lo recuerda?...
Clasificación: Mayores de 13
Género: Romance/Fantasía/misterio/acción

Capítulo 1: Una vida casi normal​

Aclaraciones:

Habían transcurrido 8 años desde que Sakura había sellado la última carta clow. Desde aquel día la ciudad de Tomoeda volvió a la normalidad y tranquilidad que siempre la caracterizó antes de la seguidilla de sucesos extraños que hubo producto de las cartas. Por su parte, Sakura, dueña absoluta de las cartas, continuó con su vida. Al poco tiempo que convirtió la cata hope, ella y Touya decidieron contarle a su padre de la existencia de las cartas, Kero y Yue, para así poder llevar una vida apacible y sin necesidad de esconderse. Naturalmente, se lo tomo con tranquilidad y comprendió lo sucedido, haciendo alusión a que Nadeshko se le había aparecido antes y le había advertido.

Touya se había ido de la casa y vivía con Yukito.

En cuanto a Syaoran, el tras la captura de hope, estuvo un par de meses junto a Sakura, y luego tuvo que regresar a Hon Kong. Tras esto, mantuvieron una especie de “relación” a distancia por unos 6 meses, pero, se dieron cuenta de que no podían engañarse, pues, producto de sus estudios, y las responsabilidades que cada uno tenía en su respectivo país, era casi imposible mantenerla, además sus vidas estaban tomando caminos diferentes…

Ella estaba parada junto a un lago, había estado ahí antes… veía como las hojas caían sobre el agua… una suave brisa acariciaba su larga cabellera castaña, y una extraña sensación se sentía en el ambiente… de pronto, algo comienza a moverse en el lago, y una intensa luz brota desde el fondo… a lo lejos se siente una desagradable campana, que cada vez suena más insistentemente. De pronto un grito y algo helado y húmedo comienza a correr por su cabeza

- SAKURAAAAAAAAAA!!! LLEGARÁS TARDE TU PRIMER DÍA EN LA UNIVERSIDAD!!!!

Al abrir los ojos Sakura ve que Kero tiene un vaso en la mano, y ella está empapada

- ¡¡PERO COMO PUDISTE!!...¡¡AAAAHH!! ¡¡QUE MALO ERES!!
- ¡Sakura, mira la hora es tarde! ¿no tenías clase hoy?
- Pero aun así – de pronto mira el reloj – ¡¡AAAAAAHH NO PUEDE SER!!... ¡¡LLEGARÉ TARDE!!... ¡¡PERO KERO, COMO PUDE DORMIR TANTO!!
- Eso no me lo preguntes a mi… estabas tan concentrada en lo que sea que estuvieras soñando que a pesar de que el despertador sonaba, tu ni caso le hacías… por cierto, ¿que era lo que soñaste?, te veías inquieta…

Mientras kero hablaba, Sakura ya se había levantado, había corrido al baño y estaba saliendo de él…

- La verdad ya se me olvido… siiii… no me mires con esa cara, sé que tengo que recordar mis sueños, pero el despertar con agua fría ¡NO AYUDA!
- Bueno…. Oye Sakura ¿y tu padre?
- Me llamó anoche y dijo que no volverá hasta dentro de una semana, me dijo que le ofrecieron dar otra conferencia en la universidad en pisa… no Kero, no ese tipo de “pizza”, me refiero a la ciudad, allá en Italia!... ¿Qué solo piensas en comida? ¡¡AAAHHH!! ¡mira la hora, ya me voy!
- Bueno… Sakurita, había pensado que hoy podríamos, tú sabes, saludar a las cartas….
- En el refrigerador hay comida…
- Sakura, ¿me oyes?, las cartas saku…
- ¡adiós, Pórtate bien!
- Adiós….. – Sakura se marcha, dejando a kero con un aire de nostalgia y las palabras atravesadas en la garganta – que agitada es la vida de Sakura desde que entro en la universidad… y que aburrida es la mía desde que ya no pasan cosas extrañas… aahh que días aquellos… ¡bueno a comer!

Sakura había entrado a estudiar en la universidad de Tomoeda para ser profesora. Cursaba ya tercer año. Cada día debía cumplir con muchas tareas, pertenecía al grupo de gimnastas de la universidad, y además cumplía con una vida social muy agitada. Si no fuera por Kero, sus conversaciones con Yue y el libro, casi ni recordaría que fue una card captor cuando aún era una niña, y al parecer, eso casi ni le preocupaba, pues cada día que pasaba, sus deberes como una joven normal la iban absorbiendo más y mas. Ya en la universidad, una joven de larga cabellera negra, rostro blanco y llena de lienzos se le acerca

- ¡Buenos días Sakura! Como siempre luces con mucho entusiasmo – era Tomoyo, quien estudiaba también en la universidad de Tomoeda, pero la carrera de diseño.
- ¡Buenos días Tomoyo!, veo que tienes mucho trabajo hoy
- Si, debo entregar unos diseños el día de mañana, ¿y tú?... ¿ya hablaste con Taichi?
- ¿Taichi?... emm….
- Es que hace un rato me lo encontré en la cafetería, te estaba buscando… veo que está muy interesado – Tomoyo esboza una pequeña sonrisa mientras Sakura se sonroja
- La verdad… no lo se… Taichi es un buen chico, pero…
- ¡SAKURA!

Un chico de cabello castaño oscuro, ojos negros, de buena figura y alto corría hacia donde Sakura se encontraba con Tomoyo

- Por fin te encuentro… luces linda, como siempre
- En fin. Yo los dejo… adiós Sakura
- Pero... Tomoyo
- Tengo clases, Taichi, fue un gusto verte - Tomoyo se va.
- Como van tus clases Taichi
- Bien… mucho estudio, recuerda, debo ser un buen historiador… emm… bueno.. has pensado en mí… -se sonroja cada vez más al mismo tiempo que tartamudea un poco- has tu… Saku…
- Taichi… somos buenos amigos desde que entramos a la universidad…
- ¡Por lo mismo!... no haríamos una mala… pa… pa…
- Pareja… - Sakura igual se sonroja un poco- lo sé… pero si acepto…
- ¡Es sin compromiso! – la interrumpe con aun con la cara roja - solo una cita y vemos que tal, ¿te parece?
- ¡Me parece!...
- Será el próximo viernes, a las 8 pasaré por ti…
- Muy bien…
- Bueno, debo irme Sakura… ¡esperaré ansioso el viernes!
- Yo…
- ¡¡Adiós!! – se va corriendo con la cara llena de alegría, Sakura queda un poco confundida
- Yo... creo que también dedo esperarlo ansiosa… si... –se trata de auto convencer- será un bello día viernes

Sakura y Taichi se habían conocido tres años antes cuando entraron en la universidad. Se encontraron en la entrada, ambos un poco desorientados pues no sabían donde debían dirigirse a clases. Chocaron porque Sakura, de forma distraída, no se dio cuenta por donde caminaba… desde ese minuto se llevaron muy bien.

Sakura se había convertido en una bellísima mujer, su cabello ahora lucia un tanto más largo que cuando era una niña, cayendo sobre su espalda un poco mas debajo de los hombros, era de estatura promedio y de muy bella figura. Aun conservaba ese carisma que siempre la caracterizó, y por todo ello, Taichi, siendo un joven muy apuesto y de mucha popularidad entre las chicas, quedó prendado de Sakura desde el inicio, pero no había encontrado la ocasión para declarársele, puesto que Sakura siempre estaba recibiendo propuestas de chicos las cuales rechazaba sutilmente… Taichi nunca entendió el motivo de porque Sakura prefería estar sola, así que trato de buscar un momento apropiado para poder darle a conocer sus sentimientos. Un día de verano, mientras ambos paseaban por el parque, se decidió a decirle. Naturalmente, Sakura se confundió un poco, y, al igual que con todos los otros chicos, intento alejarse, pero como ya conocía a Taichi hace un tiempo, le había tomado cariño, por lo que, tras conversarlo mucho con su amiga Tomoyo, decidió aceptar tener una cita con él… la cual sería ese viernes que acordaron

- ¡¡Aahh!! ¡¡te ves divina amiga!!
- Tú crees Tomoyo – dice Sakura sonrojada, quien lucía un vestido sencillo corto color rosa, con una pequeña flor adornando su cabello.
- Si… Taichi quedará más enamorado después de esta noche
- La verdad… no sé si quiero que se “enamore más” como dices…
- Sakura… - se acerca kero con un pedazo de pastel que le había traído Tomoyo – no crees que ya es tiempo de que abras tu corazón a otra persona… ¡mírate! Eres una chica linda, y no me gusta verte triste cada vez que abres el libro y vez aquella carta – de pronto de abre el cajón donde tenía guardado el libro y sale de él aquella última carta que capturó estando junto a él… - ya supéralo, ¡tienes 20 años! Eran unos niños, y tú misma dijiste que no tenían futuro…
- ¡No seas tan cruel Kero…! Además nadie te pregunto…
- Pero Sakura, kero tiene razón…han pasado 8 años… y ni yo supe más de él, ni siquiera de Meiling… amiga...- le toma la mano- Tu sabes que siempre he querido tu felicidad, y Taichi es un buen chico, y se ve que te quiere mucho. No me cabe duda que tu también podrás llegar a quererlo si es que te lo propones, tienen mucho en común, te he visto cuando estas con él y luces feliz. Solo haz el intento… - Sakura la mira y sonríe.
- ¡Esta bien!... gracias amigos, siempre saben que decir

A los pocos minutos, suena el timbre…

………………………………………………………………………….

- ¡¡Syaroran!! ¡¡Syaoran!!... donde se metió ahora… ¡¡SHAORAN!!...

En una habitación un Syaoran bastante más maduro, se encontraba practicando con su espada…

- ¡SYAORAN!
- ¡ahh! – se corta un poco un dedo - pero Meiling, como se te ocurre irrumpir así, estaba…
- lo sé, practicabas… es solo que… ¡practicas demasiado!... si no estudias, practicas, ¿que acaso no quieres tener vida?
- Meiling…
- no me mires así, Akane y tus hermanas me encargaron que te sacara de aquí... sé que fue dura la muerte de Wey, a mí también me dolió mucho lo sabes… pero la vida sigue, y nosotros… ¡iremos de paseo!
- ¿de paseo?
- ¡si!... he preparado una sesta llena de cosas deliciosas que se que te gustan mucho… iremos de día de campo
- Meiling…
- ¡¡aaaahh noo!! ¡Nada de protestas, nos vamos ahora!!... - lo toma de un brazo mientras que Syaoran deja caer la espada al suelo…

También, al igual que en Japón, la vida en Hon Kong continuo con normalidad… bueno, con la normalidad característica de la familia Li. Syaoran se transformo en un hombre inteligente y apuesto, aunque nunca perdió esa personalidad característica de él. Seguía siendo muy cerrado en cuanto a sus sentimientos, siempre serio y de mirada fría pero bondadosa. Había entrado a estudiar arqueología la universidad y cursaba tercer año. Hace un par de meses, y producto de una enfermedad que lo aquejaba, Wey, su mayordomo había fallecido, lo cual había afectado los ánimos de Syaoran.

Nunca había olvidado todo lo que vivió en Japón… recordaba con cariño cada una de las experiencias que compartió capturando las cartas, transformándolas, y los pocos momentos que paso con Sakura tras la captura de la nada… el siempre la quiso, pero estuvo de acuerdo en que, tras su regreso a Hon Kong, ambos siguieron caminos diferentes y aunque le dolió mucho, rompió con Sakura y todo tipo de comunicación con la gente de Tomoeda

Meiling, al ver el dolor que le causo esto a Syaoran, decidió apoyarlo en su decisión, y también corto lazos… ella también se transformó en una bella joven, ya no usaba moños, sino que dejaba su larga cabellera negra suelta, -excepto al entrenar-. Nunca volvió a ser la prometida de Syaoran, pero si siempre fue su mejor amiga.

Pero, a pesar de que rompieron relaciones con las personas de Japón, por esas cosas de la vida, Syaoran conoció a una joven japonesa que se había ido a estudiar arqueología a China. Ella era de estatura media, cabello rizado y castaño (como café un poco oscuro). Su nombre era Akane. Era una joven con carácter, aunque muy dulce, con la que Syaoran congenió de maravilla y al poco tiempo comenzaron a salir. Como Meiling conocía como la palma de su mano a Syaoran, le sorprendió que este se demorase tan poco en comenzar una relación con esta joven, pero, al poco andar se dio cuenta que Syaoran había viso en ella un salvavidas para capear aquellos recuerdos de ese primer amor. Naturalmente no estuvo muy de acuerdo, no porque no le simpatizase Akane, sino porque pensaba que él no estaba siendo firme y sincero con sus sentimientos… pero, como Li siempre hizo lo que quería, tuvo que terminar por aceptar. Ya de eso había pasado un año y medio, y ya todos hablaban de un compromiso formal, tanto así que Syaoran sin antes planificarlo, ya hablaba de matrimonio, aunque no muy entusiasmado…

- Gracias Meiling… siempre me animas
- ¡Aaay Syaoran! No digas estupideces. Es lógico soy tu amiga, ¡mira!... ¡hola Akane!
- ¡Hola, Recibí tu llamada!... hola amor… ¿te sientes mejor?... estaba preocupada…
- hola… si, ya me siento mejor…
- Meiling si que sabe como subirte el ánimo…
- obvio, lo conozco de toda la vida….
- Lo sé… oye Syaoran… debo hablar contigo, es importante
- ¿Hablar? ¿De qué…?
- Vaya, siento que sobro… -interrumpe Meiling - Syaoran, comete todo, Akane, vigila que así sea. Me voy, ¡adiós chicos!
- ¡Adiós! - responden ambos… Syaoran mira a Akane, como presintiendo que alguna noticia inesperada vendría..
- y bueno, que querías decirme
- Syaoran, me voy a Japón- Syaoran queda en silencio un momento… quería procesar lo que Akane le decía, ¿Cómo que se iba a Japón? Aun ni siquiera terminaba la carrera, además, como podría ser posible que otra vez se apartara de una persona que él consideraba especial… -se que ya soy mayor, pero extraño a mi familia… se fueron a Japón hace un año y quiero verlos…además será por poco tiempo… me dieron la oportunidad de hacer un semestre en una universidad japonesa y poder especializarme con un arqueólogo famosísimo… Syaoran, sabes que volveré para quedarme contigo… lo sabes
- No, no lo sé…
- Lo que te paso fue hace 8 años, y aun eras un niño… nuestra relación es diferente, yo si volveré, es algo real…
- Lo sé… la situación, es diferente... pero no me pidas que no te extrañe…
- ¿Y si vas conmigo?
- No…
- ¡Por dios Syaoran!.. ¡es como si esa niña aun te estuviera esperando y tu a ella!.. ¿es que aun la quieres? Como puedes querer a alguien que es solo un recuerdo…
- ¡No es eso!... sabes que estoy contigo ahora… tenemos planes... nos casaremos… y ella... no sé de ella desde hace años… es solo, que no quiero volver… no quiero abandonar a mi familia
- Entiendo… ¿me irás a ver?... ¡solo por unos días, nada permanente!
- Emm… claro… cuando pueda…
- Te estaré esperando…- entonces se besan…

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- ¡YA ME VOOY…!
- Quizás nos veamos en la universidad hija… dale mis saludos a Taichi
- Está bien… adiós papá

Habían pasado tres meses desde que Sakura decidió ir a aquella cita con Taichi y darse una oportunidad con él. Hasta el minuto las cosas habían resultado bien, y Sakura cada día se sentía más cómoda junto a Taichi, quien, hacia todo para que ella fuese feliz

- Buenos días Sakura… - la besa tiernamente en su mano al mismo momento en que le entrega una pequeña flor – te ves tan linda como siempre
- Taichi…- Sakura se sonroja, de pronto, se da cuenta de que en la universidad hay un gran alboroto – ¿qué sucede…?
- ¡Sakura! – un chico alto con una sonrisa pegada en el rostro se le acerca
- ¡Yamasaki, hola!...
- ¡Hola… ah hola Taichi!... ¿Ya vieron todo el alboroto que hay por la llegada de los alumnos de intercambio?
- ¿Alumnos de intercambio? – observa Sakura
- Si, la carrera de arqueología a echo un convenio con una universidad en Hon Kong, así que muchos alumnos han llegado para quedarse por todo un semestre.

Al oír Hon Kong, Sakura no pudo evitar sentir un pequeño cosquilleo, de esos que dan cuando uno recuerda algo...o alguien…

- Supongo que tu padre vendrá a darles la bienvenida – interviene Taichi- él es uno de los profesores más prestigiosos de la universidad
- Ahh... –Sakura bajando del viaje mental que realizo por unos segundos- ¡claro!, me dijo que nos veríamos por acá.
- La universidad está revolucionada con esto, creo que no habrá clases – dice Yamasaki
- Comprendo… oye Yamasaki, ¿y Chiharu? Donde esta no la veo…
- Está por allá, junto con Naoko

Chijaru y Naoko entraron a estudiar literatura a la universidad de Tomoeda, mientras que Yamasaki estudiaba arqueología…

- ¡¡Hola Chiharu, Naoko!!!
- ¡Hola Sakura! – responden a coro
- Vaya, se ve que los alumnos están muy entusiasmados…
- Mira Sakura, - interrumpe Taichi- tu padre hablará

El padre de Sakura comienza a dirigirse a los alumnos y docentes, en un acto que se realizaba para darles la bienvenida a los estudiantes de intercambio. De pronto, se refiere a una alumna que destacaba entre el resto por sus altas calificaciones y su aporte en investigación en la universidad de Hon Kong… su nombre: Akane Takenouchi…

- Miren chicos, esa joven no solo es inteligente, también en muy bella – observa Chiharu, mientras todos asienten… al poco rato, el acto termina, y Sakura junto con Tayshi y los demás se acercan a Fujitaka quien les comenta que Akane no tiene donde quedarse, puesto que el chico que se supone la recibiría, había tenido un inconveniente…
- Pero puedes ofrecerle quedarse en casa –dice Sakura
- Pero hija – le habla al oído - que haremos con Kero
- No te preocupes, soporto estar encerrado por más de dos años en mi cuarto, sabe como ocultarse

Entonces, ya en casa ….

- ¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡QUEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEE!!!!!!!!!! ¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡DICES QUE OTRA VEZ ME TENGO QUE ESCONDER!!!!!!!!!!!!!!
- Tranquilo Kero, es solo hasta que termine el semestre, no te pido nada muy especial – dice Sakura
- Es que ya me había acostumbrado a merodear por la casa…- en eso suena el timbre
- ¡Deben ser ellos!...¡ya voy!... quédate aquí, te traeré la cena más tarde - Sakura sale corriendo y cierra la puerta, en eso, Kero siente una presencia
- Qué es eso…

Mientras tanto, Sakura recibía a Akane…

- ¡Bienvenida! ¡Espero que te sientas cómoda!
- ¡Muchas gracias!.. de verdad no sabía donde quedarme, han sido muy amables en ofrecerme su casa
- Sakura es una excelente anfitriona...
- Papá no exageres… oh, ya esta lista la cena, pasen a la mesa

Los tres disfrutaron de una buena cena, al rato Fujitaka las deja solas y se retira a su biblioteca…

- Así que vienes de Hon Kong, una vez fui allá, es una isla muy bella
- Bueno, yo soy japonesa, pero desde hace unos años vivo en Hon Kong… extrañaba un poco Japón por eso acepte esta beca, pero aun así, planeo volver… mi vida está allá
- Bueno, debes haberte hecho de amigos…
- Si… además, no podría quedarme sabiendo que mi prometido vive allá
- Aahh con que tienes novio… bueno, eres bella, el debe estar orgulloso de tener una mujer como tu
- Bueno…. – Akane se sonroja- tenemos muchos planes, y yo lo amo mucho…
- Y como se llama
- Bueno su nombre es… - y en eso suena el teléfono
- Lo siento – dice Sakura- ¡¡yo contesto!!... ¿diga? Casa de la familia Kinomoto…

Pasaron los días, y como Sakura es muy despistada, no volvió a preguntar por el prometido de Akane…
Un día, ya cercano a las vacaciones de verano, Akane llego antes a casa y no encontró a nadie, por lo que se pone a buscar a Sakura por todos lados. Estaba en ello cuando un ruido extraño atrajo su atención. Era proveniente de la habitación de Sakura, por lo que se decidió buscarla en la habitación...

- Sakura… estas aquí… Sakura… vaya, y yo que estaba segura de haber escuchado algo en esta habitación… creí que era Sakura… - Akane se comienza a retirar cuando un cajón le llama la atención – y eso… hay… algo en este… cajón… - lo abre y se encuentra con un libro rosa con el nombre de Sakura…– que libro mas… raro… – de pronto se abre- ¡AHH!.. ¡¡¡¡¿qué demonios, paso?!!!!... debe ser un sello automático... vaya… pero si son,.. ¿cartas? Y esta dice… vi..e.. n…vie..n… vient.. – de pronto se abre la puerta de la sala
- ¡YA LLEGUE!...- Sakura sube rápido las escaleras y al entrar a su cuarto se encuentra con Akane quien tenía la carta viento en una mano y el libro en la otra.
- Hay no…
- ¿Eh..? aahh Sakura, sentí ruidos en esta habitación y pensé que eras tú… oye, que lindo libro, y que lindas cartas… esta es la del….
- ¡SII!… sii... se cual es – la interrumpe con algo de nerviosismo - ahora, dame el libro… es... es personal
- Lo siento si hice algo indebido
- ¡Solo dámelo! – dice Sakura en tono fuerte
- Pero… no tienes porque…
- ¡QUE ME LO DES! - el ambiente se enrarece… una especie de presencia negativa se instala en la habitación y Akane sujeta con mayor fuerza el libro… su mirada se ensombrece…
- Qué pasa si no te lo doy… o si me quedo con una carta… esta me agrada, y tu además tienes muchas
- ¿Qué dices?... ¡eso es mío, ya te dije, es personal!

Akane seguía aferrada al libro, en eso suena el timbre y el ambiente negativo se esfuma

- Oh por dios, que impertinente soy, como me quedaré con algo que es personal… - dice Akane – toma, y descuida, no volveré a tocarlo…
- Está bien…
- Iré a abrir, recuerda que tu hermano quedo de venir…- sale de lo más normal por la puerta. De pronto aparece Kero
- Otra vez sentí esa presencia… - dice kero
- ¡Y DONDE SE SUPONE QUE ESTABAS CUANDO ELLA ABRIO EL LIBRO!... ¡menos mal que no dijo la palabra viento, las cartas se hubiesen dispersado!
- ¡Ya lo sé!... pero no podía mostrarme cuando ella entro…
- Quizás el libro estaba mal cerrado…
- Sakura…
- Es imposible que tenga magia ella…
- Sakura…
- Solo yo soy la que puede abrir el libro…
- ¡SAKURA!... ¡DESPIERTA DE UNA VEZ!... ¡¡¡¡ELLA SI PUEDE QUE POSEA MAGIA!!!!!… y el hecho que haya abierto el libro significa que tu estas muy descuidada con tus responsabilidades.
- De que me hablas kero…
- ¡De las cartas!.. y ellas lo notan…
- Y que… soy su dueña… - Sakura dice esto con algo de prepotencia, lo que molesta a kero
- ¿Y eso qué? – Kero se transforma en su apariencia normal y le habla en serio a Sakura – has estado tan centrada en tu mundo “normal” que has olvidado los deberes que tienes con las cartas… ellas te aceptaron como dueña y ahora se están sintiendo abandonadas…
- Pero...
- ¡PERO NADA!... por eso Akane pudo abrir el libro… porque las cartas están reclamando una nueva dueña.

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- ¿Cómo pudo pasar esto?... pensé que te llevabas bien con las cartas – dice Tomoyo, asombrada por lo que Sakura le está contando
- Sinceramente, creo que Kero exagera, ¿qué espera? ¿Que todo el día este pendiente de las cartas?, pues o siento, no puedo, tengo muchos deberes que cumplir, además, que objeto tiene que las use, no pasa nada extraño en Tomoeda... si definitivamente exagera

Tomoyo observa por un instante a Sakura con nostalgia y tristeza

- A decir verdad, Kero igual puede estar diciendo la verdad
- ¡¿Cómo?! – la mira asombrada Sakura
- Siempre que te veo, tan centrada en tu vida normal, pienso “en donde quedaría la antigua card captor que luchaba contra todo, y se preocupaba del bienestar de aquellos que la rodeaban…
- Pero Tomoyo, que dices, yo aun me preocupo por ustedes
- Sabes que no es así... Sakura, te conozco más que nadie, desde que eras card captor hasta hoy, has cambiado
- Tomoyo, era una niña...
- Pero tu esencia… sabes, cambiaste desde que Li se fue definitivamente a Hon Kong y decidiste romper relaciones con el… pensé que el estar con Taichi revertiría estas situación, Kero también lo pensó así, pero al parecer, lo único que ha pasado es que las cartas y los guardianes son cada vez menos importantes en tu vida… Sakura, el hecho de que Li se haya ido, no significa que las cartas y la magia tengan que pagar por ello…

Sakura mira a Tomoyo con asombro… algo se movió su pecho, una brisa mese el cabello de ambas, y el ambiente se tensa… de pronto Sakura se pone de pie con una expresión de tristeza y enojo

- Las cartas estarán bien… y sabes, si quieren otra dueña, ¡me da igual!
- P..per..o
- ¡PERO NADA!... ¡YA ME HARTE DE TENER QUE CARGAR CON ALGO ASI, YA ME HARTÉ DE TENER QUE ESTAR SIEMPRE PENDIENTE DE QUE EN MI VIDA OCULTO COSAS, YA ME HARTE... YA ME HARTE DE TENER QUE VER LA CARTA HOPE Y RECORDAR ALGO TAN DOLOROSO PARA MI!- Sakura sale corriendo, Tomoyo queda viéndola….
- Sakura….

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- ¿Hola..?... – dice Akane entrando en la casa – uff... vaya no hay nadie – sube por las escaleras para entrar en el cuarto que había sido de Touya y que ahora ella ocupaba. Luego de dejar sus cosas, se dispone a bajar a la cocina por algo de comer, pero al salir del cuarto algo la detiene, una extraña sensación que la atrae al cuarto de Sakura… - hay… hay algo en ese lugar… - sin darse cuenta comienza a avanzar hacia el cuarto- algo… me llama… - llega a la puerta y la comienza a abrir lentamente, al mismo tiempo que se va dando cuenta que el cajón donde estaba aquel libro de las cartas se abría, el libro comenzaba a flotar y se abría, dando paso a las cartas... – pero que… - algo la impulsa a ir donde ellas, sus ojos se tornan opacos y su semblante se ensombrece – no se preocupen cartas, ya estoy aquí… - en eso Kero, quien venía desde la cocina y no había sentido entrar a nadie, entra distraído con una galleta a la pieza… al ver a Akane, deja de comer inmediatamente…

- ¡PERO QUE!...
- Kerberos… yo soy quien esperan… - le dice Akane, al mismo tiempo que estira su mano... su tono de voz no era dulce como siempre, era más bien sombrío…
- Quien… quien eres tu…
- Soy aquella que realmente se preocupa de ustedes… ayúdame a estar siempre cerca...
- No… - algo nubla la mirada de Kero, mientras sin querer avanza a tomarle la mano a Akane..
- Siempre… estaré de su lado… déjame que los cuide… a ti, a Yue.. y a mis queridas cartas…

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- ¡¡¡Ya llegue!!!...
- ¡Sakura!... ¡tengo la cena lista!- habla Akane tan sonriente y dulce como siempre
- Gracias Akane… subiré a dejar mis cosas – Sakura sube corriendo a su habitación
- ¡Hola Ke…!... ¿Kero? – en un costado de la habitación estaba kero en su forma original, con semblante sombrío y las cartas flotando a su alrededor… - que… que sucede…
- Ya no tiene caso que sigamos aquí… se que Yue estará de acuerdo… adiós Sakura…
- Pero… ya se, Tomoyo te dijo lo que hablamos, estaba enojada y por eso...
- ¡SILENCIO!... ya no eres la dueña… ya no eres digna de poseernos, ni a nosotros los guardianes, ni a las cartas…
- Pero Kero… - intenta acercarse y un gran destello surge, y algo así como un campo de fuerza hace que salga disparada y choque contra la pared... mientras, en la habitación continua, Akane con el semblante sombrío sonreía….

 

Muchas gracias a las personas que comentaron el primer capitulo de este fan fic que por lo visto da para rato jejee... He tratado de corregir algunos herrores anteriores jeje... asi que solo me queda esperar que sea de su agrado ^^ ​

Cap. 2: Nada es como fue​

—¡Demonios!...—tras colgar el teléfono, Syaoran golpea la mesa, mientras su madre, con aspecto sereno como siempre, entraba en la habitación.
—Que sucede, Syaoran.
—Aun no se sabe nada… rayos, algo paso, lo presiento…
—Pero Syaoran, como es que estas tan seguro...
—Madre, usted sabe; Akane no es así, nunca dejaría de asistir a clases, su celular no contesta y me dijeron que en la casa donde se estaba quedando no apareció mas… algo paso…
—¡¡Buenos días Syaoran!!—entraba animada Meiling luciendo su larga cabellera negra.
—Que tienen de buenos…—responde Syaoran en tono severo.
—¿Ah…? pero que...
—Syaoran está muy angustiado por Akane—dice la madre de Syaoran.
—Como… ¿aun no sabes nada?
—Viajaré a Japón—habla Syaoran con determinación al mismo momento en que sale rápido de la habitación.
—Pero... Syaoran…
—Déjalo Meiling…—dice la madre de Syaoran—yo también siento que algo malo está punto de ocurrir, y no estoy segura, pero puede que tenga relación con Akane...
—Pero…
—Será mejor que lo acompañes. El ahora más que nunca necesitará de tu apoyo.

…………………………………………………………………….

—Otra vez el lago… sé que he estado aquí antes… ¿qué es eso?... hay algo en el agua… quiero… quiero ver que hay en el agua… pero… ¿una luz?... aaaaaaahhh
Suena fuertemente un despertador. Sakura se despierta confundida, eran las 7 am, pero no era una mañana como todas… algo faltaba, algo estaba mal… solo que ella, ahora, no se daba cuenta.
—¡Buenos días!—dice Sakura en un aire despistado.
—Vaya monstruo, hola…
—¿Hermano?.... —un destello viene a la mente de Sakura—porque se me hace tan raro que mi hermano esté en casa… porque…. ¿soñé que el ya no vivía mas aquí?… que sucede… porque siento que ayer... que ayer las cosas no eran igual….
—Vaya monstruo veo que estas en la luna
—¿Ah?
—Buenos días hija—dice amablemente Fujitaka.
—Buenos días papá—responde Sakura.
—Hoy no podre desayunar con ustedes, debo irme pronto a la excavación.
—¿Llegaras tarde hoy?
—Si Touya… ¿y tú?
—Debo viajar, ¿lo olvidas?
—Aahh… si es verdad, Sakura, te pido por favor que te ocupes de los quehaceres.
—¿Ah?—Sakura aun estaba distraída, sumergida en sus pensamientos—porque algo no me calza… Touya viajando, pero claro, eso tenía que ser normal…
—Sakura…—interrumpe su pensamiento Fujitaka
—¡¡Aahh!! Si…
—¡Adiós hija!
—¡Adiós monstruo!
—A…adiós… ¡regresen pronto!—en eso se van ambos hombres de la casa. Sakura vuelve a subir a su habitación, algo extraño invadía el ambiente. Se dirige a su escritorio y abre un cajón donde… no había nada…—Estoy segura que algo… no… debo estar medio dormida aun… pero... que es esta sensación…
Al poco rato Sakura sale de la casa. En el parque pingüino se encuentra con Taichi, quien tiernamente la saluda con un beso en la mano y una flor…
—Te noto distraída, ¿sucedió algo?
—No… no paso nada… ah, es cierto, Tomoyo no te comento a qué hora salía de clases
—¿Tomoyo?... ¿quién es ella?
Algo se movió dentro de Sakura, ¿de dónde saco ese nombre?. Una vez, hacía mucho tiempo tuvo una compañera de salón llamada Tomoyo, pero no estaba segura. Ahora, no conocía a nadie con ese nombre…
—Aahh no… no es nadie… me confundí.
El día paso lento… no supo porque despertó tan confundida— ¿habrá sido acaso el sueño que tuve?... no… —pensaba mientras garabateaba una figura extraña en un cuaderno. En la tarde volvió a casa, abrió la puerta, pero algo frio se sentía en el ambiente, por lo que decidió retrasar la cena y salió a dar una vuelta. En eso llego al templo Tsukimine…
—Este lugar… creo que nunca he entrado… ¿por qué?... queda cerca de casa, no tiene sentido…
Tímidamente comienza a avanzar. Algo le oprimía el pecho con aun más fuerza, no sabía que era… en eso, un cerezo enorme llama su atención…
—Este es… ¿el árbol sagrado?
Avanza y lo toca con una mano, entonces algo la recorre… ¿porque ahora sentía tristeza?... era como si algo le faltase, algo muy importante…
—Que me pasa…
De pronto el mundo comienza a darle vueltas, otro destello como los que tuvo antes viene a su mente, cientos de voces vienen a su cabeza ¿Qué era eso? Se comienza a marear, las imágenes están revueltas, ve criaturas extrañas, su corazón se acelera, se asusta ¿era ese el fin?... su mano seguía sujeta al árbol sagrado, ¿Por qué no podía desprenderse de él? Lloraba, su cabeza dolía y su nariz comienza a sangrar al mismo tiempo que el árbol emite una luz intensa, que quema su mano, le duele, Entonces, comienza a gritar a causa de la desesperación y el dolor… de pronto algo viene corriendo hacia ella, alguien la escucho y acude en su auxilio…
—¡¡¡Dios del rayo, ven!!!
Un fuerte rayo golpea al árbol, quien detiene su resplandor, al mismo tiempo que Sakura cae al suelo casi inconsciente y aquel que venía corriendo se le acerca…
—¡¿Pero qué…?!—era una voz masculina—... Sakura…—al comienzo expresa un tono de asombro, pero al ver a la chica tirada semiconsciente en el piso, comienza a desesperarse—¡¡Sakura, Sakura, reacciona por favor!!...—grita cada vez mas alto — ¡¡Sakura!!
—Pero… per…—comienza lentamente a abrir los ojos…—tú…
—Sakura…
—Tú… ¿quién eres?…
Un silencio rodeó el lugar y un aire frio recorrió la espalda de aquel joven que una vez más la había salvado, y que la había querido tanto…
—No me reconoce—pensó...—como puede ser…
Sakura se repuso un poco, al mismo tiempo que él se levantaba y sujetaba su espada con fuerza
—Muchas gracias… no sé que me pasó…
—¿De verdad… no me reconoces?... soy…
—¡Syaoran!—a lo lejos se siente el grito de una chica morena que se acercaba corriendo: Meiling—¡¡Syaoran!!...—se detiene ante el chico—Donde te metiste, no vez que yo — de pronto interrumpe su oración al darse cuenta de que otra persona se encontraba con su primo—¿ah? Pero si es...
—¿Syaoran?... que nombre más raro, ¿eres extranjero?
—Yo…—Syaoran agacha la vista mientras que aquella joven de cabello negro y largo mira confundida la situación
—Pero como… ¡Sakura eres tú!...—Meiling no pudo evitar la emoción que sintió al encontrar a una vieja amiga—cuanto has crecido… ¿pero cómo, no reconoces a Syaoran??
—Lo siento… ¿y tu como sabes mi nombre?... de verdad, no conozco a ninguno...
—¡Pero qué pasa aquí!... ¿debe ser un chiste no?... donde está la cámara escondida….
—¡Ya basta!—interrumpe Syaoran—disculpa no queríamos importunarte… mi nombre es Li Shaoran y ella es Li Meiling… disculpe por quitarle su tiempo—comienza a retirarse pero Sakura lo detiene.
—¡Espera!... ¿Pero cómo es que saben mi nombre?
—Seguramente estudiamos en la misma primaria… vivimos aquí cuando estábamos en 5to grado… de verdad, perdona si te importunamos… vámonos Meiling
—Pero… no… Syao…
—¡¡Dije vámonos!!...—dice Syaoran en un tono casi de dictador
—¡Esperen!...—interrumpe Sakura—creo que se… ¿ustedes venían de China? aahh si, recuerdo que en mi clase hubieron dos alumnos de intercambio… deben ser ustedes… pero, lo siento, no los recordaba con claridad…
—Que importa…—Syaoran le estaba dando la espalda, y Meiling miraba confundida la situación—ya nos vamos
—Eeeh… ¡sí!—lo sigue Meiling, aun algo indecisa
—Pero… me ayudaste… ¿no quieres que los invite algo?
—No gracias… tenemos prisa—se escusa Syaoran al mismo tiempo que empieza a correr. Meiling mira a Sakura con su cara llena de dudas y luego sigue a Syaoran, dejando a Sakura medio confundida.

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—¡Que fue eso!—protesta Meiling
—¿No lo notaste? No nos recuerda…—habla pensativo Syaoran, mientras Meiling sigue protestando.
—¡Cómo es posible! ¡como es tan ingrata! ¡Como…!
—Hay algo aquí que no es normal…—Syaoran parecía no escuchar los gritos de protesta de su prima
—¡¡Claro!! ¡¡Como puede haber gente tan despistada y mal educada, después de todo lo que pasamos, es la dueña de las cartas gracias a ti, pero que mal agradecida…!!
—Tu no lo notaste…—la interrumpe—pero había una presencia extraña en ese lugar… era algo que nunca antes había sentido.
—¿Eh... y eso qué?
—Alguien borró sus recuerdos… o algo así.
—¿Cómo? ¿Y tú crees... que tenga que ver con aquello que sentiste?
—Esa presencia… no existen las casualidades, solo lo inevitable… y es por algo que estoy en Japón nuevamente.
—Claro, por Akane…
—¡Es cierto!... ¡olvide por completo lo de Akane! Rayos…
—A decir verdad todo es muy extraño… ¡ya se!... mañana buscaremos a Tomoyo, ella nos aclarará lo que ocurre con Sakura.
—Pero... si Sakura no tiene recuerdos de nosotros, dudo mucho que Tomoyo los tenga.
—¡Tan negativo!, ya verás que si nos conocerá.

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—Lo siento, pero no los conozco—dice la morena ante la mirada llena de sorpresa y dudas de los primos Li
—¡¡Que!!... Tomoyo… ¡¡ ¿cómo no me recuerdas?!!—Meiling se desespera aun mas— ¡¡Soy yo Li Meiling!!
—No tiene caso—dice Syaoran
—¡¡Uy, lo que pasa es que te rindes demasiado rápido!!...—dice enojad— Estoy segura de que si muevo a Tomoyo de un lado a otro…
—¡¡¿Ah??!!—dice Tomoyo claramente incomoda ante la situación
—¡Ya basta Meiling!...—Syaoran mira a Tomoyo y hace una reverencia—lo siento… soy Li Shaoran y ella es Li Meiling… fuimos compañeros de salón en la primaria, y andamos de visita en Japón.
—¿Compañeros… se salón?... ¡ah sí!... ¡ustedes fueron los alumnos de intercambio de china!, ¿que se les ofrece?, lo lamento por no recordarlos.
—No te preocupes… es solo… que no conocemos a nadie y queremos que alguien nos guie por la ciudad… ya se nos ha olvidado como es… ¿podrías tu?
—¡Pero claro!... ¡me encanta hacer de guía turístico! – sus ojos comienzan a brillar por el entusiasmo—¡¡Así aprovecho de sacar algunas fotografías y grabar unas imágenes!!
—¿Grabar?—dice Meiling—pensé que solo grababas a Sakura…
—¿Ah? ¿De qué hablas?… ¿Sakura?... ¿quién es ella?—ante esto Syaoran y Meiling quedan helados.
—¿Que no era tu mejor amiga?—dice Meiling
—Mm... no… aunque…. déjame hacer memoria… creo que una niña que estuvo en mi clase se llamaba así… aunque solo la llamaba por su apellido, no éramos amigas.
—De casualidad—interrumpe Syaoran— ¿esa niña no se apellidaba Kinomoto?
—A ver… sí, creo que si… si mal no recuerdo era una niña muy linda, yo la quería como modelo de mis diseños, pero nunca quiso que la grabara… finalmente, nunca fuimos muy buenas amigas.
Syaoran se quedo pensativo ¿Qué estaba ocurriendo? Tomoyo siempre fue la mejor amiga de Sakura, es más, los trajes que usaba en la captura de las Cartas Clow eran diseño de ella. Si Sakura no uso los trajes, y más aun, no recuerda a Syaoran mas que como un simple alumno de intercambio, significaba que…
—¡Ella jamás fue una Card Captor!
—¿Qué…?—Meiling y Tomoyo lo miran con asombro
—¡¡¡Ahhhh!!! ¡¡lo siento, no dije nada!!—dice Syaoran con la cara roja—vámonos Meiling—Luego se dirige a Tomoyo—disculpa… ¿cuándo podemos venir a visitarte, para que nos guíes por la ciudad?
—Cuando quieran… también me encuentran en la universidad de Tomoeda, estudio diseño ahí.
—Muchas gracias… adiós
Tras esto, amos chicos se marchan de la mansión, Syaoran con un aspecto reflexivo y preocupado, mientras que Meling no paraba de protestar, pues las dudas en su cabeza cada vez eran mas y mas, que parecía que no cabrían en ella.
—¡Qué demonios pasa aquí!—protesta Meiling
—Y justo Akane no está… demonios… debo averiguar…
—¿Y porque nosotros si recordamos todo?—sigue protestando Meiling
—Aun no lo tengo claro… mañana pasaremos por Tomoyo a la universidad… aprovecharemos de ubicara a Akane si es que está… y descubriré que ocurre aquí.

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—¡¡Adiós!!
—¡Adiós hija, regresa pronto!
Sakura se pone unos patines blancos con unas franjas lilas y emprende el camino hacia la universidad. Solía siempre tomar el camino de la alameda, el mismo que usaba al ir a la primaria, y aunque no era el más cercano, le agradaba sentir la frescura que daban los árboles.
—Insisto que no es lo mejor ir a clases durante el verano… pero la brisa de cálida de la mañana es agradable—pensaba Sakura mientras patinaba distraídamente hacia la universidad—pero... que será… aun tengo esa sensación extraña de que algo falta… pero que…—en eso mira las hojas de los arboles… estaban verdes, bellas, y los rayos del sol se colaban entre ellos, pero al dar una curva distraída…
—¡¡¡Aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaahhh!!!—se desequilibra, comienza a caer, entonces alguien la sujeta—Perdón…
—¿Te encuentras bien?.....—una voz familiar suena en la cabeza de Sakura
—Pero… ¡¡¡aaaaahhhhh!!!… ¡¡¡ ¿otra vez tu?!!!
Era Syaoran, a quien también le sorprendía ver que, sin querer, otra vez se encontraba con Sakura.
—Eeehh… creo…—para Syaoran también la situación era un tanto extraña.
—Veo que siempre andas salvándome— dice Sakura reincorporándose.
—Yo…
—No te pude agradecer por lo del otro día… la verdad no se qué fue lo que me ocurrió.
—No importa...
—Pero…—de pronto, algo la interrumpe, es una sensación que nunca antes había sentido aunque no le era desconocida—que es eso…—dice Sakura al mismo tiempo que Syaoran también se percata de algo.
—Pero si es....—en eso una fuerte ventisca se abalanza hace que ambos salgan disparados hasta dar contra violentamente contra unos árboles. Syaoran intento recuperarse, mientras que Sakura, asustada, solo atinó a quedarse muda afirmada en ese mismo árbol donde se golpeó.
—¿¡¡Estás bien!!?...—grita Syaroran a Sakura—¡¡¡Cuidado aquí viene de nuevo!!!—Syaoran se apresura a abrazar a Sakura para intentar protegerla, mientras el viento se hacía mas y mas violento, mientras seguía gritando—¡¡Pero qué demonios pasa!!—Syaoran había sacado su espada, pero en ese mismo instante, aquel violento viento se detiene bruscamente. Ambos chicos se reincorporan—Que fue eso…
—¿Lo sentiste?...—lo interrumpe Sakura, medio entre choqueada y pensativa
—¿Ah?
—Eso… antes de que empezara aquel viento… era… una sensación extraña… de…
—Una carta Clow…
—¿Qué?— expresión llena de dudas se apodera del rostro de la joven
—Al parecer, algo en ti no ha cambiado todavía…—dice Syaoran esbozando una pequeña sonrisa.

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—Ya ha regresado… ¿cómo le fue en su paseo?
—Veo que viene de muy buen humor.
Eran voces masculinas, la primera mas ronca que la anterior. Una habitación oscura, se veía tan solo una gran chimenea al fondo de una sala que contaba con un solo sofá y una pequeña mesa donde solo había una taza de té y lo que parecía ser un libro. Una mujer, con una larga capa oscura avanza lenta y elegantemente hacia el sofá, mientras que desde la oscuridad le hablan, dos personas… ¿o seres?...
—Vi algo muy interesante… que no me esperé…—sonríe—no, la verdad, sabía que tarde o temprano esto pasaría… fue más pronto de lo que creí…
— A que se refiere—habla la voz más suave.
—Una persona… un oponente fuerte que querrá separarnos.
—¿Pero, acaso eso te parece divertido?—dice la voz más ronca.
—Claro. No es lo suficientemente poderoso para apartarlos de mi lado… será como un juego… así me divertiré mientras me deshago de él.
—Detecte la presencia de ese ser, no sé si sea tan bueno confiarse…—advierte desde las sombras aquella voz más suave…
—¡Insinúas que soy débil!—da un enorme grito, y aquel libro comienza a brillar intensamente… — ¡¡Soy yo, ama y señora del legendario libro de Clow y ustedes sus guardianes. Soy más poderosa que nadie, y nada en este mundo podrá arrebatarme lo que me pertenece por derecho, nada!!— se calma un poco, el libro deja de brillar, y aquellos seres quedan en un silencio sepulcral—lo siento… no debí exaltarme… ¿me perdonan?—ambos seres salen a la luz, ambos guardianes en su verdadera forma, pero no como antes… algo había cambiado, sus miradas estaban más sombrías, su presencia era más pesada—no dejaré que nada me aparte de ustedes… y ya verán, nada malo ocurrirá, esa persona no interferirá…

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Sakura caminaba, casi corría tras Syaoran quien muy aprisa intentaba alejarse de ella
—¡Espera…!— le decía Sakura—A que te refieres con que no ha cambiado nada en mí... ¡espera!... ¡que me quisiste decir!… ¡oye, me debes una explicación!... pero… ¡detente! ¡Hey!... ¡qué es eso… y que es una Carta Clow!… ¡tú también sentiste algo!... ¡espera!... ¡que pasa aquí!… ¡¡¡Detente!!!...—Syaoran se para en seco… y le habla.
—En este minuto no saco nada con tratar de explicarte, no me entenderías… lo único que te pido es que tengas cuidado…—tras decir esto se echa a correr, pero Sakura, no conforme con la respuesta, sale tras él… aunque a pesar de andar en patines, Syaoran corría bastante rápido, y en un descuido de Sakura, salta sobre el techo de una casa.
—¡oye!... ¿ah?... ¿y donde se metió? — Syaoran la observaba escondido desde el techo, meintras Sakura estaba claramente molesta ante el desaire del chico al dejarla hablando sola...—uuyyyyy... ¡esta bien!... ¡vete!... ¡y ojalá no te vea más!... que chico mas mal educado-.
Cuando Sakura se marcha Syaoran sale de su escondite….
—Lo siento… no puedo decirte todo lo que paso… lo más probable es que te haría daño…

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—Te estuve esperando y no llegaste… ¿eh?... ¿Sakura... que te sucede… Sakura?
—¿Ah?...—como que de pronto reacciona, andaba muy distraída—¡nada!.. no me pasa nada…
—Entonces…
—Lo siento Taichi, no llegue porque… porque…—algo la detiene, como le diría que una fuerte ráfaga de viento la azoto contra un árbol, que antes tuvo una sensación extraña, y que justo se encontró con un chico extraño que portaba una espada, la protegió, le dijo cosas extrañas y luego se marcho corriendo…—… porque… ¡me quedé dormida!... ¡si!... es que la cama estaba deliciosa… lo siento mi querido Taichi…
—Mmm... era de esperar. Por cierto, ¿quieres ir a un festival? ¡Será en el templo Tsukimine!... a ti te gustan esas cosas
—¿festival?... bueno yo…
—¡¡Entonces, no se hablará más!! ¡¡es una cita, pasaré por ti!! Mañana a las 6…
—Aun no te he dado la respuesta…
—No me importa, al final siempre terminas cediendo…

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—Luces muy linda hija
—¿tú crees? Muchas gracias papá
—Pero sigues siendo un monstruo…
—Uyyy hermano….—le hace un ademán con la mano como si lo fuese a golpear
—¿Y donde irá el monstruo hoy?
—¡Que no soy un monstruo!... y asistiré al festival con Taichi
—Uf, ese tipo otra vez…—Touya seguía refunfuñando en un rincón, en lo que suena el timbre.
—Iré a ver…—dice Fujitaka
—Hermano, no seas pesado con Taichi.
—No se merece ni mi tiempo… cuídate Sakura.
—¿Dónde vas?
—A mi cuarto… no quiero golpear a ese tipo cuando lo vea.
—¡Sakura, Taichi espera por ti!
—¡Ya voy!
—Adiós hija… Taichi, te la encargo..
—No se preocupe… ¿nos vamos?
—Si—Sakura sonriente, toma del brazo a Taichi y se despide de su padre.

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El templo lucía hermoso, lleno de luces y adornos por todo el lugar. Había mucha gente entre esos…
—Fue una buena idea venir aquí… ¿verdad Daidoji?
—Es verdad… como guía turística debo llevarlos a los mejores lugares... ¡¡y así aprovecho de grabar!!—Tomoyo saca la cámara con gran entusiasmo y comienza a graba r lo primero que se cruzaba ante las miradas del resto de las personas.
—Pero… ¿grabar qué?
—Eeehh… aun no lo tengo claro... ¡pero sé que algún día encontraré alguna inspiración!
—Uy vaya… sí que le hace falta Sakura… ¿no lo crees Syaoran?
—Si… — el joven lucía distraído, pero pronto una figura extraña acapara su atención, un hombre alto vestido por completo de negro, de cabello cano, traía lentes… ya lo había visto antes, siendo aun un niño… él era— ¿Yukito…?
—¡¡ ¿Qué?!! ¡¡Dónde!! — reacciona Meiling — ¡¡Sya… Syaoran!!
Syaoran sale corriendo, estaba seguro que era Yukito, pero lucia algo distinto. Tenía claro que la presencia de él significaba que las cartas estaban cerca, así como las respuestas al porque Sakura ya no recordaba nada.
—¡Espera!...
El joven corría entre la gente, pero basto con que un niño pequeño se atravesara en su camino para que se tropezara y callera… pero al levantarse, en el lugar de Yukito, había una mujer con una larga capa, y que en su hombro, traía lo que parecía ser un oso de felpa… pero no era cualquier oso de felpa
—¡¡¡Kerberos!!!
La mujer sonrió, fue cuando Syaoran se fijo en su cara. La conocía, y muy bien, lo notó al verla. Su corazón pareció paralizarse, el mundo enmudece, y su cara se tensa… ¿cómo no se dio cuenta, cómo tanto tiempo y jamás se percató de algo anormal? Y ahora, era lógico, todos esos sucesos extraños y ella no había aparecido… desde un comienzo supo que algo fuera de lo común ocurría en torno a su desaparición, aunque nunca se esperó que ella fuese quien estaba detrás de todo…
—No… no puede ser… Tú… Akane… ¡¡Akane!!

 

Muchas gracias a las personas que han ido leyendo este fanfic y sobretodo a los que han dejado sus comentarios!!​

Cap. 3: Festival de Peligros​

— ¡Syaoran!—Grita Meiling que se le acerca a toda prisa a Syaoran— ¿Pero, porque sales corriendo?— ¿Qué sucedió? ¿Porque estas tendido en el suelo?

Syaoran no parecía prestar atención a nada, la imagen de Akane retumbaba en su cabeza, pero, bastó con bajar por un segundo la mirada paraqué al regresarla ya no la encontrase allí.

—Era… Meiling, era…
— ¿Syaoran te encuentras bien?—llega Tomoyo corriendo tras Meiling
— ¡Era Akane!—dice desesperado el joven a su prima
— ¡como dices!
—Estoy seguro... estaba con Yukito y Kerberos…
—Pero cómo es posible…—ahora sí que la joven de cabello oscuro estaba confundida—si no conocía a ese chico, menos al muñeco de felpa y… ¡si ella ni siquiera sabe usar magia!
—De que hablan – interviene Tomoyo— ¿dicen, magia? ¿Como…?
—Disculpen—era una voz masculina— ¿les ocurre algo, por qué estas en el suelo?
— ¡¿Ah?!—Syaoran levanta la cabeza al mismo tiempo en que una voz familiar irrumpe en la escena
—Taichi que sucede…—la chica se percata de la presencia de aquel extraño que tan mal educadamente la había dejado hablando sola— ¡otra vez tú!
— ¡Pero cómo! —exclama Syaoran sin poder disimular su tono y cara de sorpresa
—Sakura…—la mira Meiling
— ¿Quiénes son? —pregunta Tomoyo
— ¿Ya se conocían? — interviene Taichi, y al minuto una multiplicidad de respuestas se escucharon
— ¡Claro!— Grita Meiling
— ¡No! —dice Sakura
—Algo así— dice Syaoran
—Claro que no— habla Tomoyo
—Eh…— Taichi mira la situación confundido, mientras Meiling con una venita en la frente aflorando no aguanto más las ganas de explotar ante tan absurda situación de amnesia colectiva.
—¡aaaaaaaaaaaaaaahhhhhh!—grita la joven china— ¡ya esto es insoportable!... ¡Tú…! –Indica a Sakura— ¡…eres Sakura Kinomoto, Tú…!—Indica a Tomoyo— ¡…eres Tomoyo Daidouji, él…! — Indica a Syaoran — ¡…es Li Syaoran, yo soy Li Meiling, y tú…!—indica a Taichi —eh… no importa.
— ¡¿Como que…?! —trata de intervenir Taichi.
— ¡En fin, ya nos conocemos todos y no se hable más del asunto, así que me voy a comprar un helado!—se da la media vuelta y se marcha en dirección a uno de los puestos de helados que estaban en el festival, mientras los demás se quedan mirando entre sí con caras de extrañeza ante tan peculiar situación.
—Eem… bueno… ya que todos nos conocemos, podríamos disfrutar juntos del festival juntos, ¿no lo creen?—dice sonriente Tomoyo.
— ¡Bueno, no hay nada que perder! —sonríe Sakura, en eso Tomoyo la mira con más atención, al mismo tiempo en que se aferra a su cámara con más fuerza y sin saber bien porque, comenzó a grabar a esa niña extraña que acababa de conocer.
—Oye Sakura…—le habla Taichi al oído al poco rato de caminar —esa niña te ha estado grabando todo este tiempo.
— ¿Ah?—Sakura se voltea y se da cuenta de que la joven de larga cabellera sigue atentamente cada uno de sus movimientos con la cámara, lo que provoca que la joven se sonroje — ¡aaahh, me da pena!
Mientras tanto, Meiling iba algo mas adelante con Syaoran,
— ¿Estás seguro que era Akane, Syaoran?
—Si… estoy seguro… no podría confundirla…
—Pero Syaoran… Akane no posee poderes…
— Ya no se qué pensar… creí que no poseía poderes, pero al parecer no me di cuenta; y además si así fuera, no entiendo porque querría las Cartas Clow .
— ¿Tú crees que se las robó?
—Es lo más probable… y con ello todos los recuerdos de las personas que estuvieron al lado de la dueña de las cartas, incluidos los de ella—entonces mira de reojo a Sakura... y su mirada reflejo un destello de nostalgia y tristeza.

Los chicos comenzaron a disfrutar juntos del festival, el cual estaba muy animado. Sin duda, de todos, Tomoyo era la más emocionada, pues había encontrado sin querer a esa “musa inspiradora” a la que sin pensarlo, comenzó a grabar en todo momento, lo cual hacía sentir un poco incomoda a Sakura, pero, aun así, no le desagradó tan extraña chica. Meiling también disfrutaba del festival, e intentaba hacer que Syaoran también lo hiciese, aunque este estaba distraído por lo que acababa de ocurrir, además el estar en el templo y ver a Sakura sonreír le traía muchos recuerdos, aunque algo faltaba en aquella sonrisa. Taichi también intentaba disfrutar de la feria en compañía de Sakura y los demás, pero no dejaba de pensar que esa era una situación peculiar, acababan de conocer a esas personas tan extrañas, un chico en extremo silencioso, una en extremo gritona y la otra con una cámara grabando a su novia cada segundo, y al parecer a Sakura no le molestaba.

— ¡Hey, Miren!—dice Meiling— ¡si le das a la botella más alta con el rifle te ganas aquel muñeco de felpa!—la joven señaló un oso panda gigante que figuraba como el premio principal por derribar una botella bastante alta— ¿No te gusta Kinomoto?
— ¡Si, tienes razón es muy lindo!
—Pero la botella se ve muy alta… además siempre hay un truco en estos juegos, así que olvídalo—le dice Taichi a Sakura, haciendo que el entusiasmo de la castaña desapareciera por un instante.
— No siempre—Interviene Syaoran—No siempre hay un truco, al contrario, este está en saber cómo usar el rifle de manera correcta.
—Intenta darle—lo desafía Taichi—y verás que es imposible.
—Para ti lo será…
— ¡Yo si se disparar un rifle! —responde el joven de ojos negros, ya algo molesto.
—Yo no me refiero a eso, solo digo que alguien que es experto en disparo si puede derribar la botella—responde Syaoran con la indiferencia de siempre y que lo caracterizaba.
— ¡Ya verás quien es el experto aquí, engreído—la molestia ya se palpaba en el tono de voz de Taichi, quien dando un grito se dirige al encargado del juego— ¡Deme un rifle!
—Cada rifle posee tres disparos—responde el hombre.
—¡El engreído eres tú!—dice Syaoran, quien también ya se sentía un tanto molesto ante el desafío del otro joven, mientras las otras tres chicas, observaban la situación, Sakura un tanto incomoda, Tomoyo con su cámara grabándolos y por primera vez despegándose de Sakura, y Meiling con un aspecto sereno, casi como si supiera el desenlace del desafío—Deme un rifle…—dice Syaoran y con una mirada de rabia mira a Taichi diciendo—¡yo no soy ningún novato!
— ¡Eso lo veremos!—tras esto Taichi dispara.
— ¡Ha fallado... le quedan dos tiros!
—Esta era solo una prueba…—tras esto dispara otra vez.
— ¡Ha fallado otra vez! Una vez más…
—Ya verás —le dice desafiante Syaoran – ¡¡esta es la vencida!! – se concentra un poco, agudizando la tensión de momento, apunta a la botella más alta, aprieta el gatillo y…
— ¡Fallo de nuevo!... gracias por participar...
—¡¡Que...!!– el joven intenta conservar la compostura y le dice a Syaoran—vez, esto está arregla….
En eso lo interrumpe el sonido de un disparo y un gran…
— ¡Felicidades, derribo la botella más alta de un solo tiro!—dice el encargado del juego, ya que
Syaoran, mientras Taichi hablaba, saco el rifle y disparó. Nadie sabía, salvo Meiling, que a demás de haber sido entrenado en artes marciales, el joven había aprendido a cazar desde pequeño, aunque no era de su mayor agrado y no lo practicaba a menudo. Naturalmente, eso le era útil en ese tipo de juegos.
—Aquí tiene—le entregan un oso gigante de felpa.
—¡¡Eeeeeh!! ¡¡Sabía que Syaoran lo conseguiría!! —celebra Meiling, a pesar de saber el resultado con anterioridad.
—Eres realmente bueno Li —dice Tomoyo.
— ¡No pensé que supieras usar el rifle tan bien, de verdad te felicito!—Sakura se dirige a Syaoran con una sonrisa, provocando que el joven quede un tanto descolocado.
—Yo…
—Sé que Taichi no mentía al decir que es bueno disparando, pero tu Li, ¡de verdad lo haces bien!

Ante esto Syaoran se le queda mirando y se sonroja y sin ser totalmente consciente de su acción, extiende sus brazos hacia Sakura con el oso de felpa en sus manos.

—Toma.
— ¿Ah?
—Tú… a ti te gusto este oso de felpa… es para ti…
—Pero... ¿seguro que me lo quieres dar? –ante esto Syaoran asiente con la cabeza algo sonrojado —pues bien… ¡muchas gracias Li!

Sakura sonríe… era aquella misma sonrisa dulce la cual tanto quiso cuando era niño, esa calidez que transmitía, esa dulzura solo característica de ella. La cara de Syaoran se comenzó a sonrojar cada vez más, al mismo tiempo que los latidos de su corazón le hacían pensar que este pronto atravesaría su pecho, ¿Qué era eso? ¿Acaso aun ella le provocaba esa reacción un cuando ya habían pasado años y todo había finalizado incluso antes de que ella perdiese la memora? Es que estaba tan linda, aun mas que como la recordaba, aun mas mujer ¿Como era eso posible que a pesar de haber visto a Akane y de lo confusa que estaban las cosas...? De pronto se da cuenta de lo que le estaba pasando, entonces se da vuelta en dirección contraria.

— ¡No me lo agradezcas… debo irme! – el joven tras decir esto, se marcha.
— ¡Syaoran! – Meiling trata de seguirlo pero este se pierde entre la gente
— ¿Pero que le paso? –pregunta Sakura.
—Veo... que algo sorpresivo le ocurrió —responde Tomoyo y luego sonríe.
—Él es extraño—interviene Taichi
— ¡No digas eso! —Sakura lo mira seria —se ve… que es un chico muy agradable… ¡¿ah?!

Algo interrumpe a Sakura… era algo en el ambiente, se sentía denso, enrarecido. Era una sensación que ya había sentido antes, pero que no se explicaba. Comenzó a mirar a su alrededor, pero no veía nada anormal. Mientras Syaoran casi saliendo del templo, se percata de esta presencia extraña.

—Esto es… —piensa el joven.
—Aquello que sentimos el día de la ventisca —dice Sakura.
—Como dices —pregunta Taichi.
—¡¡Sakura!!

Syaoran grita el nombre de la chica al tiempo en que vuelve corriendo donde los demás se encontraban y los arboles del lugar comienzan a crecer de manera descontrolada. La gente comienza a gritar y el pánico se apodera del lugar. Tomoyo es atrapada por una de las ramas, mientras que Taichi intenta llegar a Sakura pero también una de las ramas lo envuelve rápidamente.

—¡Pero qué sucede…!— grita la chica, aterrada ante la situación.
— ¡Syaoran!– grita Meiling, al mismo tiempo que un polvillo cae desde el cielo y todos los que estaban en el lugar, incluso los que fueron atrapados por las ramas caen dormidos, todos, excepto Syaoran y Sakura.
— ¡Dios del Rayo, ven!—el rayo fue directamente hacia las ramas que atrapaban que atrapaban a Meiling, pero no funciona.
—¡Li!— Sakura se le acerca al muchacho con la cara llena de terror —¡¿qué sucede?!, ¡porque otra vez estamos en medio de una situación extraña!
—Sé que la sentiste…
— ¿Sentir qué?
—La presencia de la carta…
— ¡¿Pero qué sucede aquí?!… ¡¿por qué ocurren estas cosas?!… ¡¿porque la gente se quedo dormida?!… ¡¿porque los arboles se comportan extraños…?!...por...que… –los verdes ojos de la joven comienzan a llenarse de lágrimas.
—No llores...–Sakura levanta la mirada—no solucionas nada con ponerte a llorar

Sakura sintió como algo en su pecho se oprimía, y como un rayo, pasó por su mente la imagen de un niño de ojos dulces le decía exactamente lo mismo.

—Tienes razón... no soluciono nada si me asusto…—la joven limpia sus lágrimas—hay que buscar la manera de despertar a todos y sacar a los chicos de las ramas que los tienen atrapados.
—Pero…—Syaoran la mira ¿Cómo podría solucionar esto? Sakura había olvidado cómo usar magia, y la de él no era suficiente. Además, alguien poderoso estaba controlando la situación, sumado a que el poder de las cartas de por si era fuerte.
—Tú sabes usar magia… —dice de pronto Sakura en un tono muy determinante.
— ¿Cómo?
—Sé que suena extraño, hasta me escucho y pienso que es una locura, pero algo sobrenatural es lo que está causando estos sucesos y con esto, ya estoy convencida. No sé qué es lo que yo tengo que ver con esto, pero puedo sentir que hay algo, una presencia…—Syaoran solo la miraba, a pesar de que Sakura había olvidado todo su pasado relacionado con la magia, sus habilidades no desaparecieron del todo y mucho menos aquella determinación y ese valor que siempre la caracterizó…—Y según esto, la magia se concentra en aquella dirección, ahí debe estar la responsable de este desastre, hay que ir, yo la distraeré y tú la atacarás con tu espada.
—Pero…
— ¡rápido, no hay tiempo que perder!

Tras esto Sakura se echa a correr en dirección del lago que estaba en el templo, sin saber exactamente hacia donde se dirigía, pero determinada a dar la pelea como no recordaba haberlo estado antes. Syaoran no tuvo más remedio que salir tras ella.
Al llegar al lago, Sakura se para bruscamente buscando el punto exacto donde se concentraba el poder, mientras el joven llega en el instante en que Sakura indica un punto en el muelle del lago.

— ¡Ahí está!

Una ventisca se desata la que obliga a ambos jóvenes a cubrirse la cara, en eso los arboles se comienzan a volver más locos y a extender más aun sus enormes ramas, ya no con el objetivo de atraparlos, sino que de causarles el mayor daño posible. Syaoran intenta defenderse, pero una rama lo golpe con fuerza y lo arroja al suelo, mientras Sakura rápidamente va esquivando las ramas e intenta llamar la atención de una figura sombría que poco a poco comienza a hacerse más nítida en la oscuridad de la noche.

— ¡Por aquí, oye atácame a mí!—le grita Sakura, logrando llamar la atención de esa figura cada vez más humana— ¡vamos que esperas!

Syaoran reconoce en aquella silueta a Akane, al mismo tiempo que levanta uno de sus brazos con un báculo del mismo largo del cual tenía Sakura pero color gris y negro, haciendo un ademán que indicaba un ataque definitivo hacia la chica, a lo que el joven reacciona y decide atacar nuevamente lanzando ahora fuego, pero rápidamente el ataque se vuelve en dirección de él pero esta vez como un fuego doble y más poderoso, dejando a Syaoran mal herido. Sakura mira horrorizada aquella escena, mira a Syaoran y mira a aquella persona, percatándose que era una mujer que le resultaba extrañamente familiar.

—Tu… yo te conozco…
—Demasiado tarde…—le responde con sarcasmo, al tiempo en que una carta gris comienza a flotar frente a ella— ¡Fuego!

La mujer lanza un ataque de fuego contra Sakura, quien totalmente en desventaja, solo cierra los ojos, pero el ataque es bloqueado, ¿por quién? Un asalto hecho por otra persona, alguien que desde un costado de la escena bloquea el fuego de Akane, ¿una niña? ante esto Akane se enfurece y dirige su ataque a la pequeña desconocida, pero…

— ¡Ya basta, deja de causar daño!

Un grito de Sakura la detiene, y sin que se diera cuenta una luz bajo sus pies forma el símbolo de su propia estrella, un báculo mágico aparece en sus manos y sin saberlo invoca aquel poder que hacía que los arboles se comportaran extraños, pero esta vez en su favor. Akane retrocede un paso con algo de nerviosismo.

—Envuelve a este enemigo con tus ramas justicieras…¡árbol!
— ¡¿pero qué?!!

Akane intenta huir, pero aquella niña extraña se pone sin que se diera cuenta en sus espaldas. También portaba un báculo, este era color blanco con franjas doradas que separaban el bastón con un símbolo como el ying y el yang pero que en el centro tenía el sol, la luna y una estrella juntas y a los costados dos alitas pequeñas, el cual eleva diciendo casi al mismo instante que Sakura.

—Espíritus de ambos mundos, denme el poder para derrotar a esta villana… ¡Tierra!....

Un movimiento brusco se produce dejando a Akane atrapada. Una luz intensa inunda el lugar creada por el poder de Sakura y aquella niña extraña, los arboles ya no están atrapando a las personas ni causando destrozos, todos hacen lo que Sakura les ha mandado, mientras Akane ve con rabia y temor como su magia se deshace, al mismo tiempo que la tierra crea una especie de celda en tono a ella y los arboles la sujetan con sus ramas fuertemente, pero algo ocurre, una flecha destroza parte de aquella creación y es capaz de liberar a Akane, posibilitando que una bestia alada la suba en su lomo y la saque de ahí, al mismo tiempo que lanza fuego a Sakura y la extraña niña, el cual solo sirve para distraer y llevarse a Akane.
Syaoran aun débil, presencio toda esta situación e intenta detener con un ataque la huida de Akane, pero ya era demasiado tarde… se había ido.

— ¡Demonios!—Grita Syaoran, acto seguido se volteo par ver a Sakura, quien en su mano poseía tres cartas muy similares a las cartas Sakura, pero eran color gris, dejando sentir además un gran poder negativo y lleno de tristeza.
—Que… que les sucedió... —dice apenada Sakura, pero sin antes poder advertirlo, ambas cartas comenzaron a brillar intensamente y el tono gris que poseían se transforma en un bello color rosa. Habían vuelto a ser cartas Sakura, cartas buenas: árbol, sueño y fuego.
—Que pasa aquí…—piensa Syaoran, al mismo tiempo que atónito contemplaba la situación.

Sakura quien no acababa de entender lo que estaba pasando solo levanto la mirada para observar a aquella extraña niña que la estaba observando atentamente. Era de aproximadamente 12 años de edad, piel blanca pero no en extremo, llevaba una pequeña chaqueta blanca que le cubría hasta la cintura y dejaba entrever su pequeño ombligo, el cual limitaba con una larga falda de igual color que la chaqueta. Su cabello era largo y negro sujetado solo por un pañuelo que usaba como cintillo también de color blanco y que dejaba su frente cubierta solo por dos mechones cortos. Sus ojos color verde esmeralda albergaban una mirada era dulce, pero misteriosa, además, se sentía que era una persona que poseía un gran poder.
La joven castaña solo la miro un par de segundos, apretó fuertemente las cartas que tenía en la mano, y se desmayó.

— ¡Sakura!—Syaoran corrió a ver como estaba, al mismo tiempo que mira también a tan extraño personaje— ¡Tú, dime quien eres!
—No te espantes—responde pausadamente esta pequeña, tenía una voz dulce y fina—no soy enemiga… he venido para ayudarlos.
—¡Ayudarnos en qué, explícate!
—En la amenaza que enfrentan ahora… sé que no podrán solos, necesitan toda la ayuda posible, para así poder mantener el equilibrio entre los mundos…
— ¿Los mundos…? ¡De qué demonios estás hablando, ya dime quien eres!
—L..as..c..art..as… —murmura Sakura apenas reaccionando
— ¡¿Sakura?!
—A su debido tiempo sabrás quien soy… ya nos volveremos a ver, Li Syaoran—acto seguido, la pequeña desaparece.
— ¡Espera no te vayas!
—Que… ocurre… las… cartas…—el balbuceo de la chica hace que Syaoran se vuelva a concentrar en ella.
— ¡Sakura, Sakura!
— ¿L…Li…?
— ¡¿Te encuentras bien?!
— ¡Syaoran, Kinomoto! —era la voz de Meiling, seguida por el llamado desesperado de Tomoyo.
— ¡Li, por fin los encontramos…!— dice Tomoyo al llegar donde Sakura y Syaoran se encontraban— ¡Pero qué pasó aquí!

Syaoran mira con más atención su entorno, dándose cuenta que hay un gran cráter en el lugar donde habían logrado atrapar por unos minutos a Akane, sumado a que, donde Kerberos lanzó su ataque, había restos de vegetación quemada.

—Atacó… Akane —dice el joven con aspecto preocupado y de cansancio.
—Pero como… —dice Meiling pero es interrumpida por Tomoyo quien se percata del estado en que Sakura se encontraba.
— ¡Pero Dios mío que le ocurrió a Kinomoto!... Li, que ocurre, si fueras tan gentil de explicarlo…y ¿por qué portas una espada y ella ese báculo?
— ¡¿Eh?!—Syaoran se da cuenta que tenia aun la espada en la mano y Sakura el báculo, quizás era la fuerza de la costumbre, pues siempre Tomoyo estuvo con ellos en la búsqueda de las cartas y al transformarlas, y aun no se acostumbraba del todo a que ella no supiese nada sobre la magia. Pero estaba llegando, y lo sabía bien, el momento de contarle la verdad… a ella y a Sakura, sobre todo si aquellos enfrentamientos con Akane se iban a hacer frecuentes—verás… Daidouji… yo…
— ¿No podemos dejar que el novio de la chica vea esto verdad?—Lo interrumpe Tomoyo, ante la cara de sorpresa que ambos primos pusieron por la naturalidad con que la morena comenzó a hablar—Es seguro que se asustaría y pediría muchas explicaciones. Vamos, iremos a mi casa, mis guardaespaldas nos llevarán…
—Pero… —interrumpe Meiling —entonces,que haremos con el tonto del novio de Kinomoto…
—Tranquila, déjamelo a mí —Tomoyo, sale corriendo en dirección donde estaba Taichi. A los pocos minutos regresa con su tan característica serenidad—Ya está todo arreglado… mis guardaespaldas están en la entrada, Li, lleva a la chica, pero no olvides esconder la espada y el báculo.
—Está bien…—Syaoran toma a Sakura en brazos y se disponen a caminar.
—Daidouji…—dice Meiling.
—Dime.
— ¿Y qué fue lo que le dijiste al bobo ese?
— ¿Te refieres al novio de la chica? solo le dije que ella se sintió indispuesta y que decidió irse a casa, que una de mis guardaespaldas la había llevado, y que había dejado dicho que no se molestara en llamarla, ella lo haría después. A decir verdad, fue muy fácil convencerlo.
—Definitivamente es un bobo.

Se marcharon del lugar sin mayores dificultades. Ya en casa de Tomoyo, recostaron a Sakura quien aun estaba inconsciente, en la habitación de la morena, mientras los demás jóvenes pasaron a una pequeña sala de estar que estaba en la misma habitación.

— ¿Por qué Sakura quedó así? —pregunta Meiling
—Creo que es una reacción parecida a cuando transformaba las cartas, ha gastado mucha energía, no tan solo en utilizar magia, creo que además, también logro recordar algo.
—Bueno—dice Tomoyo llegando con una bandeja donde traía pastel y té—ahora que estamos más tranquilos, supongo que me pueden decir que es lo que pasó—Syaoran y Meiling observan Tomoyo con algo de nerviosismo, mientras la joven sigue hablando— sé que este suceso es algo fuera de lo común, y que de alguna manera, por lo menos Li y esa chica están involucrados— Syaoran y Meiling se ponían cada vez más nerviosos— vamos, tranquilos… además, supongo que ustedes me pueden explicar algo muy extraño que encontré hace unos días.

— ¡A que te refieres!— interviene Syaoran.
—Espérenme aquí un momento.

Ambos primos se quedan en la sala mientras Tomoyo sale por unos minutos. Al regreso, traía consigo un croquis que se notaba un tanto viejo, el cual dejó sobre una mesa de centro. De inmediato llamó la atención de ambos chicos quienes no lograron disimular sus caras de asombro: en la tapa decía “Vestuario de Sakura”.

—Si quieren pueden tomarlo.

Meiling toma el croquis, lo abre, y se da cuenta que son bosquejos de muchos de los trajes que Sakura utilizaba cuando capturaba las cartas—¡Syaoran, son los disfraces!
—Pero… ¿no se supone que todo lo que es relacionado con las cartas y Sakura desapareció?— se preguntaba Syaoran en voz alta.
—Vaya, hay muchos…
— ¡Verdad que son divinos!—Dice emocionada Tomoyo— al principio pensé que eran solo garabatos, pero cuando lo abrí, ¡descubrí esta maravilla!, me llamó la atención que tuviese el nombre de Sakura, pero ¡después de haber conocido a esta niña tan linda hoy, descubrí para quien los había diseñado!—un brillo impresionante salía de los ojos de Tomoyo mientras Meiling y Syaoran la miran con una sonrisa algo nerviosa—no sabía bien porque además, en la última hoja, tengo un diseño para un chico… pero ahora creo saber para quien es—tras esto observa a Li, al mismo tiempo que Meiling hojea el croquis hasta la última página.
— ¡Es verdad, Syaoran, este es el traje que Tomoyo te paso para cuando capturaron la carta de la nada... y aquí está el de Sakura!
—Entonces si los reconocen— dice sonriente Tomoyo —además, comienzo a entender porque no les cuenta llamarme por mi nombre.
—Aahh yo lo siento – dice Meiling.
—Lo del nombre es lo de menos – interviene Syaoran – Tomoyo, ¿te molesta que te llame así?
—Para nada.
—Está bien… te lo diremos…

Syaoran le comienza a contar todo a Tomoyo, la relación que ella tenía con Sakura, y como todos se hicieron buenos amigos, la llegada de ellos dos desde Hon Kong a Japón cuando tenían 11 años, las Cartas Clow, incluso la relación que él tuvo con la joven castaña, pues, consideró que era necesario contarlo todo a ver si algo se movía en la mente de Tomoyo. Lamentablemente, no dio resultado, pero, en vez de asustarse o tratarlos de locos, la chica de los ojos azules tomó todo con absoluta tranquilidad y comprensión.

—Así que eso es lo que ocurre… —dice finalmente Tomoyo.
—Lo que no sabemos es porque ustedes no recuerdan nada.
—Y con Syaoran somos los únicos que sabemos lo que pasó, y no puede ser que solo afecte a personas que no poseen magia, porque yo no la poseo y aun así recuerdo todo— interviene Meiling.
—Puede que sea porque ustedes estaban alejados de la chica… —de pronto Tomoyo se entristece —de todas formas… debí quererla mucho…
— ¿Lo dices por los trajes Tomoyo…? ¡Perdón!... ¿Daidouji?— pregunta Meiling.
—No te preocupes, puedes llamarme por mi nombre… y no lo digo solo por eso… es que si no la quisiera tanto, no habría guardado con tanto recelo aquel valioso secreto. De hecho, creo en su historia porque cuando hoy la vi por primera vez, sentí como si la conociera de toda la vida, mucho más que el simple recuerdo que tengo de una compañera de salón que ni siquiera fue mi amiga. Ella se ve una buena chica, y estoy segura de que fuimos muy cercanas… algo me lo dice. Claro, yo no poseo magia, pero pienso que el corazón es mucho más fuerte en cuanto a recuerdos…— Esta última frase, removió algo en el ambiente, pero sobretodo en el interior de Syaoran ¿sería acaso que, en el caso de Sakura, los recuerdos del corazón ya no contaban, o era que a él lo había olvidado desde mucho antes y por eso no daba señal alguna de recordarlo? Pero ninguno de los chicos se dio cuenta, de que tras una puerta, la chica más afectada con esta situación ya había despertado y escuchado casi la mayor parte de la conversación…lloraba…

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—¡¡Qué demonios fue eso, de donde salió esa chiquilla!! —Akane estaba furiosa, alguien que no sabía cómo, ni cuando apareció, interfería en sus planes y había sido en gran parte responsable de la pérdida de tres cartas— ¡¿Cómo fue que esa apareció en la escena, que no es el trabajo de los guardianes cuidar que este tipo de imprevistos no ocurran?!
—Nosotros tampoco supimos en que minuto…
—¡¡No hay justificación satisfactoria, Kerberos!!
—él tiene razón… de verdad no nos dimos cuenta…
—¡Yue, su trabajo es que si se den cuenta!
—Akane, intente calmarse mi ama…
—¡Kerberos, tú eres el más inútil, por lo menos Yue fue capaz de romper la jaula donde me tenían!
—Yo la saque de ahí, Además, ¿qué planes?, quizás si no los molestamos, no intentarán nada en contra. Esta noche, usted fue quien empezó el pleito y…
— ¡Calla!…—tras este grito la mujer intenta calmar su ira— ¿Qué no vez que esas personas quieren separarnos?
—Pero...
— ¡Pero nada!... —sonríe y habla con sarcasmo—ahora veo porque Clow le tenía más afecto a Yue, siempre fue una pieza mucho más útil, con más poder, más inteligente, mientras que tú, ¡já!...—comienza a caminar rodeando a la bestia alada—¡mírate!... una bestia, solo lanzas fuego, no eres capaz de ver el peligro que nos acecha… y ahora me han quitado tres cartas, ¿y tu aquí dices que no los molestemos más? Si no tuviese que contar con ambos guardianes, hace mucho tiempo que habría elegido a mi predilecto—se acerca a Yue y le toca la cara quien permanece quieto y con la mirada fría—ahora, ¡salgan de mi vista!... necesito ordenar mis ideas.
Ambos guardianes obedecen, Yue sale primero y Kerberos tras él, pero una última mirada a su dueña hace que una duda se aloje en su cabeza y en su pecho.

Mientras, la pequeña extraña vestida de blanco está sobre el techo de una casa. A su lado un extraño ser con la figura de un muñeco de felpa color blanco, de cabeza redonda, orejas pequeñas y redondas, pequeñas alitas doradas y una cola con un pequeño pompón de igual color se le acerca volando.

—Esto es mucho para mí… —dice la niña en tono cabizbajo observando la luna llena
—Pero pequeña, ¡estas lo bastante preparada para enfrentar este tipo de retos!—la criatura poseía una voz chillona, pero dulce ya que era hembra.
— ¿Y si fracaso?... tu sabes lo que ocurrirá.
—Tranquila… todos confiamos en ti…todo estará bien, Chieko.

La pequeña sonríe, puesto que se tranquilizan al ver el apoyo de la pequeña criatura, al mismo tiempo que la luna al aparecer regalo un gran destello para iluminar su delicado rostro. Ella lo sabía, había venido con una misión y un gran peso sobre sus hombros, pero no podía flaquear y debía ser cautelosa, Sakura sobretodo, no podía sospechar.