La vida no es de color rosa

Capitulo 1: Yo…

Mi vida es negra y siempre lo será, mis únicos amigos son mi arco y flechas, mi espada y el arte marcial…pero la única del alma es mi soledad.

Ese maldito día fue la que me convirtió en lo que soy, una chica solitaria y fría sin conocimiento de lo que es el sentimiento de compasión, piedad… ni el amor. Lo único que siento es el sentimiento es el del odio a la vida, el odio a las personas… el odio hacia mí misma.

Y todo, todo por aquel maldito día, aquel maldito día que me seguirá para siempre, aquel maldito día en que mi vida negra se volvió.

FLASHBACK:

Era un día de verano, una niña de 5 años estaba recogiendo frutas en el bosque mientras cantaba una melódica canción.

—Duerme, duerme ya, sueña un sueño lindo, tus ojitos quieren ya ir a descansar… la luna y el sol, juegan escondidas, una estrella se asomó la noche llegó, sos el sueño que siempre soñé, me emociono al verte crecer, cierra tus ojitos sin temor que ha a tu lado estoy… Sueña, sueña ya sueña un sueño lindo tus ojitos quieren ya ir a descansar—Mientras cantaba, su angelical voz atraía a todos los pájaros que se posaban sobre las ramas para escucharla, los conejos se acercaban desde sus cuevas para oírla.

—Haaa!— Suspiro la niña— ¡Que grandioso día y estas frutas no pueden estar más frescas y brillantes!—Decía mientras ponía la última manzana en su canasta-Bueno mejor ya me voy llendo que me deben estar esperando!

La niña vivía con su abuelo y su compañero Lobo, Lobo en realidad sí era un lobo, pero era bueno y fuerte.

—Abuelo! Lobo! Ya llegue!—decía la niña mientras entraba a la casa de madera en el medio del bosque.

—Estamos en el patio!— Gritó una voz proveniente de la parte trasera de la casa, era su abuelo el que había gritado

La niña se acercó y cuando estuvo a punto de salir, una piedra venía en dirección a ella, ella sin siquiera mutarse agarro la piedra antes de que tocara su cara.

—Hay abuelo!—exclamo la niña—Necesitaras más que eso para sorprenderme.

—Ja ja ja! Veo que sí, pero también veo que has mejorado demasiado—le dijo el abuelo con orgullo

—En… en serio crees eso abuelo?Pregunto la niña con un rubor en sus mejillas

-Claro que sí y estoy muy orgulloso de ti!—Le dijo con una sonrisa, la niña se la devolvió y lo abrazo con sus brazos.

—Gracias abuelo te quiero mucho- Le dijo la niña

—De nada…Meiku-san!—Le dijo el abuelo, el nombre de la niña era Meiku-san y entrenaba artes marciales desde que tenía conocimiento. Su vida ni fue fácil, cuando nació su madre murió y un año después su padre la abandonó, ella se había quedado con su abuelo y cuando se enteró lo que hizo su padre sufrió por días, pero luego se puso feliz porque sabía que, a pesar de todo, ella tenía a su abuelo y a su fiel compañero Lobo.

Esa misma noche, ella se fue a hacer su entrenamiento mental nocturno como lo hacía siempre, pero algo cambió.

Cuando estaba de regreso a su casa, escuchó ruidos provenientes de ella, Meiku se puso en alerta y se acercó muy despacio sin hacer ruido, al entrar una desesperación se apodero de ella. Todas las cosas estaban tiradas, las sillas la mesa rota por la mitad, todo estaba revuelto, como si hubiera ocurrido una… pelea.

—ABUELO!—Grito desesperada Meiku, al no recibir respuesta la desesperación aumento—ABUELO! LOBO!—siguió gritando.

De pronto oyó un ruido proveniente de la parte trasera, sin dudarlo se fue a toda carrera haber de donde provenía.

Cuando llego la desesperación desapareció para darle lugar al miedo y al terror.