La soledad

La soledad

Bueno chicas perdon pero por descuidada me cerraron la otra discucion con el mismo nombre, pero aqui esta de nuevo y no la descuidare, espero, bien aqui de nuevo el capi uno y dos

 

Re: La soledad

Capítulo uno

El cantar de los pájaros disminuía, el sol se escondía y una gran capa de puntos blancos cubría el cielo. Puntos blancos llamados “estrellas”. Las estrellas son hermosas. Brillantes, puras, blancas… Se veían tan libres… -suspiró-. Las estrellas siempre se acompañaban. Siempre verías muchas estrellas en el cielo. No como ella, no…

Su mente era atormentada por pensamientos desagradables. Que en algunos momentos, preferiría olvidar… ¿Por qué ella? Ella era reconocida por muchas personas por ser una “alzada” o “buscadora”. Hasta algunos la llamaban “acosadora”. ¿Qué tenía de malo demostrar sus “sentimientos” públicamente a un ser…?

-“¿Por qué…? ¿Algún día podré olvidarlo?”- Pensó nostálgicamente. –“No… Estando tan cerca de él no podré… ¿Alejarme es una opción? ¡Sí! ¡Sí me alejo de él…!”- Ese pensamiento rápidamente desapareció de su mente. –No… No tengo a nadie, no tengo a donde ir ni a quien acudir… No sé que es peor- Una lágrima corrió por su mejilla.

Su rojo cabello se ondeaba con el viento que hacía en esas horas. Estaba triste y decepcionada. Su existencia nunca fue fácil. Cuando era pequeña no tenía a nadie, era una niña indefensa e inocente que vagaba por las calles solitariamente. Nunca llegó a acostumbrarse a aquella soledad. Más bien, mientras más la piensa, más miedo la inunda.

-“Por que…”- Más lágrimas siguieron a la primera.

Solo quería alguien… Alguien que la quisiera de verdad…

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-¿Dónde está esa zanahoria con patas cuando se le necesita?- Cuestionó algo enojado un joven de cabello azulado. -¡Muero de hambre!-

-No sé- Respondió con suma tranquilidad Juugo. Un chico de cabello anaranjado. Estaba recostado del tronco de un árbol, ignorando su alrededor. –Dijo que saldría a caminar- Murmuró restándole importancia.

-A caminar…- Pensó mientras se dirigía con el “líder” del equipo. –Sasuke…- Llamó. Esperó unos segundos a que el moreno le mirara. -¿Qué piensas de ella?-

-¿Karin?- Susurró. –Nada especial- Contestó y le dirigió una mirada de sus típicas miradas de indiferencia. Suigetsu no esperó alguna otra respuesta y se encaminó entre los árboles. Con una expresión seria.

Juugo se disponía a preguntarle hacia donde se dirigía, más una voz le interrumpió.

-Déjalo- Habló el moreno.

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Observó el lago que se encontraba frente a ella. Suspiró. Ese lugar le brindaba mucha paz y tranquilidad. Unos pasos se oían atrás de sí, más ella no los notó. Estaba tan sumida en sus pensamientos que no se dio cuenta de la presencia que estaba atrás de ella.

-¡DESPIERTA!- Gritó Suigetsu. Karin dio un brinco del susto, cayendo dentro del lago. Él se reía de la situación. Karin estaba dentro del lago, empapada de pies a cabeza. Le causaba mucha gracia.

La pelirroja no aguantó y se acercó apresurada y enojada a Suigetsu. Le regaló un puñetazo en el pecho, lo que le hizo que los roles cambiaran, y él estaba en esos momentos en el agua.

Ahora era ella la que reía.

Una sonrisa maliciosa apareció en los labios del chico. Salió del lago y se posicionó detrás de Karin. Ella lo notó e intentó correr, pero los brazos del joven la retenían en ese lugar. La apegó a su pecho. La pelirroja le miraba de reojo por encima de su hombro, desconfiada. Se estremeció al sentir que él la apegaba más a su pecho. Sin embargo no se confió, por lo que tampoco bajó la guardia.

-Deja de estar a la defensiva conmigo…- Murmuró él en su oído. Ella encontró su voz firme y seria… Pero a la vez, amable y cariñosa. ¿Qué sucedía?

-Yo… Este…- Balbuceó. No sabía exactamente que decir. Era una situación embarazosa.

Suigetsu, lenta y cuidadosamente, la volteó y le regaló un beso. Sí, así es. La besó de forma posesional, haciéndole entender que ella era de él. Eso si que la tomó por sorpresa. No se lo esperaba para nada. Mientras, él sintió como ella poco a poco fue correspondiendo y profundizando el beso. Este se tornó cada vez más apasionado y salvaje.

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- Esa noche… Se entregó en vida y alma a Suigetsu…
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- Esa noche… ella fue feliz… por primera vez en su vida…
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-¿Qué soy yo para ti?- Interrogó mientras le acariciaba el rojo cabello a la chica que descansaba en su pecho.

-¿Tú?...- Murmuró. Ella pareció pensar su respuesta, cosa que de un u otro modo le decepcionó. –Eres mi todo…- Susurró más para ella que para él. Sin embargo, Suigetsu la escuchó perfectamente. Sonrió.

-Cuéntame de ti…- Ordenó mientras movía la mano que acariciaba el pelo de Karin anteriormente, hacia su mejilla.

-¿Qué quieres que te cuente?- Preguntó. –Literalmente, sabes todo de mí. Siempre has estado “cerca” de mí cuando estábamos con Orochimaru- Aseguró ella tomando la mano de él entre las suyas.

-Pues sí… Pero “literalmente”...- Dijo imitando la voz de ella. -…no sé nada de ti- Río levemente con ella. Después de un par de segundos, Karin suspiró.

-Siempre he estado sola… Orochimaru de una u otra manera me “salvó”. Todo iba bien al principio, pero luego…- Sus ojos empezaron a llenarse de lágrimas. Lágrimas que se contuvieron en sus ojos por muchos años. Y eso fue algo que Suigetsu no pasó por desapercibido.

-Karin, si no quieres…-

-No, está bien. Ya lo he superado- Le cortó nostálgicamente. –El muy maldito me violó en muchas ocasiones…- Las gotas cristalinas empezaron a descender por sus ojos. –A veces trataba de escapar, de huir… Pero nunca podía, él siempre estaba ahí- Lloró en silencio. –Una vez traté de… de suicidarme…- Una mirada de horror invadió el semblante del joven, ella solo dejó escapar un gemido de dolor al recordar aquello. -…pero él no me dejó, siempre estuvo ahí… haciendo de las suyas- Bajó la cabeza, tratando de tranquilizarse. -…Por eso… Me sentí tan aliviada cuando Sasuke lo mató- Se secó las lágrimas con ambas manos. Pero estas seguían cayendo, más en menos cantidad. –Es por eso que soy así de espontánea con él… Lo admiro, lo veo como… como un superior al que debo respetar… Siento como si él me salvó de mi triste pasado… Pero eso no quiere decir que yo lo ame, no…- Murmuró. –Su físico me atrae, pero no es así el chico que yo soñé…-

“Pero eso no quiere decir que yo lo ame, no…”
“Su físico me atrae, pero no es así el chico que yo soñé…”

Esas oraciones fueron más que suficientes para que a Suigetsu se le iluminara los ojos… Había una esperanza para él… ¿Cierto?

-¿Sabes una cosa?- Dijo finalmente la pelirroja. No esperó respuesta del joven. –Tenía pensado irme, alejarme de todo esto…- Musitó con una sonrisa nostálgica.

-¡¿Por qué?!- Exclamó levemente enojado.

-Pensaba… que este no era mi lugar, que no pertenecía aquí… Pensaba que tú me odiabas…- Susurró agachando la cabeza, ruborizada.

-Tonta… Yo no te odio…- Esperó unos momentos, al no recibir contestación, siguió. –Yo te amo…- Aseguró.

Ella sonrió levemente.

¿Así que era eso de lo que se trataba?
Dejó de temerle a la soledad… Ahora sabía que allí estaba él, alejando esa fea “pesadilla” de ella…

“De este forma dejé de temerle a la soledad… Ya no lloraba, la felicidad me sonreía y ahora, mi vida era él…”


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opinen vale

 

Re: La soledad

y aqui el capitulo dos
opinen vale
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Capítulo dos

Después de lo sucedido con Suigetsu, Karin estaba muy contenta, para aquella pelirroja la vida volvía a tener importancia, ahora tenía una razón de vivir, alguien por quien existir, su vida no había sido fácil; como la de ninguno de sus compañeros y su “salvador”. Por fin sus ojos habían retomado ese brillo que hace mucho tiempo habían perdido, se sentía completamente extasiada, en un sueño del cual no quería despertar jamás.

-“Esto es una ilusión, no lo puedo creer la traidora Karin viviendo un sueño tan real, no me lo puedo creer… Lo disfrutaré al máximo, es una promesa…”- Una lágrima rodó por su mejilla derecha.

-¿Te sucede algo zanahoria?- Le preguntó Suigetsu, quien la notó muy extraña mientras caminaban por el bosque.

Karin paro en seco lo miró de arriba abajo, colocó las manos en su cintura, se inclinó un poco dejando al descubierto un poco de su “gran” busto. Lo miró maliciosamente y le dijo en un tono muy sensual…-Acércate, ¿Sí? Mm…- Se mordió el labio inferior.

Suigetsu no era tonto, pero sus instintos de hombre lo traicionaron. Sin “querer”, se acercó a ella con mucho deseo, se podía notar en sus ojos, la pelirroja feliz de haber cumplido su cometido sonrió maliciosamente y acto seguido le sentó un puño al pobre hombre que lo mando volando hacia un árbol.

-¡IDIOTA!, ¡¿CUÁL ZANAHORIA?!... ¡ANCIANO!- Le gritó Karin con una venita en su frente y envuelta en un aura “maligno”, aura que le daba miedo hasta a los animales del lugar.

Suigetsu muy adolorido, se levantó, y respiró hondamente. Se sobó su pobre rostro el cual estaba todo rojo y sucio por la tierra que había impactado con su cara.

-Pues… ¡Tú! ¡¿Quién más?! ¡FEA, FLACUCHENTA, LANZADA…!-

No pudo seguir diciendo más, pues Karin lo había interrumpido acercándose amenazadoramente. Suigetsu creyó que lo iba a volver a golpear así que cerró los ojos, no golpearía a su pelirroja; pero se sorprendió mas aún, cuando no sintió ningún golpe sino una palabra que lo hirió mas que diez kunais en el corazón.

-Y perra, ¿No?- Susurró Karin en el oído del joven. Suigetsu la miró de una manera acusadora, cuando se disponía a contestarle, esta desapareció.

~

Suigetsu maldijo seguidamente y de muy mal humor regresó solo a la guarida.

Al llegar se encontró con Jugo quien jugaba con tres canarios.

-¿Dónde esta Sasuke?, ¡Y contesta pronto que no tengo tu tiempo!- Ordenó de muy mal humor.

-Adiós amiguitos, nos veremos después…- Juugo ignoró a Suigetsu y despidió a sus “amigos”.

-Te estoy hablando grandulón con doble personalidad- Habló el joven de cabello azulado al borde de la histeria.

-No le hables así, Suigetsu- Habló una voz muy varonil y sexy.

-Sasuke… -rió nerviosamente- ¿Cuándo llegaste?- Preguntó Suigetsu nervioso, sudando frío.
-No te incumbe- Dijo el moreno muy serio y caminando hacia la cueva; pero antes de entrar, se detuvo un momento, divisó a sus compañeros, suspiró. -¿Y Karin?-

-Creo que peleó con suigetsu y no volverá en un rato- Respondió el dueño de las dos personalidades.

-¡¿Qué?!… Eso no es verdad, tú que sabes y más te vale que te calles o morirás en este instante por el filo de mi espada- Aseguró Suigetsu muy nervioso y enojado al mismo tiempo.

Sasuke se dio vuelta, miró el cielo y dijo sin perder su firmeza y seriedad. –Esta noche es luna llena, y además parece que lloverá, más vale que vuelva pronto- Diciendo esto último, se dio vuelta y comenzó a caminar con dirección al interior de la cueva; pero alguien lo detuvo.

-¡Mi amor!, ¡Ya llegaste!... ¡Te estaba esperando!- Gritaba Karin, con una sonrisa de lado a lado, corriendo hacia Sasuke y aferrándose al cuello de este.

Todos quedaron en un estado de “Shock” permanente.

Suigetsu muy enojado, celoso y sarcástico, se apresuró a pronunciar. –Hablando del Rey de roma y la zanahoria que se asoma-

-“Está celoso, lo sé. -rió- Bueno, que se muera de los celos”- Pensaba la pelirroja y acto seguido comenzó a besar el cuello de Sasuke y a decirle en el oído de manera muy sensual, cosas como “te estaba esperando”, “que bueno que llegaste”.

Suigetsu cruzó sus brazos a la altura de su pecho y miró de manera muy despectiva a Karin y Sasuke.

-“¿Que demonios me pasa? ¡Siempre es así! Y peor, ¿Por que me siento así? ¡No es normal!, vamos cálmate, solo es un juego, y no caerás, sé fuerte, por Dios sé fuerte… -meditó unos momentos lo último dicho- Bueno, Dios, nunca he creído en ti ni en las peores batallas, pero ¡Ayúdame!”

Mientras pensaba esto, Karin besaba a Sasuke en el cuello, hasta que…

-Bájate ahora, no me gusta que hagas eso, lo sabes- Ordenó Uchiha un poco irritado por los besos y abrazos de la pelirroja.

Esta obedeció, y colocó carita de perrito regañado.

–Lo siento, Sasuke-kun- Se disculpó.

Suigetsu rió, Karin lo miró mal, Sasuke por fin pudo entrar a la cueva después de varios intentos, Jugo se apartó un poco de Suigetsu y caminó hacia la guarida. Yéndose del lugar.

-¿De que te ríes? ¡Anciano!- Dijo Karin muy enojada.

-No de nada, solo de tu intento de… ¿Como decirlo…? Ha, ya. Incompetencia para conquistar un hombre- Respondió este, divirtiéndose.

-Imbécil, como si tú hubieras podido entretenerme en el lago- Terminando de decir aquello, caminó hacia la cueva, pero de repente enfrente suyo aparece un hombre alto con una espada en su espalda de cabello oscuro y voz tenebrosa, el cual agarró a Karin por la cintura y…

Continuará…

 

Re: La soledad

bueno despues de mucho demorarme aqui esta otro capi vale
espero les guste

CELOS, MALDITOS CELOS​

Esa noche seria muy especial, las estrellas cada vez mas resplandecían, ahora después de estar tanto tiempo sola, estas eran sus aliadas para todos sus propósitos, la oscuridad era su consejera y amiga.

El viento soplo, la brisa era fresca pero fría; pero a ella esto no le importaba, en su interior sentía calor, si mucho calor, el cual quemaba todo su ser, su respiración se agitaba aun mas, no podía aguantarlo, necesitaba desbordar aquella pasión que ya no podía controlar, sus mejillas se tornaron rojas y sus labios buscaban el de su amante, solo que este la torturaba y se negaba, aquella mujer de cabellos rojizos como el fuego suplico

-bésame, por favor- murmuro la chica entre gemidos suplicantes de un beso que era una tortura deliciosa para ambos.

-y me dices que no te entretengo- reprocho satisfecho Suigetsu, quien sostenía a Karin-eres una mentirosa zanahoria- susurro este en el oído de la chica respirando entrecortadamente y apretando su cintura aun mas



-es hora de reclamar lo que es mío- hablo una voz en el fondo de un pasillo oscuro y tétrico, iluminado solo por velas de color rojizo.

-señor- dijo un hombre arrodillándose de manera reverente y con temor –esta seguro de que es un buen momento-

-por supuesto, esa chica será mía, me pertenece desde pequeña, y es hora de que termine su labor- explico aquel hombre llevando su mano derecha a su rostro y tapándose la mitad de este.

-¿Cuál es su plan? Gran señor- pregunto aquel subordinado aun arrodillado en aquel pasillo

-lo sabrás a su tiempo, lo único que puedo decirte es que ha comenzado- comento con una sonrisa diabólica aquel sujeto antes de desaparecer en una nube de humo.



-me vas a besar o se lo pido a otro- reprocho la chica con superioridad en su voz y apartándose de Suigetsu

-ja, a quien se lo pedirás, si no puedes conquistar ni a tu sombra- río descaradamente apretándola por la cintura, para acortar la distancia que había creado.

-quieres ver- reprocho esta con ira y frunciendo el seño
-si quiero- también reto Suigetsu
-bien-
-bien-
-bien-
-bien-

-pueden dejar de pelear, e informarle al señor Uchiha que Kurama se encuentra aquí para contratarle- hablo una voz tras de la sombra creada por la luna

Los dos Shinobis quedaron perplejos, esa voz era tétrica, pero conocida para uno de ellos

-por fin apareciste, me harás un favor- dijo dulcemente Karin, acercándose descaradamente a aquel hombre, cuando estuvo frente a frente le guiño un ojo y llevo su mano derecha a su boca y la izquierda a su cintura, también coloco una cara dulce y lujuriosa.

-por supuesto, dime cual- acepto aquel hombre acariciándole el rostro, Suigetsu por su parte estaba muerto de los celos, su sangre corría a mil kilómetros por segundo, se sentía humillado y molesto.

-“quien es ese idiota, Karin me las pagaras”- pensaba mientras se acercaba a la chica y a aquel hombre alto de ojos negros y cabellos rojizos – ¿Quién eres y que demonios quieres?- interrogo el Shinobi mientras agarraba a Karin con fuerza por la cintura y la atraía hacia su pecho.

-te lo dije, necesito al Uchiha, además la chica me pidió un favor- dijo este tomando a Karin por la cintura

-ella no necesita nada- reprocho con desagrado Suigetsu, aprisionando cada vez a la chica de cabellos rojizos contra él.

-no ha dicho nada- dijo el hombre también con ira, y tomando de nuevo a Karin por la cintura con fuerza

-YA BASTA NO SOY NINGUN MUÑECO PARA QUE ME HALEN CUANDO SE LES DE LA GANA- grito la chica separándose de ambos-“aunque me encantan que se peleen por mi”- pensó esta con una sonrisa.

Los dos hombres quedaron en silencio y mirando a la chica un poco perplejos ante su reacción.

-“creo que me pase pero no importa, aun no termino con Suigetsu, me vengare, aun me debe un beso y se lo cobrare con celos”- medito karin colocando una sonrisa lujuriosa

-sígueme lindo- musito con sensualidad y señalando la entrada de la cueva, camino por delante de aquel hombre, moviéndose sensualmente, Kurama se deleitaba mirando a la chica, cosa que no paso desapercibida por Suigetsu, el cual se adelanto y tomo a Karin por la cintura caminando ambos

-que haces- le susurro molesto el Shinobi poseedor de una gran espada
-nada- susurro también Karin con descaro

CONTINUARA



bien se que es corto gomen

 

Re: La soledad

ATENCION

para que no halla inconvenientes, en otros foros tambien publique mis fanfic, one-shot y demas,
en estos me llamo

miharu cha
ItachIno1217

para que no halla inconvenientes de plagio, gracias por su atencion

 

Re: La soledad

bueno muchas gracias por leer amiga, me haces muy feliz, por mis lectores es que lo adelanto espero te guste este capitulo y pues espera el otro pues se revelaran secretos y un pasado un poco duro, pero cierta persona tendra un amor que le ayudara

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DUDAS​

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Aquel hombre misterioso, por fin pudo entrar a la guarida del Uchiha, ya dentro de esta.

-bien, dígame que se le ofrece señor…- hablo una voz fina y hermosa al fondo del pasillo, aquella voz reflejaba prepotencia, poder, rigor, valentía y melancolía.

-Kurama, mi nombre es Yue Kurama, señor Uchiha- respondió aquel Ninja a quien los encantos de cierta Kunoichi habían cautivado de gran manera.

-dígame que quiere y cual será el pago- afirmo con molestia el Uchiha levantándose de aquel trono y acercándose al Shinobi quien vestía de una manera contemporánea.

-quiero que me escolten a la aldea del sonido, exactamente a la orilla de un valle en donde se encuentra...- hablaba con serenidad pero fue interrumpido por Sasuke quien de manera cortante termino diciendo

-ya no existe esa aldea Orochimaru la destruyo- afirmo el moreno ya en frente de aquel hombre.

-en realidad, no, después de su destrucción, mi clan construyo un pequeño poblado en donde se encuentra una formula; el problema es que no hemos podido tomarla, pues se encuentra resguardada por unos escritos misterioso que nadie ha podido descifrar- respondió con serenidad Yue.

-“formula, porque será que sospecho que Karin tiene que ver con esto, maldición tiene muchos secretos, demasiados” pensaba el moreno

-bien aceptan llevarme a la aldea del sonido o... pido ayuda a Konoha- interrogo Kurama dando la espalda al Uchiha

-no me intimidas, si no te dirigiste a Konoha en un principio es porque esa formula es un jutsu prohibido, y quieres tenerlo a como de lugar, además, sabes que esa formula fue creada por Karin, por ella viniste; pero estas dispuesto a pagar por dártela, o me equivoco- afirmo con serenidad

-no para nada, entonces acepta- musito aquel shinobi
-claro- afirmo el Uchiha-partimos mañana- se dirigió de nuevo a aquel trono


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En el bosque se encontraba una hermosa Kunoichi mirando el cielo, de nuevo, la luna estaba mirándola a cada momento y acusándola cada noche, el miedo no desaparece, la soledad se esfuma, pero las dudas prevalecen.

-“por que siento miedo, deja de mirarme, se supone que tu me apoyas, por que me acusas, yo no tuve la culpa, no la tuve”- se mortificaba la chica con dolor, llevo sus manos a su cabeza y la aprisiono, luego se tumbo en el césped y lloro, de nuevo lloro.

-ya te dije que no fue mi culpa deja de acusarme, maldita luna- suplicaba con melancolía y rabia la chica de cabellos rojizos.

-tu tuviste la culpa, tú, solamente tu- le reprocho una voz caminando hacia ella por encima del agua y sonriéndole.

-no es cierto, yo no fui, yo no traicione a nadie, no fue mi culpa- afirmo Karin levantándose y dirigiéndose también a la orilla del lago.

-mentira, tu eres la culpable de tu destino- reprocho la voz acariciándole el rostro a Karin y bajando a la cremallera de su chaqueta.

-no es cierto, ¡no lo es!- grito la chica derramando lagrimas y mirando perdidamente el rostro de su acusante memoria.

-claro que lo es, por ser linda sufres, por tener doble personalidad sufres, por amor sufres, si me hubieras hecho caso, hubiéramos matado a todos y no hubieras entregado el único regalo que te quedaba- la acusaba llevando su mano hacia la intimidad de Karin.

-¡mentira!- grito la chica sacando una Kunai y lanzándosela a sus recuerdos-eres igual a mi, físicamente eres igual que yo, no me hagas esto- le reprocho entrando al agua.

-ja ja ja ja, si igual a ti, por eso eres mala y desleal y sufres, por no hacerme caso, tu los mataste tu los destrozaste y te fuiste con él, por débil dejaste que te violaran, por débil le serviste, por débil mataste y viste morir, por débil morirás aquí si no me obedeces Karin- amenazo aquella figura levantando el agua a sus lados.


-no, yo te matare- advirtió la Kunoichi corriendo encima del agua dispuesta a atacar; pero puedes acabar por la fuerza a tus recuerdos y temores cuando toman forma.

-muere y yo también, la muerte es un dolor exquisito sabias- dijo aquella voz ahogando a Karin- muere y yo también, sufre que yo lo disfruto, lo viste morir, dejaste que ese chico matara a Orochimaru y yo lo quería, ahora tu morirás y juntas lo acompañaremos en el infierno.
Mientras la torturaba, Karin se ahogaba, en ese momento…

-que demonios KARIN- grito Suigetsu corriendo hacia el lago al llegar ahí, la encontró a la orilla del lago sangrando por sus brazos y piernas, pero lo que mas le sorprendió al Shinobi era que en su abdomen había un escrito el cual decía

“si interfieres morirá, ella y tu morirán”

Suigetsu quedo anonadado, miro con melancolía a Karin, la tomo con delicadeza y se la llevo hacia la cueva, cuando llegaron a este lugar la coloco en su cama y le cambio de ropa, la arropo con suavidad, se sentó a su lado, la miraba con dolor.

-“de nuevo no, Karin pensé que te habías desecho de ese entupido fantasma, maldito sea tu padre, es el único jutsu con el que no has podido”- pensaba mientras le acariciaba su rostro, después de unos instantes salio del cuarto, ya afuera camino sin rumbo.

-es un jutsu prohibido que no se curara sin un sacrificio- le dijo a Suigetsu una voz conocida

-Juugo- dijo por lo bajo Suigetsu

-solo la he visto una vez, y es desesperante como sufre, ten cuidado, si no lo controla o lo elimina, te matara- advirtió mientras desaparecía

-lo se, solo que nadie sabe como pararlo-



En ese momento aparece Sasuke y le dice.




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bueno espero que te halla gustado y te agradesco por leer