La segunda vida de Inuyasha (Inu Kag)

La segunda vida de Inuyasha (Inu Kag)

Hola, tenía muuuuucho tiempo sin pasarme por el foro, de hecho ya había olvidado mi clave, pero unas amigas enviaron unos privados que llegaron a mi correo pidiéndome de nuevo esta historia. Ya estuvo una vez publicada sin el final pero ya conseguí la historia completa gracias a la insistencia de ellas. Muchas gracias y espero les guste... lo publicaré a razón de un capítulo por día debido a que debo corregir algunas cositas pero hoy publicare al menos 3 capitulos... gracias y espero les guste...

CAPITULO I (reload ;D)

Hacía tres días que Ahome no había regresado al Sengoku, Inuyasha y ella habían tenido una fuerte discusión debido a sus obligaciones escolares que para él no era más que trivialidades sin importancia y así se lo había expresado lo que para ella resultaba una grosería ¿Acaso ella tomaba sus cosas como estúpidas? Había alegado ella y él con su carácter explosivo había empeorado todo. Ahora ella esperaba una disculpa que él no estaba dispuesto a ofrecer o al menos eso pensaba.

-¡Tonta! ¿Que se cree…? Yo pedirle disculpas ¡Ja! Por mi se puede quedar para siempre… no la necesito… demasiado-


Miroku que escuchaba su monólogo entretenidamente intervino finalmente -Pobre Inuyasha ya está perdiendo la cordura debido al amor ya hasta hablas solo… yo te entiendo las mujeres nos vuelven locos… ¿No es cierto?-

Inuyasha enrojeció de vergüenza -¿Qué se supone que haces espiándome? ¿Además que estás diciendo torpe? ¡Yo no estoy enamorado y mucho menos de esa tonta humana!-


-¿Inuyasha por qué finges conmigo? Te conozco pillín. ¿Por qué no la buscas? ¿Estás resentido porque ella no ha venido a buscarte primero?-

Sango apareció también, al parecer había sido al igual que monje un espectador pasivo -¡Inuyasha tu sabes que quieres ver a la Srta. Ahome!- le sermoneó

-¿Tú también?- preguntó indignado -¡Cállense los dos!! ¡Les he dicho que no me interesa, si quieren que vuelva búsquenla ustedes!-

Inuyasha enojado se adentró en el bosque llevándose todo lo que encontraba a su paso, vociferando frases ininteligibles…

Ambos quedaron pasmados ante su reacción Es decir sabían lo amargado que podía ser su amigo pero nunca terminaban de acostumbrarse -¿Y a éste que le pasó? ¿Yo que dije?-

Miroku aprovechándose de la ocasión tomó las manos de sango -Algunas personas no aceptan lo que sienten, pero yo en cambio te buscaría donde fueras mi preciosa rosa silvestre…-

Sango sonrojada -¿Pero qué cosas dice su excelencia…?

Luego como es costumbre se escuchó un estruendo en el bosque y luego el monje terminó la mañana con una hermosa impresión de la mano de Sango en su rostro.

::::::

-Ese tonto de Inuyasha no ha venido a buscarme…- repetía mientras miraba una y otra vez por la ventana -…pero tendrá que buscar a la tonta de Kikyo porque no pienso volver a ayudarlo a encontrar esa estúpida perla- suspiró enojada –A menos que venga a disculparse o si no ¡NO LO VOY A PERDONAAAAAR!!!- Gritó rompiendo con su fuerza un lápiz que sostenía en su mano –¡Oops!-

Sota su hermano menor que se acercaba a decirle a Ahome que bajara a comer al ver esa escena se aleja temblando -mi hermana parece un monstruo…-

Inuyasha estornuda y se sienta en la grama ya no estaba tan molesto, había pagado su rabia con 50 árboles -…tal vez si tengo la culpa un poco, además, ella tenía que hacer cosas que para ella eran importantes… y… quisiera verla… -Por la perla claro, la necesitamos para conseguirla- o al menos eso quería creer ya que era demasiado obstinado como para aceptar sus sentimientos por la ella.

-¡Debo ir por ella!- se dijo y a toda velocidad se dirigió al pozo.

Ahome después de romper tres lápices más también había decidido volver aunque fuera para discutir con él, necesitaba verlo ya no podía buscar más excusas por lo que se dirigió al pozo, cuando estaba en posición para dar el salto un resplandor apareció y de repente Inuyasha salió del pozo, ambos perdieron el equilibrio y cayeron al suelo quedando Inuyasha sobre Ahome, ambos estaban rojos de la vergüenza, sus labios casi podían rosarse.

Ahome estaba petrificada, su rostro parecía más perfecto a esa distancia, sus hermosos ojos lanzaban chispas doradas y sus labios la llamaban a probar ¿Cómo demonios puedo estar pensando en eso? ¡Qué vergüenza! Deseo besarlo, pero él… ¿Sentirá lo mismo que yo?

Lo que ella ignoraba es que Inuyasha estaba descubriendo nuevos sentimientos, deseaba tanto o más probar el sabor de sus labios, la tentación era enorme, aquellos hermosos ojos cafés tupidos de pestañas perfectamente risadas, su hermoso cabello abundante y sus labios, prefería ignorar lo perfectos y apetecibles que resultaban para él, estaba luchando contra el deseo pero algo lo sorprendió ella cerró los ojos dándole permiso, leyó en su acción el deseo correspondido de ella. ¿Ella desea ese beso al igual que yo? No había razones para seguir reprimiéndolo. Se acercó dándole cabida a sus emociones por primera vez pero en ese momento Ahome abrió los ojos alarmada y seguidamente le gritó -¡INUYASAHA UN FRAGMENTO SE ACERCA!!-

-¿Qué? ¡Pero si estamos en la época actual! ¿Cómo es posible?- dijo él incorporándose de un salto y desenvainando su espada pero aquél ser le ganó en velocidad, en una mini fracción de tiempo lo tomó por sorpresa, un tentáculo proveniente del pozo tomándolo por el cuello lo estrelló fuertemente contra la pared del templo de la casa de Ahome. La infraestructura colapsó con aquel golpe y se vino abajo dejándolos bajo escombros.

-¡AHOMEEEEEEEEEE!! ¡AHOMEEEEE!!!- gritó Inuyasha desesperado, temía que hubiese sido lastimada, su cuerpo era más frágil que el de él y comprendía el peligro que corría en situaciones tan insignificantes como esa -¡Por favor respóndeme!!!- repitió levantando las vigas principales con sus fornidos brazos, pero no podía encontrarla. Ni un minuto pasó antes de que aquella criatura volviese a atacar tomándolo de nuevo como si de un simple muñeco se tratase.


Sentía una segunda presencia, aquel ser no había venido solo, pero no podía liberarse del agarre era demasiado fuerte, ni siquiera podía ver la silueta completa de su segundo enemigo sólo veía el tentáculo que le estaba dificultando cada vez más la capacidad de respiración…






CAPITULO II

-Inuyasha… ¿Así es que te llamas no hanyou? Parece que no eres lo que esperaba, ni siquiera puedes con mi mascota…-

-¡Maldita seas!! Si algo le sucede a Ahome te juro que te voy a enviar al INFIERNO!!!-

Aquella voz femenina soltó una carcajada -Pero que cómico eres… ni siquiera puedes soltarte de mi mascotita nueva… no creo que estés en posición de amenazarme.-

En eso la silueta se hizo más visible e Inuyasha pudo verla a perfectamente… se trataba de una hermosa mujer de cabellos dorados y con un ropaje que permitía ver su esbelta figura ocultando sólo las partes necesarias…

Inuyasha (desesperado pero sin poder liberarse de aquellos tentáculos y luchando para poder respirar preguntó): -¿quién demonios eres tú y q quieres?-

Mi nombre es Kya y soy la nueva y más fuerte creación de Náraku y tu peor pesadilla hanyou… antes corriste con suerte pero yo no le voy a fallar a mi señor, Kotten mata a ese hanyou ¡Ahora!

-Es demasiado fuerte no puedo soltarme… y no puedo respirar…... me siento mal creo que me voy a desmayar).-

De repente de la nada una flecha purificada estalló la cabeza del monstruo que apresaba a Inuyasha y éste cayó al suelo…

Aún aturdido miró hacia el origen de la flecha y vio a Ahome… sosteniendo su arco -Inu ya sha…- dijo mientras caía sentada ya que al parecer se había lesionado la pierna y le costaba mantenerse de pie.

-AHOMEEEEE!!!- gritó el chico mientras corría a su lado para alzarla en brazos-¿Estás bien?-

-No te preocupes, parece que me lastime la pierna y me duele un poco pero no es nada grave…-

Inuyasha (preocupado) -no seas tonta estás sangrando y ni siquiera puedes mantenerte en pie- (se quitó su túnica se la puso a ella y rompió un pedazo de su camisa y apretó la herida de Ahome para detener la hemorragia) -No voy a permitir que te pase algo más…-

En ese momento Kya lanza un poder que semejante a una ventisca de ácido, Inuyasha tomó a Ahome y pudo esquivar el ataque rápidamente la colocó en un lugar más seguro.

-Eres sin duda un patético Hanyou… tu novia tuvo que destruir a mi títere porque tú no podías ni moverte-

-¡Cállate bruja!- le advirtió mientras tomaba su espada - Te voy a enseñar a cerrar la boca… KONGOUSOUHA!!!!!!!!!-

En eso salió un fuerte poder de la espada de diamante de Inuyasha que se dirigía rápidamente a su objetivo

-Por si no lo sabes yo también tengo el poder de formar campos de fuerza no creo q tu tonto poder me haga algún daño-


El poder chocó contra el campo el cual parecía impenetrable pero en dos segundos comenzó a agrietarse.

-¿Qué es esto? No es posible… ese hanyou ¿Cómo puede tener esa fuerza?-

El poder impactó con fuerza en Kya pero esta aún no estaba totalmente derrotada, en ese momento Náraku mentalmente le ordenó que regresara al Sengóku y ella con las fuerzas restantes accedió y se marchó…

Inuyasha iba a seguirla para destruirla completamente pero por Ahome ocupó el primer plano de su mente, tenía que cerciorarse de que no tuviera nada de que preocuparse, la chica al darse cuenta de esto replica -¿Qué estás esperando? Tienes que ir tras ella, puede hacerle daño a alguien de la aldea-

-¡No seas tonta! no te voy a dejar así sola- y tomándola en brazos y entrando en la casa de esta -Tengo q ver bien esas heridas, no me iré sin estar seguro de que no sean graves-

Ahome se sonrojó esperando que él no notase su imprudente rubor. La depositó en la sala, en eso su madre llegó y al verla corrió preocupada seguida de su abuelo y hermano ¿Qué pasó con el templo?? Está destruido y ¿Ahome??

-¿Hija q te paso? Voy a llamar al médico enseguida! Hijita te duele mucho…. ¡Ayyy no!- Se quejaba su madre mientras marcaba atolondradamente los número.

Era una reacción de esperar aunque Ahome sentía molestia al sentir la atención de todos encima, después de todo no le dolía tanto -Mamá por favor deja el escándalo sólo me duele un poco…- aseguró mientras miraba impaciente a Inuyasha que estaba inmóvil a su lado –Estoy bien- le aseguró –No te preocupes-

-yo… lo siento… es que… yo… no quería yo…- Inuyasha se sentía apenado por no haber podido protegerla mejor, así que prefirió guardar silencio.

El médico desinfectó y suturo las heridas, aunque advirtió que era necesario que guardase reposo por al menos un par de días para que sus dolores desaparecieran más pronto. Cuando ella quedó sola Inu entró a su habitación, no le agradaba estar alejado de ella y al parecer se había quedado dormida, pero eso no impedia que deseara estar a su lado así que se sentó en el suelo junto a su cama y la contemplo encantado, protegiéndola -¡Ja!- se mofó de sí mismo con la ironía de ese pensamiento, realmente no servía de mucho como protector, entonces apretó su espada con disgustó

-No pude cuidarte… y no quiero que corras más peligro a mi lado, esta vez no paso a mayores pero en un futuro no podría asegurar nada- sacudió su cabeza ante aquél pensamiento -Podrías morir por mi culpa… eso no me lo perdonaría-

Ahome sintió la mirada del muchacho y despertó asustada -¡Inuyasha! estás aquí…- sonrió apenada –Que tonta, me quedé dormida… pero me alegro de verte, el médico exageró un poco, realmente no me duele tanto, si me ayudas no tendré problemas para regresar contigo, tenemos que acabar con aquella extraña mujer-

Inuyasha se levantó enojado y le impidió ponerse de pie -Escucha lo que voy a decir… no quiero que vuelvas a la época Sengoku hasta que estés bien –Tomó a Ahome de sus manos y sus ojos parecían monedas de oros despidiendo brillos dorados, lo que le robó un nuevo y más intenso rubor en sus mejillas -Por favor, necesito que me lo prometas ¿Puedo confiar en ti?-

Ahome casi no podía ni tragar saliva, su respiración dulce rozaba con sus labios, estaba tan cerca que un beso sería de lo menos inesperado, ¡Era injusto! Ni siquiera podía pensar en lo qué él le decía bajo ese amedrentamiento –De acuerdo- ¿De acuerdo? ¿Qué demonios estaba diciendo? Ella sabía que Inuyasha no podría solo con esa mujer, no pretendía abandonarle cuando él más lo necesitaba –Yo... Inuyasha no creo que sea buena idea…-

-Si- le interrumpió –Por supuesto que no es buena idea que te arriesgues en ese estado- Fue lo último que dijo y le dio la espalda desapareciendo por la ventana. Sabía perfectamente que ella deseaba objetar su decisión, la conocía demasiado bien y no estaba dispuesto a permitírselo, por eso se había marchado de esa manera tan grosera.

A pesar de ser siempre protector con ella él nunca había sido capaz de revelar sus verdaderos sentimientos, no sabía si ella sospechaba siquiera que él sentía mucho más que una amistad por ella, no sabía si era amor porque no sabía si aún amaba a Kikyo pero lo que si sabía era que no estaba dispuesto a arriesgar su vida, la protegería de lo que fuera aunque en eso se viera implicada su vida.

::::::

Todo parecía normal, merodeó un poco el pozo como para cerciorarse de que no hubieran movimientos bruscos en su habitación y luego se lanzo de cabeza al pozo, cuando salió en la época antigua un gritó lo tomo desprevenido -¡INUYASHA DETRÁS DE TI!- No pudo hacer nada ya sentía como era despedido fuertemente hacia una roca, su cuerpo hizo un ruido seco al colisionar y el aire abandonó sus pulmones.

-¿INUYASHA ESTAS BIEN??- preguntó de nuevo aquella femenina voz, pero él difícilmente podría responderle, las rocas se separaron y cayeron pequeños fragmentos por su kimono. Abrió los ojos y miró a su alrededor para entender qué estaba sucediendo…

Era aquella mujer, totalmente recuperada -Parece que no esperabas esta bienvenida ¿O me equivoco?


El chico se sacudió el polvo del cabello y mostrando sus afilados colmillos dejó escapar un fuerte gruñido –¡Me tienes cansado mujer! Voy a acabar contigo- sus fuertes nudillos se posaron sobre su espada que con un resplandor incrementó su tamaño y se abalanzó sobre la mujer.

Los sonidos metálicos de la espada contra el báculo de la mujer eran ensordecedores, la habilidad de ambos luchadores era admirable, Inuyasha rehabilitado con la ira que corría por sus venas como una dosis extrema de adrenalina se movía con agilidad y fiereza, sin embargo Kya respondía defensivamente a sus ataques pero lucía muy confiada como para sentir que le llevaba ventaja y eso lo pudo comprobar al ver como su rostro mostraba una sonrisa malévola y satisfactoria –Todavía no te he mostrado cuál es mi poder especial- antes de que pudiera siquiera entender aquella advertencia vio como de su boca salió una pequeña serpiente demasiado veloz que lo picó sin que pudiera si quiera evitarlo.

Sus amigos que habían sido pasivos espectadores gritaron su nombre al unísono, pero quedaron petrificados ante la sorpresa, Inuyasha por su parte comenzó a sentir un fuerte dolor y él sorprendido se miraba la picadura sin comprender cómo una serpiente tan pequeña podía causarle tanto daño.

Sus fuerzas pronto comenzaron a fallar y fue inevitable que callera de rodillas sosteniendo su mano como en un inútil intento de emular un torniquete que impidiera la propagación de la ponzoña en su cuerpo -No puedo… ¿Qué es esto?-

 

Re: La segunda vida de Inuyasha (Inu Kag)

CAPITULOIII

Sobre sus rodillas, inmóvil yacía Inuyasha, y como si no fuera suficiente el agudo dolor que le producía aquella ponzoña, la serpiente volvió a picarle el brazo en el mismo lugar que le había picado con anterioridad. El aturdido joven gritó más fuerte, su voz se quebró al final aparentemente perdería el sentido pero ahogó esa posibilidad al horrorizarse viendo como la serpiente se hacía camino entre su piel y comenzaba a introducirse en su cuerpo.

Miroku y Sango retrocedieron espantados, un grito ahogado se escapó de la chica cuando tapo su boca con la mano, su mirada era la personificación del miedo y temblaba preguntando qué era eso. Miroku tampoco podía responder pero recordaba perfectamente aquél ser no era desconocido para él, podía recordar una historia que su abuelo narraba cuando todavía era un pequeño niño -Náraku despertó a la diosa de las serpientes ya lo recuerdo… ella tiene el poder de expulsar pequeñas serpientes las cuales se introducen dentro del cuerpo de su enemigo y consumen poco a poco su corazón convirtiéndolos en cuerpos sin alma que luego usa como marionetas que cumplen todas sus ordenes, es demasiado poderosa no sé cómo vamos a ayudar a Inuyasha-

-¿Pero qué dices?- Preguntó la chica enojada –Debe haber alguna forma de derrotarla, no puede ser invencible-

Miroku se encogió de hombros y dejó escapar un suspiro, realmente no conocía la forma y no quería acabar con las pocas esperanzas de Sango, después de todo haría todo lo posible para ayudar a su amigo, algo debía ocurrírsele. –Piensa, piensa, ¡piensa!-

-Creo que no hay tiempo para ponernos creativos Miroku, yo voy a ayudarlo- Miroku levantó la mirada y antes de que pudiera detenerla en un intento desesperado Sango atacó a kya lanzando su bumerang el cual ella sólo con su poder espiritual regresó al doble de la velocidad hacia ella misma, alarmado Miroku corrió a quitar a la chica de la trayectoria y cayeron sobre el húmedo pasto a pocos centímetros de la gran destrucción y revuelo que causo el arma.

Sango se levantó sacudiéndose un poco -Gracias su excelencia si hubiese recibido ese impacto habría muerto…-


-Yo también si algo llegara a sucederte… (Sango se sonrojó de la vergüenza)

Otro fuerte quejido atrajo la atención de los dos y vieron cómo la serpiente casi se desaparecía entre la herida, Inuyasha sufría notablemente y no podía moverse, era vulnerable a cualquier ataque pero Kya sólo esperaba posada en una roca y parecía alimentarse de su dolor, con una sonrisa que casi hacía explotar de la ira a sus amigos.

Cuando Kya se dispuso a romper el incómodo silencio se acercó al muchacho, Sango y Miroku corrieron a impedirlo pero la mirada penetrante de la mujer los hizo detenerse, luego sonriendo y volviéndose hacia él susurró en su oído -Me va a encantar que seas mi nueva marioneta, estoy ansiosa por tenerte para mí. Eres un chico muy fuerte, contigo a mi mando voy a ser invencible y lo más divertido es que después de tanto proteger a tus amigos voy a darte el privilegio de ser tú mismo el que acabe con sus vidas-

 

Re: La segunda vida de Inuyasha (Inu Kag)


Ahhh Zayreth que linda eres, jejeje me encanta que disfrutes de lo que escribo y parece que puedes ser muy persuasiva cuando te lo propones ;P . Y como te dije ya me comprometí a poner completo el fic no tengo problema sobre todo porque ya está terminado (Sólo faltan algunas correciones)... bueno grax de nuevo

 

Re: La segunda vida de Inuyasha (Inu Kag)

[FONT=&quot]Gracias, de acuerdo, es que estoy acostumbrada a usar letra arial me parece que es más fácil de leer y de acuerdo nada de negritas ni errores... hago lo que puedo... y gracias por los post... por hoy dejaré otro capítulo mañana pongo más....[FONT=&quot]
[/FONT][/FONT]
[FONT=&quot]
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[FONT=&quot]CAPITULO IV[/FONT]

[FONT=&quot]Poco era lo que ya se podía divisar de la serpiente, estaba casi completamente dentro del cuerpo de Inuyasha, pronto perdería su voluntad, de hecho la debilidad y el veneno ya hacían estragos en aquél maltratado cuerpo –Miroku- pronunció él en un susurro –Ahome… debes impedir que ella regrese y ustedes deben alejarse de mi… -[/FONT]

[FONT=&quot]-Yo no dejaré a un amigo a su suerte, no pienso irme sin ti Inuyasha- aclaró Sango[/FONT]

[FONT=&quot]Inuyasha levantó la vista y con el seño fruncido –No seas estúpida, dije que se largen!! ¡Miroku!- Gritó -¡Llévatela de aquí! Sabes qué es lo que vendrá ¿No es así?-[/FONT]

[FONT=&quot]El monje tomó a sango del codo y la hizo retroceder –Inuyasha tiene razón, no podemos hacer nada ahora-[/FONT]

[FONT=&quot]Sango iba a protestar pero en ese momento Inuyasha hizo un extraño sonido y sus ojos se pusieron en blanco luego como si su voluntad hubiera abandonado su cuerpo cayó al suelo y comenzó a temblar.[/FONT]

[FONT=&quot]Kya se puso frente a él, haciendo entender a sus amigos que debían abandonar el lugar si era que deseaban continuar con vida –Nadie puede enfrentarme, se lo advertí a Inuyasha y ahora está pagando las consecuencias- [/FONT]

[FONT=&quot]Inuyasha se veía terrible, sudaba y temblaba de una forma desesperante, su rostro pálido como la sal parecía haber perdido aquél rubor vital –Ohh no… esto es terrible, Inuyasha está mal- Sango se soltó bruscamente del agarre del monje y corrió hacia él para ayudarlo pero inesperadamente Inuyasha abrió los ojos y Sango se detuvo…[/FONT]

[FONT=&quot]-Ella lo quiso así, ¿Inuyasha qué te parece si comienzas con ella? ¡Mátala! ¡Ahora!-[/FONT]

[FONT=&quot]Era evidente que ese cuerpo ya no era dominado por su dueño, la mirada de Inuyasha era diferente y parecía ilógico imaginarlo hace unos momentos sufriendo ya que ahora su expresión era fría pero saludable. [/FONT]
[FONT=&quot]El sonido del metal la hizo salir de su ensoñación y pudo ver como Inuyasha se disponía a atacarla sin contemplaciones, ella se quedó paralizada del asombro y cuando parecía el final escuchó a Miroku gritándole -¡SANGOOO!! ¡NO!- pero ya era tarde pensar en una huida, idea que no compartió el monje cuando en un intento desesperado la cubrio con su cuerpo recibiendo el fuerte impacto sin poder evitarlo.
[/FONT]
[FONT=&quot]Un sonido que la hizo erizar de pies a cabeza la tomó por sorpresa y casi sin poder evitarlo vio como el monje con su dulce mirada se despedía sin siquiera decir una palabra, la sangre pronto comenzó a brotar de su boca e inexplicablemente sonrió para luego susurrarle –Estás bi..en, ahora huye por fa…vor- [/FONT]

[FONT=&quot]Era imposible pensarlo, esto tenía que ser un sueño, Miroku tenía una herida mortal por defenderla a ella –¡Oh Dios!- fue lo único que se escapó de sus labios, ya las lagrimas nublaban su visión -¿Su excelencia por qué hizo eso? ¡Yo era quien debía morir! ¡No usted!- Inuyasha no pensaba quedarse quieto así que volvió a atacar y Miroku abrazó a sango y con su báculo creo un campo de energía que volvió a protegerlos. Sango le devolvió el abrazó y pudo sentir la sangre y la piel abierta de su espalda –¡No siga protegiéndome es estúpido! ¡Basta! Yo seré quien le proteja- Miroku la apretó y acercó sus labios besándola casi con rudeza en una despedida, cuando se separó le dio una última advertencia –Sango… cuan…do el campo se desintegre huirás ya no tendrás que pro..teger nada, debes advertirle a Ahome de lo que ocurre- El peso de su abrazó aumentó y el campo se hizo más lijero, ella sabía el dolor que le provocaban esas heridas pero el reprimía los quejidos para no preocuparle -Te amaré hasta en la otra vida- al decir esto sucedieron tres cosas, el cuerpo de Miroku se hizo tan pesado que calló sin vida al suelo, el campo desapareció e Inuyasha que esperaba aquel momento lazó un fuerte poder que iluminó el lugar levantando una poderosa ventisca de aire que la dejó ciega por unos momentos…[/FONT]

 

Re: La segunda vida de Inuyasha (Inu Kag)

[Muchas gracias mi linda, siempre que disfrutes de lo que escribo eso me hace muy feliz, y como lo prometido es deuda aquí dejo el capítulo de hoy que es el número V o 5...


[FONT=&quot]CAPITULO V[FONT=&quot]

La oscuridad se apoderaba del lugar, las sombras dibujaban lúgubres figuras en los árboles y matorrales gracias a la escasa luz lunar. Inuyasha sentado sobre una gran roca como una estatua de marfil, tan inmóvil, que parecía que ni siquiera respirara.

Ahome al verlo sonrió y se acercó feliz y aliviada –Estás bien, no sabes lo preocupada que estaba por ti- Las sombras ocultaban el rostro juvenil del muchacho pero su silueta era inconfundible, ella no tenía ninguna duda de quién se trataba.

-Ayúdame por favor- pronunció sin siquiera voltear -Te necesito Ahome... ¡Regresa! No puedo más!- Ella no entendía su reacción, no parecía estar en peligro, al menos eso pensó hasta que del suelo comenzaron a salir raíces y como sogas se anudaron en sus brazos, piernas y luego subieron rápidamente hasta su cuello –¡Ahome! Ayúdame…- finalmente taparon también su boca, ella buscó desesperada sus flechas pero no estaban, trató de forcejear con las ramas pero era imposible quitarlas, al menos ella no tenía la fuerza para hacerlo, eran gruesas y ásperas, sin duda más duras que una soga ordinaria.

–¡Inuyasha! No sé cómo ayudarte, ¡auxilió! ¡Ayúdenme por favor!- gritaba, pero al parecer nadie estaba cerca. Las raíces continuaban cubriendo su cuerpo hasta que no pudo verlo -¡Inuyasha NO!!!- gritó tan fuerte que su madre llegó a despertarla, estaba totalmente empapada en sudor.

-Hija tranquila, fue sólo una pesadilla- le repetía mientras secaba su frente con una toalla, Ahome respiró hondo cuando cayó en cuenta de que se trataba de una simple pesadilla.

-Inuyasha…- repitió mirando por la ventana preocupada -…está en peligro, lo presiento... él me necesita.-

-Fue sólo una pesadilla, no seas tonta. Es normal que sueñes con él porque lo extrañas-

Ahome la miró con una expresión ausente –Si… tal vez mañana venga- mintió para que su madre no se preocupara, ya que si sentía su inquietud no la dejaría sola ni un momento temiendo que se escapara, lo cual no estaba muy lejos de las posibles opciones.

La madre la vio con vacilación, era la primera vez que su hija era tan obediente con respecto a algo relacionado con Inuyasha –Me alegra que entiendas, sería una locura marcharte en ese estado hacia ese lugar tan peligroso. Inuyasha efectivamente se encontraría en peligro porque tú te convertirías en una carga para él- con esas palabras la madre bostezó descuidadamente –Voy a irme a dormir hija, estoy muy cansada-

En La era Sengoku:

Sango luchaba inútilmente con todas sus fuerzas pero con dificultad apenas y podía defenderse -¡Kirara!- gritaba, pero no podía ver a su fiel gata en ninguna parte.[/FONT][/FONT]

[FONT=&quot]-¡Cállate ya! y ¡muere de una vez!!- gritó Inuyasha mientras otro fuerte resplandor mortal se dirigía hacia ella, saltó y lo esquivó con muy poca distancia, de hecho, la explosión de la roca cercana la lastimó en el rostro con algunas esquirlas, se limpió la sangre y se levantó corriendo alejándose por el bosque tratándo de protegerse con los árboles mientras él la seguía pisando sus talones.

-No voy a poder esquivar todos sus ataques son demasiado rápidos y estoy muy cansada- pensaba mientras continuaba corriendo pero algo la hizo detenerse en seco –¡No es posible!- gritó junto con una maldición -¡Demonios! el camino se ha terminado!! ¡No puede ser!- al frente sólo había un precipicio y detrás una bestia que no tendría compasión de ella, cerró sus ojos y sólo pensó que había llegado su final al igual que Miroku -Perdóname pero lo intenté, de verdad trate de vivir como te prometí pero no pude-

El sonido destructor que aquella bestia en la que se había convertido su amigo al acercarse la hizo entregarse a su destino, era un hecho, moriría

-¡GARRAS DE ACERO!!!!- se escuchó atronadoramente y una nube de polvo y escombros se acercó a ella a una velocidad vertiginosa tirándola al vacío sin poder evitarlo.

:::::::

Ahome esperó que su madre estuviese dormida, o al menos esperó un tiempo prudente, cuando escuchó todo tranquiló se levantó, un quejido se escapó entre sus labios pero se tapó la boca. Realmente sería difícil marcharse con ese dolor –¡Inuyasha! No puedo dejarte solo- pensó, tenía que marcharse, debía ser fuerte. Tomó su mochila y salió sigilosamente de su cuarto reprimiendo algunos latigazos de dolor que se producían al apoyar totalmente su pierna ¿por qué tenía que pasarme esto ahora? No voy a poder moverme bien y no sé qué está sucediendo… ojalá no sea nada malo- pensó aunque tenía un mal presentimiento al respecto.

:::::::

Náraku reía incansablemente…. Parecía que todo iba a ser perfecto para él, tenía bajo su control a Inuyasha gracias a su última creación. No contento con eso el muchacho había acabado con aquél molesto monje quien se había sacrificado por la estúpida exterminadora y la pobre muchacha también había corrido con la misma suerte el caer al precipicio gracias a su ataque, las cosas no podrían haber salido mejor para él.

-Inuyasha no puedo creer que ahora estemos luchando juntos- esbozó mientras soltaba una sarcástica y malévola risotada - ¡Nunca me había divertido tanto en mi vida!- afirmó mientras dirigía una mirada cómplice a Kya.

Kya orgullosa le respondió – ¿Es que acaso dudabas de mis habilidades?- A pesar de ser una extensión de Náraku estaba profundamente enamorada de él y por nada del mundo estaba dispuesta a fallarle.

-Quiero que Inuyasha se incline ante mí, me diga que es mi incondicional siervo y que además piensa obedecerme porque ahora entiende lo insignificante que es-[/FONT]


[FONT=&quot]Sin pensarlo siquiera la joven mujer obedeció y comenzó a manipular a su nueva marioneta, Inuyasha por su parte revivió un momento de lucidez y sus inexpresivos ojos dejaron entrever un odio incipiente, luego la impotencia y el sufrimiento se apoderaron de la expresión, pero no pudo evitarlo, como un simple títere obedeció las ordenes de su nueva conciencia y entre ahogados gemidos sucumbió a la humillación. [/FONT]

[FONT=&quot]Náraku sonrió satisfecho al ver cómo el joven complacía sus más absurdos caprichos y lo que más disfrutaba era que sabía que a pesar de que Inyasha parecía totalmente absorto en el control guardaba aunque fuera un poco de conciencia -¿Y qué sucedió con la sacerdotisa que lo acompañaba? ¿La mataste?- preguntó desviando sus pensamientos.[/FONT]

[FONT=&quot]-¿La muchacha del kimono extraño?- -Bueno ella quedó bajo el derrumbe del templo que queda en la entrada del pozo de los huesos. Sufrió heridas graves, no creo que regrese por un tiempo- sonrió al imaginar su destino –Por su bien-[/FONT]

[FONT=&quot]-¡La odio! de igual forma deseo que muera- Sonriendo le dio una mirada a Inuyasha –Aunque no seré yo el que acabe con ella, ese trabajo lo dejaré en manos de mi nuevo siervo- una nueva risotada inundó el lugar y acercándose más al joven susurró – Después de todo no soy tan malo, pienso darte el placer de acabar con aquella chica y así cobrarás venganza de los años que estuviste sellado en aquél árbol por su mal intencionado conjuro. [/FONT]

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[FONT=&quot]Ahome aún lastimada no sospechaba nada de lo que ocurría en la era Sengoku y sus heridas no evitarían que ella cambiara de idea con respecto a volver donde Inuyasha, presentía que algo no andaba bien y temía por él, así lo había visto en su sueño, sabía que era una premonición y no una simple pesadilla. [/FONT]
[FONT=&quot]Entre la penumbra de su espeso jardín se ocultó de los posibles espectadores y con mucha cautela corrió hasta el oscuro templo en el que se encontraba el pozo, tomó en sus manos el pequeño fragmento de la perla y saltó dentro de este…[/FONT]

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No había que tener un gran poder espiritual para sentir la energía negativa que se esparcía por todo el ambiente del Sengoku, no provenía de un lugar específico, era difícil de rastrear pero aún así ella reprimió los escalofríos que le inundaron el cuerpo y se decidió a buscar a Inuyasha, necesitaba comprobar que estuviese bien.

En el camino hacia el pozo Náraku describía la forma en la que deseaba que Inuyasha acabara con la vida de la joven sacerdotisa -Escúchame bien, no quiero que Ahome se percate de que Inuyasha está siendo manipulado por ti, quiero que ella crea que él la odia y la asesinará por quitarle el fragmento de la perla-

-Haré mi mejor esfuerzo, no pienso defraudarte-

-Te hice además de poderosa, bella e inteligente… nunca me había sentido tan orgulloso con una creación mía hasta el día de hoy. Aunque debo aclarar que tu trabajo no acaba allí, quiero que cuando la chica esté muerta él recupere la conciencia y vea que sus manos están bañadas con su sangre, quiero que Inuyasha muera de dolor-

Hasta para Kya era un acto muy cruel, Náraku notó inconformidad en su rostro y le replicó – ¿Piensas desobedecerme?-

Esa pregunta la hizo incorporarse de un salto – No mi señor, por supuesto que no, eso nunca-


:::::::

Ahome caminaba por la oscuridad del bosque, el trayecto hacia la aldea se había hecho más largo de lo usual debido a su pierna, el bosque estaba demasiado callado, sólo se escuchaban los grillos y el agua que corría por las rocas de un arrollo cercano. Y de un momento a otro entre la espesura herbaria una figura familiar se materializó frente a sus ojos -¿Inuyasha?- preguntó en voz alta y a pesar de que no recibió respuesta alguna se acercó rápidamente feliz pero algo la hizo detenerse, el dolor de su rápida reacción pasó factura, por lo que aquella figura se acercó descubriendo a la luz su rostro, ella sintió una alegría profunda y lo abrazó.[/FONT]

[FONT=&quot]Era él -¡Inuyasha! Que bueno estás bien- a pesar de que él le correspondió a su fugaz abrazo, las cosas no estaban bien, ella no estaba consciente del inminente peligro al que se estaba enfrentando. Inuyasha ya no poseía el control de su cuerpo, Kya a través de su serpiente había aprisionado su corazón humano y el destino de éste era vagar como una marioneta a disposición de las órdenes de ella. Las esperanzas de Ahome se iban agotando con cada minuto que transcurría.[/FONT]

[FONT=&quot]El plan dio comienzo, Inuyasha tomó a Ahome tan fuerte por los brazos que sus garras lastimaron su delicada piel, pronto pequeños rastros de sangre humedecieron su camisa. Cuando alzó su mirada pudo leer en sus ojos una ira inexplicable y extraña. ¿Por qué reaccionaba de esa manera? ¿Acaso la odiaba tanto por haberlo desobedecido?[/FONT]

[FONT=&quot]Con una voz ronca casi gritó -¡Eres una tonta! ¡Te dije que te quedaras en tu casa! ¿Es q no entiendes? ¡Los humanos son unos seres ineptos que sólo saben buscar problemas! Siento asco al pensar que por mis venas corra sangre de sabandijas como ustedes – ¡No seas exagerado Inuyasha! yo vine porque pensé que estabas en peligro…- Respondió ella sorprendida por su reacción. Él soltó un poco sus brazos pero continuó hablando- Me voy a deshacer permanentemente de ti, porque ya no te necesito, sé que ese fragmento que llevas en el cuello es el único fragmento que le falta a Náraku por lo tanto lo voy a tomar, acabaré con Náraku y ¡Así dejaré de ser un maldito hibrido para siempre!![/FONT]

[FONT=&quot]Ahome sólo lo veía horrorizada y petrificada, aún no creía que esas palabras salieran de su boca, un gritó la hizo salir de su ensimismamiento, luego se percató que provenía de ella, sus manos la tomaban fuertemente de su cabello acercando sus labios toscos a sus oídos -Discúlpame si hice que te ilusionaras conmigo niña pero yo nunca me enamoraría de un ser tan inferior como una humana, mi único interés era encontrar los fragmentos y eso ya terminó.- sonrió y se acercó demasiado, como consumiendo su olor- ¿Podía fingir tan bien? ¿Podía haber sido todo un engaño para quedarse con la perla? El rostro de confusión de Ahome carecía ya de color lo que lo hizo sonreír de satisfacción -Tranquila que no vas a seguir sufriendo mucho tiempo más, de eso me voy a encargar yo-[/FONT]

[FONT=&quot]-¡Inuyasha por favor!- gritó de nuevo, con la esperanza de que él admitiera que sólo estaba jugando, un cruel juego que no le perdonaría jamás!! -¡Ya basta! Estás mintiendo ¿No es así? ¡No sigas! Ya aprendí mi lección, no debí venir con la pierna lastimada- ¿Era eso no? La única razón aparente de su inexplicable enojo era su desobediencia, al menos eso quería creer.[/FONT]

[FONT=&quot]Inuyasha tenía una expresión inmutable que recalcaba la veracidad de sus hirientes palabras, Ahome comprendió que no mentía, o al menos eso parecía -¿Por qué?- susurró entre sollozos tratando de encontrar las razones que habían motivado tal cambio pero nada… sus ojos no mostraban nada además de un inexplicable odio.[/FONT]

[FONT=&quot]-Kya, es el momento- ordenó Náraku quien se encontraba encantado con la escena que estaba presenciando oculto en su campo de energía. Kya sólo asintió.[/FONT]

[FONT=&quot]El miedo hacía que a Ahome le temblaran las piernas, no entendía el comportamiento de Inuyasha pero sabía que no podía ser normal, algo estaba ocurriendo y ella debía descubrirlo, después de todo lo había soñado, Inuyasha estaba en riesgo aunque no se explicaba cómo era que ahora era la vida de ella la que parecía peligrar ¿Qué significado tenía aquella premonición? -Algo te está pasando y no me voy a alejar de ti, te voy a ayudar a regresar a la normalidad- gritó y su mirada se llenó de valor[/FONT]

[FONT=&quot]Inuyasha estiró la comisura del labio en una malévola sonrisa –Como quieras- escuchó y sin siquiera percatarse del golpe su cuerpo fue despedido contra un árbol. [/FONT]

[FONT=&quot]Cayó aturdida y adolorida tosiendo, el oxígeno había abandonado sus pulmones y además agudizó el dolor de su pierna inmovilizándola, le era casi imposible ponerse de pie. No sabía qué hacer, nunca se hubiese imaginado pasar por algo parecido. – ¿Qué hago? ¡¿Qué hago demonios?! Pensaba entre sollozos mientras Inuyasha se acercaba con una risa irónica lentamente como cuando una animal acorrala una presa.[/FONT]

[FONT=&quot]Se arrastraba lo más rápido que el dolor le permitía para alejarse de él -Esto no puede ser, ¡No!…. No, Inuyasha! ¡Aléjate de mi!- Entonces vio su mochila que había dejado tirada –Tengo que buscar mis flechas… No tengo nada más con que defenderme…- se dijo a ella misma mientras se arrastraba más rápido ignorando el intenso dolor de su pierna hasta que estuvo lo suficientemente cerca para tomar el arco, luego se volteó y lo vio inmóvil observándola divertido – ¿No piensas tomar las flechas?- esbozó en una sátira [/FONT]

[FONT=&quot]Ahome tomó las flechas y en cuestión de segundos estaba apuntando a Inuyasha, temblorosa –No quiero lastimarte- le advirtió[/FONT]

[FONT=&quot]Inuyasha se carcajeó fuertemente –Pero yo a ti si-[/FONT]

[FONT=&quot]-Nunca pensé que jugar con marionetas era tan divertido… los dos van a matarse mutuamente – ahogó una carcajada el maligno ser -Pero Kya que primero muera Ahome, quiero disfrutar del rostro de Inuyasha al darse cuenta que pierde por segunda vez a la mujer que ama y más si ahora él va a ser el causante de esa muerte-[/FONT]

[FONT=&quot]Inuyasha se acercó rápidamente para acabar con Ahome y esta se dispuso a disparar la flecha, tenso el arco hasta su máxima capacidad y cerró los ojos dejando caer lágrimas de dolor. La flecha se escapo entre sus dedos y pocos instantes después ella escucho un quejido que se incrusto en su pecho como el filo de una daga, sabía que había herido a Inuyasha y temía abrir sus ojos, no quería ver, temía lo que pudiese pasar. Estaba aterrada por su vida, prefería mil veces la muerte antes que causársela a él, lo había descubierto al momento de oír su quejido, angustiada lanzó el arco y abrió los ojos dándose cuenta que gotas de sangre caían sobre el suelo…[/FONT]

[FONT=&quot]Efectivamente lo había herido y en condiciones normales tal vez esa herida hubiese sido grave, pero al estar bajo el control de Kya el dolor no era inconveniente para continuar con su misión, lo único que podría realmente detenerlo sería la muerte… Inuyasha sin apartarle la vista de encima arrancó violentamente la flecha de su costado y sólo lo delató una pequeña expresión de dolor en su rostro.[/FONT]

[FONT=&quot]¿Qué demonios estaba ocurriendo? La flecha le había causado un daño apreciable, ¿Acaso Inuyasha no sentía el dolor? Estaba sangrando, ella estaba esperando que al menos él gritara o se quejara… pero ninguna de las dos cosas había ocurrido, era muy extraño, definitivamente a Inuyasha le ocurría algo. No era normal que ni siquiera se hubiera quejado [/FONT]

[FONT=&quot]-¡Esta me la voy a cobrar humana! Y no pienso tener compasión contigo- gritó encolerizado, se abalanzó sobre ella y le tomó por el cuello.[/FONT]

[FONT=&quot]Ahome ya estaba resignada a morir, no sabía cómo detenerlo y no quería hacerle daño, lo amaba demasiado, era cierto. En segundos sus pies dejaron de tocar el suelo y su respiración se entrecortaba, sentía que perdía fuerzas y su visión se nublaba.[/FONT]

[FONT=&quot]-Inu-ya-sha quiero que sepas… que te amo y por eso aunque no vuelva a verte, te voy a amar por siempre…- las lágrimas comenzaron a correr por sus mejillas mojando los brazos de inuyasha. Y algo inesperado ocurrió, inesperadamente sintió menos presión en su cuello y además casi podía rozar el suelo con sus zapatos… y vio en Inuyasha una expresión conocida pero llena de sufrimiento.[/FONT]

[FONT=&quot]Él la soltó y Ahome cayó al suelo tosiendo y recuperando el aire perdido, él también cayó de rodillas apoyando sus manos en el suelo. Recuperando la conciencia, ahora si sentía el dolor en el costado por el daño que le había causado la flecha de Ahome, y aunque no comprendía bien lo que le ocurría al ver a Ahome herida y mirándolo asustada supo que él era el culpable de eso, recordó que Kya lo estaba controlando –Ahome No… no sé por cuánto tiempo voy a mantenerme consiente ¡Aléjate de mí! No quiero que corras con el mismo destino de Miroku- le advirtió alterado [/FONT]

[FONT=&quot]¿Qué se supone que está sucediendo? -preguntó profundamente enfurecido aquél hombre de mirada cobriza - ¿Es que ya perdiste el control del imbécil de Inuyasha? ¡SI NO CUMPLES CON MIS ORDENES QUIERO Que SEPAS QUE TE VOY A DESTRUIR! ¡NO TOLERARÉ ESTAR CON INEPTOS!! [/FONT]

[FONT=&quot]Kya se estremeció al ver el rostro arrebatado de Náraku, dispuso todas sus fuerzas y comenzó a concentrarse –Inuyasha lo siento pero nadie puede escaparse de mi control, eres muy obstinado pero eso no va a poder conmigo- se dijo para si[/FONT]

[FONT=&quot]Dentro del cuerpo de Inuyasha comenzó a emerger un dolor intenso que lo hacía flaquear era como si en el pecho le incrustaran cien agujas una a una, el dolor era debido a la serpiente que se movía incesantemente presionando su corazón.[/FONT]

[FONT=&quot]Inuyasha cayó completamente al suelo -¡No puedo más!- repetía tratando de resistirse y retorciéndose en el suelo tomando con una mano el pecho que parecía querer abrirse en dos, dentro de su cabeza podía escuchar la voz de Kya quien repetía:[/FONT]

[FONT=&quot]“Inuyasha se que estás sufriendo, entrégate y ese dolor brutal va a terminar”[/FONT]

[FONT=&quot]“tú quieres que el dolor acabe déjame curarte Inuyasha”[/FONT]

[FONT=&quot]“voy a curarte pero déjame que yo te ayude”[/FONT]

[FONT=&quot]“duerme Inuyasha”, “duerme”….[/FONT]

[FONT=&quot]-¡No! ¡No! Basta, ¡déjame en paz bruja!- gritaba mientras se tapaba sus oídos, Ahome lo miraba desconcertada y preocupada ¿Está perdiendo la razón? Se preguntaba. [/FONT]

[FONT=&quot]Pero él seguía luchando con algo y se mostraba demasiado débil, el dolor cada vez más se acrecentaba y era intolerable ya no podía soportarlo, pero si se rendía ¿Cuál sería la suerte de Ahome? Moriría sin duda… -No ¡NO! ¡NO! Debo soportar- pero era casi imposible hacerlo, su cuerpo se estremecía al dolor, el sudor corría por su piel y luego era sangre, gotas de sangre se escapaban de su boca y nariz y de nuevo esas maldita voz en su cabeza –¡No! ¡Sal ya de mi cabeza! ¡Demonios no voy a dejarte controlar mi cuerpo![/FONT]

[FONT=&quot]“Inuyasha ese sufrimiento va a cesar, solo déjame ayudarte yo solo quiero que estés bien”[/FONT]

[FONT=&quot]“ Ahome es una simple humana y ella no te está ayudando, además ella también va a dejar de sufrir”[/FONT]

[FONT=&quot]“ No te resistas porque sólo es cuestión de tiempo el que caigas bajo mi control completamente, lo único que deseo es minimizar tu sufrimiento”[/FONT]


[FONT=&quot]Kya sorprendida de la fuerza de Inuyasha, temía no poder controlarlo, era demasiado obstinado, ella sabía que el dolor que le estaba ocasionando, cualquier bestia completa habría muerto en ese momento pero ¿Cómo un híbrido aún seguía consiente?[/FONT]

[FONT=&quot]Inuyasha con aspecto agonizante, no tenía fuerzas ya ni para poder quejarse, Ahome ahora entendía que luchaba contra algo que lo dominaba pero no sabía cómo ayudarlo –Inuyasha- lo llamó preocupada tomando una rama tiesa de cerezo y usándola como un bastón, se acercó a él preocupada ¿Qué puedo hacer para ayudarle? Se debatía mentalmente -No me quiero ir tengo que ayudar a Inuyasha si me marcho él va a morir, lo sé… si el muere yo no deseo vivir tampoco, pero él está soportando todo esto para que yo pueda escapar…. No esto no puede ser no sé qué hacer.[/FONT]

[FONT=&quot]-Lo voy a ayudar no puedo irme, ¡no puedo!-[/FONT]

[FONT=&quot]Inuyasha levantó el rostro al escuchar sus pasos acercándose y con mucho esfuerzo le suplicó -Ahome por favor vete…- dijo ahogando otro grito y casi sin voz continúo la súplica -No soporto más, no aguantaré por más tiempo…- Sus ojos aún consientes expresaban el enorme sacrificio al cual se sometía, debía alejarse, no podía ayudarlo en ese momento, él sufría y ella estaba alargando su agonía, apretó sus puños y se volteó para no verlo, ya que si no, no podría abandonarlo así. No debía permitir que Náraku se apoderara del último fragmento porque estaba segura de que él estaba detrás de todo lo que estaba ocurriendo, así que debía marcharse por más dolor que eso le causara. –Por favor Inuyasha no mueras- le pidió antes de emprender su difícil huida, tan rápido como le permitía su pierna.[/FONT]

[FONT=&quot]Inuyasha que se encontraba en graves condiciones decía entre sus labios viéndola alejarse para sí mismo –Morir- rio al pensar en la posibilidad, era irónico pensar que era la solución viable para salvar su vida, pero sabía que Náraku no permitiría su muerte no si eso recortaba su diversión, otro sacudida lo hizo descartar las ideas -Por favor apúrate… ¡No creo que aguante mucho más! …si algo te sucede no me lo perdonaría jamás-[/FONT]

[FONT=&quot]Kya enojada al ver que no podía tomar el control le advirtió -¡Inuyasha no me obligues a matarte!! Sabes que no puedes más ¡Ya deja de luchar contra lo imposible! Rechinó sus dientes al ver la obstinación del muchacho – ¡Tú te lo buscaste Inuyasha!- Concentró todas sus fuerzas, en pocos segundos la serpiente estaba constriñendo el corazón de Inuyasha a un punto que podría hacerlo estallar.[/FONT]

[FONT=&quot]Inuyasha dejó escapar un grito aterrador al sentir la fuerte presión, se negaba a caer de nuevo en el control de Kya, pero el dolor era insoportable, luchaba incansablemente y se retorcía en el suelo -¡No! ¡No!- repetía antagónicamente a el control, temblaba frenéticamente sentía cómo sus dientes chocaban sin poder evitarlo, convulsionaba pero aún no sucumbía al mandato.[/FONT]

[FONT=&quot]-El hanyou se niega a caer en mi letargo si continúo presionando su corazón va a morir inevitablemente ¿Qué hago?- se refirió la temerosa mujer a su creador[/FONT]

[FONT=&quot]-¡Ese maldito hibrido!- dijo en una blasfemia empuñando sus manos y golpeando el suelo con su báculo -¡Arruinado siempre mi diversión!!- gritó desahogando su furia y luego pensó un momento mientras recuperaba la compostura -Trata de controlarlo pero si el imbécil se rehúsa ¡Mátalo! yo luego me haré cargo de la sacerdotisa-[/FONT]

[FONT=&quot]La última arremetida hizo que el cuerpo de Inuyasha se arqueara inconscientemente debido al dolor, el gritó quedó atrapado en su garganta, había sobrepasado su límite hacía mucho pero no podía evitar el control por más tiempo, su visión comenzó a nublarse, no podía luchar más, sus fuerzas estaban completamente extintas, todo quedó en silencio… Su cuerpo permaneció tendido en el suelo, inmóvil por unos instantes y luego se levantó sin problema a pesar de sus heridas.[/FONT]
[FONT=&quot]
[/FONT]
[FONT=&quot]Su cuerpo ya no le pertenecía.[/FONT]

 

Re: La segunda vida de Inuyasha (Inu Kag)

Aquí publico el capítulo VI espero les guste o bueno a mi unica seguidora zayreth :P


CAPITULO VI

Inuyasha traqueó su cuello y con una siniestra mirada murmuró casi para sus adentros –Ya tuviste demasiada ventaja espero que te haya sido suficiente, tu antiguo Inuyasha se esforzó demasiado y ya no tendrá fuerzas para volver a protegerte-

Por su parte Ahome no estaba muy alejada del lugar, el dolor de su pierna impedía que se movilizara con agilidad, además Inuyasha era demasiado veloz, no serviría de mucho estar a algunos metros del pozo debía apresurarse, aunque las esperanzas se reducían considerablemente con cada segundo que transcurría.
Un sonido a sus espaldas hizo que su corazón saltara, el pánico invadió su cuerpo, él estaba cerca.
En un estúpido y desesperado intento soltó su provisional bastón y empezó a correr ignorando su herida, gritaba de dolor y eso le dio una rápida pista a su asechador quien en pocos segundos estuvo a centímetros de distancia, la chica al sentirlo se detuvo y él se precipitó cayendo sobre ella.

–¡No Inuyasha! ¡Por favor! ¡No lo hagas!- gritó mientras intentaba en vano liberarse de su asir, los brazos de Inuyasha eran fuertes como cadenas de acero y su cuerpo la aprisionaba con su peso, ya no tenía salida, moriría a manos de la persona que más amaba. Viéndolo así no parecía ser una muerte aterradora, al menos sería él la última persona a quien vería ¿No era esto suficiente consuelo? para ella si, en un acto de desgana lo miró resignada y le dijo –De acuerdo Inuyasha, mátame si es lo que quieres, no me seguiré resistiendo-

El chico respondió con una mirada de confusión y haciendo caso a sus palabras empuñó sus garras en forma de daga acercándolas a su cuello, su respiración también era agitada, parecía nervioso e inquieto –Pero no quiero morir sin antes… - replicó ella y se enmudeció tímidamente -…sin antes probar tus labios Inuyasha- El chico inesperadamente abrió los ojos sorprendido y antes de que pudiese pronunciar alguna palabra ella se acercó sellando sus labios con un beso.

Sus labios temblaban al igual que los de ella, una ligera vibración que ella podía percibir, era la primera vez que ambos probaban el uno del otro. Ahome sentía que iba a desmayarse, pero no por el miedo a la muerte sino por el dulce sabor de su boca que la incitaba a desear más. Inuyasha por su parte había regresado, podía sentir el dolor que eso implicaba pero el placer del beso le daba fuerzas para contrarrestarlo, pronto la tomó por la nuca y la acercó hacia él adentrándose en su boca sediento de su ser, su respiración era acelerada la besaba con brusquedad y cuando Ahome perdida en ese beso casi olvidaba todo lo ocurrido él se detuvo en seco, apretando los puños y sus parpados evitando mirarla como si fuese un sacrificio mayor dejar de besarla que evitar el control de aquello que lo estaba manipulando –¡Mátame Ahome!- Ella lo miró totalmente desconcertada ¿Acaso estaba bromeando? Al ver la seriedad de su mirada respondió indignada – ¡Has perdido la razón! ¡De ninguna manera!-

La indignación de aquel muchacho fue mucho mayor -No te lo estoy pidiendo- Le aclaró -¡MÁTAME! ¡ES UNA ORDEN!!- gritó con brusquedad abriendo su mochila y dejando al descubierto dos flechas que aún le quedaban, ella lo miró aturdida, incrédula. ¿Realmente la creía capaz? De ninguna manera lo haría…

Inuyasha arrugó el seño y sujetó de nuevo su pecho como si ese dolor hubiese regresado, reprimió un quejido y se irguió rompiendo la tela que cubría su pecho del lado izquierdo, descubriendo específicamente la zona del corazón –Acaba mi dolor, te lo suplico- rogó mientras sus ojos se humedecían.


Ahome ignoraba que el dolor al cual él se refería era el que le causaría ser el culpable de su muerte así fuese bajo el dominio de aquella extraña mujer, no soportaría la terrible culpa, para él no tendría sentido vivir sabiendo que no la vería más gracias a su maldita debilidad. Por eso él debía morir, merecía la muerte más que nada, era un maldito híbrido que ni siquiera podía mantenerla a salvo.

Estaba decidido, al menos por su parte y ella debía regresar a su época para no volver jamás –Purifica la flecha con el fragmento, cuando ésta atraviese mi corazón se destruirá junto con la serpiente y luego regresarás a tu época porque no perteneces a este lugar-

-Pero morirás si hago eso- replicó ella alterada.

-Es un precio justo, mi vida por la tuya-

La chica desechó la idea inmediatamente y en respuesta le dijo -¿Estás loco? ¿Me matarías si yo te lo pidiera?- Era un golpe bajo y ella lo sabía, no pretendía perder en esa discusión si la solución significaba la muerte de Inuyasha. El joven hanyou se estremeció al escuchar esa pregunta y ella notó el cambió en su expresión, eso la hizo sonreír complacida, ganaría esa discusión.

-Si estuvieras sintiendo un dolor como el que estoy sufriendo para evitar arrancarte las entrañas lo haría, no sabes lo que estoy sufriendo, si me amas realmente me liberarás de éste suplicio- Estaba jugando sucio, si, pero no había otra forma de convencerla. Era cierto que el dolor era intolerable, sentía cómo su corazón luchaba para continuar latiendo, el dolor lo hacía perder el sentido pero debía protegerla y si su muerte la mantendría con vida valía la pena intentarlo.

Ahome no dijo nada, esas palabras la habían tomado por sorpresa, él sufría y deseaba que ella lo liberara, era egoísta someterlo al dolor si él deseaba la muerte ¿O no era así? ¡Ohh Dios si era egoísta! ¡Lo deseaba vivo! ¡Lo deseaba a su lado! No podía si quiera hablar, cuando el nudo que mantenía en su garganta se desató los sollozos se abrieron paso, Inuyasha no soportaba verla sufrir, sus lágrimas le rajaban el alma, pero debía ser fuerte, salvaría su vida a como diera lugar, así tuviera que mentirle para convencerla de hacer lo mejor para ella –Por favor Ahome-repitió señalando las flechas.

Aún temblorosa y desconsolada tomó una flecha junto con el fragmento, los ungió con sus lágrimas repitiendo un conjuro apenas audible, entonces un resplandor los deslumbró por un segundo, la flecha había tornado a un color blanco brillante y el fragmento de la perla había desaparecido. –Si eso mitiga tu sufrimiento, lo haré-


::::::::

-¡Estúpida! Van a destruir el último fragmento de la perla ¿Sabes lo que eso significa?-

-Si señor- Respondió la hermosa mujer tratando de concentrarse –Sé lo que eso significa pero, pero es que esa chica…- él interrumpiendo su explicación -…significa qué tú morirás en su lugar si no haces tú trabajo-

El oscuro hombre sujetó a Kya del cuello y la apretó peligrosamente –Esa estúpida sacerdotisa no tiene una serpiente dentro del cuerpo de ese híbrido y está controlándolo con más habilidad que tú ¿Tiene eso sentido?-

La mujer tratando de soltarse –No… no mi señor pero… perdóneme yo puedo arreglarlo- explicó insegura de sus palabras-


::::::

Inuyasha imploraba con su mirada que terminara de una vez con todo eso, Ahome lo apuntaba con su arco, ella sabía que era el camino más fácil porque de lo contrario él acabaría con ella y seguiría matando, Náraku se apoderaría de la perla y estaría en peligro hasta su propia familia ya que su acción daría un cambio negativo en la historia lo que afectaría sin duda el futuro. Como sacerdotisa podía saberlo pero… -¡No puedo! ¡No quiero! Ohh Dios, no tengo la fuerza para arrancarle la vida… yo…-

Inuyasha volvió a arrugar el entrecejo y se sujetó el pecho sosteniéndose en el piso con el otro brazo, de nuevo estaba luchando para mantener el control, el temblor de su cuerpo lo expresaba –Ahome ¿Qué estás esperando? ¡Debes apresurarte!- el gritó de Inuyasha la hizo estremecer y de nuevo tensó el elástico del arcó, ahora era ella quien temblaba. Inuyasha con ahínco había regresado a su posición descubriendo su pecho, ella sólo debía soltar la flecha y todo acabaría.

Era un verdadero tormento, mordió su labio inferior tan fuerte que pronto un lijero sabor a sangre gobernó en su boca, apretó sus parpados para huir de aquel perfecto rostro que evitaría que cumpliera con su objetivo, finalmente dejó escapar la flecha entre sus dedos. Un sonido seco la hizo alarmar y abrió los ojos, la flecha se había clavado en un roble y sólo había rozado su brazo izquierdo, sonrió tontamente, era ilógico que ella fallara un tiro, era la mejor arquera de todos los tiempos y él lo sabía.

-¡Demonios! ¿Qué hiciste?- la perla se separó de la flecha y cayó a un lado de su cuerpo, Inuyasha la tomó y supo que había terminado todo. Luego soltó una risotada y su perversa mirada regresó, en pocos segundos estaba de pie jugando con el fragmento -Gracias por este regalo preciosa yo te devolveré el favor- dijo mientras sacaba su espada y se dirigía rápidamente en su dirección, un fuerte estruendo y una ventisca cegadora se levantó con la fuerza de su poder, la chica quedó inmóvil, resignada, después de todo ella había escogido su destino…

 

Re: La segunda vida de Inuyasha (Inu Kag)

Estoy muy feliz, gracias windmiko por haber venido a leer un poco de mi fic. Y también agradezco mucho a mi buena y fiel seguidora zaireth. No saben lo gratificante que resultan los comentarios.

Vamos! es el estímulo que impulsa a cualquiera a continuar una historia. AHh bueno auque todavía no puedo cantar victoria espero que más personas se incorporen y no defraudar a las que ya tengo. Así que así sea para corregirme me complacen mucho sus posts.

Aquí les dejo otro capítulo... ya no los colocaré tan seguidos, pero puede que sean 1 cap cada 3 días o 4... para que tengan chance de leerlos... bueno gracias por sus post. Bye!

CAPITULO VII

Inuyasha se abalanzó sobre la indefensa joven y la golpeó con fuerza tirándola al otro lado, su liviano cuerpo se levantó como si se tratase de una simple muñeca, cayó a unos cuantos metros raspando sus piernas y brazos – ¡Termina con esto de una vez!- le retó la chica mientras reprimía sus quejidos.

-Si lo hago así no habría diversión ¿No crees?- sonrió tomándola de un brazo, haciéndola levantar rudamente.

-¿Quién demonios eres tú?- le preguntó ella con desprecio.

Él curvó la comisura de sus labios y respondió ceñudamente -Tu Inuyasha ¿No estás viendo?- Eso la hizo enojar y asqueada de esa presencia le golpeó en el rostro con una piedra que había tomado del suelo, él apenas y sintió dolor. – ¡Estúpida humana!- respondió mientras cogía su mano y la apretaba, a pesar de que ella deseaba mantener su recio porte pronto su rostro cambió a sufrimiento, le apretaba con mucha fuerza, no tendría contemplaciones con ella –¡Basta!- chilló desplomando su testarudez, el dolor era insoportable hasta que un seco sonido indicó que se había quebrado su muñeca, ella gritó y lo golpeó inútilmente con la mano libre pero era imposible quitarlo de encima.

-Náraku sonrió disfrutando la terrible escena, era un ser desalmado y despiadado que se alimentaba con el sufrimiento ajeno, pero al parecer su diversión no era suficiente - Quiero que Inuyasha pueda observar lo que está ocurriendo sin que recupere el control. ¡Y cuidado con equivocaciones!- le advirtió toscamente a la mujer de las serpientes quien sólo asintió con su cabeza.

-Ya me cansé de jugar, creo que es momento de acabar con tu sufrimiento- le afirmó Inuyasha limpiando sus lágrimas y probándolas en un acto de burla –Hasta tus lágrimas son cándidas y demasiado dulces para ser lo que son- -Las personas como tú mueren jóvenes, es demasiada bondad para este despiadado mundo-

-¡Por favor!- Suplicó ella alejando su rostro con repulsión, no deseaba seguir viendo en lo que ese ser había convertido a Inuyasha, jamás hubiera imaginado tanta maldad llevando un rostro de ángel, su ángel –¡Hazlo de una vez!- ¿Qué esperaba? Ella deseaba detener el dolor de una vez por todas.

-Si tanta prisa tienes por morir, te complaceré- le dijo tomándola por el cuello y comenzó a apretar, sería rápido, partiría su cuello en un segundo al igual que había hecho con su muñeca. Ella estaba entregada a su destino y sólo se dispuso a contemplar su perfecto rostro, el que tanto había amado y que ahora estaba teñido de maldad, jamás lo culparía, sabía perfectamente que él no era el culpable y su último deseo era llevar su imagen grabada al otro mundo.

En poco tiempo sus pulmones comenzaron a arder por la falta de oxígeno, no podía respirar y las imágenes ya se distorsionaban, esperaba morir antes de que el atronador sonido de sus huesos quebrándose la perturbara –¡Ahome!!! ¡Huye!! ¡Maldición!- gritaba inútilmente Inuyasha desde su interior, pero ella no podía escucharlo, de igual forma sería inútil imaginar escapatoria. Él presenciaba la escena pero era inútil luchar, su cuerpo no le obedecía, no tenía fuerzas para recuperarlo –¡Ahome!! ¡Por favor no!- gritaba angustiado.

-¡Ahome!!- resonó un gritó, no provenía de él y tampoco de ella, antes de que su insubordinado cuerpo pudiera percatarse del origen de aquella voz fue tirado a unos cuantos metros de la muchacha quien desapareció de su visibilidad.


-¿Qué rayos sucedió?- se preguntó mientras se incorporaba buscándola por todos lados, no estaba, al menos que… lo que vio en el cielo lo dejó desconcertado.


::::::

Náraku comenzó a blasfemar enérgicamente golpeando los árboles aledaños –¿Esa entrometida no estaba muerta? ¿Qué demonios? ¡Mátalas de una vez!!- decidió impaciente.


::::::


-¡Sango!- exclamó Ahome al ver a su amiga con vida –No puedo creer lo feliz que estoy de verte, pensé que te habías…-

-… ¿Muerto?- Completo ella -…hierba mala nunca muere- bromeó, Ahome respondió con una débil sonrisa y la abrazó con su brazo bueno y con los ojos llenos de lágrimas. Temió preguntar por Miroku, ella sabía que él estaba muerto, luego tendrían tiempo de charlar, si es que salían vivas de esa.

-Kirara debemos marcharnos ¡Rápido!- le ordenó al animal que las llevaba a cuestas en el aire y obedeciendo a su dueña este emprendió la huída – Ahome debes saber que Miroku fue asesinado por Inuyasha, él está siendo controlado por una extensión de Náraku llamada Kya. Estaría compartiendo el mismo destino si no hubiera sido por mi querida Kirara– le explicó brevemente sin que ella se lo hubiera pedido.

La voz de su amiga se había quebrado al afirmar la última parte de la historia, era doloroso saber que ella había perdido a el hombre que amaba, compartía su dolor, casi lo había experimentado –Inuyasha me pidió que lo matara… pero no pude hacerlo-

-¿Qué?- preguntó Sango desconcertada –No es posible-

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-No creerán que dejaré que escapen tan fácilmente- Se dijo Inuyasha siguiéndolas sin que ellas lo advirtieran a una velocidad inimaginable, no tenía intenciones de dejarlas con vida -No permitiré que esa exterminadora se entrometa en mis asuntos, la devolveré al infierno de donde no debió salir- bramó enfurecido saltando fuertemente y asiendo su espada la cual comenzó a levantar una fuerte ventisca que se arremolinó en ésta, las corrientes de aire se violentaron, lo que hizo que Kirara o cualquier animal volador perdieran la capacidad de controlar las corrientes, eso provocó que cayera en picada contra un pedrusco trayendo consigo a las dos muchachas – AHOMEEEE!! –Gritó Inuyasha desde el fondo de su corazón- ¡AHOMEEE! ¡NOOOO!-

Él había sido testigo de todo el acontecimiento tal y como lo había deseado Náraku -¡AAAAHG!!!- gruñó enfurecido, dominado por la ira que poco a poco se fue apoderando de su cuerpo, un poder emanó de un desconocido origen comenzando a invadirlo, repartiéndose rápidamente por sus venas.

Kya se quedó en blanco, sin decir ninguna palabra - ¡Maldición no sé qué está ocurriendo! No puedo mantener el control de Inuyasha ¡Se está revelando! ¡Tengo que ser más fuerte que el híbrido, debo ser más fuerte!- se repetía mientras agotaba todas sus fuerzas para que Inuyasha no recuperará el control total. No podía decirle nada a Náraku, todavía podía controlarlo, al menos eso pensaba. Lo que si era cierto es que no deseaba despertar la furia de su creador, la asesinaría por eso.


Náraku por su parte aún no se percataba de la realidad, conservaba su sonrisa de satisfacción –Cerciórate de que ambas mujeres estén muertas, quiero que Inuyasha observe su obra y luego quiero que agraves sus heridas y que muera. O tal vez no lo necesitemos, ese imbécil quizás nos ahorre la tarea quitándose la vida- Esta vez no va a ser igual a cuando Kikio te sello al árbol, esta vez no podrás regresar ¡Me esperarás en el infierno!

La desesperación de Inuyasha parecía no conocer límites, cada vez la ira lo hacían recuperar un poco más el control de su cuerpo, pronto podía mover sus brazos y piernas con dificultad pero iba mejorando. Era un hecho que dominaba más que aquella mujer. Debía encontrarlas, ellas debían estar con vida, Ahome no moriría tan fácilmente y Sango era una fuerte exterminadora- O al menos quería convencerse de ello. Rápidamente se dirigió al lugar donde posiblemente habían caído las muchachas, sus pasos eran lentos y prudentes. Guardaba demasiado temor de comprobar sus verdaderas sospechas.
La imagen de la pequeña gata se materializó al instante, permanecía inmóvil. ¡Ohh Dios! ¡Esto debe ser una terrible pesadilla! Se acercó y comprobó que evidentemente no mostraba señales de vida, su inquietud se incrementó ¿Sería posible que ellas estuviesen con vida después de esa caída? Sus esperanzas disminuían vertiginosamente.

Hundido cada vez más en la desesperación continuó su búsqueda, no las encontraba y su corazón cada vez más iba perdiendo las esperanzas. Finalmente en el fondo pudo observar una silueta… -¡Dios no se mueve!!! ¡No! Que no sea ella, que no sea ella ¡Por favor!- Repetía casi aguantando la respiración para que su aroma no lo sorprendiera antes de verla.

Su larga y abundante cabellera negra desordenada sobre el rostro ocultaba su identidad, lo que hizo que su corazón saltara ¡Era ella! Pensó, pero no se atrevía a inhalar su aroma -¡Basta de cobardías!- Se dijo, debía comprobarlo, empuño sus manos y se acercó al cuerpo. La sangre humedecía la roca y bañaba sus negros cabellos, tenía múltiples heridas graves, pero no era Ahome. Sus vestimentas revelaban ser otra persona ¡Ohh Sango! ¡No! ¿Por qué tenías que regresar? Inuyasha ocultó el rostro y sollozó en silencio. Su imagen le arañaba las entrañas, quedaría plasmada para siempre persiguiéndolo de por vida, atormentándolo en silencio hasta el momento de su muerte, muerte que esperaba encontrar pronto.
Colocó el cuerpo de Kirara junto a ella y descubrió su rostro aunque un poco maltratado aún su enorme belleza no se había marchitado. Su piel aún estaba cálida pero su aliento había cesado al igual que los latidos de su corazón. La abrazó fuertemente tal vez guardando esperanzas de escuchar salir alguna palabra o sonido de su boca… pero el silencio reinó.
Debía darle una santa sepultura a aquellos cuerpos pero todavía no daba con el paradero de Ahome. Ahogó un quejido producido por un dolor incluso más fuerte que el ocasionado por aquella serpiente que lo gobernaba, sabía que esta vez no tenía nada que ver con aquél despreciable ser.

El dolor y la desolación que expresaban los ojos de Inuyasha le daban una imagen cadavérica. Esta vez Náraku lo había herido como nadie lo había podido hacer, pero las graves heridas de su cuerpo no igualarían jamás a las de su alma. De pronto varias cosas ocurrieron; el viento desordenó sus cabellos, las corrientes cambiaron de dirección como queriéndolo castigar por lo ocurrido. Y si… esa era su dulce aroma, era inconfundible para él, pero sus piernas le fallaron al darse cuenta que no venía sola, venía mezclada con el singular olor de la sangre…

 

Re: La segunda vida de Inuyasha (Inu Kag)

Hola, sé que dije que esperaría tres días para colocar la conti pero al leer sus post no pude aguantar las ganas de poner uno nuevo. Es muy corto pero espero les guste... Ahh y en especial muchas gracias por sus post mis queridas; Zaireth, Windmiko y les doy la bienvenida a Hotaru Uchiha y a otra amiga de un post que borraron creo que se llamaba corira o algo así... bueno muchas gracias espero me sigan escribiendo...

Ahh y no puedo dejar por fuera a BlackRose que me hizo el favor de ayudarme poniendo el primer capítulo de nuevo...
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CAPITULO VIII

Inuyasha se sentía despreciable, era él, el debía estar muerto no ellos, no tenía derecho a vivir después de que había sido tan débil de permitir que arrancaran la vida de las personas que amaba. Criticó mil veces su existencia, había sido un error, siempre miserable parecía que una maldición lo había acompañado desde el día de su nacimiento, todo el que se acercaba a él con buenas intenciones terminaba salpicado por su desgracia, esa había sido la su historia de su vida; su padre, su madre, sus amigos y ella estaban muertos.

Después de su madre, eran ellos los únicos que lo querían sin rechazarlo por ser diferente. La historia de su vida se repetía como un castigo. -¿Es porque soy un detestable híbrido? ¿Por eso te ensañas conmigo?- reprochó a su suerte por su miserable destino – Si es así ¿Por qué no acababas con mi detestable vida de una vez? ¡No quiero vivir! ¡Bienvenida sea la muerte! ¡Pero basta de cobrar la vida de personas inocentes sólo porque no me odian como todos los demás!- refutó mientras daba rienda suelta al caudal de sus lágrimas, lágrimas que él creía se habían secado muchos años atrás.

Recordó que desde muy joven jamás había encajado en nada, los humanos lo rechazaban por ser mitad bestia, según ellos representaba una amenaza para los demás; irónicamente ahora él estaba de acuerdo con ellos. Su madre sufrió las consecuencias de ese rechazo hasta el día de su muerte, sin su madre quedó completamente solo y a pesar de ser tan sólo un niño fue rechazado por los humanos quienes no aceparon su origen y perseguido a muerte por las bestias debido a su condición de híbrido, quedó relegado a vagar como un ser de categoría inferior, ni humano ni bestia. –No debí permitir que ellos se acercaran a mí

Su cuerpo yacía inmóvil en el suelo, Inuyasha se acercó con el corazón agitado, el nudo que tenía en su garganta le ardía con una intensidad abrasadora que se agudizaba cada vez que inhalaba su delicada aroma teñida de sangre. El dolor de verla lo hacía desvariar, la mezcla de odio y melancolía era una ponzoña insoportable que lo atormentaba a cada segundo. Se acercó y la tomó delicadamente, acomodó sus cabellos para descubrirle el rostro –Ahome…- susurró mientras una oleada de sentimientos le retorcían las entrañas, lloraba desconsolado, su cuerpo se estremecía, jamás había llorado tanto, sus ojos le ardían -Despierta por favor… no me dejes, no puedes estar muerta- se negó abrazándola con fuerza.

Parecía dormir, ni la muerte había sido capaz de opacar un cabello de su inagotable belleza. Estaba herida, si, gravemente herida y sus labios comenzaban a perder tonalidades de aquel brillante rosa que siempre los adornaba. -¿Cómo pude ser tan estúpido de no ver lo hermosa que eras? ¿Por qué fui tan obstinado y no quise reconocer que realmente te amaba?- pensó contemplándola. Ahora todo era claro, no había sentido ni la mitad del dolor del que sentía ahora cuando perdió a Kikyo.
Todo estaba claro cuando ya no había oportunidad de dar marcha atrás, rió amargamente de su estupidez –¡Siempre te amé Ahome, te amo, jamás amé igual y tampoco volveré a hacerlo!- -Como un idiota te lo estoy diciendo ahora cuando tú no puedes oírme ¡Maldición!- gritó mientras tomaba su espada y la aferraba con intenciones de quitarse la vida.

Moriría como un cobarde, porque eso era, un triste cobarde, al menos él estaba convencido de aquello. Pero algo le hizo entender que no contaría con ese consuelo; su fiel sable no cambió su apariencia como solía hacerlo antes de una batalla, la aferraba con furia pero no dejaba de ser una vieja espada oxidada que seguramente se partiría antes de atravesar su resistente piel. Cayó de rodillas desconsolado, hasta su espada se volvía en su contra. Finalmente resignado se desplomó junto a su amada con la mente en blanco, no deseaba pensar, le dolía hacerlo, sólo lloraría hasta que sus ojos se secaran si es que era posible. Tomó la mano de Ahome y permaneció quieto por un tiempo indeterminado hasta que sus oídos le jugaron una cruel broma.

- ...I N U Y A S H A...- se incorporó en un salto, sus ojos totalmente abiertos detallaban su rostro, no se movía y no podía sentir su respiración -¡No!- no quería albergar esperanzas que luego le hicieran más daño, pero y si ella estaba viva – Ahome… Ahome por favor ¿Puedes escucharme? Aprieta mi mano, parpadea, haz algo por favor- le imploró, pero nada cambió en ella, tal vez estaba equivocado y las ganas de verla viva le estaban haciendo imaginar cosas sin sentido… Se volteó dándole la espalda, las lagrimas no cesaban de fluir de sus tristes ojos, pero unos segundos después sintió que le tomaban de la mano muy sutilmente, se volvió hacia ella y entonces Ahome movió sus parpados sin abrir ¡Los estaba moviendo! Su alma regresó al cuerpo cuando sus centelleantes ojos marrones lo enfocaron firmemente. Inuyasha sorprendido e incrédulo secó sus ojos con las manos tratando de comprobar que no estaba equivocado, pero ella seguía mirándolo, era real ¡Ahome estaba viva!