La Receta del Éxito Al salir de clases camine un poco hasta llegar al lugar, se me ordenó dejar mis cosas y dirigirme hacia la cocina, fue entonces cuando me acomode un mantel alrededor de la cintura y saqué un cuchillo. — ¿Tengo que cocinar algo en específico? —pregunté con cierta calma y una sonrisa templada. Los jueces eran una mujer y un hombre. — No en realidad —comenta el hombre. — Solo sorpréndenos —dice la señorita con una sonrisa animada. Sin más empecé a sacar algunos vegetales, no tenía la intención de hacer un banquete, con tres platillos a mi parecer bastaría. Empezando por una ligera ensalada cubierta con una deliciosa salsa de vinagre y moras, la serví en la mesa de dichas personas, haciendo a la vez de mesero. — Por el momento les molestaría con una leve espera —comenté con ronca voz— pero si les apetece una ligera entrada que no les quite el apetito —y con una sonrisa deje los platos para dirigirme a la cocina. Saqué el cuchillo y empecé a cortar los vegetales: nabos, tomates, puerros, calabazas y un poco de berenjenas, todo con el propósito de preparar la sorpresa de carne. La carne de res se encontraba más dura de lo normal, por lo que tuve que hervirla mucho más tiempo, picando de vez en cuando con un tenedor para comprobar su suavidad, una vez que estuve satisfecho vertí agua con un poco de sazonador y salsa de soya, esperando a que empezará a hervir empecé a echar los vegetales. — Lleva tiempo que no cocino esto —sonreí macabramente— espero que sepa bien —comenté mientras veía el reloj. Una vez que la carne tomo el color de la salsa, supe que estaba listo, por lo que empecé a verter las diversas especias: sal, pimienta y orégano, después de eso la deje cocinar un poco más, para cuando el olor rodeaba la cocina fue cuando apague el guisado y en un plato empecé a servirlos. — Para el caballero y su bella acompañante —sonreí guiñando el ojo mientras servía el preparado— espero disfruten el platillo. — Ejem… —ante mis palabras, el hombre parecía que se molesto un poco mientras la mujer se sonrojo levemente. — ¡Gracias! —dijo con una sonrisa. — Con su permiso iré a preparar el postre —así mismo me volví a dirigir a la cocina con cierta alegría. Ahora solo faltaba un postre, sin más empecé a preparar unas deliciosas gelatinas con un brócoli adentro, sonaba raro y extraño, pero me parecía tierno y recordaba cuando tenía que hacer que mi hermana comiera sus vegetales, solo así lo lograba. — ¡Me gusta! —comenté mientras terminaba la decoración con un poco de cajeta encima de la gelatina. Una vez hecho eso serví lo último, viendo con una sonrisa a mis jueces los cuales la probaban y se veían divertidos con el resultado, así me sentí satisfecho y no pude evitar la alegría mientras hacía una pequeña inclinación para despedirme. — Muchas gracias por acompañarme este día —sonreí nuevamente— espero que hayan disfrutado la comida que hice con mucho placer para ustedes —volví a dirigir la mirada para retirarme y quitarme el mandil y tomar mis cosas. — Los resultados serán publicados después —me dio la mano el hombre antes de irme. — ¡Mucha suerte! —sonrío la señorita. Así fue como acabaron mis pruebas, sin nada especial que conmemorar, solo espero poder haber alcanzado mi objetivo.
Buen escrito, está simple y bien detallado. No vi errores en la ortografía o en la narración. Admito que creí que iba a pasar algo macabro y alguien moriría (? Creo que es la primera vez que te leo y me ha gustado mucho, ojalá escribas algo más pero que tenga algo de macabro, me da la impresión de que se te da la escritura de cosas así. Seguro y alcanzó el objetivo, y si no, fue por celos del señor ese.