La rebelión de los bijus.

Tema en 'Fanfics Abandonados de Naruto' iniciado por lupus, 17 Enero 2011.

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    lupus

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    La rebelión de los bijus.
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    I

    El equipo Kakashi regresaba de cumplir una misión en el País del Té cuando encontraron a una anciana tratando de sacar una de las ruedas de su carro, que se había quedado atrapada en un bache del camino.
    Naruto se dirigió hacia ella para ayudarla y en pocos minutos lograron liberar el carro.
    __ Muchas gracias, joven.__ dijo la mujer.__ Déjame darte algo como agradecimiento.
    __ No, no es necesario.__ rechazó Naruto.
    __ Insisto.
    La mujer rebuscó entre las cosas que llevaba en el carro y sacó una pequeña caja de madera. El cofre tenía grabados y permanecía sellado por un talismán.
    __ El objeto que contiene lleva conmigo cincuenta años.__ explicó la anciana mientras arrancaba el sello y abría la caja.
    En su interior había un collar formado por una fina cadena de plata y un cristal dorado que emitía una débil luz del mismo color.
    __ Es precioso.__ comentó Sakura al verlo.
    __ Lo es, ¿verdad? Lo encontré en el campo que mis padres trabajaban tras una lluvia de estrellas. Vi una luz caer a la tierra y me encontré este cristal en medio de un cráter.
    __ ¿Quiere decir que no es de este planeta?__ le preguntó Sai.
    __ No sé nada del cristal pero a mí me ha traído mucha suerte.__ respondió la anciana, que le tendió el colgante a Naruto.__ Tal vez también te la dé a ti.
    Tras aceptar el regalo de la anciana, el grupo se despidió de ella y continuó su camino hasta llegar a Konoha.
    Cuando llegaron, Kakashi y Sakura fueron a reunirse con Tsunade para presentar el informe de la misión, Sai regresó a su casa y Naruto, con su nuevo colgante rodeando su cuello, se dirigió al puesto de ramen de Ichiraku.
    Después de atiborrarse, Naruto se fue a su casa y se tumbó en la cama para dormirse al instante. Mientras dormía, la luz del cristal empezó a intensificarse.

    Lejos de allí, en una cueva oculta en las montañas, una figura enmascarada puso una mano sobre un gigantesco cristal de color plateado.
    __ Ha llegado el momento.
    Bajo su mano, el cristal empezó a brillar con gran intensidad.
    __ ¡Venid a mí, bijus!__ gritó el enmascarado.__ ¡Yo os lo ordeno!
    Una inmensa columna de luz se elevó desde el cristal y atravesó el techo de la cueva para alcanzar el cielo nocturno.

    En otra cueva lejana, Madara, Zetsu, Kisame y el equipo Taka observaban la estatua Gedo Mazo, donde se encontraba almacenado el chakra de los siete bijus capturados. La estatua se agitaba alarmantemente y varias grietas estaban apareciendo en la estructura.
    __ ¡¿Qué está pasando?!__ exclamó Madara al ver que el chakra comenzaba a escapar a través de las grietas.
    Tuvieron que refugiarse de la lluvia de rocas que produjo la explosión de la estatua y de las siete grandes masas de chakra que salieron de su interior y escaparon.
    Madara gritó de rabia al ver que todo su trabajo para convertirse en el jinchüriki definitivo desaparecía.
    Al mismo tiempo, en la villa oculta de las nubes hubo una gran explosión cuando una figura gigante con forma de toro se elevó en el cielo y desapareció en el mismo.
    __ ¡Hermano, ¿estás bien?!__ le preguntó el Raikage a Killer Bee.
    El jinchüriki del ocho colas asintió pero sentía algo extraño: ya no era capaz de percibir en su interior al Hachibi. Era como si hubiese desaparecido.

    En Konoha ocurría algo diferente: Naruto se agitaba en sueños mientras la luz del cristal iluminaba toda la habitación.
    __ ¿Todo ha ido bien en la misión?__ les preguntó Tsunade a Sakura y Kakashi.
    __ Sin ningún problema.__ respondió el segundo.__ Naruto ha estado extrañamente tranquilo.
    En ese momento, oyeron una gran explosión y vieron una gran columna de luz alzándose desde un punto de la villa.
    __ ¡Viene de la casa de Naruto!__ exclamó Sakura.
    Todos salieron de la oficina y corrieron hacia la columna de luz. Y no eran los únicos: todos los habitantes de la villa se dirigían a la casa de Naruto para ver lo que ocurría.
    __ ¿Qué es eso?__ preguntó Shizune.
    Una figura gigante se movía en medio del pilar de luz. Una figura que recordaba a la de un zorro. Sólo se mantuvo unos instantes antes de desvanecerse junto con la columna de luz.
    __ Vamos.__ ordenó Tsunade.
    Cuando llegaron, vieron a Naruto tosiendo y protegiéndose los ojos de la nube de polvo mientras la gente rodeaba el lugar.
    __ ¿Qué ha ocurrido, Naruto?__ le preguntó Konohamaru, que acababa de llegar junto a sus compañeros.
    __ No lo sé.__ respondió Naruto.
    __ ¿Será un ataque?__ preguntó Rock Lee.
    Neji e Hinata usaron su byakugan para ver a través de la densa nube de polvo.
    __ Hay un hombre con un chakra increíble.__ informó el primero.
    Naruto se acercó a los escombros y gritó:
    __ ¡¿Quién eres tú?!
    Cuando la polvareda empezó a desvanecerse, pudo distinguir una figura alta acercándose a él.
    __ Me siento dolido por el hecho de que no me reconozcas, Naruto.__ dijo una voz burlona que el ninja ya había oído en otras ocasiones.
    Al dispersarse la nube, Naruto vio a un hombre alto, de pelo largo y rojizo y ojos carmesíes. Al igual que el propio Naruto, aquel hombre tenía tres marcas en cada mejilla y sus incisivos estaban más desarrollados de lo normal. Pero lo más llamativo de ese hombre eran las nueve colas que se movían a su espalda.
    __ Tú eres…Kyubi.__ trató de decir Tsunade.
    El hombre la apuntó con la mano izquierda, en la que apareció una esfera giratoria de chakra.
    “Eso es el rasengan.” pensó Naruto, sorprendido.
    Kyubi arrojó la esfera de chakra contra Tsunade a tanta velocidad que la Hokage no pudo esquivarla y fue derribada. Los demás ninjas se abalanzaron sobre el biju, que se libró de ellos con un simple rugido.
    __ ¡Chicos!__ gritó Naruto al ver a sus compañeros heridos.
    Intentó acercarse a Sakura, que era la que más cerca estaba de él, pero el Kyubi utilizó cuatro de sus colas para inmovilizarle de manos y pies.
    __ ¡Suéltame!__ gritó mientras se revolvía en vano para tratar de liberarse de su agarre.
    Kyubi mostró una sonrisa repleta de dientes afilados.
    __ De eso nada. Tú y yo tenemos un asunto pendiente.
    Dicho aquello, el biju comenzó a volar y se llevó a Naruto a lo alto de la montaña en la que estaban tallados los rostros de los Hokages. Cuando llegaron, el zorro liberó a Naruto con violencia.
    __ ¡¿Qué es lo que te propones?!__ le gritó el jinchüriki mientras se ponía en pie.
    __ No sabes el tiempo que llevo esperando este momento.
    El zorro creó una pequeña esfera de fuego en su mano y se lo lanzó a Naruto, que lo esquivó por muy poco. El ninja observó atónito la roca derretirse por el ataque del biju y decidió pasar a la ofensiva.
    __ ¡Kage Bunshin no jutsu!
    Creó cinco clones, que se abalanzaron sobre el Kyubi. El zorro utilizó tres de sus colas para golpear a tres de ellos de forma certera y con gran fuerza mientras utilizaba el rasenrengan para derrotar a los otros dos.
    __ ¿Cómo es posible?__ se preguntó Naruto.
    __ ¿Tanto te sorprende lo poco que hice, Naruto?__ le preguntó el Kyubi, que empezó a caminar hacia su antiguo recipiente.__ He estado en tu interior desde el día de tu nacimiento y ni siquiera conoces el verdadero alcance de mi poder. Siempre me has limitado y nunca has intentado comprobar todo de lo que soy capaz. Pero yo he experimentado el mundo a través de tu cuerpo y por eso soy capaz de utilizar las técnicas que tú utilizas.
    Acto seguido lanzó un odama rasengan, que provocó un gran cráter en el suelo cuando Naruto lo esquivó saltando al aire. El ninja creó un clon y empezó a formar el rasengan.
    __ ¡Rasengan!__ gritó después de que el clon le lanzase contra el Kyubi.
    El zorro detuvo el ataque con una sola mano y golpeó a Naruto con la otra.
    __ Después de 16 años, soy libre y poseo mi propio cuerpo. Ahora podré vengarme de lo que esta villa me hizo.
    Y mandó volando a Naruto de una patada varios metros.
    __ Lo que te hizo mi padre fue culpa tuya.__ dijo el ninja limpiándose la sangre de las comisuras de la boca.__ Tú atacaste Konoha.
    __ ¡No lo hice por voluntad propia!__ gritó el Kyubi, que apretaba tanto sus garras que éstas sangraban.__ ¡Fue todo por culpa de Madara! ¡Utilizó su asqueroso sharingan para manipularme! ¡Cuando me haya desecho de ti y de este lugar, iré a por él y le enviaré al infierno!
    Levantó una mano al cielo y empezó a comprimir el chakra en una nueva esfera de la que surgieron cuatro aspas que giraban a gran velocidad.
    “Oh, no.”
    Sabiendo lo peligrosa que era aquella técnica, Naruto creó un clon para emplear el odama rasengan y detener el ataque de la bestia. En el momento en que iba a lanzarse contra su enemigo, el tiempo se detuvo y un hombre al que no conocía apareció ante él.
    __ Esos ojos…__ tartamudeó Naruto al ver aquel patrón de círculos en los ojos del hombre.
    Ya había enfrentado el rinnegan cuando luchó contra Nagato. ¿Por qué había otro hombre con esos mismos ojos?
    __ Por fin puedo hablar contigo, Naruto.__ dijo el desconocido.
    El hombre llevaba un hábito de monje y un extraño collar del que colgaban varias figuras semejantes a las aspas del sharingan.
    __ ¿Quién eres tú?
    __ Estoy seguro de que en algún momento habrás oído hablar de mí. Yo soy el primer ninja que ha existido y el jinchüriki del ser conocido como Jübi.
    Naruto recordó el día que le informaron de la muerte de Jiraiya. Fukasaku les había contado acerca del rinnegan de Pain y de un hombre que había sido reconocido como un dios ninja con poderes inimaginables.
    __ Rikudou Sennin.__ murmuró con sorpresa, ganándose una sonrisa del pionero.__ Pero tú estás muerto. ¿Cómo…?
    __ Es una larga historia pero ahora no hay tiempo para explicártela. Lo importarte ahora es calmar al Kyubi.
    __ ¿Cómo?
    __ Debes intentar razonar con él.
    __ ¿Estás bromeando?__ le preguntó Naruto, perplejo por lo que el ermitaño le estaba pidiendo.__ ¿Ese ser quiere destruir Konoha y tú quieres que razone con él?
    __ Por favor, Naruto. Si hablaras con él tranquilamente, te darías cuenta de que no es más que una criatura que ha sufrido mucho en su vida y que no ha encontrado otra forma de sobrevivir aparte de la de destruirlo todo. No tiene ni un solo amigo.
    Naruto no creía que el Kyubi hubiese sufrido en su vida, sino que disfrutaba causando dolor a los demás. Pero antes de que pudiese decírselo al ermitaño, éste había desaparecido y el tiempo había vuelto a la normalidad.
    Tanto el Kyubi como él se estaban acercando con sus respectivos ataques preparados. A pesar de que sabía que era una locura, Naruto detuvo su ataque, lo que sorprendió al Kyubi de tal forma que éste también detuvo su ataque.
    __ ¿Por qué te detienes?__ le preguntó el biju al ninja.
    __ Me gustaría escuchar tu historia.__ respondió Naruto volviendo a sorprender al Kyubi.
    __ ¿Y para qué quieres saberla?__ le preguntó éste con recelo.
    __ ¿No te quejabas de que yo no me había parado a comprenderte? Pues ahora quiero saber de tu pasado.
    El zorro miraba a Naruto fijamente, como si quisiera ver la intención que había tras la curiosidad del joven. No debía de tener malas intenciones pues su habilidad para percibir las emociones negativas de la gente no le dio indicios de ello.
    __ Es una larga historia.__ dijo con un suspiro que a Naruto le pareció melancólico.
    __ Pues cuéntamela mientras nos comemos unos buenos platos de ramen.__ dijo Naruto mientras comenzaba a acercarse a la villa. Al volverse y ver al biju en el mismo lugar, le preguntó: __ ¿Vienes o no?
    El Kyubi no entendía porqué Naruto se mostraba tan amable con él pero, extrañamente, sintió un poco de agradecimiento. Nunca nadie se había interesado en algo de él que no fuera el poder que tenía. Además, aunque odiaba reconocerlo, estaba muerto de hambre.

    Ya en el puesto de ramen, tanto el Kyubi como Naruto engullían la comida a pasos agigantados, dejando un montón de cuencos vacíos y una gran perplejidad en los rostros de Teuchi y Ayame, que ya estaban sorprendidos al ver al legendario biju comiendo su comida.
    __ El hecho es que el Rikudou Sennin, antes de morir, dividió al Jübi en diez partes. Nueve de ellas las componemos los bijus y la décima fue sellada en la luna.__ explicó el Kyubi mientras dejaba el cuenco que acababa de vaciar.__ Desde que fui creado, muchas villas ninjas han intentado controlarme y yo me he visto obligado a usar mis poderes contra ellas, por lo que los humanos empezaron a considerarme una bestia peligrosa. Y no soy el único; los demás bijus también han debido de pasar lo suyo por culpa de la codicia que sus poderes despiertan en los humanos.
    Para sorpresa de Naruto y de Sakura, que estaba comiendo con ellos, el Kyubi estaba triste.
    __ Y hace 16 años, Madara empleó su maldito poder ocular para manipularme y obligarme a atacar esta villa.__ continuó explicando el zorro.__ Como ya sabéis, el Cuarto Hokage logró sellarme dentro de su hijo durante ese mismo ataque y desde entonces he estado en el interior de Naruto.
    __ Vaya, realmente has tenido una vida dura.__ dijo Sakura.__ No me extraña que siempre estés rabioso cuando te apoderas de Naruto. Lo que no entiendo es que ahora andes libre y con un nuevo cuerpo.
    __ Es cierto. ¿Tú sabes porqué Kyubi?__ le preguntó Naruto.
    El biju negó con la cabeza.
    __ Lo único que sé es que escuché una extraña voz que me ordenaba ir con ella y someterme a su voluntad. Pero una luz dorada se interpuso y logré mantener el control sobre mí mismo.
    Después de decir aquello, los tres permanecieron en silencio, sin saber que decir.

    Un rato después, Sakura se despidió y se fue.
    __ ¿A dónde vas?__ le preguntó Naruto al Kyubi, que observaba el cielo nocturno.
    __ Voy a dar un paseo.__ respondió el zorro.
    __ Pues voy contigo.
    El Kyubi miró a Naruto de reojo y le dijo:
    __ No hace falta que finjas que no te sientes incómodo a mi lado, Naruto.
    __ ¿Quién está fingiendo?
    El dúo caminó por las calles de Konoha hacia las afueras mientras la gente se apartaba de ellos al ver al Kyubi.
    __ Esto me recuerda a cuando te rechazaban a ti.__ le dijo el zorro a Naruto.
    __ ¿Cómo sabes esas cosas?
    __ Recuerda que he experimentado el mundo a través de tu cuerpo. Pero lograste cambiarlo todo gracias a tu voluntad.
    El Kyubi soltó un gruñido de frustración que hizo que Naruto le mirara alarmado.
    __ ¿Qué te pasa?
    __ Es tan sólo que no te entiendo, Naruto.__ explicó el pelirrojo.__ Aunque toda esta gente te rechazaba, tú hacías todo lo posible para lograr su aceptación. Y eso es algo que no comprendo. Y cuando ese Uchiha abandonó la villa, vi desde tu interior todos tus esfuerzos por recuperarle. Daba igual cuanto daño recibieses y cuanto sufrieses, tú nunca te rendías.
    Naruto se ruborizó por las palabras del biju.
    __ Seguro que pensabas que era un ser ridículo.
    __ Ni mucho menos, muchacho.__ replicó el Kyubi.__ La verdad es que no podía dejar de admirarte aunque no comprendiera la razón por la que te esforzabas tanto. Por esa razón me enfadé cuando te encontraste con Orochimaru y Kabuto en el puente del Cielo y la Tierra y ellos menospreciaron tu deseo de recuperar a Sasuke. Lo mismo ocurrió cuando pensaste que Pain había matado a Hinata.
    Habían llegado a las afueras de la villa y observaban la luna brillar en lo alto del cielo.
    __ ¿Quieres decir que lo hiciste para ayudarme?__ le preguntó Naruto al Kyubi.
    __ No me hagas decirlo.
    El joven ninja se rió. Rikudou Sennin tenía razón al decir que el Kyubi era algo más que una bestia que destruía todo a su paso; el biju tenía un lado amable.
    El zorro se sentó de espaldas a un árbol y le indicó que se sentara a su lado. Naruto así lo hizo y se sorprendió al ver que las colas del Kyubi le cubrían y le daban calor.
    __ Es lo menos que puedo hacer después de haber destruido tu casa.__ explicó el biju al notar la mirada interrogativa del ninja.
    Naruto bostezó y se durmió enseguida mientras el Kyubi hacía que una de las colas pasase por detrás del cuello del muchacho y le sirviese de almohada.
    “¿Será posible que podamos llegar a ser amigos?” se preguntó mientras le observaba dormir tan pacíficamente.
    Elevó la mirada a la luna y sintió una gran alegría al poder percibir su brillo directamente; le encantaba ser libre.
    “Algún día te haré pagar por haberme dominado y por todo lo que has hecho pasar a este chico, Madara Uchiha.”
    Fue su último pensamiento antes de quedarse dormido.
     
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