Crepúsculo La rebeldía no es más que otra muestra de su inocencia.

Tema en 'Fanfics sobre Libros' iniciado por DarkHinata, 24 Febrero 2014.

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  1. Es muy larga, prefiero que la dividas en capítulos.

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  2. Me gusta así, es más fácil seguirle el hilo.

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    DarkHinata

    DarkHinata Entusiasta

    Aries
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    Escritora
    Título:
    La rebeldía no es más que otra muestra de su inocencia.
    Clasificación:
    Para adolescentes maduros. 16 años y mayores
    Género:
    Romance/Amor
    Total de capítulos:
    1
     
    Palabras:
    3583
    Reseña: Nessie está harta de la sobreprotección de todos en su casa, y luego de una pelea con Jacob; decide tomar las riendas del asunto.
    Los resultados siempre son inesperados; ella es una Cullen, pero también es la hija de Isabella Swan.

    Tras muchas negociaciones, berrinches y amenazas; Reneesme logró que la dejaran ir a la secundaria de Forks, sitio al cual recientemente se habían reinstalado los Cullen; luego de una larga temporada en Alaska para no levantar sospechas acerca de su incapacidad para envejecer.
    Hasta ese momento, Nessie había estado asistiendo a clases particulares con la singular tutoría de cada miembro de la casa. Incluso su Jacob. Quien le estaba impartiendo clases de cultura Quileute. Preocupado por que conociera todas y cada una de las leyendas, intentando así salvar las distancias que habían tenido que tomar forzosamente de su tribu natal; y trayendo así, más cerca las noches de fogata que se celebraban periódicamente entre los altos miembros del concejo y los lobos.

    Aquella mañana había amanecido plagada de expectativas por parte de algunos, y ansiedades por parte de otros.

    Cada miembro de la casa se encontraba listo para partir; cuando finalmente Reneesme se asomó por la escalera, su sonrisa brillante se ensanchó tras descubrir su mochila y sus llaves listas.

    Habían planeado que ella no se presentase junto con el resto de sus familiares para no levantar más sospechas acerca de su identidad. De cualquier manera, si algún humano descubriese el parecido; se le diría que entre las familias, había una mera relación de primos lejanos. Ayudaba mucho que aquél año, Bella hubiese decidido comenzar la universidad por correo; aquella vez estudiaría Historia de la Literatura; y por consiguiente no asistiese a la escuela, y que Edward, inclinados hacia la obviedad; se quedase en casa para acompañar a su esposa. Él, de cualquier manera, tenía pendiente terminar el Doctorado en Pediatría.


    Nessie se aventuraría hacia la experiencia de compartir con otros seres medianamente parecidos a ella, y lo haría sin la exigente mirada de sus padres. Nada podía resultar mejor.

    Nada, de no ser por aquella mirada de angustia que le estaba perforando el estómago. Proveniente de la única persona que no había aceptado, o mejor dicho declarado la derrota, tras la batalla campal que se había librado desde meses; y que se seguía librando; hasta hacía una semana atrás.

    Jacob. Él no podía comprender la necesidad de la pequeña; de su hermosa “nena”, de salir a aquél terreno inhóspito y salvaje que era la escuela. Allí donde nadie la trataría mejor de lo que él podría hacerlo, allí donde probablemente resultaría lastimada en el peor de los casos, y molesta en el mejor de ellos.
    Miles de discusiones que terminaban en lo mismo. Miles de enojos que resurgían a través de aquellos ojos taladrándola.

    — ¿No hay nada que pueda hacer para detenerte? ¿No te quedarías conmigo? ¿Es que acaso no me quieres lo suficiente?
    Lo dijo con la mirada cargada de lágrimas. Lo dijo demostrándole a ella que de verdad creía en lo que estaba diciendo. Hubiese sido mejor que lo dijese en plan broma pesada, o última esperanza. Pero aquella seguridad abrió un agujero en la reciente felicidad de Renesmee.

    Todos los miembros de la casa cruzaron la mirada entre ellos antes de dirigirla hacia Jacob. Algunos con pena, y otros con fastidio; pero todas coincidiendo en algo; se había pasado de la raya.

    Nessie abrió mucho sus ojos, del color del chocolate derretido, y exhaló el mayor de los gruñidos ante un Jacob aturdido por la situación. Nadie la había visto jamás tan enojada; nadie sabía que podía gruñir. Hasta ahora aquella pequeña, que de pequeña no tenía nada; pues su estatura superaba por ligeros milímetros la de su madre; los había mantenido subestimándola.
    Presa del enojo, a Renesmee no se le escapó la sorpresa que había dejado en todos, y en un rincón de su mente, se sintió orgullosa de sí misma. Se había visto madura a los ojos de su familia y de ella misma. Fruto de ese descubrimiento, tomó con cuidado sus próximas palabras para responder al aludido;

    — No puedo creer que hayas dicho semejante blasfemia. No puedo creer que no confíes en mí después de lo mucho que te he demostrado sentir por ti. “Eras” una parte importante de mí; y el que siempre creyeras en mí, me ha mantenido segura de mí misma. No deseas que aproveche este momento de mi vida en el que necesito conocer lo que hay afuera, e ignoro por qué. Siento que estás complotando contra mi felicidad, y me duele.
    Se dio cuenta enseguida que sus palabras habían surtido el efecto deseado; habían dejado sin palabras y sin argumentos a aquellos que aún pensasen que ella no podía afrontar la escuela. Y habían herido a Jacob al punto de hacerlo sentirse culpable.


    *^*^*^

    La mañana aconteció rápido. La mayoría de los temas eran de su total conocimiento y los profesores carecían por completo de algún estilo que renovase la enseñanza. Era como leerlo todo de un viejo libro. Nada que no pudiese hacer en el escritorio de su abuelo Carslile.
    Sin embargo había conocido a varios chicos, (y chicas) y su inexplicable interés por ella la tenía sumamente encantada. Un grupo de tres chicos de su clase la habían invitado a la playa aquella misma tarde; y dado que salían temprano, había aceptado. Le sobraba tiempo para estudiar y hacer sus tareas luego.
    Habían quedado con sus padres en que ella dormiría en la antigua casa del Jefe Swan, y como se encontraba (a los ojos de los vecinos humanos) viviendo sola, tampoco le pareció un problema si llegaba un poco después de su hora de dormir.

    Telefoneó a sus padres para avisarles del cambio de planes pero tras atenderle el contestador, recordó que se encontraban de caza, junto a Carslile y Esme, en las cercanías de Canadá y les dejó un mensaje.


    Podría haberle pedido permiso a Jacob, el “segundo al mando”, pero eso renovaría el roce de la mañana, y no deseaba demostrarse incapaz de tomar una decisión sobre sí misma ante él. Además, sin esperar que terminara de explicarse; le hubiese dicho que no.

    De todas maneras intentó encontrar un momento para comentárselo a sus tíos, pero no coincidieron en ninguna de las clases, y el profesor que impartía las clases anteriores a la hora del almuerzo, se expandió quince minutos de más.


    Llegado el horario de salida, no había alternativa que dejarse arrastrar por el colectivo y aceptar la oferta; que de todos modos resultaba infinitamente tentadora. La estaban aceptando sin ningún reparo en aquel grupo, y contrario a los oscuros vaticinios de Jake; nadie la había herido o molestado.
    Se encaminaron al estacionamiento discutiendo el lugar, y tras quedar en encontrarse una hora mas tarde en la primera playa, se despidieron para cambiarse.

    Nessie tomó una ducha rápida y se vistió como le había enseñado su tía Alice; es una atrocidad dejar de estar a la moda, incluso cuando hace frío y está lloviendo.

    Tomó su flamante Volvo rosa brillante, regalo especial de su tío Jasper, y partió hacia la reunión en la playa.

    Ni bien llegó, se encontró con el auto de sus recién conocidos amigos; pero el resto de las chicas y chicos que habían dicho que estarían, al parecer, aún no habían llegado.

    Descansó su auto junto al de sus amigos y partió a su encuentro. Los encontró con una fogata a medio empezar y una carpa que, calculó, albergaría fácil a 5 personas. Imaginó que sería una precaución por si la lluvia se volvía demasiado densa, y lamentó no pensar en ello. Tenía que parecer una humana débil, y tomar precauciones para “evitar” algún accidente automovilístico por conducir bajo la lluvia.


    Mientras pensaba en ello, uno de los chicos se le acercó y la rodeó por los hombros. Dicha actitud la encontró de sorpresa y no supo qué hacer; más que quedarse estática en el lugar;
    — Así que conseguiste llegar, Nessie. ¡Te estábamos esperando! ¿Te ha costado trabajo encontrar el lugar?

    Todo esto lo dijo mientras deslizaba su mano de arriba hacia abajo por el brazo de la chica. Ésta no sabía cuál era el propósito del muchacho, pero algo de ello la estaba poniendo incómoda.


    — No, ya conocía este lugar…Quiero decir que vine el fin de semana pasado, apenas arribé a Forks para conocer la playa.

    Estaba tan distraída por el constante desliz de la mano de su compañero que había estado a punto de dejar en evidencia la mentira.


    El chico cesó su agarre tras unos largos segundos y la invitó a sentarse junto a ellos. En total eran tres hombres y ella. Y eso la hacía sentirse muy fuera de lugar.


    — ¿Cuándo llegará el resto de la gente? Thomas, tú comentaste en clase que seríamos al menos diez.


    — Ah, sí…Estoy seguro de que se dejarán caer pronto.

    Contestó el aludido con una mirada rápida hacia sus compinches.


    — Por ahora, podríamos divertirnos un rato nosotros; ¿no te parece Nessie? Quiero decir, la lluvia está comenzando a aumentar, ¿no te parece mejor que entremos a la carpa? Jugamos algún juego mientras esperamos a que pase un poco, o que llegue el resto de la caballería…


    La joven dejó escapar una risita nerviosa. Lo que le había interesado de aquel chico era su sentido del humor. No sabía por qué, pero le hacía reir.

    Lamentaba mucho no haber tenido tiempo de preparación con su tía Rosalie. No sabía cuanta lluvia era tolerable para la temperatura corporal de los humanos, y no se había dado cuenta de que esa pequeña cantidad de agua ya les resultaba incómoda. Tenía mucho que aprender si quería encajar en su grupo y no parecer un bicho raro.


    Accedió sin muchos rodeos y entró en el pequeño espacio. Adentro pudo observar unas bolsas de dormir extendidas perfectamente en el suelo, debajo de unas gruesas colchas.

    Se preguntó por un momento si pensaban quedarse a dormir con aquel clima, y sabiendo que la marea crecía durante la noche, pero no quiso sonar como una madre gruñona, y lo dejó pasar. Ellos podían hacer lo que quieran, ella se iría cuando el reloj marcase las nueve de la noche. Horario excesivo para la confianza de sus padres, a quienes no deseaba fallarles el primer día de clases.


    Adentro del lugar, con un rápido vistazo alrededor, pudo observar que no había ningún juego con el que pudiesen entretenerse. Estuvo a punto de consultar sobre eso cuando constató un olor repulsivo a goma y aceite. Su nariz entrenada, la hizo fijar su mirada en una pila de preservativos ubicados en el rincón izquierdo de la carpa; y su mente encontró la explicación de todo, en unos rápidos siete segundos desde que había ingresado a la estancia.


    Giró rápidamente su cuerpo y se encontró con la fogosa y salvaje mirada de aquellos tres humanos a los que había considerado inofensivos y amables unos momentos antes.


    Se maldijo en su fuero más interno por ser tan inexperta en ese tipo de cosas y deseó con todas sus fuerzas que su lobo estuviese con ella.


    — Chicos creo que lo que están intentando hacer no esta nada bien. Somos muy jóvenes y creo que todos podemos encontrar a la persona indicada y el momento indicado para hacerlo.

    Lo dijo intentando no sonar asustada; utilizando todos sus artilugios de vampiro que le había enseñado su padre para “deslumbrarlos”, como le llamaba su madre.

    El resultado no podría haber sido más contradictorio. Al parecer, en el estado en el que se encontraban; y a juzgar por sus corazones; los había agitado más, si era posible.


    — Cállate, tú accediste a venir aquí. Nadie te obligó, no me digas que no sabías a lo que te exponías. Vamos, seremos cuidadosos y no te lastimaremos. No mucho…

    Los latidos de aquel trío de perros salvajes, se acrecentaban con cada paso que daban; y al ver sus expresiones de triunfo, Nessie supo que se disponían a disfrutar del asunto, y que sabían que nada podía arruinarles el momento. La playa estaba desierta, y la tormenta que se avecinaba; la mantendría así, al menos hasta el día siguiente.


    Lo que ellos no sabían es que en realidad ellos correrían peligro si Reneesme se defendía. Su fuerza era superior a la de aquel grupo de chicos tontos, y si de verdad oponía resistencia; no habría nada que pudiesen hacer contra ella.

    El problema era que eso, la dejaría en evidencia. Todos en la escuela se enterarían de superioridad física, y antes de tratarla como una chica normal, como una de ellos; la tacharían de fenómeno. Incluso los profesores y autoridades escolares evitarían acercarse a ella, presas de los rumores de los estudiantes. Y antes de que terminase la semana, Nessie tendría que haber abandonado la escuela. Y todos sus esfuerzos por conseguir el bendito permiso para asistir quedarían echados por tierra. Y todo eso, en el primer día de clases…


    *^*^*^*^*


    No necesitaba el maravilloso don de su tía Alice para saber todo aquello.

    Ay, si su tía Alice estuviera allí; ella sabría qué hacer, cómo interceder ante ese montón de adolescentes hormonales, como los solía llamar Edward cuando se refería a los chicos que acosaban frecuentemente a su Bella.


    Sus padres sin lugar a dudas se pondrían frenéticos cuando se enterasen de la situación que estaba viviendo su hija, y no la dejarían, de todos modos, volver a asistir a su escuela.

    Las perspectivas, viéndolas por donde las viese, eran desgarradoras.

    Y allí estaba ella, preguntándose cómo es que nadie, tomando en cuenta los dones de su familia, acudía en su ayuda; la quisiera o no, ellos siempre estaban ahí para sobreprotegerla.

    Pero ahora no. Hoy, justo hoy; se encontraba sola. Sabía que se lo merecía. Ella había clamado por esa libertad por mucho tiempo. Estaba segura de que aún la merecía; sólo había tenido mala suerte, y había sido un poco (bueno, bastante) distraída a la hora de evaluar las intenciones de aquellos humanos; pero ya no era una niña, y aún deseaba conocer más de aquel nuevo mundo. Bueno, podía vivir sin la experiencia de esa tarde, pero su mañana había sido totalmente interesante. Había aprendido mucho, y sabía que podía, y quería aprender más. Necesitaba crecer fuera de esa burbuja que su familia había creado para ella. Aún a sabiendas de que deseaban lo mejor para ella, se sentía demasiado asfixiada ahí dentro.



    Los muchachos avanzaban hacia ella como si fuese un animal al que cazar. Y mientras aún no podía decidir de qué forma proseguir; podía pensar, irónicamente, que quizás así era como se sentían aquellos pobres animales a los que ellos y su familia convertían en cena.
    Se obligó a pensar que de todas formas ellos no les hacían tanto mal; se obligó a pensar que ellos les hacían el trauma rápido y casi indoloro. Se obligó a pensar que estos humanos que tenía delante, acechándola, eran peores que bestias cazando. Ellos no necesitaban de aquel placer lujurioso y asqueroso para sobrevivir. Ellos habrían torturado a una chica humana de igual forma que se planteaban hacerlo con ella. Quizás hasta estaban repitiendo acciones pasadas. La meticulosidad de los preparativos bien podía ser una confirmación a sus ideas.


    Luego de sus rápidas deliberaciones, que en tiempos humanos no habían llevado más de unos cinco segundos, llegó a la conclusión de que no tocaría a aquellas bestias. No las lastimaría por accidente, exponiendo así a toda su familia al exilio nuevamente. Suerte que había tomado la precaución de no mencionar el parentesco.


    Se quedó quieta y dura como una estatua; a la espera de que decidieran aprovecharse de ella. No les iba a dejar avanzar de ahí. Esperaría a que estuviesen confiados en que la tenían y se soltaría con uno de sus movimientos de Judo; clases que había tomado con su tío Jasper.

    Saldría corriendo hacia la salida a una velocidad ligeramente más alta de la normal, que los dejaría inquietos; pero que podrían interpretar como falla en su campo visual, fruto de la cantidad de latas de cervezas esparcidas por el suelo.


    Correría un poco más; aprovechándose de la oscuridad que lentamente iba cerniéndose, cortesía de la lluvia que arrecia constantemente en aquella parte de Washington; y llegaría a la calidez y seguridad de su auto, para luego salir de ahí en una maniobra rápida y peligrosa.

    Sus pensamientos a mil por hora, sus nervios tensándose como si se preparase para la caza. Comenzaba su propia cuenta regresiva.

    — En siete segundos uno de ellos me tomará de las muñecas y me torcerá los brazos para inmovilizarme. En seis el otro me tapará la boca para que no grite. En cuatro segundos el último se situará frente a mí e intentará besarme. En tres segundos será el momento de zafarme del agarre inicial y deslizarme entre los otros dos. Me quedan dos segundos...

    Como si de un tornado se tratase, la carpa voló por los aires como una hoja atacada por un furioso viento. Y la última persona que Reneesme esperaba ver; (y la que más necesitaba) no sólo porque carecía de don alguno para saber de ella, sino porque lo había dejado horriblemente mal aquella distante mañana; apareció ante sus sorprendidos rostros, y fue para ella como el sol del amanecer.

    Jacob echaba chispas por los ojos, y temblaba de pies a cabeza. Y sus labios apretados escondían lo que Nessie sabía, era un estruendoso rugido de lobo.

    La furiosa mirada, había dejado espantados por unos momentos a los jóvenes, que tras recuperarse de aquel primer impacto, habían llegado a la errónea constatación de que, pese a que su oponente era mucho más grande que ellos; eran mayoría.


    Reneesme temió por la vida de aquellos infelices; ya no por simpatía, sino por la seguridad de la vida que llevaban allí; y tras una breve mirada salió corriendo de aquel sitio y, tirando de la mano de su Jake, emprendió la planificada huida hacia su auto.

    El gran joven, por su parte; comprendió lo que su amada deseaba, y tras una amenazante mirada hacia lo que dejaban atrás; y deseando con todas sus fuerzas que intentasen detenerlos; la tomó en sus fuertes brazos y avanzó el camino a grandes zancadas.

    *^*^*^*^*


    Lo siento mucho, amor. Sabes muy bien que confío en tí plenamente, y que siempre te apoyaré en todo lo que emprendas. Si a veces me comporto como un imbécil, es sólo porque tu seguridad, física y psíquica, me importa demasiado. Espero que puedas perdonarme. Eso, y el haber casi llegado tarde hoy. Esos indeseables pagarán por esto; sobre todo porque osarán poner la mirada en ti de nuevo en tu escuela. Ya veré como resolverlo.


    Jacob había pronunciado sus primeras palabras desde que habían subido al auto, minutos atrás, y lo había hecho para dejar a Nessie totalmente descolocada. Podía esperarse cualquier escena, viniendo de su sobreprotector lobito; y lo habría entendido perfectamente; pero oír aquello hacía que no diese crédito a sus oídos.

    No podía entender que fuese él quien se estuviese disculpando por todos los sucesos ocurridos aquél día; de los que ella se sentía culpable en su mayoría.




    ¿Jake no estás super enfadado conmigo, por lo que acabamos de pasar? Pensé que dirías que tenías razón en que soy una niña, y que debí haberme quedado a resguardo en casa y…

    — Cielo, no estoy enojado para nada. Si alguien tiene, en su parte, culpa de lo que acabas de vivir; ese soy yo. Estarías más atenta a cosas como esta si conocieses más sobre la mentalidad de los humanos. No es que todos sean así, claro, pero hay una posibilidad; puesto que en el mundo hay gente buena y mala. Tú no has tenido oportunidad de conocer a los del segundo grupo, en tus décadas de vida, y es por eso que no desconfiaste de nada. Sin embargo, actuaste muy madura y discreta al darte cuenta de lo que estaba sucediendo; y no llamaste la atención de tu condición hasta el último segundo.

    — Wow, no pensé que lo vieses de ese modo. Pero, ¿Cómo es que supiste que te necesitaba? Eras la última persona que planeaba que me salvase, aunque deseaba con todo mi corazón que hubieses estado allí conmigo desde el principio. Pasé mucho miedo.

    — Soy conciente, corazón. Y es por eso que te prometo ocuparme de eso luego. En cuánto a cómo supe de ti; bueno, eso son cosas de la Imprimación. Si tú me necesitas, por muy lejos que yo esté, sentiré tu deseo y estaré contigo. Porque eso es lo que yo siempre necesitaré. Si te tengo a mi lado, soy un hombre completo.




    Las palabras del lobo habían logrado conmoverla, y tras un breve vistazo a sus ojos oscuros; le plantó el beso más ansiado y amoroso de sus vidas. Había comprendido que nunca la dejaría sola; y eso la llenaba inmensamente de tranquilidad, como si una ola de las de Jasper la envolviese, pero diez veces más fuerte. Tomaron felices el camino hacia la gran casa Cullen; seguros de que estarían juntos para siempre.

    Gracias por haber leído. Los personajes son de la exitosa y fantástica Sthephenie Meyer; yo sólo les traigo la historia.

    Espero que hayas disfrutado, mi querido lector. Nos encontraremos en otra ocasión; quizás para conocer la venganza que planea ese lobo sobreprotector. Hasta luego!

    Hinata♥

     
    Última edición por un moderador: 22 Marzo 2014
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    Pire

    Pire Usuario VIP Comentarista Top

    Escorpión
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    Bueno, antes que nada no está permitido escribir en negritas o a colores, por lo cual edité el tema y no hay de que preocuparse.
    La historia en si fue dulce y linda, algo que no esperaba ver. Es la pareja que más me gusta de la saga, ya que es algo tan raro y distinto además de que jacob es una grandiosa persona en si, como es pero siento que has cometido Ooc en el al inicio, no me imagino jamás a jacob siendo tan sobreprotector, por más tierno que sea, no puedo verlo de esa manera, es tierno pero no a tal extremo, no termina de convencerme.
    Trata de mantener las personalidades que sthefi nos ha dado en el libro sin alterar nada, es lo más indicado y aceptable.

    Jamás pensé que esos tipos intentaran abusar de Renee, fue algo inesperado y me agradó porque me sorprendiste y eso te da puntos. Pero eso de que renee sea la consentida de la casa quedó perfecto y lo creo, es la unica niña ahi, la unica a la que todos pueden dar cariño y enseñarles todo lo que puedan, solo hay una y deben aprovecharla al máximo.

    Tuviste un mínimo error a mi parecer en el escrito, se escribe: "CONSEJO" es lo único de lo que me percapté pero no olvides cuidar acentos y las comas, que vayan en los lugares adecuados.

    Fue bastante entretenido e interesante, me encantó ver que va despues de todo, gran trabajo :)

    Pire<3
     

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