La Primera Promesa [ItaSasu]~

La Primera Promesa [ItaSasu]~

Autor: Aliandy
Título: La Primera Promesa
Pareja/s: Itachi & Sasuke (no se crean, 0 yaoi :I)
Género: Family/General
Clasificación: K
Tipo: One-shot
Palabras: 1,306
Advertencias: No sé, yo creo que nada; sólo que está corto :/

Sumario: «—¡Nii-san, ¿lo viste?! ¡Se hizo agua!... Entonces lo que cae es agua fría —más que pregunta era afirmación. —No, de hecho, congelada —corrigió su hermano. —... nii-san tiene que prometerme que jugaremos en la nieve mañana. —Es una promesa.»

Dedicatoria: Tsubaki, gracias por ser mi amiga y a Erika (Lacrymosa) porque somos Friends y amorAs, dominaremos Cz y se callan :o

La Primera Promesa​

—¡Nii-san, nii-san, despierta! —exclamaba el pequeño Sasuke zarandeando a su hermano mayor.​

Itachi refunfuñó y abrió los ojos cansadamente. Se topó con la mirada urgente de Sasuke clavada sobre él. Presentía que se avecinaba una lluvia de preguntas así que se preparó, aunque no con mucho gusto. Inmediatamente se desperezó y se sentó en la cama. ​

—¿Qué sucede, Sasuke? —preguntó ronco, casi fastidiado, tallándose los ojos. Notó enseguida que el pequeño portaba un grueso suéter de lana.​

Dudó antes de contestar.​

—Em, no sé cómo decirlo —dijo. Más que tímido habló indeciso.​

—En ese caso, dime de qué trata —ayudó, tratando sonar lo más compresible posible.​

Se deshizo del abrazo de las mantas y el perceptible cambio de clima lo azotó en un balde de agua, más que fría, congelada. Se detuvo en su lugar. Sasuke comprendió y, como adivinando lo que seguramente su hermano diría, asintió.​

—Hace mucho frío, nii-san.​

—Más de lo que debería — señaló Itachi, aún sorprendido—. Qué extraño, aún faltan dos semanas para los frentes fríos.​

Sasuke lo miró sin entender e Itachi comprendió su duda. Ese verano finalmente había cumplido los tres años así que su madre había plantado la idea de que Sasuke debería empezar a salir más de la mansión Uchiha. Él había estado de acuerdo, aunque después se dio cuenta de que le había tocado la peor parte: Sasuke no dejaba de hacer preguntas. Así que a todo lugar al que iba y todo objeto que descubría, el pequeño no dejaba de hacer preguntas, a veces tontas y a veces cosas que ni él mismo se había dedicado a observar. ​

Ese era el primer invierno en el que Sasuke estaba más consiente de lo que le rodeaba así que sería totalmente natural que las nuevas palabras fueran un total cuestionario para él. ​

Itachi le dedicó una sonrisa.​

—Significa que ha comenzado el invierno —estableció y la duda creció en su hermano pequeño.​

—¿In-vier-no? —repitió.​

—Sí, es la estación del año en la que hace frío —aclaró.​

—Ya veo —asintió—. ¿Entonces en invierno también cae algodón del cielo?​

—¿De qué hablas? —inquirió Itachi levantándose del futón.​

Se dirigió al armario. Recordó que el otro día su madre se había puesto a tejer así que le había hecho un suéter a él y a su hermano —el que precisamente estaba usando Sasuke—; Itachi se había negado ya que aún era muy pronto para la temporada de invierno, pero ahora que empezaba a notar su equivocación no podía desechar la oferta ahora que no había otra opción, la estación les había llegado de sorpresa así que no hubo tiempo de comprar la ropa de invierno. Itachi se colocó el suéter y rápidamente se sintió aliviado ahora que podía conservar su calor corporal intacto.​

Se dio vuelta hacia Sasuke y no lo encontró donde lo había dejado hace un momento. ​

—¿Sasuke? ​

Lo buscó y lo encontró plantado mirando por la ventana animadamente. Levantó una ceja, ¿qué era tan interesante? Sólo era una mañana más fría de lo normal. Nada que Sasuke no hubiera visto antes.​

—Sasuke, ¿qué estás mirando? —se acercó hacia su hermano. ​

Se veía bastante maravillado.​

—¡Nii-san, ven, mira allá! —exclamó señalando un lugar perdido al otro lado de la ventana. ​

Itachi se asomó y lo que lo recibió no era nada que esperara. En el lugar donde un día antes era un jardín fresco y verde, se encontraba un extenso y basto campo emblanquecido de, como había señalado el pequeño Sasuke, bolas de algodón amontonadas unas sobre otras, como una gigantesca manta gruesa color blanco cubriendo cada centímetro sobre el suelo. ​

—Nieve —afirmó Itachi.​

Era maravilloso y extraño a la vez, jamás había visto nada parecido en Konoha, las temperaturas nunca habían llegado hasta esas alturas, tal vez algunas veces sí pero nada parecido a lo que estaba viendo. ​

Sasuke se dirigió hacia él, su semblante aún se conservaba hechizado. Esa palabra sonaba tan bien; no podía compararla con la que compraba en los puestos que vendían «nieve de sabores» en los veranos, esta era más misteriosa y maravillosa a la vez. ​

No sabía qué era eso.Caía del cielo como la lluvia, pero más grácil y elegante que en una tormenta; y se parecía al algodón, sin embargo estaba seguro que no lo era. Aseguró que Itachi ya había visto eso antes, hasta recordó vagamente cómo le contaba de ello cuando era más pequeño, no obstante supo con seguridad en ese momento que verlo él mismo era más satisfactorio que un millón de relatos. Entonces se preguntó, ¿qué se sentirá al tocarla?​

Itachi adivinó enseguida lo que Sasuke se proponía y suspiró sonriendo.​

—Nii-san, ¿podemos salir? —preguntó ilusionado. Los ojos le brillaban.​

—Por supuesto, Sasuke —asintió.​

El pequeño, más que feliz, tomó a su hermano mayor de la mano y lo llevó corriendo en seguida hasta la entrada que conducía al jardín. Deslizaron la puerta rápidamente encontrándose directamente con el tempestuoso frío de la mañana. Itachi tembló, sin embargo Sasuke parecía que apenas y le importaba. ​

Se sentaron en el piso de madera encarando a la espesa capa emblanquecida que descendía del cielo hasta cubrir todo el suelo. ​

Se quedaron así por unos minutos.​

—Nii-san, ¿qué es la nieve? —Preguntó casualmente el pequeño Sasuke—. Parecen bolas de algodón​

Itachi meditó su respuesta.​

—Aunque te sorprenda, lo que cae es en realidad agua —la respuesta sorprendió al niño.​

—¿Agua? ​

Sasuke atrapó un pequeño copo que descendía sobre él; estaba bastante frío, un frío que no había sentido antes, como si estuviera encapsulado en esa pequeña esferita traslucida blanca. Y luego se asombró cuando éste se derritió en su mano y se convirtió en una gotita de agua fría después de unos segundos. ​

Entonces Itachi tenía razón.​

—¡Nii-san, ¿lo viste?! ¡Se hizo agua!​

—Sí, lo vi —contestó feliz.​

Sasuke, absorto en lo que estaba pasando, miró hacia el cielo. Itachi lo imitó. Había quizás miles de fríos copos de nieve cayendo sobre sus cabezas. De un momento a otro Itachi dejó de sentir frío, como si su cuerpo se ambientara y dejara de importarle el clima, no obstante, no se sintió extrañado, realmente ni lo había notado, ver la nieve caer era más placentero que detenerse a quejarse del frío.​

Sasuke hizo un sonidito con la garganta.​

—Entonces lo que cae es agua fría —más que pregunta era afirmación.​

—No, de hecho, congelada —corrigió su hermano, aún sin bajar la cabeza.​

—Ah.​

Se escuchó un estornudo por parte del más pequeño de los dos. Itachi se volvió hacia él con preocupación.​

—Sasuke, ¿estás bien?​

El mencionado se frotó la nariz disimuladamente.​

—Sí, estoy bien, nii-san —trató de sonreír pero otro estornudo se le adelantó, delatándolo.​

Sonrió comprensivo.​

—Vayamos adentro y preparemos té.​

Sasuke se negó e hizo un berrinche; sabía que eso significaba que ya no verían la nieve hasta que se recuperara. Después tenía planeado salir a jugar.​

—No quiero —se cruzó de brazos.​

Itachi se puso de pie y comenzó a caminar de regreso al interior.​

—Muy bien; te espero adentro —dijo sonriendo en sus adentros.​

El pequeño, al ver cómo su hermano se alejaba, se levantó de inmediato alcanzándolo antes de que pudiera entrar. No quería quedarse solo afuera, esperaba que su hermano se quedara con él. ​

—De acuerdo —farfulló, débil—, pero nii-san tiene que prometerme que jugaremos en la nieve mañana.​

Itachi se giró hacia él y se inclinó levemente hasta quedar a su altura. Hizo ademán de posar su mano en la cabeza de Sasuke y tras dibujar una sonrisa dijo:​

—Es una promesa —estableció, desordenando sus cabellos.​

Y Sasuke sonrió para su hermano, sin embargo no se encontraba del todo convencido, porque esa era la primera promesa que Itachi le hacía, y por alguna razón presentía que no sería la última…, y que ninguna se cumpliría.​

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Esto fue escrito para el concurso de One-shots Congelados de Naruto; aún no sé qué puntuación tengo así que cruzaré los dedos >3<​

Me había tocado a Sasuke y no sabía nada de qué escribir, de hecho esto iba a ser trazado como un recuerdo de la infancia de Sasuke narrado por él pero como me dejo llevar un montón (como muchos me conocen xD) me saldría demasiado largo así que tuve que hacerlo así.​

Espero que hayan disfrutado de la lectura y que esta no les haya aburrido, lo hice con mi esfuerzo y lágrimas (y un día sin nada que hacer xD) así que merezco su opinión :'33​

Gracias por leer.​

Chao ♥~​

 

Re: La Primera Promesa [ItaSasu]~

LOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOL
Sólo vine a aclarar los errores que viste, Tsubaki :33

En realidad ese no es un error, está bien colocado. Leo varios libros y he estado estudiándo esos detalles así que creo que está bien colocado, sólo para que lo sepas :'33

Es una forma de agregarle más narración; también leo eso seguido en los libros que leo ;)

Awww, gracias por tu comentario. Me alegra que te pasaras.
Seh, Itachi es amor :o

Me gustó poner a Sasuke de preguntón inocentón, a pesar de que yo no tewngo ni una pizca de paciencia para las preguntas (y tengo hermanos menores D: )
Gracias, bella por el comentario :33

Chao♥~

Pd: sólo quería aclarar esos puntos, no te enojes DD:​