Harry Potter La primera grieta. [Always]

Para la bonita actividad Always, en paz descanse Alan Rickman.


Estaba ansioso, no todos los días era el primer día del año escolar, o mejor dicho el día en el que eres asignado a una de las casas en Hogwarst.

En el tren se había sentado con su amiga, y secreto amor, Lily Evans. Ella le platicaba emocionada, le hablaba de como sus padres habian reaccionado ante el mago que entregó la carta, de lo feliz que se sentía ante la respuesta afirmativa de los mismos y lo divertido que había sido comprar todas las cosas para la escuela.

Severus la escuchaba atento, respondía cuando debía responder, no se molestaba por no hablar, al contrario, le encantaba dejar que su amiga le contase todo lo que podía, siempre había sido así y el chico esperaba que eso nunca cambiase.

Cuando llegaron al colegio ambos quedaron maravillados, era mejor de lo que imaginaron, el chico se sentía tan feliz por finalmente llegar al lugar que el hecho de conocer a dos despreciables sujetos en el tren había quedado atrás.

Al entrar al gran comedor se sorprendieron por el techo que mostraba estrellas, claro que tras pensarlo unos segundos ambos llegaron a la conclusión de que debía ser magia, una magia de los más espléndida.

En la selección llamaron a Lily Evans antes que al chico, los nervios la recorrieron de pies a cabeza, pero cuado escucho las palabras de suerte y ánimo que le deseaba su amigo dejo parte de la preocupación a un lado.

—¡Griffindor! —gritó el sombrero, todo el comedor se llenó en aplausos.

Siguieron pasando alumnos, hasta que el turno de Severus Snape, los nervios llegaron de golpe, ¿qué pasaría si no llegaba a quedar con su adorada Lily? ¿dejarían de ser amigos, harían nuevos amigos?, Snape no quería nuevos amigos, quería a su Lily.

Cuando se sentó en el taburete y el sombrero le tapó la vista la prenda comenzó a hablarle al oído, burlándose de sus miedos, pero al mismo tiempo nombrandole sus cualidades.

— ¡Slytherin!

Cuando el alumno recuperó la vista y vio a la multitud aplaudir se levantó del asiento, camino hasta su mesa y al ver a Lily hablar animadamente con sus compañeros de casa, lo supo, supo que poco a poco su relación se iría rompiendo y que esa ceremonia era la primera de muchas grietas en su corazón.