Long-fic de Pokémon - La Nota Discordante

Tema en 'Fanfics Terminados Pokémon' iniciado por J.Nathan Spears, 5 Enero 2012.

  1.  
    J.Nathan Spears

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    Título:
    La Nota Discordante
    Clasificación:
    Para todas las edades
    Género:
    Amistad
    Total de capítulos:
    4
     
    Palabras:
    4109
    Título: La Nota Discordante
    Modalidad: Two-shot
    Personajes conocidos: Sólo el mío (Joseph Nathaniel Spears). Claro, los Pokemon también aparecen, era que no… xD
    Pareja: Con suerte los padres de Nathan se verán por ahí, no creo que eso cuente :p
    Género: General / Navideño (harto tarde eso sí xD. Puse "Amistad" porque no sale "General" por ahí xD)
    Resumen: La vida en el internado puede ser aburrida… al menos hasta que llega el momento de ver videos… o de escribir a Santa Claus.

    Disclaimer: Los Pokemon que aparecen aquí no son de mi propiedad, sino de Game Freak y de Satoshi Tajiri en concreto (Por ahí leí que Nintendo perdió todos los derechos LOL). El personaje principal que aparece acá sí es propiedad mía, claro está.
    Dedicado a: Primero que nada, a Navaja, Fey M Riddle y Fuzz, quienes me alentaron a que tuviera proyectos alternos. Además, dedico esto a Espe, Samantha J, BlackyJoZZeRock y Huma Fugoshi, cuatro lindas niñas que adoran a los Pokémon n__n. Bueh, en general dedico esto a toda la gente que gusta de un buen Poké-escrito :B
    Aviso: Esta será la primera vez que intentaré una narración en primera persona. Espero me salga bien… y si cometo muchos errores, no duden en hacérmelos notar


    La Nota Discordante
    <<Jueves 20 de Diciembre, 2001>>

    El espíritu navideño se siente en el aire… en un mundo lleno de caos e injusticias, la llegada del viejo panzón de barba y pelos blancos como la nieve le quitaba lo agraz a la vida cotidiana. Eso hace que mi alma se sienta un poco más ligera… aunque sé que jamás volverá a tener la ingravidez que poseen las de los demás niños.

    Ya no es divertido vivir en un mundo atestado de misteriosas criaturas llamadas Pokémon una vez que cometes la estupidez de usar un arma y liquidas a uno de un disparo en la frente. No estoy seguro de qué habrá significado eso. Quizás haya sido un desafortunado accidente, como dice mi madre… o quizás una señal divina que me dice que me aleje de los Pokémon, ya que sólo podría llevarles sufrimiento. Eso no es algo descabellado, a decir verdad. Mi alma está contaminada con la sangre de ese inocente Granbull y jamás dejará de estarlo. Ya ni sé qué creer… me siento confundido…

    Y precisamente esa es una de las razones por las que estoy aquí, en este internado. No me quejo… los adultos me tratan con respeto, la comida no es mala y las clases se me han hecho entretenidas últimamente. Eso sí, la mayoría de los demás chicos no se han mostrado muy cálidos conmigo que digamos… debe ser porque me he vuelto alguien de andar con pocos amigos y con gustos fuera de lo común. En verdad cuesta encontrar gente que comparta mis gustos. Primero que nada, la gran mayoría de estos niños y niñas suele escuchar esa cosa de moda llamada Reggaetón y algo de Pop, sobre todo en las niñas. O sea, el Pop lo paso ligeramente, cuando quiero variar mi menú musical y relajarme un rato, pero… ¿Reggaetón? ¡¿Quién habrá sido el retrasado mental quien inventó semejante basura?! Hasta un niño de cinco años se daría cuenta de que las letras de esas canciones casi siempre hablan de chicas con poca ropa, de delitos, de bailes de dudosa calaña y de creerse lo mejor por tener la mayor cantidad de joyas. Para más remate, está científicamente comprobado por los investigadores de Johto que esa música reduce las funciones del hipotálamo y mata neuronas. ¿Qué es lo que sigue? ¿Permitir material pornográfico a la edad de 8 años? Lo siento, pero eso no va conmigo… yo soy más de escuchar a Lairon Maiden, Flygonforce y Snover Arctica…

    Pero no he venido a hablar de eso. Mi historia comienza desde este punto.


    En estos momentos nos encontramos en clase de audiovisuales. Como es lo protocolar, nos están mostrando videos de la región Sinnoh. Se dice que es una región descubierta hace poco, que no se sabe mucho de ella, pero que se han detectado más de 100 Pokémon nuevos provenientes de ahí, incluído el gran Señor de todos, el mero mero, el creador del Mundo Pokémon: Arceus. Y yo no iba a perder la chance de adquirir aunque fuese la más mínima traza de conocimiento, así que me puse a escuchar atentamente y anotar todo lo que se dijera del Pokémon denominado como Multitipo.

    Y una vez que dejaron de hablar sobre el mismísimo creador, el profesor Aitor, nuestro profesor encargado de la materia, quiso captar nuestra atención.

    —Niños, veo que ustedes se han portado muy pero muy bien… los felicito en verdad. Realmente saben cómo comportarse en mi clase.

    El profesor Aitor era una persona joven a quien no le tiraría más de 28 años. Siempre andaba una barba que ni siquiera podría llamarse barba, ya que no eran más que unos cuantos pelillos desperdigados alrededor del mentón. Otros rasgos altamente reconocibles son sus lentes grandotes y redondos y un pelo color petróleo totalmente despeinado que daba la impresión de que no conocía la palabra “ducha”. Además, a él le pusimos cariñosamente el apellido “Tilla” para formar un deliciosamente divertido apodo.

    Otra cosa que lo destacaba, era su ingenuidad… o sea, ¿Acaso realmente cree que nos portamos bien porque lo consideramos especial? Bueno, en realidad yo sí. No soy de hacer desmanes en clase y mucho menos en una tan interesante y subestimada como la de Audiovisuales, la cuales muchos consideraban “una excusa barata para que los niños pudieran ver cine gratis y rascarse las… PokeBall”. Pero como decía, me atrevería a decir que más del 80% de los chicos se quedan callados y fingen poner atención para así poder seguir haciendo el vago. Entiendo que otras clases sean algo frustrantes y estresantes para algunos, pero derechamente estos chicos se están subiendo por el chorro. No les veo mucho futuro en sus proyectos. El tiempo me dará la razón, o al menos eso pienso…

    Sin embargo, había otra razón por la cual nos portábamos tan bien con él: Cuando se acababa la clase protocolar, él ponía videos cortos pero divertidos para que nosotros pudiéramos disfrutar. Un día le comenté a un compañero que esos videos “de premio” no eran un aporte verdadero para que aprendamos y que deberíamos ver temas más complejos y profundos, pero él me respondió de forma seca y grosera

    —¿Estás loco? ¿Quieres destrozar lo mejor de la clase de Aitor Tilla?
    —¡No! No es eso… a mí también me simpatiza mucho — Respondí
    —Con razón nadie te da bola. ¿Y sabes qué más? Compra un bosque, adéntrate, planta un árbol y pégate a él como si fueras un Seedot para no tener que volver escucharte, idiota.

    Sobra mencionar que no he vuelto a dirigir la palabra a ese pendejo desde entonces. Es cierto, las palabras hieren. Pero mi mundo no se iba a derrumbar a causa de ese ignorante de la vida. Bueno, volvamos con la clase

    —Como se han portado tan bien hoy, les traigo un videíto extra — Anunció el profesor, con su eterno semblante alegre — Es una recopilación de las mejores batallas que se han visto en la región Sinnoh. Tengan en mente que hay muchas regiones en donde uno podría iniciar el viaje de sus vidas, así que… para que se lo piensen. En la clase de mañana les mostraré otro video con batallas en la esta región, la región Johto.

    La cara de decepción de un par de chicos cerca de mí se podía leer a kilómetros. Ellos seguramente esperaban un video con payasadas como las que se ven en Pokétube. No pude evitar reírme para mis adentros, en parte por esos pobres tontos y por otro lado porque… ¿A quién no le gusta ver Batallas Pokémon? Todos los hemos visto pelear en la TV, ¿No es verdad? A mí particularmente me comenzó a atraer desde hace poco el ámbito estratégico de los combates. El hecho de que toda estrategia tuviese sus pros y sus contras, y que era deber de uno el analizar todo rápidamente, para evitar que su Pokémon saliera muy magullado, despertaba mi interés. Realmente tenía que dominar ese aspecto si quería tener esperanzas de mantener una relación cordial con mis Pokémon el día en que se me ocurriera salir de viaje.

    Preparé mi lápiz y una página nueva en mi cuaderno. El video estaba por comenzar y nada podría romper mi concentración.

    El DVD giraba a gran velocidad en el lector, y en la pantalla de la TV se podía ver una introducción casera hecha con los efectos WordArt y ClipArt del Pokécrosoft Word y cartulina de color rojo. Ahí decía… “Recopilación del Campeonato Laurel en Sinnoh”.

    Todo parecía indicar que los entrenadores se encontraban en un evento de exhibición. Se podía ver por ahí un lindo trofeo, además de toda la fanfarria típica y el público alentando a sus favoritos. Si me preguntan a mí, la experiencia adquirida en esos eventos vale mucho más que el trofeo para el primer lugar. Ya que para lo único que sirve eso último es para tener un lindo recuerdo o para adornar una vitrina, pero no podemos vivir del pasado, ¿Cierto?

    Aunque, por otro lado, los laureles son plantas muy bonitas a decir verdad.

    —Dicen que en Sinnoh hay un sinfín de Pokemon que saben ataques nuevecitos de paquete — pensé, emocionado como en pocas ocasiones. Prefería mantener un perfil bajo siempre e impresionarme no era tarea sencilla — Quizás con qué nos encontremos…

    La competencia no me desilusionó. En los primeros cinco combates descubrí al menos siete ataques nuevos que no dudé en anotar en mi cuaderno. Pasto Nudo fue un ataque que encontré la mar de original. ¿Quién sospecharía del inocente césped a la hora de ser atacado? Otro ataque digno de mención era Roca Sigilosa, el cual inflingía daños a los Pokemon que cambiaran. Llega uno y sin comerlo ni beberlo… ¡BAM! Es bombardeado sin piedad.

    Como iba yo diciendo, los cinco primeros encuentros fueron parejos, de “meta y ponga” como se dice en jerga deportiva, de la cual sé mucho gracias a mi padre, que es un beisbolista. Eran encuentros de tres contra tres y en todos al ganador le quedaba apenas un Pokémon en pie.

    Pero la batalla número 6…

    —¡Furret ya no puede pelear! ¡Riolu gana una vez más y la victoria es para Jim…!

    Fue una masacre total. No había visto nunca una batalla tan cargada hacia un lado en mi corta vida. Como si fuesen dominós cayeron: Un Shellos del mar del Oeste, un Koffing y un Furret. Ellos habían sufrido la furia de un Pokémon en particular: Riolu.

    Yo me quedé callado e intenté tomar nota de todo lo acontecido, pero mis compañeros de clase no pudieron contenerse

    —¡¡BRAVOOOOOOO!!
    —¡¡ESTUPENDOOOO!!
    —¡¡INCREÍBLEEEEE!!

    Aplausos y vítores por doquier… no pude evitar sentirme muy solitario al ser el único que no reaccionaba de manera exacerbada respecto a ese combate. Y es que realmente era algo exagerado el tirarle tantas flores a ese cachorro con antifaz. Yo pensaba que el tal Jim sólo hizo ese espectáculo para alardear. Su actitud, en extremo arrogante y despreocupada, me enfermaba… me carcomía por dentro. ¿Cómo era posible que alguien se tomara todo esto tan a la ligera y aún así lograse ganar con tanta facilidad?

    Pero todos los demás ya lo tenían en un pedestal. Era un héroe, un entrenador de gran maestría, lleno de ambición y talento. No los culpo… a esa edad uno tiende a ser muy, pero muy impresionable. Yo no… ya no después de todo lo que me ha ocurrido.

    De momento decidí restarle importancia al asunto. El torneo era largo. La primera ronda fueron 16 batallas, lo que indicaba que había nada menos que la friolera de 32 participantes. Los restantes combates sí fueron de mi agrado… los estudié, tomé nota, descubrí más ataques nuevos. Estábamos a punto de avanzar a lo que serían Octavos de Final…

    Pero de repente, la campana sonó… ninguno de los presentes pudo contener sus suspiros de decepción… ni siquiera yo. Pero de todas maneras, tenía hambre y era hora de almorzar.

    —Niños, no se aflijan… — Habló el profesor — La profesora de Anatomía se enfermó y pidió que rellenara su espacio. Lo que quiere decir… ¡Más del torneo Laurel!
    —¡¡VIVAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA!!

    Todos gritamos de alegría. Yo lo hice por mi hambre de conocimiento, que estaba a la par de la de mis tripas… supongo que ellos sólo lo hacían porque se enamoraron a primera vista de Jim y ese tonto Riolu. Pero de todas formas no le veo lo malo a estar de acuerdo con mis compañeros de clase con algo, aunque sea en una pequeñez como esa. Luego de eso, rápidamente guardé mis útiles escolares y me dirigí a la cafetería.

    El menú del día era: Consomé de ave (hasta el día de hoy me pregunto si realmente estaba hecho de Torchic o era simplemente un producto sintético), un sándwich de jamón (también me pregunto si lo harán con carne de Spoink) con lechuga y Pudín de chocolate. Almorcé solo, como venía siendo la tónica todo este tiempo. Nadie se acercaba a mí, pero yo no le daba mayor importancia, debido a que considero este descanso un tiempo para usar la boca únicamente para comer y no para parlotear.

    Sin embargo, algo me hizo distraerme de mi comida. Una discusión entre niñas

    —Miren lo que tenemos aquí. La pequeña chica sapo…

    Tres chicas de unos 13 años más o menos estaban molestando a una pequeña de no más de ocho. La pequeña víctima tenía un gorro con la forma de la cabeza de una rana. En verdad hay que tener mucha personalidad para lucir ese modelito en clase. Al menos los superiores acá nos dan completa libertad para vestir, así que cada quien se pone hasta el pijama si quiere. Pero eso no era lo que me llamó la atención. Si hay algo que no soporto son los abusivos. Y aún menos las mujeres abusivas, ya que son mucho más crueles, más astutas, más rencorosas y, lo peor de todo, no puedo golpearlas.

    —Déjenme en paz, por favor…
    —¡Cállate! — Gritó una de ellas — ¡Queremos los apuntes de la clase de primeros auxilios!
    —Chicas, entiendo que ustedes quieran preocuparse más por sus Pokemon con esos conocimientos, pero ustedes deberían tomar sus propios apuntes. No es honesto que copien siempre
    —¡Tú no hables! — Amenazó otra — ¡Y nos importa un cuerno eso! ¡Sólo queremos aprobar esa estúpida asignatura!

    ¿Qué les importa una tonta caliicación antes que el bienestar de los Pokémon? Mujeres como esa no merecen ser entrenadoras Pokémon, pero sí que merecen una golpiza… ya desearía ser la madre de esas truhanas…

    —Pasado mañana hay examen y estoy a un pelo de reprobar. No puedo seguir fallando acá — Parló la líder de ese grupito — Así que o nos ayudas de inmediato o te atienes a las consecuencias — Esa última amenaza venía con el puño derecho cerrado incluído. La pequeña cabecita de rana temblaba… ¡No podía seguir mirando sin hacer nada!
    —¡Aaaah! ¡Piedad por Piedad! ¡No me hagan daño!

    Y comenzaron los golpes. ¡Maldita sea! En estos momentos no sé qué hacer. Acusar con los maestros no funciona hoy en día. Lo sé por experiencia, tristemente.

    <<Ahora nos remontamos a unos meses atrás>>

    Ya me han intentado golpear entre tres y cuando acusé la agresión no me escucharon en lo más mínimo.

    —Con que no me van a ayudar… — Dije yo, luego de caminar un poco, y con los segundos me vino una idea — Tendré que arreglármelas

    Y la siguiente vez que me encontré con los bravucones…

    —¡Miren! ¡Ahí está ese empollón de segunda! ¡Vamos a lincharle! — Habló uno de ellos

    Y fueron a la carrera como jauría de Mightyenas. Por suerte, cerca de mí tenía una caña de bambú gruesa… me preparé, hice una pose de samurái como la que vi en la TV… ¡Y a rompérsela en sus cabezas! No tardé en dejarlos aturdidos, pero entonces supe que sería yo quien sería acusado de cometer un acto de bullying. Para que no me pillaran, me escondí trepando un árbol, me pegué a las paredes cual Ariados, me colé en mi habitación por la ventana y así zafé del castigo, ya que los chicos “no tenían pruebas”, según dijo el inspector de turno.

    <<Vuelta a la realidad>>

    No puedo recurrir a la violencia ahora. Así que tendré que usar mi ingenio… y en cuanto pegué una mirada a mi emparedado me dije

    —¡Lotería!

    Las urracas esas seguían golpeando a la inocente jovencita. Era mi momento de entrar en acción…

    —¡Oigan, señoritas! — Llamar la atención de las tres no fue complicado. En especial porque estaba hablando con la boca llena
    —¿Qué es lo que quieres, pendejo? — La respuesta adversa de la cabecilla del grupo no se hizo esperar
    —¡Sí! ¿Acaso no te enseñaron modales? Cerdito… — Habló otra rápidamente
    —¡Miren, niñas! ¡Hago origami con la lengua! — Y con ello saco la lengua con el quimo hecho con un buen trozo de sándwich, provocando el asco inmediato en las tres — ¿Do ven? ¡Ef un munieco de niede!
    —¡¡AAAAH!! ¡Asqueroso! — Gritaron las tres al unísono
    —¡Mídendo bien! ¡Ahoba voy a codvedtido em up epinanak!
    —¡¡Aléjate, cochinote!!
    —¡¡Se lo vamos a decir a la directora!!

    ¡Lo había conseguido! Las tres salieron corriendo gracias a mi habilidad para dar asco. Esas son las ventajas de no ser alguien carismático, pensé… pero luego me concentré en la víctima de esos abusos. Ella estaba llorando desconsoladamente con parte de sus ropas rasgadas. Rápidamente tragué lo que tenía en mi boca y me acerqué a ella.

    —Está bien, pequeña. Ya se fueron…

    Ella dejó de sollozar un momento para dirigirme la mirada. Se secó las lagrimillas y lo primero que dijo fue

    —¿Quién es usted?
    —¿Qué? ¿No te han hablado de mí?

    Eso último lo dije en broma. Normalmente cuando uno usa esa frase, lo hace con orgullo. Ese no era mi caso… si bien la mayoría derechamente me ignoraba, el resto decía que yo era “un pobre suertudo”, “un aburrido”, “un nerd” o, lo que menos se escuchaba pero a la vez más me dolía, “un asesino”, ya que me recordaba mi episodio con el Granbull cuando tenía 9 años. Algo que sin lugar a dudas quería olvidar.

    —OK, no importa. Me presentaré… mi nombre es Joseph Nathaniel Spears, pero puedes llamarme Nathan. ¿Y tú, lindura?
    —Y-y-yo… yo me llamo Freya Sánchez. Pero me acostumbré a que me llamen “La Chica Sapo” — Eso último fue enfatizado con mucha tristeza
    —Oye, no deberías desilusionarte por ese apodo. Los sapos, y los anfibios en general, dicho sea de paso, son criaturas fabulosas — Desde pequeño me gustaron los Pokemon provenientes de pantanos. Sobre todo Poliwag y Mudkip.
    —Gracias, pero sólo lo dices para levantarme el ánimo…
    —¡¡Pero si no miento!! ¡Los sapos son de lo mejor! Pueden vivir en tierra y agua sin problemas. Tienen la capacidad de hibernar cuando hay sequías o heladas y además algunas especies secretan veneno mortífero para intoxicar a quienes intenten comérselos
    —¡Oh! Tú sabes mucho al parecer… — Era la primera vez que alguien me decía eso sin añadir “A nadie le caen bien los sabihondos. Piérdete.” después — ¿Cuántas horas dedicas a repasar materia?
    —Ninguna. Me basta con tomar nota en clase y tengo el resto del día libre… pero me aburro, así que a veces sí que repaso cuando hay examen. Por lo demás, me gustan el fútbol y el béisbol pero nadie me quiere en su equipo. Y eso que no juego nada mal
    —Y más encima deportista… — Añadió ella, pero luego agachó su cabeza — Tú tienes mucho talento en todo y yo ni siquiera puedo defenderme de tres buscapleitos…
    —Bueno, eso podría solucionarse… si tan solo hubiese actividades extraprogramáticas de defensa personal. Ya sabes… Karate, Kung-fu, Taek-won-do o Aikido. Entraríamos juntos y… — De la emoción, lancé tres puñetazos al aire. Dos jabs de derecha y un uppercut de izquierda — ¡A patear traseros se dijo!
    —¡Oh!

    A la pequeña le brillaban los ojos y el rubor invadió su cara. Yo me pregunté mentalmente “¿Por qué? ¿Acaso ella realmente quiere vengarse de las tres peleoneras?”

    —Lo siento mucho. Es que… — Tímidamente ella desvió la mirada — nadie me había planteado antes la idea de formar un equipo
    —¡Pero qué coincidencia! ¡A mí tampoco! — Esto lo dije con una carcajada. Pero por dentro, yo no estaba para nada feliz. Nadie quería hacer equipo conmigo en verdad. Había unos dos o tres pero lo hacían solo por compromiso y para sacar mejor nota.
    —¿Sabes? Realmente me agradas mucho… — Eso lo soltó con algo de sonrojo.
    —¿Neta? Jejejeje. Pues el sentimiento es mutuo, Freya.
    —Bueno, debo irme ahorita. Necesito cambiarme de ropa — Ella se alejó de a poco, pero yo la detuve
    —¡Un momentito!

    Corrí de vuelta a mi puesto y tomé el pudín de chocolate. Se lo entregué delicadamente en la mano

    —¡Endulza tu vida, nena! ¡Esto te ayudará a pasar las penas!
    —¿E-e-en serio me lo das? — Al parecer ella no se lo creía.
    —¡Pero claro! — Dije yo con mi mejor sonrisa — Además no tengo tanta hambre. Adelante, come…
    —N-no puedo aceptarlo así como así. Espérame — Ahora ella buscó en su mochila algo para mí. De inmediato me dio un paquete de papitas
    —¿Todo eso para mí solito? — Pregunté, un poco extrañado. Pero de todas formas no iba a cometer la grosería de rechazar esa ofrenda
    —¡Efectivamente! Acéptalas, por favor
    —¡Las tomo! — Tomé el paquete, lo abrí, saqué tres papitas, y me las comí
    —Ahora sí debo marchar. Adiós… espero verte pronto
    —¡Iguadmente!

    No pude evitar hablar con la boca llena. Pasaba que las papas estaban tan ricas que me eché otro puñado a la boca. Pensé que ella se asquearía, pero sólo rió por lo bajo, para después marchar.

    Ambos seguimos caminos separados en ese momento. Pero sin duda, sentí que sería el comienzo de una bella amistad…


    Bueno, gente... acá dejé la primera parte n__n. Espero sea de su agrado y comenten a destajo :D. Como dije antes, su crítica vale mucho. Nos veremos en otra ocasión.
     
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  2.  
    Huma Fugoshi

    Huma Fugoshi Iniciado

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    xD muy buena...aunque algunas palabras no la hacen aptas para todo publico, muy bueno la verdad o al menos hasta ahorita...ya veremos como te va Nathan *pam pam paaaaaam* xD
     
  3.  
    Navaja

    Navaja The best people in life are free

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    Aaww... me gustó!!

    Y no está para nada mal la narración. Le incluiste un poco de sabor al narrar desde la parte objetiva en ocasiones (debe ser porque estás acostumbrado al estilo omnisciente).

    Mhm... me gustó mucho la parte en que mostraban los videos de batallas en la clase de audiovisual. Opino igual q Nathan, las batallas son interesantes por que hay q mantenerse alerta a TODO, pero a TODO!

    Esa parte de las bravuconas, cuando Nathan les mostró la comida pensé : IUKK! O seaa, ni se me pasó por la cabeza como iba a detenerlas, pero fue muy inteligente de su parte atacarnos con una de nuestras mayores debilidades: La escrupulosidad.

    Y tbn me encantó la niñita, que ternuritaaa!! Espero que sea como dice Nathan, que sean muy amigos xD

    Pd: Como dice Huma, creo que si te excediste en dar demasiadas explicaciones con respecto al ambiente escolar. Es... un poco perturbador e___e Te vendría bien hacer una narración un poco más... limpia? por así decirlo, o tal vez no decir esas cosas que están ahí, pero es preferible omitirlas.

    Gracias por la dedicatoria :3 Un beso!
     
  4.  
    SacriDH

    SacriDH Quieres que lo haga? Está bien pero... lo romperé

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    Hola, Nathan, tanto tiempo ^^ Me paso a leer este Two Shot que creaste.
    No tengo dudas que eres uno de los mejores escritores del foro de Pokémon, usas siempre un lenguaje tan elegante y delicado para los fics que terminan volviendose interesantes y bellos.
    O:! Oh, no, has matado un Granbull! Dios, esa criatura tan linda y tierna (?)
    Jajaja, altos palos al Reggaeton xD
    Es rara la combinación que haces entre pokémon y mundo moderno… Me produce un poco de rechazo al principio, pero vamos a ver cómo lo tratas.
    LOL! Lairon Maiden xD
    O: ¿Ese personaje es el tuyo? El que se aísla tanto y nadie quiere… que mal, ¿te hiciste así porque así eres o sólo para el fic?
    No entendí muy bien la relación de la primera parte donde dice que mató al Granbull con lo que dice ahora de querer ser entrenador… supongo que con el tiempo sabré cómo fue que el Granbull recibió el balazo.
    Mmm, para ser un fic más o menos nuevo tiene datos de Sinnoh que ya son bastante viejitos, Nathan xD
    O.O! Sólo un Riolu derrotó a todos esos? Geniaaal!
    Jajaja, chica sapo xD
    LOL! Origami con la lengua xD
    Ja, ella misma acepta que le digan chica sapo D: Que triste.
    Sí, sí, los sapos son geniales y demás, pero que son feos son feos u.u A las chicas decirles sapo es lo peor que podes hacer.
    Sin duda sabes cómo hacer que el lector se interese por la lectura. Tu humor y tu drama es muy fino, Nathan, no es infantil ni aburrido, es sobrio y elegante. Una genialidad de escrito, de veras. ¡Voy a ver qué más leo por aquí de ti! Espero la continuación! Suerte ^^
     
  5.  
    Plushy

    Plushy PokéWriter Usuario VIP Comentarista destacado

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    Todavía como que no me cuaja mucho leer historias pokemon ambientadas en escuelas, pero agradesco que en esta ocación se trate de Ocs y no de personajes de la serie (Ash en la prepa... e.e). Me gusto el estilo, es tan "al diablo lo clásico, lo haré a mi estilo *saca una bazooka*" aparte que reflejas chido tu personalidad.

    LOL pokebands!! yo tambien quiero oir a Flygonforce, aunque me guste mas neutral milktank hotel y mewse xD de seguro tu personaje quema posters de justino bidoof en público :P

    Two shots me suena a que solo serán 2 entregas, si es asi, que lástima porque esto parece más una intro de un long de al menos unos 5 episodios largitos . Lo que más me gustó fue el como defendió a la niña, bastante original la técnica de dar asquito al rival (que se vaya consiguiendo un muk para conseguir mejores efectos). Se ve interesante y si mi nula libertad me lo permite le estaré dando seguimiento (auqnue todavía debo muchos escritos x.x)
     
  6.  
    SilverKnight

    SilverKnight Iniciado

    Acuario
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    He decidido venir a ver ya que el titulo me llamo mucho la atencion, y no fue un error venir aqui, es uno de los mejores fic de pokemon que he leido, y tu has escrito algunos de mis favoritos, pero bueno, pasemos al fic.

    La chica sapo me cae mal XD no se porque, pero me cae mal. Mandar a Nathan al internado por matar a un grandbull, ¡Si le hizo un beneficio a la humanidad! ¡Ese pokemon lo merecia!
    He de admitir que cuando dijste lo de riulo hay un 70% de posibilidades de que todos lo admiraran debido a lo sobrevalorados que estan riolu, y su aun mas sobrevalorada evolucio, lucario.
    ¿Lairon maiden? ¿Flygonforce? me mori de la risa con esa parte, la parte del origami con la lengua, fue una buena idea, demuestra que es inteligente y que por salvar haria lo que sea. Adios.
     
  7.  
    J.Nathan Spears

    J.Nathan Spears Adicto Comentarista Top

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    ¡Jejejeje! Al fin les pude traer el segundo episodio de esta historia... jeje...

    Bueno, solo una parte u__u. Pasa que de nuevo fallé en el cálculo de KBs, líneas y párrafos. Y parece que tendré que dividir este episodio final en 2 o quizás 3 partes. Espero no me acribillen por esto x__x

    Como sea, de todas maneras se los dejo y espero recibir sus comentarios :B. Y si tengo algún error, me lo hacen saber xD

    ===========================================================================​

    Episodio II - Parte I
    La hora de almuerzo transcurrió con total normalidad. Me sentí muy satisfecho con las papitas que me regaló Freya y me disponía a volver a la sala de Audiovisuales. Claro que aún faltaban más de 10 minutos para retomar la clase y el video, pero no tenía nada mejor que hacer. Sin embargo, mis instantes de descanso se esfumarían cuando escuché una voz conocida

    —¡Es él, señorita! — No era nadie menos que una de las bravuconas que molestaban a Freya… ¡Y estaba acusándome con una profesora!
    —¡Ahí está el cochino, el rubio de ahí! — Parló otra
    —Hmmm… — La profesora me dirigió una mirada desconfiada
    —Ay, carambolas… — Me dije en voz baja

    La profesora se acercó a mí amenazantemente. No pude evitar sudar un poco… siempre supe que esa profesora era bastante estricta y malhumorada, y realmente lo parecía… tenía pelo negro tomado con un moño estilo antiguo, como la cola de un conejo, nariz larga y puntiaguda, labios delgados y usaba unos lentes muy pequeños.

    —¿Tú eres el sucio? — Su voz se escuchó firme, para inspirar respeto y temor. En mí, por lo menos, funcionó
    —S-s-sí señora — Esa fue mi respuesta. No me atrevía a mentirle — Pero…
    —¡Sin peros, jovencito! Es de pésima educación el hacer gestos obscenos como “origami con la lengua”. O sea, ¿Qué rayos es eso? — Dicho eso hace una mueca de asco — Ustedes los jóvenes y sus modas…
    —Vale, señora, hice algo asqueroso… ¡Pero lo hice por una buena razón! ¡Se lo juro!
    —¿No me estarás mintiendo, o sí? — Era natural que ella dudara, claro estaba
    —Le juro por mi mami, mi papi y mi hermanita de 4 años que le digo la neta del planeta — Eso lo dije con una mano en el corazón, esperando que me escuchara
    —¡Miente! ¡Ese boludo miente! — Comenzó a gritar la líder de las que golpearon a la pequeña Freya
    —¡Castigue a ese puerco por burro! — Le siguió la corriente una de sus “subalternas”
    —Está bien, jovencito. Escucharé tu versión de los hechos.
    —¿¡Quéee!?

    Obviamente, eso no le cayó nada bien a las tres pendencieras. Ellas contaban con que la profesora no me daría chance alguna de explicar mi versión si usaban el viejo truco de dar la mayor cantidad de lástima posible. Pues la profesora no era para nada tonta en verdad…

    —Le explico, señorita. Todo empezó a la hora de almuerzo. Me encontraba almorzando solitaria pero tranquilamente como siempre… y de repente escucho gritos de una niña pequeña. Entonces veo a las tres de la parte acusante haciendo bullying a la pequeña. Me dieron ganas de golpearlas pero no lo hice, porque no me atrevería a golpear a una mujer ni mucho menos a tres. Y así fue que se me ocurrió usar otra táctica. Asquearlas para que se alejen de mí…
    —Es extraño. No recuerdo que nadie se haya expuesto así antes para defender a alguien. ¿No temías que tus compañeritos te vieran también?
    —Me da igual. Nadie se me quiere acercar de todos modos. ¿No mencioné que estaba comiendo solito como un dedo?
    —¿Y quién querría acercarse a un asesino de Pokemon, ah?

    Eso sí que me había dolido. La líder del trío que quería meterme en problemas logró afectarme en lo más profundo. Ignoraba que los rumores de que yo había asesinado sin querer a un Pokemon se hubiesen expandido así de rápido. Además, la pequeña Freya estaba escuchando todo desde un lugar cercano

    —¡Basta, niñas! — La profesora tuvo la decencia de frenar todo este circo romano — No tienen por qué llamar así a alguien que es más joven que ustedes. Eso del asesino no son más que rumores. Además, lo que nos compete es el caso de violencia que él dice que muestran
    —¡Ay, pero no le crea a Nathan! ¡Es un mentiroso! — Cacareó una de las abusivas
    —¡Es un mentiroso mezquino e insignificante! — La otra fue rápida en seguirle la corriente a su compañera
    —¡¡Nada de eso!!

    Freya había decidido salir de su escondite para defenderme… ¿Quién lo diría?

    —¡Nathan no es ningún asesino! ¡Él es una buena persona! — Y luego apuntó a las tres chicas mayores con el dedo — ¡Ustedes son malas! ¡Todo el tiempo me andan amenazando y exigiendo que les haga la tarea! ¡Ni siquiera saben cómo poner un vendaje en la pata de un Torchic! Los Pokémon no les interesan en lo más mínimo… incluso piensan que el Hierro es para que les crezca las uñas cuando en realidad incrementa el poder de Defensa Física. ¡Así de indolentes son ustedes!

    Fueron unas palabras muy valientes las de la pequeña con gorro de sapo. Claro que ella se notaba temblorosa… quién sabe cómo sacó el valor para cantarles sus verdades a ese trío de mentecatas. Y lo mejor fue que Freya fue muy convincente, porque…

    —¡Es el colmo con ustedes tres! — …la profesora dirigió todos sus dardos hacia las tres chicas de trece años — ¿No les da vergüenza alguna? Se dedican a lastimar a los más jóvenes en lugar de estudiar. Con razón sus calificaciones dan lástima. No sólo molestaron a la pequeña Freya una vez, sino decenas de veces. Esto les va a costar caro… ¡Ustedes se vienen conmigo a la oficina del director! Y no intenten escapar, porque… — De repente, la profesora sacó un lazo vaquero de quién sabe dónde — Me atrevo incluso a llevármelas como al ganado… ¡Ajúa!

    Dulce victoria. Al menos para Freya, ya que yo no tenía ganas de celebrar nada luego de que me recordaran lo que pasó dos años atrás. Lo rescatable era que esas chicas recibirían su merecido luego de tanto hacerle la vida más difícil a mi, hasta el momento, única amiga.

    —Freya… — Eso fue lo único que pude decir
    —No podía quedarme sin devolverte el favor, Nathan.
    —Bueno, gracias… ahora puedes salir corriendo
    —¿Pero por qué haría eso? — Me preguntó extrañada la pequeña
    —Ya lo escuchaste de las que te hacían daño…
    —¿Lo de que eres asesino? ¡Son patrañas! ¡Lo inventan porque son malvadas! — La chica me seguía defendiendo férreamente, sin saber que…
    —…es verdad. Yo sí que asesiné un Pokémon.

    La quijada de la niña casi tocó el piso. Era obvio que ella no podía creer que yo hubiese cometido semejante barbaridad… Su curiosidad fue más fuerte que su temor y atinó a preguntar…

    —¿Y cómo fue que pasó? Digo, no creo que lo hayas matado a sangre fría. No pareces de ese tipo — No podía creer cuánto confiaba en mí la pequeña Freya
    —Aún así, deberé cargar con eso en mi consciencia el resto de mi vida… no existe justificación suficiente como para extinguir una vida, por insignificante que parezca
    —Quizás sí la haya… si me cuentas cómo sucedió todo. No creo que eso haya sido tan grave
    —Ni te imaginas… — Respondí tras dar un suspiro
    —Lo imaginaría si me contaras. Tal vez si lo cuentas a alguien se te aligere un poco el alma.

    Me lo pensé un momento antes de regresar en el tiempo y revivir esos terribles momentos que sufrí cuando apenas tenía 9 añitos. Sin embargo, sabía que ella era de confianza y… en el fondo, no quería perder a Freya al ocultarle cosas. Al final me decidí por contarle todo


    —De acuerdo, pequeña. Presta atención…

    <<INTERLUDIO: Ese fatídico día…>>

    Mi familia y yo estábamos en un parque, jugando. Mi hermanita Natalya, de tiernos dos añitos, jugaba con una pelota que era casi de su tamaño. Mientras, yo jugaba a que era un vaquero en el viejo oeste…

    —Este sitio no tiene suficiente espacio para nosotros dos, Tauros Lisiado… llegó la hora de que alimentes a los Wurmple

    Todo era felicidad en ese entonces. Pero en una de esas salidas, en lugar de llevar mi pistola de juguete, accidentalmente tomé el revólver de mi padre, previamente inscrito para defensa personal y de la familia. Y bueno, como siempre mi hermanita jugaba con la pelota… pero luego la pateó muy fuerte y tuvo que ir a buscarla. La pelota había golpeado un basurero en el cual estaba un Granbull sumergido buscando comida, haciendo que el Pokémon canino se diera un golpazo.

    —Peota… peotita… — Al tener tiernos 2 años, era natural que Natalya no supiera hablar correctamente.

    El Granbull salió del cesto de basura y vio a mi hermana… entonces, se comenzó a acercar de forma hostil, con ganas de clavar sus colmillotes en la tiernísima carne de la pequeña. Y yo no iba a dejar que eso ocurriera

    —¡Quieto, animal! ¡No te acerques un paso más a mi hermanita!

    Fui completamente ignorado. Entonces, como no ganaba nada con acercarme a ese Pokémon, decidí usar el revólver que tenía, pensando que sólo dispararía una bolita pequeña. Craso error…

    ¡¡BANG!!
    El retroceso del arma fue tal que me dislocó el hombro izquierdo. La bala de calibre .44 voló a gran velocidad y dio certeramente en la frente del animal, atravesando su cráneo y su cerebro, provocando una muerte instantánea.

    —Auuu… mi hombro…
    —¡Nathan! ¡Natalya! — Gritaba preocupada nuestra madre
    —¡Niños! ¿Se encuentran bien?

    Mamá tomó a mi hermanita en brazos, llena de preocupación al escuchar su llanto, lo que hizo pensar que fue ella la que fue herida con la bala. Mi padre me abrazó, aunque no demasiado fuerte porque temía que yo hubiese sido lastimado en el hombro. Sin embargo, luego él vio al Granbull con la cabeza perforada y después pudo ver su revólver en mi mano

    —¿¡Pero qué… cómo llegó esa arma a tu alcance!? ¡¡Esto no es algo que un niño pueda manejar!! ¿¡De dónde lo sacaste!?

    Yo estaba muy traumado como para contestar. Mi padre lo entendió en seguida, así que simplemente me cargó, no sin antes quitarme aquello que confundí con un juguete.

    <<”Fin” del Interludio>>
    —Luego de eso, no volví a acercarme a un Pokémon durante más de un año… tuve que recibir ayuda sicológica por distintos medios y después terminé acá… y no tengo idea de cómo supieron todos cómo es que maté a ese Pokémon, pero desde entonces nadie ha querido acercárseme.
    —Vaya… — Ella estaba tan sorprendida que sólo alcanzó a musitar esa simple palabra
    —Ahora que sabes mi historia, eres libre de salir corriendo y alejarte lo más que puedas — Solté bruscamente, totalmente resignado a seguir solo.

    Pero lo que vendría luego jamás me lo esperé, ni en la mejor de mis fantasías. Freya, en lugar de huir despavorida, me abrazó lo más fuerte que pudo

    —Pobrecito… la vida ha sido muy injusta contigo…
    —¿Qué dices? — Respondí la mar de sorprendido, a tal grado que no pude corresponder el abrazo
    —Realmente te admiro, Nathan. Todo ese sufrimiento te ha endurecido… te ha hecho fuerte. En cambio yo sigo siendo una pequeña eclenque
    —Pero yo… maté a… — Ella me interrumpió
    —Lo hiciste accidentalmente, y para defender a tu pequeña hermanita. No diré que fue la opción más inteligente, pero… haces que la gente se pueda sentir más segura. Pienso que transmites seguridad y estabilidad.
    —Ja. Qué irónico — No sé cómo rayos saqué ese tono tan poco sincero, casi sarcástico — Y yo he sido siempre el que se siente menos estable…
    —Lo que necesitas es tener amigos de verdad. Permíteme acompañarte como tu amiga… yo también me he sentido solita de vez en cuando. ¿Qué me dices?
    —… — Me quedé pensativo por unos segundos. Bueno, en realidad no había mucho que pensar en una situación como esa. Rápidamente di mi respuesta. — Es una oferta que no rechazaría ni por todo el oro del mundo. Gracias, en verdad gracias… — Y con eso, al fin pude corresponder el abrazo de Freya
    —No tienes que agradecerme. Pero… ¿Podrías acompañarme a mi salón de clases, por favorcito?
    —¡Por supuesto! ¡Te sigo!

    A Freya le tocaba el curso de “Introducción a las PokéBalls”, y su salón estaba en el tercer piso. No obstante, no tenía nada que objetar, así que la acompañé felizmente hacia su clase. Y cuando tocó despedirnos de momento

    —Gracias, Nathan — Me dedicó esas dos palabras y como un bonus track, su más sincera sonrisa
    —Ni lo menciones. No tengo nada que hacer de todos modos… ahora me iré corriendo a ver la clase de Audiovisuales
    —¡Genial! Me dices si hay algo interesante, ¿Vale?
    —¡Claro que sí!

    Me fui corriendo a la sala de audiovisuales para seguir viendo el “Campeonato Laurel”. Por fortuna había llegado a tiempo, así que me senté en mi pupitre y aguardé a que llegara el profesor Aitor. A los dos minutos llegó él y todos mis compañeros vitorearon alegremente. Yo me limité a aplaudir.

    —¡Hola de nuevo, niños! ¿Quién de ustedes quiere ver más del Campeonato Laurel?
    —¡¡YOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO!! — Todos gritaron unánimemente. Yo grité, pero por dentro solamente. Y obviamente con menos intensidad…
    —¡De acuerdo! ¡Vamos a poner el DVD!

    Y el DVD corrió una vez más. Esta vez el buen profesor le puso el Fast-Forward hasta la última parte que alcanzamos a ver, cuando estaban a punto de iniciar los… ¡Octavos de final!

    —Esto será largo. Mejor me preparo a anotar — Eso fue lo que me dije mentalmente, y rápidamente saqué cuaderno y lápiz

    Los octavos de final estuvieron aún más emocionantes que los “Diecisesavos” que vimos antes del almuerzo. Sólo eran ocho batallas pero te mantenían pegado al asiento siempre… pero llegó la del tal Jim y su “Riolu Maravilla”…

    —Espero que al menos este tipo use a otro Pokémon que no sea Riolu… — Me dije de repente

    Por lo menos pude ver una pequeña variante en esta batalla. Jim comenzó usando a Doduo, y su rival lanzó a un Nidorino. Pero ese combate fue decepcionante con todas sus letras… treinta segundos y el Doduo ya estaba listo para el horno. Jim no se veía molesto ni nada, y luego pasó lo que tenía que pasar: Riolu apareció una vez más

    —¡¡EEEEEEEEEEEEEHHHH!! — Y todos mis compañeritos celebraron.
    —Uy, sí, qué emoción… — Me dije a mí mismo con total sarcasmo

    Es lógico que yo pensara así. Riolu otra vez destacó en demasía, robándose las cámaras. A Nidorino lo noqueó de un solo ataque Palmeo. Luego vino un Growlithe… que también sucumbió ante ese tonto cachorro. Al final, vino un Luxray, y al ver su apariencia aterradora me dije “Ahora sí que te fregaste, imbécil”. Sin embargo…

    —¡Luxray ya no puede pelear! Riolu vuelve a ganar y Jim pasa a los Cuartos de Final

    …otra vez lo mismo. En cuanto esas palabras salieron de la boca del hábil árbitro de turno, casi me dieron ganas de tirar las papitas que Freya me había regalado en el almuerzo. Por favor… ¿Es que no piensa perder nunca ese pequeño animalito azul con antifaz negro?

    —¡¡BRAVOOOOOOOOOOO!! ¡¡Riolu!! ¡¡Riolu!! ¡¡Riolu!!

    Y además, tenía que aguantarme esos vítores. Aún así, debía tomar nota… y tenía que concentrarme en los errores de ambos entrenadores y definitivamente no en todo lo que hacía o no hacía ese Pokémon en específico.

    —Actualmente, me asombra lo MAL ENTRENADO que estaba ese Doduo que vino antes de Riolu. Eso me lleva a pensar que el tipo sólo se concentraba en 1 Pokémon a la vez — Eso fue lo que escribí en mi cuaderno — Ojalá que a ese Riolu no le lave el cerebro alguna organización criminal, porque ese tipo seguro que lamentará el no tener con qué defenderse. Bueno, creo que primero debemos ver qué otros Pokemon tiene antes de sacar conclusiones aceleradas

    Así que decidí seguir viendo el campeonato. Lo que quedaba de Octavos de final pasó muy rápido a mi parecer. Y así de rápido anotaba yo, ya que apostaba a que nuestro tutor nos dejara la pequeña “tarea” de hacer un informe escrito sobre lo aprendido en el video. Bueno, todo tiene su precio… aunque para mí es más un “Bonus track”. Adoro hacer informes acerca de batallas

    Y no pasó nada de tiempo para los Cuartos de Final. Lo malo era que el primero en combatir era Jim… esta vez su rival parecía un tipo rudo. “Seguro que tiene Pokémon igual de rudos”, pensé yo. Jim sacó a su ya sobreexplotado Riolu, pero lo que sacó el rival me sorprendió… ¡¿Qué va?! ¡Nos dejó a todos boquiabiertos!

    —¡¿UN DRAGONITE?!
    —Shhhht… silencio, niños — Nos dijo el profesor

    Todos callamos. La mayoría rezaba por la vida de ese Riolu y yo… bueno, yo rezaba para que su derrota fuese lenta y dolorosa.

    Continúa...
    ============================================================================================
    Como sea, gente. Espero verlos pronto... la universidad me absorbe y esas cosas xD. Dejaré unas dos pregunticas...
    1- Si ustedes fueran alumnos de un instituto como este y les dieran como tarea hacer un informe escrito (nada muy grande, claro) sobre un torneo... ¿La harían?
    2- ¿Algo en particular de la historia que les llame la atención más que el resto? xD
    Ok, ahora sí, ¡Adieu!
     
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  8.  
    Navaja

    Navaja The best people in life are free

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    Qué capítulo mas bonito :)

    Me alegró mucho que la pequeña Freya haya sacado su personalidad para defender a Nathan. ¡Fue algo heróico!

    También me dio mucha lástima el pasado del entrenador :( Tengo una pregunta ¿por qué te enfocas en mostrar la parte "fea" de la vida de los entrenadores?

    Bueno, pero lejos mi parte favorita fue:

    Me reí mucho y además yo pensé lo mismo, pero yo pensé la palabra "idiota" xD Por eso me reí y me recordó cuando pasé mi videojuego favorito porque pensé eso al final xD

    También me gustaría que en clases me hicieran analizar críticamente una batalla :) Waw... me dio un poco de envidia xD

    1- Si ustedes fueran alumnos de un instituto como este y les dieran como tarea hacer un informe escrito (nada muy grande, claro) sobre un torneo... ¿La harían?
    ¿Estás de broma? Obvimente y le pondría imágenes, le detallaría lo que más me gustó y lo subrayaría con verde ;)

    2- ¿Algo en particular de la historia que les llame la atención más que el resto?
    Sí. Que Freya parece MUY madura para su edad :)
     
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    Huma Fugoshi

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    Estuvo muy interesante...aunque a veces las frases de algunos personajes parecian fuera de lugar xD pero de ahi en fuera, interesante...y por mucho que detestabas a Riolu hubiese sido genial la narracion de la pokebatalla *-*

    A mi parecer...las historias dentro de un internado no son muy de mi agrado a menos que sea un one-shot...pero al menos lo haces interesante.

    Quizás...nunca fui buena para hacer informes, me interesa mas la practica que nada...pero aun asi haria el intento xDDD

    Eto..no en realidad Un.n


    Si lo haras todo el fic dentro del Audiovisual (al menos para mi) seria muy aburrido .-. este mas o menos la paso pero siento que algo falta...al menos, hasta donde seitno porque no sabria explicartelo Un.n
     
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  10.  
    J.Nathan Spears

    J.Nathan Spears Adicto Comentarista Top

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    La Nota Discordante
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    Amistad
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    OK, gente… lo prometido es deuda xP. Acá les traigo otra parte de este fanfic conocido como “La Nota Discordante”. Y ahora, aunque me de algo de plancha decirlo, les tengo que contar algo importante…

    Esta parte NO es la última… x__x

    Culpa mía u__u. Debí calcular mejor que esta continuación me saldría super-larga x__x. Para la próxima que haga un proyecto como este, le pondré que es “Long-fic” y no especularé con el número de continuaciones. Debo aprender eso si quiero mejorar como escritor, ¿No les parece?


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    Episodio II - Parte II


    —Monty ha sacado a su Dragonite a la primera de cambio. Tal parece que está empecinado en acabar con Jim y su Riolu de una vez por todas. ¿Logrará su cometido? ¡Eso está por verse! — El relator se escuchaba muy animado. ¡Obvio! No se ve un Dragonite combatir todos los días

    El tal Monty tenía la pinta de un famoso estereotipo estadounidense: de gordo barbón de pandilla motociclista, con el mencionado vello facial largo y desaliñado. Ese tipo era de esos a quienes no te gustaría encontrarte a solas en un callejón oscuro.

    Y al fin, el árbitro dijo las palabras mágicas

    —¡A pelear!

    Monty comenzó agresivamente ordenando una Hidrobomba de su Dragonite. Jim mandó a Riolu a esquivar y acercarse. El Dragonite intentó luego de eso usar un ataque Cola Férrea a poca altura, casi a ras del piso, pero el cachorrito con antifaz logró evitar y soltar un potente Chirrido justo en la cara del dragón. Molesto (Y quién no lo estaría), el Dragonite quiso atacar con Ataque Ala pero siempre fue evitado por ese pequeñín. Me mosqueó un montón lo arrogante que se veía Jim y lo ágil de su Riolu, pero ni eso junto me cabreó tanto como tener que soportar a mis compañeros gritar “¡OOOOLEEEE!” cada vez que Dragonite fallaba un ataque. Parecían fanáticos inmaduros de fútbol soccer o de corrida de Tauros…

    —¡¡Oooooooleeeeeee!! — ¡Mierda! ¡Hasta al profesor Aitor se le pegó! — Oh, disculpen, niños… yo también me emocioné

    Ya eran nueve al hilo los ataques que logró evitar ese Riolu. Y al cumplir con esa meta, fue regresado a la PokéBall

    —¡Uf! ¡POR FIN! — Mi interior gritaba aliviado por que al parecer veríamos más del “arsenal” de Jim. Sin embargo, habiendo presenciado la magra actuación de Doduo que vi hace poco, mis expectativas al respecto eran bajas.

    —¡Sal, Voltorb! — Exclamó el mencionado entrenador. Y con eso, apareció el Pokémon con aspecto parecido a la PokéBall de donde salió.

    —Un Voltorb… Interesante elección —Pensé de inmediato— Dragonite es mitad tipo Volador, así que tendrá más problemas de lo previsto contra un tipo Eléctrico.

    Y el combate siguió. Aunque Voltorb no demostró tener la misma agilidad que Riolu y solo pudo atinar un ataque de Rodada, mientras que a Dragonite le bastó Un Rayo Hielo y una Garra Dragón para tenerlo en las cuerdas. Jim no se veía preocupado en lo absoluto y demostró no estarlo para nada cuando ordenó otra Rodada directa. El Dragonite usó Hidrobomba pero Voltorb esquivó apenas… y cuando se acercó lo suficiente a su rival, dio una orden que no me gustó mucho…

    —¡Explosión!

    —¿Pero qué mierda? — Pensé yo en ese momento

    ¡KABOOM! El Voltorb lo había logrado. Una tremenda nube de polvo cubrió el aire durante unos segundos. Por lo que he aprendido, un Pokémon que usa Explosión o Autodestrucción pierde toda su energía y queda incapaz de seguir luchando, y, de todas maneras, estaba preocupado por el Dragonite.

    Sin embargo, me alivié cuando el humo se disipó

    —¡Voltorb ya no puede pelear! Dragonite gana esta ronda

    El dragón anaranjado seguía en pie. Estaba algo dañado, pero dejaba en evidencia que se necesitaba más que una Explosión para noquearle. Sin embargo, una vez más, Jim no demostraba mayor preocupación ante el hecho y regresó a su Voltorb a la PokeBall, sin felicitarle por su esfuerzo, aunque al menos tampoco fue duro con él.

    —¡Ahora, Venomoth! ¡Ve!

    El tercer Pokémon de Jim era un Venomoth. Por un segundo tenía la esperanza de que, con la variedad de ataques que los Venomoth pueden aprender, ese bicho de Jim no sería aburrido como los otros Pokémon ya vistos.

    —¡Dragonite, regresa! — Inteligente decisión la de Monty. Dragonite necesitaba recobrar el aliento luego de luchar contra Riolu y Voltorb. Además, estaba seguro de que él tenía un buen Pokémon tipo Fuego bajo la manga para contrarrestar a Venomoth…

    —¡Pidgeot, yo te elijo! — Gritó el musculoso oponente de Jim

    Bueno, un tipo Volador también era útil para esta ocasión. No tendría el mismo poder destructivo que un tipo Fuego pero seguro que lo compensaba con su agilidad, y hablando de eso…

    —¡Usa Agilidad!

    ¡Vaya, vaya! Le había atinado a la orden de Monty. Agilidad… ese ataque dificultaría la concentración de Venomoth. Ahora sí podríamos ver realmente de qué está hecho el insecto que sacó Jim.

    —Venomoth, usa Confusión

    ¿Confusión? ¿Qué rayos? ¿Por qué eso? ¿Qué acaso no piensa que Venomoth la tiene cruda para no perder de vista a Pidgeot? Eso demuestra lo sobrevalorado que está ese tipo… y mientras, Venomoth era golpeado por un Ataque Ala de su rival. Claro que al menos parecía que el Venomoth era fuerte, ya que no cayó de inmediato. Aprovechando eso, Monty pidió a su Pidgeot otro aletazo, pero ahora Venomoth respondió con Poder Oculto, dando en el blanco. Eso me hizo pensar… ¡Quizás Jim no era tan tonto después de todo! Debe ser de los que se equivocan una vez de adrede para que sus rivales lo subestimen. Bueno, yo jamás cometería ese yerro…

    La batalla siguió ardiendo. En un determinado momento, Venomoth usó Confusión para aprisionar a Pidgeot. Pero Monty no se desesperó y dio una orden.

    —¡No te dejes, Pidgeot! ¡Ataca con Onda Ígnea!

    ¡Onda Ígnea! ¡Un ataque el cual sólo había visto en libros! Ignoraba que cualquier Pokémon tipo Volador con aspecto de pájaro también podía aprenderlo… bueno, eso lo deduje porque los pájaros tienen sus alas grandes y fuertes en comparación del resto de su cuerpo. En fin… el Pidgeot aleteó haciendo un esfuerzo sobrehumano y logró mandar ondas de calor extremo a su contrincante. Luego de mucho aleteo, Venomoth quedó en el piso, incapaz de continuar. No obstante, Pidgeot también se desmayó debido al esfuerzo que hizo. ¡A eso llamo yo tener huevos!

    —¡Esta ronda termina en empate ya que ninguno de los dos Pokémon puede combatir! — Esas fueron las palabras del árbitro

    —¡BIEN! — Grité en mi interior. Sabía que ahora a Jim sólo le restaba 1 Pokémon y que Monty tenía a su fuerte Dragonite y a otro Pokémon desconocido. Riolu ya no tenía escapatoria, pero eso no parecía afectar a Jim, ya que lo sacó como si nada, mientras que Monty…

    —¡Yo te elijo, Sealeo!

    Sealeo, un Pokémon acuático. No era la mejor elección ante un Luchador como Riolu pero estaba seguro de que podría congelarlo o hasta vencerlo si planeaba bien sus movimientos.

    —¡Sealeo, Bola de Hielo!

    Bola de Hielo… otro movimiento del cual sólo tenía conocimiento vago. Este día sí que había aprendido un montón con el video, y me sentía feliz. Pero estaría aún mejor si Monty acababa con Riolu de una puñetera vez.

    La primera Bola de Hielo, la más pequeña, fue rota por Riolu de una patada… la segunda, un poco más grande que la anterior, fue destrozada con un ataque Palmeo. La tercera, ya de un tamaño decente necesitó de un poco más de esfuerzo, en forma de un Karatazo bien puesto. Pero yo me preguntaba… ¿Por qué Jim y Riolu no aprovechaban para correr y darle un golpe directo a Sealeo mientras cargaba el siguiente disparo?

    —Jim, eres un idiota… tu Riolu sólo se concentra en defender. ¡Así no podrás ganarme! — Wow. Monty se atrevió a insultar a Jim. Yo hubiese hecho lo mismo, honestamente.

    —No tengo interés en lo que diga un perdedor. — Esa fue la respuesta de Jim. Odiaba admitirlo, pero tenía un aire chévere cuando hablaba…

    —¡Ya veremos quién es el perdedor! ¡Sealeo, DISPARA!

    La cuarta Bola de Hielo tenía un tamaño mayor al de Riolu. Ya me formaba en mi mente imágenes de Riolu siendo aplastado y noqueado por esa bolota. No obstante…

    —¡Auroesfera!

    Riolu disparó un ataque de Auroesfera. La cual era, obviamente, una esfera de Aura concentrada. También se notaba que era más pequeña que la Bola Hielo, pero casi se me cae la quijada al piso cuando vi lo rápido que viajaba y con la facilidad que rompió la Bola Hielo y le dio a Sealeo en todo el cuerpo, haciéndolo retroceder

    —¡EEEEEEEEHHH! — Riolu lo había hecho de nuevo. Los chicos de mi clase lo alentaban a más no poder. — ¡Vamos, vamos, Riolu! ¡Duro, duro, Riolu! ¡Sí se puede! ¡Sí se puede!

    A pesar de todo, Monty no perdió la calma, aunque estaba consciente que otro ataque como ese podría mandar a su foquita a los brazos de Morfeo. Así que optó por una decisión arriesgada

    —¡Mímica, ya!

    Sealeo ahora había aprendido el ataque Auroesfera, y no dudó en regresarle el favorcito al cachorrito enmascarado. Pero Jim seguía así, tranquilito… ¿Acaso NADA podía sorprender a este tipejo?

    —¡Sosten la Auroesfera! ¡Sé que puedes, Riolu!

    Y lo logró. Riolu recibió la Auroesfera con sus propias manos y la detuvo sin esfuerzo. Es más, esa bola se hacía más pequeña a cada segundo, hasta desaparecer. Eso sí que sorprendió a Monty

    —¿¡Pero cómo chancros lo hizo!?

    —¿No conoces el viejo dicho? “El original, SIEMPRE será el mejor” ¡Riolu, usa Ataque Rápido, ahora!

    Tan estupefacto estaba Monty que no atinó a decir la palabra mágica: “¡Esquiva!”. Y así, Sealeo fue vencido, para mi descontento.

    —¡Sealeo ya no puede pelear! ¡Riolu gana esta ronda!

    Esto ya era demasiado… confiaba en que Sealeo, como mínimo, cansara a Riolu para que Dragonite la tuviera más fácil para vencerlo. Pero Riolu seguía fresco como una lechuga, mientras que Dragonite sólo estaba a media máquina.

    —Confío en ti, Dragonite. Adelante. — Y Dragonite salió de la PokéBall dispuesto a combatir, aunque todo fuese cuesta arriba.

    Al final, Riolu también logró vencer a Dragonite… el último movimiento usado fue espectacular, por más que deteste admitirlo. Dragonite usó Rayo Hielo repetidas veces, pero todas en vano, hasta que no pudo seguir disparando producto de la fatiga… y en ese tiempo, Riolu pateó los trozos de hielo que se formaron en el campo de batalla, directo a la cabeza de Dragonite, aturdiéndolo. Finalmente, un Karatazo en la cabeza del dragón lo mandó a dormir. Jim lo había logrado de nuevo… ahora estaba en Semifinales.

    —Argh… perro con suerte — Dije en voz baja, y gracias a Arceus nadie me oyó.

    El resto de los Cuartos de Final, así como las Semifinales estuvieron muy buenas… bueno, exceptuando el otro match de Jim. Esto de que Riolu se llevara la gloria siempre me estaba poniendo muy de malas. Pero aún así, no podía escribir obscenidades en mi informe, aunque fuese un “borrador”, ya que eso me restaría puntos. Sencillamente destaqué lo mal que habían actuado los otros Pokémon de Jim. Bueno, excepto Voltorb… no era culpa del pobrecillo de que su entrenador era tan idiota como para ordenar Rodada y Explosión solamente, además de la ocasional Bomba Sónica.

    Hasta que llegó la finalísima, el punto final de este certamen, la guinda de la torta del campeonato, la última vértebra del Sharpedo… aquí se decidiría quién sería el campeón y quién el segundo lugar. Pero admitámoslo, ¿A quién le importan los segundos lugares? Sacar el primer lugar es lo más importante, o al menos eso decía mi padre, un reconocido beisbolista quien en este año jugaba su última temporada como deportista profesional. El físico de mi padre se ha visto mermado bastante por la edad y por ende, se retiraría luego de jugar el torneo de Navidad, celebrado justo después de la ya mencionada fecha. Era un pequeño torneo de solo 8 equipos, así que a lo más, mi padre jugaría 3 partidos antes de colgar el bat.

    Dejando de lado las aventuras deportivas de mi progenitor, ahora era el momento de ver a los competidores. Los comentaristas estaban cumpliendo bien su labor presentando a los dos finalistas…

    —En la esquina roja tenemos a Jim Ravens, la joven revelación de este certamen. En todos sus encuentros se ha destacado por mantener la calma en todo momento. Y su Pokémon más valioso es su Riolu. — Decía el primero

    —¡Tú lo has dicho, Stan! ¡Ese Riolu realmente nos ha sorprendido a todos! Es muy veloz y pega durísimo. Podríamos preguntarle a todas las víctimas que lo han enfrentado y seguro todos estarán de acuerdo conmigo.

    —No lo dudo, Larry. Aunque no creo que ninguno esté de ánimos para responder… y ni hablar de sus entrenadores. Todos estaban con la quijada en el piso cuando fueron eliminados por ese pequeño can.

    —Aún así, Jim no la tendrá tan fácil contra su contrincante, Sebelinda Mulder.

    Sebelinda Mulder… ella era una anciana que se conservaba bien en verdad. Tenía el pelo cano amarrado como lo hacían las señoras de avanzada edad regularmente. Usaba un suéter con un diseño extrañamente familiar. Lo mismo podía decir de sus pantalones y sus botas… y por si eso fuera poco, los rasgos faciales también me parecían extrañamente conocidos.

    —Hmmm… Esto me es sospechoso… — Ese susurro escapó de mis labios. No tenía idea el por qué, pero esa vieja señora me recordaba a alguien… — ¡Un momento!

    Ahora recordaba… en una foto familiar que nos tomamos mis padres, mis tíos y abuelos paternos, mi hermanita, unos primos y yo hace poco, recuerdo que mi abuela llevaba exactamente la misma vestimenta. Claro que había algunas discrepancias. Una era que el nombre de mi abuela es Virginia, y la otra es que tiene el pelo de color castaño y enrulado. Sin embargo, eso no bastaba para descartar la posibilidad… ¿Mi abuela una entrenadora de renombre? O por lo menos eso decían los comentaristas… Y a todo esto, ¿Por qué inventar un seudónimo?

    —Jim deberá cuidarse de esa veterana de los combates. Recuerdo que cuando yo era niño, ella ganó dos Grandes Festivales y fue una vez la máxima campeona de la región Hoenn. Luego de eso pasó a un estado de semi-retiro, concursando sólo ocasionalmente para dar ventaja a las nuevas generaciones, pero sigue asistiendo a competencias de poco revuelo, como ésta.

    —Cierto, Larry. Mejor nos quedamos callados y vemos a estos dos grandes estrategas en acción. Ya hemos dicho demasiado por el momento

    —De acuerdo, entrenadores. ¿Están listos?

    —Por supuesto, muchachito — Dijo suavemente doña Sebelinda

    —Claro que sí, compadre. ¡Empecemos! — Dijo Jim, un poco más enérgico, ya que era joven todavía.

    —Muy bien, gente… — Y con esto, movió sus dos banderas — ¡¡Comiencen!!

    Ya recuperado casi completamente de mi impresión por fijarme a última hora de que había un calco casi perfecto de la madre de mi padre en la competencia, me dediqué a observar este combate final. En verdad, pensé que esto iba a ser un tostón, pero con el pasar de los minutos, pude ver que la emoción y estrategia que le ponía la anciana contrapesaba muy bien la apatía característica de Jim. Ella no era de hacer nocauts rápidos, así que se tomó su sagrado tiempo e hizo varias rotaciones entre su Chinchou, su Spinda y su Camerupt para poder acabar con el Houndour y el Venomoth de Jim en unos 6 minutos más o menos. Además, la manera de administrar la energía de sus Pokémon era impresionante. Si bien Riolu no había recibido daños de consideración, TODOS los Pokemon de Sebelinda estaban en la misma situación que el susodicho cachorro.

    Ahora estaban peleando Riolu y Spinda. Ambos debían tener entre el 85 y el 95% de sus puntos de salud máximos. Las probabilidades favorecían enormemente a la señora Mulder: Aunque Spinda fuese vencida — era Hembra, Sebelinda lo mencionó. Había una ligera confusión luego de saber el apodo que ésta tenía: Paris, así que ella misma lo aclaró — aún tenía dos Pokémon listos para acabar con Riolu. Jim estaba consciente de ello… su apariencia despreocupada comenzaba a desvanecerse, aunque él aún aparentara total tranquilidad.

    —Riolu, usa Ataque Rápido, ¡Ya! — Esa fue la orden de Jim. Algo inapropiada, por decir lo menos, porque…

    —Paris, querida, usa tu ataque de Atracción

    Spinda guiñó uno de los espirales que tiene por ojitos y un corazoncito rosa salió volando directo hacia Riolu. Eso bastó para frenarlo en seco y lo dejó inmovilizado. Ahora presentaba un sonrojo enorme y su mirada estaba fija en Spinda.

    —Riolu… ¡Riolu, reacciona! ¡Por el amor de Arceus, RIOLU! — Definitivamente Jim había perdido la calma. Vaya tonto… ahora que sólo le quedaba un Pokémon enamorado contra tres en casi perfecto estado era que mostraba preocupación. Miré a mis compañeritos. Ninguno se veía muy feliz con lo que estaba pasando a Riolu, a quien hasta entonces apoyaban hasta con cánticos. Yo, en cambio, me reía para mis adentros.

    Al parecer siempre seré la nota discordante de mi clase, o quizás de toda la escuela. Ellos dicen rojo y yo puedo decir azul, anaranjado, verde, morado, ¡Cualquier cosa! Yo era libre para escoger mi camino mientras ellos sólo iban con la corriente, siguiendo las modas… quizás mientras yo sea diferente a ellos, tendré mi propia “capa de invisibilidad”… y como que ya le agarré el gusto a eso. ¿O era costumbre y nada más? Daba igual en ese momento.

    En lo que transcurrió de combate… bueno, ya no era combate, era casi masacre. Riolu al fin estaba cerca de la derrota. Paris le proporcionó sus buenas cachetadas guajoloteras. Roland, su Chinchou, aplicó unos cuantos ataques eléctricos y después, Alastor, su Camerupt usó el poder de la tierra (en forma de Terremotos y Avalanchas) para dejarlo bastante débil.

    —¡Maldita sea, Riolu! ¿Por qué no te mueves?

    ¡Imbécil! ¿Qué acaso no podía ver que Riolu sufría de Parálisis producto de la Onda Trueno que Roland le dejó poco antes de pasarle el bastón a Alastor?

    —¡Por favor, Riolu! ¡Te lo suplico! ¡Tienes que luchar!

    Meh… ahora se pone a rogar. Qué lastimoso…

    Pero de repente, uno de mis compañeritos de clase comenzó a animar a Riolu…

    —Ri-o-lu… Ri-o-lu… Ri-o-lu… — ¡Qué molestia! Pero realmente debe de querer a ese Riolu si le anima ahora.

    —¡Ri-o-lu… Ri-o-lu…! — Ahora una niña… otra más que fue idiotizada por unos cuantos movimientos afortunados de Jim en rondas anteriores. Me era difícil ignorar…

    …Y ahora esto era todavía peor

    —¡RI-O-LU! ¡RI-O-LU! ¡RI-O-LU! ¡RI-O-LU!

    ¡Todos! ¡¡TODOS!! Mis compañeros estaban haciendo porras a Riolu… pero qué muestra de estupidez más grande. ¿Acaso no se daban cuenta que eso era un simple video? ¿Acaso ignoraban que esa competencia data de meses atrás? Y, aunque fuese en vivo… ¿Acaso se les olvidaba que Riolu NO PODÍA ESCUCHAR NINGUNO DE SUS CÁNTICOS? Ugh… casi me dan lástima todos ellos… Sebelinda sólo debía ordenar un último ataque y…

    ¡¿PERO QUÉ DEMONIOS?! ¡Riolu estaba brillando de repente!

    —¡Madre mía, Stanley! ¡Riolu refulge en un blanco brillante! ¡Está evolucionando en frente de nuestras narices!

    —Esto sí que nadie, ¡Absolutamente nadie!, se lo esperaba. Yo pensaba que la suerte de Jim se había acabado al fin… ¡Y ahora sucede esto! Tal parece que algunos han nacido bendecidos por la Diosa de la Fortuna.

    En escasos segundos, ese Riolu había crecido. Ahora medía lo mismo que un niño pequeño, pero su rostro reflejaba gran madurez. Las púas que crecieron en su tórax y en el dorso de sus manos lo hacían verse todavía más imponente. Era oficial… ya no era un Riolu. Era un Lucario.

    —Oh, caracoles… — Alcancé a murmurar con una voz apagada y derrotada

    —Madre mía, ¿Pero qué tenemos aquí? El pequeño Riolu ha crecido mucho, jejeje… — Al parecer, Sebelinda se lo tomaba con muchísima calma. Debo admitir que yo, en una situación como esa, estaría sudando helado.

    —¡¡BIEEEEEEEEEEEEEEEEENNNNN!! — Gritaron todos mis compañeritos. No es que fuera la primera vez que alguno de nosotros hubiese presenciado una evolución en video, pero estaba claro que todos (a excepción de mí) estaban maravillados al ver un Pokémon tan raro y difícil de encontrar. Los entendía en verdad… pero yo hubiese deseado que eso jamás hubiese ocurrido.

    —¡¡Asombroso!! ¡¡Siempre supe que evolucionarías, pequeñín!! ¡Ahora sí que el campeonato es nuestro! — Era que no, Jim estaba más que contento con esa evolución… aunque si tuviera que hacer una apuesta, diría que él estaba más preocupado por la posibilidad de perder ante una ancianita que por la salud de su Pokémon… — ¡De acuerdo, Lucario! ¡Vamos a ver de qué eres capaz!

    —Alastor. Regresa, querido… — Sebelinda tenía algo grande en mente. De lo contrario no hubiese retirado al mamífero de 490 libras. — ¡Paris, te necesito una vez más!

    Bueno, Paris tenía que enfrentar de nuevo a Rio… es decir, Lucario. Pensaba que… quizás Jim no ha aprendido nada de su encuentro anterior con Paris y podría caer redondito en la trampa una vez más…

    Craso error.

    Cuando Paris intentó hacer el mismo movimiento de antes, Lucario evitó el corazoncito rosa a una velocidad infartante. Luego de ello, se posicionó cerca de la Spinda, flanqueándola, y uso Ataque Óseo. En los juegos te decía que como mucho eran 5 golpes, pero conté los que dio Lucario y fueron por lo menos doce, veloces como el rayo. Finalmente, coronó esa ofensiva con su ataque Palmeo, y así fue como Paris cayó vencida. Pobrecita…

    —Oh, cielo santo… — Eso fue lo que alcanzó a exclamar doña Sebelinda. Bastante calmada estaba para alguien a quien le habían noqueado su Pokémon en sólo quince segundos.

    —¡Spinda ya no puede pelear! ¡Lucario es el ganador! — En esos momentos me daban unas ganas tremendas de tirarle tomates al Referee, pero no sería correcto, ya que él sólo cumplía su deber

    —¡Excelente, Lucario! ¡Eres sensacional! Ahora vamos a por los demás… ¡Vendetta! — Las palabras de Jim para arengar a su Pokémon me parecieron un tanto cliché e inapropiadas. Pero al parecer, Lucario estaba listo para acabar con sus otros dos rivales, así que no podía dudar de lo efectivas que eran

    Hice bien en no dudar, después de todo… Lucario acabó con Roland el Chinchou en 30 segundos y con Alastor en dos minutos. En algunos pasajes el Camerupt pudo dañar y quemar a Lucario, pero éste tenía una fortaleza inconmensurable, lo que le terminó por dar la victoria. Las siguientes palabras del referee me hicieron sentir terrible…

    —¡Camerupt ya no puede pelear! Lucario vuelve a ganar y por lo tanto, nuestro campeón del Campeonato Laurel es… ¡El participante Jim Ravens!

    Y todo se acabó al fin… de la manera en que la gran mayoría estaba más que feliz. Ahora los niños y niñas de mi salón tenían nuevos ídolos: Jim, el entrenador con demasiados santos en la corte, y Lucario, el Pokémon más poderoso de toda esa competición. Sin embargo, ese final me dejó un sabor muy amargo en la boca. O sea… ¿Todo lo que hay que hacer para ganar un torneo local o incluso una liga completa que abarque toda la región… es entrenar a un solo Pokémon a lo largo de tu viaje, olvidándote casi por completo del resto, y rezar porque evolucione en la situación más complicada? Si fuese así… ¡Todo lo que me han enseñado en esta escuela se va al tacho de la basura!

    —Muy bien, niños, se acabó el video. — Dijo el profesor Aitor — Aún quedan 45 minutos de clase, así que quiero que todos me hagan un informe simple sobre lo que vieron. Mínimo veinte líneas.

    Mis compañeritos soltaron el típico “aaawww” de desagrado. Aitor se rió

    —¡Jajajaja! ¿Qué creían? ¿Qué no les iba a dejar tarea? No todo es risas en esta clase…

    De no ser por que aún me sentía afectado por la victoria de Jim Ravens y su sobrevalorado Lucario en el campeonato, seguramente yo me estaría riendo junto con Aitor. Aún así… yo tenía gran parte del “informe” hecho. No estaba terminado, aunque diera la impresión de que sí lo estaba, ya que cuando conté las líneas que llevaba, eran 26. Aún me faltaba la parte final… así que la hice lo más lapidaria posible para ese tipejo con suerte, cuidando de no introducir palabras soeces.

    Me sentía un poco mal del estómago, pero le di casi nula importancia y en tres minutos tenía todo terminado. Arranqué las hojas de mi cuaderno, me levanté de mi asiento y procedí a entregar mi “borrador”. El profesor me felicitó y me puso una calcomanía de estrellita en la frente. Luego le pedí permiso para retirarme ya que no había nada más que hacer, y me lo concedió. Caminé con cierta sensación de triunfo al ver que dos o tres compañeros me miraban feo, verdes de la envidia, debido al tiempo libre que tenía ahora… pero mi semblante vencedor se desvaneció en cuanto salí del salón. De ahí me puse a correr hacia el baño de niños.

    Ya dentro, revisé el inodoro más cercano. Estaba vacío y limpio, así que me senté cual rey en su trono y me puse a “hacer del dos”

    —Aaaaaah… — Suspiré aliviado, y luego me puse a pensar — Creo que el desayuno me cayó pesado. Espero no estar enfermo o algo… aunque… quizás es la sensación que me queda cuando veo que, por una vez, todo en lo que he creído correcto se va al garete.

    Después de todo, a todos nos han enseñado que, si queremos triunfar en lo que sea a lo que nos dediquemos, se debían seguir ciertas reglas:

    - Querer a todos nuestros Pokémon por igual
    - Entrenar a todos más o menos con las mismas energías y con la intensidad acorde a sus capacidades
    - No llegar y atacar a lo loco. Siempre hay que pensar en una buena estrategia
    - En batalla, lo importante no es causar el máximo de daño posible al Pokémon rival, sino causar el MÍNIMO de daño posible a NUESTRO Pokémon y lograr vencer. Después de todo, los Pokémon tienen sentimientos.
    - Si se puede vencer sin luchar, hazlo.
    - Uno debe adaptarse a la personalidad del Pokémon y no forzar al Pokémon a adaptarse a tu personalidad. Esto es válido también para el sentido estratégico
    - En lo posible, antes de una batalla, conversar con tu(s) Pokémon que va(n) a participar para ponerse de acuerdo en el plan de acción.

    Y ahora, Jim Ravens… podría apostar todo mi cabello a que no siguió NINGUNA de esas leyes tan fundamentales. Sólo llegó, atacó como una tromba, forzó a los demás Pokémon a trabajar para que Riolu se luciera y así y todo terminó siendo el campeón y obteniendo un valioso Lucario… ¡Dos recompensas por hacer prácticamente nada! Eso me daba rabia, y mucha… y lo peor era que ninguno de mis compañeros de clase tenía los dos dedos de frente necesarios para pensar en ello.

    Otro sorete salió de entre mis nalgas y cayó con tanta fuerza que me las salpicó con agua. Eso me encabronó aún más… deseaba que no entrase nadie en ese momento, ya que sólo quería gritar…

    Pero cuando estuve a punto de hacerlo, dos compañeros míos entraron juntos. Tuve que tragarme toda mi furia.

    ===================================================================================


    Bueno, eso es por el momento, gente… espero poder traerles pronto la tercera y última (se los juro, esa sí que será la última n__n) parte. No quiero prometer nada… pero sí quiero hacer preguntas para ver si están atentos de verdad -w-

    1- ¿Qué opinan ustedes del actuar de Jim Ravens a lo largo de toda la competencia? No puedo estar tan equivocado, ¿O sí?
    2- ¿Se imaginan a ustedes como entrenadores/criadores/coordinadores/etcétera activos cuando ya pasen la barrera de los 60 años de edad?
    3- ¿Creen que el vocabulario que uso es confuso y difícil de entender?

    OK, eso sería todo. Los estaré viendo/leyendo a todos ustedes… ¡Gracias por poner atención! n__n

    Los quiere: Nathan, el Cordero Metalero \../

     
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  11.  
    Rojo y naranja

    Rojo y naranja Fanático

    Acuario
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    LEÍ EL PRIMER CAPÍTULO Y EL 2° (PARTE 1) Y DEBO DECIR QUE ES UN MUY BUEN FIC NATHAN ¡DE VERAS!
    SÍ, TECUERDO LA HISTORIA DEL GRANBULL, LA LEÍ EN OTRO FIC EN EL QUE PARTICIPABAS, EN FÍN.
    YO NO ME PREOCUPO POR ESO, NO FUÉ A PROPÓSITO, ADEMÁS FUÉ CULPA DEL PADRE POR COMPRAR ESAS ARMAS.
    ME DA GUSTO QUE DEFENDIERA NATHAN A FREYA, ADEMÁS LA MAESTRA SANGRONA LES DIÓ SU MERECIDO A ESAS ABUSONAS, Y ES BUENO VER QUE YA TIENE UNA NUEVA AMIGA.
    ¿UN RIOLU? ME SORPRENDE QUE NO SEA LUCARIO, ADEMÁS MUCHOS ENTRENADORES EN ESTA LIGA USAN POKÉMON PEQUEÑOS (NO ME ESTOY QUEJANDO, ES SOLO QUE NO ES COMÚN)
    YO TAMBIÉN DE PEQUEÑO HE SIDO UN NIÑO MUY SOLITARIO, CONSIDERADO POR LOS DEMÁS COMO UN "BICHO RARO", PERO TAMPOCO ME HA MOLESTADO LA SOLEDAD.
    LUEGO LEO EL RESTO.
    ROJO Y NARANJA ¡CAMBIO Y FUERA!
    EDITADO: YA LO LEÍ
    MUY BUEN CAPÍTULO, Y MUY BUENAS BATALLAS, INCREÍBLE QUE ESE PERRUCHO GANARA TAN FÁCIL.
    ¡CIELOS! YO TAMBIÉN QUERÍA QUE JIM PERDIERA ¿CÓMO ES POSIBLE QUE GANARA LUCARIO A LOS 3 POKÉMON DE "SEBELINDA"? EN FÍN.
    BIENVENIDO A MI MUNDO, YO TAMBIÉN SÉ QUE LA GENTE ES IDIOTA

    NO



    NO

    ESO ENSEÑA 2 IMPORTANTES LECCIONES:
    1.- HAY MÁS DE UNA MANERA DE LOGRAR LAS COSAS, NO DIGO QUE LA FORMA DE JIM TAMBIÉN SEA CORRECTA NI QUE ESTÉ DE ACUERDO, PERO FUÉ EFECTIVA ¿NO?
    2.- LA GENTE TIENDE A ENSEÑAR LECCIONES.... QUE NI ELLOS MISMOS SE CREEN, SOLO LO HACEN PORQUE "TIENEN QUE HACERLO"
    EN FÍN, BUENA HISTORIA, SIGUE ASÍ
    ¿SE TE OCURRE UNA NUEVA DESPEDIDA PARA MÍ?
     
  12.  
    Navaja

    Navaja The best people in life are free

    Libra
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    La verdad, es muy interesante :)

    Mi parte favorita fue la del video :D Waw! Que manera de pelear la de ese chico, y no es que esté alagándolo, pero que un Pokémon sea así de fuerte requiere de todas formas un entrenamiento intensivo.

    Me gustaron los Pokémon que usó Monty me encantaron, sobre todo Pidgeot. Esa derrota me dolió >.< Aunque me alegró que pudiera hacerle frente tan de frente a Jim xD. Esa parte de las bolas de hielo me encantó, solo que fue un error fatal imitarle el ataque a Riolu, porque obviamente no causa tanto daño devolver un ataque que el rival ha lanzado. Pero bueno, tal vez si no hubiera hecho eso, hubiera peleado un poco mas :)

    Mhm, lo de la abuelita me tiene intrigada... no sé que decir pero me alegra que le haya hecho de frente tan de cerca al chico ese. Pero LEJOS lo que más me sorprendió fue que Riolu haya evolucionado cuando ya lo tenían servido!! Ush! admito que eso me dio rabia, pero bueno, no se puede hacer otra cosa con el Justin Bieber de los entrenadores xD

    1-¿Qué opinan ustedes del actuar de Jim Ravens a lo largo de toda la competencia? No puedo estar tan equivocado, ¿O sí?
    Opino que es un entrenador interesante... Sus técnicas no salen de lo común o lo llamativo, pero de que su técnica es efectiva, es efectiva :) Hm... estoy verde de ganas por saber cual es su táctica de batalla. Aún no la logro descubrir.


    2-¿Se imaginan a ustedes como entrenadores/criadores/coordinadores/etcétera activos cuando ya pasen la barrera de los 60 años de edad?
    Sinceramente he pensado antes en eso... Yo me veo tejiendo ropas a los Pokémon de mis nietos, y con mucha experiencia :) Aunque también sería muy cute seguir en forma para seguir haciendo lo que me gusta hasta siempre :) Probablemente haría lo mismo que la señora de la historia, aunque sin disfraz, porque hay que estar orgullosos de lo que uno ha logrado no?

    3-¿Creen que el vocabulario que uso es confuso y difícil de entender?
    Para nada, aunque hay cosas que no me gustaron, como esa escena del baño. Demasiada información para un momento privado.

    Espero con ansias la continuación, este capítulo deja MUCHO en que pensar y muchos enigmas.

    Un beso!
     
  13.  
    ElyHaruKaa

    ElyHaruKaa Entusiasta

    Piscis
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    Holaa!! Dicho y hecho ya me los he leido y eres el primero en levantarme el espiritu de escribir debo agradecerte, no podía esperar otro día sin leer tu historia así que hoy que ya fui a hacer un examen de admisión, tenía que hacerlo. Ejemm..... mejor comento XD:

    ¡Tu historia muy espectacular! La verdad que a mi me comienzan a aburrir las batallas largas pero las tuyas, además de que los luchadores eran otras personas, me cautivaron. En lo que respecta de Nathan waaa tiene una forma de ser interesante y me dió tristeza desde el comienzo cuando otros te evitan solo por rumores aunque sean ciertos o falsos, tenían una triste pasado... me conmoví mucho cuando me enteré que fue para proteger a tu hermanita; también cuando le comento al compañero ese y dijo -¡Estas loco!- bueno se que cada quien es libre de opinan pero sus palabras eran tan absurdas. Aunque tengo algo de incomodacion por que bueno.. Nathan hay personas que sea suerte o no tienen la vida más facil y parece injusto, pero bueno mi ideologia es que los que sufren, son los que se dan cuenta de la realidad y la vida de personas como esas no tienen nada que ver conmigo.
    La segunda parte que me gustó fue tu encuentro con la pequeña..... jajaj me dio tanta risa la tactica para evitar que la siguieran molestando; yo si digo que fue algo inteligente XD!! La relacion de ambos no la puedo olvidar como soy amante de estos temas X3.. solo una pregunta: ¿sera relacion de chavo que la ve como una hermanita menor a quien proteger, o mas que eso? Bueno cualquiera de las dos me darán lindura así que estan bien ;).

    Como ya me ausente mucho que parecieran siglos jaja olvide revisar la ortografía y si las hay, pues mínimas... casi nada por que al momento de leer no las note.

    ¿SOLO TERCERA PARTE? Waaa pero si puedes hechar a volar tu gran imaginacion y hacer más... bueno te comprendo la falta de tiempo es un gran problema T_T. Bueno lo esperare con ansias y si me puedes avisar cuando salga por que soy bien despistada.

    Ahora respondo tus preguntas:


    1- Si ustedes fueran alumnos de un instituto como este y les dieran como tarea hacer un informe escrito (nada muy grande, claro) sobre un torneo... ¿La harían?
    Siii... si no dejan tantas condiciones....si la haria

    2- ¿Algo en particular de la historia que les llame la atención más que el resto?
    El encuentro con la pequeñita X3 y el flas back de su hermanita en peligro

    1-¿Qué opinan ustedes del actuar de Jim Ravens a lo largo de toda la competencia? No puedo estar tan equivocado, ¿O sí?
    Bueno cada quien a lo suyo.....no existen personas perfectas y segun siempre me dicen mis amigos que lo que se hace se devuelve... aunque sigo sin creer.....la vida no siempre es justa

    2-¿Se imaginan a ustedes como entrenadores/criadores/coordinadores/etcétera activos cuando ya pasen la barrera de los 60 años de edad?
    Imaginarme toda viejita Ahh!! si trato de recuperar algo de mi perdida niñez que nunca tuve...... aun no me imagino ni de 30 XD

    3-¿Creen que el vocabulario que uso es confuso y difícil de entender?
    No no es dificil, uno se puede confundir por unas palabritas y tu forma de expresar es respetable, no ofende como otros ¬¬

    Amm pues creo que es todo por ahora y claro espero las demás.

    Bye bye =)
     
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  14.  
    J.Nathan Spears

    J.Nathan Spears Adicto Comentarista Top

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    La Nota Discordante
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    OK, gente n__n. Al fin, luego de MUCHO esperar... ¡Aquí les traigo la parte final! ¡Espero la disfruten! Puse mucho de mí :B. Tanto que ahora usaré permanentemente este estilo Narrativa xD. Me pregunto qué opinaría cierta gente adicta a esto de la Narrativa o.o (cofcofblackicofcof)

    En fin, espero que disfruten -w-

    ======================================================================

    Episodio II – Parte III (final)

    Intentando no hacer ruido alguno para no alertar a los otros dos chicos que decidieron (a mala hora) entrar a los sanitarios, me quedé quieto en el “Trono real” mientras los escuchaba conversar.

    —¡Pow! ¡Bam! ¡Biff! — Gritó uno de ellos. Su voz revelaba un completo entusiasmo… — ¡Ese tal Jim Ravens realmente sabe cómo dar una paliza!

    —Oh, genial… — Pensé, aburrido — Más gente que le chupa las patas a ese entrenador de tercera Ya me estaba hartando escuchar tanto fanatismo vacío

    —Ese pokémon parece la reencarnación de algún fallecido maestro de artes marciales. ¡Como el de la serie Spheres of the Lynx!

    —¡Exacto! ¡El episodio donde el antiguo maestro Wodaito encerró a un malvado demonio gigante en una lonchera! ¡No me extrañaría que ese Riolu…!

    —Ahora es Lucario, recuerda — Interrumpió su amigo

    —¡Cierto, Steve! No me extrañaría que ese Lucario fuese la mismísima reencarnación de ese gran maestro

    —Vaya par de tontos — Pensé, apretando los dientes, más por vergüenza ajena que por algún otro “turrón” que pudiera salir de mis entrañas — ¿No se dan cuenta de las estupideces que dicen? ¡Spheres of the Lynx es una serie FICTICIA, al igual que el maestro Wodaito!

    —Como sea, yo mataría por obtener un Pokémon así — Declaró Steve. Le podía perdonar semejante estupidez solo porque tenía 10 años — También quisiera tener un Dragonite, un Luxray y un Drapion. ¡Cómo molan!

    —Pero tenerlos sería muy, pero muy difícil — Respondió su amigo

    —No importa. Mi hermano mayor ha viajado por al menos 4 regiones y cada vez que le pido algo de sus viajes, me lo trae… ¡Seguro que podrá capturarme esos Pokémon para mí! ¡Y seré invencible!

    No sabía si decir que ese niño era demasiado iluso o demasiado afortunado. Hubiese deseado tener un hermano mayor que me cuidara, me enseñara y que posiblemente me regalara un Pokémon valioso, al cual cuidaría como hueso santo. Pero como no era el caso, estaría atrapado unos años más en esa escuela y cuando saliera, tendría que atrapar yo mismo mis Pokémon. Pero no quería verme como entrenador aún… no sabía si el día siguiente seguiría con vida, después de todo.

    Los chicos se fueron después de hacer “del uno” y lavarse las manos. Esperé 10 segundos por si las moscas, y luego terminé mi “trámite”. También me fui a lavar las manos cuidadosamente y salí a paso lento. Ya no tenía más clases por ese día y era momento de volver a mi habitación. Ahí me estaría esperando la única… bueno, hasta antes de almorzar, persona de más o menos mi edad con la que podía hablar. Era Ike, mi compañero de cuarto

    Ike era un chico de 13 años entonces. Siempre llevaba una polera a rayas horizontales que lo hacía ver más gordo de lo que era (pesaba 69 kg.), y sus colores, Magenta con verde limón, no ayudaban. Vestía también unas zapatillas gastadas y unos pantalones cortos color café. Sufría de sobrepeso, pero no se notaba porque era de la misma altura que yo. Tenía el pelo castaño y desaliñado, y los ojos del mismo color (podría apostar que sus dientes rondaban por esa tonalidad pero no quería ofenderle). Yo estaba seguro de que Ike era muy inteligente, pero siempre mostraba CERO interés por las clases. Si me hicieran adivinar el por qué Ike tenía un avance curricular tan dispar (por ejemplo, yo había pasado todas las materias de primer año, pero él incluso era compañero de Freya en otras asignaturas “básicas”, además de cursar unos pocos ramos avanzados) era porque seguramente AMABA este lugar y no quería irse. Y no veo esa posibilidad como descabellada, ya que, después de todo, sirven desayuno y almuerzo todos los días, además de que el clima de Ciudad Férrica es bonito y sus alrededores son acogedores.

    No obstante, comencé a sospechar que a Ike su familia no lo quería. Normalmente, los fines de semana los paso con mis padres y mi queridísima hermana y eso me alegra el espíritu. Sin embargo, nunca vi a Ike sonreír luego de que acabaran las clases de los viernes. Eso me hacía pensar un escenario desafortunado (por decirlo de manera suave) para la situación de mi compañero.

    Entré a mi habitación y ahí lo encontré, tirado en su mitad de la litera, la de arriba. No entendía por qué todos los chicos preferían la parte de arriba y no la de abajo del camarote. Quizás se sentían superiores o algo así… pero a mí no me despertaba interés el ser alguien importante o destacado. Me tendí en mi mitad de la cama y quise hablarle a Ike…

    —Ike… — Lo llamé, pero no contestó — Ike…

    —¿Qué pasa, carnal? — Respondió él con la voz cansada

    —Oh, ¿Te estoy molestando? — Le pregunté. Él se tardó en contestar, pero al final soltó un…

    —No. No pasa nada, carnalito. Sólo cuento las hormiguitas que corren por el techo

    Resulta que Ike, unos diez días atrás, estaba jugando con un envase de Ketchup que sacó del comedor y salpicó una mancha de tamaño no despreciable en el techo. Él quiso limpiar pero poco pudo hacer con los dedos, así que desde entonces, hay hormigas rondando por ahí. Él fue castigado por una semana, pero se lo tomó muy bien. Quizás demasiado…

    Ahora Ike estaba libre, pero no feliz. Si de él hubiese dependido, estoy un 99,9% seguro de que él hubiese extendido su castigo unas dos semanas más, para poder dormir acá o incluso pasar una austera pero cálida navidad entre los conserjes.

    Callé por un rato. No se me ocurría de qué hablarle al chico. En eso, él me dijo con voz fuerte

    —Si me llamabas, debe ser por algo. ¡Habla ahora, pana!

    —Eeem… bueno… — Dije tímidamente mientras pensaba en un buen tema de conversación. Luego de sacarme las memorias de los chicos vitoreando a ese Lucario, llegué a un tema muy cliché, pero que serviría — ¿Qué le pedirás a Santa Claus?

    Él no respondió… por un momento pensé que mi pregunta le habría ofendido. Bueno, él no es un pan de Arceus precisamente, pero tampoco era un mal chico. Solo estaba desmotivado…

    Entonces, luego de un silencio que fue técnicamente de once segundos, pero que me pareció el triple de largo, él sacó la voz

    —No valdría la pena decirlo. Ni siquiera me porto bien

    —¡Anda! ¡Seguro que hay algo que deseas con todo tu corazoncito! No eres una mala persona… como esas tipas que se aprovechan de niñas cinco años menores… — Refunfuñé eso último, pensando en Freya y las bravuconas que la atosigaban

    —¿De veras quieres saberlo? Es algo demasiado complejo

    —¿Complejo dices? Has despertado más aún mi interés — Si seguía actuando así, mi fama de empollón no iba a dejarme tranquilo nunca. No obstante, me encantaban las cosas complejas e intentar resolverlas — ¡Cuenta! Por favor…

    —Vale, te diré…

    Sentí al pobre chico sollozar. Se me oprimió el corazón al escuchar a la persona más cercana a mí (literalmente) sufriendo. No solían importarme las demás personas, ya que normalmente soltaban lágrimas de cocodrilo por cosas sin sentido, como por ejemplo, perder un mazo de cartas coleccionables de “Homunqulus”, un juego de cartas muy popular en esa época con temática de alquimia y mutaciones en Pokémon. Sin embargo, el llanto de mi compañero era el más sincero que había escuchado de un hombre (digo eso porque también escuché a Freya llorar y ella también era sincera. Después de todo, que tres matonas abusen de ti no es un asunto menor).

    —Mira, lo único que quiero es que mi padre regrese de su expedición a Carinox Gamma 27. Eso es todo…

    —¡Oh! — Exclamé sorprendido — ¡No sabía que tu padre era astronauta!

    —Eres el primero que adivina, Nathan. Los demás chicos, ¡Esos buenos para nada! — Esa última frase tenía impresa toda la rabia de Ike — Ellos creen que Carinox Gamma 27 es un zoológico o un vertedero municipal. No los golpeo porque no quiero que me expulsen de aquí… en este lugar, y más específicamente, en este cuarto y en el de los conserjes, me siento más a gusto que en mi propia casa.

    —Vaya… no lo sabía, amigo — Yo mismo me sorprendí de lo que había dicho. Hasta ayer no tenía ningún amigo y ahora ya tenía dos. Ike me caía bien, pero nunca me acerqué a él como ahora. Debía ser el espíritu navideño el que me instó a tenderle una mano, y no me arrepentía de hacerlo, a decir verdad. — Es muy triste lo que cuentas… pero tu padre… ¡Es asombroso! ¡Mira que visitar las estrellas y descubrir minerales y otras cosas!

    —¡Al cuerno los minerales, los alienígenas, los cometas y todo eso! — Gritó él, furioso. En situaciones normales me hubiese alejado, pero ese grito era de puro dolor en el alma. No era motivo para tener miedo — ¡Sólo quiero que pase la tonta e insípida Navidad conmigo! ¡Eso es lo único que deseo, y que llevo deseando desde que tenía 5 años! ¡Pero nunca se cumple!

    Yo podré haber asesinado accidentalmente a un Pokémon… pero al menos siempre tuve tanto a mi madre y a mi padre cerca de mí en todo momento. Ellos no me abandonaron por nada… que te falte un padre, o peor aún, que te falten los dos, es algo diez veces más horrendo.

    —Bueno… ¿Y qué hay de tu madre? — Pregunté ilusamente, pensando que respondería lo típico: “Para tener más ingreso familiar, ella trabaja a tiempo completo”. Sin embargo, me esperaba algo peor

    —¡Ella murió! ¡Se fue! ¡Cuando apenas tenía 4 años! Papá dijo que ella se fue a un lugar bonito y que regresaría por mí algún día… ¡Pero ya no soy así de ingenuo! ¡Está claro que no regresará a mí nunca! — Esos gritos de dolor me afectaron mucho. No debí preguntar algo tan delicado, así que opté por disculparme

    —L-lo lamento mucho… no sabía que eso había pasado

    Pensé que él se bajaría y me daría una paliza inolvidable, y también pensaba que quizás lo merecía. Pero no… él sólo respiró hondo, suspiró y se medio calmó

    —Ya lo tengo asumido. Descuida… — Eso era un alivio… al menos para mi integridad física

    —Qué horror… ¿Acaso nadie cuida de ti? ¡Sólo tienes 13 años!

    —Técnicamente, mi madrina me está cuidando, ya que vivo con ella… pero yo a ella no le importo en lo más mínimo. Ella es la única hermana de mi difunta madre y sé bien que sólo se quiso ocupar de mí por la herencia. Mi madre fue lo suficientemente precavida como para ponerme a mí como su heredero… y también puso como condición que mi madrina me pusiera en esta escuela para que yo fuera un gran Entrenador Pokémon.

    —Ajá… ya veo. Pero… ¿Por qué no quieres salir de aquí? ¿No querría tu madre que te graduaras?

    —Ya lo sé, Nathan. Pero cuando voy a mi casa, siempre termino enfermando. Aunque parezca fuerte, mi salud es delicada… me he debilitado gradualmente por alguna extraña razón. Tengo sospechas, pero no son fundamentadas…

    —Oh… ¿Y tendrá algo de malo compartirlas conmigo? — Pregunté impulsivamente, para luego pensar — ¡Mierda! La he cagado… esto es algo muy delicado y no puedo preguntarlo así como así… — No obstante, él se mostró comprensivo y contó su versión

    —Creo que ella… ¡Ella me está envenenando lentamente! — El pobre tipo estalló en llanto y lo entendía. Una cosa es que tu familiar más cercano no sienta nada por ti… pero otra muchísimo más macabra era que ese familiar intentara deshacerse de tu existencia. Y no era para nada descabellado, porque eso explicaba por qué Ike odiaba la llegada de todo tipo de vacación… y además, en las pasadas vacaciones de verano llegó con ocho días de atraso. Según pude averiguar, recién entonces fue dado de alta por el hospital. Había luchado contra una peritonitis causada por envenenamiento… y esa no fue la única vez, ya que en las pasadas vacaciones de primavera también llegó tres días después de lo estipulado, con síntomas similares…

    —¡Santa Cachucha! — Exclamé, atónito — Pero… ¿Por qué no la demandas? ¡Estás en pleno derecho!

    —¡Por que no tengo pruebas! ¡Y sin pruebas no puedo defenderme! ¡Es elemental, Nathan!

    —Eso es verdad — Dije, pensativo — No se me ocurre qué más decirte… pero bueno, ahora lo capto. ¿Qué piensas hacer tú ahora?

    —Lo que sea… ¡MENOS VOLVER CON ELLA! ¡Voy a jugarle una broma tremenda a la directora y haré que me castigue!

    En teoría esa era una buena idea… si no fuese porque conozco a Ike y él ha jugado MUCHAS bromas ya. Me atrevía a pensar que estaba al borde de la expulsión, aunque él lo ignorara… lo mejor era detenerlo

    —¡Hombre, no! ¡No puedes hacerle eso a la directora! ¡Eso es suicidio!

    —En el peor de los casos, se supone que TODOS tenemos derecho a elegir cómo moriremos… y prefiero que lo haga ella a mi madrina. Sufriré mucho menos… Y en el mejor de los casos, tendré sólo el fin de semana de castigo, y lo pasaré con los conserjes, esa gente humilde y buena. No tendré regalos y seguro que Santa me dejará solo carbón, pero me da igual.

    —Así que te gusta pasarla con los conserjes… bueno, aún así no es necesario que le juegues una bromita a nadie. Todo lo que tienes que hacer es sincerarte con la directora al igual que como lo has hecho conmigo

    —¿Y crees que ella tenga tiempo para alguien como yo? No soy su alumno mejor portado precisamente

    —Ella TIENE que escucharte. Después de todo, es su trabajo… si se lo explicas educadamente, seguramente ella verá cómo podrá ayudarte. —Eso fue lo que le expliqué — Es cierto que existe gente mala, pero asimismo existe gente buena. Y confío plenamente en que la encargada de este lugar corresponde a la segunda categoría

    —¿Tú crees? — Preguntó él, un poco más esperanzado

    —Hombre, estoy segurísimo… tanto como que la precisión base de una Hidrobomba es de 80

    —¡Mierda! ¡Yo puse 65 en la evaluación control! Bueh, otra mala nota para mi colección, supongo… ¡Jajajajaja! — Dijo Ike, ahora estaba riendo y eso me alivió en gran medida. Luego de unos segundos de risa y ligereza, él volvió a tomar su tono serio — En fin, creo que vale la pena intentarlo. Espero que me escuchen… eso es todo lo que pido

    —Sé sincero sin caer en lo grosero, y lograrás lo que quieres…

    —Gracias, Nathan. En verdad gracias… — Esa gratitud se sintió muy bien al ingresar en mi interior… pero la cosa no terminaba ahí — Y ya que te he molestado tanto con lo que yo quiero… ¿Qué es lo que deseas tú?

    —No lo he pensado mucho — Le contesté — pero me gustaría que los chicos en general dejaran de ser tan ingenuos y tan impresionables… que pudiesen ver más allá de lo que se ve a simple vista o de lo que les cuentan. Por si no lo has notado aún, tengo una pésima reputación por algo que me pasó…

    —Ah, lo del Granbull… — Él era inteligente. Y aunque me incomodó un poco que lo supiera, también me alegró ver que él no me ponía voz de desprecio — Eso cualquiera lo sabe. Sin embargo, yo me informé bien y supe que fue por defender a tu hermanita de apenas 2 años.

    —Al menos lo entiendes… — Dije en voz baja. Él siguió hablando

    —Pero al menos tu familia aún te quiere… y tienes excelentes calificaciones. Santa seguro te cumplirá tu deseo… o al menos, te dará un lindo coche de bomberos o nave espacial como consolación. A los niños buenos siempre les regalan cosas lindas.

    —Supongo…


    Ambos seguimos conversando distendidamente de cosas sin mayor importancia… ahí me enteré de que Ike, al parecer, quería ser más un artista que un entrenador. Daba igual lo que fuera: coordinador, científico, cirquero, ¡Cualquier cosa! Sólo importaba que hiciera su trabajo lo mejor posible, siempre. Y sin darme cuenta, me quedé dormido… al parecer estaba más cansado de lo que pensaba. Como dijo un personaje de animé del cual no me acuerdo bien: No importa cuánto devores en el día. No engordarás mientras uses algún músculo. Sobre todo, uno en extremo importante: El cerebro.


    Y llegó el día siguiente…

    <<Viernes 21 de Diciembre de 2001>>


    Sólo tendríamos una clase, para luego ir al receso y después ocupar el siguiente periodo en escribir una carta a Santa Claus. En fin, nada interesante sucedió en la clase de Siembra de Bayas, pero de todas maneras me ayudó a relajar. El receso se me pasó volando como un Swellow con indigestión severa, a pesar de que no hablaba con nadie. Claro que, no pude evitar escuchar a unos cuantos chicos decir…

    —¡Para Navidad quiero un Lucario igual que el de Jim!

    —¡Yo también! ¡Con un Pokémon como ese seré invencible!

    —¡Y yo! — Repitieron varios más

    Tuve que hacer un esfuerzo herculeano para no gritar pesadeces a esos chicos. Seguramente todos se aliarían contra mí y me tildarían de envidioso. Pero no, no es la envidia lo que me preocupa… si ellos quieren criar un Riolu o Lucario, ¡Bien por ellos! Pero… ¿Habrá suficientes Riolus y Lucarios para tanto niño? Por lo que he investigado, son una especie rara hasta para su región de origen. Pero bueno, cuando eres un pre-púber, es extremadamente raro que te preocupe en algo el balance del ecosistema.

    ¡¡RIIIIING!! ¡¡RIIIIING!!
    El timbre que indicaba el final del recreo sonó fuertemente. Era hora de ir a clases y yo caminé con toda calma hacia el salón para tomar mi asiento.

    Luego de unos minutos esperando y unos cuantos avioncitos y bolitas de papel volando por doquier, la inspectora hizo acto de aparición e inmediatamente el silencio reinó en el aula. Música para mis oídos…

    En seguida, ella nos dio a todos una hoja de papel de color verde claro, uno de los colores que simboliza la Navidad. Ella nos dijo que escribiéramos una carta para el viejo barbón que todos amamos y nos advirtió que Papá Noel no era un ser omnipotente, así que no debíamos pedir cosas descabelladas.

    No sabría discernir si lo que yo deseaba era una tarea demasiado heroica para Santa, pero valía la pena intentar…

    Así que escribí… escribí… y escribí… poniendo todo mi conocimiento en vocabulario “inusual” para gente de mi edad. Y así me la pasé 20 minutos de corrido, hasta que logré terminar

    —¡Nathan! Eres el último en terminar — Acotó la inspectora — Espero que no hayas pedido algo muy complejo.

    —Despreocúpese, señorita — Contesté calmadamente — De todas maneras, no creo que Santa me tome muy en cuenta. No soy la viva imagen del buen comportamiento precisamente

    —Tu expediente no dice eso. Siempre has sido un buen alumno

    —Es distinto ser un buen alumno de una buena persona… — Y dicho esto, me alejé de ella, no sin antes decirle — Que pase lindas navidades, señorita.


    El autobús escolar estaba listo para llevarnos a todos los que teníamos la fortuna de haber nacido en Hoenn hacia Malvalona. Luego de eso, tenía que tomar otro autobús hacia Lavacalda, ciudad que tuvo la desdicha de verme nacer y crecer. Pero como esas eran cosas del pasado, decidí restarles importancia.

    Dormí buena parte del viaje hacia Malvalona, La oscuridad del túnel Ferverdegal me dio sueño, así que a los pocos segundos de entrar, cerré los ojos y no los abrí hasta que sentí un frenazo del conductor, el cual me hizo golpear la frente con el asiento de adelante. ¡Vaya cafre! En fin, me bajé sin dirigir palabra al “amo del camino” de cartón y corrí hacia donde pude ver a mi familia: Mi madre, mi padre y mi hermosa hermanita Natalya. Ellos me abrazaron y yo correspondí a cada uno de ellos

    —¿Cómo están esas calificaciones, pequeño Einstein? — Bromeó mi padre, pero sólo con lo último. La escuela NO es una cosa para reírse

    —Están bien. Tengo un promedio de 94

    —¡Wiii! ¡Qué inteligente eres, onee-chan! — Exclamó mi hermanita

    —Por ser tan buen estudiante, te tenemos una sorpresa… vamos a casa y te la mostraré — Dijo mi queridísima madre

    —¡Estupendo! ¡Vámonos ya! — Dije fuertemente

    Y así, nos fuimos en el bus hacia nuestra ciudad natal, nosotros cuatro, con tranquilidad total. Fuimos conversando de cosas triviales y otros datos curiosos que había aprendido en la escuela. Mis padres no tenían idea de que los Ampharos hubiesen sido utilizados en la antigüedad para guiar a las galeras y trirremes desde los grandes faros. O quizás sí lo sabían y sólo querían que me sintiera más listo… en fin, el viaje se nos hizo corto. Bajamos y caminamos pocos metros hasta nuestra casita, que si bien no era ostentosa, tampoco era precisamente humilde. Nada había cambiado desde la última vez que la pisé. Seguía igual de bien cuidada desde que la dejé al terminar las vacaciones de verano. Misma alfombra, mismos muebles, mismos sillo- ¡Hey!

    —Nathaniel, pequeño, ven acá. ¿No vas a saludar a tus abuelos?

    Me fijé bien en los septuagenarios. ¡Eran ellos! ¡Los padres de mi padre! ¡Mis amados abuelos! Balthasar y Virginia… mis parientes favoritos y de los que veía menos seguido. Mi rostro se iluminó como la llama de la cola de un Charmander furioso. Pero no era rabia lo que sentía, sino inmensa alegría.

    —¡¡Abuelo!! ¡¡Abuela!! — Corrí a abrazarlos. Estaba muy feliz de que estuvieran aquí para darme la bienvenida de vuelta a casa. Como ellos se negaron a dejar Ecruteak en Johto cuando mi padre (como buen hijo que fue y sigue siendo) les invitó a mudarse a Lavacalda, sus visitas no eran muchas. Sin embargo, tal como prometieron, ellos vinieron para quedarse un tiempito en nuestra casa y pasar las navidades con nosotros (bueno, al menos hasta después de Año Nuevo, ya que el ferry de vuelta a Johto zarpaba el día 2 de Enero de 2002.

    ¿¡Pero qué importaba eso!? ¡Yo los tenía conmigo, aquí y ahora! ¡Podríamos salir juntos y hablar de tantas cosas! Además de eso, el día 27 de Diciembre jugaba el equipo local, los Bombarderos Anfibios de Lavacalda, contra los poderosos Sharpedos de Portual. ¡Era de no perdérselo! Como mi padre era el preparador físico de los Anfibios, era pan comido para él conseguir entradas de lujo para mí y mi abuelito. Si nada inesperado ocurría, sería un día FENOMENAL en todas sus letras y con mayúscula (y aún así quedaría corto).

    —Así que… ¿Estos son mis hermosos sobrinos-nietos?

    Una voz femenina, parecida a la de mi abuela pero ligeramente más cavernosa, se pronunció desde un pasillo. Entonces la vi…

    —N-no… no puede ser… ¡Estoy soñando!

    —Esto es más real de lo que te imaginas, pequeño. Soy yo, tu linda tía abuela Sebelinda

    ¡Era ella! ¡La anciana del video del Campeonato Laurel! ¡La que terminó en segundo lugar pero que nunca se rindió! ¡La dueña de Alastor, Paris y Roland! Era nadie menos que… Sebelinda Mulder.

    Yo aún estaba estupefacto. La anciana se acercó a mí y me acarició las mejillas suavemente, y así me recuperé del shock. Inmediatamente la abracé con todas mis fuerzas hasta convencerme…

    —¡Es cierto! ¡Esto es real! ¡Tía abuela, Sebelinda!

    —Ese es mi nombre, no lo malgastes — Dijo ella, guiñándome el ojo y luego me dio un beso

    —¡SORPRESA SORPRESA! — Gritaron mis padres y mi hermanita al unísono. Así que esta era la sorpresita que me tenían. Nunca había recibido un regalo tan estupendo en mi corta vida… ¡Realmente acertaron!

    —¡Tía Abuela! ¡Tengo tantas cosas qué preguntar! ¡No se imagina lo feliz que me siento de conocerla! Real… ¡Cof-cof-cof! — En mi gran emoción me olvidé de respirar adecuadamente y tuve que pausar mi parloteo — Realmente usted es… ¡ESPECTACULAR! ¡Toda una veterana en los combates Pokémon!

    —No es para tanto, m’hijito — Respondió ella, con total humildad — No podía dejar este mundo sin conocer a mi futuro campeón de campeones

    Ella veía en mí a su actual sucesor. Ella le enseñó muchas cosas a mi padre sobre entrenar Pokémon, pero aún así, él nunca logró ganar un campeonato importante. Luego, él descubrió que su pasión estaba en el béisbol, así que el “campeón de campeones” tendría que esperar. Aún así, ella fue paciente, y, según mi padre me dijo una vez, cuando nací yo, ella estaba presente, y gritó tan fuerte que se escuchó en todo el hospital: “¡Aleluya! ¡ALELUYA! ¡Ha nacido el futuro campeón de Hoenn… Y DEL JODIDO MUNDO ENTERO!”

    Con la cena de navidad hecha por mi madre y mi abuela, los consejos de guerra de Sebelinda, la dulzura eterna de mi hermanita y la pasión por el deporte de mi abuelo y mi padre, esas vacaciones pintaban de maravillas





    <<Lunes 7 de Enero, 2002>>

    Y así fue. Mis vacaciones fueron de lo más placenteras. Tenía a mi familia conmigo y con eso me daba por pagado. No pude evitar pensar en el pobre de Ike, que no tenía la misma suerte que yo en ese aspecto, pero mi hermana no me permitía verme triste, así que siempre manchaba mi cara con algo, ya sea un marcador o salsa de calabaza de la cena, para que yo le hiciera lo mismo y me distrajera, y volviera a reír.

    A la media noche del Lunes 25 de Diciembre, fui a ver mis regalos y me llevé una sorpresa: ¡Me habían regalado una enorme mochila nueva! No había pedido nada de eso en mi carta, pero… ¿Qué importaba? La miré fijamente y quedé maravillado. La cantidad de bolsillos era impresionante. Mi padre me vio y dijo “¡Es perfecta para cuando decidas viajar! Hasta que te arriesgues, la guardaré yo, ¿Te parece?”. Yo acepté y me fui a ver mis otros obsequios: No eran la gran cosa, pero… ¿Para qué pedir más? Lo importante es la familia, después de todo.

    Mi abuelo me llevó el día estipulado a ver el encuentro de béisbol y nuestro equipo ganó en la última entrada, cometiendo un esplendoroso Triple-Out, y con eso los Sharpedo se fueron totalmente amargados… tan cerca de ganarnos y a la vez tan lejos (Marcador: 36-34 para quien le interese, ¡Y con las bases llenas!). Mi tía abuela me enseñó muchos datos de combate que podría utilizar. Yo los anoté en mi cuaderno, por si las moscas. No me perdía de ninguna de sus historias como entrenadora novata, como campeona y su posterior semi-retiro del ruedo como empresaria en una pequeña fábrica de telas ubicada en Carmín, región de Kanto, aunque cada vez que ella contaba con vacaciones, se las gozaba compitiendo en algunos pequeños torneos y, según ella, “analizando el futuro de los entrenadores del mundo Pokémon”. En cuanto le pregunté sobre el Torneo Laurel, ella me contó que no le molestaba haber quedado relegada al sub-campeonato, ya que siente que hizo las cosas bien en todo momento. Además, me dijo que lo último que supo de Jim era que los Rockets se robaron a su Lucario y le lavaron el cerebro. Intentó enfrentarlos pero sus Pokémon restantes no estaban lo suficientemente entrenados, así que ahora se fue a entrenar a las montañas y a capturar más aliados para recuperar a su querido chacal de acero. Había que admitir que el tipo no era mala persona y que su único error fue depender demasiado de un solo Pokémon. Ella debió irse antes que mis abuelos, pero en un dirigible desde Malvalona, ya que ella se ofreció a investigar a los Rocket y el paradero de su Lucario mientras Jim se entrenaba duramente. ¡Qué gran persona es mi tía abuela Sebelinda! Espero que su misión tenga éxito rotundo. ¡Los Rocket deben caer!

    Entregué un pequeño ensayo de 300 palabras sobre mis geniales vacaciones (y eso que la profesora pidió solo 120. Realmente me había emocionado) y obtuve una calificación perfecta y otra estrella de oro. Otra más para mi colección… creo que llevo 62 desde que entré aquí, poco después de cumplir 10 años, pero esa es otra historia

    Luego de eso, supe que hubo un concurso usando todas las cartas que toda la escuela escribió para Santa.

    —¡Mierda! — Rezongué por lo bajo, debí imaginar que no se darían el trabajo de comunicar ese contenido a Papá Noel. Aún así, no pensé mucho en ello y caminé hacia el auditorio donde toda la escuela estaba congregada.

    Y cuando digo toda, realmente es TODA. Desde los conserjes hasta el comité a cargo de las finanzas… ignoraba que fuéramos tantos en total, para ser honesto.

    —¡Damas, caballeros, niñas y niños de este prestigioso establecimiento! — La voz del maestro de ceremonias se pudo escuchar fuerte y claro como el cristal del legendario Regice — Nuestra escuela ha recibido y enviado todas las cartas escritas a Papá Noel, escritas tanto por niños como por adultos. Como ambas partes tienen distintas capacidades de vocabulario, y además los chicos de cursos superiores saben más palabras que los más pequeños, lo dividimos entre tres categorías… de 8 a 11 años, de 12 a 18 años y Adultos. Sin embargo, cabe destacar que, entre el grupo de los más pequeños, hubo una carta que nos emocionó a todos. El nombre del autor no lo revelaremos, pero la leeré en voz alta, y quien se sienta identificado con lo que digo, puede venir a la oficina de la directora cuando termine el almuerzo.

    —¡Vaya! Ese chico debe ser un genio. Gente así realmente le haría bien a este mundo — Pensé entonces, sin perder la atención en el orador

    —Voy a leerla en voz alta, chicos. Atentos todos

    La persona a cargo del discurso carraspeó un par de veces para aclarar su voz, y comenzó a leer la carta ganadora.

    La carta decía:

    Querido San Nicolás…

    Para esta Navidad, tengo mucho que pedir. Pienso que usted debería sentarse, ponerse cómodo y tomarse el tiempo de leer esta misiva.

    Esto causó sorpresa en mí. Esas exactas 25 palabras fueron las mismas que yo usé. “¿Coincidencia?” pensé yo. El adulto a cargo siguió recitando

    Primero hablemos de mis compañeritos que han tenido el honor de asistir a la clase de Audiovisuales. Podría apostarle hasta mis calcetas a que la gran mayoría, si no es que todos ellos, pidieron un Riolu o un Lucario como regalo.”

    —¡Por las barbas de un Walrein! — Exclamé en mi mente. Ahora sí que estaba seguro… esa era MI carta. No lo podía creer…

    No tengo ningún problema en que ellos reciban lo que quieren, pero hay que pensar un poco… esas dos especies de Pokémon son raras, incluso en Sinnoh, de donde provienen si mal no recuerdo. Sin contarme en el curso, somos 34, un número para nada despreciable. Ahora… ¿Se podría conseguir 34 Riolus y/o Lucarios para todos ellos? No es un número exacto, porque quizás algún otro chico no esté mayormente interesado en esa especie, pero también debemos contar a quienes han escuchado de oídas lo “geniales” que son Riolu y Lucario a la hora de combatir. En fin… ¿Cuánto habría que pagar para conseguirlos todos? Primero que nada, se necesitarían un cazador profesional y/o una expedición… y esos no solo son caros al cobrar por captura o por día de trabajo, sino que podrían lastimar a los demás Pokémon que se crucen sin remordimiento alguno, y además, al sustraer la antes mencionada cantidad aproximada de esas especies de las que hablo, ¿No sería eso un daño considerable al ecosistema de Sinnoh? Sabemos muy poco de esa región como para comenzar a explotarla de esa manera… podría haber sobrepoblación de ciertos Pokémon o incluso la extinción de otros. ¡Es cuestión de pensar en el balance de la fauna de esa región! No creo que sea tan difícil…

    El quincuagenario encargado del discurso aprovechó ese punto aparte para beber un poco de agua y refrescar la garganta. Después de todo, me tomó media hora hacer ese escrito. Rápidamente él continuó

    Con ese punto claro, ahora puedo decir qué es lo que más deseo profundamente: En primer lugar, me gustaría que la escuela invirtiera en un programa para aprender artes marciales como defensa personal. Sería una gran alternativa para aquellos que no pueden defenderse y quieren aprender. Así reduciríamos en gran cantidad el matonaje que ejecutan los más grandes a los más pequeños. Ya es sabido que algunos tienden a enojarse mucho cuando sus calificaciones no van bien o cuando pierden en un combate de práctica, y se desquitan con los más chicos y frágiles. En fin, el próximo año tendré esa materia de combate y espero no toparme con muchos malos perdedores… podrían ser potenciales soldados del Team Rocket… y no queremos que eso suceda, ¿O sí?

    En segunda, tengo un amigo el cual sufre bastante porque no puede pasar las Navidades con las personas que realmente quiere. Con un padre ausente y una madre que viajó al Más Allá cuando él era pequeño, él está a cuidado de un pariente que no tiene sentimientos amorosos hacia él. También sospecho que él fue envenenado en reiteradas ocasiones pero como no tengo pruebas, no puedo afirmar nada. Realmente quiero que se solucionen todos sus dilemas. Vivir rodeado de gente que no te quiere es algo espantoso, y yo he tenido la suerte de no pasar por ello… ¿Por qué, entonces, hay niños tan desafortunados en este mundo? ¿Y por qué hay adultos tan indolentes y faltos de cariño? No sé si usted pueda hacer algo al respecto, pero… vale la pena intentarlo. ¿No lo cree?

    Por último, me gustaría que la gente en general dejara de ser tan prejuiciosa… me pregunto cuántos niños y adultos se habrán burlado de algún anciano con la cara llena de cicatrices y posiblemente sin nariz… sin saber que ese viejo, unos treinta años atrás, habrá salvado la vida de su familia combatiendo contra unos delincuentes él solito… y a cuántos niños les habrán tratado de Grumpig obeso o Wailmer con patas, entre otros insultos que implican gordura, sin saber que dichos chicos sufren de algún trastorno hormonal. Conozco más historias pero no quiero aburrirle más… creo que mi punto ha quedado claro.

    Y si usted me piensa regalar algo como un vehículo de juguete o una caja de Pegos, mejor déselos a mi hermanita… ella aún tiene una inocencia a la cuál aferrarse”

    Al terminar la lectura, la multitud estalló en un millón de aplausos. El mismo viejo que leyó la carta se secó una lagrimilla traviesa que había corrido por su mejilla. Yo me quedé mudo… simplemente no lo podía creer… ¿Realmente había impresionado a tanta gente? ¡Esto debía ser una broma! Una muy mala, por cierto. Me pellizqué el dorso de la mano mientras cerraba los ojos. Esperé unos cinco segundos y los volví a abrir.

    No. No era un sueño… era la pura realidad. No podía creer que me hubiese ganado un premio así… luego aterricé y pensé

    —¿De qué sirve que me recompensen si seguramente nadie se va a tomar mi carta en serio? Los únicos con el poder y la diligencia de hacer todo ello que pedía eran Papá Noel o el mismo Arceus. Los seres humanos somos animales muy perezosos, embriagados en nuestra grandeza de creernos los únicos seres evolucionados. Aún con el hallazgo de los Pokémon, no todos los tratamos como iguales, sino como mascotas, o, en el caso de las malignas organizaciones que rondan por ahí, como esclavos. Esa es la triste realidad… y no creo que nada cambie…

    Otro chico de 17 años y un profesor de medicina recibieron también un aplauso por sus lindas y motivantes cartas a Santa Claus. Luego de ello, las clases siguieron como de costumbre… hubo algunas miradas de desdén hacia mí, ya que posiblemente esos chicos realmente querían un Riolu o Lucario, y ahora no lo tendrían… pero esas miradas no duraron mucho en verdad, y además eso poco me importaba, ya que nunca me dirigían la palabra… en fin, todo normal.

    Al parecer nunca dejaré de ser la Nota Discordante para ellos… y no voy a cambiar sólo porque a ellos se les antoje.




    EPÍLOGO

    Anteriormente dije que nada cambiaría la triste realidad que estamos viviendo… que nadie se tomaría la molestia de tomar en serio lo que escribí… ¡Pero qué equivocado estaba! Aún quedan humanos que valen la pena… y lo mejor es que existe gente a mi alrededor que cabe perfectamente en esa descripción.

    Esto fue lo que pasó en el curso de los días posteriores a aquella “condecoración” que recibí:

    >> Primero que nada, ese mismo día pero al terminar las clases, la directora y los profesores me regalaron una consola portátil. No era la gran cosa, pero me divertía mucho. Yo me esperaba algo más aburrido, como una simple medalla colgante o un kit de geometría, de esos que tienen regla, compás, escuadra y transportador, además de uno o dos lápices. Me alegra haber errado en ese aspecto… parece que, mientras menos esperas de los demás, más te sorprenden. Pasé mucho tiempo jugando con la consolita… traía varios juegos muy chulos y eso me aseguró diversión por muchos meses. Y eso no fue lo mejor de todo…

    >> Tres días después de que se leyó mi carta en voz alta, recibí una carta enviada por correo Taillow. Era de Ike. Me alegré mucho, ya que no le había visto en mucho tiempo. Por un momento pensé que al fin su malvada madrina había logrado envenenarlo hasta matarle. Otra vez me había ido al extremo…

    En ella contaba que su padre consiguió otro empleo que no lo alejaría más de él y que tampoco lo alejaría de lo que le gusta: Ahora él repara cohetes. Sus turnos de trabajo son más normales ahora y puede pasar todos los días con él, pero se tuvo que mudar a otra región y además cambiarse de escuela. Sin embargo, él estaba conforme… ahora sí que no tenía por qué reprobar nada a propósito, y se juró estudiar mucho para enorgullecer a su progenitor.

    Su madrina, en cambio, no corrió con suerte. La encontraron muerta en su casa, con la nuca totalmente rota. Luego de que Ike y su padre se mudaran, ella se quedó con la casa, pero no con el dinero de la herencia. Entonces, ella estaba por subir al ático, donde ella tenía escondidos varias armas de fuego, pero se resbaló y se desnucó con un mueble. Seguramente ella tenía la intención de matarlo a él y a su padre, pero como Arceus es lo más grande que hay, quiso que Darkrai se llevara su alma, y de la peor manera posible… Ahora ella tendría que rendirle cuentas al Dios de todos los Pokémon y a la madre de Ike… ¡Qué mala hermana tenía ella en verdad!

    ¡Se hizo justicia al fin! No suelo desearle mal a la gente pero esa señora realmente se merecía ese final. Ike ahora era libre como un ave… sólo le faltaba una cosa a Ike para que su vida fuese completa: Que su padre encontrara una mujer que amara a los dos hombres que ahora estaban por su cuenta. Y quizás uno o dos hermanitos… ¿Quién sabe?

    El tener noticias de Ike me alivió mucho. Lo iba a extrañar, pero seguramente era lo mejor para él… Papá Noel escuchó mi plegaria, ¡Y a lo grande!

    >>Poco después de eso, se cumplió mi otro deseo: ¡Abrieron un taller de artes marciales! Lo mejor para aprender a defenderse en verdad y llevar un estilo de vida correcto. Freya y yo nos apuntamos a Aikido, y en poco tiempo avanzamos mucho. Ya nadie molesta a Freya desde que ella mostró lo que sabía sobre las bravuconas que antes la atosigaban tanto. ¡Fue una paliza digna de verse! Yo estuve ahí, observando todo… Aplaudí a más no poder y ella me abrazó, agradeciéndome el apoyo. Yo le dije que era todo un placer… además, ya no usa un gorro de Politoed. Ahora que adquirió más fuerza y confianza, usa uno parecido a la cabeza de un Garchomp. ¡Eso le daba mucha más presencia! Y… ¡Ay de quien osara decir que el gorrito era estúpido! Ya que ella con la mirada lo intimidaba de inmediato y aquel que se atrevió a burlarse retrocedía cobardemente.

    >>En cuanto al último deseo… pues no sabría decir si se cumplió o no. Bueno, ya nadie más volvió a llamarme “asesino” o algo por el estilo, así que creo que para mí eso se ha cumplido. No obstante, el deseo en general fue algo inmenso, y no se puede cambiar el mundo de la noche a la mañana…

    Pero algo es seguro: Mientras existan Notas Discordantes como Freya, Ike y yo… este mundo tiene esperanzas. Y mientras existan Pokémon… Todo, ¡Pero TODO! puede ocurrir. ¡No hay momentos aburridos en la vida de un entrenador Pokémon! ¡Ni siquiera para uno que está aprendiendo en la escuela!


    FIN

    ==================================================================

    OK, espero que hayan disfrutado todo =D. Amenazas de muerte, críticas, comentarios, acotaciones varias... ¡No sean tímidos! :B ¡Vamos!

    Los quiere, su amigo Nathan xD
     
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    Episodio II – Parte III (final)

    Intentando no hacer ruido alguno para no alertar a los otros dos chicos que decidieron (a mala hora) entrar a los sanitarios, me quedé quieto en el “Trono real” mientras los escuchaba conversar.
    —¡Pow! ¡Bam! ¡Biff! — Gritó uno de ellos. Su voz revelaba un completo entusiasmo… — ¡Ese tal Jim Ravens realmente sabe cómo dar una paliza!
    —Oh, genial… — Pensé, aburrido — Más gente que le chupa las patas a ese entrenador de tercera Ya me estaba hartando escuchar tanto fanatismo vacío
    —Ese pokémon parece la rencarnación de algún fallecido maestro de artes marciales. ¡Como el de la serie Spheres of the Lynx!
    —¡Exacto! ¡El episodio donde el antiguo maestro Wodaito encerró a un malvado demonio gigante en una lonchera! ¡No me extrañaría que ese Riolu…!
    —Ahora es Lucario, recuerda — Interrumpió su amigo
    —¡Cierto, Steve! No me extrañaría que ese Lucario fuese la mismísima rencarnación de ese gran maestro
    —Vaya par de tontos — Pensé, apretando los dientes, más por vergüenza ajena que por algún otro “turrón” que pudiera salir de mis entrañas — ¿No se dan cuenta de las estupideces que dicen? ¡Spheres of the Lynx es una serie FICTICIA, al igual que el maestro Wodaito!
    —Como sea, yo mataría por obtener un Pokémon así — Declaró Steve. Le podía perdonar semejante estupidez solo porque tenía 10 años — También quisiera tener un Dragonite, un Luxray y un Drapion. ¡Cómo molan!
    —Pero tenerlos sería muy, pero muy difícil — Respondió su amigo
    —No importa. Mi hermano mayor ha viajado por al menos 4 regiones y cada vez que le pido algo de sus viajes, me lo trae… ¡Seguro que podrá capturarme esos Pokémon para mí! ¡Y seré invencible!
    No sabía si decir que ese niño era demasiado iluso o demasiado afortunado. Hubiese deseado tener un hermano mayor que me cuidara, me enseñara y que posiblemente me regalara un Pokémon valioso, al cual cuidaría como hueso santo. Pero como no era el caso, estaría atrapado unos años más en esa escuela y cuando saliera, tendría que atrapar yo mismo mis Pokémon. Pero no quería verme como entrenador aún… no sabía si el día siguiente seguiría con vida, después de todo.
    Los chicos se fueron después de hacer “del uno” y lavarse las manos. Esperé 10 segundos por si las moscas, y luego terminé mi “trámite”. También me fui a lavar las manos cuidadosamente y salí a paso lento. Ya no tenía más clases por ese día y era momento de volver a mi habitación. Ahí me estaría esperando la única… bueno, hasta antes de almorzar, persona de más o menos mi edad con la que podía hablar. Era Ike, mi compañero de cuarto
    Ike era un chico de 13 años entonces. Siempre llevaba una polera a rayas horizontales que lo hacía ver más gordo de lo que era (pesaba 69 kg.), y sus colores, Magenta con verde limón, no ayudaban. Vestía también unas zapatillas gastadas y unos pantalones cortos color café. Sufría de sobrepeso, pero no se notaba porque era de la misma altura que yo. Tenía el pelo castaño y desaliñado, y los ojos del mismo color (podría apostar que sus dientes rondaban por esa tonalidad pero no quería ofenderle). Yo estaba seguro de que Ike era muy inteligente, pero siempre mostraba CERO interés por las clases. Si me hicieran adivinar el por qué Ike tenía un avance curricular tan dispar (por ejemplo, yo había pasado todas las materias de primer año, pero él incluso era compañero de Freya en otras asignaturas “básicas”, además de cursar unos pocos ramos avanzados) era porque seguramente AMABA este lugar y no quería irse. Y no veo esa posibilidad como descabellada, ya que, después de todo, sirven desayuno y almuerzo todos los días, además de que el clima de Ciudad Férrica es bonito y sus alrededores son acogedores.
    No obstante, comencé a sospechar que a Ike su familia no lo quería. Normalmente, los fines de semana los paso con mis padres y mi queridísima hermana y eso me alegra el espíritu. Sin embargo, nunca vi a Ike sonreír luego de que acabaran las clases de los viernes. Eso me hacía pensar un escenario desafortunado (por decirlo de manera suave) para la situación de mi compañero.
    Entré a mi habitación y ahí lo encontré, tirado en su mitad de la litera, la de arriba. No entendía por qué todos los chicos preferían la parte de arriba y no la de abajo del camarote. Quizás se sentían superiores o algo así… pero a mí no me despertaba interés el ser alguien importante o destacado. Me tendí en mi mitad de la cama y quise hablarle a Ike…
    —Ike… — Lo llamé, pero no contestó — Ike…
    —¿Qué pasa, carnal? — Respondió él con la voz cansada
    —Oh, ¿Te estoy molestando? — Le pregunté. Él se tardó en contestar, pero al final soltó un…
    —No. No pasa nada, carnalito. Sólo cuento las hormiguitas que corren por el techo
    Resulta que Ike, unos diez días atrás, estaba jugando con un envase de Ketchup que sacó del comedor y salpicó una mancha de tamaño no despreciable en el techo. Él quiso limpiar pero poco pudo hacer con los dedos, así que desde entonces, hay hormigas rondando por ahí. Él fue castigado por una semana, pero se lo tomó muy bien. Quizás demasiado…
    Ahora Ike estaba libre, pero no feliz. Si de él hubiese dependido, estoy un 99,9% seguro de que él hubiese extendido su castigo unas dos semanas más, para poder dormir acá o incluso pasar una austera pero cálida navidad entre los conserjes.
    Callé por un rato. No se me ocurría de qué hablarle al chico. En eso, él me dijo con voz fuerte
    —Si me llamabas, debe ser por algo. ¡Habla ahora, pana!
    —Eeem… bueno… — Dije tímidamente mientras pensaba en un buen tema de conversación. Luego de sacarme las memorias de los chicos vitoreando a ese Lucario, llegué a un tema muy cliché, pero que serviría — ¿Qué le pedirás a Santa Claus?
    Él no respondió… por un momento pensé que mi pregunta le habría ofendido. Bueno, él no es un pan de Arceus precisamente, pero tampoco era un mal chico. Solo estaba desmotivado…
    Entonces, luego de un silencio que fue técnicamente de once segundos, pero que me pareció el triple de largo, él sacó la voz
    —No valdría la pena decirlo. Ni siquiera me porto bien
    —¡Anda! ¡Seguro que hay algo que deseas con todo tu corazoncito! No eres una mala persona… como esas tipas que se aprovechan de niñas cinco años menores… — Refunfuñé eso último, pensando en Freya y las bravuconas que la atosigaban
    —¿De veras quieres saberlo? Es algo demasiado complejo
    —¿Complejo dices? Has despertado más aún mi interés — Si seguía actuando así, mi fama de empollón no iba a dejarme tranquilo nunca. No obstante, me encantaban las cosas complejas e intentar resolverlas — ¡Cuenta! Por favor…
    —Vale, te diré…
    Sentí al pobre chico sollozar. Se me oprimió el corazón al escuchar a la persona más cercana a mí (literalmente) sufriendo. No solían importarme las demás personas, ya que normalmente soltaban lágrimas de cocodrilo por cosas sin sentido, como por ejemplo, perder un mazo de cartas coleccionables de “Homunqulus”, un juego de cartas muy popular en esa época con temática de alquimia y mutaciones en Pokémon. Sin embargo, el llanto de mi compañero era el más sincero que había escuchado de un hombre (digo eso porque también escuché a Freya llorar y ella también era sincera. Después de todo, que tres matonas abusen de ti no es un asunto menor).
    —Mira, lo único que quiero es que mi padre regrese de su expedición a Carinox Gamma 27. Eso es todo…
    —¡Oh! — Exclamé sorprendido — ¡No sabía que tu padre era astronauta!
    —Eres el primero que adivina, Nathan. Los demás chicos, ¡Esos buenos para nada! — Esa última frase tenía impresa toda la rabia de Ike — Ellos creen que Carinox Gamma 27 es un zoológico o un vertedero municipal. No los golpeo porque no quiero que me expulsen de aquí… en este lugar, y más específicamente, en este cuarto y en el de los conserjes, me siento más a gusto que en mi propia casa.
    —Vaya… no lo sabía, amigo — Yo mismo me sorprendí de lo que había dicho. Hasta ayer no tenía ningún amigo y ahora ya tenía dos. Ike me caía bien, pero nunca me acerqué a él como ahora. Debía ser el espíritu navideño el que me instó a tenderle una mano, y no me arrepentía de hacerlo, a decir verdad. — Es muy triste lo que cuentas… pero tu padre… ¡Es asombroso! ¡Mira que visitar las estrellas y descubrir minerales y otras cosas!
    —¡Al cuerno los minerales, los alienígenas, los cometas y todo eso! — Gritó él, furioso. En situaciones normales me hubiese alejado, pero ese grito era de puro dolor en el alma. No era motivo para tener miedo — ¡Sólo quiero que pase la tonta e insípida Navidad conmigo! ¡Eso es lo único que deseo, y que llevo deseando desde que tenía 5 años! ¡Pero nunca se cumple!
    Yo podré haber asesinado accidentalmente a un Pokémon… pero al menos siempre tuve tanto a mi madre y a mi padre cerca de mí en todo momento. Ellos no me abandonaron por nada… que te falte un padre, o peor aún, que te falten los dos, es algo diez veces más horrendo.
    —Bueno… ¿Y qué hay de tu madre? — Pregunté ilusamente, pensando que respondería lo típico: “Para tener más ingreso familiar, ella trabaja a tiempo completo”. Sin embargo, me esperaba algo peor
    —¡Ella murió! ¡Se fue! ¡Cuando apenas tenía 4 años! Papá dijo que ella se fue a un lugar bonito y que regresaría por mí algún día… ¡Pero ya no soy así de ingenuo! ¡Está claro que no regresará a mí nunca! — Esos gritos de dolor me afectaron mucho. No debí preguntar algo tan delicado, así que opté por disculparme
    —L-lo lamento mucho… no sabía que eso había pasado
    Pensé que él se bajaría y me daría una paliza inolvidable, y también pensaba que quizás lo merecía. Pero no… él sólo respiró hondo, suspiró y se medio calmó
    —Ya lo tengo asumido. Descuida… — Eso era un alivio… al menos para mi integridad física
    —Qué horror… ¿Acaso nadie cuida de ti? ¡Sólo tienes 13 años!
    —Técnicamente, mi madrina me está cuidando, ya que vivo con ella… pero yo a ella no le importo en lo más mínimo. Ella es la única hermana de mi difunta madre y sé bien que sólo se quiso ocupar de mí por la herencia. Mi madre fue lo suficientemente precavida como para ponerme a mí como su heredero… y también puso como condición que mi madrina me pusiera en esta escuela para que yo fuera un gran Entrenador Pokémon.
    —Ajá… ya veo. Pero… ¿Por qué no quieres salir de aquí? ¿No querría tu madre que te graduaras?
    —Ya lo sé, Nathan. Pero cuando voy a mi casa, siempre termino enfermando. Aunque parezca fuerte, mi salud es delicada… me he debilitado gradualmente por alguna extraña razón. Tengo sospechas, pero no son fundamentadas…
    —Oh… ¿Y tendrá algo de malo compartirlas conmigo? — Pregunté impulsivamente, para luego pensar — ¡Mierda! La he cagado… esto es algo muy delicado y no puedo preguntarlo así como así… — No obstante, él se mostró comprensivo y contó su versión
    —Creo que ella… ¡Ella me está envenenando lentamente! — El pobre tipo estalló en llanto y lo entendía. Una cosa es que tu familiar más cercano no sienta nada por ti… pero otra muchísimo más macabra era que ese familiar intentara deshacerse de tu existencia. Y no era para nada descabellado, porque eso explicaba por qué Ike odiaba la llegada de todo tipo de vacación… y además, en las pasadas vacaciones de verano llegó con ocho días de atraso. Según pude averiguar, recién entonces fue dado de alta por el hospital. Había luchado contra una peritonitis causada por envenenamiento… y esa no fue la única vez, ya que en las pasadas vacaciones de primavera también llegó tres días después de lo estipulado, con síntomas similares…
    —¡Santa Cachucha! — Exclamé, atónito — Pero… ¿Por qué no la demandas? ¡Estás en pleno derecho!
    —¡Por que no tengo pruebas! ¡Y sin pruebas no puedo defenderme! ¡Es elemental, Nathan!
    —Eso es verdad — Dije, pensativo — No se me ocurre qué más decirte… pero bueno, ahora lo capto. ¿Qué piensas hacer tú ahora?
    —Lo que sea… ¡MENOS VOLVER CON ELLA! ¡Voy a jugarle una broma tremenda a la directora y haré que me castigue!
    En teoría esa era una buena idea… si no fuese porque conozco a Ike y él ha jugado MUCHAS bromas ya. Me atrevía a pensar que estaba al borde de la expulsión, aunque él lo ignorara… lo mejor era detenerlo
    —¡Hombre, no! ¡No puedes hacerle eso a la directora! ¡Eso es suicidio!
    —En el peor de los casos, se supone que TODOS tenemos derecho a elegir cómo moriremos… y prefiero que lo haga ella a mi madrina. Sufriré mucho menos… Y en el mejor de los casos, tendré sólo el fin de semana de castigo, y lo pasaré con los conserjes, esa gente humilde y buena. No tendré regalos y seguro que Santa me dejará solo carbón, pero me da igual.
    —Así que te gusta pasarla con los conserjes… bueno, aún así no es necesario que le juegues una bromita a nadie. Todo lo que tienes que hacer es sincerarte con la directora al igual que como lo has hecho conmigo
    —¿Y crees que ella tenga tiempo para alguien como yo? No soy su alumno mejor portado precisamente
    —Ella TIENE que escucharte. Después de todo, es su trabajo… si se lo explicas educadamente, seguramente ella verá cómo podrá ayudarte. —Eso fue lo que le expliqué — Es cierto que existe gente mala, pero asimismo existe gente buena. Y confío plenamente en que la encargada de este lugar corresponde a la segunda categoría
    —¿Tú crees? — Preguntó él, un poco más esperanzado
    —Hombre, estoy segurísimo… tanto como que la precisión base de una Hidrobomba es de 80
    —¡Mierda! ¡Yo puse 65 en la evaluación control! Bueh, otra mala nota para mi colección, supongo… ¡Jajajajaja! — Dijo Ike, ahora estaba riendo y eso me alivió en gran medida. Luego de unos segundos de risa y ligereza, él volvió a tomar su tono serio — En fin, creo que vale la pena intentarlo. Espero que me escuchen… eso es todo lo que pido
    —Sé sincero sin caer en lo grosero, y lograrás lo que quieres…
    —Gracias, Nathan. En verdad gracias… — Esa gratitud se sintió muy bien al ingresar en mi interior… pero la cosa no terminaba ahí — Y ya que te he molestado tanto con lo que yo quiero… ¿Qué es lo que deseas tú?
    —No lo he pensado mucho — Le contesté — pero me gustaría que los chicos en general dejaran de ser tan ingenuos y tan impresionables… que pudiesen ver más allá de lo que se ve a simple vista o de lo que les cuentan. Por si no lo has notado aún, tengo una pésima reputación por algo que me pasó…
    —Ah, lo del Granbull… — Él era inteligente. Y aunque me incomodó un poco que lo supiera, también me alegró ver que él no me ponía voz de desprecio — Eso cualquiera lo sabe. Sin embargo, yo me informé bien y supe que fue por defender a tu hermanita de apenas 2 años.
    —Al menos lo entiendes… — Dije en voz baja. Él siguió hablando
    —Pero al menos tu familia aún te quiere… y tienes excelentes calificaciones. Santa seguro te cumplirá tu deseo… o al menos, te dará un lindo coche de bomberos o nave espacial como consolación. A los niños buenos siempre les regalan cosas lindas.
    —Supongo…

    Ambos seguimos conversando distendidamente de cosas sin mayor importancia… ahí me enteré de que Ike, al parecer, quería ser más un artista que un entrenador. Daba igual lo que fuera: coordinador, científico, cirquero, ¡Cualquier cosa! Sólo importaba que hiciera su trabajo lo mejor posible, siempre. Y sin darme cuenta, me quedé dormido… al parecer estaba más cansado de lo que pensaba. Como dijo un personaje de animé del cual no me acuerdo bien: No importa cuánto devores en el día. No engordarás mientras uses algún músculo. Sobre todo, uno en extremo importante: El cerebro.

    Y llegó el día siguiente…
    <<Viernes 21 de Diciembre de 2001>>

    Sólo tendríamos una clase, para luego ir al receso y después ocupar el siguiente periodo en escribir una carta a Santa Claus. En fin, nada interesante sucedió en la clase de Siembra de Bayas, pero de todas maneras me ayudó a relajar. El receso se me pasó volando como un Swellow con indigestión severa, a pesar de que no hablaba con nadie. Claro que, no pude evitar escuchar a unos cuantos chicos decir…
    —¡Para Navidad quiero un Lucario igual que el de Jim!
    —¡Yo también! ¡Con un Pokémon como ese seré invencible!
    —¡Y yo! — Repitieron varios más
    Tuve que hacer un esfuerzo herculeano para no gritar pesadeces a esos chicos. Seguramente todos se aliarían contra mí y me tildarían de envidioso. Pero no, no es la envidia lo que me preocupa… si ellos quieren criar un Riolu o Lucario, ¡Bien por ellos! Pero… ¿Habrá suficientes Riolus y Lucarios para tanto niño? Por lo que he investigado, son una especie rara hasta para su región de origen. Pero bueno, cuando eres un pre-púber, es extremadamente raro que te preocupe en algo el balance del ecosistema.

    ¡¡RIIIIING!! ¡¡RIIIIING!!
    El timbre que indicaba el final del recreo sonó fuertemente. Era hora de ir a clases y yo caminé con toda calma hacia el salón para tomar mi asiento.
    Luego de unos minutos esperando y unos cuantos avioncitos y bolitas de papel volando por doquier, la inspectora hizo acto de aparición e inmediatamente el silencio reinó en el aula. Música para mis oídos…
    En seguida, ella nos dio a todos una hoja de papel de color verde claro, uno de los colores que simboliza la Navidad. Ella nos dijo que escribiéramos una carta para el viejo barbón que todos amamos y nos advirtió que Papá Noel no era un ser omnipotente, así que no debíamos pedir cosas descabelladas.
    No sabría discernir si lo que yo deseaba era una tarea demasiado heroica para Santa, pero valía la pena intentar…
    Así que escribí… escribí… y escribí… poniendo todo mi conocimiento en vocabulario “inusual” para gente de mi edad. Y así me la pasé 20 minutos de corrido, hasta que logré terminar
    —¡Nathan! Eres el último en terminar — Acotó la inspectora — Espero que no hayas pedido algo muy complejo.
    —Despreocúpese, señorita — Contesté calmadamente — De todas maneras, no creo que Santa me tome muy en cuenta. No soy la viva imagen del buen comportamiento precisamente
    —Tu expediente no dice eso. Siempre has sido un buen alumno
    —Es distinto ser un buen alumno de una buena persona… — Y dicho esto, me alejé de ella, no sin antes decirle — Que pase lindas navidades, señorita.

    El autobús escolar estaba listo para llevarnos a todos los que teníamos la fortuna de haber nacido en Hoenn hacia Malvalona. Luego de eso, tenía que tomar otro autobús hacia Lavacalda, ciudad que tuvo la desdicha de verme nacer y crecer. Pero como esas eran cosas del pasado, decidí restarles importancia.
    Dormí buena parte del viaje hacia Malvalona, La oscuridad del túnel Ferverdegal me dio sueño, así que a los pocos segundos de entrar, cerré los ojos y no los abrí hasta que sentí un frenazo del conductor, el cual me hizo golpear la frente con el asiento de adelante. ¡Vaya cafre! En fin, me bajé sin dirigir palabra al “amo del camino” de cartón y corrí hacia donde pude ver a mi familia: Mi madre, mi padre y mi hermosa hermanita Natalya. Ellos me abrazaron y yo correspondí a cada uno de ellos
    —¿Cómo están esas calificaciones, pequeño Einstein? — Bromeó mi padre, pero sólo con lo último. La escuela NO es una cosa para reírse
    —Están bien. Tengo un promedio de 94
    —¡Wiii! ¡Qué inteligente eres, onee-chan! — Exclamó mi hermanita
    —Por ser tan buen estudiante, te tenemos una sorpresa… vamos a casa y te la mostraré — Dijo mi queridísima madre
    —¡Estupendo! ¡Vámonos ya! — Dije fuertemente
    Y así, nos fuimos en el bus hacia nuestra ciudad natal, nosotros cuatro, con tranquilidad total. Fuimos conversando de cosas triviales y otros datos curiosos que había aprendido en la escuela. Mis padres no tenían idea de que los Ampharos hubiesen sido utilizados en la antigüedad para guiar a las galeras y trirremes desde los grandes faros. O quizás sí lo sabían y sólo querían que me sintiera más listo… en fin, el viaje se nos hizo corto. Bajamos y caminamos pocos metros hasta nuestra casita, que si bien no era ostentosa, tampoco era precisamente humilde. Nada había cambiado desde la última vez que la pisé. Seguía igual de bien cuidada desde que la dejé al terminar las vacaciones de verano. Misma alfombra, mismos muebles, mismos sillo- ¡Hey!
    —Nathaniel, pequeño, ven acá. ¿No vas a saludar a tus abuelos?
    Me fijé bien en los septuagenarios. ¡Eran ellos! ¡Los padres de mi padre! ¡Mis amados abuelos! Balthasar y Virginia… mis parientes favoritos y de los que veía menos seguido. Mi rostro se iluminó como la llama de la cola de un Charmander furioso. Pero no era rabia lo que sentía, sino inmensa alegría.
    —¡¡Abuelo!! ¡¡Abuela!! — Corrí a abrazarlos. Estaba muy feliz de que estuvieran aquí para darme la bienvenida de vuelta a casa. Como ellos se negaron a dejar Ecruteak en Johto cuando mi padre (como buen hijo que fue y sigue siendo) les invitó a mudarse a Lavacalda, sus visitas no eran muchas. Sin embargo, tal como prometieron, ellos vinieron para quedarse un tiempito en nuestra casa y pasar las navidades con nosotros (bueno, al menos hasta después de Año Nuevo, ya que el ferri de vuelta a Johto zarpaba el día 2 de Enero de 2002.
    ¿¡Pero qué importaba eso!? ¡Yo los tenía conmigo, aquí y ahora! ¡Podríamos salir juntos y hablar de tantas cosas! Además de eso, el día 27 de Diciembre jugaba el equipo local, los Bombarderos Anfibios de Lavacalda, contra los poderosos Sharpedos de Portual. ¡Era de no perdérselo! Como mi padre era el preparador físico de los Anfibios, era pan comido para él conseguir entradas de lujo para mí y mi abuelito. Si nada inesperado ocurría, sería un día FENOMENAL en todas sus letras y con mayúscula (y aun así quedaría corto).
    —Así que… ¿Estos son mis hermosos sobrinos-nietos?
    Una voz femenina, parecida a la de mi abuela pero ligeramente más cavernosa, se pronunció desde un pasillo. Entonces la vi…
    —N-no… no puede ser… ¡Estoy soñando!
    —Esto es más real de lo que te imaginas, pequeño. Soy yo, tu linda tía abuela Sebelinda
    ¡Era ella! ¡La anciana del video del Campeonato Laurel! ¡La que terminó en segundo lugar pero que nunca se rindió! ¡La dueña de Alastor, Paris y Roland! Era nadie menos que… Sebelinda Mulder.
    Yo aún estaba estupefacto. La anciana se acercó a mí y me acarició las mejillas suavemente, y así me recuperé del shock. Inmediatamente la abracé con todas mis fuerzas hasta convencerme…
    —¡Es cierto! ¡Esto es real! ¡Tía abuela, Sebelinda!
    —Ese es mi nombre, no lo malgastes — Dijo ella, guiñándome el ojo y luego me dio un beso
    —¡SORPRESA SORPRESA! — Gritaron mis padres y mi hermanita al unísono. Así que esta era la sorpresita que me tenían. Nunca había recibido un regalo tan estupendo en mi corta vida… ¡Realmente acertaron!
    —¡Tía Abuela! ¡Tengo tantas cosas qué preguntar! ¡No se imagina lo feliz que me siento de conocerla! Real… ¡Cof-cof-cof! — En mi gran emoción me olvidé de respirar adecuadamente y tuve que pausar mi parloteo — Realmente usted es… ¡ESPECTACULAR! ¡Toda una veterana en los combates Pokémon!
    —No es para tanto, m’hijito — Respondió ella, con total humildad — No podía dejar este mundo sin conocer a mi futuro campeón de campeones
    Ella veía en mí a su actual sucesor. Ella le enseñó muchas cosas a mi padre sobre entrenar Pokémon, pero aun así, él nunca logró ganar un campeonato importante. Luego, él descubrió que su pasión estaba en el béisbol, así que el “campeón de campeones” tendría que esperar. Aun así, ella fue paciente, y, según mi padre me dijo una vez, cuando nací yo, ella estaba presente, y gritó tan fuerte que se escuchó en todo el hospital: “¡Aleluya! ¡ALELUYA! ¡Ha nacido el futuro campeón de Hoenn… Y DEL JODIDO MUNDO ENTERO!”
    Con la cena de navidad hecha por mi madre y mi abuela, los consejos de guerra de Sebelinda, la dulzura eterna de mi hermanita y la pasión por el deporte de mi abuelo y mi padre, esas vacaciones pintaban de maravillas

    <<Lunes 7 de Enero, 2002>>
    Y así fue. Mis vacaciones fueron de lo más placenteras. Tenía a mi familia conmigo y con eso me daba por pagado. No pude evitar pensar en el pobre de Ike, que no tenía la misma suerte que yo en ese aspecto, pero mi hermana no me permitía verme triste, así que siempre manchaba mi cara con algo, ya sea un marcador o salsa de calabaza de la cena, para que yo le hiciera lo mismo y me distrajera, y volviera a reír.
    A la media noche del Lunes 25 de Diciembre, fui a ver mis regalos y me llevé una sorpresa: ¡Me habían regalado una enorme mochila nueva! No había pedido nada de eso en mi carta, pero… ¿Qué importaba? La miré fijamente y quedé maravillado. La cantidad de bolsillos era impresionante. Mi padre me vio y dijo “¡Es perfecta para cuando decidas viajar! Hasta que te arriesgues, la guardaré yo, ¿Te parece?”. Yo acepté y me fui a ver mis otros obsequios: No eran la gran cosa, pero… ¿Para qué pedir más? Lo importante es la familia, después de todo.
    Mi abuelo me llevó el día estipulado a ver el encuentro de béisbol y nuestro equipo ganó en la última entrada, cometiendo un esplendoroso Triple-Out, y con eso los Sharpedo se fueron totalmente amargados… tan cerca de ganarnos y a la vez tan lejos (Marcador: 36-34 para quien le interese, ¡Y con las bases llenas!). Mi tía abuela me enseñó muchos datos de combate que podría utilizar. Yo los anoté en mi cuaderno, por si las moscas. No me perdía de ninguna de sus historias como entrenadora novata, como campeona y su posterior semi-retiro del ruedo como empresaria en una pequeña fábrica de telas ubicada en Carmín, región de Kanto, aunque cada vez que ella contaba con vacaciones, se las gozaba compitiendo en algunos pequeños torneos y, según ella, “analizando el futuro de los entrenadores del mundo Pokémon”. En cuanto le pregunté sobre el Torneo Laurel, ella me contó que no le molestaba haber quedado relegada al sub-campeonato, ya que siente que hizo las cosas bien en todo momento. Además, me dijo que lo último que supo de Jim era que los Rockets se robaron a su Lucario y le lavaron el cerebro. Intentó enfrentarlos pero sus Pokémon restantes no estaban lo suficientemente entrenados, así que ahora se fue a entrenar a las montañas y a capturar más aliados para recuperar a su querido chacal de acero. Había que admitir que el tipo no era mala persona y que su único error fue depender demasiado de un solo Pokémon. Ella debió irse antes que mis abuelos, pero en un dirigible desde Malvalona, ya que ella se ofreció a investigar a los Rocket y el paradero de su Lucario mientras Jim se entrenaba duramente. ¡Qué gran persona es mi tía abuela Sebelinda! Espero que su misión tenga éxito rotundo. ¡Los Rocket deben caer!
    Entregué un pequeño ensayo de 300 palabras sobre mis geniales vacaciones (y eso que la profesora pidió solo 120. Realmente me había emocionado) y obtuve una calificación perfecta y otra estrella de oro. Otra más para mi colección… creo que llevo 62 desde que entré aquí, poco después de cumplir 10 años, pero esa es otra historia
    Luego de eso, supe que hubo un concurso usando todas las cartas que toda la escuela escribió para Santa.
    —¡Mierda! — Rezongué por lo bajo, debí imaginar que no se darían el trabajo de comunicar ese contenido a Papá Noel. Aún así, no pensé mucho en ello y caminé hacia el auditorio donde toda la escuela estaba congregada.
    Y cuando digo toda, realmente es TODA. Desde los conserjes hasta el comité a cargo de las finanzas… ignoraba que fuéramos tantos en total, para ser honesto.
    —¡Damas, caballeros, niñas y niños de este prestigioso establecimiento! — La voz del maestro de ceremonias se pudo escuchar fuerte y claro como el cristal del legendario Regice — Nuestra escuela ha recibido y enviado todas las cartas escritas a Papá Noel, escritas tanto por niños como por adultos. Como ambas partes tienen distintas capacidades de vocabulario, y además los chicos de cursos superiores saben más palabras que los más pequeños, lo dividimos entre tres categorías… de 8 a 11 años, de 12 a 18 años y Adultos. Sin embargo, cabe destacar que, entre el grupo de los más pequeños, hubo una carta que nos emocionó a todos. El nombre del autor no lo revelaremos, pero la leeré en voz alta, y quien se sienta identificado con lo que digo, puede venir a la oficina de la directora cuando termine el almuerzo.
    —¡Vaya! Ese chico debe ser un genio. Gente así realmente le haría bien a este mundo — Pensé entonces, sin perder la atención en el orador
    —Voy a leerla en voz alta, chicos. Atentos todos
    La persona a cargo del discurso carraspeó un par de veces para aclarar su voz, y comenzó a leer la carta ganadora.
    La carta decía:
    Querido San Nicolás…
    Para esta Navidad, tengo mucho que pedir. Pienso que usted debería sentarse, ponerse cómodo y tomarse el tiempo de leer esta misiva.
    Esto causó sorpresa en mí. Esas exactas 25 palabras fueron las mismas que yo usé. “¿Coincidencia?” pensé yo. El adulto a cargo siguió recitando
    Primero hablemos de mis compañeritos que han tenido el honor de asistir a la clase de Audiovisuales. Podría apostarle hasta mis calcetas a que la gran mayoría, si no es que todos ellos, pidieron un Riolu o un Lucario como regalo.”
    —¡Por las barbas de un Walrein! — Exclamé en mi mente. Ahora sí que estaba seguro… esa era MI carta. No lo podía creer…
    No tengo ningún problema en que ellos reciban lo que quieren, pero hay que pensar un poco… esas dos especies de Pokémon son raras, incluso en Sinnoh, de donde provienen si mal no recuerdo. Sin contarme en el curso, somos 34, un número para nada despreciable. Ahora… ¿Se podría conseguir 34 Riolus y/o Lucarios para todos ellos? No es un número exacto, porque quizás algún otro chico no esté mayormente interesado en esa especie, pero también debemos contar a quienes han escuchado de oídas lo “geniales” que son Riolu y Lucario a la hora de combatir. En fin… ¿Cuánto habría que pagar para conseguirlos todos? Primero que nada, se necesitarían un cazador profesional y/o una expedición… y esos no solo son caros al cobrar por captura o por día de trabajo, sino que podrían lastimar a los demás Pokémon que se crucen sin remordimiento alguno, y además, al sustraer la antes mencionada cantidad aproximada de esas especies de las que hablo, ¿No sería eso un daño considerable al ecosistema de Sinnoh? Sabemos muy poco de esa región como para comenzar a explotarla de esa manera… podría haber sobrepoblación de ciertos Pokémon o incluso la extinción de otros. ¡Es cuestión de pensar en el balance de la fauna de esa región! No creo que sea tan difícil…
    El quincuagenario encargado del discurso aprovechó ese punto aparte para beber un poco de agua y refrescar la garganta. Después de todo, me tomó media hora hacer ese escrito. Rápidamente él continuó
    Con ese punto claro, ahora puedo decir qué es lo que más deseo profundamente: En primer lugar, me gustaría que la escuela invirtiera en un programa para aprender artes marciales como defensa personal. Sería una gran alternativa para aquellos que no pueden defenderse y quieren aprender. Así reduciríamos en gran cantidad el matonaje que ejecutan los más grandes a los más pequeños. Ya es sabido que algunos tienden a enojarse mucho cuando sus calificaciones no van bien o cuando pierden en un combate de práctica, y se desquitan con los más chicos y frágiles. En fin, el próximo año tendré esa materia de combate y espero no toparme con muchos malos perdedores… podrían ser potenciales soldados del Team Rocket… y no queremos que eso suceda, ¿O sí?
    En segunda, tengo un amigo el cual sufre bastante porque no puede pasar las Navidades con las personas que realmente quiere. Con un padre ausente y una madre que viajó al Más Allá cuando él era pequeño, él está a cuidado de un pariente que no tiene sentimientos amorosos hacia él. También sospecho que él fue envenenado en reiteradas ocasiones pero como no tengo pruebas, no puedo afirmar nada. Realmente quiero que se solucionen todos sus dilemas. Vivir rodeado de gente que no te quiere es algo espantoso, y yo he tenido la suerte de no pasar por ello… ¿Por qué, entonces, hay niños tan desafortunados en este mundo? ¿Y por qué hay adultos tan indolentes y faltos de cariño? No sé si usted pueda hacer algo al respecto, pero… vale la pena intentarlo. ¿No lo cree?
    Por último, me gustaría que la gente en general dejara de ser tan prejuiciosa… me pregunto cuántos niños y adultos se habrán burlado de algún anciano con la cara llena de cicatrices y posiblemente sin nariz… sin saber que ese viejo, unos treinta años atrás, habrá salvado la vida de su familia combatiendo contra unos delincuentes él solito… y a cuántos niños les habrán tratado de Grumpig obeso o Wailmer con patas, entre otros insultos que implican gordura, sin saber que dichos chicos sufren de algún trastorno hormonal. Conozco más historias pero no quiero aburrirle más… creo que mi punto ha quedado claro.
    Y si usted me piensa regalar algo como un vehículo de juguete o una caja de Pegos, mejor déselos a mi hermanita… ella aún tiene una inocencia a la cuál aferrarse”
    Al terminar la lectura, la multitud estalló en un millón de aplausos. El mismo viejo que leyó la carta se secó una lagrimilla traviesa que había corrido por su mejilla. Yo me quedé mudo… simplemente no lo podía creer… ¿Realmente había impresionado a tanta gente? ¡Esto debía ser una broma! Una muy mala, por cierto. Me pellizqué el dorso de la mano mientras cerraba los ojos. Esperé unos cinco segundos y los volví a abrir.
    No. No era un sueño… era la pura realidad. No podía creer que me hubiese ganado un premio así… luego aterricé y pensé
    —¿De qué sirve que me recompensen si seguramente nadie se va a tomar mi carta en serio? Los únicos con el poder y la diligencia de hacer todo ello que pedía eran Papá Noel o el mismo Arceus. Los seres humanos somos animales muy perezosos, embriagados en nuestra grandeza de creernos los únicos seres evolucionados. Aún con el hallazgo de los Pokémon, no todos los tratamos como iguales, sino como mascotas, o, en el caso de las malignas organizaciones que rondan por ahí, como esclavos. Esa es la triste realidad… y no creo que nada cambie…
    Otro chico de 17 años y un profesor de medicina recibieron también un aplauso por sus lindas y motivantes cartas a Santa Claus. Luego de ello, las clases siguieron como de costumbre… hubo algunas miradas de desdén hacia mí, ya que posiblemente esos chicos realmente querían un Riolu o Lucario, y ahora no lo tendrían… pero esas miradas no duraron mucho en verdad, y además eso poco me importaba, ya que nunca me dirigían la palabra… en fin, todo normal.
    Al parecer nunca dejaré de ser la Nota Discordante para ellos… y no voy a cambiar sólo porque a ellos se les antoje.




    EPÍLOGO
    Anteriormente dije que nada cambiaría la triste realidad que estamos viviendo… que nadie se tomaría la molestia de tomar en serio lo que escribí… ¡Pero qué equivocado estaba! Aún quedan humanos que valen la pena… y lo mejor es que existe gente a mi alrededor que cabe perfectamente en esa descripción.
    Esto fue lo que pasó en el curso de los días posteriores a aquella “condecoración” que recibí:
    >> Primero que nada, ese mismo día pero al terminar las clases, la directora y los profesores me regalaron una consola portátil. No era la gran cosa, pero me divertía mucho. Yo me esperaba algo más aburrido, como una simple medalla colgante o un kit de geometría, de esos que tienen regla, compás, escuadra y transportador, además de uno o dos lápices. Me alegra haber errado en ese aspecto… parece que, mientras menos esperas de los demás, más te sorprenden. Pasé mucho tiempo jugando con la consolita… traía varios juegos muy chulos y eso me aseguró diversión por muchos meses. Y eso no fue lo mejor de todo…
    >> Tres días después de que se leyó mi carta en voz alta, recibí una carta enviada por correo Taillow. Era de Ike. Me alegré mucho, ya que no le había visto en mucho tiempo. Por un momento pensé que al fin su malvada madrina había logrado envenenarlo hasta matarle. Otra vez me había ido al extremo…
    En ella contaba que su padre consiguió otro empleo que no lo alejaría más de él y que tampoco lo alejaría de lo que le gusta: Ahora él repara cohetes. Sus turnos de trabajo son más normales ahora y puede pasar todos los días con él, pero se tuvo que mudar a otra región y además cambiarse de escuela. Sin embargo, él estaba conforme… ahora sí que no tenía por qué reprobar nada a propósito, y se juró estudiar mucho para enorgullecer a su progenitor.
    Su madrina, en cambio, no corrió con suerte. La encontraron muerta en su casa, con la nuca totalmente rota. Luego de que Ike y su padre se mudaran, ella se quedó con la casa, pero no con el dinero de la herencia. Entonces, ella estaba por subir al ático, donde ella tenía escondidos varias armas de fuego, pero se resbaló y se desnucó con un mueble. Seguramente ella tenía la intención de matarlo a él y a su padre, pero como Arceus es lo más grande que hay, quiso que Darkrai se llevara su alma, y de la peor manera posible… Ahora ella tendría que rendirle cuentas al Dios de todos los Pokémon y a la madre de Ike… ¡Qué mala hermana tenía ella en verdad!
    ¡Se hizo justicia al fin! No suelo desearle mal a la gente pero esa señora realmente se merecía ese final. Ike ahora era libre como un ave… sólo le faltaba una cosa a Ike para que su vida fuese completa: Que su padre encontrara una mujer que amara a los dos hombres que ahora estaban por su cuenta. Y quizás uno o dos hermanitos… ¿Quién sabe?
    El tener noticias de Ike me alivió mucho. Lo iba a extrañar, pero seguramente era lo mejor para él… Papá Noel escuchó mi plegaria, ¡Y a lo grande!
    >>Poco después de eso, se cumplió mi otro deseo: ¡Abrieron un taller de artes marciales! Lo mejor para aprender a defenderse en verdad y llevar un estilo de vida correcto. Freya y yo nos apuntamos a Aikido, y en poco tiempo avanzamos mucho. Ya nadie molesta a Freya desde que ella mostró lo que sabía sobre las bravuconas que antes la atosigaban tanto. ¡Fue una paliza digna de verse! Yo estuve ahí, observando todo… Aplaudí a más no poder y ella me abrazó, agradeciéndome el apoyo. Yo le dije que era todo un placer… además, ya no usa un gorro de Politoed. Ahora que adquirió más fuerza y confianza, usa uno parecido a la cabeza de un Garchomp. ¡Eso le daba mucha más presencia! Y… ¡Ay de quien osara decir que el gorrito era estúpido! Ya que ella con la mirada lo intimidaba de inmediato y aquel que se atrevió a burlarse retrocedía cobardemente.
    >>En cuanto al último deseo… pues no sabría decir si se cumplió o no. Bueno, ya nadie más volvió a llamarme “asesino” o algo por el estilo, así que creo que para mí eso se ha cumplido. No obstante, el deseo en general fue algo inmenso, y no se puede cambiar el mundo de la noche a la mañana…
    Pero algo es seguro: Mientras existan Notas Discordantes como Freya, Ike y yo… este mundo tiene esperanzas. Y mientras existan Pokémon… Todo, ¡Pero TODO! puede ocurrir. ¡No hay momentos aburridos en la vida de un entrenador Pokémon! ¡Ni siquiera para uno que está aprendiendo en la escuela!


    FIN

     
  16.  
    George Asai

    George Asai Maestro del moe

    Aries
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    Muy bien, compadre debo felicitarte, me has devuelto las ganas de leer cosas relacionadas a Pokemón, muy bien planteadas las cosas, fue una trama corta pero estupenda, me ha gustado, encantado y no sé cómo describirlo, pero antes de empezar a felicitarte por el buen trabajo, debo ser sincero y mencionaste las cosas que no hiciste bien.

    Primero que nada vamos a lo técnico, no cometiste ningún error de ortografía, pero sí de narración, te confundiste con los tiempos verbales, más en el primer capítulo, parecía que narrabas en tiempo presente, pero luego veía verbos en pasado y eso la verdad le quitó brillantez al escrito, un ejemplo.

    Los verbos en presente como: avanzo, oculto y demás se aplican cuando el sujeto realiza las cosas en el momento.
    Los verbos en pasado como: avanzó, ocultó, peleó y demás son para cuando el sujeto narra respectivamente tales cosas. Deberías hacer ejercicios para conjugar los verbos y tener cuidado de no combinarlos, porque es un error de narración bastante común y a veces no nos damos cuenta porque solamente se distinguen por una tilde.

    Ahora la trama está bien, ya se acabó lo malo ahora vamos a lo bueno.

    ¡QUE BUEN ESCRITO!, muchas felicidades compadre, la verdad me dio gusto ver cómo narrabas las batallas, al final cada uno pagó por sus errores y la gente buena o notas discordantes fueron las que marcaron la diferencia, Freya me encantó, era una niñita que en el futuro crecerá como alguien badass y moe a la vez, lo mismo con Nathan versión nota xD, (para reconocer a los Nathan xD), el mundo pokemon tomó un sentido más serio con tu escrito, la poke-escuela me pareció interesante, pues cada uno tenía su forma de ver las cosas, el razonamiento de Nathan era diferente, pero esa diferencia hizo que los demás lo tomaran en cuenta.

    Igualmente las personas malas reciben su merecido y las personas buenas tienen mejores resultados, al menos Nathan logró encontrar la amistad de Freya y con el curso de artes marciales lograron defenderse, el escrito nos deja un buen sabor de boca, pues si hacemos las cosas correctamente lograremos obtener cosas buenas, igualmente si la gente es mala, pues no molará mucho, gran enseñanza la del final.

    Muy cierto, haha, tenía que no leí algo de pokemon, nunca fui fan del anime, solo del manga y los videojuegos, quizá me ponga con mis viejos emuladores de GBA a jugar un poco xD, por cierto, si yo fuese entrenador sería más estratégico y usaría tipo fuego como Charizard o Blaziken, amaba los tipo fuego, muajaja.

    Gracias por invitarme a leer compadre, eres bastante bueno y deberías centrarte en la narración, pues ahí se pueden ocupar mejores detalles que en el formato script, te lo digo porque yo era dramaturgo y actor, por ende sé que en una narrativa se obtienen mejores detalles de los hechos y acciones.
     
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  17.  
    Philou

    Philou Entusiasta

    Acuario
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    Vaya, esta fue la nota discordante pero de los fanfics de pokemon jeje.
    Ay amigo, la vida en la escuela es una de las mejores etapas de nuestra vida y siempre nos deja grandes recuerdos y eso quedó bien reflejado en el fic. En mi opinion Nathan no es una nota discordante, sino que es la clara muestra de que las masas pudren a las personas, Freya, me pareció madura para su tierna edad, me cayó muy bien, Ike y su historia me impactaron, la soledad duele de verdad. La carta fue emotiva para mi, si piensas como escribes te considero una buena persona, y el epilogo deja todo claro, cada uno obtiene lo que se merece.
    En cuanto a la ortografia y narracion no puedo decir mucho, se lo dejo a los que saben, supongo que George Asai te lo dejó claro, para mi, las historias son buenas o malas dependiendo de en que medida el lector se engancha con estas, y en esta ocasion, leí todo con mucha atencion. Eso es todo, te sigo leyendo en futuros escritos, saludos!!!
     
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  18.  
    ElyHaruKaa

    ElyHaruKaa Entusiasta

    Piscis
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    No tengo que hacer berrinche.....por que... bueno todo tiene un final. Realmente me gustó tu forma de expresarte, y cada quien tiene sus maneras de conjugar las palabras, aunque claro está que recibir sugerencias de los mejores es bueno ^^.
    Me cautivo la historia de Ike, se sentía tan solitario y aww esa madrina ¿es que nunca dejarán de existir personas malas? ya se, ya se... el balanze de la vida -.- .......
    Wiii Nathan tuvo unas fabulosas vacaciones y conoció a tu tía abuela en persona una grandiosa celebridad que esperaba conocer al "campeon de campeones " ;). Solo tengo una duda:

    —¡Wiii! ¡Qué inteligente eres, onee-chan! — Exclamó mi hermanita

    Como es Nathan (niño), sería oni-chan en lugar de one-chan que es para referirse a una chica.

    Como soy la unica hija mujer en mi familia -.- ubiera deseado que mi hermano mayor me tratara como lo hacia con su pequeña y linda hermanita menor X3 o al menos haber tenido unos hermanitos menores como ella, pero bueno uno no nace y tiene lo que quiere -.- .

    LA CARTA: me daba una idea de que trataría pero aun así, con el vocabulario y otras palabras si me sorprendí, muy digna de haber obtenido un reconocimiento y la consolita jejeje.

    EL FINAL: que bueno que de beneficiencia para Ike, Freya y claro Nathan, uno debe primero cambiarse a si mismo para poder cambiar a los demás (en buena manera claro ^^) aunque dije que no haria más berrinche... como me hubiese gustado algo como:
    " Y unos años después el pequeño Nathan, se convirtió en un prodigio pokemon llegando a obtener el título de ¡¡CAMPEON DE CAMPEONES!! Waaa bueno uno puede soñar asi que yo solita me lo imaginare jejeje.

    Muy bien amigo espero y me sigas invitando a leer más de tus historias ¬¬ por que recuerdo me contaste son varias.



    Te me cuidas mucho y ten lindos días.
    Bye bye
     
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  19.  
    Rojo y naranja

    Rojo y naranja Fanático

    Acuario
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    ¡SUBLIME! ES LA PALABRA, EXCELENTE FINAL, AYER EMPECÉ A LEER, PERO COMO ERA MUY LARGO LO PAUSÉ Y TERMINÉ HOY.
    ¿WODAITO Y LA "LONCHERA"? ¡ESO LO SACASTE DE DRAGON BALL!
    "SPHERES OF THE LYNX" ES UN NOMBRE MUY DISCRETO ¡BIEN HECHO!
    POBRE IKE, TENER UNA TÍA ASÍ DEBE SER HORRIBLE, TIENE TODA LA RAZÓN DEL MUNDO EN HACER QUE LO CASTIGUEN.
    ¿HORMIGAS EN EL TECHO? ¿NO QUERRÁ DECIR DURANTS? PERO SON MUY GRANDES.
    NUNCA NI EN 1000 AÑOS HUBIERA ADIVINADO QUE EL "CARINOX GAMMA 27" ERA UNA GALAXIA DEL ESPACIO, AUNQUE TAMPOCO SOY TAN ESTÚPIDO COMO PARA PENSAR QUE ERA UN ZOOLÓGICO O UN VERTEDERO, DE HECHO A LEER EL NOMBRE, NO ME PASÓ NADA POR LA CABEZA.
    QUE BUENO QUE ÉL ENTENDIÓ LO DEL GRANBULL.
    ¿SABES? CUANDO EL PERSONAJE NATHAN DIJO QUE NO ERA PRECÍSAMENTE LA MEJOR PERSONA, ME RECORDÓ A MI MISMO.
    ME DA GUSTO QUE NATHAN PASARA UN ALINDA NAVIDAD CON SUS ABUELOS Y SU TÍA ABUELA.
    ASÍ QUE SU TÍA ABUELA FUE LA QUE PERDIÓ CONTRA EL TAL JIM... ¡CIELOS!
    SOBRE LO DE QUE EL EQUIPO ROCKET ROBARA EL LUCARIO DE JIM... ¡SE LO MERECE! Y SE QUE LO QUE VOY A DECIR SONARÁ FEO PERO ¡ESPERO QUE NUNCA LO RECUPERE! ¡HI HI HA HA HA HA HA HA HA HA! (RISA MALVADA)..... LO SE, A VECES PUEDO SER MUY MALÉVOLO
    SABÍA QUE SU CARTA IBA A SER LA GANADORA.
    CUANDO LA EMPEZABAN A LEER Y NOTÓ QUE SE PARECÍA A LA SUYA Y DIJO: DEBE SER COINCIDENCIA, YO DIJE: ¡TONTO! ES LA TUYA.
    DE HECHO, TAMBIÉN SONARÁ FEO PERO CREO QUE APLAUDIERON A LA CARTA DE NATHAN PORQUE NO SABÍAN QUE ERA DE ÉL.
    QUE BUENO QUE LOS MAESTROS LE DIERON UNA CONSOLA DE VIDEOJUEGOS, ESOS SÍ SON LISTOS.
    ME DA GUSTO POR IKE PORQUE REGRESÓ CON SU PAPÁ, Y SU MADRINA ¡HI HI HA HA HA HA! RECIBIÓ SU MERECIDO
    Y QUE BUENO QUE YA NO MOLESTEN A FREYA

    NUNCA HE LEÍDO UNA VERDAD MÁS GRANDE, MERECES UN PREMIO POR ESTE FIC EN GENERAL.
    ME DA UN GUSTAZO TENER UN AMIGO COMO TÚ, Y CREO QUE NO TE MEREZCO.
    !OGEUL ATSAH¡ (MI NUEVA DESPEDIDA)
     
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