La niña que se enamoro de Inuyasha (One-shot)

Hola a todos mis queridos lectores esta vez se me ha ocurrido otras de mis locas ideas, es un one-shot que trata de una niña que de enamora de nuestro querido hanyou, espero les guste.

Titulo: La niña que se enamoro de Inuyasha
Tipo: One-Shot
Advertencias: Ninugna
Genero especifico: Drama y leve romance
Numero de capitulos: 1

*La niña que se enamoró de Inuyasha*

Aquella mañana Inuyasha caminaba por el sendero al regresar de la casa de Kaede, había decidido ir caminar un rato mientras Aome y los demás terminaban de almorzar, iba algo distraído cuando escucho unos gritos provenientes del centro del bosque.

— ¿Qué serán esos gritos?, iré a ver qué pasa— dicho esto el hanyou se dirigió a saltos sobrenaturales hasta el lugar donde provenían aquellos gritos

Al llegar vio que unos tipos tenían agarrada fuertemente de las muñecas a una niña de unos 9 años, de hermoso cabello rubio atado en dos pequeñas coletas, ella forcejeaba con aquellos tipos tratando de soltarse de inmediato Inuyasha se dirigió hacia ellos.

—Oigan déjenla en paz— dijo Inuyasha haciendo que los tipos voltearan a verlo

— ¡Miren es un monstruo!— dijo uno de los tipos asustado

— ¡Si mejor vámonos!— dijeron los otros mientras se iban corriendo

Inuyasha solo se limitó a mirarlos con extrañes mientras se dirigía hacia la pequeña que yacía en el suelo sorprendida.

— ¿Estas bien?— pregunto el ojidorado

La niña quedo maravillada al ver como Inuyasha los había espantado y al mismo tiempo la había salvado, su mirada no se despegaba del ojidorado, era inevitable cupido la había flechado, se había enamorado de aquel extraño hanyou.

—S-Sí gracias, si no hubiera sido por usted no sé qué me habría pasado— dijo la niña mientras que Inuyasha la ayudaba a levantarse

—Soy Ainara y ¿usted?— dijo la pequeña

—Inuyasha y dime ¿porque esos hombres te estaban molestando?— pregunto el hanyou mientras caminaba con la niña

—Es que mi padre murió hace poco y estoy sola, entonces estaba caminando cuando esos hombres intentaron llevarme para venderme, pero gracias a usted Inuyasha no pudieron llevarme gracias— dijo la niña mientras no dejaba de mirar a Inuyasha y este no hacía caso

—Sí no te preocupes, pero dime ¿no me tienes miedo?—pregunto el joven mientras colocaba sus brazos tras su cabeza

—Por qué tendría que tenerle miedo a la persona que acaba de salvarme— dijo la pequeña dedicándole una sonrisa al hanyou

En ese momento Aome, Sango y Miroku alcanzaron a ver a Inuyasha venir caminando con una niña lo que les extraño de inmediato.

—Inuyasha te estábamos buscando— dijo Aome enseguida

—No se preocupen, andaba por ahí cuando escuche a esta niña humana gritar así que fui a ver qué pasaba y unos tipos querían llevársela así que solo los asusté, no necesité golpearlos los muy cobardes salieron huyendo despavoridos de inmediato al verme— dijo Inuyasha con orgullo

—Sí así es si no fuera por este valiente joven no sé qué me habrían hecho esos hombres, le estoy muy agradecida— dijo la niña mirando a Inuyasha sonrojada y de forma tierna que de inmediato Aome y Sango se dieron cuenta, pero que como siempre Inuyasha estaba tan distraído que era lo el único que no se daba cuenta

—Hola pequeña ¿Cómo te llamas?— pregunto Aome de inmediato

—Ainara y ¿ustedes?— pregunto

—Bueno yo soy Aome, ella es Sango, Miroku, Kirara y Shippo— dije mientras los demás saludaban

—Gusto en conocerlos, disculpen pero no les molestaría si voy con ustedes es que no tengo a donde ir y estoy segura de que el joven Inuyasha me podrá proteger— dijo la niña mientras tomaba la mano del hanyou y este reaccionaba algo molesto con el ceño fruncido

— ¿De qué hablas niña? Yo no te voy a proteger todo el tiempo— dijo Inuyasha fastidiado

—Inuyasha por favor no seas grosero— dijo Aome de repente en forma de regaño

Aome se puso a la altura de la pequeña mientras le decía

—Claro que puedes venir con nosotros Ainara— dijo Aome con voz dulce

—Claro que sí— dijo Sango

—Gracias son muy amables— dijo la niña con una sonrisa angelical

Después de eso todos iban caminando tranquilamente cuando Inuyasha se acercó de repente a Aome para decirle algo en voz baja

—Oye Aome es muy peligroso que esta niña valla con nosotros— dijo el ojidorado seriamente

—Lo sé por eso fue que le dije que fuera con nosotros por ahora, cuando lleguemos a la aldea más cercana la dejaremos allí para que este a salvo— dijo Aome mientras los demás asentían

De repente Ainara comenzó a caminar al lado de Inuyasha, mientras este la veía de reojo algo confundido

—Joven Inuyasha, podría… ¿Llevarme en su espalda?— dijo la pequeña con un gran sonrojo en sus mejillas

— ¿Y por qué quieres que te lleve en mi espalda?— pregunto confundido el hanyou

—Es que pues me duelen un poco los pies, es que eh estado caminando sola varios días— dijo la niña algo apenada

—Hazlo Inuyasha sé gentil— dijo Aome

—Ah muy bien— contesto con fastidio accediendo a la petición de Ainara mientras se hincaba para que la niña subiese en su espalda

La pequeña poso sus brazos alrededor de el cuello de Inuyasha mientras recargaba su cabeza de forma tierna en su espalda y cerraba los ojos con una linda sonrisa y sus mejillas sonrojadas.
En el camino, Sango se acercó a Aome para decirle algo que ella sospechaba

—Oye Aome te has dado cuenta que desde que Ainara venía con Inuyasha no ha despegado su ojos de él, además mira cómo se abraza a él, es como si…— decía Sango en forma de susurro a Aome

—Como si se hubiera enamorado de Inuyasha— apunto Miroku en seguida

—Pero que dices Miroku si es solo una niña— dijo Aome de repente

—Sí pero no olviden la vez que Koharu se enamoró de Miroku y también era una niña— dijo en seguida Shippo

—Bueno pues si pero— decía Aome

—Además Inuyasha es bastante apuesto así que es normal que otras “mujeres” se fijen en él, aunque en este caso hablemos de una niña— dijo Sango

—Oye Sango no me gusto para nada eso que dijiste de Inuyasha— dijo Miroku en tono de celos

—Por favor excelencia no empiece con sus celos, créame que bastante eh soportado los míos cuando usted anda pidiéndoles a otras mujeres tener hijos con usted, cínico— dijo ella entre dientes

—Bueno, bueno quizá estamos exagerando— dijo Aome con nerviosismo

—Oigan si ya terminaron de hablar entonces será mejor que descansemos aquí ya mañana seguiremos— dijo Inuyasha haciendo que todos volteasen

—Está bien Inuyasha— dijo Aome mientras todos se detenían

Después de aquella larga caminata, todos se encontraban ahora frente a un cálido fuego mientras comían unas truchas que habían pescado, Ainara seguía contemplando en todo momento a Inuyasha hasta que este por fin se dio cuenta y frunció el ceño de inmediato.

—Oye ¿qué tanto me ves?— dijo con fastidio el hanyou

—Ah…bien es que me gusta verlo comer es todo je je— dijo la pequeña nerviosa y sonrojada

—Aja— contesto Inuyasha algo dudoso

Aome y Sango se encontraban muy cerca de la pequeña rubia así que decidieron hablar con ella para salir de dudas.

—Hola Ainara— dijeron Aome y Sango al unísono

—Oh hola Aome, Sango— respondió la niña

—Oye Ainara podríamos ¿hacerte una pregunta?—dijo Sango

— ¿Una pregunta?— cuestiono sorprendida

—Sí es solo algo que quisiéramos que nos aseguraras— dijo Aome

—Pues está bien— dijo Ainara algo confundida

—Dinos…tú estás ¿Enamorada de Inuyasha?— dijo Sango

La pequeña al escuchar aquello con una gran sonrisa y un sonrojo evidente en sus mejillas dijo en voz alta,

— ¡Sí, si estoy enamorada de él!— dijo tan alto que todos la miraron raro mientras ella rápidamente se apenaba

—Así que estas enamorada Ainara— dijo Miroku

—Ah... pues no era solo…lo siento— dijo mientras corría alejándose de todos hacia el bosque

—Creo que no debimos preguntarle Sango— dijo Aome

—Tienes razón— contesto

—Iré a buscarla no quiero tener que volver a salvarla— dijo en Hanyou levantándose con fastidio

—Inuyasha— musito Aome viéndolo caminar hacia el bosque

Camino hasta un claro donde encontró a la pequeña rubia sentada mientras apoyaba su cabeza en sus piernas escondiéndola.

—Oye es mejor que regreses estar aquí es muy peligroso—dijo mientras se sentaba al lado de ella y esta no lo miraba

—Joven Inuyasha usted… ¿escucho lo que dije verdad?— musito la niña nerviosa

— ¿A qué te refieres?— pregunto confundido el hanyou

—Pues cuando dije que estaba…enamorada— dijo la niña muy apenada

—Ah eso si lo escuche pero pues no tiene nada de malo que estés enamorada de alguien— dijo con tono despreocupado el hanyou

—Es que yo…— decía con una gran sonrojo en sus mejillas

—Mmm?...— musito Inuyasha confundido

Mientras tanto unos polizones espiaban la escena, eran Sango, Miroku, Aome y Shippo, observando lo que pasaba comenzaron a murmurar entre ellos.

— ¿Creen que se lo diga?— dijo Sango

—No lo sé, aunque sería muy tierno que una niña se haya enamorado de él— dijo Aome

—Me parece algo bastante raro que alguien pueda enamorarse de alguien tan tonto como Inuyasha— dijo Shippo

—Shippo no digas eso, que no ves que la señorita Aome también está enamorada de Inuyasha— dijo Miroku

— ¡Excelencia!— dijo en tono de regaño Sango mientras Aome se sonrojaba a no poder

—O-Oh lo siento señorita Aome— dijo algo nervioso Miroku

—Ay Miroku— dijo Shippo

—No te preocupes Miroku, no dijiste nada malo— dijo Aome aún sonrojada

Todos volvieron a la escena de Inuyasha y Ainara quién aún no se decidía a decir nada.

—Joven Inuyasha yo…yo… ¡Estoy enamorada de usted!— dijo la niña mientras lo abrazaba fuertemente y este la miraba confundido

— ¿Q-Que dices?— pregunto algo sonrojado e incrédulo

Todos los que se encontraban escondidos, quedaron boquiabiertos mientras Aome y Sango ponían cara tierna.

—Es que no pude evitarlo es usted tan fuerte y tan gentil al defenderme, sé que aún soy muy pequeña para casarme pero quiero que cuando crezca me pueda casar con usted— decía aún abrazándolo

— ¿C-Casarnos? No eso es imposible, mira eres una niña muy agradable pero yo soy demasiado grande para ti y tú eres una niña— le dijo separándola de él tomándola por los hombros

—No importa en tan solo 5 años tendré edad para casarme y usted deberá tener unos 22 años cuando eso pase no será mucho— seguía diciendo mientras Inuyasha se reía de su comentario

—Je je créeme que la edad que aparento no es la verdadera, pero eso no es lo importante escucha— decía cuando Aome apareció enseguida

—Ainara tu eres una niña muy linda y mereces casarte con alguien que te amé de verdad—dijo Aome de repente frente a ambos

—Aome— musito Inuyasha

—Pero Aome yo amo a Inuyasha y es con él con quién deseo casarme cuando crezca— seguía diciendo la pequeña rubia

—Escucha tu aún eres muy pequeña ya verás que cuando crezcas encontrarás a alguien que te quiera además Inuyasha ya está comprometido— dijo de forma coqueta

— ¿Comprometido? ¿Y con quién?— pregunto la pequeña

—Pues…conmigo sí él está comprometido conmigo, ¿no es así amor?— le dijo Aome a Inuyasha tomándolo del brazo de forma tierna
— ¿Q-Que estás diciendo Aome?— dijo el hanyou sonrojado y confundido

—Solo sígueme la corriente y no preguntes— susurro ella en su oído

—Ah…así es Aome y yo estamos comprometidos— dijo Inuyasha siguiéndole el juego a Aome pero muy sonrojado

—No les creo denme una prueba— dijo la pequeña rubia con desconfianza

— ¿Una prueba?— preguntaron Inuyasha y Aome al unísono

—Sí ya saben un abrazo… ¿un beso tal vez?— dijo la niña muy lista

Inuyasha y Aome quedaron paralizados ante la petición de Ainara, sabían que lo de los prometidos era solo una mentira para desilusionar a la pequeña niña, pero ahora realmente tenían que dar una prueba de que realmente eran “pareja”.

— ¿Qué esperan?— dijo la niña

— ¿Qué vamos a hacer Aome?— susurro Inuyasha a Aome muy sonrojado

—Pues hay que hacer lo que nos pide si no lo hacemos no nos creerá y seguirá enamorada de ti— contesto Aome igual de sonrojada

—Pero es que…—Inuyasha ya no dijo nada más ya que Aome le planto un enorme beso en los labios de repente, este al principio se sorprendió pero entonces correspondió

Ainara al ver que ellos se besaban lo pudo comprender y se dio cuenta que ella no podría casarse con Inuyasha nunca.
Inuyasha y Aome se separaron mientras se miraban sonrojados.

—Entiendo discúlpenme por dudar de ustedes— dijo la pequeña niña mientras unas lágrimas bajaban por sus rosadas mejillas

A la mañana siguiente llegaron a una aldea que se encontraron en su camino, decidieron que era el mejor lugar para que Ainara pudiera vivir y se mantendría a salvo.

—Muy bien he hablado con la jefa de la aldea y está de acuerdo en que la pequeña se quede aquí, una familia está dispuesta a adoptarla— dijo Miroku a todos

—Bien, Ainara yo…— decía Inuyasha con pena

—No tienes que decirme nada Inuyasha, gracias, gracias a todos por haberme cuidado son muy amables— dijo mientras le sonreía a todos

—Cuídate mucho Ainara— le dijo Aome abrazándola

—Gracias señorita Aome y le deseo que seas muy feliz con Inuyasha él es un joven único, apuesto y amable que suerte tiene de casarse con él— le dijo mientras Aome se sonrojaba y con una risita penosa contesto

—Ah jaja si claro que sí, pero tampoco te preocupes te aseguro que cuando crezcas encontrarás a alguien que te amé y serás muy feliz— dijo la pelinegra tomando de los hombros a la pequeña rubia

—Gracias señorita Aome— contesto

—Sí mucha suerte Ainara— dijo Sango mientras los demás le sonreían

—Sí gracias señorita Sango, joven Inuyasha me dio gusto conocerlo y sé que hice mal en enamorarme de usted pero no me arrepiento de haberlo amado el poco tiempo que lo hice, adiós— dijo mientras abrazaba a Inuyasha y este en gesto de ternura también hizo lo mismo

—Adiós Ainara ya no te metas en problemas ¿está bien?— le dijo el hanyou

—Sí lo prometo, adiós mis amigos— dijo mientras se despedía de todos y se dirigía a la aldea donde la su ahora familia

Después de aquello ahora el grupo se encontraba caminando tranquilamente, sin embargo Inuyasha y Aome no se atrevían a mirarse pese a lo ocurrido anteriormente.
Ya cuando todos se encontraban dormidos Inuyasha se percató de que Aome aún permanecía despierta.

—Aome— musito el hanyou al verla sentada mirando al cielo estrellado

—Oh…h-hola Inuyasha— contesto ella con timidez mientras se sonrojaba furiosamente

—No pensé que estuvieras despierta a esta hora— dijo el hanyou mientras se sentaba al lado de la miko

—Es que no tenía sueño— contesto ella aún sonrojada

Los dos jóvenes seguían serios, sonrojados y callados, aquello del beso los tenía muy nerviosos y a pesar de que lo habían hecho por “obligación” no podían evitar sentirse muy confundidos en sus sentimientos, Inuyasha tomó valor y decidió hablar.

—Aome respecto a lo del…beso— musito el hanyou muy sonrojado

Aome inmediatamente volteo sonrojada

—Inuyasha yo…quería disculparme por eso ya sabes por…haberte besado de repente— dijo la miko sonrojada

—No te preocupes no…me molesto sabía que lo hiciste por Ainara— contesto el con algo de decepción en el tono de su voz

—No fue solo…por eso— contesto la pelinegra aún más sonrojada

— ¿No?— pregunto confundido y sonrojado en hanyou

—Yo lo deseaba Inuyasha— dijo la bella miko mientras escondía sus mejillas sonrojadas bajo su flequillo

—Sí yo…también— musito él en tono bajo

— ¿Dijiste algo?— pregunto la pelinegra

—No nada, solo digo que no fue muy interesante besar a una chiquilla tan enojona y torpe— dijo él hanyou con tono orgulloso

— ¿Qué dices? ¿Acaso crees que disfrute besarte? Para nada me gusta besar a chicos tan engreídos y patanes— contraatacó Aome

—Ay tu siempre con tus niñerías, tonta— dijo el fastidiado mientras Aome se levantaba de golpe y le gritaba

—Ya cállate y ¡abajo!— conjuro Aome mandando al suelo al hanyou

—Aome… ¡Jamás volveré a besarte!— grito el ojidorado en el suelo mientras Aome pensaba con una risita

—Al menos ya lo has hecho— dijo ella con una sonrisa y con un sonrojo en sus mejillas mientras se encaminaba para dormir

Espero les haya gustado, acepto criticas, sugerencias, botellazos y huelgas jejeeje;)