La niña de sus ojos (NejiTen)

La niña de sus ojos.





—Papi, quiero otro dulce—la pequeña niña de cinco años lo miraba suplicante.
—No Sumiko—ella infló las mejillas hasta ponerse colorada. Sus ojitos perlas se llenaron de lágrimas, pero no lloró.
—Lloraré.
—Hazlo tranquilo—desafió el Hyuuga.


Trató de contener el llanto, el nudo en la garganta le asfixiaba.



— ¿Qué esperas para llorar?—le causaba risa la actitud de su hija.
—No lloraré papi.
— ¿Por qué no?
—P-porque las princesas no lloran—susurró. Sin aguantar, explotó en llanto.



Su esposa apareció por detrás recogiendo a su hija en sus brazos.



— ¡Neji! ¿Qué te dije sobre esas actitudes?—estaba enojada, oh si. Le hizo una mueca y al comprender, Tenten pasó a Sumiko a sus brazos.
—Vamos mi amor, era una broma de papi. Si te compraré un dulce.
— ¿E-en serio?—sus grandes ojos lo miraban ilusionados.
—Si.



Le gustaba molestarla, era gracioso. Aunque le dijera tantas cosas jamás le negaría nada, porque la amaba. Era la niña de sus ojos.

 

Ooc en Neji, poquiiiiitiito, o eso creo.

----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
—Las quiero así—señaló los pechos de la ex hokage—yo parezco una tabla—la mujer mayor se rió.
—No te preocupes Sumi-chan, ya crecerán—miró a su padre—y si no, te haré una operación para aumentarte como la que le haré a Nahia, como regalo de cumpleaños.
—Tsunade-sama—dijo Neji entre dientes—no le diga eso.
—Lo digo en serio, Neji—su cara había cambiado drasticamente a una de seriedad.
—Papa, por favor.
—No Sumiko—la chica le miraba a los ojos, esos ojos tan parecidos a él. De inmediato se pregunto ¿Como se había ablandado a tal punto de malcriar a una niña y darle con todos los gustos?
—Por favor.
—No.
—Por favor.
—No.
—Papa, acepta por favor—su voz se oía temblorosa, sí que era una buen actriz—como regalo para mis quince.
—Dame otra razón
—Porque soy una princesa.
—Está bien.

Saltó alegre sobre su padre, lo amaba. Él, junto a su mami le habían dado con todos los gustos a tal punto de malcriarla.

—Bueno—habló por fin Tsunade—en una hora vé al hospital y píde hablar conmigo, que yo te llamé. Ahí veremos todo lo que haremos con la cirujía. Y vé con Nahia, su regalo de quince años es lo mismo.
—¡Si! Así ya no pareceré la mamá de Nahia y llamaré la atención. ¡Debo contarle a las chicas!—la joven salió corriendo hacia el campo de entrenamientos. Ahí se encontraban cuatro chicas:

Sumao y Tamao Sabaku No: Las gemelas hijas del Kazekage y Matsuri. Su cabello era rojo como el fuego y sus ojos de color agua combinados con una piel pálida como la leche, eran la viva imagen de su padre.

Juno Nara: Heredera del clan Nara. Cabello azabache y piel tostada que hacía resaltar sus ojos verdeazulados.

Nahia Uchiha: Una chica un tanto arisca, cabello negro y ojos verde esmeralda. Tenía el físico de su madre, pero no le importaba, no quería atraer hombres.

—¡Chicas! Estoy tan feliz, mi papá me dejó, ¡Me operaré los pechos junto a Nahia!