One-shot [La Mejor Navidad de la vida] White×Christmas.

¡Ugh, Navidad de acerca!

Nunca fui el tipo al que le encantaba la navidad ni ninguna festividad, pues siempre se me hicieron demasiado inútiles y no las necesitabamos y lo peor es que viene el día en el que todo el mundo se vuelve superficial y se aprovechan de todo el mundo; lo peor de todo es que casi a nadie le importa el verdadero significado de este día.

— Pshh, que absurdo. —fue la manera que me sentí al escuchar el anuncio que salía en la televisión que hablaba sobre como todos deberían "¡Correr a comprar sus juguetes!", penoso, ¿cómo alguien podría poner esto en la televisión?

Otra cosa, todo, absolutamente todo en este tiempo será sobre Navidad. Por eso me aburrían todos los anuncios que salían en la televisión sobre ofertas y justo cuando sólo me iba a acostar...

Alguien toca la puerta.

¿Quién podra ser ahora? No tengo tiempo, espero que sea algo importante.

— Uh, ¿hola? —al abrir la puerta me encuentro con alguien que no me esperaba, era Miku, aquella chica con la que siempre hablaba en la escuela, a la cual nunca le di un regalo de White Day, pero de todas maneras me parece extraño, ¿será que quiere algo de mí?

— ¡Hola! — gritó mientras corría a abrazarme cuando abrí la puerta. — ¡Cuanto te extrañé! Vine a pasar navidad contigo. — ¿Qué? Pasar navidad conmigo, pues ni siquiera planeaba celebrar pero con alguien como ella, será posible que me guste navidad...

— ¿Esto no es algo rápido? ¿Cómo sabes donde vivo? ¿Porqué quieres celebrar navidad conmigo? —de la ansiedad empecé a preguntar cosas tontas, estoy nervioso de esto, yo sólo quería estar tranquilo en mi casa.

— ¿Recuerdas White Day...? —ignoró completamente cada una de mis preguntas y me preguntó una ella. Aquella pregunta me dejó los pelos de punta.

— ¿Quieres que busque un regalo? — suspiré y le pregunté claramente.

— Luego yo te doy tu regalo de Navidad.

Salimos juntos y la atmósfera era horrible, la nieve falsa, todo sobre regalos y el tal "Santa Claus", lo superficial es lo que más odio de esta festividad, pero traté de evitarlo.

Ella de hecho fue la que hizo la ruta y cuando llegamos a la tienda se veía muy romántica.

— Ok, ve. —me respondió con una leve sonrisa. ¿Cuál es el punto si ya sabe que le regalaré algo de aquí?

Ugh, el olor a rosas y todos los chicos desesperados, justo al entrar encontré un pequeño oso de peluche que era muy suave y aparté una cajeta de chocolates. Pedí que todo lo forraran y salí inmediatamente.

— Ehm, ten. —le di avergonzadamente los dos regalos, estoy en público y la gente me está mirando fijamente a mi.

Miku abrió con sus delicadas manos los dos regalos de una manera tranquila y me miró a la cara con una sonrisa.

— Gracias. —me dio un beso en la mejilla que me sorprendió mucho, ehm... Sólo amigos.


Nos dirijimos de vuelta a mi casa y pasamos nuestra Navidad tranquilamente.