La Magia De La Amistad

Tema en 'Historias Abandonadas Originales' iniciado por Amaia, 28 Febrero 2008.

  1.  
    Amaia

    Amaia Usuario común

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    Título:
    La Magia De La Amistad
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    La Magia De La Amistad

    ¡Hola! Se me ocurrió esta historia mientras leía un libro de Laura Gallego García, llamado Memorias de Idhún. Me considero una fanática de esa trilología por lo que he decidido publicar esta historia. Espero que os guste.

    Capitulo 1:

    Todo comenzó en el primer día de colegio. Me levanté a las 7. Me duché, y, a continuación, fui a desayunar. En la mesa me esperaba mi penosa familia. Un padre despreocupado, un hermano rabioso y una madre chillona. ¡Menuda familia la mía! A pesar de vivir como reyes en una casa a las afueras de la ciudad, de tres pisos, jardín y piscina climatizada. ¿Por qué no podíamos ser como una familia normal? Me pregunto porque tuve que criarme con ellos. No digo que no les quiera, todo lo contrario, les adoro. Pero a veces, me daba vergüenza admitir que yo, una chica con mucha clase y muy tímida, tuviera una familia tan abierta, a veces convirtiéndose en escandalosa. Cuando me senté en la mesa, mi madre me sirvió el desayuno. Un tazón de Cola-Cao con cereales. ¡No cambiaría ese desayuno por nada en este mundo! Antes de comer el primer bocado, mi hermano comenzó a hablarme.
    - Hey, niña, - yo odio que me llame así – papá se va hoy a un viaje con la empresa. Tienes que venir a la oficina para ayudarme con unos papeles.
    -¡¿Por qué?! – contesté irritada - ¡Sabes perfectamente que no puedo ir! ¡Tengo clase de guitarra!
    En esto, mi padre asomó la cabeza por encima del periódico, que llegaba todas las mañanas a las siete en punto.
    -Jack, hemos pagado dinero para que tu hermana vaya a esas clases. No lo vamos a malgastar.
    - Está bien… - contestó mi hermano – ¡Pero más te vale que cuando vengamos, hermanita, te sepas una canción!
    -¡Por supuesto, hermanito! – contesté enfurecida.
    Terminé rápidamente el desayuno, ya enfadada, y me dirigí a mi habitación para coger la mochila. Miré al reloj. Ya eran las 7:40. Tenía que darme prisa para no perder el autobús.
    Cuando llegué a la parada, me senté en una esquina del banco. Me asomé por el cristal. Al fondo veía a mi amiga Carla. Ella, era mi mejor amiga desde muy pequeña. Vivía en el mismo barrio que yo, en una casa bastante pequeña. Pero ella era muy feliz allí, ya que por fin estaba con su familia. En realidad, no son sus verdaderos padres, son adoptivos. Pero ella los quiere como si fueran los suyos. Cuando por fin Carla se estaba acercando a la parada, gritó:
    -¡Amalia! ¡Siento haber llegado tarde!
    -Tranquila – contesté – yo acabo de llegar ahora.
    Pero noté algo extraño en su mirada. Sus ojos azules como el mar estaban muy tristes, cosa que no era muy habitual en ella, ya que era muy alegre.
    -¿Qué te ocurre? – pregunté preocupada.
    -O, ¿tú también lo notas? La verdad es que no se qué me pasa. Ayer por la noche no pegué ojo. Pero todo se debía a una voz que escuché en mi jardín.
    -¿Una voz? – pregunté asustada.
    -Si, - contesto Carla – supongo que sería algún chaval que había venido del botellón. Pero, lo más extraño era que esa voz me llamaba.
    -¡¿Cómo que te llamaba!? – pregunté alarmada.

    Pero Carla no pudo contestar porque el autobús había estacionado junto a nosotras. Nos sentamos atrás del todo, como siempre.
    -Explícamelo todo, Carla
    Pero Carla no contestó. Estaba pálida.
    -¿Carla? ¡Carla! ¿Estás bien? ¡CARLA!
    Comencé a sacudirla. Por mi rostro varias lágrimas ya estaban deslizando. Pero Carla no respondía. Estaba mirando fijamente por la ventana. Miré a esa dirección. Un muchacho, de mi edad, la miraba. Cuando el muchacho se dio cuenta de que yo le estaba observando, puso fijamente sus ojos contra los míos. Esos ojos azules. Los había visto en alguna parte. Pero, ¿Quién era él? Entonces, el autobús comenzó a moverse. Para cuando reaccioné, todo el autobús me miraba. Entonces me giré hacía Carla, pero ella no estaba allí. Había desaparecido.

    ……………………………………………………………………………………………………………………………………………..
    Cuando llegué al colegio, fui directamente a informar a la directora de lo ocurrido. Le conté que Carla había desaparecido, y que no sabía dónde estaba. Ella me pidió más detalles, pero no le pude decir mucho más. Estaba muy asustada. Pero, ¿Qué le había pasado a Carla? Ni siquiera yo lo sabía. Se había esfumado delante de mis narices. Pero ese chico… sin duda tenía algo que ver. Estaba segura.
    Después de que la directora llamara a todo dios (para avisar de la desaparición), me dio permiso para irme a mi casa. ¡Menos mal! Estaba muy deprimida.
    Cuando llegué a mi casa, vi que no había nadie. Dejé la mochila y el abrigo en la entrada, y fui directa a mi habitación. Me tumbé en la cama. Pero sin darme cuenta, me dormí. Entré en un sueño muy profundo.
    “Estaba en una oscura calle. No había nadie. Yo iba en pijama, y tenía una linterna en la mano. De repente, escuché un ruido. Asustada, grité. Pero más tarde me di cuenta de que solo era un gato. Continué caminando por aquella calle. Otra vez escuché un ruido “Será un gato” pensé. Pero, de repente, alguien emergió de las sombras.
    -¿Quién eres? ¿Qué haces aquí? – pregunté asustada.
    -Eres tú la quién me busca.
    Era una voz masculina. La voz no era muy grave, pero era muy fría. Expresa con mucha claridad que esa persona era muy seria, y se tomaba las cosas muy en serio.
    -¿Quién te crees que eres para contestarme de esa forma? – pregunté – Sal de las sombras, deja que te vea. No te escondas.
    - Respetaré tu decisión - dijo la voz.
    Y el chico salió de las sombras. Era alto, un poco más que yo. Tenía un pelo oscuro y bastante desgarbado. El pelo cubría parte de su cara, pero aunque todo estuviera oscuro, sus ojos azules se distinguían perfectamente. Yo había visto esos ojos en alguna otra parte. Entonces, recordé. Ese chico era el mismo que miraba a Carla en el autobús. Sin duda, él era el culpable de todo.
    -¡Tú eres el culpable de la desaparición de Carla! – grité - ¡Pagarás caro tu osadía!
    Y sin pensarlo dos veces me abalancé sobre él. Pero entonces, el saco un cuchillo y…
    …………………………………………………………………………………………………………………………………………………
     
  2.  
    saphira

    saphira Guest

    Re: La Magia De La Amistad

    K PASO CON CARLA???
    El cuento mu biien...
    Mu liindo...
    Escriito dpm!
    Nenaa...sirveS pa hiStoriiaS
     
  3.  
    Lola

    Lola Entusiasta

    Acuario
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    Pluma de
    Escritora
    Re: La Magia De La Amistad

    ¡Amaii! Sin dudarlo esta historia me encanta ¡No sabes cuento! Me parece muy interesante, pero solo tienes un error insignificante que no sé por quelo pongo pero bueh...



    -"Les" no es la palabra adecuada sería "Los adoro".

    Solo eso, de hay todo esta MUY bien ;).

    Bye!
     
  4.  
    Ryuuzaki

    Ryuuzaki Guest

    Re: La Magia De La Amistad

    He encontrado estos fallitos...
    Me pregunto por qué tuve...
    -Sí -contestó...
    El autobús "para", no "estaciona". Aunque esto es más un tecnicismo... xD
    Me giré hacia
    Opción 1. Eres tú la que me...
    Opción 2. Eres tú quien me...

    Por lo demás está correcto, aunque la expresión "a todo dios" queda desencajada, teniendo en cuenta que hasta el momento habías empleado un lenguaje más serio.

    Ojalá lo siguieras, ¿o acaba ahí? Es que no lo has especificado.

    Saludos.
     
  5.  
    Stephie

    Stephie Usuario común

    Virgo
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    Pluma de
    Escritora
    Re: La Magia De La Amistad

    Ohayou May ^^
    tu histotia esta super bien ¿Quien es ese tipo? y ¿Que le ha hecho a Carla?
    esta muy interesante siguela xfi
    sayounara!
     

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